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111.El asesino de Ataúlfo en Humanitas. In honorem A. Fontán, Madrid 1992, pp. 297-302.

Jan 18, 2023

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Albert Cama
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Page 1: 111.El asesino de Ataúlfo en Humanitas. In honorem A. Fontán, Madrid 1992, pp. 297-302.

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EL ASESINO DE ATAÚLFO

Sobre la muerte de Ataúlfo tenemos tres distintas versiones principales atravésde Olimpiodoro, Idacio y Jordanes, además de otros historiadores, quepresentan entre sí una serie de discordancias notables, así como unas motiva-cionesque ocultan o disimulan en cierta manera la razón profunda de esteasesinatopolítico 1: el filorromanismo de Ataúlfo convencido ya de que la Go-tia no iba a sustituir a la Romania, como nos cuenta Orosio 2, que oyó elrelatode niño, cuando un amigo del propio Ataúlfo lo refería a san Jerónimo.

Ni que decirse tiene que su matrimonio con Gala Placidia, hija de Teodo-sio, debió de jugar un papel importante en esta posición filoromana 3. Pense-mos, además, que muy posiblemente su asesinato aconteció en Barcelona y queallímismo Gala había dado a luz un hijo muerto a los pocos días al que habíanimpuesto por nombre Teodosio, indicio nada desdeñable de la actitud de Ataúl-fo 4.

1 Cf., por ejemplo, España visigoda (414-711 de J. C.), en Historia de España, dir. por R.MENÉNDEZPIDAL, vol. HI, Madrid, 1940, págs. 55-57; J. ORLANDIS, El poder real y la sucesiánal trono de la monarquía visigoda. Estudios visigáticos Ill, Cuadernos del Instituto Jurídico Espa-ñol, 16, Roma-Madrid, 1962, págs. 61-62; E. A. 'fHOMPSON, «The Visigoths from Fritigern toEuri~», Historia 12 (1963), págs. 105-126, esp. pág. 115; J. ORLANDIS, Época visigoda (409-711),en Historia de España, coord, por A. MONTENEGRO, vol. ¡V, Madrid, 1987, pág. 28; Id., Historiadel reino visigodo español, Madrid, 1988, pág. 27; P. D. KING, Law and Society in the VisigothicKingdom, Cambridge, 1972, pág. 2; L. A. GARCÍA MORENO, Historia de la España visigoda, Ma-drid, 1986, págs. 36-37, pone la cuestión como ejemplo de la lucha política entre los linajes deBaltos y Rosmones con su consiguiente carga ideológica.

2 OROS., 7,43,4-6, citamos por la edición de A. LIPPOLD, Orosio. Le Storie contro i Pagani,Verona, 1976, vol. H, págs. 398-399. Sobre este concepto, cf. la abundante bibliografía recogidapor B. SAlTA, Societñ e potere nella Spagna visigotica, Catania, 1987, págs. 19-21, nota 25.

J OROS., 7, 43, 7, Ob hoc abstinere bello, ob hoc inhiare paci nitebatur, praecipue Placidiaeuxoris suae, feminae sane ingenio acerrimae et religione satis probae, ad omnia bonarum ordina-tionum opera persuasu et consilio temperatus, ed. LIPPOLD, pág. 400.

4 Olymp., frag. 26, conservamos la numeración de los fragmentos establecida en la ediciónde MULLER, Fragmenta Historicorum Graecorum, vol. IV, París, 1%8, pero citamos por la ediciónde R. HENRY, Photius. Bibtiothéque, vol. 1, París, 1959; hemos tenido a la vista también L. DIN-DORF, Historici Graeci Minores, vol. 1, Leipzig, 1870, págs. 450-472. Sobre Teodosio, hijo de

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M. MAYER

El testimonio más extenso lo debemos a la obra histórica de Olimpiodorode Tebas -iO"COP1KOi A.ÓyOl K 13' -, cuyos veintidós libros comprendían desdeel séptimo consulado de Honorio, año 407, a la proclamación de Valentiniano,año 425.

