Top Banner
67

10 dias en Na-Gumbo

Mar 28, 2016

Download

Documents

cesiga cesiga

Este cuaderno de viaje fue hallado entre las dunas del Namib en el 2011
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Page 1: 10 dias en Na-Gumbo
Page 2: 10 dias en Na-Gumbo
Page 3: 10 dias en Na-Gumbo

Este cuaderno de viaje fue

hallado entre las dunas

del Namib en el 2011.

Disculpen si todavía

encuentran restos de arena.

Page 4: 10 dias en Na-Gumbo
Page 5: 10 dias en Na-Gumbo

En el transcurso de mi vida, y haciendo honor a la tradición secular de mi origen gallego, he viajado por todo el mundo y, entre otras cosas, creo que me ha servido para comprender mucho antes de que se hablara de ello, eso que algunos sin moverse del sofá llaman “globalización”. He conocido costumbres muy distintas a las nuestras y de las cuales he ido tomando buena nota en mis cuadernos de viaje. Éste es uno de ellos. Ojalá le sirva a usted de inspiración.

Mi nombre es Oscar Andeiro, y puedo asegurarle que uno de los recuerdos más imborrables de entre tantos viajes fue el que hicimos mi esposa y yo a Na-Gumbo, donde tuvimos la oportunidad de vivir diez días inmersos en un mundo que nada tiene que ver con lo que conocemos en Occidente.

Page 6: 10 dias en Na-Gumbo
Page 7: 10 dias en Na-Gumbo

Preparamos el viaje. Pasaportes en regla, cámaras fotográficas (afortunadamente hoy ya no son necesarios los carretes de película), ropa ligera de algodón, camisas de manga corta y de manga larga y pantalones, mejor de color arena. Pocas mudas, pues contaríamos con un excelente servicio de lavandería. Botas de montaña, que sujeten bien los tobillos. Chaquetón y guantes para el frío de las madrugadas y las noches. Gafas de sol, protección solar del número 50, protector labial

para la sequedad del ambiente y un sombrero de ala ancha. No hace falta llevar rifle ni munición, pues en Na-Gumbo podremos elegir el equipo más adecuado. No es necesario vacunarse, en esta zona de África no hay apenas humedad, así que tampoco hay mosquitos y, por lo tanto, no existen agentes transmisores.

Page 8: 10 dias en Na-Gumbo

Angola

Bostwana

South Africa

Na-Gumbo

WindhoekSwakopmund

Walvis Bay

Page 9: 10 dias en Na-Gumbo

Namibia

Na-Gumbo está en Namibia. Y Namibia está en África.Sí, ya sé que es muy fácil caer en los tópicos cuando se habla de África, ¿qué no se ha escrito sobre ese continente? Desde los primeros exploradores del siglo XIX hasta nuestros días, muchos viajeros y escritores han divulgado sus experiencias mucho mejor de lo que pueda hacerlo yo. Incluso es probable que algún amigo le haya contado su propia aventura. Pero, aún a riesgo de parecer pedante, permítame ofrecerle mi propio relato. Si usted ya ha tenido una experiencia similar, tal vez le sirva para reavivar recuerdos comunes. Si nunca lo ha vivido, ojalá le sirva para realizar algún día un viaje como éste.

Page 10: 10 dias en Na-Gumbo

En primer lugar, debo advertirle que el título “10 días en Na-Gumbo” no debe tomarlo al pie de la letra. Tanto da que sean 10 como 20, en África el tiempo no se mide como lo hacemos nosotros.

“El europeo y el africano tienen un sentido del tiempo completamente diferente lo perciben de maneras dispares y sus actitudes también son distintas. Los europeos están convencidos de que el tiempo funciona independientemente del hombre, de que su existencia es objetiva, en cierto modo exterior, que se halla fuera de nosotros y que sus parámetros son medibles y lineales…Traducido a la práctica, eso significa que si vamos a una aldea donde por la tarde debía celebrase una reunión y allí no hay nadie, no tiene sentido la pregunta: ¿cuándo se celebrará la

Page 11: 10 dias en Na-Gumbo

reunión? La respuesta se conoce de antemano: cuando acuda la gente” (R. Kapuscinski)

Quienes han viajado por ese continente seguro que habrán tenido ocasión de comprobar la elasticidad del tiempo africano. “Ustedes tienen los relojes. Nosotros tenemos el tiempo” suelen decir los africanos.

