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Las cinco declinaciones. Las formas nominales del verbo
PRESENTACIÓN Y ENFOQUE METODOLÓGICO
ESQUEMA DE LA UNIDAD
Es prioritario asegurarse de que todos los alumnosreconocen las formas nominales que se encuentran en los textos, y esto depende de su capacidad de identificar las terminaciones. Además, es fundamentalque realicen el esfuerzo de memorizarlas. Habrá quededicar algún tiempo a la constatación práctica deldominio de la declinación. Con este objetivo resultará muy útil realizar ejercicios, análisis morfológico de lostextos de las traducciones y actividades de sintaxis. La propia declinación de los participios que se estudian en esta unidad servirá para repasar las tres primerasdeclinaciones.
El profesor deberá introducir el tema de las construccionescon formas nominales, pero sin insistir demasiado en ello porque esta unidad es simplemente un adelanto de lo que se estudiará el próximo curso.
Sobre la evolución etimológica de las consonantes enposición interior, aunque no es un cambio tan productivo
como otros, merece la pena detenerse lo más posible en la búsqueda de ejemplos tal como se plantea en las«Actividades», estimulando la participación de los alumnosque pueden usar el diccionario si es necesario.
El interés de las frases latinas, en este caso formasnominales, quizá sea menor por tratarse de expresiones de nivel culto.
En cuanto al texto de Salustio, después de analizarlomorfosintácticamente y traducirlo, convendría atender a los rasgos estilísticos típicos del autor, como se sugiereen las «Actividades» correspondientes. Es esta una buenaocasión para hacer ver al alumno el alto nivel literario de los grandes prosistas latinos y que comprenda el porqué de su inclusión en lugares de honor dentro de la historia de la literatura y de su influencia «magistral»en la aparición de la prosa literaria de las lenguasmodernas.
1. Recapitulación de las cinco declinaciones
2. Las formas nominales del verbo: participios e infinitivos activos
1. Construcciones de participio: participio concertado, participio absoluto
2. Uso nominal del infinitivo
MORFOLOGÍA
SINTAXIS
1. Etimología y derivación: las consonantes en sílaba interior
2. Expresiones latinas
LÉXICO
• «Costumbres de los antiguos romanos»: La conjuración de Catilina, Salustio.
• Comentario: La conjuración de Catilina, 10. La guerra de Yugurta, 41.
• Construcciones de participio: participio concertado, participio absoluto.
• Uso nominal del infinitivo.
3. Léxico
• Etimología y derivación: las consonantes sonoras en sílaba interior.
• Expresiones latinas.
4. Textos
• La conjuración de Catilina, Salustio.
• La conjuración de Catilina, 10, Salustio.
• La guerra de Yugurta, 41, Salustio.
1. Repasar las terminaciones de caso de cada una de las declinaciones latinas.
2. Conocer la formación de los participios de presente,pasado y futuro.
3. Aprender la formación de los infinitivos de presente,pasado y futuro.
4. Comprender las construcciones sintácticas de participioy de infinitivo.
5. Reconocer la evolución etimológica de las consonantessonoras latinas en posición intervocálica.
6. Identificar en la propia lengua expresiones latinas con forma nominal.
7. Adquirir la técnica de análisis y traducción de textos en latín de autores clásicos.
8. Conocer la historia de Roma a través de textos clásicos.
9. Adquirir la costumbre de plantearse la historicidad de personajes y episodios recogidos por historiadoresantiguos.
PROCEDIMIENTOS • Declinación de formas nominales de las cinco declinaciones.• Análisis morfológico y traducción de sustantivos y adjetivos de las cinco declinaciones.• Identificación de la declinación a partir de enunciados de diferentes temas.• Reconocimiento de los distintos temas de las cinco declinaciones.• Identificación de los elementos que forman los participios latinos.• Identificación de los elementos que forman los infinitivos latinos.• Análisis morfológico y traducción de los tres tipos de participios e infinitivos.• Traducción y análisis de las distintas construcciones de participio y de las construcciones
de infinitivo.• Comprensión de los cambios que se produjeron en las consonantes sonoras en posición
intervocálica.• Realización de las actividades de cada uno de los apartados.• Análisis y traducción de textos literarios en latín como medio para el conocimiento
de la lengua latina.
