-
ALICE; o,
LOS MISTERIOS
Por Edward Bulwer Lytton Londres, 1842
TRADUCIDO DEL INGLES POR: FRATER LUCIS FIDUCIUS
NOTA DEL TRADUCTOR: inici el trabajo de traduccin de este libro
publicado en Inglaterra, por dos razones. Una, que crea que el
autor delZanoni Rosacruz, haba escrito en este libro llamadoAlice o
los Misterios, otra obra sobre la Iniciacin. En pgina tras pgina
que traduca, en vano buscaba hallar rastros de una novela esotrica.
Me di cuenta al fin que losMisterios de esta obra, no eran
esotricos, sino de otro tipo, eran los MISTERIOS DEL AMOR. Es una
clsica novela del romanticismo ingls. A quienes disfruten de este
tipo de novelas, les entrego la primer traduccin que yo sepa que
existe, en idioma espaol.
-
2
LIBRO I. T, que ocultas tu valor entre nosotros, yo te llamo."
EURIPIDES: Hel. I. 1116.
CAPTULO I. Quien eres t, bella dama, que usurpas el lugar de
Blanca, la dama de una gracia incomparable?LAMB.
Fue hacia la tarde de un da a principios de abril que dos damas
estaban sentadas frente a la ventana abierta de una cabaa en
Devonshire. El campo frente a ellas estaba repleto de rboles de
hojas perennes, revivido por las primeras pocas flores y fresco
csped de la naciente primavera; y a la distancia, a travs de una
apertura entre los rboles, el mar, azul y tranquilo, limitaba la
vista, y contrastaba con los ms confinados y hogareos rasgos de la
escena. Era un lugar remoto, secuestrado, excluido de los negocios
y placeres del mundo; como tal este se adecuaba a los gustos y
carcter de la propietaria.
Esa propietaria era la ms joven de las damas sentadas a la
ventana. Uno difcilmente habra adivinado, por su apariencia, que
ella tena ms que veintisiete o veintiocho aos, aunque ella exceda
por cuatro o cinco aos aquel crtico lmite en la vida de la belleza.
Su forma era leve y delicada en sus proporciones, ni era su rostro
menos encantador porque, de su gentileza y reposo (no sin estar
mezclado con una cierta tristeza) lo duro y lo suave podra pensarse
que estaban esperando en su expresin. Pues existe una calma en el
aspecto de aquellos que han sentido profundamente, que engaa al ojo
comn, como los ros son a menudo semejantes en tranquilidad y
profundidad, en proporcin a como ellos son remotos de los arroyos
que agitan y aumentan el inicio de su curso, y por medio de los
cuales sus aguas son todava, aunque invisiblemente, provistas.
La dama mayor, la husped de su compaera, era pasado los setenta;
su cabello gris estaba tirado hacia atrs desde la frente, y reunido
bajo un casquillo tieso de cuquero- con simplicidad; mientras su
vestido, que era rico pero sin adornos, y de ninguna manera
moderno, serva para incrementar la venerable apariencia de alguien
que pareca no avergonzarse de los aos.
-
3
"Mi querida Seorita Leslie," dijo la dama de la casa, despus de
una pensativa pausa en la conversacin que se haba desarrollado la
ltima hora,es muy cierto; tal vez yo fui culpable en venir a este
lugar; yo no debera haber sido tan egosta."
"No, mi querida amiga," respondi la Seorita Leslie,
gentilmente;egosmo es una palabra que nunca puede ser aplicada a
ti; t actas como te has vuelto,conforme a tu propio sentido
instintivo de lo que es mejor cuando a tu edad,independiente en
fortuna y en rango, y todava tan adorable,t resignaste todo lo que
podra haber atrado a otros, y te has dedicado, retirndote, a una
vida de quieta y desconocida benevolencia. T ests en tu esfera en
esta aldea,humilde puede ser,consolando, aliviando, curando al
desgraciado, al destituido, al enfermizo; y enseando a tu Evelyn
insensiblemente a imitar tus modestas y Cristianas virtudes." La
buena anciana dama habl clidamente, y con lgrimas en sus ojos; su
compaera puso su mano en las de la Seorita Leslie.
"T no puedes envanecerme," dijo ella, con una dulce y melanclica
sonrisa.Yo recuerdo lo que yo era cuando t diste primero proteccin
a la pobre, desolada vagabunda y su nia sin padre; y yo, que era
entonces tan pobre y desamparada, qu sera yo, si fuera sorda a la
pobreza y lamentos de otros,otros, tambin, que son mejores que lo
que yo soy. Pero ahora Evelyn, como t dices, est creciendo; el
tiempo se aproxima cuando ella deba decidir aceptar o rechazar a
Lord Vargrave. Y an en esta aldea cmo puede ella compararlo con
otros?; cmo puede ella formar una eleccin? Lo que t dices es muy
real; y an no he pensado acerca de esto suficientemente. Qu har? Yo
estoy solamente ansiosa, querida nia, de actuar tanto como pueda
ser mejor para su propia felicidad."
"De eso yo estoy segura," respondi la Seorita Leslie;y an yo no
s cmo dar consejo. Por un lado, tanto es lo que se debe a los
deseos de tu difunto esposo, en cada punto de vista, que si Lord
Vargrave fuera digno de la estima y afecto de Evelyn, sera ms
deseable que ella lo prefiriese a todos los dems. Pero si l es lo
que escuch que se le considera en el mundo,un ingenioso,
esquemtico, un hombre casi sin corazn, de objetivos ambiciosos y
duros,tiemblo en pensar cuan completamente la felicidad de la vida
entera de Evelyn puede ser descartada. Ella ciertamente no est
enamorada de l, y an yo temo que ella sea una mujer cuya
-
4
naturaleza sea muy poco susceptible de afecto. Ella debera ahora
ver a otros,conocer su propia mente, y no ser apurada, ciega y sin
experiencia, a un paso que decide su existencia. Este es un deber
que le debemos a ella, voto en contra, an al difunto Lord Vargrave,
ansioso como estaba por el matrimonio. Su objetivo fue seguramente
su felicidad, y l no habra insistido con medios que el tiempo y las
circunstancias podran ser contrarios al fin que l tena en
vista."
"T tienes razn," replic Lady Vargrave.Cuando mi pobre marido
yaca en su lecho de muerte, justo antes l convoc a su sobrino para
recibir su ltima bendicin, y l me dijo: La Providencia puede
derrumbar todos nuestros esquemas. Si an esto fuera por la real
felicidad de Evelyn que mi deseo por su matrimonio con Lumley
Ferrers no se realizara, a ti yo debo dejarte el derecho a decidir
sobre aquello que no puedo preveer. Todo lo que pido es que ningn
obstculo sea arrojado en el camino de mi deseo; y que la nia sea
preparada para considerar a Lumley como su futuro esposo. Entre sus
papeles haba dirigida una carta a m al mismo efecto; y,
verdaderamente, en otros aspectos esa carta dej ms a mi juicio que
lo que yo tena cualquier derecho a esperar. Oh, yo me siento con
frecuencia infeliz al pensar que l no se cas con alguien que no le
habra otorgado su cario! y- pero lamentarse es intil ahora."
"Yo deseo que pudieras sentirlo realmente as," dijo la Seorita
Leslie;pues pesares de otro tipo parecen todava frecuentarte; y yo
no pienso que t hayas an olvidado tus dolores tempranos."
"Ah, cmo puedo yo?" dijo Lady Vargrave, con un labio
tembloroso.
En ese instante, una ligera sombra oscureci el csped soleado
enfrente de los marcos, y una dulce, alegre joven voz se escuch
cantando a poca distancia; un momento ms, y una bella muchacha, en
la primer flor de la juventud, se esboz ligeramente a lo largo de
la hierba, y se par del lado opuesto de las amigas.
Fue un remarcable contraste,el reposo y quietud de las dos
personas que hemos descripto, la edad y grises cabellos de una, la
resignada y melanclica gentileza escrita sobre los rasgos de la
otra con el paso primaveral y rientes ojos y radiante emanacin de
la recin llegada! Cuando ella se par con la brillante puesta de sol
llena sobre su rico bello cabello, su feliz semblante y elstica
forma,
-
5
fue una visin casi demasiado brillante para esta cansada
tierra,una cosa de luz y dicha, que el feliz Griego podra haberla
puesta entre las formas del Cielo, y adorada como una Aurora o una
Hebe.
"Oh, cmo pueden ustedes permanecer adentro en este bello
atardecer? Ven, mi querida Seorita Leslie; ven, Madre, querida
Madre, t sabes que prometiste que lo haras,t dijiste que ibas a
llamarme; mira, no llueve mas, y la lluvia ha dejado a los mirtos y
al banco de violetas tan fresco."
"Mi querida Evelyn," dijo la Seorita Leslie, con una sonrisa,Yo
no soy tan joven como t."
"No; pero t eres tan apuesta cuando ests de buen carctery quien
puede estar de mal carcter en tal tiempo? Permteme llevar tu silla;
djame hacerte rodarYo estoy segura que puedo. Abajo, Sultan; as que
me has encontrado, lo has hecho, seor? Estate quieto, seor,
abajo!
Esta ltima exhortacin fue dirigida a un esplndido perro de la
casta de Terranova, que ahora contribua enteramente a ocupar la
atencin de Evelyn.
Las dos amigas miraron a esta hermosa muchacha, quien con toda
la gracia de la juventud ella comparta mientras reprenda la
exuberante hilaridad de su enorme compaero de juego; y la mayor de
las dos pareca ser la que ms simpatizaba con su regocijo. Ambas
miraron con encariado afecto sobre un objeto querido para ambas.
Pero alguna memoria o asociacin conmovi a Lady Vargrave, y ella
suspir mientras la miraba.
-
6
CAPTULO II. Es la vida tormentosa preferida a esta vida serena?
-YOUNG: Stiras.
Y las ventanas fueron cerradas, y la noche haba sucedido al
atardecer, y la pequea partida en la cabaa estaba reunida junta. La
Seorita Leslie estaba sentada quietamente en su marco de dos aros;
Lady Vargrave, inclinando su mejilla sobre su mano, pareca absorta
en un volumen ante ella, pero sus ojos no estaban sobre la pgina;
Evelyn estaba afanosamente empleada en dar vuelta los contenidos de
una parcela de libros y msica que haba sido trado recientemente de
la casa de campo donde el representante de Londres lo haba
depositado.
"Oh, querida Mam!" grit Evelyn,Estoy tan contenta; hay algo que
te gustar,algo de poesa que te conmover tanto como escuchar
msica."
Evelyn llev las canciones a su Madre, quien sali de su ensueo, y
las mir con inters.
"Es muy extrao," dijo ella,que yo estuviese tan afectada por
todo lo que est escrito por esta persona.Yo, tambin (aadi ella,
frotando tiernamente las radiantes mejillas de Evelyn),quien no se
encariara con una lectura como esta!"
"T ests leyendo uno de sus libros ahora," dijo Evelyn, atisbando
sobre la pgina abierta sobre la mesa.Ah, qu hermoso pasaje
sobreNuestras Primeras Impresiones. Sin embargo no te gusta,
querida Madre, leer sus libros; ellos siempre parecen ponerte
triste."
"Hay un encanto para m en sus pensamientos, su manera de
expresin," dijo Lady Vargrave,que me hace pensar, que me hace
recordar de un amigo temprano, a quien yo podra con deleite
escuchar hablar mientras leo. Fue as desde la primer vez que abr
por accidente un libro de hace aos."
"Quien es este autor que te complace tanto?" pregunt la Seorita
Leslie, con alguna sorpresa; pues Lady Vargrave tena usualmente
poco placer en leer an las mas grandes y ms populares piezas
maestras del genio moderno.
-
7
"Maltravers," respondi Evelyn;y yo pienso que casi comparto el
entusiasmo de mi Madre."
"Maltravers!" repiti la Seorita Leslie.l es, tal vez, un
escritor peligroso para alguien tan joven. A tu edad, querida nia,
t tienes naturalmente romance y bastantes sentimientos de ti misma
sin buscarlos en libros."
