33Opinin Jurdica, Vol. 8, No. 16, pp. 33 - 46 - ISSN 1692-2530 -
Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medelln, ColombiaAmrica Latina y
la globalizacin*Lizandro Alfonso Cabrera Surez**Recibido: julio 23
de 2009Aprobado: octubre 26 de 2009RESUMENEl ensayo esta orientado
a mostrar que la globalizacin es un viejo conocido y cmo ha sido
mal enfrentada en Amrica Latina. La globalizacin no es ni mala ni
buena; como estrategia, debe ajustarse a las propias realidades del
contexto. Cada regin del mundo tiene sus propias virtudes y
ventajas comparativas, las cuales deben ser utilizadas para
provecho y benecio propio y no de las poten-cias econmicas.
Palabrasclave:Derecho,desarrollo,globalizacin,internacionalizacineco-nmica,
Amrica Latina, modelos econmicos. * Este artculo proviene de la
actividad acadmica del autor en el rea de derecho privado.**
Maestro de formacin en Ciencias Sociales de la USC, Abogado de la
USC, especialista en Docencia Superior Universitaria de la USC,
Especialista en Desarrollo Intelectual y Educacin de la UC en
convenio con la Fundacin Alberto Merani de Bogot, Especialista en
Derecho Privado de la Pontifcia Universidad Bolivariana de Medelln,
Estudios de doctorado en la UNED de Madrid,Estudiante de la
Maestraen Derechode la Universidad Sergio Arboleda, segunda
Cohorte. Director grupo de investigacin Hernando Devis Echanda de
la Universidad Santiago de Cali. Profesor dedicacin exclusiva
adscrito a la Facultad de Derecho. Autor de varias publi-caciones
en tema del conficto armado. [email protected]
Jurdica-UNIVERSIDAD DE MEDELLNOpinin Jurdica 34Lizandro Alfonso
Cabrera SurezLatin America and
globalizationABSTRACTThisessayintendstoshowthatglobalizationisnothingnew,andhowbadit
has been treated in Latin America. Globalization is not either good
or bad; as a strategy, it should adjust to the context realities.
Each region of the world has its own qualities and comparative
advantages, which should be used in its own beneft and not for the
beneft of the richest countries. Key words: Rights, development,
globalization, economic globalization, Latin America, economic
models.35Amrica Latina y la globalizacinOpinin Jurdica, Vol. 8, No.
16, pp. 33 - 46 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188
p. Medelln,
ColombiaINTRODUCCINLaprimerapartedeltextoanalizalahistoria
deAmricaLatinaenrelacinconlos procesos de descubrimiento y
conquista para encontrar el nexo entre la actual situacin de
desarrollo econmico y las taras dejadas por el pasado.
Posteriormente se hace un bosquejo generaldelaevolucindelaseconomas
delaregin,enrelacincomparativacon laglobalizacinyfinalmenteseexpone
unatesiscrticasobrelaformacomoseha enfrentado la globalizacin al
confundirla con launiformizacindelmundo,olvidandolas
ventajasyfortalezasquepodrancatapultar
aAmricaLatinaenelconciertomundial
delcomercioconunasmiradasdiferentes, eso
s,beneciosasalciudadanodelcomn. EL CONCEPTO DE
GLOBALIZACINEmpecemospordesentraarlasignifcacin
delaglobalizacin1comopalabra.Podramos afrmar que, como diccin2
(signifcante) es de reciente acuacin (ltima dcada) aun cuando
tendramos que aceptar que su signifcacin es de vieja data, casi tan
antigua como el hombre, por cuanto este fenmeno ha aparecido y ha
estadopresenteenlosprocesoscomporta-mentales de la humanidad,
generado por los actos propios de la naturaleza humana, como
son:laambicin,elpoder,eldesarrollode
lacuriosidad,elavancedelconocimientoen
labsquedadenuevasymejoresformasde ejercitar su existencia, etc.,
con los cuales ha buscadosatisfacersusintencionesquevan
desdeladominacin: colonialismo3, 1McLuhan fue el primero en
utilizar la palabra globalizacin, fue el terico de la informacin;
en los aos sesenta explic, que los avances en la electrnica y las
comunicaciones llevaran al mundo a crear una aldea global donde los
hechos seran conocidos por todos los habitantes del
globo.2Globalizacin: Tendencia de los mercados y de las empresas a
extenderse, alcanzando una dimensin mundial que sobre-pasa las
fronteras nacionales. (Real Academia de la Lengua Espaola,
2009).3El colonialismo es el dominio territorial, econmico y
cultural establecido durante largo tiempo sobre un pueblo
extranjero que se ve sometido al pas dominante. Aunque este trmino
imperialismo4,expansionismo5,neocolonia-lismo6,hastaelsupuestoproteccionismode
existe desde la poca de la Antigua Grecia, hay variantes en su
signicado, pues en el caso de las antiguas colonias griegas o en el
de Amrica se usaba ms bien la palabra colonizacin en vez de
colonialismo, ya que en estos casos los territorios
colonizadosnoestabansubordinadosalametrpoli,ya
todosloshabitantesdeestosprimerosselesconsideraba
comootrosciudadanosmsdelapotenciaeuropea.Enla
edadcontemporneaseidenticamsconladominacin poltica de gentes de
otra raza que habitan en un territorio separado por el mar de la
potencia colonial, que generalmente suele ser un pas europeo. El
colonialismo europeo moderno comenz en el siglo XV con los viajes
de los portugueses a lo largo de la costa oeste de frica. Junto con
los espaoles, fueron los primeros en establecer sus colonias en
ultramar, y se aferraron a ellas incluso despus de que su fuerza
im-perialista se hubiera perdido. Sin embargo, el colonialismo
alcanz su momento de mxima importancia desde nales del siglo XIX
hasta mediados del XX. Los pases europeos que ms protagonismo
tuvieron en este proceso fuero Inglaterra, Francia y Alemania, que
se repartieron el continente africano, (donde tan slo quedaron dos
pases independientes: Liberia y Abisinia) e intentaron extender sus
zonas de infuencia por diferentes zonas del mundo como Europa
Oriental, Oriente Medio, Extremo Oriente o el Caribe. Pases como
Italia, Es-paa, Portugal y Blgica tambin intentaron llevarse su
parte en este reparto, aunque no consiguieron tantos territorios.