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ÍNDICE DE FICHAS
TÍTULO FICHA CATEGORÍA
Ficha ResumenGramática y sintaxisGrados del adjetivo
REFUERZO
Ficha 1GramáticaDeclinación. Adjetivos y participios
• Reconocer la declinación de diversas formas nominales a partir del enunciado.
• Analizar y traducir palabras de las cinco declinacioneslatinas.
• Aprender la formación de los participios latinos.
• Asimilar la formación de los infinitivos latinos.
• Conocer las diferentes construcciones sintácticas de participios e infinitivos.
• Identificar los cambios etimológicos de las consonantessonoras latinas en posición intervocálica.
• Analizar y traducir textos en latín de autores clásicos.
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
ACTITUDES • Curiosidad por conocer las características morfosintácticas de la lengua latina.
• Interés por mejorar en el análisis morfosintáctico general ya que constituye un principiosustancial en la profundización de cualquier lengua.
• Afán por identificar los cambios y la evolución que ha experimentado nuestra lengua a partir del latín.
• Motivación por profundizar en el conocimiento y por mejorar el uso de la propia lengua.
• Interés por el proceso de análisis y traducción de textos latinos clásicos.
• Valorar la ayuda que puede suponer el estudio de la lengua latina para el mejorconocimiento del castellano (sintaxis, vocabulario, ortografía incluso).
Se forma con el tema del adjetivo + la desinencia -IOR, -IUS. Se declina por la tercera declinación, como un tema en consonante. Ejemplo: altus, a, um � comparativo altior, altius.
Sintaxis: El segundo término de la comparación se puede expresar de dos maneras:
a) adverbio quam y en el mismo caso que el primer término. Ejemplo: Petrus est altior quam Antonius.
Suj. (1.º térm.) (2.º térm. = 1.º)
b) sin quam, el segundo término se expresa en ablativo. Ejemplo: Petrus est altior Antonio
I. COMPARATIVO DE SUPERIORIDAD
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• La mayoría de los adjetivos se forma con el tema del adjetivo + -issimus, -issima, -issimumEjemplo: prudens, -ntis � prudent -issim -us, -a, -um
• Algunos adjetivos de tema en -il añaden -limus, -lima, -limum. Ejemplo: facilis, e � facillimus, -a, -um
• Los adjetivos cuyo nominativo masculino acaba en -er, añaden a este -rimus, -rima, -rimumEjemplo: celer, celeris, celere � celerrimus, a, um. Se declinan como los adjetivos de la primera clase.
Sintaxis
• El superlativo absoluto no lleva complementos; se traduce por muy + adjetivo o el superlativo -ísimo.Ejemplo: Petrus est altissimus: Pedro es muy alto / altísimo
• El superlativo relativo: lleva complemento. Este en latín se puede expresar de tres maneras:
– Genitivo partitivo – Ab / ex + ablativo – Inter / apud + acusativo
Petrus est altissimus puerorum / e pueris / inter pueros. Pedro es el más alto de los niños.
Lucius ad ludum volebat, sed aegrotabat et primum debebat.
Melius est quam .
Traducción:
En las oraciones siguientes localiza el segundo término de la comparación o el complemento del superlativosegún corresponda. Expresa estos elementos en otras formas posibles.
Primus amor Phoebi Daphne fuit. Apollo, victa serpente Pythone, Cupidi-nem adducto nervo cornua flectentem viderat et superbus eum riderat quiaCupido minus fortis quam is erat et arma umerum suum decebant. FiliusVeneris Apollini dixit: «Figat tuus omnia, Phoebe, te meus arcus». Hoc dic-to, percusso aere pennis, evolavit, umbrosa Parnasi arce constitit duasque sa-gittas e pharetra sumpsit. Sagittarum una, aurea et acuta, amorem facit, alte-ra, obtusa et plumbea, amorem fugat. Cupido in nympha hanc fixit, inpectus Apollinis illam iecit. Itaque protinus alter amat, altera nomen amantisfugit.