Page 12: 10 dias en Na-Gumbo

En Namibia, gracias a la configuración geológica de su territorio, el tiempo y el espacio se solapan armoniosamente. Es imposible contemplar el paisaje sin que la imaginación vuele hacia tiempos remotos cuando todavía no existía la huella humana. El paisaje es prehistórico, remoto, de horizontes inmensos. Las rocas entre las dunas del Parque Naukluft forman figuras extraordinarias que parecen estar viviendo los primeros latidos del Pleistoceno. De una parte, todo parece estar a punto de desaparecer, de la

Page 13: 10 dias en Na-Gumbo

otra, uno tiene la impresión de que de un momento a otro va a comenzar una nueva era. Caminando por estos parajes nos podemos encontrar frecuentemente la welwitschia, una planta de aspecto trágico, más parecida a un fósil que a un ser vivo, que da la impresión de estar muerta aunque su edad suele ser superior a seiscientos años (algunas llegan hasta los mil años de vida) y ante la cual los que somos dados a la ensoñación no podemos evitar pensar que seguramente ya estaba allí cuando Colon llegó a América. Algo parecido sucede con los baobabs, los

Page 14: 10 dias en Na-Gumbo
Page 15: 10 dias en Na-Gumbo

árboles genuinos de África, que pueden llegar a vivir más de mil años en una tierra seca, de la que parece imposible extraer ningún alimento. Con estas sensaciones recurrentes a cada paso, ¿qué sentido tiene aquí mirar nuestro reloj para saber la hora si uno tiene delante una naturaleza eterna, cuyo tiempo se pierde entre la neblina del pasado?

Page 16: 10 dias en Na-Gumbo

Políticamente, Namibia es un país joven, su independencia de Sudáfrica, del que era un protectorado, data sólo de 1990. Su historia, con rasgos comunes a otros pueblos, presenta características propias, con sus personajes peculiares y sus héroes nacionales.Los pioneros portugueses exploraron la costa de Walvis Bay en su ruta del

Page 17: 10 dias en Na-Gumbo

África del Sur. No fue hasta la llegada de los alemanes, durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando Namibia adquirió la personalidad que nos ha llegado hasta hoy: su organización, la arquitectura de sus ciudades, el orden que impregna la sociedad, son consecuencia de la influencia positiva que la colonización alemana proyectó en esta tierra.

Page 18: 10 dias en Na-Gumbo

Pero mucho antes de la llegada de los europeos, Namibia ya tenía sus habitantes: ovambos, hereros, damaras, kavangos, himbas, namas… por eso la colonización, como casi todas, también tuvo su drama - alrededor de 80.000 víctimas en los enfrentamientos con las tropas alemanas - y sus héroes. Destaca entre todos ellos Jakob Marengo, héroe de la resistencia, respetado y alabado, “al que hay que considerar distinto de otros dirigentes nativos. Fue un astuto soldado, un enemigo al que mostramos nuestro respeto” en palabras de Maximilian Bayer, capitán del ejército imperial alemán. Gran estratega, Marengo mantuvo en jaque al orgulloso y bien organizado ejército colonizador, saliendo victorioso de muchos enfrentamientos.

Page 19: 10 dias en Na-Gumbo
Page 20: 10 dias en Na-Gumbo

Namibia es hoy uno de los países más pacíficos y acogedores de África. La convivencia entre sus gentes (ovambos, hereros, damaras, kavangos, himbas, nama, alemanes, afrikáners, mulatos y cualquier inmigrante de los países hermanos, especialmente de Angola y Zimbawe) transcurre en perfecta armonía. No es ningún secreto, es un país de dimensiones geográficas enormes (825.418 km2) sin apenas pobladores (2.030.692 habitantes, de los cuales sólo 250.000 viven en su capital, Windhoek), con una buena distribución de la riqueza; aquí no se conocen las hambrunas que padecen otros países africanos. No debemos perder de vista que África es un continente enorme, de grandes distancias, con gran diversidad de gobiernos y política. La economía en Namibia ha dependido tradicionalmente de la pesca y de la minería: en su subsuelo se encuentra uranio, diamantes, plomo, cobre y estaño. El turismo ha adquirido importancia últimamente, desde que los viajeros occidentales hemos descubierto la buena armonía que suele reinar entre sus

Page 21: 10 dias en Na-Gumbo

ciudadanos, la belleza salvaje y natural del país y, sobre todo, la gran cantidad y diversidad de su fauna, que uno encuentra por todas partes. Los lujosos hoteles de la capital nada tienen que envidiar a los europeos en servicio y confort.

