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1. GEORGE R.R. MARTINChoque de Reyes Cancin de Hielo y Fuego /
2 GIGAMESH
2. Ttulo original: A Clash of Kings Primera edicin: noviembre
del 2003 Primera reimpresin: mayo del 2004 Segunda reimpresin: mayo
del 2005 1998, George R.R. Martin Mapas: James Sinclair Smbolos
herldicos: Virginia Norey Traduccin del ingls: 2003, Cristina Maca
Ilustracin de cubierta: 2003, Corominas Derechos reservados en
lengua castellana: 2003, Alejo Cuervo editor Ediciones GigameshC/.
Ausias March, 26, desp. 44 08010 Barcelona Fotomecnica e impresin:
INO Reproducciones, S.A. Ctra. de Castelln, km. 3,8 Polgono Miguel
Servet Nave 13 50013 Zaragoza ISBN: 84-932702-2-9 Depsito legal:
Z-910-2005 Printed on acid-free paper Impreso en papel libre de
cido Printed in Spain Impreso en Espaa 2
3. PRESENTACINGeorge R.R. Martin lo ha conseguido. Tras unos
prometedores comienzos con novelascomo Muerte de la luz o Sueo del
Fevre, su carrera conoci un eclipse por el fracasocomercial de
Armageddon Rag, un ajuste de cuentas con los aos sesenta a ritmo
derocknroll. Reciclado en guionista de series de televisin y
coordinador de lasantologas colectivas Wild Cards, Martin pareca
perdido para la literatura fantstica,demasiado ocupado en ganarse
el pan como para intentar seducir de nuevo a unmercado que haba
rechazado sus obras ms refinadas. Pero los primeros volmenesde la
Cancin de Hielo y Fuego lo cambiaron todo. En ellos, Martin vuelve
al fantstico para vengarse: por un lado, suponen la cimacreativa de
un autor cuya vala nunca fue puesta en duda; por otro, han atrado
por fina ese pblico masivo que hasta ahora se mostraba esquivo.
Libro a libro, la Cancin deHielo y Fuego ha ido reuniendo a una
enorme cantidad de seguidores que devorancada nueva entrega y
amenizan la espera de las siguientes releyendo las
anteriores,debatiendo en foros de Internet los ms oscuros
acontecimientos de la serie einterpretando las pistas ms vagas con
las que Martin ha ido sembrando sus tramas. LaCancin de Hielo y
Fuego amenaza incluso, a decir de sus ms fervientes admiradores,con
desbancar a El Seor de los Anillos de su podio de mejor obra
fantstica de todoslos tiempos (lo que constituye una evidente
exageracin, pero refleja los extremos deentusiasmo a los que
conduce Martin). Todo un xito de crtica y ventas, conseguidotras
dcadas en el oficio. Y sin embargo, en apariencia la Cancin de
Hielo y Fuego no se diferenciademasiado de otras sagas picas
interminables: con el mismo escenariopseudomedieval y mgico, el
mismo argumento enrevesado con personajes que vagande un lado para
otro, y el mismo conflicto cosmolgico entre la luz y las tinieblas.
Todoesto es cierto, y sin embargo, quien lo afirme evidentemente no
ha ledo la serie. El mundo que Martin despliega ante nuestros ojos
hunde sus races en referenciashistricas: Poniente es una imagen
especular de Gran Bretaa, y las principalesfamilias, los Stark y
los Lannister, remedan a los York y los Lancaster de la Guerra
delas Rosas; la perdida Valyria, medio Roma, medio Atlntida; las
oleadas deantepasados que hacen las veces de celtas, sajones y
normandos; los jinetes de lasestepas que recuerdan a los mongoles,
los guerreros de las Islas de Hierro a losvikingos... Pronto
descubrimos otra interesante caracterstica: que, al contrario que
enlas series de la estela de Tolkien, en la Cancin de Hielo y Fuego
la magia no estdesapareciendo, sino que est regresando, tras un
largo hiato llamado verano yacompaando a la llegada del temido
invierno que resuena en el lema de los Stark. Adems, Martin
introduce una apreciable ambigedad moral. Ciertamente, alcomienzo
de la partida hay personajes ms y menos agradables, y motivos ms y
menosnobles para actuar. Pero a lo largo de la serie veremos que
rara vez los mejorespersonajes llegan a convertirse en hroes, que
los ms perversos pueden causarnostanta o ms simpata, y que ni la
astucia ni la nobleza, ni los ejrcitos ni la magia sonsuficientes
para asegurar que un jugador del juego de tronos no ser barrido
deltablero a las primeras de cambio. La principal herramienta con
la que Martin opera estos cambios de rumbo, y la 3
4. base de la capacidad de entretenimiento y sorpresa de su
Cancin de Hielo y Fuego, esla narracin desde sucesivos puntos de
vista de personajes concretos. En cada volumencontamos con un grupo
de personajes cuyas peripecias seguiremos a travs de unnarrador en
tercera persona pero colocado sobre el hombro de cada uno, sin
atisbos deomnisciencia. Cada captulo, presidido por el nombre del
personaje al que sigue, nosproporciona ms informacin sobre lo que
va pasando, pero al mismo tiempo nos ciegatemporalmente ante las
otras tramas. Al contrario que en los best-sellers al uso,
estecambio constante de punto de vista (que siempre hace que
lamentemos cuando acabauno, para vernos absorbidos rpidamente por
el siguiente) no provoca unamultiplicacin de las pginas al reiterar
acontecimientos, sino que progresa a lo largodel tiempo, de forma
que algunos de los grandes sucesos de la serie se presencian
derefiln (la ejecucin de cierto protagonista al final de Juego de
tronos), o directamentese refieren de forma elptica (algunas de las
grandes batallas de este Choque de reyes...pero no todas). Amplia,
ambiciosa, bien narrada y absolutamente adictiva, el nico pero que
se lepuede poner a la serie a da de hoy es su condicin de obra sin
terminar. Comenzada en1996, no est previsto que Martin la termine
hasta dentro de otros cuatro o cinco aos.El autor, adems, se
enfrenta al desafo de competir no slo consigo mismo, haciendoel
argumento cada vez ms interesante, sino con las expectativas de sus
activoslectores, que en los foros de Internet parecen haber
previsto cada posible desarrollo ycada desenlace de cada trama en
los tres volmenes siguientes. No obstante, a los que estamos
rendidos ante la pericia de Martin esto no nosimporta demasiado.
Slo deseamos una cosa: tener pronto en nuestras manos elsiguiente
volumen. LUIS G. PRADO 4
5. A John y Gail, por toda la comida y el aguamiel que
compartimos. 5
6. Ms detalles, ms demonios. En esta ocasin, los ngeles que me
ayudaron a acabarcon ellos han sido entre otros: Walter Jon
Williams, SageWalker, Melinda Snodgrass y Carl Keim. Gracias tambin
a mis pacientes correctores y editores:Anne Groell, Nita Taublib,
Joy Chamberlain, Jane Johnson yMalcolm Edwards. Y por ltimo, me
quito el yelmo ante Parris por su CafMgico, el combustible que ha
construido los Siete Reinos. 6
7. PRLOGOLa cola del cometa rasgaba el amanecer; era una brecha
roja que sangraba sobre losriscos de Rocadragn como una herida en
el cielo rosa y prpura. El maestre estaba de pie en el balcn de sus
aposentos, azotado por el viento. Allera adonde llegaban los
cuervos tras un largo vuelo. Sus excrementos salpicaban lasgrgolas
de cuatro metros que se alzaban a ambos lados del hombre, un
sabueso infernaly un wyvern, dos de las miles que vigilaban desde
los muros de la antigua fortaleza.Cuando lleg a Rocadragn, el
ejrcito de seres de piedra lo pona nervioso, pero conlos aos se
haba acostumbrado a ellos. En aquel momento los consideraba
viejosamigos. Los tres juntos observaron el cielo como si fuera un
mal presagio. El maestre no crea en las profecas. Aun as, pese a su
avanzada edad, Cressennunca haba visto un cometa ni la mitad de
brillante que se, ni de aquel color, aquelcolor espantoso, el color
de la sangre, las llamas, los ocasos... Se pregunt si susgrgolas
habran visto alguna vez uno semejante. Llevaban all mucho ms tiempo
quel, y all seguiran mucho despus de que muriera. Si las lenguas de
piedra pudieranhablar... Qu tontera. Se apoy en la barandilla, vio
el mar batir abajo y sinti la piedranegra, dura y spera bajo los
dedos. Grgolas que hablan y profecas en el cielo. Soyun viejo
idiota que empieza a pensar como un nio. Acaso toda la sabidura
ganadacon tanto trabajo a lo largo de una vida lo estaba
abandonando, igual que la salud y lasfuerzas? Era un maestre, haba
aprendido en la gran Ciudadela de Antigua, all habaobtenido su
cadena. A qu se vea reducido si las supersticiones lo dominaban
como acualquier campesino ignorante? Aun as... aun as... El cometa
se divisaba ya incluso durante el da, mientras delas fumarolas de
Montedragn, tras el castillo, se alzaban columnas de vapor color
grisclaro, y el da anterior un cuervo blanco haba llegado de la
Ciudadela con un mensaje,noticias ya anticipadas pero no por ello
menos temibles: el anuncio del fin del verano.Presagios, todo eran
presagios. Demasiados para negarlos. Qu significa todo esto?,habra
querido gritar. Maestre Cressen, tenemos visita. Pylos hablaba en
voz baja, como si noquisiera molestar a Cressen en su solemne
meditacin. Si supiera las tonteras quepoblaban la cabeza del
maestre habra hablado a gritos. La princesa quiere ver elcuervo
blanco. Pylos, correcto como siempre, la llamaba princesa, ahora
que suseor padre era rey. Rey de una roca humeante en medio del
gran mar salado, pero reyal fin y al cabo. Insiste en ver el
cuervo. La acompaa su bufn. El anciano apart la vista del amanecer
y se dio media vuelta, apoyndose con unamano sobre su wyvern.
Acompame a mi silla y hazlos pasar. Pylos lo tom por un brazo y lo
ayud a volver al interior. En su juventud,Cressen haba caminado con
paso vivo, pero ya no faltaba mucho para su octogsimoda del nombre,
y tena las piernas frgiles e inseguras. Dos aos atrs se haba roto
lacadera en una cada, y los huesos no se haban soldado bien. Haca
un ao, cuando cayenfermo, la Ciudadela envi a Pylos desde Antigua,
apenas das antes de que LordStannis cerrase la isla. Decan que lo
enviaban para ayudarlo en su trabajo, pero Cressen 7
8. saba que no era as. Pylos estaba all para reemplazarlo
cuando muriera. No leimportaba. Alguien tena que ocupar su lugar, y
sera antes de lo que le gustara... Dej que el joven lo acomodara
tras los montones de libros y papeles. Hazla pasar. No est bien
hacer esperar a una dama. Hizo con la mano un gesto dbil para
indicarle que se apresurara; l, que ya nopoda darse prisa en nada.