Daphne silvarum latebris captivarumque ferarum exuviis gaudens innuptae-que aemula Dianae, multos homines eam petentes repudiavit. Saepe paterdixit: «Generum mihi, filia, debes, debes mihi, nata, nepotes». Sed illa in pa-tris cervice haerens dixit: «Da mihi perpetua, genitor carissime, virginitatefrui!»
Adaptado de OVIDIO, Metamorphoseon, Lib. I vs. 452-567 (continúa en unidad 11)
Nombres propios
Apollo, inis, m.: Apolo
Cupido, inis, m.: Cupido
Daphne, es, f.: Dafne
Diana, ae, f.: Diana
Phoebus, i, m.: Febo, nombre griego de Apolo
Python, onis, m.: Pitón
Venus, neris, f.: Venus
Vocabulario
acutus, a, um: agudo, afilado
adduco, is, ere, adduci, adductum: tender, llevar hacia sí
aemulus, a, um: émulo, que imita
aer, aeris, m.: aire
amor, oris, m.: amor
arcus, us, m.: arco
arx, arcis, f.: cima
captivus, a, um: cautivo, prisionero
cervix, icis, f.: cuello
cornu, us, n.: arco
debeo, es, ese, bui, bitum: deber
deceo, es, ere, decui: convenir, sentar bien
eum, acus. sing. m. (is, ea, id): este, esta
evolo, as, are, avi, atum: volar, salir volando
exuvia, arum, f.: despojos
fera, ae, f.: fiera
figat 3.ª pers. sing. pres. subj. (figo, is, ere, fixi, fixum): atravesar,
1. Vincentem roseos facieque comaque ministrosCinna cocum fecit. Cinna, gulosus homo es.
MARCIAL, Lib XII, LXIV
3. Septem clepsydras magna tibi voce petentiarbiter invitus, Caeciliane, dedit.At tu multa diu dicis vitreisque tepentemampullis potas semisupinus aquam.Ut tandem saties vocemque sitimque, rogamusiam de clepsydra, Caeciliane, bibas.
MARCIAL, lib VI, XXXV
2. Languebam: sed tu comitatus protinus ad meVenisti centum, Symmache, discipulis.Centum me tetigere manus aquilone gelatae:Non habui febrem, Symmache, nunc habeo.
Serpens lacertam forte prenderat; eam devorarepatula gula volebat, sed illa prope iacentem sur-culum arripuit et eum transversum pertinaci mor-su tenens, rictum avidum serpentis sollerti morafrenavit. Serpens praedam irritam ore dimisit.
(Adaptado de FEDRO, Appendix, Fabulae perottinae, fab. XXIII)
2. Anus diligens iuvenem, item puella
Mulier non rudis annos elegantia celans, aetatismediae quendam virum tenebat, animosqueeiusdem pulchra iuvenis ceperat. Ambae illi pa-res videri volebant, itaque invicem homini capi-llos eripere coeperunt. Homo, se fingi cura mu-lierum putans, calvus repente factus est: nampuella funditus canos, anus nigros evellerat.
–¡Cerrad las puertas! ¡Cerrad las puertas! –gritan los ofi-ciales mientras sus caballos se abren paso entre el gen-tío cerca de las puertas de las murallas de Roma. Lossoldados de guardia se apresuran a cumplir la orden,cierran uno de los portones para impedir la salida yapremian a acelerar el paso a los carreteros y a los vian-dantes que esperaban para entrar. Las callejuelas seatascan: los animales y los carros que circulaban en am-bas direcciones ocupan toda la vía, la gente de a pie seempuja y pugna por hacerse un hueco en la estrechez.Crecen las imprecaciones, el griterío y la alarma anteuna medida inesperada. Los oficiales vigilan que secumpla lo dispuesto sin atender a las quejas y los gritosa su alrededor.
–Orden del Senado –vociferan.
Galla está blanqueando la ropa con orín en la lavande-ría de su ama cuando oye las voces de varias personas
que corren por la calle dando aviso del cierre de laspuertas. Los vecinos dejan sus labores y se congreganen el pequeño ensanche que hay delante de la lavande-ría. ¿Qué ocurre? ¿A qué se debe todo este alboroto? Unmuchacho llega jadeante.