Page 22: 10 dias en Na-Gumbo
Page 23: 10 dias en Na-Gumbo

Aunque el paisaje de este país resulta impresionante para un occidental, nada puede compararse a la contemplación de su extensa fauna. Cuando en plena excursión en medio de la sabana, desde el 4x4 descubres de pronto la presencia cercana de una manada de orix, o cebras, o avestruces, o una escurridiza hiena, o rinocerontes, o un leopardo a la sombra de una acacia, o… en fin, cómo expresar la emoción de ese momento: la adrenalina disparada, la piel erizada, la boca seca.

Page 24: 10 dias en Na-Gumbo

Se repite de nuevo, después de miles de años, el encuentro ancestral y salvaje entre el hombre y el animal (aunque, debo confesar, ahora sin riesgos, protegido por la seguridad del vehículo) Ante semejante espectáculo de nuevo el tiempo nos ha jugado una pasada, ¿estamos realmente en el siglo XXI?

Page 25: 10 dias en Na-Gumbo
Page 26: 10 dias en Na-Gumbo

Walvis Bay

“Lo primero que llama la atención es la luz. Todo está inundado de luz. De claridad. De sol.” (R. Kapuscinski)

El lugar fue descubierto para Occidente por el portugués Bartolomeu Diaz en 1487.

Walvis Bay, en el idioma afrikáner quiere decir: bahía de las ballenas. En la época de las colonizaciones fue codiciada por diferentes potencias occidentales que ambicionaban su puerto natural y estratégico. A partir de 1878 estuvo en manos británicas, hasta que pasó a

Page 27: 10 dias en Na-Gumbo

depender de Sudáfrica y finalmente, como el resto del país, desde 1994 pertenece a la Namibia independiente que conocemos.

Page 28: 10 dias en Na-Gumbo

Cuando mi esposa y yo viajamos a Na-Gumbo lo hicimos desde Johannesburgo, en línea regular a Walvis Bay. (También se puede llegar directamente desde Europa vía Frankfurt hasta Windhoek, desde donde el viaje a Na-Gumbo dura un poco más). Walvis Bay queda más cerca, a sólo hora y media por una pista amplia y en buen estado.

Si viaja por esa ruta, yo recomiendo que no se olvide de la escena del aterrizaje. El avión va perdiendo altura sobre un mar de arena. Después de la última duna se ve de inmediato un pequeño edificio y unas pocas palmeras, rodeadas de arena, frente a la recepción de pasajeros y junto a la pista. Al bajar del avión y pisar suelo namibio se perciben los nuevos olores, la ausencia de humedad, la temperatura.

Una vez en el interior del edificio, nos llamó la atención el bullicio y, por primera vez, la sensación de pertenecer a la minoría blanca. Se produjo el primer contacto: papeles, pasaportes, sellados y el encuentro con nuestros anfitriones de Na-Gumbo que nos iban a trasladar al lodge.

Luis Barreras vino a recogernos. Tiene gran experiencia y conoce muy bien estas tierras. Él será nuestro guía español durante nuestra aventura, lo que constituye una ventaja, no sólo por cuestiones de idioma, sino de costumbres, necesidades, etc. Luis cuidó de los detalles de nuestra llegada y de

Page 29: 10 dias en Na-Gumbo

toda la estancia: organización de las excursiones, safaris, etc. y nos brindó toda su atención personal, pendiente de nuestros gustos y necesidades. En Na-Gumbo sólo se recibe y hospeda a un

grupo o familia cada vez.