(Tortella, 2000, p. 51-74).4En el mundo antiguo, la prctica del
imperialismo daba como resultado una serie de grandes imperios que
surgan cuando un pueblo, que generalmente representaba a una
determinada civilizacin y religin, intentaba dominar a todos los
dems creando un sistema de control unifcado. El imperio de
Ale-jandro Magno y el Imperio Romano son destacados ejemplos de
esta modalidad (Enciclopedia Microsoft Encarta, 1996). 5El
imperialismo europeo de comienzos de la era moderna (1400-1750) se
caracterizaba por ser una expansin colonial en territorios de
ultramar. No se trataba de un pas que intentaba unifcar el mundo
sino de muchas naciones que competan por establecer su control
sobre el sur y sureste de Asia y el continente americano. Los
sistemas imperialistas se estruc-turaron de acuerdo con la doctrina
del mercantilismo: cada
metrpoliprocurabacontrolarelcomerciodesuscolonias
paramonopolizarlosbenefciosobtenidos.(Enciclopedia Microsoft
Encarta, 1996).6Poltica de los Estados imperialistas dirigida a
conservar la explotacin colonial de los pases dbilmente
desarrollados en el aspecto econmico con el n de anular las
consecuencias de la desintegracin del sistema colonial del
imperialismo. Lenin indic que el capital fnanciero y su
correspondiente poltica internacional... crean toda una serie de
formas de tran-sicin de dependencia estatal. Lo caracterstico del
fenmeno estriba en la variedad de formas de pases dependientes,
pol-tica y formalmente independientes, pero en realidad envueltos
en las redes de la dependencia fnanciera y diplomtica. Para
alcanzar los fnes indicados los imperialistas establecen
dife-rentes tipos de dependencia econmica y poltica. Organizan
bloques poltico-militares agresivos (OTAN, SEATO, CENTO
yotros)queactanencalidaddecolonizadoresengrupo; sostienen una
poltica de expansin econmica (emprstitos imperialistas, intercambio
no equivalente, ayuda tcnica); organizan la intervencin directa en
los asuntos internos de los estados jvenes, ejercen una accin
ideolgica sobre las masas, dedicando lugar especial al
anticomunismo. Al socaire Opinin Jurdica 36Lizandro Alfonso Cabrera
Surezsusrelaciones:socialismo,comunismo,mer-cantilismo.Existenmltiplesmetforassobreelconcep-todeglobalizacin,segnlasdescribeIanni
como:economa-mundo;sistemamundo;
aldeaglobal;tecnocosmos;planetatierra; hegemona global, entre
otras, que expresan un fenmeno totalizador y complejo de la
realidad internacional o, como dira el propio autor: un fenmeno que
sorprende, encanta y atemoriza.
Unespacio,dondelaimaginacinmultiplica
metforas,smbolos,imgenes,fgurasyale-goras, destinadas a dar cuenta
de lo que est sucediendo.Sonmltipleslasposibilidades
abiertasalimaginariocientco,loscoy
artsticocuandosedescubrenloshorizontes
delaglobalizacinenelmundoystosen-vuelven cosas, gentes e ideas,
interrogaciones y respuestas, nostalgias y utopas (Ianni, 1996). EL
MANEJO HISTRICO DE LA GLOBALIZACIN EN LATINOAMRICAAmrica Latina es
una regin llena de sueos, anhelos e ilusiones, poblada por
maravillosos seres humanos que desde antes del siglo XV
estrecibiendolainfuenciaextranjeraque le ha impedido un normal y
mejor desarrollo econmico, poltico y social. Ideologas desde el
populismo hasta el neoliberalismo han po-sado sus alas en los
gobiernos de los pases, heterogneos en su estructura, pero
homoge-neizados con el rtulo despectivo de Amrica
Latina,aplicadossinconsiderarlaspropias realidades contextuales. El
mismo proceso de descubrimiento y colonia hicieron de Amrica Latina
una regin especial. de la ayuda, procuran mantener, en los pases
liberados del imperialismo,lasviejasposicionesyocuparotras,ampliar
sus puntos de apoyo social, atraerse a la burguesa nacional,
implantar regmenes militares despticos, asentar en el poder a
tteres sumisos. A la poltica neocolonialista de las potencias
imperialistas,seoponelacrecientefuerzadelmovimiento
deliberacinnacionalapoyadoporlospasessocialistas. (Borsov, Zhamin
& Makrova, 1965).Losaborgenesseenfrentaronendesiguales
procesosmilitaresaloseuropeos,dondela espada y la armadura se
unieron al poder de la cruz del cristianismo para que a travs del
idioma espaol se impusiera una nueva cultura a cambio de arrasar la
autoctona propia de la regin;llegdemanerairracionalunfeuda-lismo
tardo. Se importa un modelo atrasado.