Tena la piel arrugada y llena de manchas, fina como el papel,tanto
que se vea el entramado de venas y la forma de los huesos. Y cmo
temblabanaquellas manos suyas, que otrora fueron tan firmes y
hbiles... Pylos regres con la nia, tan tmida como siempre. Tras
ella, con sucaracterstico andar, arrastrando los pies y dando
saltitos, iba su bufn. Llevabacencerros colgados, y en la cabeza un
cubo viejo de latn a modo de yelmo, con unasastas de ciervo
pegadas. Los cencerros resonaban a cada paso, todos con
sonidosdiferentes: clang-a-dang, bong-dong, ring-a-ling, clong,
clong, clong. Quin nos visita tan temprano, Pylos? pregunt Cressen.
Somos Manchas y yo, maestre. Los candorosos ojos azules se clavaron
en l.Por desgracia, el rostro en el que brillaban no era
precisamente hermoso. La nia habaheredado la mandbula cuadrada y
prominente de su padre, y las desafortunadas orejasde su madre;
adems contaba con una desfiguracin propia, legado del brote
depsoriagris que casi se la haba llevado a la tumba cuando an no
era ms que un beb.La mitad de una mejilla y buena parte del cuello
eran de carne rgida y muerta, con lapiel agrietada y escamosa,
moteada de negro y gris, con tacto como de piedra. Pylosdice que
podemos ver el cuervo blanco. Por supuesto, por supuesto respondi
Cressen. Nunca haba podido negarlenada. Ya se le haban negado
demasiadas cosas en su breve vida. Se llamaba Shireen.Cumplira diez
aos en su siguiente da del nombre, y era la nia ms triste que
elmaestre Cressen haba conocido jams. Su tristeza es mi vergenza
pens elanciano, otra prueba de mi fracaso.. Maestre Pylos, hazme el
favor de traer esaave de la pajarera para que la vea Lady Shireen.
Ser para m un placer. Pylos era un joven muy educado, no tendra ms
all de veinticinco aos, pero susolemnidad corresponda ms bien a un
hombre de sesenta. Slo le faltaba tener mshumor, ms vida. Eso era
lo que ms escaseaba en aquel lugar. En los lugares sombrosse
necesita un toque de ligereza, no de solemnidad, y Rocadragn era
uno de los lugaresms sombros que nadie pudiera imaginar, una
ciudadela solitaria en un desierto deagua, azotada por las
tormentas y la sal, con la sombra humeante de la montaa a
suespalda. Un maestre tiene que ir all adonde lo envan, de manera
que Cressen haballegado all, con su seor, haca ya doce aos. Lo haba
servido bien, pero jams habasentido que aquel sitio fuera su hogar.
En los ltimos tiempos, cuando despertaba dealgn sueo inquieto en el
que siempre estaba presente la mujer roja, le costaba recordardnde
se encontraba. El bufn volvi la cabeza a manchas para ver cmo Pylos
suba por las escalerasde hierro que llevaban a la pajarera. Los
cencerros sonaron al ritmo del movimiento. Bajo el mar, los pjaros
tienen escamas en vez de plumas dijo. Clang,clang. Lo s, lo s, je,
je, je. Caramanchada resultaba lastimero hasta para ser un bufn.
Quiz en algn tiempofue capaz de provocar carcajadas con una rplica
ingeniosa, pero el mar le habaarrebatado ese poder, junto con la
mitad de los sesos y todos los recuerdos. Era blando yobeso, padeca
estremecimientos y temblores, y a menudo era incoherente. La nia
erala nica que segua riendo con sus bromas, la nica a la que le
importaba. Una nia fea, un bufn triste y un maestre... eso s que es
una historia para 8
9. llorar. Sintate conmigo, pequea. Cressen le hizo un gesto
para que se acercara.Es muy temprano para hacer visitas, acaba de
amanecer. Deberas estar abrigadita en lacama. He tenido sueos malos
respondi Shireen. Eran sobre los dragones.Venan a comerme. Este
tema ya lo hemos hablado le dijo con voz amable el maestre Cressen;
norecordaba un tiempo en que la nia no hubiera sufrido pesadillas.
Los dragones nopueden cobrar vida. Estn tallados en piedra, pequea.
En tiempos ya muy lejanos,nuestra isla era el fortn ms occidental
del gran Feudo Franco de Valyria. Los valyrioserigieron esta
ciudadela, y conocan formas de tallar la piedra que nosotros ya
hemosolvidado. Todo castillo debe tener una torre all donde se
encuentran dos muros, esnecesario para defenderlo. Los valyrios
dieron forma de dragones a esas torres para quela fortaleza
pareciera an ms temible, y tambin por eso coronaron los muros con
unmillar de grgolas, y no con simples almenas. Tom una manita
rosada entre lassuyas, frgiles y llenas de manchas, y la apret con
cario. As que ya ves, no haynada que temer. Y la cosa del cielo,
qu? Shireen no estaba nada convencida. Dalla yMatrice estaban
hablando junto al pozo, y Dalla dijo que la mujer roja le haba
dicho ami madre que eso era aliento de dragn. Si los dragones
tienen aliento, no es porqueestn cobrando vida? La mujer roja pens
el maestre Cressen con amargura. Por si no fuerabastante malo que
haya llenado de locuras la cabeza de la madre, ahora estenvenenando
los sueos de la hija. Tendra que hablar seriamente con Dalla para
queno fuera difundiendo semejantes tonteras. Eso del cielo, pequea,
es un cometa. Una estrella con cola que se ha perdidoen el cielo.
Pronto desaparecer, y no volveremos a verla. Te lo prometo. Shireen
asinti con valenta. Mi madre dice que el cuervo blanco significa
que ya no es verano. Eso es cierto, mi seora. Los cuervos blancos
vienen slo de la Ciudadela. Cressen se llev los dedos a la cadena
que luca en torno al cuello. Cada uno de loseslabones estaba
forjado en un metal distinto para simbolizar su dominio de
lasdiferentes ramas del saber. El collar del maestre, el smbolo de
su orden. En el orgullode la juventud lo haba llevado con
facilidad, pero ya le pareca pesado, y senta el metalfro contra la
piel. Son ms grandes que los otros cuervos, y ms listos; los cran
parallevar los mensajes ms importantes. ste lo enviaron para
decirnos que el Cnclave seha reunido, ha estudiado los informes y
mediciones que han hecho maestres de todo elreino, y ha declarado
que este largo verano termina ya. Ha durado diez aos, dos ciclosy
diecisis das; ha sido el verano ms largo que se recuerda. Y ahora
har fro? Shireen era una nia del verano, nunca haba conocido
elautntico fro. A su debido tiempo respondi Cressen. Si los dioses
son bondadosos, nosotorgarn un otoo clido y buenas cosechas, y as
podremos prepararnos para elinvierno que se avecina. La gente
sencilla deca que un verano largo siempre vena seguido de un
inviernoms largo an, pero al maestre no le pareci oportuno asustar
a la nia con cuentoscomo aqullos. Bajo el mar siempre es verano
canturre Caramanchada haciendo sonar suscencerros. Las seoras
sirenas llevan anenimonas en el pelo, y tejen tnicas conalgas de
plata. Lo s, lo s, je, je, je. 9
10. Me gustara tener una tnica de algas de plata dijo Shireen
dejando escaparuna risita. Bajo el mar, nieva hacia arriba dijo el
bufn, y la lluvia es seca como unhueso viejo. Lo s, lo s, je, je,
je. Es verdad que nevar? pregunt la nia. S asinti Cressen. Pero
espero que no sea hasta dentro de unos aos y quela nieve no dure
demasiado tiempo. Ah, ah viene Pylos con el pjaro. Shireen lanz una
exclamacin de alegra. Hasta Cressen tuvo que reconocer queaquella
ave resultaba impresionante. Era blanca como la nieve, ms grande
que unhalcn, con los brillantes ojos negros que indicaban que no
era un simple cuervo albino,sino un autntico cuervo blanco, de pura
raza de la Ciudadela. Ven llam. El cuervo extendi las alas,
emprendi el vuelo y surc la habitacin con sonorosaleteos para ir a
posarse en la mesa, junto a l. Ir a traer vuestro desayuno anunci
Pylos. Cressen asinti. sta es Lady Shireen dijo al cuervo. El pjaro
movi arriba y abajo la cabeza blanca, como si asintiera. Lady
grazn. Lady. La nia se qued boquiabierta. Sabe hablar! S, sabe unas
cuantas palabras. Ya te lo he dicho, son unos pjaros muy listos.
Pjaro listo, hombre listo, bufn muy muy listo dijo Caramanchada al
tiempoque haca sonar los cencerros. Empez a canturrear: Las sombras
vienen a bailar, miseor; bailar, mi seor; bailar, mi seor enton
saltando a la pata coja, primero con unpie, luego con otro. Las
sombras se van a quedar, mi seor; quedar, mi seor; quedar,mi seor.
Con cada palabra sacuda la cabeza, y los cencerros de las astas
resonabancon estrpito. El cuervo blanco grazn, alz el vuelo y
revolote para ir a posarse en labarandilla de hierro de las
escaleras que llevaban a la pajarera. Shireen pareciencogerse. No
para de cantar eso. Le he dicho que no lo haga, pero no me hace
caso. Meda miedo. Dile que no lo cante. Y cmo voy a hacerlo? se
pregunt el anciano. Hace unos aos podrahaberlo hecho callar para
siempre, pero ahora... Caramanchada haba llegado a Rocadragn siendo
apenas un muchachito. Elrecordado Lord Steffon lo haba encontrado
en Volantis, al otro lado del mar Angosto.El rey (el viejo rey,
Aerys II Targaryen, que en aquellos tiempos no estaba an tan
loco)lo haba enviado a buscar una novia para el prncipe Rhaegar,
que no tena hermanascon las que pudiera contraer matrimonio. Hemos
visto a un bufn esplndido escribi a Cressen, quince das antes de la
fecha prevista para su regreso de lainfructfera misin. No es ms que
un nio, pero es gil como un mono y taningenioso como una docena de
cortesanos. Sabe hacer juegos malabares, acertijos ytrucos mgicos,
y canta maravillosamente en cuatro idiomas. Hemos comprado
sulibertad y esperamos llevarlo a casa con nosotros. A Robert le
encantar y quiz hastaensee a rer a Stannis. Cressen se entristeca
cada vez que recordaba aquella carta. Nadie ense nunca aStannis a
rer, y desde luego no lo hizo el pequeo Caramanchada. La tormenta
sedesencaden de repente, con un viento huracanado, y la Baha de los
Naufragios hizohonor a su nombre. La galera de dos mstiles del
seor, la Orgullo del viento, se hundi 10
11. a la vista del castillo. Desde las almenas, los dos hijos
mayores observaron cmo elbarco de su padre se destrozaba contra las
rocas antes de que lo engulleran las olas. Uncentenar de remeros y
marineros se hundieron con Lord Steffon Baratheon y su seoraesposa,
y durante das cada marea dejaba una nueva cosecha de cadveres
hinchados enla costa, bajo Bastin de Tormentas. El chico lleg a la
orilla el tercer da. El maestre Cressen haba bajado con losdems
para ayudar a identificar los cadveres. Encontraron al bufn
desnudo, con la pielblanca, arrugada y cubierta de arena hmeda.
