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Documents dAnalrsr Geogra'fia, 6, 1985, pp 115-132
Evolucin y tendencias actuales de la Geografia Poltica
A. Garcia Ballesteros ':' J. Bosque Sendra ':'
Rsum/A bstract/Resum
La Gographie Politique, aprks une priode de dclin i la fin de la
deuxi2- me guerre mondiale, est de nouveau en plein essor. Dans cet
article l'auteur analyse les origines modernes de la Gographie
Politique ainsi que les rai- sons de sa crise. Le renouveau rcent
de la Gographie Politique fait l'objet &un paragraphe ob
I'auteur examine les raisons de ce renouveau ainsi que les
diffrentes perspectives existant dans l'actualit.
O n distingue tout d'abord la Gographie Politique anglo-saxonne
s'int- ressant A des sujets traditionnels et aussi i d'autres
d'ordre aneopositivistes ou ayant une mthodologie cetructurellen,
fondamentalement A caractkre mar- xiste. Par ailleurs dans la
Gographie Politique frangise, i c8t de perspecti- ves
traditionnelles et nopositivistes, une intressant tendance est
apparue aupri.s de la revue H~odote et une autre axe sur les
rapports entre espace et pouvoir. Finalement l'auteur examine la
situation de la Gographie Politi- que en Italie, Allemagne et
Espagne.
,b ,t. *
Following a period of decline at the end of the Second World
War, Politi- cal Geography is again in fashion. In this paper, the
modern origins of Poli- tical Geography and the causes of the
crisis suffered are analyzed. An exten- sive section is dedicated
to the recent revival of the discipline, including an examination
of the reasons for this revival and an analysis of the different
approaches involved. O n the one hand, Political Geography in
English- speaking countries involves not only traditional topics,
but also topics of a aeo-positivists nature or with a astructuralz
methodological base, mainly Marxist in approach. O n the other
hand, in French Political Geography one finds traditional and
neo-positivist approaches alongside an interesting line
Departamento de Geografia Humana, LJniversidad Complutense,
Madrid
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of study centered on the journal Hrodote, and another approach
involving relationships between living space and power. The paper
also includes a brief review of the situation of Political
Geography in Italy, Germany and Spain.
,b ,i. *
La Geografia Poltica, desprs d'un perode de decadkncia en acabar
la se- gona guerra mundial, ha entrat novament en una fase
d'apogeu. En el pre- sent treball s'analitzen els orgens moderns de
la Geografia Poltica, aix com les causes de la seva crisi i actual
revifalla. En aquest sentit l'autor es refereix en primer lloc a la
Geografia Poltica anglosaxona, emmarcada en un enfoc
~neopositivistas i de base metodoMgica estructural (bisicament de
carActer marxista), sense oblidar, tanmateix, els temes
tradicionals. En segon lloc, en la Geografia Poltica francesa, junt
als enfocaments tradicional i neopositivis- ta, s'ha articulat una
interessant lnia de treball entorn de la revista Hrodote i de les
relacions entre espai i poder. Finalment, es revisa la situaci de
la Geografia Poltica a Itilia, Alemanya i Espanya.
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La Geografia Poltica esta en auge. Tras u n periodo de t iempo d
e casi desapari- cin, el ccremanso moribundo* que decia Berry, e n
la actualidad la continua apari- cin de nuevos manuales, la
publicacin de nuevas revistas especializadas, p o r ejem- plo
Political Geography Quarterly, Society a n d Space y Governement a
n d Policy, nos indica su progresivo fortalecimiento. M i s an, a
travs de su influencia y de otras corrientes de pensamiento
geogrfico, e n especial la d e la revista Hrodote y la de 10s
gegrafos preocupados p o r 10s problemas de la planificacin urbana,
el tema poltico se est convirtiendo e n la preocupacin central de
gran parte de la geografia actual m i s interesante. Las
explicaciones basadas e n el factor politico, en el
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2. LOS ORGENES MODERNOS DE LA GEOGRAFA POLTICA La preocupacin
por la dimensicin espacial de 10s fenmenos politicos est ya
presente en Francia en las obras dle Bodin y Montesquieu, aunque
reduciendo el espacio a poco ms que el medio fisico en el que se
desarrollan 10s hechos polti- cos, por 10 que su consideracin es
postergada ante el papel de la Historia en las obras de Condorcet y
Marx.