Espaa,enlapocadeldescubrimiento,era una monarqua en guerra, que no
haba dado los envidiables pasos de Inglaterra o de Francia en sus
procesos de industrializacin y de logros en las libertades
individuales y colectivas. Es
fcilentenderloquetrajeronaestastierras lejanas, que aparecieron
como la salvacin eco-nmica y religiosa. Iberoamrica le dio oxgeno
alcristianismo,quepasabapormomentos
difcilesenEuropa.EltanatacadoTribunal
delaInquisicin,ysuscompaerosfeles: la
hogueraylaexcomuninsetrasladaronde
espacio,resistindoseamorir,encontrando un caldo de cultivo propicio
para durar varios siglos ms. Este prrafo me permite citar una vieja
tesis que he defendido en otros escenarios que no son materia de
este ensayo y es que: la conquista se hizo ms fcil por el momento
especial que vivan nuestros indgenas en relacin a la espiritualidad
y a sus procesos sociolgicos de la crea-cin de una religin; se
esperaba un ser mesinicoyllegaronvarios,perocon intenciones y
necesidades bien distintas y oscuras, seres mitad hombre y mitad
animal,alosquelasfechasnoles hacen dao, seres que disparan fuego,
el imaginario individual y colectivo les abri las puertas (Cabrera,
s.f.). El descubrimiento de Amrica impuls el de-sarrollo del
capitalismo: le permiti, gracias a sus incalculables riquezas a
Europa, cimentar las futuras revoluciones. Todo se reduce al
in-ters por aumentar el comercio. El intercambio de mercancas con
la India y con la China se constitua en unas rutas clave para la
actividad mercantilista;allestentoncesunadelas
principalescausasdelhallazgodeColn:la 37Amrica Latina y la
globalizacinOpinin Jurdica, Vol. 8, No. 16, pp. 33 - 46 - ISSN
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Colombiaglobalizacindelosmercados,trminoque parece nuevo hoy pero
no lo es. La conquista fue una empresa real, cont con
elapoyodelareina,episodioalquelehan
puestohastamorbo,aldecirqueColonob-tuvo el apoyo en joyas que la
reina guardaba en sus reales pechos, a quien le prometi am-pliar
los territorios de la Virgen y all difundir el evangelio, pues ella
era devota de la Santa. Colnempiezaentoncesaintentararmarun equipo
de viajeros y debi luchar primero con el descrdito que tena entre
los habitantes del reinodeCastilla.Estasituacingenerque los
primeros visitantes a las Indias no fueran
delamejorestirpe;alcontario,presidiarios, enfermos, personas sin
empleo, militares des-prestigiados,ambiciososseoresfeudalesy
comerciantes visionarios y ambiciosos (Zabala, 1935) que entre
bambalinas le apostaron a la hueste conquistadora.
Amrica,elhoyllamadonuevocontinente,
recibideloquetenanparadarlosrecin llegados, y al mezclar la
aventura con la empre-sa,eldeseodeencontrarcosasquepagaran los
viajes aceler el ritmo de los atropellos y abusos contra los
nativos. Luego de un penoso viaje,lagloriaparecaesperarlosycomolo
relatan los cronistas de Indias, la nica
mane-radesertratadoscomohroeserallevando pruebas ciertas y
contundentes, por lo que se llevaron las riquezas y muestras de
cuanto les parecillamativo;hastasereshumanosun poco diferentes a
ellos emprendieron el peri-plo de retorno a la madre patria. Al
llegar, el imaginario colectivo en Espaa se transforma y se
entendiende que en ultramar puede estar la salvacin a la penosa
situacin que se viva; esascomoseplaneayadesdeelconcepto
deempresalanuevaentradaalasyanotan extraas tierras. Cada viaje tena
los mismos objetivos del otro, pero no todos lo lograban, pocos
tenan la fortuna de llegar a lugares ple-tricos de oro, o al menos
fcil de extraer, lo que produca rabia en los viajeros y arrasaban
con poblados enteros a manera de justicacin por el fracaso. El
tiempo pasa, ahora las estadas se hacen
mslargas,empiezalentamentelacolonia, mezclada con una reaccin tarda
de los pre-colombinos, quienes con violencia empiezan a defender
sus territorios, pertenencias y sus vidas. Cuentan con el aliado
del clima tropi-cal, caluroso, lleno de fauna y fora descono-cida
pero agreste que es un enemigo secreto para los delicados espaoles,
quienes deben empezar a recomponer su imaginario social, econmico y
poltico. Ahora, es el momento, detraeryanosoloarmas:serequiereun
aparatopoltico,quegaranticeelpoderen
estecaso,ynocomodiraelprofesorEloy GarcaenelprlogodellibrodeFerrero
(1942), Los genios invisibles de la ciudad, se deba legalizar y
legitimar. Para lo primero, se crea
elVirreinatodelaNuevaGranada7,ypara lo segundo la cruz y el
evangelio se unen al idioma castellano para lograrlo. Los ibricos
se acompaaron de su gran prepo-tencia, y continuaron viendo a los
indios como 7El Virreinato de Nueva Granada, Virreinato de Santaf o
Virrei-nato del Nuevo Reino de Granada fue una entidad territorial,
integrante del Imperio espaol, establecida por la Corona es-paola
(17171724, 17401810 y 18151819) durante su perodo de dominio
americano. Fue creado por el rey Felipe V en 1717 dentro de la
nueva poltica de los borbones y suspendido en 1724, por problemas
fnancieros, siendo reinstaurado en 1739 hasta que el movimiento
independentista lo disuelve de nuevo en 1810. En 1815 fue
reconquistado su territorio por el ejrcito
delreyFernandoVII,siendonuevamenterestaurado,hasta que el ejrcito
patriota logr su independencia defnitiva del poder espaol en 1819.
Recuperado en el mes de ocubre de 2009, de http://
www.skyscrapercity.com/archive/.../t-684016.Son mltipleslas
posibilidades abiertas al imaginario cientfico, filosfico y
artstico cuando se descubren los horizontes de la globalizacin en
el mundo y stos envuelven cosas, gentes e ideas, interrogaciones y
respuestas,nostalgias y utopasOpinin Jurdica 38Lizandro Alfonso
Cabrera Surezbrbaros, y les trasladaron todos los rezagos de ese
proceso cultural en el cual, hasta en lo moral, eran inferiores los
extranjeros. Fue as como lo inmoral, el canibalismo, la ereza, el
fetichismo, la idolatra, la sodoma fueron pre-textos para justifcar
la fuerza de la conquista y la barbarie a que fue sometido nuestro
pa-sado indgena. Se haca necesaria la violencia donde no se
aceptara a Dios; se deba imponer el cristianismo y preparar la
entrada de los va-lores religiosos. Se justifc la violencia desde
elinteriorpropiodelconquistador,ydesde Europa en lo colectivo.