Olimpiodoro es contemporáneo de los hechos, que conoce bien, y el resu-men que de su obra nos da la biblioteca de Focio es la fuente principal deconocimiento que tenemos para sus fragmentos, además de Zósimo y de Solo-meno. El texto que nos interesa es el siguiente 5:

Elru clVUlPEltUl Kui ' AOuoül..qlOe;, ek; bmlÍPllalV trov olxeícov i1t1toov, cl>~delatO UUté!>, Olutpíf}rov ~v té!> Í1t1troVl. ' AVUlPEl OE UUtOV EÍe; trov OiKEÍCilvI'órfkov ~oúf}lOe; tOÚVOI1U, EXepUV 7tUI..UUIV KUlPOqlUI..UKlÍaUe;· 7tUI..Ul yap ~v6 tOÚtOU OEa7tÓtlle;, 110ípUe; rOtelKiie; p11l;, U7tO ' AOuoúl..qlOU clV1JPllJ.1ÉVO~,~I; oú xui tOV ~OÚf}lOV I..uf}rov ' AOuoül..qlOe; <!>KElo)aUto' 6 OE té!> 7tpcí:rtepOEa7tÓt'IJ cll1ÚVroV tOV OEÚtEPOV olEXPlÍauto.

La segunda fuente, en orden de importancia, es Jordanes, quien escribiósus Getica en el decenio de los cincuenta del siglo VI, utilizando, entre otrasfuentes, la perdida Historia Gática de Casiodoro 6, considerándose él mismopropiamente un godo. El texto que nos conserva este historiador sobre los he-

_chos que aquí nos interesan difiere en gran medida del testimonio deOlimpiodoro 7:

confirmato ergo Gothus regno in Gallis Spanorum eas coepit dolere, eos-que deliberans a Vandalorum incursibus eripere, suas opes Barcilone curn cer-tis fidelibus derelictas plebeque inbelle, interiores Spanias introibit, ubi saepecum Vandalis decertans tertio anno, postquarn Gallias Spaniasque dornuisset,occubuit gladio ilia perforata Euervulfi, de cuius solitus erat ridere statura.

El tercer testimonio es del de Idacio. El texto del obispo gallego, en quecuenta el suceso, reza así 8:

Ataúlfo y Gala Placidia, cf. S. 1. OOST,Galla Placidia Augusta. A biographical Essay, Chicago,1968, págs. 134 y 219, nota 137; y especialmente, Id., «Some Problems in the History of GaIIaPlacídia», CPh 60 (1965), págs. 1-10, concretamente, 7, 8 y 10. Nos hemos ocupado recientementede la cuestión en el vol. I de la Historia de Barcelona publicada por el Ayuntamiento de Barcelonay coord. por J. SOBREQUÉS,a punto de aparecer.

5 OLYMP., frag. 26 = PHOT., 80, 57b, ed. HENRY, pág. 170.6 Cf. W. GOFFART,The Narrators o/ Barbarian History, Princeton, 1988, págs. 20-111. Puede

•verse, además, la reciente reedición de F. GIUNTA,Jordanes e la cultura dell'alto medioevo, Paler-mo, 1988, (La ed. 1952).

7 lORD., Get. 163, hemos utilizado la edición de T. MOMMSEN,Iordanis Romana et Getica,Monumenta Germaniae Historica (= MGH). Auctores antiquissimi 5, 1, Munich, 1982 (reimpr.de la ed. de Berlín, 1882), pág. 100. F. Giunta y A. Grillone nos han permitido consultar elmanuscrito de la edición que preparan utilizando el ms. de Palermo la cual aunque comportanumerosas variantes no presenta ningún elemento que suponga un cambio de interpretación alpasaje que estudiamos.

8 HYD., 60, cit. por la ed. de A. TRANOY,Hydace. Chronique, 2 vols., París, 1974, vol. 1,pág. 120, cf. el comentario en el vol. 11, págs. 48-49.