Cressen habra jurado que estaba muerto,pero cuando Jommy lo agarr
por los tobillos para arrastrarlo hasta el carro funerario, elnio
empez a toser, escupi agua y se sent. Hasta el da en que muri,
Jommy siguidiciendo que la carne de Caramanchada estaba fra y
viscosa. Nadie pudo explicar jams los dos das que el bufn haba
pasado perdido en elmar. Los pescadores decan que, a cambio de su
semilla, una sirena le haba enseado arespirar agua. Caramanchada
nunca dijo nada. El muchacho listo e ingenioso del queLord Steffon
haba hablado en su carta no lleg a Bastin de Tormentas; el nio
queencontraron apenas si poda hablar, y lo que deca careca por
completo de ingenio. Peroel rostro del bufn no permita albergar
dudas sobre su identidad. En la Ciudad Libre deVolantis tenan la
costumbre de tatuar los rostros de los esclavos y criados, y la
piel delcuello y el cuero cabelludo del nio lucan el dibujo
imborrable de cuadrados rojos yverdes. Ese desdichado est loco,
sufre y no sirve de nada a nadie, ni siquiera a smismo declar el
viejo Ser Harbert, castellano de Bastin de Tormentas en
aquellostiempos. Lo ms misericordioso sera llenarle la copa con la
leche de la amapola.Todo acabara con un sueo sin dolor. Si l
tuviera cerebro os dara las gracias. Pero Cressen se haba negado a
hacerlo, y al final su opinin prevaleci. Pese alos aos
transcurridos, nunca haba llegado a saber si su victoria haba
supuesto unavictoria tambin para Caramanchada. Las sombras vienen a
bailar, mi seor; bailar, mi seor; bailar, mi seor sigui cantando el
bufn, al tiempo que mova la cabeza y haca sonar los cencerros:bong
dong, ring-a-ling, bong dong. Seor chill el cuervo blanco. Seor,
seor, seor. Los bufones cantan lo que quieren dijo el maestre a su
nerviosa princesa.No te tomes en serio lo que dice. Puede que maana
se acuerde de otra cancin y novuelvas a or sta nunca ms. Canta
maravillosamente en cuatro idiomas, habaescrito Lord Steffon...
Maestre, con permiso dijo Pylos, que acababa de regresar a la
estancia. Te has olvidado de las gachas seal Cressen con una
sonrisa. Aquello eraimpropio de Pylos. Maestre, Ser Davos regres
anoche. Lo estaban comentando en la cocina. Pensque querrais
saberlo lo antes posible. Davos... anoche? Y dnde est? Con el rey.
Se han pasado hablando buena parte de la noche. En otros tiempos,
Lord Stannis lo habra despertado, fuera la hora que fuera,
parapedirle consejo. Deberan habrmelo dicho se quej Cressen.
Deberan habermedespertado. Desentrelaz sus dedos de los de Shireen.
Perdname, mi seora, perotengo que ir a hablar con tu seor padre.
Pylos, deja que me apoye en tu brazo. En estecastillo hay
demasiados escalones. Me parece que cada noche ponen unos pocos
msslo para fastidiarme. Shireen y Caramanchada salieron con ellos,
pero la nia no tard en cansarse del 11
12. paso lento del anciano y lo adelant. El bufn la sigui,
sacudiendo los cencerros queresonaban como locos. Cressen era muy
consciente de que un castillo no era el lugar ms adecuado parauna
persona frgil, y lo fue ms todava al bajar por la escalera circular
de la Torre delDragn Marino. Lord Stannis estara sin duda en la
Cmara de la Mesa Pintada, en laparte ms alta del Tambor de Piedra,
el torren central de Rocadragn, llamado asporque sus muros
milenarios rugan y retumbaban durante las tormentas. Para llegar
alltenan que cruzar la galera, atravesar la muralla intermedia y la
interior con susgrgolas guardianas y sus puertas de hierro negro, y
subir tantas escaleras que Cressenprefera no pensar en ello. Los
jvenes suban los peldaos de dos en dos; para losancianos con
caderas lastimadas, cada uno representaba una tortura. Pero a Lord
Stannisjams se le ocurrira ir a verlo, de manera que el maestre se
resign a padecer aqueltormento. Al menos contaba con la ayuda de
Pylos, cosa por la que se senta muyagradecido. Atravesaron la
galera a paso cansino, pasando ante una hilera de ventanales
altosen forma de arco, desde los que se divisaba el imponente
panorama de la muralladefensiva, la muralla exterior y la aldea de
pescadores que haba ms all. En el patio,los arqueros practicaban al
grito de tensar, apuntar, disparar. El sonido de las flechasera
como el de una bandada de pjaros que emprendieran el vuelo. Los
guardiaspatrullaban por los adarves y vigilaban entre las grgolas a
las huestes acampadas en elexterior. El humo de las hogueras
poblaba el aire de la maana, tres mil hombres seaprestaban a
desayunar sentados bajo los estandartes de sus seores. Ms all,
elfondeadero estaba abarrotado de barcos. En los seis ltimos meses
no se haba permitidopartir a ninguna nave que se hubiera acercado a
Rocadragn. La Furia de Lord Stannis,una galera de tres cubiertas y
trescientos remos, casi pareca pequea al lado de laspanzudas
carracas y cocas que la rodeaban. Los hombres que montaban guardia
en el exterior del Tambor de Piedra conocande vista a los maestres
y los dejaron pasar. Espera aqu dijo Cressen a Pylos una vez en el
interior. Lo mejor ser quevaya a verlo yo solo. Maestre, hay muchas
escaleras. No creas que no lo s. Cressen sonri. He subido por estos
peldaos tantasveces que conozco cada uno por su nombre. Pero a
medio camino ya lamentaba la decisin. Se haba detenido para
recuperarel aliento y calmar el dolor de la cadera cuando oy el
sonido de unas botas contra lapiedra, y se encontr cara a cara con
Ser Davos Seaworth, que bajaba en aquelmomento. Davos era un hombre
menudo, que llevaba la baja estirpe escrita claramente en elrostro.
Se cubra los hombros con una capa verde muy usada, manchada de
salitre ydescolorida por el sol, y llevaba un jubn y unos calzones
color marrn, a juego con supelo y sus ojos castaos. Tena la barbita
corta salpicada de hebras grises, y ocultaba lamano izquierda
mutilada con un guante de cuero. Se detuvo al ver a Cressen. Ser
Davos, cundo habis vuelto? salud el maestre. En lo ms oscuro de la
noche. Mi hora favorita. Se deca que nadie jams haba pilotado un
barco de noche ni la mitad de bien queDavos Manicorto. Antes de que
Lord Stannis lo nombrara caballero, haba sido elcontrabandista ms
famoso y escurridizo de los Siete Reinos. Noticias? Ha sido tal
como vos le dijisteis contest el caballero meneando la cabeza.No se
alzarn por su causa, maestre. No sienten ningn afecto por l.
12
13. No pens Cressen. Ni lo sentirn jams. Es fuerte, capaz,
justo... s, y sabioquiz en exceso... pero con eso no basta. Con eso
no ha bastado nunca. Hablasteis con todos? Con todos? No. Slo con
los que quisieron recibirme. Por m tampoco sientenafecto esos
nobles. Para ellos siempre ser el Caballero de la Cebolla. Apret la
manoizquierda, cerrando los muones de los dedos en un puo. Stannis
le haba hecho cortarla ltima articulacin de todos excepto del
pulgar. Com con Gulian Swann y con elviejo Penrose, y los Tarth
accedieron a reunirse conmigo a medianoche en un bosque.Los dems...
bueno, Beric Dondarrion ha desaparecido, se dice que ha muerto, y
LordCaron est con Renly. Ahora es Bryce el Naranja, de la Guardia
Arcoiris. La Guardia Arcoiris? Renly ha creado una Guardia Real
explic el antiguo contrabandista, perosus siete hombres no van de
blanco. Cada uno tiene un color. Loras Tyrell es el LordComandante.
Aquello era muy propio de Renly Baratheon, muy acorde con sus
gustos: unanueva orden de caballeros, esplndida, con ropajes nuevos
que todo el mundo admirara.Ya de nio le haban gustado los colores
vivos y los tejidos de calidad, tanto como losjuegos. Miradme
todos! gritaba mientras corra, riendo, por los pasillos de Bastinde
Tormentas. Miradme todos, soy un dragn!, o bien: Miradme todos, soy
unmago!, o bien: Miradme, miradme, soy el dios de la lluvia!. El
muchachito osado de pelo negro indmito y ojos llenos de alegra era
ya unhombre adulto de veintin aos, y an segua jugando. "Miradme
todos, soy un rey!"pens Cressen con tristeza. Oh, Renly, Renly, mi
nio querido, sabes qu estshaciendo? Y si lo sabes, te importa? Es
que soy el nico que se preocupa por l? Qu razones os dieron los
seores para sus negativas? pregunt a SerDavos. Algunos buenas
palabras, otros palabras rudas; unos me dieron excusas,
otroshicieron promesas y unos cuantos se limitaron a mentir. Se
encogi de hombros. Alfinal, todo son palabras, y las palabras se
las lleva el viento. No habis podido traerle ninguna esperanza? Slo
falsa, y yo no hago esas cosas replic Davos. Le dije la verdad. El
maestre Cressen record el da en que Davos fue nombrado caballero,
tras elasedio de Bastin de Tormentas. Lord Stannis haba defendido
el castillo durante casiun ao con una reducida guarnicin contra las
numerosas huestes de Lord Tyrell y LordRedwyne. Hasta el mar les
estaba vedado, vigilado da y noche por las galeras deRedwyne, con
los estandartes color borgoa del Rejo. En el interior de Bastin
deTormentas haca ya tiempo que se haban comido los caballos, no
quedaban gatos niperros, y la guarnicin slo poda comer races y
ratas. Entonces lleg una noche deluna nueva, en la que las nubes
ocultaron las estrellas. Al abrigo de la oscuridad, Davosel
contrabandista burl el cordn de Redwyne y las rocas de la Baha de
los Naufragios.Su pequeo barco tena el casco negro, velas negras,
remos negros y la bodegaabarrotada de cebollas y pescado en salazn.