Nunca se pens en el hombre americano, solo en lo que represent
econmicamente el encuentro de dos mundos. La globalizacin se centr
solo en lo econmi-co, extraa coincidencia con los resultados de
aumento de pobreza con la actualidad. La bsqueda del oro era
angustiante, no haba tiempo para ms; por prohibicin real no poda
dedicrsele tiempo a actividad econmica al-guna distinta de las
empresas que produjeran tesoros, botines de rpida utilidad. Era
atacado y castigado el trabajo en los campos para que
loscolonosnoperdieranelhorizontedelas
rdenesrealesenrelacinconeloroycon su especial devocin a las minas
doradas. La conquista y la colonia transcurrieron bajo los
lineamentosdelmercantilismoentendido
comolasuccindeloroporordendelsco real y del poder divino de los
reyes. El rey de Espaa era dueo personal de las Indias; estas
fuerondenominadastierrasrealengasyel rey las poda entregar en
mercedes de tierra; la tierra, entonces, era un premio a la empresa
conquistadora,eraunvehculodepoder;as se cimientan los grandes
latifundios (Cabrera, s. f.), rplica de la manida hacienda espaola.
El rey era omnmodo, tena derechos hasta en
losdiezmos8enlapocacolonial,situacin que la historia ha considerado
como un claro ejemplo de simona. De Espaa enviaban todos 8Al
respecto puede consultarse la bula del 16 de diciembre de 1501 del
papa Alejandro VI. losconsumosnecesariosparaunasubsis-tencia, por
dems, precaria, que generaba un contraste comercial, y que an hoy,
al escribir estaslneas,producemolestia;deAmrica partieron galeones
durante ms de trescientos aos con oro, plata, cobre, perlas,
esmeraldas, y llegaban los barcos de igual calado pero con
cargamento diferente: loza, aceite, vino, taba-co, harina de trigo.
Con el paso del tiempo, la fatigante presin ejercida desde la
metrpoli, representada en impuestos, hizo que un confor-mismo con
la explotacin extensiva de la tierra fuera sufciente y tributar
menos para vivir, es decir,aumentladesidiaparaenproducir.
SetrasladaAmricaunfeudalismotardo,
representadoenlaencomienda,enlamitay en un desprecio por la
industria. El oro tuvo un papel extrasimo en el proceso del inicio
del retardo econmico; su presencia, descubierta por Coln, sell y
deni el rumbo de las Indias orientales: el menosprecio por lo
agrcola y lo industrial ante el culto a la bsque-da del metal
precioso. El metal precioso fund ciudades pero tambin las arras. La
despensa deoroydemetalespreciososnuncarecibi regalas o benecios,
pues basta recordar el es-tado de las ciudades y nacientes
repblicas en que se lograron las gestas de la independencia
porBolvarySanMartnenAmricaIbrica. Pero tambin conden al indio, que
no estaba acostumbrado a hacer parte de una economa de produccin
sino de apropiacin, pues caza-ba y pescaba, ya que de lo agrcola,
como en los matriarcados del viejo mundo en la poca antigua, se
encargaba la mujer. A la poblacin indgena se le fue exterminando
lentamente en cruentas batallas, en las huidas para proteger
suvidaysucultura,ytambinmediantela
esclavitud.Esascomolaculturaancestral queda reducida a su mnima
expresin y hace necesaria la trada de esclavos negros de fri-ca, un
nuevo tipo de hombre sin conocimiento alguno del pasado y de los
logros culturales de los indgenas. Un continente al que le arrancan
los tesoros de la tierra y le exterminan su propia 39Amrica Latina
y la globalizacinOpinin Jurdica, Vol. 8, No. 16, pp. 33 - 46 - ISSN
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Colombiaculturapagaresasconsecuenciasalolargo de la historia
venidera. La sonada movilidad de personas tan pregonada hoy por
ejemplo en la Unin Europea no fue positiva en la colonia. El
desarrollo del texto permite recordar cmo tan slo en 1812 el rey de
Espaa y seor de las Indias Orientales, Fernando VII, promulga una
cdula real en la cual da libertad a todos los colonos y habitantes
de Amrica para sem-brar y aprovechar los climas y los dones de la
naturaleza,einvitaapromoverlaindustria.
Esteextraopersonaje,oscuroyretrgrado,
ademsdedescontextualizado,haceesto cuandoCartagena de Indias ya es
independien-te,cuandolagestadeBolvarhatriunfadoy cuando el mundo
habla de Ilustracin, buscan-do cimentar los procesos de reconquista
que menos mal no se consolidaron. Tal vez quiso limpiar un poco la
tirara de la Casa de la Con-tratacin de Sevilla9, responsable
histrica del abuso de los impuestos, del desfalco legal del nuevo
continente y de trabajar amparada en la lejana para que unos pocos
se aduearan de algo que le perteneca a todo el mundo. Tres
siglosperdidos;comosedijoantes,estaban
prohibidastodaslasactividadesdistintasa
labsquedadeloro;durantetressiglosse
frenlaeconomaenlasIndiasorientalesy
porsupuestoesotraerconsecuenciasenla economa latinoamericana que se
ve hoy da. Amrica ahora se ha independizado de la ma-dre patria,
son los albores del siglo XIX y busca
9CreadaporlosReyesCatlicosparaestimular,encauzary controlar el
trfco con el Nuevo Mundo. Tena precedentes en instituciones
semejantes creadas anteriormente en otros pases, en especial la
Casa da India de Lisboa. En principio se organiz como una agencia
de la corona castellana, para realizar, por cuenta propia, y en
rgimen de monopolio, el co-mercio con las tierras recin
descubiertas, pero la ampliacin insospechada del escenario
americano hizo imposible este proyecto, y la Casa de contratacin se
convirti en el rgano destinado a inspeccionar y scalizar todo lo
relativo al trco indiano. La Casa conoci su mayor apogeo en el s.