Page 30: 10 dias en Na-Gumbo

“La gente llora dos veces en Walvis Bay. Cuando llegan aquí y cuando se van”

Walvis Bay está entre el desierto y el mar. Puede hacer mucho calor…pero también mucho frío. A veces, la cambiante arena roja se amontona ante la valla de un recinto como si buscara un resquicio por el que entrar. En sus playas se suele reunir una colonia muy importante de flamencos. ¿Sabe que en esta costa pueden verse focas y pingüinos? Para venir aquí hay que romper previamente los esquemas preconcebidos.

Page 31: 10 dias en Na-Gumbo

Las frías aguas de su puerto proceden de la corriente de Benguela, directamente de la Antártida, lo cual crea un hábitat excepcional para los recursos marinos. En Cape Cross, a pocos kilómetros al norte de Walvis Bay, se encuentra la mayor concentración de focas de África y una de las mayores del mundo; 280.000 focas viven en una pequeña playa y es algo que merece la pena visitar. En las calles cercanas al puerto se pueden encontrar numerosos galpones pertenecientes a empresas pesqueras internacionales que tuvieron gran importancia en la zona.

Page 32: 10 dias en Na-Gumbo

Como escribe Margie Orford, el viento “que sopla en las dunas del desierto, produce un quejido parecido a la risa de una hiena”. A veces desplaza el agua del océano haciendo emerger las aguas más frías, con lo que provoca el encuentro del aire cálido del desierto con el frío del mar. Ya tenemos los elementos para la formación de la niebla que se adentra en el desierto, aunque, curiosamente, no más de 15 o 20 kilómetros, por lo general. Niebla fundamental para que se produzca el exclusivo milagro de la magnífica fauna y flora del Namib. Los habitantes de esta zona, los topnaar, que viven aquí desde hace más de mil años, consiguen disponer de agua mediante tupidas redes que captan el agua de la niebla.

Page 33: 10 dias en Na-Gumbo
Page 34: 10 dias en Na-Gumbo

Salimos de Walvis Bay después de cargar el equipaje en el 4x4. Viajamos durante hora y media por la pista D 1982 que une Walvis Bay con Windhoek. Poco a poco empezamos a sorprendernos: en todo el viaje nadie se cruzó con nosotros; a pesar de tratarse de una ruta importante, nadie circulaba a esas horas por la pista que transcurre por el Parque Namib-Naukluft.

Nos encontrábamos en el desierto más antiguo del mundo y, aunque no es el más grande, es lo suficiente extenso como para perderse…o para esconderse.

Page 35: 10 dias en Na-Gumbo

Hermann Korn y Martin Henno, dos geólogos alemanes poco aficionados a las acciones bélicas, se escondieron allí huyendo de la segunda guerra mundial y sobrevivieron en ese territorio durante toda la guerra.

Una guía turística del lugar aconseja “tomar agua y en caso de dudar de la cantidad correcta, tomar más agua. Si no puede soportar el silencio, le recomendamos un reproductor de MP3 o similar”.

Page 36: 10 dias en Na-Gumbo

Na-Gumbo

Na-Gumbo lodge gestiona en propiedad las fincas Ruimte y Emeritus, en las laderas de las montañas de Khomas, que lindan por el oeste con el parque protegido Naukluft. La extensión de ambas, cuyo territorio está unido de forma natural, es de 48.000ha.

Llegamos a Na-Gumbo al atardecer. La gran sabana africana lucía un bello color rojizo, que envolvía todo el paisaje. Nuestro primer asombro al llegar fue descubrir que nos encontrábamos en una granja donde se crían caballos y otros animales típicos y conocidos, pero también algunas especies no tan comunes: cebras, kudus, orix, springbooks, red hartebeest (antílopes) y facocheros, especie de feísimos cerdos salvajes, muy comunes y escurridizos en su estado natural, no obstante, absolutamente libres y dóciles en la granja, que se nos acercaron, tal vez para darnos la bienvenida mientras descargábamos el equipaje.

Page 37: 10 dias en Na-Gumbo
Page 38: 10 dias en Na-Gumbo

Toda granja tiene un granjero. Na-Gumbo tiene una familia al servicio del visitante. Rinus van der Merwe y su esposa Reni, un joven matrimonio afrikáner forjado en estas tierras, ejercen de espléndidos anfitriones y reciben al visitante con una franca sonrisa.