No era gran cosa, pero s lo suficiente paramantener con vida a la
guarnicin el tiempo necesario para que Eddard Stark llegara aBastin
de Tormentas y rompiera el sitio. Lord Stannis recompens a Davos
con las mejores tierras del cabo de la Ira, unpequeo fuerte y el
rango de caballero... pero tambin decret que le cortaran unafalange
de cuatro dedos de la mano izquierda, como castigo por sus aos
comocontrabandista. Davos lo acept con la condicin de que fuera el
propio Stannis quienesgrimiera el cuchillo. El seor utiliz un
hachuela de carnicero para que el corte fuerarpido y limpio. Despus
de aquello, Davos eligi para su casa el nombre de Seaworth, 13
14. y como blasn un barco negro sobre campo gris claro... con
una cebolla en las velas. Elantiguo contrabandista sola decir que
Lord Stannis le haba hecho un favor, ya quetena que limpiarse y
cortarse cuatro uas menos. No pens Cressen, un hombre como aqul no
dara falsas esperanzas, nisuavizara una dura verdad. La verdad
puede ser un trago amargo hasta para alguien como Lord Stannis,
SerDavos. Slo piensa en volver a Desembarco del Rey en la plenitud
de su poder paraacabar con sus enemigos y recuperar lo que le
corresponde por derecho. En cambio,ahora... Si lleva un ejrcito tan
escaso como ste a Desembarco del Rey, ser paramorir. No tiene
suficientes hombres. Es lo que le he dicho, pero ya sabis cmo es
deorgulloso. Davos alz la mano enguantada. Antes de que le entre en
la cabeza unpoco de sentido comn, a m me crecern otra vez los
dedos. Habis hecho todo lo posible. El anciano suspir. Ahora me
corresponde am sumar mi voz a la vuestra. El refugio de Lord
Stannis Baratheon era una gran habitacin redonda con murosdesnudos
de piedra negra y cuatro ventanas altas y estrechas, cada una en
direccin auno de los puntos cardinales. En el centro de la cmara
haba una gran mesa que le dabasu nombre, una inmensa tabla de
madera tallada por orden de Aegon Targaryen en losdas anteriores a
la Conquista. La Mesa Pintada tena ms de quince metros de largo y
lamitad de ancho en uno de los extremos, pero apenas unos pies en
el otro. Loscarpinteros de Aegon le haban dado la forma de la
tierra de Poniente, trazando con lassierras todas las bahas y
pennsulas, de manera que la mesa no tena ni un borde liso.En la
superficie, oscurecida por casi trescientos aos de barnices,
estaban pintados losSiete Reinos tal como eran en tiempos de Aegon:
ros y montaas, castillos y ciudades,lagos y bosques... En toda la
estancia no haba ms que una silla, situada con precisin en el
puntoexacto que ocupaba Rocadragn ante la costa de Poniente, y
elevada sobre unaplataforma con peldaos para proporcionar una buena
vista de toda la superficie de lamesa. La silla la ocupaba un
hombre vestido con un chaleco de cuero ajustado ycalzones de lana
marrn. Al or entrar al maestre Cressen alz la vista. Saba que
vendrais, anciano, tanto si os llamaba como si no. Su voz
estabadesprovista de toda calidez. Como de costumbre. Stannis
Baratheon, seor de Rocadragn, y por la gracia de los dioses
herederolegtimo del Trono de Hierro de los Siete Reinos de
Poniente, tena hombros anchos ymiembros nervudos, y carnes y rostro
tan tensos que parecan de cuero secado al solhasta endurecerse como
el acero. La palabra que ms se utilizaba para definir a Stannisera
duro, y duro era, ciertamente. An no haba cumplido treinta y cinco
aos, peroslo le quedaba una franja estrecha de fino pelo negro que
le pasaba por detrs de lasorejas, como la sombra de una corona. Su
hermano, el difunto rey Robert, se habadejado crecer la barba en
sus ltimos aos de vida. El maestre Cressen no lo haba visto,pero se
deca que era una barba salvaje, espesa, fiera. Casi como respuesta,
Stannismantena las patillas y los bigotes bien cortos. Eran como
una sombra de un color negroazulado que le cruzaba la mandbula
cuadrada y las hondonadas huesudas de lasmejillas. Sus ojos eran
como heridas abiertas bajo unas cejas gruesas, tan azules yoscuros
como el mar en la noche. Su boca habra sido la desesperacin del ms
graciosode los bufones; era una boca creada para los bufidos, las
reprimendas y las rdenescortantes, de labios finos y msculos
tensos, una boca que haba olvidado cmo sonrery nunca haba sabido
abrirse en una carcajada. En ocasiones, cuando todo estabatranquilo
y silencioso en medio de la noche, al maestre Cressen le pareca que
poda or 14
15. a Lord Stannis chirriando los dientes al otro lado del
castillo. En otros tiempos me habrais despertado dijo el anciano.
En otros tiempos erais joven. Ahora sois viejo, estis enfermo y os
hace faltadormir. Stannis jams haba aprendido a suavizar las
palabras para fingir o adular.Deca lo que pensaba, sin importarle
lo ms mnimo si eso afectaba a los dems.Saba que os enterarais
pronto del mensaje de Davos. Como de costumbre, no? De lo
contrario, no os sera de ninguna ayuda respondi Cressen. Me
heencontrado a Davos en la escalera. Y supongo que os lo habr
contado todo. Tendra que haberle cortado la lengua,adems de los
dedos. Entonces no os habra sido muy til como mensajero. Con lengua
tampoco me ha sido til como mensajero. Los seores de latormenta no
se alzarn por m. Por lo visto no les gusto, y el hecho de que mi
causa seajusta no significa nada para ellos. Los ms cobardes se
quedarn sentados tras susmurallas, a la espera de ver hacia dnde
soplan los vientos y quin tiene prxima lavictoria. Los valientes se
han aliado con Renly. Con Renly! Escupi el nombre comosi fuera un
veneno para la lengua. Vuestro hermano es el seor de Bastin de
Tormentas desde hace trece aos.Esos seores son sus vasallos
juramentados... Sus vasallos lo interrumpi Stannis, cuando por
derecho deberan ser losmos. Nunca ped Rocadragn. Nunca lo quise. Lo
tom porque los enemigos de Robertestaban aqu y l me conden a
erradicarlos. Constru su flota, hice su trabajo, obedientecomo deba
ser un hermano pequeo con su hermano mayor, como debera ser
Renlyconmigo. Y cmo me lo agradece Robert? Me nombra seor de
Rocadragn, y entregaBastin de Tormentas y todas sus rentas a Renly.
Bastin de Tormentas perteneci a laCasa Baratheon durante
trescientos aos. Debera haber pasado a m por derechocuando Robert
subi al Trono de Hierro. Era una afrenta antigua y dolorosa, en
aquel momento ms que nunca. Aqul erael punto dbil de su seor.
Porque, aunque Rocadragn era antiguo y fuerte, slocontaba con la
alianza de unos cuantos seores menores, cuyas fortalezas en
islaspedregosas no tenan suficiente poblacin para crear el ejrcito
que Stannis necesitaba.Ni siquiera los mercenarios que haba trado
de la otra orilla del mar Angosto, de lasCiudades Libres de Myr y
Lys, bastaban para que el ejrcito acampado al otro lado delos muros
fuera suficiente para acabar con el poder de la Casa Lannister.
Robert cometi una injusticia con vos dijo el maestre Cressen con
cautela,pero tena buenas razones. Rocadragn perteneci durante mucho
tiempo a la CasaTargaryen. Le haca falta un hombre fuerte que
gobernara aqu, y Renly no era ms queun nio. Sigue siendo un nio. La
furia de Stannis resonaba en la estancia vaca. Unnio ladrn que
quiere robarme la corona. Qu ha hecho Renly en su vida para
ganarseun trono? Se sienta en el Consejo y bromea con Meique, y en
los torneos luce unaarmadura esplndida y deja que cualquiera ms
fuerte lo derribe del caballo. A eso sereduce mi hermano Renly, que
se cree digno de ser rey. Por qu los dioses mecastigaron con estos
hermanos? No puedo explicar los motivos de los dioses. ltimamente
no podis explicar muchas cosas. Quin es el maestre de Renly?Debera
hacerlo llamar, quiz sus consejos me fueran ms tiles que los
vuestros. Qucreis que le dijo ese maestre a mi hermano cuando
decidi robarme mi corona? Quconsejo habr ofrecido vuestro colega a
ese traidor? Me extraara mucho que Lord Renly hubiera pedido
consejo a nadie, Alteza. 15
16. El menor de los tres hijos de Lord Steffon se haba
convertido en un hombreosado, pero incauto, que actuaba por
impulso, sin planes previos. En eso, como entantas otras cosas,
Renly se pareca a su hermano Robert y era muy diferente de Stannis.
Alteza repiti Stannis con amargura. Os burlis de m dndome trato
derey, pero de qu soy rey? Rocadragn y unas cuantas piedras en el
mar Angosto, se esmi reino. Baj de la plataforma de la silla y se
qued junto a la mesa. Su sombra seproyectaba sobre la desembocadura
del ro Aguasnegras y sobre el bosque pintadodonde se encontraba
Desembarco del Rey. Aqul era el reino que exiga, lo tena alalcance
de la mano, y sin embargo estaba tan lejos.... Esta noche voy a
cenar con misseores vasallos, con los pocos que tengo. Celtigar,
Velaryon, Bar Emmon y los dems.Un grupo pattico, la verdad sea
dicha, pero son lo nico que me han dejado mishermanos. Ese pirata
lyseno de Salladhor Saan vendr con la ltima lista de todo lo quele
debo, y Morosh de Myr me recomendar precaucin por culpa de las
mareas y lostemporales de otoo; mientras que Lord Sunglass, siempre
tan po, no dejar de hablarde la voluntad de los Siete. Celtigar me
preguntar qu seores de la tormenta se van aunir a nosotros.