XVI, a lo largo del cual fueron fjadas su organizacin y
atribuciones en Ordenanzas ampliadas y rectifcadas varias veces
(1503, 1510, 1536, 1543, 1552, 1585, etc). Goz de amplia autonoma
hasta que se cre el Consejo de Indias (1524), del que pas a
depender, como ms tarde los hara de los de Hacienda y Guerra. (Casa
de contratacin, s. f.)socios comerciales para salir de los
problemas, y tienen sus nobles libertarios la idea de pagar al
pueblo con la mejor arma: la eliminacin de
impuestos.Perorpidamente,seentendila necesidad de proteger a las
dbiles repblicas deunaposiblereconquistaydecomenzara
recorrerelcaminodelprogreso;entoncesel tributo hace de nuevo su
aparicin y los Esta-dos benefactores se empiezan a consolidar. El
indio, el dueo natural de la tierra, ahora 300 aos despus, los
pocos que quedan son vistos comoobjetosdemuseoysudesproteccin
continusiendomuyalta.Unpuebloqueno valora su historia no tiene
races. El recuento histricoyatrevido,realizadohastaahora, permite
tener un panorama de esos orgenes histricos de los actuales
problemas, vicios y defectos que se enfrentan en pleno siglo XXI.
Eldesarrollodelmundocontinu.Amrica
sepusoencontactorealconelglobo;las comunicaciones, los inventos, la
tecnologa y sobre todo el comercio impulsaron un
proce-soevolutivoquederrumbfronteras,muros
yeconomasdespusdemltiplesintentos
proteccionistas.Losnuevospases,ahora
libres,afrontabanunaseriedeproblemas como la destruccin de la poca
infraestructura que tenan, un altsimo nmero de poblacin vulnerable,
producto de los daos colaterales propios de una guerra de
independencia larga yviolenta,queesperabalaayudadelnuevo
Estado,yespecialmenteunadudadefondo: qu hacer para orientar esa
nueva libertad, una libertad que apenas entienden y no saben bien
cmomanejarla.Ladenominacingraciosa de Patria Boba que reciben las
nacientes re-pblicas refej de manera espectral lo que se viva en
este lado del mundo. La bsqueda de
nuevossocioscomerciales,losinterrogantes
acercadelanuevaidentidadnacional,elre-emplazo de las clases
dominantes externas por unas internas, el ejercicio equitativo y
justo del poder para calmar las angustias de unpueblo en penosas
condiciones eran las mayores an-gustian de la Amrica libre. Opinin
Jurdica 40Lizandro Alfonso Cabrera SurezLas consecuencias de los
aos de pausa eco-nmica y productiva se sienten ya. No hay que
producir, no se tiene cmo explotar las pocas riquezas que quedaron
en Amrica, los recur-sos naturales que an no tenan valor para los
invasores como el agua, el carbn, el petrleo,
etc.,sonintilesenelmomento,puestoque no existe una mnima
infraestructura industrial era tan poca y dbil que a veces uno
olvida laproduccininternadehiladosytejidosy menos un imaginario
colectivo de empresa. El comercio,entendidocomolaposibilidadde
intercambioparasolucionarnecesidadesse convierte en la solucin. La
globalizacin sigue presente, y Amrica Latina vuelve a rendirse a
sus pies. Amricaempiezaentoncessurecorridopor
elmercadomundialhacindoseunaprimera pregunta: qu podemos ofrecerle
al otro? La respuesta oblig a mirar a la madre tierra y a
recordarles a las nuevas generaciones que eran unos pases agrcolas.
El orden colonial de Amrica se remplaza por una llamada etapa
semicolonial inglesa donde no exista inters britnico por ser dueos
de las colonias con las siguientes caractersticas: Inglaterra
comenz a generar la deuda ex-terna de Amrica con emprstitos y
ayudas, necesarios para las guerras de
independen-cia.Inglaterraimpusoellibrecambioensus deudores. El
intercambio tnico, cultural y poblacional se facilita. Las
relaciones externas se dinamizan.Un nuevo orden social donde la
esclavitud yladiscriminacinracialsereducenyse reemplazan por clases
medias emergentes empeadas en el mundo del comercio.La clase
latifundista busca salir de su letargo mirando actividades de
exportacin.Ladependenciatotalyabsolutasereem-plaza por una
dependencia relativa donde aparecen las formas de repblica, lo
presi-dencial, lo parlamentario, lo federal y hasta lo unitario. El
sistema educativo es ms amplio.