–¡Es Aníbal! ¡Aníbal está aquí! A tres millas de la PortaCapena. –dice apenas recupera el resuello. –El Senadoha prohibido abandonar la ciudad, han cerrado laspuertas.
–¿Y qué pasa con los que están fuera? –grita Galla.
El muchacho se encoge de hombros. Él solo repite loque le han dicho en el foro. No ha preguntado.
Hace ya ocho años que Roma está en guerra contra Car-tago. Los romanos han sufrido graves reveses mientrasAníbal se pasea con sus ejércitos por toda Italia. Sus ele-fantes siembran el pánico en el campo de batalla y aterro-
Esclava atando el zapato a su amo. MuseoArqueológico de Nápoles.
rizan a todo el mundo allí por donde aquellas bestias pa-san. Pero, hasta ahora, el ejército cartaginés no se habíaacercado a Roma. Los vecinos enmudecen y se llevan lamano al pecho con pavor. Sus casas están casi al lado dela Porta Capena, son muy vulnerables.
Galla toca en el hombro a su ama y le dice temblandoque debe ir a buscar a su hijo. Aunque el ama está tur-bada, le aconseja esperar un poco. El chico volverá tar-de o temprano y no se puede hacer nada si han cerradolas puertas. Sin embargo, no hace ningún gesto para de-tenerla porque ella misma siente la urgencia de ir a bus-car a su madre. Ambas se abren paso entre el gentío endirecciones opuestas.
La esclava llega a duras penas a la Porta Capena. Sortealos animales y las carretas, va de un grupo a otro pre-guntando con ansiedad si alguien ha visto a su hijo, unniño de ocho años que cargaba un capazo. Es menudopara su edad. Con el pelo rizado y los ojos grandes. Sa-lió de la ciudad al amanecer y ya tendría que habervuelto. Nadie lo ha visto. ¿Quién iba a prestar atencióna un chiquillo? Los soldados de la puerta le ordenan quese aparte cuando se acerca a ellos. Nadie puede salir. Yno, no pueden abrir la puerta.
–Aléjate de una vez –le dicen. –No molestes.
Ella sigue buscando por las calles adyacentes, respon-diendo a quienes le preguntan por algún pariente extra-viado. Pasan las horas. En su aturdimiento, interroga unay otra vez a las mismas personas. Ese hijo es todo lo quetiene, lo que más le importa. Si lo perdiera, querría mo-rirse también. Entra en algunos figones, donde muchasfamilias que venían de fuera se han refugiado, cansadasde vagar por las calles. En uno de ellos encuentra al cam-pesino a cuyas tierras ha ido su hijo a comprar verduras.Apenas lo ve, Galla se arroja a sus pies llorando.
–¿Dónde está mi hijo, señor? ¿Ha venido contigo?
El hombre la mira, sorprendido hasta que reconoce enella a la madre del esclavo que suele ir a su casa. Le or-dena ponerse en pie y le pide calma. Cuando le ha lle-gado el aviso de que se iba a cerrar la ciudad, él y todasu familia han cogido lo más necesario y han venido arefugiarse tras los muros. Su hijo venía con ellos, perocuando estaban llegando a la puerta, ha dicho que, conlas prisas, se había dejado el capazo junto al pozo y de-bía volver a por él. Insistió en que su ama lo castigaríasi perdía el capazo y, además, ya había pagado. No lle-vaba ni el dinero, ni las verduras, ni el capazo. ¿Cómopodía presentarse en su casa así?
La esclava se derrumba. La energía que ha desplegadodurante todo el día la abandona de pronto. Su hijo haquedado fuera de la ciudad, a merced de un ejército. Esaún muy chiquito, no comprende lo que es una guerrani su brutalidad, no sabe lo que significa ser apresado omuerto. Por las calles que el atardecer y el miedo handejado desiertas, caminando sin ver, ni oír, ni sentir,vuelve a su casa.
Apenas entra en la lavandería, alguien salta a su cuellocon un grito.
–¡Madre! Estaba preocupado por ti. ¿Dónde te habíasmetido?
La esclava abraza a su hijo, se sienta con él sobre el sue-lo y rompe a llorar y a reírse, le da pequeños cachetesque antes son caricia que castigo, besos, más besos.