Velaryon amenazar con retirar sus fuerzas a menos que
ataquemospronto. Qu les voy a decir? Qu debo hacer? Vuestros
verdaderos enemigos son los Lannister, mi seor respondi elmaestre
Cressen. Si vuestro hermano y vos hicierais causa comn contra
ellos... No har tratos con Renly replic Stannis en un tono que no
admitadiscusin. Al menos, mientras siga proclamndose rey. Entonces
no tratis con Renly cedi el maestre. Su seor era orgulloso
ytestarudo. Una vez tomaba una decisin, no haba manera de hacerlo
cambiar. Hayotros que tambin se pueden adecuar a vuestras
necesidades. El hijo de Eddard Stark hasido proclamado Rey en el
Norte, tiene el apoyo de todas las fuerzas de Invernalia
yAguasdulces. Es un nio dijo Stannis. Y otro falso rey. Acaso tengo
que aceptar unreino desmembrado? Medio reino es mejor que nada
insisti Cressen. Y si ayudis al chico avengar la muerte de su
padre... Por qu voy a vengar a Eddard Stark? Para m no significaba
nada. Oh, cierto,Robert lo adoraba. Lo quera como a un hermano,
cuntas veces se lo o decir! Yo erasu hermano, no Ned Stark, pero
por cmo me trataba nadie lo habra dicho. DefendBastin de Tormentas
en su nombre, vi morir de hambre a muchos hombres valientesmientras
Mace Tyrell y Paxter Redwyne celebraban banquetes a la vista de
mismurallas. Me dio las gracias Robert? No. Le dio las gracias a
Stark, por romper el sitiocuando ya nicamente tenamos rbanos y
ratas para comer. Constru una flota pororden de Robert y captur
Rocadragn para l. Acaso me tom la mano y me dijo:Bravo, hermano, no
s qu habra hecho sin ti? No, me ech la culpa de que WillemDarry
pudiera escapar con Viserys y con la cra, como si hubiera estado en
mi manoimpedirlo. Ocup un puesto en su Consejo durante quince aos,
ayud a Jon Arryn adirigir el reino mientras Robert se emborrachaba
y se iba de putas, pero cuando Jonmuri, acaso me nombr Mano? No,
corri en busca de su querido amigo Ned Stark yle ofreci a l ese
honor. Pues mira, para lo que les ha servido a los dos... As han
sido las cosas, mi seor dijo el maestre Cressen con voz amable.Se
han cometido muchas injusticias con vos, pero el pasado no es ya ms
que unrecuerdo. El futuro an puede ser vuestro si os uns a los
Stark. Tambin hay otros quepueden conveniros. Qu os parece Lady
Arryn? Si la reina asesin a su esposo, no cabeduda de que querr
hacerle justicia. Tiene un hijo pequeo, el heredero de Jon
Arryn.Tal vez, si prometierais a Shireen con l... 16
17. Es un cro dbil y enfermizo se opuso Lord Stannis. Hasta su
padre se dabacuenta: me pidi que lo acogiera como pupilo en
Rocadragn. Le habra sentado bienservir como paje, pero la maldita
Lannister hizo envenenar a Lord Arryn antes de que lollevramos a
cabo, y ahora Lysa lo tiene escondido en el Nido de guilas. Podis
estarseguro de que no se separar de l. Entonces habr que enviar a
Shireen al Nido de guilas insisti el maestre.Rocadragn es un hogar
triste para cualquier nio. Y que la acompae su bufn, astendr cerca
un rostro conocido. Conocido y repugnante. Stannis frunci el ceo,
pensativo. Pero... puedeque valga la pena intentarlo... Acaso el
legtimo seor de los Siete Reinos tiene que suplicar ayuda a viudas
yusurpadores? pregunt bruscamente una voz de mujer. Mi seora dijo
el maestre Cressen, volvindose e inclinando la cabeza,molesto por
no haberla odo entrar. Yo no suplico solt Stannis con un bufido. A
nadie. Ms te vale tenerlopresente, mujer. Me complace orlo, mi
seor. Lady Selyse era tan alta como su esposo, decuerpo flaco y
rostro delgado, orejas prominentes, nariz afilada y una sombra de
bigoteen el labio superior. Se lo quitaba con las pinzas cada da y
lo maldeca constantemente,pero siempre volva a crecerle. Sus ojos
eran claros; su boca, firme; y su voz, como unltigo. En aquel
momento lo hizo restallar. Lady Arryn te debe lealtad, al igual
quelos Stark, tu hermano Renly y todos los dems. Eres su rey
legtimo. No sera correctoque suplicaras y negociaras por lo que te
corresponde por la gracia de dios. Haba dicho dios, no dioses. La
mujer roja se la haba ganado en cuerpo yalma, la haba hecho
apartarse de los dioses de los Siete Reinos, tanto de los
nuevoscomo de los antiguos, para adorar al que llamaban Seor de la
Luz. Tu dios se puede guardar su gracia replic Lord Stannis, que no
comparta ladevocin de su esposa por la nueva fe. Lo que necesito
son espadas, no bendiciones.Acaso tienes escondido un ejrcito del
que an no me has hablado? En la voz de Stannis no haba afecto
alguno. Siempre se haba sentido incmodoen compaa de mujeres,
incluso de su esposa. Cuando fue a Desembarco del Rey paraocupar un
puesto en el Consejo de Robert, dej a Selyse y a su hija en
Rocadragn.Escribi pocas cartas e hizo an menos visitas. Cumpla con
sus deberes en el lechoconyugal una o dos veces al ao, pero aquello
no le proporcionaba placer, y los hijosvarones que tanto esperaba
nunca llegaron. Mis hermanos, tos y primos tienen ejrcitos replic
ella. La Casa Florentservir bajo tu estandarte. La Casa Florent
apenas si puede reunir dos mil espadas. Se deca que Stannisconoca
las fuerzas de cada una de las casas de los Siete Reinos. Y tienes
mucha msfe que yo en tus hermanos y tos, mi seora. Las tierras de
Florent estn demasiadocercanas a Altojardn para que tu seor to se
arriesgue a incurrir en la ira de MaceTyrell. Hay otra posibilidad.
Lady Selyse se acerc. Mira por las ventanas, miseor. Ah est la seal
que aguardabas, grabada en el cielo. Es roja, del rojo de
lasllamas, roja como el corazn ardiente del dios verdadero. Es su
estandarte... y tambinel tuyo! Mira, surca los cielos como el
aliento llameante de un dragn. Y t eres el seorde Rocadragn.
Significa que ha llegado tu momento, Alteza. Es tal como te
digo.Significa que debes zarpar de esta roca desolada, como hizo en
su momento Aegon elConquistador, para arrasarlo todo a tu paso
igual que l. Slo tienes que dar la orden yabrazar el poder del Seor
de la Luz. 17
18. Cuntas espadas pondr en mi mano el Seor de la Luz? exigi
Stannis denuevo. Tantas como necesites le prometi su esposa. Para
empezar, las espadas deBastin de Tormentas y las de Altojardn, y
las de todos sus seores vasallos. Davos no opina lo mismo replic
Stannis. Esas espadas han jurado lealtada Renly. Adoran a mi
hermano pequeo, con todo su encanto, igual que adoraban aRobert...
y como nunca me adorarn a m. S dijo ella. Pero si Renly muriera...
Stannis mir a su esposa con los ojos entrecerrados durante largo
rato, hasta queCressen no pudo guardar silencio. Eso no hay ni que
pensarlo, Alteza. Pese a las tonteras que ha hecho Renly...
Tonteras? Traiciones! Stannis dio la espalda a su esposa. Mi
hermano esjoven y fuerte, cuenta con el apoyo de un gran ejrcito y
con esa Guardia Arcoiris queha creado. Melisandre ha mirado en las
llamas y lo ha visto muerto. Un fratricidio... Cressen estaba
horrorizado. Mi seor, eso es una maldad,impensable... por favor,
escuchadme... Y qu le diris, maestre? Lady Selyse le dirigi una
mirada calculadora.Que puede conseguir medio reino si se arrodilla
ante los Stark y vende nuestra hija aLysa Arryn? Ya he escuchado
vuestro consejo, Cressen dijo Lord Stannis. Ahora quieroor el suyo.
Podis retiraros. El maestre Cressen dobl una rodilla entumecida.
Mientras recorratrabajosamente la estancia en direccin a la salida,
senta los ojos de Lady Selyseclavados en la espalda. Cuando lleg al
pie de las escaleras apenas si poda mantenerseerguido. Aydame pidi
a Pylos. Una vez en sus aposentos, Cressen orden salir al joven y
coje otra vez hacia elbalcn para estar entre sus grgolas mientras
contemplaba el mar. Uno de los navos deguerra de Salladhor Saan
navegaba por las aguas que rodeaban el castillo, su alegrecasco con
rayas pintadas cortaba las aguas verde grisceo a medida que los
remos sealzaban y volvan a hundirse en ellas. Lo estuvo observando
hasta que lo perdi de vistatras un cabo. Ojal mis temores pudieran
desaparecer con tanta facilidad. Haba vivido tantotiempo slo para
ver aquello? Cuando un maestre se pona su collar, renunciaba a
tener hijos, pero Cressen sehaba sentido padre de todos modos.
Robert, Stannis, Renly... tres hijos a los que habacriado despus de
que la furia del mar se cobrara la vida de Lord Steffon. Lo
habahecho tan mal como para que uno de ellos acabara matando a
otro? No poda permitirlo.No iba a permitirlo. La mujer estaba en el
ncleo de todo aquello. Lady Selyse no, la otra. La mujerroja, como
la llamaban los criados, que tenan miedo de decir su nombre en voz
alta. Yo pronunciar su nombre dijo Cressen a su sabueso infernal de
piedra.Melisandre. Ella. Melisandre de Asshai, hechicera, portadora
de sombras y sacerdotisa de Rhllor, elSeor de la Luz, el Corazn de
Fuego, el Dios de la Llama y la Sombra. Melisandre,cuya locura no
deba extenderse ms all de Rocadragn. No lo poda permitir. Sus ojos,
acostumbrados a la luz de la maana, tardaron en habituarse a
lapenumbra de la estancia. El anciano encendi una vela con manos
temblorosas y lallev al taller que haba bajo las escaleras de la
pajarera, donde tena los ungentos, 18
19. pcimas y medicinas bien ordenados en estantes. En el ms
bajo, entre una hilera deremedios en frascos cuadrados de barro,
encontr una pequea redoma de cristal colorndigo, no ms grande que
su dedo meique. El contenido reson cuando la agit.Cressen sopl para
quitar una espesa capa de polvo y se la llev a la mesa. Se dej
caeren la silla, quit el tapn y verti el contenido de la redoma.
Una docena de cristales deltamao de semillas cay sobre el pergamino
que haba estado leyendo. A la luz de lavela, brillaban como piedras
preciosas, de un color tan prpura que el maestre pens quejams haba
visto nada igual. La cadena que llevaba en torno al cuello le
pareca muy pesada. Roz uno de loscristales con la punta del dedo
meique. Que una cosa tan diminuta contenga el poderde la vida y la
muerte... Estaban hechos a partir de una planta que slo creca en
lasislas del mar de Jade, a medio mundo de distancia. Haba que
dejar secar las hojas ymacerarlas en agua de limas, azcar y unas
raras especias de las Islas del Verano. Luegose tiraban, y la pocin
se espesaba con ceniza y se dejaba reposar hasta que
cristalizaba.El proceso era lento y dificultoso; y los
ingredientes, caros y casi imposibles deencontrar. Pero los
alquimistas de Lys conocan sus secretos, as como los Hombres
sinRostro de Braavos... y los maestres de su orden, aunque no era
cosa que se comentarams all de los muros de la Ciudadela. Todo el
mundo saba que un maestre forjaba sueslabn de plata cuando aprenda
el arte de la curacin... pero preferan olvidar que unhombre que
sabe curar tambin sabe cmo matar. Cressen no recordaba ya el nombre
que daban los de Asshai a la hoja, ni cmollamaban los envenenadores
lysenos al cristal. En la Ciudadela lo llamabansencillamente
estrangulador. Se disolva en vino y haca que los msculos de
lagarganta se apretaran ms que los de un puo, cerrando la trquea.
Segn se contaba, elrostro de la vctima se pona tan prpura como la
pequea semilla de cristal de la quenaca su muerte, pero lo mismo le
pasaba a quien se ahogaba con un bocado de comida. Aquella misma
noche, Lord Stannis dara un banquete a sus vasallos, y en lestaran
su seora esposa... y la mujer roja, Melisandre de Asshai. Tengo que
descansar se dijo el maestre Cressen. He de conservar todas
misfuerzas para cuando oscurezca. No me deben temblar las manos, ni
debe flaquear mivalor. Lo que voy a hacer es espantoso, pero
alguien ha de hacerlo. Si hay dioses, sinduda sabrn perdonarme.