Elnuevomomentocomercialsecaracteriza por el aumento de lo
mercantil, se reemplaza la produccin interna que se reduca a
hilados y tejidos por la importacin de bienes de
con-sumodelujosvicioquecalmaralasedde
codiciaydeenvidiadeloscriollosahoraen el poder, situacin que
retardar an ms el despeguedeunaindustriapropia.Inglaterra muestra
inters en apostarle a la inversin en las vas frreas y en la
navegacin fuvial. El oro, contandoconmejoramientostcnicos,sigue
siendo la ms importante mercanca de
expor-tacinyelsoporteparaunadesequilibrada balanza comercial que se
complementaba con la aparicin del tabaco, el ail y la quina. Los
procesosdeurbanizacinempiezanapoblar ciudades y el nuevo continente
presenta otra cara ante la faz del mundo, nuevas ciudades, nuevas
rutas comerciales y nuevos mercados. El mundo asiste a una la
funcin de gala, en lacuallosEstadosUnidosdeAmricase
conviertenenelcentrodelmundo.Empieza entonces la
transnacionalizacin de capitales que reemplaza la anterior
concentracin total enlametrpoli;ahoralascoloniasrecibirn en sus
territorios el establecimiento de
sucur-salesdelasindustriasdelpoderosogigante del Norte. Amrica
sigue entregando materias primasytrayendoproductosterminados.El
oro, sin ceder totalmente su primordial papel, ve crecer la
importancia del petrleo y del pla-tino; asimismo, el caf, el
banano, el azcar, la ganadera y las fores reemplazan al tabaco, el
ail y la quina. El neocolonialismo se acenta con la Segunda Guerra
Mundial, pues se evi-dencia as una real dependencia econmica y
poltica, plasmada en emprstitos, y en el do-41Amrica Latina y la
globalizacinOpinin Jurdica, Vol. 8, No. 16, pp. 33 - 46 - ISSN
1692-2530 - Julio - Diciembre de 2009 / 188 p. Medelln,
Colombiaminio norteamericano en la escena militar. La globalizacin
contina favoreciendo al fuerte. Las ya no tan nuevas repblicas
soberanas no tan independientes le apuestan al
proteccio-nismodeunaincipienteindustriaprestada
paraunmercadonacionalconceptoeste
queserfundamentalenlasconstrucciones de verdaderas identidades
nacionales que se consolidaconlasempresasfabrilesyconel
desarrollodelsectorbancario.Asimismo,el latifundio evoluciona en
una pequea porcin hacialaempresaagrcola,noeliminandola
concentracindelatierraenpocasmanos, sino explotando la tierra para
ganar ms; sin embargo, una gran parte de la tierra sigue
sub-explotada y en unos pases con tal diversidad
declimasypisostrmicos,comoEcuador, Colombia y Venezuela, se estanca
la produccin agrcola y se aumenta la importacin en este regln. Se
desprecian las ventajas comparativas de los diferentes pases, no se
le rindi el culto apropiado ni debido a las fortalezas nicas de
Amrica en el mundo; se crey siempre que la industrializacin y la
fabricacin de productos tecnolgicos suntuarios, era la va. La
compe-tencia segua enfocndose mal.
Laconcentracindelpoderydelariqueza hace que en Amrica Latina se
pueda mezclar unaeconomadealtatcnicaytecnologa
conunaderecoleccin,dondelosproble-massocialessonirreconciliables.Cmono
mencionar la similitud de las favelas de Brasil
conloscinturonesdemiseriaenciudades
colombianascomoCali,MedellnoBogot,
losdesplazadosconelmovimientodelos destechados de Argentina y as
mltiples coin-cidencias en el tema de inseguridad, prostitu-cin,
delincuencia, bajos niveles de cobertura educativa. Tambin llama
poderosamente la atencincmoelintercambioeimpulsode los intercambios
permiten la conformacin de una clase media con estudios
profesionales de alta cualifcacin pero excluidos del poder. Las
clases sociales se polarizan; la brecha entre pobres y ricos es muy
amplia; se observa de manera clara cmo el sector nanciero integra
las clases dominantes. Hoy, tiempo despus del n de las guerras
mundiales, mientras el mundo asiste a la consolidacin de modelos de
integracin como la Unin Europea, en el nuevo continente existe la
dependencia eco-nmica que se refeja en lo poltico, es decir, el
neocolonialismo sigue vivo. Amrica Latina ha evolucionado
positivamente: pas de lo tribal primitivo a vivir fases de
in-dustria y fnanzas sin superar el subdesarrollo; no obstante, hay
que poner especial cuidado en la afrmacin a modelos como Chile,
Argentina y al de la ahora diferente Venezuela. Se logr un boleto
para el concierto mundial de la eco-noma pero no fuimos muy bien
recibidos, las puertas traseras nos dieron una butaca cuasi
histrica y perenne. La calidad de vida no es la mejor, los
contrastes siguen, el capitalismo se pasea rampante por nuestros
pases. El otro lado del mundo, ms all del Atlntico, asisti a otra
funcin. De la guerra se aprehen-dilapazylasvasdecmolucharporuna
calidad de vida de todos los asociados y por la equidad de la
justicia y la sociedad igualitaria como estandarte de progreso. Por
all, en los aos cincuenta se empieza ha hablar de unio-nes de pases
para no volver a tener guerras. El ser humano siente ya su lugar de
privilegio. Una de las mayores empresas que iniciaron fue la de la
internacionalizacin de la economa. El siglo pasado es pletrico en
contradicciones en relacin con las estrategias econmicas en El
nuevo momento comercial se caracteriza por el aumento de lo
mercantil, se reemplaza la produccin interna que se reduca a
hilados y tejidos por la importacin de bienes de consumo de lujos
vicio que calmara la sed de codicia y de envidia de los criollos
ahora en el poder, situacin que retardar an ms el despegue de una
industria propia.Opinin Jurdica 42Lizandro Alfonso Cabrera
SurezAmricaLatina.Lasguerrasmundialesdis-paranesosafanesdeindustrializacinpara
reemplazar las importaciones, y se implemen-tan las reformas
arancelarias que conducen a un proteccionismo. De nuevo, sin
entender el contexto, se cierran fronteras sin realizar ver-daderas
reformas estructurales para lograr la autonoma soada. Lo
manufacturero gener otras dependencias de materias primas, pero
sobre todo el descuido de apoyo a los sectores fundamentales como
el agrcola y minero. Las estadsticaspuedenmostrarduranteestos
perodosaltosndicesperosonirreales.El
gobiernoamparestassituaciones,contal debilidad que hoy no se siente
tal fuerza, pero s se observa claramente el dominio del capital y
de la empresa extranjera.