"Pero, querida seora," dijo Evelyn, defendiendo a su
favorito,sus escritos no consisten de romance y sentimientos
solamente; ellos no son exagerados, ellos son tan simples, tan
veraces."
"Alguna vez lo encontraste?" pregunt Lady Vargrave.
"S, respondi la Seorita Leslie,una vez, cuando l era un bello
muchacho de cabello rubio. Su padre resida en el siguiente condado,
y nos encontramos en una casa de campo. El Seor Maltravers mismo
tiene una propiedad cerca de mi hija en B-shire, pero l no vive en
esta; l ha estado algunos aos en el extranjero,un carcter
extrao!"
"Por qu l no escribi ms?" dijo Evelyn;He ledo sus obras con
frecuencia, y conozco su poesa tan bien de memoria, que yo podra
mirar por algo nuevo de l como un evento."
"Yo he escuchado, mi querida, que l est retirado del mundo y sus
objetos,que l ha vivido mucho tiempo en el Oriente. La muerte de
una dama con quien l se haba casado se dice haber mal dispuesto y
cambiado su carcter. Desde ese evento l no ha retornado a
Inglaterra. Lord Vargrave puede decirte ms de l que yo.
"Lord Vargrave no piensa de nada que no sea siempre ante el
mundo," dijo Evelyn.
"Yo estoy segura que usted lo est equivocando," dijo la Seorita
Leslie, levantando la vista y fijando sus ojos sobre el rostro de
Evelyn;pues t no ests antes del mundo."
Evelyn levemente muy levemente puso mala cara con sus bonitos
labios, pero no respondi. Ella levant la msica, y sentndose al
piano, practic los aires. Lady Vargrave escuch con emocin; y a
medida que Evelyn con una voz exquisitamente dulce,
-
8
aunque no poderosa, cantaba las palabras, su madre daba vuelta
su rostro, y medio inconscientemente, unas pocas lgrimas se
deslizaron silenciosamente sobre su mejilla.
Cuando Evelyn ces, ella misma afectada,pues las lneas eran
impresionantes con una salvaje y melanclica profundidad de
sentimiento,ella volvi de nuevo al lado de su madre, y viendo su
emocin, apart las lgrimas de los pensativos ojos. Su propia
gallarda la dej; ella sac un taburete a los pies de su madre, y
quedndose junto a ella, y tomando su mano, no dej ese lugar hasta
que ellas se retiraron a descansar.
Y la dama bendijo a Evelyn, y sinti que, si lo permitan, ella no
estara sola.
-
9
CAPTULO III. Pero ven, t Diosa, justa y libre, En el cielo
llamada Euphrosyne!
......
Al escuchar la alondra comienza su vuelo, y, cantando, comienza
la noche embotada.L'Allegro.
Pero ven, t Diosa, sabia y santa, Ven, la ms divina
Melancola!
......
All sostenido todava en pasin santa, Olvidado t mismo en el
mrmol.Il Penseroso.
La temprana maana de la temprana primaveraqu asociaciones de
frescura y esperanza en esa simple sentencia! Y all un poco despus
de la salida del sol estaba Evelyn, fresca y esperanzada como la
maana misma, limitando con el paso ligero de un suave corazn sobre
el csped. Sola, sola! ninguna institutriz, con una nariz pellizcada
y una voz aguda, para contener sus movimientos agraciados, y
decirle cmo las jvenes damas deberan caminar. Cuan silenciosamente
transcurra la maana sobre la tierra! Era como si la juventud
tuviera el da y el mundo para s misma. Los obturadores de la cabaa
estaban an cerrados, y Evelyn lanz un vistazo hacia arriba, para
asegurarse que su Madre, que tambin se levantaba con tiempo, no
estuviera an dando vueltas. As ella sali adelante, cantando con
mucho jbilo, para asegurarse un compaero, y sali Sultan; y unos
pocos momentos despus, ellos estaban corriendo sobre el pasto, y
descendiendo los rudos escalones que conducan desde el acantilado a
las ms suaves arenas del mar. Evelyn era todava una nia en su
corazn, aunque algo ms que una nia en su mente. En la majestad
de
Esa hueca, sonora, y misteriosa caada,"
en el silencio roto solo por el murmullo de las oleadas, en la
soledad quebrada solo por los botes de los tempranos pescadores,
ella sinti esas profundas y tranquilizantes influencias que
pertenecen a la Religin de la Naturaleza. Inconscientemente para
ella, su dulce rostro se hizo ms pensativo, y su paso ms lento. Qu
cosa compleja es la educacin! Cuantas circunstancias, que no tienen
conexin con libros y tutores, contribuyen al alzamiento de la
mente
-
10
humana! La tierra y el cielo y el ocano estaban entre los
maestros de Evelyn Cameron; y al lado de su simplicidad de
pensamiento era diariamente llenada, de las vueltas de invisibles
espritus, la fuente de la poesa del sentimiento.
Esta era la hora cuando Evelyn senta ms sensiblemente cuan poco
es nuestra vida real afectada por eventos externos,cuanto vivimos
una segunda vida superior en nuestras meditaciones y sueos.
Realzada, no ms por el precepto que por el ejemplo, en la fe que
une criatura y Creador, esta era la hora en la cual el pensamiento
mismo tena algo de la santidad de la oracin; y si (volviendo de los
sueos divinos a las primeras visiones) esta tambin era la hora en
la cual el corazn palpitaba y poblaba su propia tierra de hadas
debajo, de los dos mundos ideales que se extienden ms all de la
medida de tiempo en la cual estamos, la Imaginacin es tal vez ms
santa que la Memoria.
As ahora, a medida que el da se encenda, Evelyn retorn a un
humor ms sobrio, y luego ella se reuni con su madre y la Seorita
Leslie para desayunar; y luego de los cuidados de las dueas de casa
tal como eran ellasdevueltos hacia ella, heredera como ella era; y,
cumplido ese deber, una vez ms el sombrero de paja y Sultan fueron
solicitados; y abriendo una pequea puerta en la parte de atrs de la
cabaa, ella tom el sendero a lo largo del cementerio de la aldea
que conduca a la casa del viejo coadjutor. El campo mismo del
cementerio estaba rodeado y encerrado en un cinturn de rboles.
Salvo por la pequea iglesia descoloreada y los techos de la cabaa y
la casa del ministro, ningn edificio ni siquiera una choza de
aldeaera visible all. Debajo de un oscuro y nico rbol de tejo en el
centro de la tierra estaba puesto un rstico asiento; opuesto a este
asiento haba un sepulcro, distinguido del resto por una dbil
empalizada. Cuando la joven Evelyn pas lentamente por este lugar,
un guante en la crecida hierba hmeda al lado del rbol de tejo llam
su atencin. Ella lo levant y suspir,era de su madre. Ella suspir,
pues pens en la suave melancola sobre el rostro de su madre que sus
caricias y su regocijo nunca podran apartar enteramente. Ella se
preguntaba por qu esa melancola estaba tan fijada como un hbito,
pues la joven se preguntaba por qu ella estara tan triste.
Y ahora Evelyn haba pasado el cementerio, y estaba en el csped
verde ante la pintoresca y antigua casa del ministro. El viejo
hombre mismo estaba trabajando en su jardn; pero l arroj su
azada
-
11
cuando vio a Evelyn, y vino cariosamente a saludarla.
Era fcil ver cuan querida era ella para l.
"As que has venido para tu leccin diaria, mi joven alumna?"
"S; pero Tasso puede esperar si el "
"Si el tutor quiere jugar al vagabundo; no, mi nia; y,
verdaderamente, la leccin debe ser ms larga que la usual hoy, pues
temo que yo deba dejarte maana por algunos das."
"Dejarnos! por qu? dejar Brook-Greenimposible!"
"No del todo imposible; pues nosotros tenemos ahora un nuevo
vicario, y debo regresar a mi cortesano en mi ancianidad, y pedirle
dejarme con mi rebao. l est en Weymouth, y me ha escrito para que
lo visite all. As, Seorita Evelyn, debo darte una tarea de
vacaciones a estudiar mientras estoy fuera."
Evelyn limpi las lgrimas de sus ojos pues cuando el corazn est
lleno de afecto los ojos fcilmente lagrimeany se aferr tristemente
al anciano, mientras daba locucin a todo su lamento medio infantil
y medio maduro ante el pensamiento de separarse tan pronto de l. Y
que, tambin, podra hacer su madre sin l; y por qu no podra
escribirle al vicario en lugar de ir a l?
El coadjutor, que no tena hijos y era soltero, no era insensible
al cario de su bella alumna, y tal vez l mismo estuvo un poco ms
distrado que lo usual esa maana, o bien Evelyn estaba peculiarmente
inatenta; por cierto es que ella cosech muy poco beneficio de la
leccin.
An as l era un admirable profesor, ese anciano! Consciente de la
rapidez de Evelyn, susceptible, y mas bien fantasioso carcter de
mente, l haba buscado menos encerrar que refinar y elevar su
imaginacin. l mismo de habilidades no ordinarias, que la lectura le
haba permitido cultivar, su piedad era muy grande y alegre para
excluir la literaturaEl mejor regalo del Cielo de la palidez de la
religin. Y bajo su cuidado la mente de Evelyn haba sido debidamente
almacenada con los tesoros del genio moderno, y su juicio
fortalecido por las crticas de un gusto agraciado y abundante.
-
12
En ese secuestrado casero, la joven heredera haba sido entrenada
para adornar su futuro lugar; apreciar las artes y elegancias que
distinguen (no importa cual es el rango) lo refinado de lo bajo,
mejor que si ella hubiese sido educada bajo el Briareo de cien
manos de la educacin de moda. Lady Vargrave, verdaderamente, como
la mayora de las personas de pretensiones modestas e imperfecto
cultivo, era ms bien inclinada a sobrestimar las ventajas a ser
derivadas del libro del conocimiento; y ella nunca estuvo mejor
complacida que cuando ella vio a Evelyn abriendo el resumen mensual
de Londres, y deleitadamente hojeando sobre los volmenes que Lady
Vargrave inocentemente crea ser reservorios de sabidura
inextinguible.
Pero este da Evelyn no leera, y los versos dorados de Tasso
perdieron su msica a su odo. as el coadjutor termin la lectura, y
puso un pequeo programa de estudios a ser completados durante su
ausencia en su reluctante mano; y Sultan, quien haba estado
anhelante lamiendo sus patas por la ltima media hora, se levant y
caracole una vez ms en el jardn; y el anciano sacerdote y la joven
mujer dejaron las obras del hombre por aquellas de la
Naturaleza.
"No tema, yo cuidar de su jardn mientras usted se encuentre
fuera," dijo Evelyn;y usted debe escribir y hacernos saber qu da
regresar."
"Mi querida Evelyn, usted ha nacido para hacer escombros de
todosde Sultan a Aubrey."
"Y ser estropeada tambin, no olvide eso," grit Evelyn, rindose
mientras sacuda hacia atrs sus bucles.Y ahora, antes que se vaya,
me dir, como usted es tan sabio, qu puedo hacer hacerpara que mi
madre me ame?"
La voz de Evelyn vacil cuando ella dijo las ltimas palabras, y
Aubrey pareci conmovido y sorprendido.
"Tu madre te ama, mi querida Evelyn! Qu quieres decir,que ella
no te ama?"
"Ah, no como yo la amo a ella. Ella es buena y gentil, lo s,
pues ella es as con todos; pero ella no confa en m, ella no tiene
confianza en m; ella tiene alguna tristeza en el corazn el cual
-
13
nunca me fue permitido conocer y aliviar. Por qu evita ella toda
mencin de sus tempranos das? Ella nunca me habla como si ella,
tambin, tuviera una vez una madre! Por qu ella nunca me habla de su
primer matrimonio, de mi padre? Por qu ella me mira reprochndome, y
me huye s, me huye, durante das sisi yo intento atraerla al pasado?
Hay un secreto? Si es as, no tengo edad suficiente para
conocerlo?"