Haca tiempo que dorma muy mal. Una cabezada hara que estuviera ms
frescopara la dura prueba que lo aguardaba. Se dirigi hacia la
cama, estaba cansado. Pero,cuando cerr los ojos, sigui viendo la
luz del cometa, roja, llameante, viva entre laoscuridad de sus
sueos. Puede que sea mi cometa pens entre neblinas, justo antes de
quedardormido. Un presagio de sangre que augura un asesinato...
s... Cuando despert ya haba oscurecido por completo, la estancia
estaba a oscuras,le dolan todas las articulaciones. Cressen se
incorpor, con la cabeza palpitante. Cogiel bastn y se puso en pie,
inseguro. Es muy tarde pens. No me han llamado.Siempre lo llamaban
para los banquetes, tena un lugar asignado prximo a la sal, cercade
Lord Stannis. Se le apareci el rostro de su seor, no el hombre que
era ya, sino elnio que haba sido, siempre entre las sombras
mientras el sol brillaba sobre su hermanomayor. Hiciera lo que
hiciera, Robert lo haba hecho antes y mejor. Pobre muchacho...por
l, por su bien, tena que darse prisa. El maestre recogi los
cristales del pergamino donde los haba dejado. Cressen notena
anillos huecos, como los que se deca que llevaban los envenenadores
de Lys, sinoincontables bolsillos grandes y pequeos, cosidos en el
interior de las amplias mangasde su tnica. Ocult en uno de ellos
los cristales estranguladores y abri la puerta. 19
20. Pylos! Dnde ests? llam. No recibi respuesta, as que volvi a
llamarlode nuevo, ms alto. Pylos, te necesito! Sigui sin obtener
contestacin. Era muy extrao, la celda del joven maestreestaba slo
medio tramo de peldaos ms abajo, siempre lo oa cuando lo
necesitaba. Alfinal, Cressen tuvo que llamar a los criados. Deprisa
les dijo. He dormido demasiado. Ya habr empezado elbanquete... ya
estarn bebiendo... tendran que haberme despertado. Qu le haba
pasado al maestre Pylos? No comprenda nada. Tuvo que cruzar una vez
ms la larga galera. El viento nocturno soplaba a travsde los
grandes ventanales, impregnado de olor a mar. Las llamas de las
antorchas seagitaban a lo largo de los muros de Rocadragn, y en el
campamento al otro lado de lasmurallas se divisaban cientos de
hogueras para cocinar, como si un manto de estrellashubiera cado
sobre la tierra. En el cielo el cometa brillaba, rojo, malvolo. Soy
demasiado viejo y sabio para tener miedo de semejantes cosas, se
dijo elmaestre. Las puertas del saln principal estaban situadas en
la boca de un dragn de piedra.Una vez ante ellas, orden a los
criados que se fueran. Sera mejor que entrara solo, noquera parecer
dbil. Cressen se apoy en el bastn, subi los ltimos peldaos ycamin
con dificultad para pasar bajo los dientes del arco. Un par de
guardias abrieronante l las pesadas puertas rojas, dejando salir
una rfaga de luz y ruido. Cressen entren las fauces del dragn.
Bailar, mi seor; bailar, mi seor... La cancioncilla de
Caramanchada, alritmo del sonido de los cencerros, se oa por encima
del tintineo de cuchillos y platos, yel murmullo bajo de las
conversaciones. La misma tonadilla espantosa que habacantado
aquella maana. Las sombras se van a quedar, mi seor; quedar, mi
seor;quedar, mi seor. Las mesas ms bajas estaban abarrotadas de
caballeros, arqueros y capitanes delos mercenarios, que partan con
las manos las grandes hogazas de pan negro para mojarlos trozos en
el guiso de pescado. All no se oan carcajadas estrepitosas, ni los
gritosbroncos que enturbiaban la dignidad de los festines de otros
seores. Lord Stannis jamspermitira semejante cosa. Cressen se
dirigi hacia la plataforma elevada en la que estaban sentados
losseores y el rey. Tuvo que dar un rodeo para esquivar a
Caramanchada. El bufn estababailando y sacudiendo los cencerros, y
no lo vio ni oy cmo se acercaba. Salt sobreuna pierna, cambi el
peso hacia la otra, y sin querer derrib el bastn de Cressen.Cayeron
al suelo en un revoltijo de brazos y piernas, al tiempo que una
carcajadarecorra la sala en torno a ellos. Sin duda ofrecan un
espectculo muy cmico. Caramanchada estaba despatarrado sobre l, el
rostro pintarrajeado del bufnpresionaba el del anciano. Se le haba
cado el yelmo de hojalata, con las astas y loscencerros. Bajo el
mar la gente cae hacia arriba declar. Lo s, lo s, je, je, je.
Elbufn dej escapar una risita, rod a un lado, se puso en pie de un
salto y empez abailar. El maestre trat de salvar la dignidad, sonri
dbilmente e intent incorporarse,pero la cadera le dola tanto que
por un momento tuvo miedo de habrsela roto denuevo. Sinti cmo unas
manos fuertes lo agarraban por debajo de los brazos y loponan en
pie. Gracias, ser murmur, al tiempo que se volva para ver qu
caballero habaacudido en su ayuda... Maestre respondi Lady
Melisandre. Su voz grave tena la msica del mar de 20
21. Jade. Deberais tener ms cuidado. Como de costumbre, iba
vestida de rojo de los pies a la cabeza, con una tnicalarga y
suelta de seda brillante como el fuego, mangas acampanadas y cortes
en elcorpio bajo los que se vea tejido de un color rojo ms oscuro.
Llevaba en torno alcuello una gargantilla de oro rojo, ms apretada
que el collar de ningn maestre,adornada con un rub de buen tamao.
Su cabello no era anaranjado, ni color fresa,como suele ser en el
caso de las personas pelirrojas, sino de un tono de cobre bruidoque
brillaba a la luz de las antorchas. Hasta tena los ojos rojos. En
cambio, su piel erasuave y clara, sin mcula, blanca como la leche.
Y era una mujer esbelta, grcil, msalta que la mayora de los
caballeros, con pechos llenos, cintura fina y rostro en formade
corazn. Los hombres que la vean no apartaban la vista con rapidez,
ni siquiera losmaestres. Muchos consideraban que era hermosa. No
era hermosa. Era roja y terrible yroja. Os... os lo agradezco, mi
seora dijo Cressen. Ella sabe qu augura elcometa. Es ms sabia que
t, viejo, le susurr su miedo. Un hombre de vuestra edad debera
vigilar mejor por dnde pisa dijoMelisandre, corts. La noche es
oscura y alberga cosas aterradoras. El maestre conoca la frase, era
una oracin de la fe de la mujer. No importa, yotambin tengo mi fe.
Slo los nios temen a la oscuridad le dijo. Pero de fondo, mientras
lo deca, se oa a Caramanchada otra vez con sucancioncilla. Las
sombras vienen a bailar, mi seor entonaba; bailar, mi seor;
bailar,mi seor... Esto s que es una paradoja dijo Melisandre. Un
bufn inteligente y unsabio estpido. Se inclin, recogi del suelo el
yelmo de Caramanchada y lo pusosobre la cabeza de Cressen. El cubo
se le desliz sobre las orejas, y los cencerrostintinearon. Una
corona a juego con vuestra cadena, Lord Maestre anunci. A su
alrededor, las carcajadas se acrecentaron. Cressen apret los labios
e hizo unesfuerzo por controlar la ira. Aquella mujer crea que era
un anciano indefenso, peroantes de que acabara la noche descubrira
que no era as. Quiz estuviera viejo, perosegua siendo un maestre de
la Ciudadela. No me hace falta una corona, sino la verdad le dijo
al tiempo que se quitabael yelmo del bufn. En este mundo existen
verdades que no se aprenden en Antigua. Melisandrele dio la espalda
en un torbellino de seda roja y se dirigi hacia la mesa elevada, a
la queestaban sentados el rey Stannis y su reina. Cressen tendi a
Caramanchada el cubo conastas y fue a seguirla. El maestre Pylos
estaba sentado en su lugar. El anciano se detuvo y se qued
mirndolo. Maestre Pylos dijo al final. No... no me has despertado.
Su Alteza me orden que os dejara descansar. Pylos tuvo al menos
ladecencia de sonrojarse. Me dijo que no haca falta que estuvierais
presente. Cressen pase la mirada por los caballeros, capitanes y
seores, repentinamentesilenciosos. Lord Celtigar, viejo y amargado,
llevaba un manto con dibujos de cangrejosrojos bordados en
granates. El atractivo Lord Velaryon vesta ropas de seda verde
mar,con un caballito de mar de oro blanco en la garganta a juego
con su larga cabellerarubia. Lord Bar Emmon, ese muchacho regordete
de catorce aos, iba envuelto enterciopelo prpura con ribetes de
foca blanca; Ser Axell Florent segua igual de pocoagraciado pese a
las ropas rojizas y las pieles de zorro; el piadoso Lord Sunglass
luca 21
22. adularias en torno al cuello, la mueca y los dedos; y el
capitn lyseno Salladhor Saanera todo l un destello de raso
escarlata, oro y piedras preciosas. El nico que vesta consencillez
era Ser Davos, con su casaca marrn y su manto de lana verde. Tambin
fue elnico que le sostuvo la mirada, con los ojos llenos de
compasin. Estis muy viejo y enfermo, anciano, ya no me sois til.
Pareca la voz deLord Stannis, pero no poda ser l, no, era
imposible. De ahora en adelante miconsejero ser Pylos. Ya se
encarga l de los cuervos, puesto que vos no podis subir ala
pajarera. No quiero que os matis sirvindome. El maestre Cressen
parpade. Stannis, mi seor, mi muchachito triste y hosco,hijo que
nunca tuve, no podis hacer esto, no sabis cunto me he ocupado de
vos?No sabis que he vivido por vos, que os he querido pese a todo?
S, os he querido, msque a Robert o a Renly, porque vos erais al que
nadie quera, el que ms menecesitaba. Como deseis, mi seor fue lo
que dijo. Pero... estoy hambriento. Notendr un lugar en vuestra
mesa? A tu lado, mi lugar est a tu lado.... Sera un honor para m
que el maestre se sentara a mi lado, Alteza dijo SerDavos,
levantndose del banco. Como quieras. Lord Stannis se volvi para
decirle algo a Melisandre, que sehaba sentado a su derecha, en un
lugar de gran honor. Lady Selyse estaba a la izquierdade su esposo,
y luca una sonrisa tan brillante y quebradiza como las joyas con
que seadornaba. Demasiado lejos pens Cressen desanimado, fijndose
en el lugar dondeestaba sentado Davos. Entre el contrabandista y la
mesa elevada se encontraban la mitadde los seores vasallos. Para
ponerle el estrangulador en la copa tengo que estar mscerca, pero
cmo? Caramanchada se dedic a hacer cabriolas mientras el maestre
caminaba con pasocansino hacia la mesa, hacia el lugar que ocupaba
Davos Seaworth. Aqu comemos peces anunci el bufn en tono alegre,
blandiendo un bacalaoa modo de cetro. Bajo el mar, los peces nos
comen a nosotros. Lo s, lo s, je, je, je. Ser Davos se apart a un
lado para dejarle sitio en el banco. Esta noche todos deberamos
llevar trajes de colores dijo sombro a Cressenmientras se sentaba,
porque este asunto es una bufonada de principio a fin. La mujerroja
ha visto la victoria en sus llamas, as que Stannis piensa lanzarse
a la conquista auncon las cifras en contra. Si esa mujer se sale
con la suya, me temo que todos veremos loque vio Caramanchada...:
el fondo del mar. Cressen se meti las manos en las mangas como para
calentrselas. Sus dedosrozaron los bultitos duros de los cristales
en la lana. Lord Stannis. Stannis, que estaba hablando con la mujer
roja, se volvi; pero la que replic fueLady Selyse. Nada de lord.