Rinus es cazador profesional, él nos conducirá cada día hasta los lugares donde se encuentran las presas. Si se trata de una cacería, él señalará el animal que puede ser abatido y con el que lograr un buen trofeo. En Na-Gumbo, para que la cabaña mantenga constante el número de animales de forma sostenible y equilibrada, no está permitida la caza arbitraria. Si algún visitante, como fue mi caso, desea realizar un safari fotográfico, sólo hay que cambiar las armas: el Winchester por la

Page 39: 10 dias en Na-Gumbo

Nikon. Rinus y Luis nos acompañarán por las enormes extensiones de Na-Gumbo.

Reni cuidará de que todo esté a punto en el lodge. Desde el spa hasta la dirección de las personas que atienden los servicios de mantenimiento, bar y restauración.

Page 40: 10 dias en Na-Gumbo
Page 41: 10 dias en Na-Gumbo

Na-Gumbo está construido en un estilo muy africano, combinando el entrono y la tradición con las comodidades propias de un lodge de lujo que cuenta con diversos bungalows, piscina, jaccuzi, spa, braai (la típica barbacoa africáner), espacios y terrazas comunes, las viviendas de los granjeros y del servicio y las instalaciones para los animales, propias de la granja. En los bungalows principales, discretamente separados por una valla ornamental del resto del complejo, se encuentra el alojamiento para los visitantes y sus familias. Disponen de electricidad, TV, aire acondicionado, acceso a Internet y telefonía móvil. Vehículos 4 x 4 perfectamente equipados para los terrenos más abruptos, rifles y munición.

En el braai, durante las veladas nocturnas, se reúnen todos, visitantes y granjeros y se habla de todo lo divino y lo terreno, se juega al ajedrez o las damas, se intercambian impresiones y se hacen planes para el día siguiente.

Page 42: 10 dias en Na-Gumbo

En una de estas veladas tuve oportunidad de intercambiar opiniones sobre un aspecto controvertido que se repite mil veces: ¿safaris de caza o safaris fotográficos? Aparentemente irreconciliables, los defensores de una u otra posición suelen refugiarse en sus argumentos conocidos. Por mi parte expuse mis ideas al respecto manifestando que, como suele suceder a menudo, este asunto no puede despacharse radicalmente en blanco y negro, sin matices. Comenté que la especie humana ha sobrevivido, entre otras cosas, porque aprendió a cazar. Las proteínas que les proporcionaba la carne de los animales a nuestros ancestros, ayudó a desarrollar

Page 43: 10 dias en Na-Gumbo

su cerebro y, consiguientemente, crear la civilización y, con todo lo bueno y todo lo malo, llegar hasta nuestros días. Las especies animales en estado salvaje sobreviven comiéndose unos a otros, ¿podemos decir que somos crueles, que la Naturaleza es cruel? Bueno, poéticamente sí, pero lo cierto es que la Naturaleza es ajena a nuestros sentimientos. Hemos evolucionado y, aunque mantenemos rasgos comunes con nuestros antepasados, también hemos aprendido que debemos respetar la Naturaleza, por nuestro propio interés. Sirva de ejemplo el propio Na-Gumbo. Rinus conoce este territorio y la situación de la cabaña completa de animales como la palma de su mano. Su labor más importante y principal responsabilidad es mantenerla en las mejores condiciones, por eso sabe qué animal puede abatirse en cada partida para que se mantenga el equilibrio entre las distintas especies y se favorezca su desarrollo y permanencia.

Page 44: 10 dias en Na-Gumbo

Los safaris fotográficos tienen su origen en los antiguos dibujos de animales realizados por viajeros de siglos pasados. También en la exhibición de animales salvajes que capturaban por estas tierras y que se mostraban en circos y plazas. Los safaris fotográficos tal como hoy los conocemos comienzan en las publicaciones de la “National Geographic” con sus espléndidos reportajes.

Les recordé a mis contertulios nuestra última salida, cuando llegamos con el todoterreno hasta donde dormitaba, felizmente hasta nuestra llegada, un hermoso leopardo. Paramos el motor, permanecimos en silencio, cámara en ristre, hasta que el animal, seguramente molesto por nuestra presencia, decidió perdonarnos la vida, y alejándose de nosotros fue a tumbarse donde no le molestáramos.

Page 45: 10 dias en Na-Gumbo

Los humanos, casi siempre que mantenemos alguna actividad, estamos “molestando” a la Naturaleza.