Evelyn habl rpidamente y nerviosamente, y con labios
temblorosos. Aubrey tom su mano, y presionndola, dijo, tras una
pequea pausa,
"Evelyn, esta es la primera vez que t me has hablado as. Alguna
cosa ha despertado tu la llamar curiosidad, o lo llamar el
mortificado orgullo de afecto?"
"Y usted, tambin, tan spero; usted me culpa! No, es verdad que
yo no le he hablado as antes; pero yo he pensado durante mucho
tiempo con pesar que yo era insuficiente para la felicidad de mi
madre,Yo quien la amo tan amorosamente. Y ahora, desde que la
Seorita Leslie ha estado aqu, yo la encuentro conversando con esta
comparativa extraa mucho ms confidencialmente que conmigo. Cuando
yo llegu inesperadamente, ellas cesaron su conferencia, como si yo
no fuera digna de compartirla; y- y oh, si solo pudiera hacerle
comprender que todo lo que deseo es que mi madre me ame y me
conozca y confe en m"
"Evelyn," dijo el coadjutor, framente,t amas a tu Madre, y
justamente; un corazn tan bueno y tan gentil como el de ella no
palpita en un pecho humano. Su primer deseo en la vida es por tu
felicidad y bienestar. T pides confianza, pero por qu no confiar en
ella; por qu no creer que ella ha actuado por los mejores y ms
tiernos motivos; por qu no dejar a su discrecin revelarte cualquier
pesar secreto, si esto fuera as, que pesa sobre ella; por qu aadir
a ese pesar por cualquier indulgencia egosta de sobre
susceptibilidad en ti misma? Mi querida alumna, t eres todava casi
una nia; y aquellos que han sentido tristeza pueden bien ser
reluctantes a entristecer con una confianza melanclica a aquellos a
quienes la tristeza es an desconocida. Esto mucho, al menos, puedo
decrtelo,pues esto mucho ella no busca ocultar,aquella Lady
Vargrave fue tempranamente injuriada por pruebas de las que t, ms
feliz, has sido salvada. Ella no te habla de sus relaciones, pues
ella no tiene nada ms sobre la tierra. Y luego de haberse
-
14
casado con su benefactor, Evelyn, tal vez le pareci a ella un
asunto de principio desvanecer todo vano lamento, todo recuerdo que
sea posible, de una primera unin."
Mi pobre, pobre madre! Oh, s, usted tiene razn; perdneme. Ella
se lamenta todava, tal vez, mi padre, a quien nunca vi, a quien
siento, como si fuera, tcitamente prohibido nombrar,usted no lo
conoci?"
"l!quien?
"Mi padre, el primer marido de mi madre."
"No."
"Pero yo estoy segura que no podra haberlo amado tanto como a mi
benefactor, mi real y segundo padre, quien est ahora muerto e ido.
Oh, cuan bien lo recuerdo,cuan tiernamente!" Aqu Evelyn se detuvo y
explot en llanto.
"T haces bien en recordarlo as; amar y reverenciar su memoria,un
padre verdaderamente l fue para ti. Pero ahora, Evelyn, mi propia
querida nia, escchame. Respeta el corazn silencioso de tu madre; no
le dejes pensar que sus infortunios, cualesquiera que ellos hayan
podido ser, puedan lanzar una sombra sobre ti,t, su ltima esperanza
y bendicin. Mas bien que buscar abrir viejas heridas, sfrelas hasta
sanar, como ellas deben, bajo las influencias de la religin y del
tiempo; y espera la hora cuando sin, tal vez, demasiado perspicaz
un pesar, tu madre pueda regresar contigo al pasado."
"Lo har, lo har! Oh, cuan mala, cuan desgraciada he sido yo! Fue
apenas un exceso de amor, creedlo, querido Seor Aubrey,
creedlo."
"Ya lo creo, mi pobre Evelyn; y ahora se que yo puedo confiar en
ti. Ven, seca esos brillosos ojos, o ellos pensarn que he sido yo
un duro maestro de tareas, y vayamos a la cabaa."
Ellos caminaron lentamente y silenciosamente a travs del humilde
jardn en el cementerio, y all, a travs de los viejos rboles de
tejo, ellos vieron a Lady Vargrave. Evelyn, temerosa que los
rastros de
-
15
sus lgrimas fueran todava visibles, retrocedi; y Aubrey,
consciente de lo que pasaba dentro de ella, dijo,
"Me reunir con tu Madre, y le dir de mi prxima partida. Y tal
vez mientras tanto t podras ir a ver a nuestros pobres pensionados
en la villa, la Dama Newman est muy ansiosa por verte; nosotros nos
reuniremos contigo all pronto."
Evelyn sonri agradecindole, y besando su mano a su madre con
aparente gallarda, se dio vuelta y pas a travs de la gleba hacia
dentro de la pequea villa. Aubrey se reuni con Lady Vargrave, y tom
su brazo con el suyo.
Mientras tanto Evelyn pensativamente prosegua su camino. Su
corazn estaba lleno, y de auto reproche. Su madre tena, entonces,
una causa conocida para la tristeza; y tal vez su reserva era
apenas ocasionada por su reluctancia a lastimar a su hija. Oh, cuan
doblemente ansiosa estara Evelyn para de aqu en ms aliviar,
confortar, desprender esa querida madre del pasado! Aunque en este
carcter de nia haba algo de la impetuosidad y falta de pensamiento
de sus aos, era noble tan bien como suave; y ahora la confianza de
la mujer conquistaba toda la curiosidad de la mujer.
Ella entr en la cabaa de la anciana vieja arrugada a quien
Aubrey se haba referido. Fue como un destello de la luz del sol,ese
dulce y confortable rostro; y aqu, sentada al lado de la anciana
mujer, con el Libro del Pobre sobre su falda, Evelyn fue encontrada
por Lady Vargrave. Fue curioso observar las diferentes impresiones
sobre los habitantes de la cabaa hecha por la madre y la hija.
Ambas eran amadas con casi igual entusiasmo; pero con la primera la
pobre se senta ms en casa. Ellos podan hablarle con ms facilidad:
ella los entenda tanto ms rpidamente; ellos no tenan necesidad de
andar con vueltas para contar las pequeas quejas malhumoradas que
ellos se sentan medio avergonzados de expresar a Evelyn. Lo que
pareca tan ligero a la joven y querible belleza, la madre escuchaba
con una grave y dulce paciencia. Cuando todo estaba bien, ellos se
regocijaban de ver a Evelyn; pero en sus pequeas dificultades y
lamentos nadie era comomi buena Lady!"
As la Dama Newman, en el momento en que ella vio el semblante
plido y la agradable forma de Lady Vargrave en el umbral, emiti una
exclamacin de placer. Ahora ella podra contarle todo con lo
-
16
que ella no quera perturbar a la joven seorita; ahora ella podra
quejarse de los vientos del este, y del reumatismo, y de los
funcionarios de la parroquia, y del te de mala calidad que ellos
vendan a la pobre gente en el negocio del Seor Hart, y del ingrato
nieto que era tan bueno para hacer y quien olvid que tena una
abuela viva!
-
17
CAPTULO IV Hacia el fin de la semana recibimos una carta de las
damas de la ciudad.
Vicario de Wakefield.
El coadjutor se haba ido, y las lecciones se suspendieron; por
otra parte como lo permitan las nubes o el brillo del sollos das
seguan a los das en el retiro tranquilo de Brook-Green,cuando, una
maana, la Seorita Leslie, con una carta en su mano, busc a Lady
Vargrave, quien estaba ocupada atendiendo las flores de un pequeo
conservatorio que ella haba aadido a la cabaa, cuando, por varios
motivos, y uno en especial poderoso y misterioso, ella se mud de
una casa tan alejada a la lujosa villa dejada a ella por su
marido.
A las flores esas encantadoras hijas de la Naturaleza, en las
cuales nuestra edad puede tomar el mismo tranquilo placer como en
nuestra juventud Lady Vargrave dedicaba mucho de su montono y
espacioso tiempo. Ella pareca amarlas casi como seres vivientes; y
su memoria las asociaba con horas tan brillantes y efmeras como
ellas mismas.
"Mi querida amiga," dijo la Seorita Leslie,Tengo noticias para
usted. Mi hija, la Seorita Merton, quien ha estado en Cornwall en
una visita a la madre de su marido, me escribi unas palabras
diciendo que ella nos visitar en su camino a casa del Rectorado en
B-shire. Ella no dir mucho fuera de esta," aadi la Seorita Leslie,
sonriendo,pues el Seor Merton no la acompaar; ella solamente le
lleva a su hija Caroline, una nia inteligente, viva y guapa, quien
estar encantada con Evelyn. Todo lo que usted lamentar es, que ella
viene para terminar mi visita, y llevarme con ella. Si usted puede
olvidar esa ofensa, usted no tendr nada ms que perdonar."
Lady Vargrave replic con su usual simple bondad; pero ella
estaba evidentemente nerviosa con la visita de un extrao (pues ella
nunca haba visto an a la Seorita Merton), y todava ms apenada con
el pensamiento de perder a la Seorita Leslie una semana o dos ms
pronto de lo que haba sido anticipado. Sin embargo, la Seorita
Leslie se apur en tranquilizarla. La Seorita Merton era de una
naturaleza quieta y sosegada, la esposa de un clrigo rural con
simples gustos; y despus de todo, la visita de la Seorita Leslie
poda durar tanto tiempo, si Lady Vargrave estuviera contenta de
extenderle su hospitalidad a la Seorita Merton y Caroline.
-
18
Cuando la visita fue anunciada a Evelyn, su joven corazn fue
susceptible solamente de placer y curiosidad. Ella no tena amigos
de su propia edad; ella estaba segura que le agradara la nieta de
su querida Seorita Leslie.
Evelyn, que haba aprendido en corto tiempo, de la afeccionada
solicitud de su naturaleza, a aliviar a su madre de tales pocos
cuidados domsticos como los hay en una casa tan calma, con un
establecimiento tan regular, pudo afrontar la llegada, alegremente
ocupada ella misma en mil pequeas preparaciones. Ella llen los
cuartos de los visitantes con flores (no soando que alguien pudiera
imaginarlas insalubres), y llen las mesas con sus propios libros
favoritos, e hizo que el pequeo piano de la cabaa en su propio
cuarto de vestir fuera trasladado al de Caroline Caroline deba ser
aficionada a la msica. Ella tena algunas dudas de transferir una
jaula con dos canarios en el cuarto de Carolina tambin; pero cuando
ella se aproxim a la jaula con esa intencin, los pjaros cantaron
tan alegremente, y parecieron tan felices de verla, y tan
expectantes de azcar, que su corazn la golpe por su meditada
desercin e ingratitud. No, ella no podra darle los canarios; pero
el jarro de cristal con el pez dorado oh, eso parecera tan bonito
puesto sobre las ventanas; y el pez cosas tontas!no lo
extraara.
La maana, el medioda, la hora probable del importante arribo
lleg al fin; y tras haber visitado tres veces en la ltima media
hora los cuartos, y puesto y vuelto a poner y puesto de nuevo todas
las cosas donde estaban antes arregladas, Evelyn se retir a su
propio cuarto a consultar su guardarropa y Margaret,una vez su
nodriza, ahora su confidente. Alas! el guardarropa de la destinada
Lady Vargravela novia de un hombre de estado en crecimiento, un
nuevo y ahora un par ostentoso; la heredera del adinerado
Templetonera uno que muchas hijas de comerciantes habran desdeado.
Evelyn era visitada tan poco; el clrigo del lugar, y dos ancianas
doncellas que vivan muy respetablemente con ciento ochenta libras
al ao, en una cabaa, con una sirvienta, dos gatos, y un joven
empleado, limitaban el crculo de su conocimiento. Su madre era tan
indiferente al vestido; ella haba encontrado tantas otras maneras
de gastar el dinero!pero Evelyn no era ahora ms filosfica que otras
de su edad. Ella se volva de muselina a muselina de la coloreada al
blanco, del blanco a la coloreada con linda ansiedad y afligida
ansiedad. Al final ella decidi sobre el
-
19
ms nuevo, y cuando fue puesto, y la simple rosa puesta en el
lustroso y bello pelo, Carson mismo no podra haber aadido encanto.