Alteza, si no os importa. Est viejo, su mente desvara le dijo el
rey con tono seco. Qu queris,Cressen? Si tenis intencin de haceros
a la mar, es imprescindible que hagis causacomn con Lord Stark y
Lady Arryn... No voy a hacer causa comn con nadie replic Stannis
Baratheon. Igual que la luz no hace causa comn con la oscuridad
aadi Lady Selysetomndole la mano. Stannis asinti. Los Stark quieren
robarme la mitad de mi reino, igual que los Lannister me han
22
23. robado el trono, y mi querido hermano me ha robado las
espadas y las fortalezas que mecorresponden por derecho. Todos son
usurpadores, todos son mis enemigos. Lo he perdido, pens Cressen,
desesperado. Si pudiera acercarse a Melisandresin que lo
advirtieran... Lo nico que necesitaba era estar un instante al lado
de su copa. Sois el heredero legtimo de vuestro hermano Robert dijo
a la desesperada,el verdadero seor de los Siete Reinos y rey de los
ndalos, los rhoynar y los primeroshombres, pero no podris triunfar
si no contis con aliados. Tiene un aliado dijo Lady Selyse. Rhllor,
el Seor de la Luz, el Coraznde Fuego, el Dios de la Llama y la
Sombra. Los dioses no son aliados de confianza insisti el anciano,
y se enconcreto no tiene ningn poder aqu. Eso creis? El rub del
cuello de Melisandre reflej la luz cuando volvi lacabeza hacia
Cressen, y durante un instante al anciano le pareci que brillaba
tantocomo el cometa. Si pensis seguir diciendo tonteras, deberais
poneros de nuevovuestra corona, maestre. S asinti Lady Selyse. El
yelmo de Manchas. Os sienta bien, viejo.Ponoslo de nuevo, yo os lo
mando. Bajo el mar nadie lleva sombrero dijo Caramanchada. Lo s, lo
s, je, je,je. Los ojos de Lord Stannis eran agujeros sombros bajo
el espeso ceo, mientrasmova la mandbula en silencio. Siempre
rechinaba los dientes cuando se enfadaba. Bufn gru al final, mi
seora esposa lo ordena. Dale tu yelmo a Cressen. No pens el anciano
maestre, ste no eres t, t no eres as, siempre fuistejusto; duro,
pero no cruel, jams, no entendas las burlas, igual que no entendas
la risa. Caramanchada se acerc bailoteando, haciendo resonar los
cencerros. El maestrese qued sentado, en silencio, mientras el bufn
le pona el cubo astado. Cressen inclinla cabeza bajo el peso. Los
cencerros sonaron. De ahora en adelante deberais dar los consejos
cantando dijo Lady Selyse. Ests yendo demasiado lejos, mujer replic
Lord Stannis. Es un anciano, yme ha servido bien. Y te servir hasta
el final, mi buen seor, mi pobre hijo solitario, pensCressen,
porque de repente haba visto la manera de hacerlo. La copa de Ser
Davosestaba ante l, todava medio llena de tinto agrio. Cogi un copo
de cristal de su manga,lo apret entre el ndice y el pulgar y
extendi la mano hacia la copa. Conmovimientos suaves, con destreza,
no puedo temblar, rez, y los dioses fueronbondadosos con l. En un
abrir y cerrar de ojos ya no tena nada entre los dedos. Hacaaos que
sus manos no eran tan firmes, ni sus movimientos tan fluidos. Davos
lo habavisto, pero nadie ms, de eso estaba seguro. Se levant con la
copa en la mano. Puede que s haya sido un estpido. Lady Melisandre,
queris compartirconmigo una copa de vino? En honor a vuestro dios,
vuestro Seor de la Luz. Unbrindis por su poder. Como queris dijo la
mujer roja, mirndolo atentamente. Senta que todos estaban
pendientes de ellos. Davos lo intent detener cuando sealejaba del
banco, le agarr la manga con los dedos que Lord Stannis le haba
mutilado. Qu estis haciendo? susurr. Lo que debo hacer respondi el
maestre Cressen. Por el bien del reino, ypor el alma de mi seor. Se
liber de la mano de Davos, no sin derramar una gota devino sobre la
alfombra. La mujer se reuni con l al pie de la mesa elevada. Todos
los ojos estabanclavados en ellos, pero Cressen slo vea los suyos.
Seda roja, ojos rojos, el rub rojo de 23
24. su garganta, labios rojos curvados en una sombra de sonrisa
cuando puso la mano sobrela suya, en torno a la copa. Tena la piel
caliente, febril. No es tarde, maestre, an podis derramar el vino.
No susurr l, ronco. No. Como queris. Melisandre de Asshai le cogi
la copa de las manos y bebiun largo trago. Cuando se la devolvi,
apenas si quedaba un sorbo de vino. Y ahora,vos. Le temblaban las
manos, pero se oblig a ser fuerte. Un maestre de la Ciudadelano
deba tener miedo. Sinti el sabor agrio del vino en la lengua. La
copa vaca se leescurri de entre las manos y se hizo aicos contra el
suelo. S tiene poder aqu, mi seor dijo la mujer. Y el fuego
purifica. El rub de su garganta brillaba, rojo. Cressen trat de
responder, pero las palabras se le atravesaron en la garganta. Seoy
un silbido agudo, espantoso, cuando intent tomar aire. Unos dedos
de hierro se lecerraron en torno al cuello. Mientras caa de
rodillas, sacudi la cabeza una vez ms: lanegaba a ella, negaba su
poder, negaba su magia, negaba a su dios. Los cencerros de susastas
tintineaban y parecan decir: bufn, bufn, bufn, mientras la mujer
roja lomiraba desde arriba con conmiseracin, y las llamas de las
velas danzaban en sus ojosrojos rojos rojos. 24
25. ARYAEn Invernalia la haban llamado Arya Caracaballo, y en
aquellos tiempos pensaba queno haba nada peor, pero eso era antes
de que el hurfano Lommy Manosverdes lepusiera el mote de Chichones.
La verdad era que, al tocarse la cabeza, se la notaba llena de
bultos. CuandoYoren la haba arrastrado a aquel callejn, pens que
iba a matarla, pero el agrioanciano se limit a agarrarla con fuerza
mientras le cortaba con la daga los mechones decabellos revueltos y
apelmazados. Recordaba cmo la brisa se haba llevado lospuados de
pelo castao sucio, rodando por las piedras del pavimento, hacia el
septdonde acababa de morir su padre. Voy a llevarme a unos cuantos
hombres y muchachos de la ciudad gruYoren mientras el acero afilado
le araaba la cabeza. No te muevas, chico. Cuando termin, apenas si
le quedaban unos mechones desiguales en el cuerocabelludo. Le dijo
que, desde aquel momento y hasta que llegara a Invernalia, iba a
ser Arry,un muchacho hurfano. No costar mucho salir por la puerta
de la ciudad, pero el camino ser otra cosa.El trayecto es largo, y
la compaa poco grata. Esta vez tengo a treinta hombres ychicos,
todos van destinados al Muro, y no creas que se parecen en nada a
tu hermanobastardo. La sacudi por los hombros. Lord Eddard me dej
elegir lo que quisierade las mazmorras, y no encontr ningn joven
seor. De este grupo, la mitad teentregaran a la reina en menos de
lo que se tarda en escupir, a cambio del indulto y talvez unas
monedas de plata. La otra mitad hara lo mismo, slo que antes te
violaran.As que no hables con nadie, y mea siempre entre los
rboles, cuando ests a solas. Esova a ser lo ms difcil, lo de mear,
as que bebe lo imprescindible. Tal como haba dicho, no les cost
nada salir de Desembarco del Rey. Losguardias Lannister que
vigilaban la puerta detenan a todo el mundo, pero Yoren llam auno
por su nombre y les hicieron gestos para que pasaran con sus
carromatos. Nadie sefij en Arya. Estaban buscando a una nia noble,
hija de la Mano del Rey, no a unmuchachito flaco con el pelo mal
cortado. Arya no volvi la vista atrs. Deseaba contodas sus fuerzas
que el Aguasnegras subiera y barriera toda la ciudad, desde el
Lechode Pulgas a la Fortaleza Roja y el Gran Sept, todo, y tambin a
todos, sobre todo alprncipe Joffrey y a su madre. Pero saba que no
sera as, y adems Sansa segua dentrode la ciudad y tambin la barrera
a ella. Al recordarla, Arya se lo pens mejor y cambisu deseo por el
de llegar a Invernalia. Yoren se haba equivocado en cuanto a lo de
mear. Eso no era lo ms difcil. Loms difcil eran Lommy Manosverdes y
Pastel Caliente, los dos hurfanos. Yoren loshaba captado en las
calles, prometindoles comida para las barrigas y zapatos para
lospies. A los dems los haba sacado de las mazmorras. La Guardia
necesita hombres buenos les dijo mientras salan, pero tendrque
conformarse con vosotros. Yoren tambin haba recogido hombres
adultos de las mazmorras: ladrones,cazadores furtivos, violadores y
tipos as. Los peores eran los tres que haba encontradoen las celdas
negras. Le deban de dar miedo incluso a l, porque los tena en la
parte de 25
26. atrs de un carromato, con grilletes en las manos y en los
pies, y juraba que iran ashasta el Muro. Uno de ellos no tena
nariz, slo un agujero en la cara, porque se lahaban cortado; y el
gordo calvo de los dientes puntiagudos y las llagas supurantes
enlas mejillas tena unos ojos que no parecan humanos. Cuando
salieron de Desembarco del Rey llevaban cinco carromatos, cargados
consuministros para el Muro: pieles y hatos de ropa, lingotes de
hierro sin refinar, una jaulade cuervos, libros, papel y tinta, un
fardo de hojamarga, tinajas de aceite y cofrecitos demedicinas y
especias. De los carros tiraban dos yuntas de caballos de tiro, y
Yoren habacomprado dos corceles y media docena de asnos para los
chicos. A Arya le habragustado ms un caballo de verdad, pero ir a
lomos de un asno era preferible a viajar enun carromato. Los
hombres no le prestaban atencin. En cambio, con los chicos no tena
tantasuerte. Era dos aos ms pequea que el hurfano ms joven, y
encima mucho msmenuda y delgada. Lommy y Pastel Caliente
interpretaron su silencio como seal deque tena miedo, o era
estpida, o sorda. Mira qu espada tiene Chichones dijo Lommy una
maana, durante la lentamarcha entre bosquecillos y trigales. Haba
sido aprendiz de tintorero antes de que loatraparan robando, y tena
manchas verdes en los brazos hasta el codo. Cuando se rea,rebuznaba
como los asnos que los transportaban. De dnde habr sacado una
espadauna rata de estercolero como Chichones? Arya se mordi un
labio, hosca. Vea la parte trasera de la descolorida capa deYoren
ante los carromatos, pero estaba decidida a no pedirle ayuda. A lo
mejor es un pequeo escudero seal Pastel Caliente. Su madre habasido
panadera antes de morir, y el chico empujaba el carrito por las
calles todo el da,gritando: Pasteles calientes! Pasteles
calientes!. Eso, debe de ser el escudero dealgn seor, seguro. Qu va
a ser un escudero, fjate bien. Y seguro que la espada no es de
verdad.Debe de ser de juguete, de latn. Es acero forjado en
castillo, imbciles les espet Arya al tiempo que sevolva en la silla
para mirarlos. Se indignaba cada vez que alguien se burlaba
deAguja. Y ms os vale cerrar la boca. Los dos hurfanos se
desternillaron de risa. Y de dnde has sacado semejante espada,
Chicharrones? quiso saber PastelCaliente. Chichones lo corrigi
Lommy. Seguro que la ha robado. Es mentira! grit ella. Aguja haba
sido un regalo de Jon Nieve. Tena queaguantar que la llamaran
Chichones, pero no permitira que dijeran que Jon era unladrn. Pues
si la ha robado, nosotros se la podemos quitar dijo Pastel
Caliente.Como no es suya... A m me ira muy bien una espada as.