–¿Cómo se te ha ocurrido volver atrás? ¿Qué importabaun castigo por perder el capazo? ¿Te das cuenta del pe-ligro?
–Quería ver a los elefantes, madre –le contesta el niño.Y añade con orgullo –¡Soy el único del barrio que los havisto!
Del blog Mujeres de Roma de Isabel Barcelóhttp://mujeresderoma.blogspot.com/
NOTA: El asedio de Aníbal a la ciudad de Roma se produjo en el año 211 a.C. Los elefantes eran desconocidos para los romanos y causaban pánico.
Las siguientes líneas no van referidas a los bienes que seofrecen en garantía de alguna operación, ni a aquellasque figuradamente no duelen cuando decimos aquellode «no doler prendas». Van dedicadas a las prendas quehan dado origen a estas acepciones y que son aquellasque vestimos y que ocasionalmente entregábamos comopago en algunos juegos de antaño.
Una de las tareas que llevamos a cabo diariamente es lade vestirnos y desvestirnos, y varias veces por cierto.Que si ropa deportiva, que si un vestido, que si un pija-ma… La principal función de protegerse del entorno yproporcionar abrigo se vio complementada hace muchotiempo por aspectos de tipo estético, social y funcional.Diferentes han sido las prendas en diferentes épocas, asícomo los gustos y las modas han cambiado con lostiempos. Y también –y he aquí lo que nos ocupa– losnombres con los que nos referimos a ellas.
Para seguir un cierto orden, seguiremos el utilizado pa-ra vestirnos. Empezando con la ropa interior: los cal-zoncillos y las bragas.
Los romanos, que antiguamente no llevaban medias nicalzas, aprendieron el uso de aquellas de los germanos
–que sin duda las necesitaban para protegerse los pies deun clima riguroso– pero no tomaron el nombre sino quelas denominaron con un derivado del que entre ellos de-signaba el calzado: calceus, «zapato» en latín, dio lugara calcea, «calza» en latín. Con la evolución de la modaen los siglos medievales, se fueron llevando cada vez máslargas hasta que llegaron a la cintura aunque se siguiómanteniendo el nombre. Fue en el siglo XVI cuando sedividió la prenda en dos partes, la que cubría el abdo-men y parte de los muslos se siguió llamando calza (consu aumentativo calzones o su diminutivo calzoncillos) yla que cubría los pies y las pantorrilas, calcetas o mediascalzas (actualmente calcetines y medias).
Respecto a las braca, «bragas» en latín, podría tener suorigen en la voz celta braqui, nombre de una tribu celtaque se asentó en el sureste de la actual Francia y en elnoroeste de la actual Italia. Usaban como indumentariaunos calzones de cuero que no usaba ninguna otra tri-bu de la zona y que les distinguían entre sus congéne-res. Posteriormente se reforzó la parte delantera de ma-nera ostensible en las armaduras, otorgando a tal parteel nombre de bragueta.
Ambos nombres, pues, estaban referidos a prendas mas-culinas y fue en épocas más recientes cuando la calzafue prenda masculina y la braga fue prenda femenina.Aunque en otros idiomas esto no fue así. Por ejemplo,en catalán el calzoncillo es calçotet y las bragas son cal-ces, ambos apelativos provenientes del mismo término.También es curioso mencionar su uso en algunas fraseshechas como: Pillar en bragas por «coger despreveni-do», quedarse en bragas por «perderlo casi todo», dejaren bragas por «quitarle a alguien casi todas sus posesio-nes», hablar a calzón quitado por «hacerlo sin tapujos» ytener calzones por «ser muy hombre»…
Respecto a la prenda íntima superior femenina, el suje-tador o sostén, encontramos sus antecedentes en los ju-bones o almillas, que eran unas prendas que cubríandel cuello a la cintura, muy ajustadas y casi siempre sinmangas. El nombre de almilla proviene del latín firme-lla, y este de firmus; quedando así claro el sentido desujetar, de mantener firme.