Feliz edad! Quien quiere las artes de las modistas de sombreros a
los diecisiete?
"Y aqu, seorita; aqu est el fino collar que Lord Vargrave trajo
cuando mi seor vino al final; se ver tan grande!"
Las esmeraldas brillaban en su caja; Evelyn las mir
irresolutamente; entonces, mientras las miraba, una sombra se
apoder de su frente, y ella suspir, y cerr la tapa.
"No, Margaret, No lo quiero; llvatelo."
"Oh, querida seorita! qu dira mi seor si l estuviera aqu! Y
ellas son tan hermosas! se ven tan finas! Querida ma, cmo brillan
ellas! Pero usted las lucir mucho ms fino cuando sea mi Dama."
"Escucho la campana de Mama; ve, Margaret, ella te
necesita."
Dejada sola, la joven belleza se hundi abstradamente, y aunque
la vitrina estaba lejos, no detena su ojo; ella olvid su
guardarropa, su vestido de muselina, sus temores, y sus
huspedes.
"Ah," pens ella,qu pesadez de temor siento aqu cuando pienso de
Lord Vargrave y este compromiso fatal; y cada da lo siento ms y ms.
Dejar mi querida, querida Madre, la querida cabaa oh! Nunca podra.
Me gustaba l cuando yo era una nia; ahora tiemblo ante su nombre.
Por qu es esto? l es bueno; l es condescendiente en buscar agradar.
Fue el deseo de mi pobre padre,pues un padre l realmente fue para
m; y an oh que l me ha dejado pobre y libre!"
En esta parte de la Meditacin de Evelyn el ruido inusual de
ruedas se escuch sobre la gravilla; ella se levant, sec las lgrimas
de sus ojos, y se apur a dar la bienvenida a los huspedes
esperados.
CAPTULO V. Dime, Sofa, mi querida, qu piensas de nuestros nuevos
visitantes?
-
20
Vicario de Wakefield.
LA SEORITA MERTON y su hija estaban ya en medio del saln de
recepcin, sentadas a ambos lados de la Seorita Leslie,la primera
una mujer de exterior quieto y placentero, su rostro todava guapo,
y si no inteligente, al menos expresivo de una buena y sobria
naturaleza y habitual contento; la ltima una nia de finos ojos
negros, de semblante decidido, y lo que es llamado un vistoso
estilo de la belleza,alta, decidida, y vestida simplemente
verdaderamente, pero siguiendo la moda aprobada. Usaba el rico
gorro de forma ms grande que la usada; el velo Chantilly; la rica
Cachemira francesa; las mangas llenas, en ese momento la rabia
antinatural; la cara pero todava modesta ropa de seda; el perfecto
calzado; el aire de sociedad, la fcil manera, la mirada tranquila
pero escudriadora,todo sobresalt, descompuso, y asust a medias a
Evelyn.
La Seorita Merton misma, si ms fcilmente, fue igualmente
sorprendida por la belleza y gracia inconsciente de la joven hada
ante ella, y se levant para saludarla con una cordialidad bien
alimentada, con la que hizo de inmediato una conquista del corazn
de Evelyn.
La Seorita Merton bes su mejilla, y le sonri amablemente, pero
dijo poco. Era fcil ver que ella era menos conversadora y una
persona ms hogarea que Caroline.
Cuando Evelyn las condujo a sus cuartos, la madre y la hija
detectaron de un vistazo el cuidado que haba sido provisto para su
confort; y algo vido y expectante en los ojos de Evelyn enseaba la
buena naturaleza de una y la buena educacin de la otra
recompensando a su joven anfitriona con varias pequeas
exclamaciones de placer y satisfaccin.
"Querida, cuan bonito! Qu bonito escritorio!" dijo una "Y la
bonita carpa dorada!" dijo la otra "Y el piano, tambin, tan bien
ubicado;" y Los suaves dedos de Caroline corrieron rpidamente sobre
las teclas. Evelyn se retir, cubierta con sonrisas y rubores. Y
luego la Seorita Merton se permiti decir a la bien vestida
asistente,
"Llvese esas flores, ellas me hacen desmayar bastante."
-
21
"Y cuan bajo es el cuarto,tan confinado! dijo Caroline, cuando
la dama de la dama se retir con las condenadas flores.Y no veo
ninguna Psique. Sin embargo, la pobre gente ha hecho lo mejor de
s."
"Dulce persona, Lady Vargrave!" dijo la Seorita Merton,"tan
interesante, tan bella; y cuan joven en apariencia!"
"No tiene mucha costumbre del mundo," dijo Caroline.
"No; pero algo mejor."
"Hem!" dijo Caroline.La muchacha es muy bonita, aunque muy
pequea."
"Tal sonrisa, tales ojos, ella es irresistible! y qu fortuna!
Ella ser una encantadora amiga para ti, Caroline."
"S, ella puede ser til, si ella se casa con Lord Vargrave; o,
verdaderamente, si ella hace cualquier unin brillante. Qu tipo de
hombre es Lord Vargrave?"
"Yo nunca lo vi; ellas dicen que es de lo ms fascinante."
"Bien, ella es muy feliz," dijo Caroline, con un suspiro.
-
22
CAPTULO VI. Dos adorables damiselas alegran mi solitario
caminar.LAMB: Album Verses.
Despus de la cena hubo todava luz suficiente para que la joven
gente se pasee a travs del jardn. La Seorita Merton, que tena miedo
de la humedad, prefiri quedarse dentro; y ella estuvo tan quieta, y
se haba criado tanto en la casa, que Lady Vargrave, para usar la
frase de la Seorita Leslie, no era la menorpublicidad para ella.
Adems, ella habl de Evelyn, y ese era un tema muy querido para Lady
Vargrave, quien era tanto aficionada como orgullosa de Evelyn.
"Esto es muy bonito verdaderamente,la vista del mar bastante
encantador!" dijo Caroline.T dibujas?"
"S, un poco."
"De la Naturaleza?"
"Oh, s."
"Qu, en tinta India?"
"S; y acuarelas."
"Oh! Por qu, quien podra haberte enseado en esta pequea villa;
o, verdaderamente, en este condado de lo ms primitivo?"
"Nosotros no vinimos a Brook-Green hasta que yo tuve casi quince
aos. Mi querida Madre, aunque muy ansiosa para dejar nuestra villa
en Fulham, no lo hizo debido a m, mientras los maestros pudieran
ser de servicio para m; y como supe que ella haba puesto su corazn
sobre este lugar, Yo trabaj doblemente duro."
"Entonces ella conoca este sitio antes?"
"S; ella ha estado aqu hace muchos aos, y tom el lugar tras la
muerte de mi pobre padre,Yo siempre llamo al difunto Lord Vargrave
mi padre. Ella sola venir aqu regularmente una vez al ao sin m; y
cuando ella retornaba, yo la vea todava mas melanclica que
antes."
-
23
"Que es lo que hace el encanto del lugar a Lady Vargrave?"
pregunt Caroline, con algn inters.
"No lo s; a menos que sea su extrema quietud, o alguna temprana
asociacin."
"Y quien es tu vecino ms cercano?"
"Mr. Aubrey, el coadjutor. l es tan desafortunado, l sali de su
casa por un breve tiempo. T no puedes imaginar cuan bueno y
agradable es l,el ms amable anciano en el mundo; justo como un
hombre tal como Bernardin St. Pierre habra amado describir."
"Agradable, no lo dudo, pero obtuso los buenos curas
generalmente lo son."
"Obtuso? no al menos; alegre incluso en extremo, y lleno de
informacin. l ha sido tan bueno hacia m en relacin a los libros;
verdaderamente, yo he aprendido mucho de l."
"Oso decir que l es un admirable juez de sermones."
"Pero el Seor Aubrey no es severo," persisti Evelyn,
honestamente;l es muy aficionado a la literatura Italiana, por
ejemplo; estamos leyendo a Tasso juntos."
"Oh! qu lstima que sea ancianoPienso que t dijiste que l era
anciano. Tal vez tenga un hijo, la imagen del sir?"
"Oh, no," dijo Evelyn, riendo inocentemente;El Seor Aubrey nunca
se cas."
"Y dnde vive el anciano caballero?"
"Ven un poco hasta aqu; all, t justo puedes ver el techo de su
casa, cerrado por la iglesia."
"Lo veo; es un poco triste tener la iglesia tan cerca tuyo."
"Piensas as? Ah, pero t no la has visto; es la iglesia ms bonita
en el condado; y el pequeo cementerio tan quieto, tan callado; Yo
me siento mejor cada vez que lo atravieso. Algunos sitios respiran
de religin."
-
24
"T eres potica, mi querida pequea amiga."
Evelyn, quien era potica en su naturaleza, y por lo tanto
algunas veces esta brotaba en su simple lenguaje, se ruboriz y se
sinti medio avergonzada.
"Es una caminata favorita con mi Madre, dijo ella,
apologticamente;ella con frecuencia pasa horas all sola: y as, tal
vez, yo pienso de este como un lugar ms bonito que lo que otros
pueden ser. No me parece que tenga nada de oscuridad en este;
cuando yo muera, quisiera ser enterrada all."
Caroline ri levemente.Ese es un extrao deseo; pero tal vez t te
has cruzado en el amor?"
"Yo!oh, t te ests riendo de m!"
"T no recuerdas al Seor Cameron, tu padre real, supongo?"
"No; Yo creo que l muri antes que yo naciera."
"Cameron es un nombre Escocs: a qu tribu de los Camerons
perteneces?"
"No lo s," dijo Evelyn, mas bien avergonzada;verdaderamente no
se nada de la familia de mi padre o de mi madre. Es muy difcil,
pero yo pienso que no tenemos ningn pariente. Usted sabe cuando
tendr la edad para tomar el nombre de Templeton."
"Ah, el nombre va con la fortuna; entiendo. Querida Evelyn, cuan
rica sers! Yo lo deseara as si fuera rica!"
"Y si yo fuera pobre," dijo Evelyn, con un tono alterado y
expresin del semblante.
"Muchacha extraa! qu quieres decir?"
Evelyn no dijo nada, y Caroline la examin curiosamente.
"Esas nociones vienen de vivir tanto fuera del mundo, mi querida
Evelyn. Cuanto ms es un deber que veas ms de la vida!"
-
25
Yo! no en lo ms mnimo. Nunca deseara dejar este lugar,Yo podra
vivir y morir aqu."
"T pensars de otro modo cuando seas Lady Vargrave. Por qu
pareces tan grave? T no amas a Lord Vargrave?"
"Qu pregunta! dijo Evelyn, dando vuelta su cabeza, y forzando
una risa.
"No importa que lo hagas o no: es una brillante posicin. l tiene
rango, reputacin, un oficio importante; todo lo que l quiere es
dinero, y eso t se lo dars. Alas! Yo no tengo un prospecto tan
brillante. Yo no tengo fortuna, y temo que mi rostro nunca comprar
un ttulo, una caja de pera, y una casa en Grosvenor Square. Yo
deseara ser la futura Lady Vargrave."
"Yo deseo que t lo seas," dijo Evelyn, con gran inocencia;t iras
mejor con Lord Vargrave que lo que yo sera."
Caroline ri.
"Por qu piensas as?"
"Oh, su modo de pensar es como el tuyo; l nunca dice nada con lo
que yo pueda simpatizar
"Un lindo cumplimiento para m! Depende de l, mi querida, t
simpatizars conmigo cuando hayas visto tanto del mundo. Pero Lord
Vargravees l muy viejo?"
"No, Yo no pienso de su edad; y verdaderamente l parece ms joven
de lo que es."
"Es l apuesto?"
"l es lo que puede ser llamado guapo,t pensaras as."
"Bien, si l viene aqu, har lo mejor de m para inclinarlo hacia
ti; as lo vers t misma."
"Oh, Estar tan agradecida; Yo le gustar mucho, si es que l no se
enamora de ti!"