Page 46: 10 dias en Na-Gumbo
Page 47: 10 dias en Na-Gumbo

Reconocí que no se pueden comparar los resultados de la caza con la fotografía; las consecuencias para el animal son bien distintas. Pero hice la observación de que hay que analizar este asunto desde una perspectiva que contemple la colectividad y no los individuos aislados. La desaparición de un ejemplar, en las condiciones correctas, tal como se establecen en Na-Gumbo y otros establecimientos puestos al día en temas de sostenibilidad, es un bien para el patrimonio de todos.

Al final de nuestra tertulia, todos estuvimos de acuerdo: cazadores y fotógrafos disfrutamos de unos excelentes filetes de orix a la brasa.

Page 48: 10 dias en Na-Gumbo

La noche merece especial atención en Na-Gumbo. Aquí no hay contaminación lumínica ni de ningún otro tipo que impida la contemplación del cielo en toda su grandeza. Desgraciadamente, en Occidente ya casi no quedan lugares que permitan disfrutar de la espectacularidad del cielo nocturno. Quien no haya pasado por esta experiencia no puede imaginarse la cantidad de estrellas que pueden contemplarse a simple vista. La Vía Láctea aquí adquiere todo su esplendor lumínico. Además, para nosotros, habitantes del hemisferio norte, las constelaciones

Page 49: 10 dias en Na-Gumbo

son desconocidas. Aquí no se aprecia la Osa Mayor ni la estrella polar, pero descubrimos la Cruz del Sur, que sirvió de guía a los antiguos navegantes portugueses y españoles. Soy consciente de usar un ejemplo absolutamente prosaico, pero, para que tenga una idea, le diré que la contemplación de este cielo sólo es comparable en Europa a una sesión en un buen planetario. En Na-Gumbo se puede contemplar el cielo a través de un potente telescopio, que está a disposición de sus visitantes.

Page 50: 10 dias en Na-Gumbo

“Las mujeres comienzan a ser una plaga de los viajes y las exploraciones difícil de combatir”. (The Times.1892).

Han pasado tantos años desde que el periódico inglés publicara con total impunidad y, desde luego, con absoluta ignorancia del futuro, ese comentario, que hoy no podemos evitar una sonrisa.

Mi esposa viajaba conmigo en esta ocasión. Ella no sabía nada de mi temor de que este viaje no fuera de su gusto. Yo no había estado nunca en Na-Gumbo y desconocía las posibilidades reales de ocio y comodidades que pudiera disfrutar en el lodge durante mis ausencias cinegéticas. Mi interés personal estaba en la caza y las fotografías; yo estaba dispuesto a sacrificar algunas comodidades en aras de mi interés por la fauna del país, por tanto, mis preferencias estaban dirigidas hacia esos objetivos, pero, ¿y mi esposa?

Page 51: 10 dias en Na-Gumbo

También en la organización de este modelo de turismo las cosas han cambiado sustancialmente.

En Na-Gumbo el confort de los acompañantes es un objetivo en el que se trabaja y se innova: excursiones a caballo, piscina, bar, spa, jaccuzi… las atenciones que suelen recibirse en un gran hotel, aquí se disfrutan en un ambiente exclusivo y familiar. Debo decir que mi esposa quedó encantada de su estancia; el tiempo que permanecía en

el lodge mientras yo salía para hacer fotos lo empleaba en disfrutar de la comodidad y variedad de sus servicios.

Page 52: 10 dias en Na-Gumbo

Desde Na-Gumbo se puede ir de excursión a lugares como Swakopmund, contemplar sus casas de estilo alemán, sentarse en una terraza, comer biltong, especie de tiras de carne secada al sol muy apreciada por los nativos y una sorpresa más para los turistas, beber una cerveza o un rock shandi (bebida nacional para los abstemios, característica por su efectividad a la hora de saciar la sed) y ver pasar la gente como en un cuadro costumbrista. O bien, llegar hasta las montañas de Khomas, desde donde puede contemplarse un horizonte tan inmenso que uno tiene la ilusión de estar viendo la curvatura de la Tierra. Podemos ir de excursión hasta Sossusvlei, contemplar la duna 45, la más grande del mundo. Visitar Luderitz, Etosha Pan, el Fish River Canyon… nombres todos ellos que evocan experiencias que nunca se van a olvidar.