298

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2 vols., París, 1974, vol. 1,

EL ASESINO DE ATAÚLFO

Ataulfus, a patricio Constantio pulsatus, ut relicta Narbona Hispanias peteret,per quendam Gothum apud Barcilonam inter familiares fabulas iugulatur.

Escasa información nos proporcionan las dos versiones de Isidoro tomadasde Idacio 9. Casi nula es la que nos aporta Próspero 10;

Athaulfus a quodam suorum vulneratus interiit regnumque eius Wallia pe-remptis qui idem cupe re intellegebatur invasit.

Del mismo tipo es la noticia de la Chronica Gallica A.D.XI 11;

Occiso Ataulfo apud Barcinonam Valia regnat Gothis.

Más ambigua aún es la información de Filostorgio en su Historia Eclesiásti-ca 12;

Oú 1tOA.UeSEró uéoov, KUt 1tOA.A.UoPUIlUtOuP'Y1Íauc;, Él; 6pyijc; 'AouoüA.cpoc;Ú1tÓ rwoc t&v oixEÍc.ov ú1tOacpá.ttE'tul.

Orosio nos ofrece una información igualmente pobre pero con un valorinterpretativo histórico muy superior 13.

Cumque eidem paci petendae atque offerendae studiosissime insisteret, apudBarcinonam Hispaniae urbem dolo suorum, ut fertur, occisus est.

La discrepancia fundamental entre estos dos textos radica, no tanto en laubicación de la muerte,como en la identidad del asesino.

Jordanes sitúa el lugar del asesinato en una cierta ambigüedad, ya que hahechomención de internamiento de Ataúlfo en tierras de Hispania para lucharcon los vándalos, dejando en Barcelona tan solo una guarnición en Bárcino.

9 El testimonio de Isidoro de Sevilla depende de Idacio, tanto en su recensio brevior comoen la prolixior; cf. ISID., hist. Goth. 19: Athaulfus autem dum relictis Galliis Spanias peteret,a quodam suorum apud Barcinonam inter familiares fabu/as iugu/atur en la recensio pro/ixior,y qui dum a Constantio Romano patricio admoneretur, ut re/ictis Galliis Hispanias peteret, perquendam Gothum apud Barcilonem inter familiares fabulas iugu/atur, en la brevior; citamos porla ed. de T. MOMMSEN, Cronicarum minorum saec. IV, V, VI, VII, vol. 11, MGH auct. ant.Xl, Berlín, 1961 (reimpr. de la ed. de 1984), pág. 275. Una tradición apócrifa contenida en elcodexParisinus 6113, manuscrito del S. xm con fuentes que remontan al año 1000, según Momm-sen, indica: Hist. pseud-isidoriana 9: et accepit Bo/adiam sororem Honorii, cum qua ivit Barchino-nam, ubi a militibus suis percussus mortuus est sine liberis, cit. por la ed. de T. MOMMSENmencio-nada en esta misma nota, pág. 383.

lO Prosperi Tironis Epitoma Chronicon 1257, cit. por la ed. de T. MOMMSEN, Chronicorumminorum saec. IV, V, VI, VII, vol. 1, MGH auct. ant. IX, Berlín, 1961 (reimpr. de la de 1892),pág. 467.

11 Chronica Gallica A. DXI, 562, X, cit. por la ed. de T. MOMMSENde la nota anterior, pág. 655.12 PHlLOSTORGIUS, 12, 4, '86-90. Citamos por la ed. de la Patrologia Graeca de MIGNE, vol.

65, París, 1858, pág. 612.13 OROS, 7, 43, 8, ed. LIPPOLD, cit. en nota 2, pág. 400.

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M. MAYER

El hecho de que tertio anno postquam Gallias Hispaniasque domuisset, occu-buit gladio, parece indicarnos que el ubi saepe cum Vandalis decertans quedaya en la lejanía del tiempo y, por consiguiente, no hay dificultad alguna parasituar la muerte del caudillo godo en Barcelona.