Ladependenciaseevidenciaencuantolle-gancapitalesextranjeros,sefugancerebros
nacionales, aparecen capitales golondrina, las llamadas bonanzas
cafeteras y marimberas no generarontransformacionesestructuralesal
pas como fue el caso Colombiano, para citar un ejemplo. La
dominacin se nota, adems, en la explotacin de la mano de obra
barata. El perodo nal del siglo XX mostr un redi-mensionamiento
aparente; el crecimiento y la mirada
hacialaseconomasabiertasprepara el terreno para saludar un Estado
menos inter-vencionista con tendencias de libre mercado.
Contrariamente, los niveles de empleo formal
sonmuybajo;salvoenChileyCostaRica
(Garca,2008),seguimosconviviendoenlas contradicciones del mundo
capitalista. En eso s es uniforme Amrica Latina: en los proble-mas
sociales, en el desempleo, en el empleo informal, en la
inseguridad, en los altos niveles
decriminalidad,enlospauprrimosniveles de servicios pblicos, en la
altsima cobertura enlaprestacinyenelbajocubrimientode
serviciosasistencialesyenofrecerunamuy
pocaeducacinparamilesdenios.Hoyen los albores del siglo XXI la
situacin es otra, por lo menos eso le hacen creer al ciudadano del
comn. El mundo habla de una globalizacin y de un mercado comn que
invita a las diferentes na-ciones, grandes o pequeas econmicamente,
aarriesgarconfundamentoenlasleyesdel mercado. El fantasma de
ideologas impuestas por las potencias en los pases tercermundistas
allega propuestas como la del neoliberalismo
econmicomalaplicadopormuchos(Sar-miento, 1998), que se convirti en
un foco de atraso y profundiz la crisis social de los pases que
tuvieron que implementarlo. El hecho de apostarle a las
exportaciones, de favorecer la
industrianacional,degenerarcompetencias
igualesseaplicenunpascomoColombia lleno de corrupcin, de vicios
clientelistas, de cacicazgos polticos y, peor an, en medio de un
violento enfrentamiento entre una guerrilla
consolidadamilitaryeconmicamenteyun dbil Estado que atnito
presencia el fortale-cimientodegruposparamilitaresdeautode-fensa
(Zuluaga, 2005), como un actor ms del
confictoblico.Laspolticasglobalizadoras se vendieron como la
panacea a las crisis de las economas emergentes, en donde el pueblo
crey efectivamente que hasta los problemas sociales se iban a
solucionar; sin embargo, la realidad hoy es otra, pues, los
neo-liberalistas colombianosaplicaronlapropuestaapertu-rista y de
internacionalizacin a su acomodo, favoreciendo sus propios
intereses econmicos y no generales; nunca pensaron en una
redis-tribucin de excedentes, en la inversin social o en la ayuda a
los desplazados.Losindicadores,lascifras,losporcentajes ocultan
dramas salvajes, nios hurfanos sin tierra y sin afectos, mujeres
sumando soleda-des, hombres con el prestigio en la mochila y
ancianos que en muchos casos han huido de varias violencias
(Sarmiento, 2005), comunida-des enteras de indgenas que ni en las
proxi-midades del tercer milenio pueden disfrutar la tierra que los
vio nacer, y grupos tnicos negros
sinrumbo.Colombiatristementetieneensu
historiavariosepisodiosdedesplazamiento: la Guerra de los Mil Das y
la masacre de las 43Amrica Latina y la globalizacinOpinin Jurdica,
Vol. 8, No. 16, pp. 33 - 46 - ISSN 1692-2530 - Julio - Diciembre de
2009 / 188 p. Medelln,
Colombiabananerasaprincipiosdesiglo,laviolencia bipartidista de
mediados del siglo y la guerra
deguerrillasdefnaldesiglo(Rangel,1998). Los desplazados se han
convertido en protago-nistas histricos de la guerra y son ms
noticia al huir que al morir.Laglobalizacintienemuchasdefniciones,
perounaqueabarcasusentidoessostener que: es el fenmeno de apertura
de las eco-nomasylasfronterasdelosterritoriospara
garantizarypermitirellibretrnsitoycircu-lacindemercancasyqueesproductodel
incremento del intercambio comercial (DRAE, 2008). Desde all se
requiri al mundo para que hiciera parte de ese andamiaje, uno donde
las mercancas no tuvieran traba alguna, y fue as
comoaparecieronlosacuerdosentrepases, los acuerdos entre grupos de
pases, los trata-dos de libre comercio. Amrica Latina acepta la
invitacin, se suma alaestaperosinexigenciaalgunayvela globalizacin
como la uniformizacin. Craso error de nuevo; olvidando las taras de
la actual econo-ma,rebajaaranceles,abrefronteras,acepta otra vez
competencias desiguales entre las em-presas locales y los monstruos
del capitalismo. Sonaba fcil permitir el libre trnsito de bienes,
servicios y personas, pero entre pases que son pares, entre
comunidades equivalentes, nunca se dijo que los pobres podrn
emigrar libre y tranquilamente a Europa o a Estados Unidos.
Hoy,alcontrario,esmuyfcilvercmolas
polticasanti-inmigrantessehanendurecido
ysetratadecerrarfronterasesasmismas
queseabrieron,esosmismosmurosquese tumbaron hoy se erigen de nuevo
buscando parar una gran masa de gente con hambre. La globalizacin
se entendi como un exclusivo fenmenoeconmico,perohoyseevidencia su
accionar en todos y cada uno de los
aspec-tosdelavidacotidianadelhombre.Alabrir
lasfronterassinrestricciones,seentregael
patrimoniocultural;lossaberesdenuestros pueblos se juegan en la
maraa de la industria; hoy resulta escalofriante ver cmo otra vez
se olvidaprotegerlopocoquetenemos:matas
comoelyaguyaestnsiendocomerciali-zadas por farmacuticas mundiales,
pero nos tranquilizamos al ver baratos carros chinos con motor
japons en nuestras desbaratas calles, que adems contribuyen a
contaminar el poco medio ambiente que queda.