-
26
"Temo que no tenga chance de eso."
"Pero cmo," dijo Evelyn, dudando, tras una pausa,"cmo es que t
has visto tanto ms del mundo que lo que lo he hecho yo? Yo pienso
que el Seor Merton vivi mucho en el pas."
"S, pero mi to, Sir John Merton, es un miembro del condado; mi
abuela por parte de mi padre Lady Elizabeth, quien tiene Tregony
Castle (el cual hemos dejado recin) como su casa de reunionesva a
la ciudad casi cada estacin, y yo he pasado tres estaciones con
ella. Ella es una encantadora anciana,mucho de gran dama. Lamento
decir que ella permanece en Cornwall este ao. Ella no ha estado muy
bien; los mdicos le prohibieron quedarse hasta tarde y Londres;
pero an en el pas estamos muy contentas. Mi to vive cerca nuestro,
y aunque un viudo, tiene su casa llena cuando baja a Merton Park; y
mi Padre, tambin, es rico, muy hospitalario y popular, y ser,
espero, un obispo uno de estos das no del todo como una mera
persona de campo; y as, de una forma u otra, yo he aprendido a ser
ambiciosa,somos una familia ambiciosa por parte de mi padre. Pero,
alas! Yo no tengo tus cartas para jugar. Joven, bella, y heredera!
Ah, qu prospecto! T tendras que hacer que tu madre te lleve a la
ciudad."
"A la ciudad! ella se perturbara ante la misma idea. Oh, t no
nos conoces."
"Yo no puedo ayudar imaginando, Seorita Evelyn," dijo Caroline,
arquendose,que t seas tan ciega a Las perfecciones de Lord Vargrave
y tan indiferente a Londres, solamente de la bonita manera inocente
de pensar, que tan hermosamente e inocentemente t expresas. Yo me
atrevo a decir, si la verdad fuera conocida, que hay algn rector
joven y guapo, adems del anciano cura, que toca la flauta, y
predica sermones sentimentales en guantes de nio blancos."
Evelyn ri alegremente,tan alegremente que las sospechas de
Caroline se desvanecieron. Ellas continuaron charlando y caminando
as hasta que lleg la noche, y entonces ellas entraron; y Evelyn
mostr a Caroline sus pinturas, las cuales asombraron a esa joven
dama, quien era un buen juez de realizaciones. La ejecucin de
Evelyn sobre el piano la asombr ms an; pero Caroline se consol
sobre este punto, pues su voz era ms poderosa, y ella cantaba
canciones Francesas con mucho ms
-
27
espritu. Caroline mostraba talento en todo lo que ella emprenda;
pero Evelyn, a pesar de su simplicidad, tena genio, aunque todava
escasamente desarrollado, pues ella tena rapidez, emocin,
susceptibilidad, imaginacin. Y la diferencia entre talento y genio
yace ms bien en el corazn que en la cabeza.
-
28
CAPTULO VII. No sientes la solemne susurrante influencia de la
escena
Oprimiendo tu joven corazn, ese que te atrae Ms estrechamente a
mi lado?
F. HEMANS: Paseo de madera e Himno.
CAROLINE y Evelyn, como era natural, se volvieron grandes
amigas. Ellas no estaban inclinadas una a la otra en disposicin;
pero ellas fueron arrojadas juntas, y la amistad as fue forzada
sobre ambas. Confiada y sangunea, era natural para Evelyn admirar;
y Caroline fue, a su inexperiencia, una brillante e imponente
novedad. Algunas veces la mundanidad de pensamiento de la Seorita
Merton conmova a Evelyn; pero luego Caroline tena una forma de ser
con ella como si no fuera en serio,como si ella fuera meramente
indulgente de una inclinacin hacia la irona; ni era ella sin una
cierta vena de sentimiento que las personas un poco trilladas en el
mundo y jvenes damas un poco desilusionadas de que ellas no fueran
esposas en lugar de doncellas, fcilmente adquira. Trivial como era
esta vena de sentimiento, la pobre Evelyn pensaba que era bella y
muy sentimental. Entonces, Caroline era inteligente, entretenida,
cordial, con todo lo que la superficial superioridad que una
muchacha de veintitrs aos que conoce Londres prontamente ejerce
sobre una chica pueblerina de diecisiete. Por otra parte, Caroline
era buena y afectuosa hacia ella. La hija del clrigo senta que ella
no podra ser siempre superior, an en la moda, a la rica
heredera.
Una tarde, cuando la Seorita Leslie y la Seorita Merton estaban
sentadas bajo el prtico de la cabaa, sin sus huspedes, que se haban
ido solas a la villa, y las jvenes damas estaban confidencialmente
conversando sobre el csped, la Seorita Leslie dijo ms bien
abruptamente,No es Evelyn una deliciosa criatura? Cuan inconsciente
de su belleza; cuan simple, y an tan naturalmente dotada!
"Nunca he visto a alguien que me interesara ms," dijo la Seorita
Merton, colocndose su manto;ella es extremadamente bonita."
"Yo estoy tan ansiosa acerca de ella," resumi la Seorita Leslie,
pensativamente.T conoces el deseo del difunto Lord Vargrave de que
ella se case con su sobrino, el actual Lord, cuando ella alcance la
edad de dieciocho. Ella solamente tiene nueve o diez meses de ese
tiempo; ella no ha visto nada del mundo: ella no puede decidir
adecuadamente por ella misma; y Lady Vargrave, la mejor de las
-
29
criaturas humanas, es todava ella misma casi tan sin experiencia
en el mundo como para servir de gua a alguien tan joven puesta en
tales peculiares circunstancias, y de prospecto tan brillante. Lady
Vargrave en el corazn es una nia todava, y lo ser an cuando sea tan
anciana como yo."
"Es muy cierto," dijo la Seorita Merton.No temes que las
muchachas tomen un fro? El roco est cayendo, y el pasto debe estar
hmedo." "He pensado," continu la Seorita Leslie, sin considerar la
ltima parte de la conversacin de la Seorita Merton,que sera una
buena cosa invitar a Evelyn a quedarse contigo unos pocos meses en
el Rectorado. Para estar seguro, esto no es como Londres; pero tu
ves mucho del mundo. La sociedad en tu casa es bien seleccionada, y
a veces an brillante; ella conocer gente joven de su propia edad, y
gente joven de moda y forma similares." "Yo misma estaba pensando
que me gustara invitarla," dijo la Seorita Merton;Consultar a
Caroline." "Caroline, estoy segura, estar encantada; la dificultad
yace ms bien en Evelyn misma." "T me sorprendes! ella debe estar
abatida de morir aqu." "Pero ella dejar a su madre?" "Por qu,
Caroline con frecuencia me deja," dijo la Seorita Merton. Seorita
Leslie se call, y Evelyn y su nueva amiga ahora se reunieron a la
madre y la hija. "He estado tratando de persuadir a Evelyn para que
nos haga una breve visita," dijo Caroline;ella podra acompaarnos
tan buenamente; y si ella se siente todava extraa con nosotras, la
querida abuela va tambin, Estoy segura que podemos tenerla en
casa." "Qu casualidad!" dijo la Seorita Merton;nosotras estbamos
diciendo justo la misma cosa. Mi querida Seorita Cameron, estaremos
tan felices de tenerla." "Y yo estara muy feliz tambin, si Mamma
fuese tambin." Mientras ella hablaba, la luna, saliendo justo,
mostraba la forma de Lady Vargrave lentamente aproximndose a la
casa. Por la luz, sus rasgos parecan ms plidos que lo usual; y su
delgada y delicada forma, con su deslizante movimiento y pasos
insonoros, tena en esto algo casi etreo y no terrenal. Evelyn se
volvi y la vio, y su corazn la golpe con violencia. Su Madre, tan
casada con la querida cabaa y haba hecho esta hermosa extraa que la
querida cabaa sea menos atractiva,ella quien le haba dicho a ella
que podra vivir y morir en su humilde
-
30
precinto? Abruptamente ella dej a su nueva amiga, se apresur
hacia su Madre, y arroj sus brazos tiernamente alrededor de ella.
"Ests plida; ests sobrefatigada. Dnde has estado? Por qu no me has
llevado contigo?"
Lady Vargrave presion la mano de Evelyn afectuosamente.
"T cuidas tanto de m," dijo ella.Yo soy apenas una pesada compaa
para ti; estoy tan contenta de verte feliz con alguien mejor
adecuado a tus espritus alegres. Que podemos hacer cuando ella nos
deje?"
"Ah, Yo no quiero ninguna compaa sino mi propia, propia madre. Y
no tengo a Sultan, tambin?" aadi Evelyn, sonriendo mientras alejaba
las lgrimas que haban comenzado a aparecer en sus ojos.
-
31
CAPTULO VIII. Amigo tras amigo parten;
Quien no ha perdido un amigo? No hay unin aqu de corazones
Que no encuentre aqu un final. J. MONTGOMERY.
Esa noche la Seorita Leslie busc a Lady Vargrave en su propio
cuarto. Cuando ella entr gentilmente ella observ que, tarde como
era la hora, Lady Vargrave se haba parado cerca de la ventana
abierta, y pareca intentar observar la escena debajo. La Seorita
Leslie lleg a su lado sin ser percibida. La luz de la Luna era
excesivamente brillante; y justo ms all del jardn, del cual estaba
separada apenas por un cerco ligero, se encontraba el solitario
cementerio del casero, con la delgada espiral del santo edificio
levantndose alto y adelgazndose en el aire brillante. Era una
escena calma y tranquilizante; y tan intenso era La abstrada visin
de Lady Vargrave, que la Seorita Leslie no quiso perturbar su
ensueo.
Al final Lady Vargrave se dio vuelta; y tena esa paciente y
pattica resignacin escrita en su semblante que pertenece a aquellos
a quien el mundo no puede decepcionar ms, y quienes han fijado sus
corazones ms all de la vida. La Seorita Leslie, lo que fuese que
ella pensare o sintiera, no dijo nada, excepto en amable protesta
sobre la indiscrecin de enfrentar el aire nocturno. La ventana fue
cerrada; ellas se sentaron a conversar.
La Seorita Leslie repiti la invitacin dada a Evelyn, y insisti
en la prudencia de aceptarlo.Es cruel separarte," dijo ella;Lo
siento agudamente. Por qu no, entonces, vienes con Evelyn? T mueves
tu cabeza: por qu siempre evitas la sociedad? Tan joven, y an te
das t misma tanto en el pasado!"
Lady Vargrave se levant, y camin al gabinete al final del
cuarto; ella lo abri, y llam a la Seorita Leslie a aproximarse. En
un cajn yacan cuidadosamente doblados prendas de vestir
femeninas,rudas, caseras, rasgadas,el vestido de una muchacha de
campo.
"Estas cosas no te recuerdan de tu primer caridad hacia m?" dijo
ella conmovedoramente:ellos me dicen que no tengo nada que ver con
el mundo en el cual t y ustedes, y Evelyn misma, se movern."
-
32
"Tambin una tierna consciencia!tus errores fueron apenas
aquellos de las circunstancias, de la juventud;cmo han sido ellos
redimidos! nadie siquiera los sospecha. Y nuestra pasada historia
es conocida solo por el buen anciano Aubrey y yo misma. Ningn aire,
siquiera de rumor, empaa el nombre de Lady Vargrave."
"La Seorita Leslie," dijo Lady Vargrave, volviendo a cerrar el
gabinete, y sentndose de nuevo,mi mundo yace alrededor mo; No puedo
dejarlo. Si yo fuera a ser de utilidad a Evelyn, entonces
verdaderamente me sacrificara, enfrentara todo; pero yo solamente
opaco su espritu. No tengo consejo para darle a ella, ninguna
instruccin a otorgar. Cuando ella era una nia yo poda vigilarla;
cuando ella estaba enferma, yo poda cuidarla; pero ahora ella
requiere un consejero, un gua; y yo siento tambin sensiblemente que
esta tarea est ms all de mis poderes. yo, un gua a la joven e
inocente,! No, Yo no tengo nada que ofrecerle a ella, querida nia!
excepto mi amor y mis oraciones. Deja que tu hija las tome,
entonces, viglala, guala y aconsjala. Para mdura, ingrata como
puede parecer que ella sea feliz, yo podr mantenerme sola!"