Los testimonios son pues fácilmente conjugables, dado que los demás coin-ciden con la ubicación de la muerte en Bárcino.

La cuestión del nombre del asesino no es tan fácilmente resoluble. Olimpio-doro lo llama Aoú13to~y Jordanes Evervulfus 14. El problema, sin embargo,no nos parece insoluble, por el hecho de que Aoú13tO~no parece ser un nombregodo 15 y sí lo es Evervulfus. Hemos de preguntarnos, pues, de dónde surgeeste nombre extraño, La solución no puede ser más fácil y transparente: elAOÚ13lO~griego es la transliteración de una palabra latina y no gótica.

Olimpiodoro se sirvió evidentemente de una fuente latina que mencionabaque Ataulfo fue muerto por un dubius Gothus, es decir, un godo desconocidoo, en otra acepción, engañoso o de poco fiar 16. La fuente no debía indicarel nombre, que sí conocía, en cambio, Jordanes. O bien, simplemente, la tradi-ción genuina diría que el godo era dubius, es decir, indeterminado, como hace,por ejemplo, la tradición que tiene su inicio en Idacio 17. La ausencia del nom-bre y el adjetivo dubius debieron inducir a Olimpiodoro o ya a su propia fuentea tomar por nombre el adjetivo y transliterarlo como Aoú13to~.

Aceptado este hecho, la restitución que proponemos concilia todas las fuen-tes y permite una reconstrucción histórica más fiable, partiendo del principiode que Jordanes bebe de una fuente segura y no innova.

La muerte de Ataúlfo sería causada por uno de sus servidores que habíasido antes esclavo, o mejor, cliente -en el sentido germánico de dependencia-de Saro 18, que podría haber tenido por nombre Evervulfo, y que sería el du-bius Gothus de quien posiblemente el rey godo se burlaba a causa de su cortaestatura.

Con el asesinato de Ataúlfo, Evervulfo vengó a su patrono Saro y, al mis-mo tiempo, a sí mismo, constantemente objeto de burla por parte de su nuevoamo 19.

14 Estudios como el de S. 1. OOST, Galla Placidia Augusta ... , págs. 13 y 56, o bien el deV. SIRAOO, Galla Placidia e la Transformazione Politica dell'Occidente, Lovaina, 1961, págs. 168-169,reconstruyen sin problemas los hechos de la muerte de Ataulfo conciliando los testimonios enfavor de Olimpiodoro; aun así V. SIRAOO, cit., pág. 168, n. 2 indica: «ÓOÚ~to<; in Olimpiodoroibid. [frg. 26], ma in Giordane Get. 163; Evervulfi: forse lo stesso servo portava due nomi, unoromano e I'altro germanico?».

15 Mi colega J. FORTES, profesor de Lingüística Indoeuropea de la UAB me confirma queÓOÚ~to<; no parece un término gótico. Un Dubis aparece como hidrónimo en la Galia, RE, 1II,s. v. col. 1751 (lhm) y un Dubios como topónimo de Armenia, RE, I1I, s. v. col. 1951 (Baumgartner).

16 Sobre el valor de dubius cf. Th. L. L. V, s. V., cols. 2103-2127 (Bulhart), esp. cols. 2109-2112.17 HYD., 60, e ISID., hist. Goth. 19, cf. nota 9.11 Saro fue muerto por orden de Ataulfo, cf. RE, 11 A, s. v. «Sarus», col. 54 (Seeck). Los

testimonios son Olymp., frg. 17 y SoZOMENOS,9, 15, 3. Cf. además PLRE 11 s. v. Sarus págs. 978-979.19 OLYMP., frg. 26, ed. HENRY, citada en la nota 4, pág. 176.

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cols. 2109-2112.

~4 (Seeck). Los~ págs. 978-979.