ElcaminotomadoporAmricaLatinafueel
equivocado,noseleapostafortalecerlo
nuestro,aserfuertes,nicosyproveedores
delmundodeloqueposeemosysabamos
hacer:laindustriaagrcola,textilymanufac-turera. Queremos tener
fbricas de carros, de computadores,detecnologadepunta,para competir
en un desigual mercado. Las ventajas comparativas en lo geogrfco,
en lo fsico, los recursosnaturales,lafauna,laforasonlos elementos
que debi llevar el nuevo mundo a esta nueva batalla. La historia le
permiti a este derrotadopedazodetierravolveracompetir con Europa,
con Estados Unidos y no se arm bien, fue mal preparado y es por eso
que hoy asiste a su funeral. Un funeral donde los cirios y los
cnticos fnebres muestran una miseria galopante en las ciudades,
nios en las calles, un desempleo imparable y problemas de tipo
social tan profundos como hace aos. La globalizacin vive y vivir
este proceso de ajuste normativo. Basta recordar las peleas por
elTLCentreColombiayEstadosUnidos,las negociaciones en la Unin
Europea por mante-ner la autonoma de cada pas pero fortalecer al
mismo tiempo el parlamento Europeo. Ese mismo derecho no fue bien
usado por Amri-caLatinaomejornopudohacerloparano ser tan duro por
la dependencia econmica; vuelven ha aparecer las taras de nuestra
heren-cia colonial, no se sabe negociar. El mercado potencial y el
consumismo que representamos para el mundo puede ser mejor
utilizado en las negociaciones y en el logro de apoyo a polti-cas y
cambio de nuestras realidades sociales. Opinin Jurdica 44Lizandro
Alfonso Cabrera SurezElcaminoaseguirespararyenfrentarcon dignidad
la globalizacin, para decirle al mun-do que podemos ser fuertes en
lo que somos buenos,potenciarnuestraindustriaagrcola, proveer al
mundo de caf, fores, artesanas y realizar intercambios de tecnologa
e industria de los que ya la tienen. El caso brasilero con los
biocombustibles es un ejemplo a analizar, puesto que, basado en la
investigacin de su propiotalentohumano,elcolosoentamao de Amrica
del Sur y antes conocido solo en el mundo por el ftbol, las garotas
y las playas empezdesdeelao1988unprogramade
fomentoavehculosimpulsadosporetanol que es un derivado de la caa de
azcar, para intentarnodependerdelosaltibajosdel
llamadooronegro.Accininicialmenteno considerada por los gigantes
econmicos del mundo,peroahora,conlacrisisdelOriente
yelproblemadeVenezuelaenrelacincon el petrleo, el tema de buscar
una alternativa energticadistintalehainteresadoatodos. El ejemplo
se recalca porque se convierte en un argumento para la tesis;
Brasil se dedic a lo que sabe, a la caa de azcar, a lo agrcola
yhoypuedemirarelfuturodeotramanera. Brasil no intenta ser igual a
otros, quiere en la diferencia sacarle provecho a la globalizacin.
Unaglobalizacinmsglobal,unadondeno
sepretendaserigual;alcontrario,serfuerte en las diferencias.
Expongo entonces una tesis con la que me someto al escarnio pblico:
el modelo econmico socialista podra estar de
vueltacomosolucinalproblemagenerado por la globalizacin.
CONCLUSIONES1.La globalizacin ahora es jurdica y poltica,
yanosoloeconmicaesbendecidapor lospasesylosgruposdepoder,loque
obliga a las naciones en va de desarrollo a adoptarla como el nico
modelo con posi-bilidades para permanecer en el escenario mundial.
2.El apoyo de los pases desarrollados a las
economasemergentesseestcondicio-nando a la integracin del
sper-comercio mundial, garantizando as un libre trnsito para la
sociedad del consumo y la conser-vacin de la brecha entre pobres y
ricos. El consumo se ha homologado, nos imponen
elusodetecnologasyconlatranscultu-rizacinhastadesayunamosconcereales
Kellogsolvidandonuestropandebonoy nuestro buuelo. 3.La globalizacin
ha existido, existe y existi-r. Pero hoy, gracias al nivel
escalofriante de desarrollo de las comunicaciones, la Tierra
sehaunido.Somoshermanos,comparti-mos todo, menos la riqueza y el
bienestar. Surgeninclusoinstitucionesquemanejan la batuta de la
orquesta, un ejemplo es la Organizacin Mundial del Comercio (OMC).
4.Launindelmundoenlabsquedade solucionar los problemas que
violentan los derechos humanos suena muy bien. Incluso es hasta
romntico ver al juez espaol que-rer ser gendarme del mundo; sin
embargo, seestnocultandodramassalvajes,po-breza, prostitucin,
desplazados, confictos tnicos. Pero, eso s, se habla de la unin de
los trabajadores del mundo. Qu contraste. Qu irona. 5.La
globalizacin econmica est ocultado los aspectos negativos. Las
economas de lospasesenvadedesarrollosoncada
vezmsdependientesdelmundoydesu comercio. La redistribucin del
ingreso no se ve. Amrica Latina no asiste al inicio del bienestar.
6.ElconceptodeEstadosupranacionalse hace necesario para impulsar
este modelo y es por eso que se pretende que el modelo de la UE se
copie. Amrica le esta apostando a lo mismo. Los intentos de unidad
regional as lo evidencian. 45Amrica Latina y la globalizacinOpinin
Jurdica, Vol. 8, No. 16, pp. 33 - 46 - ISSN 1692-2530 - Julio -
Diciembre de 2009 / 188 p. Medelln,
Colombia7.AmricaLatinapuedesacarleunmejor provecho a las
negociaciones de la globali-zacin. El plato est servido; las
cartas, juga-das; pero se pueden mejorar los resultados.
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