A finales del siglo XIX reaparece esta temtica en 10s estudios
geogrficos, sur- giendo la Geopolitica como especialidad cientifica
diferenciada en Alemania con la obra de RATZEL (1844-1904) y en
particular con la Politische Geographie (1897) y Der Lebensraum
(1901). Este resurgimiento hay que enmarcarlo en el seno del
determinismo geografico, vinculado al positivismo e influido por el
evolucionis- mo darwinista y la naciente Ecologia, por 10 que es
lgico que a Ratzel le preocu- pen las relaciones entre las
sociedades y el territorio que ocupan, y que utilice algunos
conceptos procedentes del campo de las ciencias naturales para
interpre- tar hechos politicos. Asi la consideracin del Estado como
un aorganismo, terri- torial y la idea del espacio vital por el que
compiten 10s Estados que desean am- pliar su esfera territorial;
sin que falte el anlisis de ciertos caracteres fisicos, como la
situacin geogrfica, las fronteras y la forma del territorio del
Estado.
Los trabajos de Ratzel coinciden con una coyuntura econmica y
poltica favo- rable a su rapida difusin. Era e1 momento de la
expansin de 10s Estados impe- rialista~ europeos, 10s conflictos
entre ellos, etc. De este modo varios gegrafos con- tinuaron
desarrollando esta temtica con un enfoque mis vinculado a problemas
militares y estratgicos, asi Mahan y Mackinder. Basndose en ellos,
poc0 despus, el politico sueco R. Kjellen p-etendi establecer una
ciencia emprica del Estado desarrollando an ms la analogia
biolgica. As, consideraba la Geopolitica como la ciencia del Estado
como organismo geogrfico y, sobre todo, como soberania, incidiendo
en la interpretacin y comprensin de 10s momentos blicos de la
Historia. .- -
En Alemania, en el ambiente creado tras su reunificacin, preiden
las ideas de Ratzel y de esta sueva ciencia, con gran fuerza,
producindose una distorsin de las mismas y una confusin entre la
disciplina cientifica y la Geopolitik o geo- grafia al servicio de
una concreta poltica de expansin territorial, que impuls6 al
general Haushofer a fundar en 1924 la Revista de Geopoltica. En
ella se acentu alin ms la importancia del factor humano en la
evolucin poltica y territorial del Estado, introduciendo una fuerte
componente racial y racista, que seria muy bien recibida por 10s
nazis alemanes. Para VICENS VIVES (1961) desde ese momento la
Geopolitica deja de ser una ciencia para pasar a formar parte de la
maquinaria propagandstica del Estado nazi. Pese a ello, en 10s
numerosos estudios realizados por 10s geopoliticos alemanes, muchos
de 10s cuales no eran nazis, se pueden en- contrar varios elementos
que prefiguran, intuitivamente, algunos desarrollos con-
- ceptuales y metodolgicos de la Geografia actual. Por ejemplo,
10s trabajos de la denominada Geopsique de W. Hellpach que se
plantean la comprensin y el estu- dio de 10s valores psiquicos o
psicolgicos del paisaje geogrfico, en cuanto que
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grafo alemn. Posteriormente, en el Tableau gographique de la
France (1905) mar- gina 10s hechos polticos, estableciendo asi el
modelo de regional que se consagra entre 10s gegrafos franceses y
espaoles. Omisin anloga se produce en 10s Principes de Gographie
Humaine.