"Pero ella cmo ella, que te ama as, aceptar esta separacin?"
"No estar mucho tiempo; y, aadi Lady Vargrave, con una seria,
aunque dulce sonrisa,ella debe mejor prepararse para esa separacin
que debe llegar al fin. Como ao tras ao yo sobrevivo a mi ltima
esperanza,aquella de contemplarlo una vez ms,Yo siento que la vida
se vuelve ms y ms dbil, y yo miro ms a ese quieto cementerio como
un hogar al cual pronto retornar. En todo caso, Evelyn ser llamada
a formar nuevos lazos que deben separarla de m; permitamos que ella
misma se separe de alguien tan intil para ella, para todo el
mundo,ahora, y por grados."
"No hables as," dijo la Seorita Leslie, fuertemente afectada;t
tienes muchos aos de felicidad todava en reserva para ti. Mientras
ms te retires de la juventud, la vida ms hermosa se volver para
ti."
"Dios es bueno para m," dijo la dama, levantando sus ojos
mansos;y yo ya lo he encontrado as. Yo estoy contenta."
CAPTULO IX.
-
33
La mayor parte de ellos pareca estar encantada con su presencia.
MACKENZIE: El hombre del mundo.
Fue con la ms grande dificultad que Evelyn pudo al final ser
persuadida para consentir la separacin de su madre; ella llor
amargamente al pensarlo. Pero Lady Vargrave, aunque conmovida, fue
firme, y su firmeza fue de tal suave, implorante carcter que Evelyn
nunca podra resistir. La visita iba a durar algunos meses, es
verdad, pero ella retornara a la cabaa; ella escapara, tambiny
esto, tal vez, inconscientemente la reconciliara ms que nada ms la
peridica visita de Lord Vargrave. Al final de Julio, cuando la
sesin parlamentaria en esa era sin reformas usualmente expiraba, l
siempre vena a Brook-Green por un mes. Su ltima visita haba sido
muy mal recibida por Evelyn, y a esta prxima visita ella le tema ms
que a cualquiera de las primeras. Es extrao,la repugnancia con la
cual ella observaba el traje de su prometido!ella, cuyo corazn era
todava virgen; que no haba visto a ningn otro, en forma, manera, y
poderes para agradar, que pudiera ser comparado con el gallardo
Lord Vargrave. Y an un sentido del honor, de lo que le era debido a
su difunto benefactor, su ms que padre,todo combata esa
repugnancia, y la dejaba indecisa respecto de qu curso seguir,
incalculable como es el futuro. En la feliz elasticidad de su
espritu, y con un descuido casi aproximndose a la levedad, el cual,
a decir verdad, era natural en ella, ella no recordaba con
frecuencia el solemne compromiso que deba pronto ser ratificado o
anulado; pero cuando ese pensamiento ocurra, la entristeca por
horas, y la dejaba aptica y desalentada. La visita a la Seorita
Merton fue, entonces, finalmente arreglada, el da de la partida
fijado, cuando, una maana, vino la siguiente carta de Lord Vargrave
mismo:
A la dama VARGRAVE, etc. MI QUERIDA AMIGA,Encontr que tenemos
una semana de vacaciones en nuestra Cmara de no hacer nada, y el
tiempo es tan delicioso, que deseo compartir este disfrute con
aquellos a quien ms amo. Ustedes, entonces, me vern casi tan pronto
como cuando reciban esta; esto es, yo estar con ustedes en la cena
del mismo da. Qu puedo decir yo a Evelyn? T, mi ms querida Lady
Vargrave, le hars aceptar todo el homenaje el cual, cuando es
exclamado por m, ella parece medio inclinada a rechazar? Rpido, lo
ms afectuosamente vuestro, VARGRAVE. HAMILTON PLACE, Abril 30,
18.
-
34
Esta carta de ninguna forma fue bienvenida, ya sea a la Seorita
Leslie o a Evelyn. La primera tema que Lord Vargrave desaprobara de
una visita, el real objetivo del cual difcilmente podra ser
entendido por l; la ltima porque le recordaba todo lo que ella
deseaba olvidar. Pero Lady Vargrave misma ms bien se regocij con el
pensamiento de la llegada de Lumley. Hasta aqu, en el espritu de su
pasivo y gentil carcter, ella haba tomado el compromiso entre
Evelyn y Lord Vargrave casi como un asunto supuesto. La voluntad y
deseo de su difunto marido operaba muy poderosamente sobre su
mente; y mientras Evelyn estaba an en la niez, Las visitas de
Lumley haban sido aceptables, y la juguetona muchacha senta agrado
por el guapo y humorista Lord, quien traa todo tipo de presentes, y
pareca tan aficionado de los perros como ella misma. Pero El
reciente cambio de maneras de Evelyn, sus ataques frecuentes de
abatimiento y pensamiento, una vez sealados a Lady Vargrave por la
Seorita Leslie, despert toda la afectuosa y maternal ansiedad de la
anterior. Ella resolvi mirar, examinar, escudriar, no solamente La
recepcin de Evelyn de Vargrave, sino, hasta donde ella pudiera, la
manera y disposicin de Vargrave mismo. Ella senta cuan solemne era
confiar la felicidad de una vida completa; y ella tena ese romance
de corazn, aprendido de la Naturaleza, no en libros, que le hacan
creer que no habra felicidad en un matrimonio sin amor.
El completo grupo familiar estaba sobre el csped, cuando, una
hora ms temprano que la esperada, el carro de viaje de Lord
Vargrave gir a lo largo del estrecho camino que conduca de la casa
de campo a la casa. Vargrave, cuando vio el grupo, bes su mano
desde la ventana; y saltando del carruaje, cuando este se detuvo en
la entrada, se apur a encontrar a su anfitriona.
"Mi querida Lady Vargrave, Estoy tan contento de verla! Usted se
ve encantadora; y Evelyn?oh, all est ella; la querida coqueta, qu
adorable es ella! cmo se ha desarrollado! Pero quienes (hundiendo
su voz), quienes son esas damas?" "Huspedes nuestros,La Seorita
Leslie, de quien nos ha escuchado hablar con frecuencia, pero nunca
conociste" "S; y las otras?" "Su hija y su nieta." "Estar encantado
de conocerlas."
Una manera ms popular que la de Lord Vargrave es imposible de
concebir. Franco y dueo de s, an cuando el pobre y temerario
-
35
Mr. Ferrers, sin rango o reputacin, su sonrisa, el tono de su
voz, su cortesa familiar,aparentemente tan inartificial y
aproximndose casi a una brusca muchachada de buen humor,era
irresistible en el naciente hombre de estado y cortesano
favorecido.
La Seorita Merton estuvo encantada con l; Caroline pens de l, a
primera vista, que era la persona ms fascinante que ella haba visto
jams; an la Seorita Leslie, ms grave, cauta, y penetrante, estuvo
casi igualmente complacida con la primer impresin; y no fue hasta
que, en su ocasional silencio, sus rasgos puestos en su natural
expresin que ella imagin haber descubierto en el rpido ojo
sospechoso y la cerrada compresin de los labios las caractersticas
de aquel taimado, astuto, y mundanal carcter, el cual, en proporcin
a como se haba levantado en su carrera, an su propio partido
reluctantemente y misteriosamente asignaba a uno de sus ms
prominentes lderes.
Cuando Vargrave tom La mano de Evelyn, y la levant con
significativa gallarda a sus labios, la muchacha primero enrojeci
profundamente, y luego palideci como muerta; ni el color as alejado
retorn pronto a la transparente mejilla. Sin notar las seales que
podran tener una doble interpretacin, Lumley, que pareca en alto
espritu, se sacudi de mil formas,alabando la vista, el tiempo, el
viaje, lanzando una broma aqu y un cumplido all, y completando su
conquista sobre la Seorita Merton y Caroline.
"Usted ha dejado Londres en la misma altura de su posicin, Lord
Vargrave," dijo Caroline, mientras ellos estaban sentados
conversando despus de la cena.
"Verdad, Seorita Merton; pero el pas est en la altura de su
posicin tambin."
"Es usted tan aficionado al pas, entonces?"
"Por ataques y salidas; mi pasin por este llega con las fresas
tempranas, y sale con los oboes. Yo llevo una vida tan artificial;
pero entonces yo espero que haya una que sea til. Yo quiero
solamente una casa para ser feliz."
"Cuales son las ltimas noticias?querido Londres! Lo siento mucho
Abuela, Lady Elizabeth, no va a estar all este ao, de modo
-
36
que me veo compelido a ser rstico. Est Lady Jane D- casada al
fin?"
"Encomindame la idea de noticias de una joven dama,siempre
matrimonio! Lady Jane D-! s, ella se ha casado, como t dices al
fin! Mientras ella era una belleza, nuestro fro sexo estaba tmida
de ella; pero ella se ha marchitado ahora completamente,el
apropiado color para una esposa."
"De compromiso!
"Verdaderamente lo es para las bellas mujeres que aman mucho
tambin por nuestra propia felicidad y un prudente matrimonio
significa amistosa indiferencia, no rapto y desesperacin. Pero dame
belleza y amor; Yo nunca fui prudente: esta no es mi
debilidad."
Aunque Caroline fue su solo soporte en este dilogo, Los ojos de
Lord Vargrave intentaban conversar con Evelyn, quien estaba
inusualmente silenciosa y abstrada. Sbitamente Lord Vargrave pareci
darse cuenta que tena un escaso apoyo en su charla con sus oyentes.
l mismo se dirigi a la Seorita Leslie, y se desliz hacia atrs, como
si fuera, a una generacin anterior. l habl de personas idas y cosas
olvidadas; l hizo el tema interesante incluso para las jvenes, por
una sucesin de variadas y chispeantes ancdotas. Nadie podra ser ms
agradable; an Evelyn ahora lo escuch con placer, pues para todas
las mujeres el ingenio y el intelecto tienen su encanto. Pero
todava haba una fra y afilada levedad en el tono del hombre del
mundo que prevena el encanto hundido bajo la superficie. A la
Seorita Leslie l pareci inconscientemente traicionar una laxitud de
principio; a Evelyn, un deseo de sentimiento y de corazn. Lady
Vargrave, que no entendi el carcter de esta descripcin, escuch
atentamente, y dijo para ella,Evelyn puede admirar, pero temo que
ella no pueda amarlo." Todava, el tiempo pas rpidamente en
presencia de Lumley, y Caroline pens que nunca haba pasado una
tarde tan placentera. Cuando Lord Vargrave se retir a su cuarto, l
se arroj sobre su silla, y bostez con excesivo fervor. Su sirviente
arreglaba su guardarropa, y puso sus portafolios y cajas de
escribir sobre la mesa. "Qu hora es?" dijo Lumley. "Muy temprano,
mi seor; solamente las once."
-
37
"El demonio! El aire del pas es maravillosamente cansador. Tengo
mucho sueo; puedes irte." "Esta pequea muchacha," dijo Lumley,
estirndose,es preternaturalmente tmida. No debo descuidarla ms
tiempo aunque estar todo bien? Ella ha crecido a una belleza
inigualable; pero la otra muchacha es ms divertida, ms de mi gusto,
y mucho ms fcil de conquistar, imagino. Sus grandes ojos negros
parecen llenos de admiracin por mi seoro. Una muchacha sensible!
ella puede ser til en ofender a Evelyn."
-
38
CAPTULO X. Julio. Lo tienes?La Doncella en el Molino.
LORD VARGRAVE escuch la siguiente maana, con secreto disgusto y
displacer, de la intencin de Evelyn de visitar a los Mertons. l
difcilmente podra hacer ninguna objecin abierta a esto; pero no se
refren de muchas insinuaciones en cuanto a su falta de
oportunidad.
