3 COSAS QUE TENGO QUE HACER PARA QUE DIOS ME BENDIGA
3 COSAS QUE TENGO QUE HACER PARA QUE DIOS ME BENDIGA
Pro 10:26 Como el vinagre a los dientes y el humo a los ojos, así es el
perezoso para quienes lo envían.
Pro 10:26 Nunca emplees a un perezoso pues te irritará como el
vinagre irrita la boca o el humo irrita los ojos. PDT
Los Grandes hombres no son
perezosos
Rom 1:20 Hay mucho acerca de Dios que la gente no puede ver: su poder
eterno y todo aquello que lo hace ser Dios. De hecho, desde el comienzo del mundo, la gente ha podido entender
todo esto con facilidad, porque se hace evidente en todo lo que Dios ha hecho.
Así que no tienen excusa para hacer todo el mal que hacen.
A DIOS NO LE AGRADAN LAS
EXCUSAS
DIOS TE PUEDE LEVANTAR DE UN
FRACASO GRANDE DIFICILMENTE DE UNA
EXCUSA
Jdg 6:15 Y Gedeón respondió: —Perdón, señor, pero ¿cómo puedo salvar a Israel? Mi familia es la más
débil de todas las familias de Manasés, y yo soy el más
joven de todos.
Jdg 6:16 El Señor le dijo: —Pero yo estaré contigo.Podrás derrotar a los madianitas como si
estuvieras peleando contra un solo hombre.
Jdg 6:17 Gedeón dijo al Señor: —Si en realidad estás
a mi favor, entonces muéstrame una señal para saber que en verdad eres el
Señor.
Jdg 6:18 Te ruego que me esperes aquí y que no te muevas hasta que yo regrese. Voy a traer mi ofrenda para ponerla frente a
ti. El Señor respondió: —Esperaré aquí hasta que
regreses.
0NREMOS A DIOS CADA VES QUE LE PIDAMOS A DIOS
Exo 4:11 El Señor le dijo: —¿Quién es el que le dio boca al ser humano? ¿Quién es el que hace que una persona
sea sorda, muda, coja o ciega? Pues Yo, el Señor.
SI DIOS DICE AL SORDO SE PUEDE
ES POR QUE SE PUEDD
Exo 4:12 Ve que yo estaré contigo cuando hables y te
enseñaré lo que debesdecir.
Exo 4:13 Pero Moisés dijo: —Por favor, Señor, manda a
otro.
Exo 4:14 Entonces el Señor se enojó con Moisés y le dijo: —
Está bien. Te voy a dar a alguien para que te ayude, a tu hermano Aarón de la tribu de Leví. Él sabe
hablar muy bien y ya viene en camino a visitarte. Se pondrá
muy feliz de verte.
NO CULPEMOS A OTROS POR LO QUE NOS PACE
Gen 3:9 El Señor Dios llamó al hombre y le dijo: —¿Dónde
estás? Gen 3:10 El hombre le
respondió: —Escuché que andabas por el jardín y me
asusté porque estaba desnudo, entonces me escondí.
Gen 3:11 Luego el Señor
Dios le preguntó: —¿Quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del que les prohibí comer?
Gen 3:12 El hombre dijo: —La mujer que me diste para que esté
conmigo me dio fruto de ese árbol, y yo comí.
Gen 3:13 Luego el Señor Dios le preguntó a la mujer: —¿Conque
esas tenemos? Y la mujer respondió: —La serpiente me
engañó y yo comí.