Evidentemente al pregunta es por quk esta omisin?, por quk 10s
gegrafos fran- ceses abandonan este tip0 de estuclios, si las
relaciones entre 10s factores geogrfi- cos y las entidades
politicas parecen indudables?, no tiene acaso la ciencia geogrb-
fica un valor estratkgico? Adems, esta omisin sorprende ms si
tenemos en cuenta que la preocupacin geogrfica por 10s hechos
politicos aparece ya en algunos tra- bajos del propio Humboldt, y
en Francia, Recls, casi contemporneo de Vidal de la Blache, hace en
sus obras diversas consideraciones geopoliticas. Incluso el pro-
pio Vidal en su ltimo libro, La France de l'Est, realiza un
verdadero estudio geo- politico para justificar que Alsacia y
Lorena debian pertenecer a Francia; pero esta obra est casi
olvidada por sus discipulos.
Las causas de que en el modelo geogrfico francs se marginen 10s
hechos politi- cos hay que buscarlas en las mismas circunstancias
que acompaan tanto la conso- lidacin del mismo como la consagracin
de la Geografia como disciplina univer- sitaria. En efecto, hay que
tener presente que el libro de Vidal elegida como mo- delo para la
Geografia regional, el Tableau gographique de la France, no es otra
cosa que el primer tomo de una Historia de Francia, es decir una
Geografia al servicio de la Historia. Tambin se debe tener en
cuenta el rechazo que hay en la Geogra- fia oficial por la obra de
Recls, debido a su militancia anarquista. Finalmente, hay que
considerar que es precisamente un historiador, L. Febvre, quien
difunde y consagra el modelo posibilista vidaliano y desde su ptica
intenta conformar una Geografia al servicio de la Historia, una
Geografia ciencia de 10s lugares y no de 10s hombres, que estudie
el suelo y no el Estado, en la que por tanto no cabe la reflexin
geopoltica que reserva al historiador, criticando 10s trabajos de
10s gegrafos Brunhes y Vallaux, en 10s que excepcionalmente
aparecian anilisis de este tipo.
La influencia de L. Febvre, la presin de 10s historiadores que
se ca-eservaron* 10s estudios geopoliticos serian, pues, causas que
~ r e ~ a r a r i a n el camino para la marginacin de la Geografia
Politica por 10s ro pi os gegrafos.
4. LA RENOVACION ACTUAL DE LA GEOGRAFA POLTICA Tras la segunda
guerra mundial, la Geografia Polkica, denominaci6n que en ge-
neral a nivel acadmico se prefiere a la de Geopoltica para
evitar confusiones y rechazos, ha resurgido con una gran amplitud,
renovndose muchos de sus concep- tos y mtodos a la luz de las
nuevas tendencias geogrficas. En el mundo anglosa-
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jn, en primer lugar, se vuelve a prestar atencin a 10s problemas
territoriales de la organizacin poltica, comtemplndolos, incluso de
cara a la planificacin. El trabajo de GOTTMAN (1952) se puede
considerar como un hito importante en esta nueva trayectoria de la
Geografia Poltica.
El mejor compendio de la misma se puede encontrar en la obra de
S.B. CO- HEN (1973) que acepta la definicin de Hartshorne de que la
Geografia Poltica e:s el estudio de la variacin de 10s fenmenos
polticos de lugar a lugar, interco- riectados con 10s cambios de
otros hechos de la superficie terrestre, considerada la vivienda
del hombre. Se encuadra asi en una visin y corolgica de la
Geografia (CAPEL, 1983)
En el primer capitulo de su obra Cohen formula hasta seis
enfoques metodol- gicos tiles para la Geografia Poltica:
I. El anlisis del poder, en el que se estudia el espacio fisico
como fuente del poder politico de un pas.
11. El enfoque histrico que trata de conocer la evolucin
histrica del territo- rio ocupado por un Estado (WHITTLESEY,
1944).
111. El enfoque morfolgico con el que se estudian las reas
politicas en funcin de su forma (SANGUIN, 1981).
IV. El enfoque funcional. Trata del funcionamiento de una zona
del espacio c:omo unidad poltica (HARTSHORNE, 1950).
V. El enfoque abehaviorista, o del comportamiento, en el que el
espacio es una variable independiente (explicativa) (KASPERSON y
MINGHI, 1969). Un buen ejem- plo de esta aproximacin metodolgica es
la Geografia Electoral.
