MARÍA JESÚS CORRALES GIBRALTAR.- Por segundo día, la ciudad ayer amanecía otra vez triste. A muy primera hora de la mañana, los gibraltare- ños conocían la noticia del fa- llecimiento de Salomon Seruya (1926 - 31 de marzo de 2015), diplomático y comerciante gi- braltareño israelí, que fue mu- cho más que un político o un empresario. Seruya represen- ta el símbolo de la cooperación entre los dos lados de la Ver- ja, la defensa del bilingüismo y gozaba de un gran respeto en- tre la comunidad gibraltareña, la hebrea y también en España, en la comarca del Campo de Gi- braltar, a la que estaba estre- chamente unido. Siempre abogó por el entendimiento y defendió el diálogo para derribar los mu- ros de incomprensión que en- quistan el eterno contencioso. El político y empresario gi- braltareño falleció en la ma- drugada de ayer en el Hospital de San Bernardo de Gibraltar, en el que había sido ingresado hacía varios días por un agra- vamiento de su estado de salud. La calidad de vida de Seru- ya, de 89 años, había empeora- do sensiblemente desde hacía dos años, cuando tuvo una re- caída que apenas le permitía salir de casa y limitaba la in- tensa actividad política, empre- sarial y social que había man- tenido durante toda su vida. La noticia causó un gran pe- sar entre toda la comunidad he- brea, que se mostró consterna- da al saberlo, así como entre su familia y sus empleados. Todas las tiendas de la empresa en la céntrica Calle Real aparecían ayer cerradas en señal de duelo y su sepelio tuvo lugar pasadas las seis de la tarde de ayer en el cementerio hebreo de Gibral- tar. Su amiga Ana María Olme- do aseguró ayer sentirse “muy triste” al conocer la noticia del fallecimiento. Numerosas personalidades de la sociedad y la empresa de Gibraltar y la comarca se des- plazaron hasta el cementerio hebreo del Peñón para darle su último adiós a Salomon Seruya. El Gobierno de Gibraltar en- vió sus condolencias al conocer la noticia. El ministro principal, Fabian Picardo, ofreció su pésa- me a la familia Seruya en nom- bre del pueblo gibraltareño. Y declaró que “no cabe duda de que Gibraltar ha perdido una de sus personalidades más im- portantes, un experimentado estadista que siempre se mos- traba dispuesto a ofrecer sa- bios consejos en confianza, que acompañaba de un encanto y una sonrisa cautivantes”. Picar- do añadió que “lo echaremos de menos y la comunidad lo recor- dará por muchos años”. Sin duda, la labor diplomá- tica de Seruya fue más allá de plantear el diálogo como la úni- ca forma de mejorar las rela- ciones entre ambos lados de la Verja. Su relación con las socie- dades de Gibraltar y su Cam- po era de una intensidad que le hacían no solo ser una perso- na respetada, sino muy querida tanto en Gibraltar como en La Línea y el resto de la comarca. ‘Sol’, como le llamaban ca- riñosamente en el Peñón, fue miembro del órgano predecesor del Parlamento gibraltareño en los sesenta y por este motivo, Picardo solicitará en la reunión de la Cámara esta tarde un mi- nuto de silencio en honor a su memoria. Las banderas de Gi- braltar ondearon ayer a media asta en señal de duelo. El Ayuntamiento linense ca- lificó como “muy triste” la pér- dida de una persona “implica- da y arraigada en la sociedad linense”, según declaró la al- caldesa, Gemma Araujo. “De él -dijo- recordaremos siempre su trabajo por las buenas relacio- nes entre nuestra ciudad y Gi- braltar y su carácter solidario y humano ayudando a muchos colectivos”. La regidora linen- se manifestó que “sentimos un gran vacío por la pérdida de un amigo implicado con nuestra zona”. Araujo recordó de él su perspectiva como observador internacional y “por tener claro que La Línea es una víctima de la constante falta de acuerdos entre Gibraltar y Madrid”. Por su parte, el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landa- luce, también mostró el pesar municipal por el fallecimien- to de Seruya, de quien desta- có que “se caracterizó por ser tolerante, dialogante y buscar el entendimiento entre las par- tes implicadas en el conflicto de Gibraltar”. “Representó la voluntad de diálogo y entendi- miento, y antepuso el compo- nente humano a los intereses partidistas, por lo que se tra- ta de una gran pérdida para el conjunto de la comarca”, asegu- ró Landaluce. (continúa en página 8) Salomon Seruya nació en Gibraltar en 1926 en el seno de una familia de comerciantes sefardíes que había llegado a Gibraltar hace más de dos siglos desde la ciudad de Tetuán. Empezó su carrera política muy joven en la Asociación gibraltareña de Defensa de los Derechos Civiles (AACR, por sus siglas en inglés). En 1956 entró en el Consejo Legislativo de Gibraltar, como candidato indepen- diente, y fue ministro de Turismo y Puerto bajo la administración de Sir Josha Hassan. En 1969 emigró a Israel con su familia y vivió en Jerusalén hasta 1983, donde trabajó en el United Israel Appeal, una institu- ción judía de unión con las comunidades hebreas de Norte América. Allí forjó amistad con el líder del Partido Laborista, Shimon Peres. Se incorporó al parti- do y, al cabo de un tiempo, fue nombrado Embajador de Israel en Filipinas. En 1981 regresó a Gibraltar para encargarse de los negocios familiares, aunque mantenía estrechos lazos con Jerusalén, donde reside una hija suya. Cuando la democracia llegó a España, tras la muerte del General Franco, nacieron las rela- ciones diplomáticas entre España e Israel y Seruya llegó a ser uno de los candidatos mejor posicio- nados para ocupar el cargo de Embajador de Israel en España. Sin embargo, finalmente no obtuvo este nombramiento y volvió a Gibraltar. El político y empresario gibraltareño re- cibió en 2008 la Gran Cruz del Mérito Civil española de manos del exministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, “por sus insistentes llamadas al diálogo para solucionar el estatus de Gibraltar y por su trabajo en la defensa de los intereses de las comuni- dades sefardíes en todo el mundo. También poseía la Orden del Imperio Britá- nico y la Placa de Oro de la Provincia de Cádiz. Tras desempeñar el cargo de Presidente de la Cámara de Comercio, Seruya se retiró de la vida pública, aunque no totalmente, puesto que con frecuencia participó en conferencias tanto en Gi- braltar como en España y a través de artículos y cartas a la prensa. Una biografía más completa de Seruya reflejaría la vida plena que disfrutó junto con su amada esposa, Frances, quien falleció antes que él, sus hijas Dona, Susan y Lillian, y sus muchos nietos. Un político reconocido por la cooperación y la defensa de las comunidades sefardíes Las banderas del Peñón ondearon ayer a media asta y personalidades de ambos lados de la Verja asistieron al sepelio del diplomático, que falleció a los 89 años Gibraltareños y españoles lloran la muerte de Seruya Salomon Seruya, recibiendo la Cruz del Mérito Civil en el Ministerio de Asuntos Exteriores español . / FOTO MAEC • ADIÓS A SALOMON SERUYA 7 LA VERDAD DEL CAMPO DE GIBRALTAR · MIÉRCOLES, 1 DE ABRIL DE 2015 GIBRALTAR