"Mi querida amiga," dijo l a Lady Vargrave,es raramente en usted
(perdneme por decir esto) encomendar a Evelyn al cuidado de unos
comparativos extraos. La Seorita Leslie, verdaderamente, usted la
conoce; pero la Seorita Merton, si usted me permite, usted la ha
visto ahora por primera vez. Una muy respetable persona sin duda;
pero todava, piense en cuan joven es Evelyn, cuan rica; qu premio
para cualquier hijo joven en la familia Merton (si esto fuera as).
La Seorita Merton misma es una sutil, mundanal muchacha; y si ella
fuera de nuestro sexo sera un real cazador de fortunas. No piense
que mi temor es egosta; No hablo por m mismo. Si yo fuera el
hermano de Evelyn, yo sera an ms sincero en mi protesta." "Pero,
Lord Vargrave, la pobre Evelyn es obtusa aqu; mi espritu la
infecta. Ella debera mezclarse ms con aquellos de su propia edad,
ver ms del mundo antesantes" "Antes de que ella se case conmigo?
Perdneme, pero no es esto de mi incumbencia? Si yo estoy contento,
no, encantado con su inocencia, si yo la prefiero as a todas las
artes que la sociedad pudiera ensearle, seguramente que usted
estara de acuerdo en dejarla en la bella simplicidad que la hace su
principal fascinacin? Ella ver bastante del mundo como Lady
Vargrave." "Pero si ella resolviera nunca ser Lady Vargrave?"
Lumley comenz a fruncir sus labios, y su entrecejo. Lady Vargrave
nunca haba visto antes en su semblante la oscura expresin que
llevaba ahora. l se recogi y se recuper, mientras observaba sus
ojos puestos en l, y dijo, con una sonrisa constreida, "Puede usted
anticipar un evento tan fatal a mi felicidad, tan imprevisto, tan
opuesto a todos los deseos de mi pobre to, como el rechazo de
Evelyn un objetivo perseguido por aos, y tan solemnemente
sancionado en su misma infancia?" "Ella debe decidir por s misma,"
dijo Lady Vargrave.Su to cuidadosamente distingui entre un deseo y
una orden. Su corazn est todava intocado. Si ella puede amarlo,
podr usted merecer su afecto."
-
39
"Ser mi dedicacin hacer eso. Pero por qu este partida de su
techo justo cuando nosotros deberamos vernos ms el uno al otro? No
puede ser que usted nos separar?" "Yo temo, Lord Vargrave, que si
Evelyn fuera a permanecer aqu, ella decidira en contra suyo. Yo
temo que si usted la presiona ahora, tal ahora puede ser su
prematura decisin. Tal vez esto la levante tambin de su aficin por
su casa; tal vez an una breve ausencia de su hogar de m pueda
reconciliarla ms que una separacin permanente." Vargrave no pudo
decir ms, pues aqu se les unieron a ellos Caroline y la Seorita
Merton; pero su comportamiento haba cambiado, ni pudo recuperar la
alegra de la noche previa.
Cuando, sin embargo, l hall tiempo para la meditacin, comenz a
reconciliarse con la visita pensada. l sinti que sera fcil asegurar
la amistad de la familia completa de los Merton; y esa amistad sera
ms til para l que la parte neutral adoptada por Lady Vargrave. l
podra, por supuesto, ser invitado a la rectora; era mucho ms cerca
de Londres que la cabaa de Lady Vargrave, l podra escapar con ms
frecuencia de los asuntos pblicos para vigilar su inters privado.
Un vecindario rural, particularmente en esa estacin del ao, no era
probable que abundase en muy peligrosos rivales. Evelyn estara, l
vio, rodeada por una familia mundanal, y l pens que esto sera una
ventaja; servira para disipar Las tendencias romnticas de Evelyn, y
hacerla sensible de los placeres de la vida de Londres, el rango
oficial, la fina sociedad que su unin con l ofrecera como un
equivalente por su fortuna. En resumen, como era su costumbre, l se
esforz en hacer lo mejor del nuevo giro que los asuntos haban
tomado. Aunque guardin de la Seorita Cameron, y uno de los
fideicomisarios para la fortuna que ella iba a recibir al alcanzar
su mayora de edad, l no tena el derecho de determinar en cuanto a
su residencia. La voluntad del difunto Lord haba expresamente y
sealadamente corroborado la natural y legal autoridad de Lady
Vargrave en todos los asuntos conectados con La casa y la educacin
de Evelyn. Puede ser bueno, en este lugar, aadir, que para Vargrave
y el co fideicomisario, Mr. Gustavus Douce, un banquero de renombre
y eminencia, el testador dej grandes poderes discrecionales acerca
de la inversin de la fortuna. l haba establecido que era su deseo
que de ciento veinte a ciento treinta mil libras seran invertidas
en la compra de una propiedad agrcola; pero l haba dejado a la
discrecin de los fideicomisarios incrementar esa suma, an a la
cantidad del capital completo, si un campo de importancia
adecuada
-
40
estuviera en el mercado, mientras que la seleccin del momento y
de la compra estaba confiado sin reservas a los fideicomisarios.
Vargrave haba objetado hasta aqu toda compra en el mercado,no
porque el fuera insensible a la importancia y consideracin de una
propiedad rural, sino porque, hasta que l mismo se volviera el
legal receptor de la herencia, l pens que era menos problemtico
tener el dinero depositado en los Bancos, que ser importunado con
todos los onerosos detalles en el manejo de una propiedad que nunca
sera suya. l, sin embargo, con no menos ardor que su pariente
fallecido, esperaba el tiempo cuando el ttulo de Vargrave estuviese
basado sobre el venerable fundamento de campos feudales y actos
seoriales.
"Por qu no me dijiste que Lord Vargrave era tan encantador?"
dijo Caroline a Evelyn, cuando las dos muchachas estaban paseando,
en familiar tete-a-tete, a lo largo de los jardines.T sers muy
feliz con tal compaero."
Evelyn no respondi por algunos momentos, y entonces, volvindose
abruptamente hacia Caroline, y detenindose en seco, ella dijo, con
una especie de sinceridad llorosa,Querida Caroline, t eres tan
sabia, tan buena tambin; aconsjame, dime lo que es mejor. Soy muy
infeliz."
La Seorita Merton fue conmovida y sorprendida por la sinceridad
de Evelyn. "Pero que es esto, mi pobre Evelyn," dijo ella;por qu
eres tan infeliz?t cuyo destino me parece a m tan envidiable." "No
puedo amar a Lord Vargrave; yo retrocedo de la idea de casarme con
l. Debera decirle esto claramente a l? No debera decir que yo no
puedo cumplir el deseo que oh, este es el pensamiento que me deja
tan irresoluta!Su to me dej yo quien no tengo ningn reclamo de
filiacinla fortuna que habra sido de Lord Vargrave, en la creencia
que mi mano se la restaurara a l. Es casi un fraude rechazarlo. No
debo ser tenida en lstima?" "Pero por qu no puedes amar a Lord
Vargrave? l pas la primera juventud, l es todava guapo. l es ms que
buen mozo,l tiene el aire del rango, una mirada que fascina, una
sonrisa ganadora, maneras que complacen, habilidades para mandar,
el mundo! Guapo, inteligente, admirado, distinguido que puede una
mujer desear ms en su amante, su marido? Te has formado ya alguna
fantasa, algn ideal de alguien a quien pudieras amar, y cmo Lord
Vargrave no encaja en esta visin?"
-
41
"Si me he informado ya un ideal?oh, s! dijo Evelyn, con un bello
entusiasmo que ilumin sus ojos, enrojeci sus mejillas, y agit su
pecho bajo su ropa;alguien que al amarlo yo pudiera reverenciarlo
tambin,una mente que pudiera elevar la ma; un corazn que pudiera
simpatizar con mi debilidad, mis tonteras, mi romance, si t
quieres; y en quien pudiera atesorar mi alma entera." "T pintas un
maestro de escuela, no un amante! dijo Caroline.No te importa,
entonces, que este hroe sea guapo o joven?" "Oh, s, l debe ser
ambos," dijo Evelyn, inocentemente;y an," aadi ella, tras una
pausa, y con una infantil manera de mostrarse y de semblante,Yo s
que te reirs de m, pero yo pienso que podra estar enamorada de ms
de uno al mismo tiempo! "Un caso comn, pero una rara confesin! "S;
pues si yo pudiera pedir por la juventud y ventajas externas que
complacen al ojo, yo podra tambin amar con un amor an ms profundo
que aquel del cual hablara a mi imaginacin,Intelecto, Genio, Fama!
Ah, estos tienen una juventud inmortal y una belleza imperecedera
por s mismos! "T eres una muchacha muy extraa." "Pero estamos sobre
un tema muy extraoes todo un enigma!" dijo Evelyn, agitando su
sabia pequea cabeza con una hermosa gravedad, medio en broma, medio
real.Ah, si Lord Vargrave te amara y t oh, t lo amaras a l,
entonces yo sera libre, y tan feliz!
Las palabras de Vargrave fueron arteras y elocuentes; las
palabras fueron calculadas para ganar su manera, pero la manera, el
tono de voz, careca de sinceridad y verdad. Este era su defecto;
esto caracterizaba todos sus intentos para seducir o guiar a otros,
en pblico o en la vida privada. l no tena corazn, ninguna pasin
profunda, en lo que l emprenda. l poda impresionar con la conviccin
de su habilidad, y dejar la conviccin imperfecta, porque l no poda
convencer a uno que l era sincero. Ese gran don de poder mental
seriedad lo estaba necesitando; y la deficiencia de Lord Vargrave
de corazn era la real causa por la cual l no era un gran hombre.
Todava, Evelyn fue afectada por sus palabras; ella sufri la mano
que l ahora una vez ms tom para permanecer pasivamente en la suya,
y dijo tmidamente,Por qu, con sentimientos tan generosos y
confidentes, por qu me amas, quien no podra retornar tu afecto
merecidamente? No, Lord Vargrave; hay muchas que deben verte con
ojos ms justos que los mos,muchas ms hermosas, y an ms adineradas.
Verdaderamente, verdaderamente, esto no puede ser. No te sientas
ofendido, pero
-
42
piensa que la fortuna dejada a m fue sobre una condicin que yo
no puedo, no podra cumplir. Fallando en tal condicin, en equidad y
honor yo la revierto a ti."
"No hables as, te lo imploro, Evelyn; no me imagines como el
mundanal calculador que mis enemigos me juzgan. Pero, para quitar
de una vez de tu mente la posibilidad de tal compromiso entre tu
honor y repugnancia repugnancia! he de vivir luego de decir esa
palabra?sabe que tu fortuna no est a tu propia disposicin. Excepto
el pequeo cargo que espera tu falta de conformidad con el pedido de
mi difunto to, el total est puesto perentoriamente en ti misma y
tus hijos; est contigo,no puedes transferirlo. As, entonces, tu
generosidad nunca puede ser demostrada excepto para aquel a quien t
otorgues tu mano. Ah, permteme traer esa melanclica escena. Y
nuestro benefactor en su cama de muerte, tu madre arrodillada a su
lado, tu mano aferrada a la ma, y esos labios, con su ltimo
aliento, exclamando a la vez una bendicin y una orden."
"Ah, alto, alto, mi seor! dijo Evelyn, sollozando.
"No; no me pidas cesar antes de que t me prometas que sers ma.
Amada Evelyn, puedo esperar,que t no decidirs en contra de m?"
"No," dijo Evelyn, levantando sus ojos y esforzndose por
calmarse;Yo siento tambin lo que bien debera ser mi deber; Yo me
esforzar en realizarlo. No me pidas ms ahora. Yo me esforzar en
contestarte como es tu deseo mas adelante."
Lord Vargrave, resuelto a empujar a lo mximo la ventaja que l
haba ganado, estaba a punto de replicar cuando l escuch un paso
detrs suyo; y dndose vuelta, rpidamente y descompuesto, contempl a
una venerable forma que se les aproximaba. La ocasin estaba
perdida: Evelyn tambin se dio vuelta; y viendo quien era el
intruso, salt hacia l casi con un grito de gozo.