VI. El enfoque sistmico que deriva de la Teoria general de
Sistemas (COHEN y ROSENTHAL, 1971; COHEN, 1982).
La obra de Cohen es un buen resumen de la Geografia Poltica
clsica, conti- nuadora de las teorias de Mackinder, pero an est
aislada de las transformaciones sufridas por el conjunt0 de la
Geografia Humana tras la segunda guerra mundial.
En 10s aos cincuenta, la revolucin cuantitativa de inspiracin
neopositivista facilit la insistencia en el status aneutral,, como
objetivo de 10s conocimientos geogrficos, 10 que determinaba un
olvido de la problemtica poltica. nicamen- te uno de 10s aspectos
de la Geografia Poltica, el anlisis de 10s resultados electo-
rales, se benefici6 del inters de 10s auevos gegrafos,, debido a
las grandes facili- dades de obtencin de informaciones empricas
abundantes y contrastadas que po- dlian ser analizadas con
procedimientos estadisticos, pues como dijo el gegrafo inglks
Taylor las elecciones son un c> (TAYLOR, 1978). De este modo la
Geografia Electoral se ampli6 y difundi con gran rapidez,
elaborndo- se teoria (COX, 197i; BUSTEED, )75; BOSQUE SENDRA,
1981).
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A pesar de su indudable inters tales estudios fueron sealados
como una Geo- grafia Poltica sin polticos, apoltica (JOHNSTON, 1980
a) ya que en ellos la cues- tin del poder, de 10s conflictos
sociales y polticos se olvidaba. N o obstante, por esta linea empez
el proceso de renovacin de la actual Geografia Poltica.
Simultneamente y ya en 10s aos setenta otras revoluciones
sacudian a la Geo- grafia Humana: la critica radical a la Geografia
cuantitativa, el desarrollo de la Geografia de la percepcin y de la
Geografia humanstica ampliaban el campo sistemtico de la Geografia.
El conjunt0 de tales cambios llegaba a afectar a la has- ta ahora
aislada Geografia Poltica. Desde 1975 esta subdisciplina se esta
convir- tiendo en una de las mis activas y en ms fuerte ebullicin
metodolgica, aunque con diferencia entre 10s diferentes grupos
nacionales de gegrafos.
a) La Geografia Poltica anglosa~ona En la actualidad podemos
considerar que existen tres grandes corrientes de pen-
samiento dentro de la Geografia Poltica anglosajona, las mismas
que se mencio- nan en el ensayo editorial publicado en el nmero 1
de la revista Political Geo- graphy Quarterly (PGQ), a saber:
En primer lugar, la que contina la Geografia Poltica tradicional
en la misma linea descriptiva y clasificatoria que ya hemos
comentado en Cohen. Sus preocu- paciones ms importantes serian 10s
estudios geoestratkgicos y geopoliticos reno- vados con el uso de
conceptos sistkmicos (AGNEW, 1983; COHEN, 1973 y 1982; HENRIKSON,
1980; BROHMAN y KNIGHT, 1981; O'SULLIVAN, 1982) y el futuro del
sistema de estados mundial (BRUN, 1981); la cuestin de las
fronteras interna- cionales, trasladando la atencin a la
problemtica confusa y muy compleja de las fronteras de 10s paises
subdesarrollados (STRASSOLDO, 1980); la complicada cuestin de la
organizacin espacial del Estado, que incluye 10s regionalismos cul-
turales y ktnicos (ROKKAN, 1980; ORRIDGE y WILLIAMS, 1982), la
problemtica de las sociedades plurales con amplia mezcla de
culturas (BOSE, 1980) y el dilema entre federalismo, centralismo y
autonomias UOHNSTON, 1979).