El nombre de la actual camisa proviene del latín tardíocamisia, nombre con el que se conocía una prenda deorigen germánico cuyo nombre pasó al céltico antesde que el latín lo incorporara. Aunque hay quien le su-pone un origen griego en el término kamasón, con elsignificado de túnica. Como el origen griego aparecedocumentado y también refrendado por el término ára-be qamis con significado literal de camisa, parece lícitosuponer que el término griego no ha cesado de cambiarsus formas en las diferentes lenguas, refiriéndose siem-pre a un mismo tipo de prenda. Los apelativos de cami-seta, camisón, camisilla, camisola y demás, aluden a va-riaciones en la hechura de la pieza.
También nos ha dejado algunas frases hechas esta pren-da. Por ejemplo podemos mencionar: no llegar la camisaal cuerpo por «tener miedo» o meterse en camisa de oncevaras por «complicarse la vida sin necesidad».
Las bragas de los pueblos galos y celtas son el antece-dente de los pantalones. Cuando los bárbaros dinami-taron el Imperio Romano se popularizó su uso aun-que entre gente sencilla y campesina, gente de pocopeso social. Entre gente de posición fue habitual eluso de bombachos cortos o medias ajustadas y unatúnica suelta hasta la rodilla hasta el siglo XVII. Fue afinales del XVIII cuando apareció el término pantalón,proveniente del francés pantalon, formado con elnombre de Pantalone, personaje de la Commediadell’Arte italiana. Este personaje fue denominado asíen honor del santo patrono de Venecia San Pantaleo-ne, y como signo distintivo vestía capa y pantalonessemejantes a los de ahora, largos y amplios que le lle-gaban hasta la rodilla.
El pantalón, durante mucho tiempo prenda exclusiva-mente masculina, dio origen a la frase llevar los pantalo-nes por «mandar y ser muy hombre»; con idéntico sig-nificado a la de vestirse por los pies, en la que secontrapone el lugar por el que se ponen los pantalonesal lugar por el que se pone un vestido femenino.
Respecto a la falda, como prenda de vestir que cae de lacintura hacia abajo, es probable su origen en el términogermano falda, con significado de pliegue.
Seguimos con el chaleco, el chal, la chaqueta… Los dosprimeros provienen del árabe yalika, «casaca del cauti-vo», alteración del turco yalak, «chupa» que llegó a no-sotros a través del árabe yubba, «túnica» y que designa-ba a la parte del vestido que cubría el tronco y que seponía debajo de la casaca. Es curioso observar que unnombre tan «moderno» como el de chupa, con el quedesignamos la cazadora o chaquetilla corta, general-mente de piel, viene de tan antiguo. Otro caso es el dela chaqueta –prenda de vestir con mangas, que se ajustaal cuerpo y que pasa de la cintura y que se coloca porencima de otras prendas– cuyo nombre tiene su origenen el francés jaquette, «chaqué» que deriva del francésantiguo jaque, «jubón, almilla» y este del también fran-cés antiguo jacques, «campesino». Aquí el nombre jac-ques, muy corriente entre la gente del pueblo, pasó adesignar todo el campesinado y después a sus ropajes.Algo parecido a lo ocurrido con los juanetes, Juan Na-die, el John Bull inglés o el John Doe americano.
Cambiar de chaqueta o más vago que la chaqueta de unguardia, son algunas frases.
Pasando al calzado encontramos el término bota queproviene del francés botte y este del gótico bauths «ro-mo, rudo», lo que certifica que el término designabaprimeramente a un calzado grosero y basto, forrado depieles para proteger del frío. Cuando este tipo de calza-do se mejoró fue distintivo de buena posición socialfrente al calzado más sencillo y de poco abrigo de lagente del pueblo. Frases como ponerse las botas lo certi-fican.
El tema parece no tener fin. Frente a términos comovestido y abrigo, que se explican por sí solos, encontra-mos otros de más reciente acuñación, con su pequeñahistoria detrás. Veamos algunos de ellos: corbata, biki-ni, pamela, rebeca, esmoquin, leotardos…
Después de este repaso a las prendas de vestir –sin lascuales iríamos en porretas– es de esperar que todos sea-mos capaces de vestir de tiros largos, o al menos de vestirde punta en blanco.
Extraído de http://www.1de3.com/2004/09/09/prendras/