Venga lo alent Lommy. Qutasela, a que no te atreves. Chicharrones,
dame esa espada. dijo Pastel Caliente, clavando los talones asu
asno para acercarse ms. Tena el pelo color paja, y el rostro
regordete quemado porel sol y despellejado. T no sabes manejarla. S
s podra haberle respondido Arya. Mat a un chico, un chico gordo
igualque t, le clav la espada en la barriga y se muri, y a ti
tambin te voy a matar como nome dejes en paz. Pero no se atrevi.
Yoren no saba lo del mozo de cuadras, y tenamiedo de que se
enterase, no saba cmo reaccionara. Estaba segura de que algunos
delos otros hombres tambin eran asesinos, los tres que iban
cargados de cadenas sin duda,pero a ellos no los persegua la reina,
as que no era lo mismo. 26
27. Mira qu cara pone rebuzn Lommy Manosverdes. Se va a echar a
llorar.Vas a llorar, Chichones? La noche anterior haba llorado en
sueos, pensando en su padre. Por la maanase haba despertado con los
ojos enrojecidos y secos. No habra podido derramar unalgrima ms
aunque le fuera la vida en ello. Se va a mear en los pantalones
dijo Pastel Caliente. Dejadlo en paz dijo el muchacho del pelo
negro enmaraado que cabalgabatras ellos. Lommy lo haba apodado el
Toro por el yelmo con cuernos que tena y pulaconstantemente, aunque
nunca llegaba a ponrselo. Del Toro no se atreva a burlarse.Era
mayor, corpulento para su edad, con pecho amplio y brazos
musculosos. Ms te valdra darle la espada a Pastel Caliente, Arry
dijo Lommy. Letiene muchas ganas. Sabas que mat a un chico a
patadas? Pues a ti te puede hacer lomismo. Lo tir al suelo y le di
de patadas en los huevos, y segu dndole de patadashasta que lo mat
se vanaglori Pastel Caliente. Lo hice migas. Tena los
huevosdestrozados, llenos de sangre, y la polla toda negra. As que
dame la espada. Te puedo dar sta dijo Arya, por no pelear, sacando
del cinturn la espada deentrenamiento. Eso no es ms que un palo
dijo Pastel Caliente. Se acerc a lomos del asno ytendi la mano
hacia la empuadura de Aguja. La espada de madera de Arya silb en el
aire y fue a estrellarse contra los cuartostraseros del asno del
muchacho. El animal rebuzn y corcove, tirando a Pastel Calienteal
suelo. Ella se baj de un salto de su montura y lo pinch en la
barriga cuandointentaba sentarse, con lo que volvi a caer sentado,
con un gruido. El siguiente golpefue de plano, a la cara, y su
nariz cruji como una rama que se rompiera. Le empez asangrar.
Pastel Caliente chill, y Arya se volvi hacia Lommy Manosverdes, que
seguaa lomos de su asno, boquiabierto. T tambin quieres probar la
espada? le grit. Por lo visto no quera, porque se puso las manos
teidas de verde ante la cara y legrit que lo dejara en paz. Detrs
de ti! grit el Toro. Arya se volvi. Pastel Caliente estaba de
rodillas, con una piedra grande en lamano. Dej que se la tirase y
apart la cabeza para que pasara de largo. Luego, caysobre l. El
muchacho alz una mano, y ella se la golpe, luego lo golpe en la
mejilla yen la rodilla. Intent agarrarla, pero Arya danz hacia un
lado y le asest un golpe en lanuca. El muchacho cay, se levant y se
abalanz hacia ella a trompicones, con la cararojiza llena de tierra
y de sangre. Arya adopt una posicin de danzarina del agua yesper.
Cuando lo tuvo a la distancia adecuada, le lanz una estocada entre
las piernas,con tanta fuerza que si la espada de madera hubiera
tenido punta le habra salido por lasnalgas. Cuando Yoren consigui
apartarla del muchacho, Pastel Caliente estabadespatarrado en el
suelo, con los calzones sucios y hediondos, sollozando,
mientrasArya lo golpeaba una y otra vez. Basta! rugi el hermano
negro al tiempo que le arrancaba la espada demadera de entre los
dedos. Es que quieres matar a este imbcil? Lommy y algunosde los
otros empezaron a chillar, y el viejo se volvi tambin hacia ellos.
Si no cerrislas bocas os las voy a cerrar yo. Como esto se repita
os atar a la parte de atrs de loscarromatos y os llevar al Muro a
rastras. Escupi al suelo. Eso va sobre todo porti, Arry. Ven
conmigo, chico. Ahora mismo. 27
28. Todos la estaban mirando, hasta los tres que iban esposados
y encadenados en elcarromato. El gordo rechin los dientes
puntiagudos y sise en direccin a ella, peroArya no le hizo caso. El
viejo la arrastr lejos del camino, hasta un grupo de rboles, sin
dejar demurmurar y maldecir entre dientes. Si tuviera un pice de
sentido comn te habra dejado en Desembarco del Rey.Me oyes, chico?
Aquella palabra siempre la pronunciaba como un ladrido, como
unlatigazo, tal vez para estar seguro de que la oa bien. Destate
los calzones ybjatelos. Venga, aqu no te ve nadie. Arya obedeci de
mala gana. Ponte ah,contra ese roble. Eso, as. Se abraz al tronco y
apret la cara contra la maderaspera. Ahora vas a gritar. Y mucho.
No gritar, pens Arya, testaruda. Pero cuando la espada de madera en
manosde Yoren se estrell contra la parte trasera de sus muslos
desnudos, no pudo contener unaullido. Crees que eso te ha dolido?
dijo l. Pues vers esto. La madera silb denuevo. Arya volvi a gritar
y tuvo que aferrarse al rbol para no caer. Uno ms. Seagarr con
fuerza, se mordi el labio, entrecerr los ojos al or el silbido. El
golpe lahizo saltar y gritar. No voy a llorar pens. No llorar. Soy
una Stark de Invernalia,nuestro blasn es el lobo huargo, los lobos
huargos no lloran. Sinti que un hilillo desangre le corra por la
pierna izquierda. Notaba las nalgas y los muslos ardiendo.Puedo
contar con que ahora me prestars atencin? pregunt Yoren. La
prximavez que golpees con ese palo a uno de tus hermanos, recibirs
el doble de lo que des,entendido? Venga, vstete. No son mis
hermanos, pens Arya al tiempo que se suba los calzones. Perosaba
que no deba decirlo en voz alta. Consigui atarse la lazada y
abrocharse elcinturn. Te duele? Yoren la miraba atentamente.
Tranquila como las aguas en calma, se dijo, tal como le haba
enseado SyrioForel. Un poco. Al chico de los pasteles le duele
mucho ms. l escupi al suelo. No fue lquien mat a tu padre, nia, ni
tampoco Lommy, ese ladronzuelo. Por mucho que losgolpees no le
devolvers la vida. Lo s murmur Arya, hosca. Pues te voy a decir
algo que no sabes. Las cosas no tenan que haber sido comofueron. Yo
iba a marcharme ya, haba comprado los carromatos y los tena
cargados,cuando un hombre vino a traerme un chico, una bolsa de
monedas y un mensaje. Noimporta de quin era el mensaje. Me dijo que
Lord Eddard iba a vestir el negro, queesperase, que iba a venir
conmigo. Por qu te crees que estaba en la plaza? Pero algo setorci.
Joffrey mascull Arya. Alguien debera matarlo a l! Alguien lo matar,
pero no ser yo, ni t tampoco. Yoren le devolvi laespada de madera.
En los carromatos hay algo de hojamarga le dijo mientrasvolvan
hacia el camino. Mastica un poco, te aliviar el escozor. La alivi
un poco, aunque tena un sabor repugnante y haca que su
salivapareciera sangre. Aun as, tuvo que ir caminando el resto del
da, y tambin el dasiguiente y al otro, los muslos en carne viva le
impedan montar. Pastel Caliente estababastante peor. Yoren tuvo que
mover unos barriles para que pudiera ir tumbado en laparte trasera
de un carromato, sobre unos sacos de centeno. Gimoteaba cada vez
que lasruedas pasaban sobre una piedra. Lommy Manosverdes no estaba
herido, pero 28
29. procuraba mantener la mxima distancia posible entre Arya y
l. Cada vez que lo miras le dan retortijones le dijo el Toro,
cuando pascaminando junto a su asno. Ella no respondi. Le pareca ms
seguro no hablar con nadie. Aquella noche, tumbada en su fina manta
sobre el suelo duro, contempl el grancometa rojo. El cometa era
esplndido y aterrador a la vez. El Toro lo llamaba la EspadaRoja,
deca que pareca una espada recin salida de la forja, con la hoja
todava al rojovivo. Si entrecerraba los ojos a Arya tambin le
pareca una espada, pero no una espadanueva: era Hielo, el espadn de
su padre, de ondulante acero valyrio, y el color rojo selo daba la
sangre de Lord Eddard despus de que Ser Ilyn, la Justicia del Rey,
le cortarala cabeza. Yoren le haba hecho apartar la vista en el
momento preciso, pero tena lacerteza de que Hielo haba tenido el
mismo aspecto que el cometa. Cuando por fin consigui dormirse, so
con su hogar. El camino real pasabacerca de Invernalia antes de
proseguir hacia el Muro, y Yoren haba prometido que ladejara all,
sin que el resto del grupo se enterase nunca de quin haba viajado
con ellos.Anhelaba volver a ver a su madre, y a Robb, y a Bran, y a
Rickon... pero en quien mspensaba era en Jon Nieve. Le habra
gustado que el Muro estuviera antes que Invernalia,para que Jon le
revolviera el pelo y la llamara hermanita. Ella le dira: Te echaba
demenos, y l tambin, al mismo tiempo, igual que antes, cuando
siempre decan lascosas a la vez. Le habra gustado mucho. Le habra
gustado ms que nada en el mundo. 29
30. SANSAEl da del nombre del rey Joffrey amaneci claro y con
viento, la larga cola del grancometa se vea perfectamente entre las
nubes pasajeras. Sansa lo estaba observandodesde la ventana de su
torre cuando Ser Arys Oakheart lleg para acompaarla adondeiba a
tener lugar el torneo. Qu creis que significa? le pregunt. Gloria a
vuestro prometido respondi Ser Arys al instante. Ved cmo susllamas
surcan el cielo hoy, en el da del nombre de Su Alteza, como si los
propiosdioses alzaran un estandarte en su honor. El pueblo ya lo ha
denominado el Cometa delRey Joffrey. No le caba duda de que eso era
lo que le haban dicho a Joffrey; Sansa no estabatan segura. He odo
hablar a los criados, lo llaman la Cola del Dragn. El rey Joffrey
se sienta en el trono que fue de Aegon el Dragn, en el castilloque
construy su hijo dijo Ser Arys. Es el heredero del dragn, y el
escarlata es elcolor de la Casa Lannister, ah tenis otra seal. Este
cometa nos ha sido enviado comoheraldo del ascenso de Joffrey al
trono. Significa que triunfar sobre sus enemigos. Ser verdad? se
pregunt. Pueden los dioses ser tan crueles? Su madreera uno de los
enemigos de Joffrey; y su hermano Robb, otro. Su padre haba
muertopor orden del rey. Acaso Robb y su seora madre iban a morir
tambin? El cometa erarojo, cierto, pero Joffrey era tan Baratheon
como Lannister, y el blasn de los Bar