El nuevo llegado era un hombre que haba pasado sus setenta aos;
pero su vejez era gil, su paso ligero, y sobre su saludable y
benigno semblante el tiempo haba dejado apenas algunas arrugas. l
estaba vestido de negro; y su cabellera, que era blanca como la
nieve, escapaba de su amplio sombrero, y casi conmova sus
espaldas.
-
43
El anciano sonri a Evelyn, y la bes en la frente tiernamente. l
luego se volvi a Lord Vargrave, quien, recobrando su acostumbrada
auto-posesin, avanz a encontrarlo con la mano extendida.
"Mi querido Seor Aubrey, esta es una sorpresa bienvenida. Yo
escuch que usted no estaba en la vicara, o yo lo habra
llamado."
"Su excelencia me honra," replic el coadjutor.Por primera vez en
treinta aos He estado yo tanto tiempo ausente de mi curia; pero
ahora he retornado, espero, a terminar mis das entre mi rebao."
"Y qu, pregunt Vargrave,"quesi la pregunta no es presuntuosa
ocasion su indeseada ausencia?"
"Mi seor," replic el anciano, con una gentil sonrisa,un nuevo
vicario ha sido designado. Fui a l, a proferir una humilde oracin
para poder permanecer entre aquellos a quienes yo he considerado
como mis hijos. Yo he enterrado a una generacin, yo he casado otra,
He bautizado una tercera."
"Usted debera haber tenido el mismo vicariato; usted debera
proporcionarse uno mejor, mi querido Seor Aubrey; Yo le hablar al
Lord Canciller."
Cinco veces antes de que Lord Vargrave exclamara la misma
promesa, y el coadjutor sonri al escuchar las palabras
familiares.
"El vicariato, mi seor, es una familia viviente, y est ahora
investido en un hombre joven que requiere ms riqueza que la ma. l
ha sido bueno conmigo, y me restableci entre mi rebao; Yo no los
dejara por un obispado. Mi nia," continu el coadjutor, dirigindose
a Evelyn con gran afecto,t ests ciertamente enferma,ests plida ms
que cuando te dej."
Evelyn se colg tiernamente a su brazo, y sonri su antigua
hermosa sonrisamientras le replicaba. Ellos tomaron el camino hacia
la casa.
El coadjutor permaneci con ellos por una hora. Haba una dulzura
y dignidad mezcladas en su manera que tena en esto algo del
primitivo carcter que poticamente adscribimos a los pastores de
-
44
la Iglesia. Lady Vargrave pareci coincidir con Evelyn quien deba
amarlo mas. Cuando l se retir a su casa, que no estaba muy distante
de la cabaa, Evelyn, suplicando un dolor de cabeza, busc su cuarto,
y Lumley, suavizando su mortificacin, se volvi a Caroline, quien se
haba sentado ella misma a su lado. Su conversacin lo divirti, y su
evidente admiracin lo adul. Mientras Lady Vargrave se ausent, en
maternal ansiedad, para atender a Evelyn, mientras la Seorita
Leslie estaba ocupada en su marco, y la Seorita Merton miraba, y
charlaba indolentemente a la anciana dama de reumatismo y sermones,
de las quejas de los nios y las malas maneras de los sirvientes,la
conversacin entre Lord Vargrave y Caroline, al principio alegre y
animada, se hizo gradualmente mas sentimental y dominada; sus voces
tomaron un tono bajo, y Caroline algunas veces dio vuelta su cabeza
y enrojeci.
-
45
CAPTULO XI. All se encuentra el Mensajero de la Verdad
all se encuentra el Legado de los cielos.COWPER.
Desde esa noche Lumley no encontr oportunidad para una
conversacin privada con Evelyn; ella evidentemente evitaba
encontrarse con l a solas. Ella estaba siempre con su madre o con
la Seorita Leslie o con el buen cura, que pasaba mucho de su tiempo
en la cabaa; pues el anciano no tena esposa ni hijos, l estaba solo
en casa, l haba aprendido a hacer su hogar con la viuda y su hija.
Con ellas l era un objeto del ms tierno afecto, de la ms profunda
veneracin. Su amor lo deleitaba, y l lo devolva con la aficin de un
pariente y la benevolencia de un pastor. l era un raro carcter, ese
sacerdote campesino!
Nacido de humilde parentesco, Edward Aubrey haba tempranamente
desplegado habilidades que atrajeron la atencin de un rico
propietario, a quien no le desagradaba afectar ser el patrn. El
joven Aubrey fue enviado a la escuela, y de all al colegio a medida
que creci: l obtuvo varios premios, y alcanz un grado alto. Aubrey
no careca de la ambicin y las pasiones de la juventud: l fue al
mundo, ardiente, sin experiencia, y sin un gua. l retrocedi antes
que los errores se convirtieran en crmenes, o tontamente se
volviera un hbito. Fue su natural afecto lo que lo reclam y salv de
estas alternativas,la fama o la ruina. Su madre viuda fue
sbitamente golpeada con la enfermedad. Ciega y postrada, su
completa dependencia estuvo sobre su nico hijo. Esta afliccin
manifest un nuevo carcter en Edward Aubrey. Esta madre se haba
despojado de tantos conforts para proporcionrselos a l,l dedic su
juventud a ella en retorno. Ella estaba ahora anciana e imbcil. Con
el mezclado egosmo y sentimiento de la edad, ella no vendra a
Londres,ella no se movera de la villa donde su marido yaca
enterrado, donde su juventud haba tenido lugar. En esta aldea el
capaz y ambicioso joven enterr sus esperanzas y sus talentos; por
grados la apacible y tranquilidad de la vida campesina se hizo
querida para l. Como escalones en una escalera, as la piedad
conduce a la piedad, y religin creci para l como un hbito. l tom
las rdenes e ingres en la Iglesia. Una desilusin le sucedi en el
amor; esta dej sobre su mente y corazn una sobria y resignada
melancola, que al final madur en contentamiento. Su profesin y sus
dulces deberes se hicieron mas y mas queridos para l; en la
esperanza del ms all el olvid la ambicin del presente. El no busc
brillar,
-
46
Ms hbil para ayudar al desgraciado que para ayudarse."
Su propio nacimiento hizo pobre a sus hermanos, y sus
disposiciones y necesidades se hicieron familiares a l. Sus propios
tempranos errores lo hicieron tolerante a las fallas de otros,pocos
hombres son caritativos que no recuerden que ellos han pecado. En
nuestras faltas yacen los grmenes de las virtudes. As gradualmente
y serenamente haba llevado lejos su vida oscura pero til, calma
pero activa,un hombre a quienlos grandes premios de la Iglesia
podran haberle dado un ambicioso proyecto, a quien una modesta
confianza daba el verdadero poder pastoral,conquistar el mundo
dentro de l mismo, y simpatizar con las necesidades de otros. S, l
era un raro carcter, ese sacerdote campesino!
-
47
CAPTULO XII.
Todo nuestro razonamiento se reduce a ceder al
sentimiento.PASCAL.
LORD VARGRAVE, quien no deseaba quedar solo con la viuda cuando
los invitados se fueran, arregl su partida para el mismo da como
aquel fijado para el de la Seorita Merton; y como su camino iba
junto por varias millas, fue establecido que todos ellos cenaran
all-, de donde Lord Vargrave procedera a Londres. Fallando en
procurar una segunda oportunidad para encontrarse con Evelyn, y
temeroso de pedir una de manera formal pues l senta la inseguridad
de la tierra que pisaba Lord Vargrave, irritado y algo mortificado,
busc, como era su hbito, cualquier entretenimiento que estuviera a
su alcance. En la conversacin de Caroline Mertonsutil, mundana, y
ambiciosa l hall el tipo de entretenimiento que l deseaba. Ellos
conversaron mucho juntos; pero para Vargrave, al menos, estas
parecieron no ser un peligro en el mientras tanto; y tal vez su
principal objeto era ofender a Evelyn, tanto como gratificar su
propio carcter.
Era la tarde antes de la partida de Evelyn; la pequea fiesta
haba sido dispersada en la ltima hora; la Seorita Merton estaba en
su propio cuarto, haciendo para ella gratuita e innecesaria
ocupacin en ver a su sirvienta empacar. Era justo el tipo de tarea
que la deleitaba. Sentarse en una gran silla y ver a alguien mas
trabajar dijo lnguidamente,No arrugues ese echarpe, Jane; y dnde
habremos puesto el sombrero azul de la Seorita Caroline?"le daba
una muy confortable nocin de su propia importancia y hbitos de
negocio,una suerte de ttulo sera el de superintendente de una
familia y la esposa de un rector. Caroline haba desaparecido, as
tambin Lord Vargrave; pero el primero se supona que estaba con
Evelyn, el segundo, empleado en escribir cartas,al menos, fue as
cuando ellos haban sido observados la ltima vez. La Seorita Leslie
estaba sola en el saln, y absorta en ansiosos y benevolentes
pensamientos sobre la crtica situacin de su joven favorita, cerca
de entrar en una edad y un mundo de peligros de los cuales la
Seorita Leslie no se haba olvidado.
Fue en este momento que Evelyn, olvidada de Lord Vargrave y su
traje, de todos, de cada cosa excepto el lamento de la partida que
se aproximaba, se hall a s misma sola en un pequeo descanso que
haba sido construido sobre el precipicio para dominar la vista del
mar debajo. Ese da ella haba estado sin descanso, perturbada;
-
48
ella haba visitado cada sitio consagrado por los juveniles
recuerdos; ella se haba adherido con aficionado pesar a cada sitio
en el cual ella haba mantenido dulce conversacin con su madre. De
una disposicin singularmente clida y afectuosa, ella se haba
frecuentemente, en su secreto corazn, inclinado por un amor ms
entusiasta y anhelante que el que pareca en la dominada naturaleza
de Lady Vargrave conceder. En el afecto de la ltima, gentil y nunca
fluctuante como era, le pareca a ella como queriendo algo, que ella
no podra definir. Ella haba mirado ese amado rostro toda la maana.
Ella haba esperado ver los tiernos ojos fijos sobre ella, y
exclamar la mansa voz,Yo no puedo partir con mi nia! Todas las
alegres imgenes que se desplegaban ante Caroline de la escenas en
las que iba a entrar se haban desvanecido ahora que la hora se
aproximaba cuando su madre iba a dejarla sola. Por qu se tena que
ir ella? Le pareci a ella una crueldad innecesaria. Mientras ella
estaba as sentada, no observ que el Seor Aubrey, quien la haba
visto a la distancia, estaba ahora desviando su camino hacia ella;
y no fue hasta que l hubo entrado en el descanso, y tomado su mano,
que ella despert de esos ensueos en el cual la juventud, el Soador
y el Deseo, tan mrbidamente son indulgentes.
"Lgrimas, mi nia?" dijo el coadjutor.No, no te averguences de
ellas; ellas se vuelven t en esta hora. Cmo te extraaremos! y t,
tambin, no nos olvidars?"
"Olvidarlo! Ah, no, verdaderamente! Pero por qu debera dejarlo?
Porqu no le habla a mi Madre, implorndole dejar que me quede?
Nosotras ramos tan felices hasta que esas extraas llegaron.
Nosotras no pensbamos que haba ningn otro mundo,aqu hay un mundo
suficiente para m!"
"Mi pobre Evelyn," dijo Mr. Aubrey, gentilmente,Yo he hablado a
tu madre y a la Seorita Leslie; ellas me han confiado todas las
razones para tu partida, y yo no puedo sino suscribir a su
justicia. No faltan muchos meses de la edad cuando t sers llamada a
decidir si Lord Vargrave ser tu marido. Tu madre tiembla por la
responsabilidad de influenciar tu decisin; y aqu, mi nia, sin
experiencia, y habiendo visto tan poco de otros, cmo puedes conocer
tu propio corazn?"
"Pero, oh, Mr. Aubrey," dijo Evelyn, con una sinceridad que
super la verguenza,se me ha dejado una eleccin a m? Puedo ser
yo
-
49
ingrata, desobediente para quien fue un padre p