EL ASESINO DE ATAÚLFO

Lascircunstancias de la muerte son igualmente conciliables, dado que, sal-vadoya el problema del lugar, éstas difieren poco entre sí, dado que, entreunavisita a las cuadras o las familiares fabulas, no podemos hallar otro factorcomúnque una referencia en último término, a la vida privada de Ataulfo.

La forma de muerte tampoco parece presentar diferencias insalvables pues-toque iugulatur en Idacio es un término ambiguo. Lo mismo es el avatp&i'tat

~ deOlimpiodoro. El anecdótico gladio ilia perforatus de Jordanes entra en co-rrespondenciacon el otro hecho anecdótico: de cuius solitus eral ridere statura,quepuede responder a una realidad o bien al interés manifiesto de Jordanesporla descripción física de sus personajes, con la que juega incluso corno causahistórica.Viene a abonar todavía más estas hipótesis el hecho de que el efímerosucesorde Ataúlfo sea Sigerico, hermano de Saro, que en su cortísimo reinado,mataa los hijos de Ataúlfo habidos de su matrimonio anterior y escarnecea Gala Placidia y otros rehenes, haciéndolos marchar ante su caballo hastaelduodécimo mili ario contado a partir de Bárcino. La reacción antirromanadeSigerico y la motivación política del asesinato es clara. Evervulfo, escuderodeSaro, es la mano ejecutora de Sigerico, en la línea de Saro, que se habíaenfrentado antes a Alarico y Ataúlfo.

En suma, desaparecido ~oÚ/3lOC;corno personaje, que cuenta con su artícu-lo en la RE 20, desaparece el problema de las discrepancias en la tradiciónhistóricade esta muerte que vio la Barcelona del año 415 y que celebró Cons-tantinopla el 24 de septiembre del mismo año con luces y gran regocijo 21.

M. MAYER

Universidad de Barcelona

lO Cf. RE, v, s.v. «Dubius», col. 1751 (Seeck), que remite a RE, 11, s.v. «Athaulfus», cols.1939-1941(Seeck), esp. col. 1941.

21 Chron. Pasch. 415, cito según la Patrologia Graeca de MIGNE,vol. 92, París, 1860, col. 788:

Kai aiJTlp -r<ilfVEI 1l11v\ropltlaíe¡> -rij npo KaA.avlliiiv 'OK-rWJ}pÍCilVI'lIlÉPl1 napaoKE\lÍj tllllMll6TJ

tlV1]pijo9m •A-raoü)..(pov J}áp~apov tv -roi<;livw IlÉpEOIVuno roü IlEonÓ'tou 'Ovoptou. Kai yEvOIlÉV1]<;

A.uxva1jlía<; -rij tl;ij<; InnlKOV ijx6TJ. w<; xni xouxñv &!oEA.9Eiv.

ADDENDUM

Nota 1:

Sobre Ataúlfo cf. J. R. MARTINDALE,The Prosopography 01 the Late Roman Empire (=PLREj,vol. 11 A. D. 395-527, Cambridge, 1980, s.v. Athaulfus, págs. 176-178.

Nota 2:

A. MARCHETTA,Orosio e Ataulfo nel/'ideologia dei rapporti romono-barbarici, Roma, 1987,esp. cap. I1, págs. 55-141.

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M. MAYER

Nota 3:

Cf', también M. A. NAGL,Galla Placidia, en Studien zur Geschichte und Kultur des Altertums,Paderborn, 1908, pág. 25, Y PLRE II, s. v. Theodosius, 5, pág. 1100.

Nota 4:

Esta posición había sido ya mantenida por O. SEEK, Geschichte des Untergangs der antikenWeit, vol. V, Berlín, 1913, cap. VI, págs. 391-415 y notas págs. 595-602. Recoge también la cues-tión A. MARCHEITA,op. cit., págs. 91-92, n. 80. A. H. M. JONES, The Later Roman Empire,284-602. A Social Economic and Administrative Survey, vol. 1, Oxford, 1964, pág. 188, sitúala muerte de Ataúlfo en Tárraco.

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