Page 53: 10 dias en Na-Gumbo
Page 54: 10 dias en Na-Gumbo

Durante las partidas de caza abatimos varios orix, hice centenares de fotografías y pude comprobar de primera mano lo que significa una organización montada sobre la base del respeto por la naturaleza. En una ocasión, íbamos en el todoterreno a la búsqueda de ejemplares cuando la experta mirada de Rinus detectó un red hartebeest que intentaba seguir a su manada de forma descontrolada. Dirigió el vehículo hacia él hasta alcanzarlo; rápidamente lo cercamos y Rinus lo redujo en un abrir y cerrar de ojos. En seguida se dio cuenta de la gravedad de su estado, lo trasladaron a la sombra de un árbol cercano. Rinus, normalmente un hombre tranquilo, tímido, introvertido, de gestos lentos, poco dado a exteriorizar sentimientos, se transformó, en segundos, en una eficaz máquina de atención a la víctima. Quedé sorprendido al descubrir en su mirada azul y transparente que lo que realmente movía sus gestos era un profundo amor por la naturaleza y por los animales: le resultaba doloroso comprobar su impotencia ante el animal doliente. Estuvo mojando con agua la cabeza del animal con la delicadeza de una caricia hasta que exhaló el último suspiro.

Page 55: 10 dias en Na-Gumbo
Page 56: 10 dias en Na-Gumbo

Le tengo que hablar a menudo de Rinus porque, junto a Luis Barreras, son las dos personas con las que, si viene a Na-Gumbo, tendrá que convivir la mayor parte del tiempo. Rinus está absolutamente integrado en este paisaje. Y es un personaje sorprendente. Vive, siente y participa plenamente de los avatares de esta tierra. Recuerdo una de nuestras salidas; volvíamos al atardecer, tranquilamente, después de una partida muy productiva en imágenes fotográficas cuando de pronto Rinus frenó el vehículo bruscamente y señalando hacia unas rocas dijo gritando: “hienas” mientras preparaba el rifle. Rápidamente sonaron varios disparos, Luis tomó un segundo rifle y los dos se adentraron entre las rocas. Las hienas fueron más listas y escaparon. Yo, francamente, creí haberlas

Page 57: 10 dias en Na-Gumbo

visto, aunque si he de ser sincero lo que realmente contemplaron mis ojos fueron dos manchas negras que desaparecieron rápidamente de mi vista. Luego me enteré de que Rinus odiaba estos animales porque solían comerse las crías de las otras especies, lo que reducía las posibilidades de mantenimiento de la cabaña.

Page 58: 10 dias en Na-Gumbo

En otra salida llegamos hasta Emeritus, la otra finca perteneciente a Na-Gumbo, y nos adentramos unos 20 kilómetros. Era temprano pero el sol ya lucía implacable. La luz de la mañana era de un blanco puro. Uno tenía la sensación de encontrarse bajo un cielo cóncavo, metálico, como si sobre nuestras cabezas hubiera un foco inmenso y ardiente de plató fotográfico. Sin embargo, contrariamente a lo que estamos acostumbrados los que vivimos en climas templados y húmedos, el exceso de luz no impedía que los colores de la sabana se manifestaran en toda su potencia. Amarillo, ocre, azul, violeta, negro, rojo, gris.

Aquella mañana tuve la satisfacción de contemplar cómo una manada de avestruces huía despavorida al descubrir nuestra presencia. La escena tenía un cierto aire humorístico, pues los avestruces corrían formando una fila homogénea y disciplinada. Rinus no permitió que se efectuara ningún disparo sobre ellos. Cualquier cosa, el más mínimo accidente

Page 59: 10 dias en Na-Gumbo

del terreno, adquiere en estas tierras dimensiones insospechadas, así, durante el paseo, Rinus nos mostró la tumba de un jefe tribal muy antiguo que consistía en un humilde montículo de piedra en medio de la vasta llanura. Rinus no supo decirme si se trataba realmente de una tumba o era producto de la imaginación o de las supersticiones a las que son tan aficionados por estos lares.

Page 60: 10 dias en Na-Gumbo
Page 61: 10 dias en Na-Gumbo

Así pasaron los días inolvidables de Na-Gumbo. En cada una de nuestras salidas pudimos contemplar de cerca familias de jirafas, centenares de orix, el animal “oficial” (no en vano su imagen está presente en muchas publicaciones nacionales y forma parte del Escudo de Armas de Namibia), impresionantes leopardos y guepardos, aparentemente indolentes, pero siempre pendientes de todo lo que sucede a su alrededor (para cazarlos es necesario un permiso especial del Natural Conservation), manadas de cebras hartmann, la cebra de montaña más codiciada, más fáciles de detectar por el dibujo de franjas blancas y negras de su cuerpo, enormes kudus, y miles de steenbooks, springboks…Algunos fueron cazados por los rifles y otros por mi cámara.

Se terminaba nuestra estancia en Na-Gumbo. El tiempo, aunque aquí “no existe”,transcurre. Debíamos hacer las maletas y en el todoterreno Luis Barreras nos trasladaría a Windhoek para pasar allí los dos últimos días. Desde la capital tomaríamos el avión de vuelta.

Page 62: 10 dias en Na-Gumbo

Windhoek

Como ya le he comentado al principio, Windhoek, con 250.000 habitantes, es la capital del país. En el trayecto paramos en Usakos para tomar un pequeño refrigerio. De nuevo nos sirvieron biltong con las cervezas. Cuando estuvimos cerca de la capital la pista de tierra ya se había convertido en asfalto. En la señalización de las áreas de descanso había un pictograma en el que se veía dibujado sobre un trozo de madera un pino junto a una papelera. En realidad, exactamente en eso consistía el área de descanso: un pino y una papelera.

Windhoek fue construida en el siglo XIX como sede de la administración alemana para todo el territorio. Hoy, sus venerables edificaciones de estilo germánico conviven con modernos rascacielos de cristal y acero. Su calle principal, Independence Avenue, es el centro de la actividad comercial y turística. Allí nos dirigimos. Compramos los souvenirs de rigor y también en esa avenida, junto a unos jardines pudimos acercarnos hasta un grupo de mujeres himba que, sentadas en el suelo, ofrecían a los turistas sus baratijas hechas de semillas. Los himba son la tribu más antigua de África. Sus mujeres se adornan y maquillan embadurnándose el cuerpo con arcilla roja. Apenas llevan puesto

Page 63: 10 dias en Na-Gumbo

un taparrabos y muchos collares y pulseras que lucen entre sus generosos pechos. Luis se puso a platicar con ellas para regatear el precio de unos collares y

permitieran que les hiciéramos unas fotos. Cuando obtuvo el permiso me hizo la señal de que me sentara junto a una de ellas, y así lo hice. La muchacha me tomó por la cintura para posar con una amplia sonrisa mientras Luis hacía las fotos. Fue toda una experiencia. No pude resistir la tentación de comprar a un grupo de jóvenes artesanos

una talla de madera que representaba un elefante. Sorprende descubrir la capacidad estética de estas gentes cuando reproducen con toscas herramientas figuras de animales.

Page 64: 10 dias en Na-Gumbo

Por la noche, Luis nos llevó hasta el Joe’s Beerhouse, un restaurante que es un almacén de trastos sin fin. Allí probamos el “Bushman society”, una brocheta a base de carne de cocodrilo, avestruz, orix, cebra y kudu: casi todo el sabor de África en un alambre. Otra experiencia para no olvidar.

Descansamos en el hotel, donde pudimos disfrutar de excelentes servicios. Finalmente, Luis Barreras nos vino a buscar para trasladarnos al aeropuerto. Puedo afirmar con seguridad que hasta el último momento estuvimos arropados por su atención personal y, más allá de una relación profesional, considero haber ganado una nueva amistad y una inolvidable estancia en Na-Gumbo.

Page 65: 10 dias en Na-Gumbo

En una pared del aeropuerto podía leerse:

HAI-I GE ! NOMANOSE A // HAO// OA;// I-IOSE

(Ningún árbol puede vivir sin raíces. Ningún hombre sin familia)

Page 66: 10 dias en Na-Gumbo

Namibia Na-GumboOctubre2010

© O

scar

And

eiro

/ M

anue

l And

reu

Page 67: 10 dias en Na-Gumbo