En segundo lugar, tenemos una fuerte corriente de Geografia
Poltica apositi- vista,,, posiblemente la mis importante en cuanto
a volumen de publicaciones (asi ocurre, al menos, en 10s nmeros
publicados de la revista Political Geography Quar- terly). Los
temas ms tratados con este enfoque son:
I . La Geografia Electoral, no vamos a incluir una relacin
detallada de publica- ciones de este tipo, s610 mencionar la
continua atencin que le presta al tema R.J. Johnston (JOHNSTON y
HAY, 1982; JOHNSTON, 1982 y 1983 a; JOHNSTON y otros, 1984), el
interks con que se sigue atendiendo el problema de la reorganiza-
cin de 10s distritos electorales (ver el nmero de PGQ dedicado al
tema) y la nueva discusin por la influencia de la regin y de la
ccseccin, en 10s resultados electorales (ARCHER y TAYLOR, 1981;
CLARK ARCHER, 1982).
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2. Tras esta preocupacin electoral podemos situar el problema de
la toma de decisiones en cuestiones politicas, producto de la
aplicacin de 10s conceptos de la Geografia de la percepcin y del
comportamiento a aspectos politicos, muy ampliamente tratados en
MUIR y PADDISON (1981).
3. Un tema nuevo, resultado en parte de 10s dos anteriores, es
la discusin de la distribucin espacial de las inversiones y de 10s
gastos estatales y del anlisis de sus causas politicas y, sobre
todo, electorales (JOHNSTON, 1980 b); tambin se han propuesto
modelos matemticos que permitan un reparto (cjusto~ y pti- rno de
tales inversiones estatales (BENNETT, 1980 y 1982).
Se pueden incluir igualmente en este enfoque positivista algunos
de 10s muy abun- dantes trabajos sobre conflictos espaciales
ligados a la localizacin de servicios p- blicos, para 10 cua1 se
tienen que considerar numerosos factores politicos (COX, 1.979) y
tambin la problemtica derivada de la suburbanizacin y la
reorganiza- c:in urbana (COX, 1978).
Dentro de esta variedad de temas el factor unificador de este
enfoque reside en la metodologia de carcter homottico, que pretende
obtener c(explicaciones, y leyes, dentro de un conjunt0 de teoras
de alcance 10 rns general posible.
El tercer enfoque de la Geografia Poltica anglosajona es el rns
reciente y el que presenta un auge y una difusin rns rpidos.
Incluso alguna revista geogrfi- ca nueva se ha creado con el fin de
servir de vehiculo privilegiado para la discu- sin de sus
planteamientos, nos referimos a Society and Space (la serie C de la
im- portante Environment and Planning de Pion), cuyo editor es M.J.
Dear y que se plantea segn el texto de presentacin:
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matriz general donde encuadrar 10s estudios de Geografia Poltica
(SANTOS y PEET, 1979; WALLERSTEIN, 1979; TAYLOR, 1981). Por otro
lado, la fuerte preocupacin conceptual se expresa en la discusi6n
de la naturaleza del estado UOHNSTON, 1982 a). El rea donde este
enfoque ha dado mejores rendimientos empiricos es la pro- blemtica
de la Economia Poltica de 10s temas urbanos, muy en la linea de 10s
estudios de CASTELLS (1978 y 1983) y de SAUNDERS (1979).
La coexistencia de estos tres enfoques muy diferenciados
conceptual y metodo- lgicamente supone, en gran medida, una ventaja
practica a la Geografia Poltica anglosajona, que la ha impulsado a
abundantes discusiones y continuos contrastes de resultados
obtenidos por 10s distintos enfoques. Presenta esta coexistencia
una posible dificultad, la tendencia hacia el eclecticismo
metodolgico, muy visible en algunos de 10s varios manuales
recientemente publicados, tal como el de SHORT (1982) y PADDISON
(1983), 10s cuales mezclan en su exposicin 10s diferentes enfo-
ques mencionados sin que, a veces, sean visibles las fuertes
contradicciones existentes entre ellos, contradicciones referidas a
sus propias finalidades: la descripcin y cla- sificacin en la
Geografia Poltica tradicional, la obtencin de teoras explicativas
en la Geografia positivista y la consecucin de una comprensin de
las estructuras subyacentes en la Geografia Poltica de base
realista. La mezcla indiscriminada de todo el10 da lugar a una
posible desorientacin del lector, 10 que puede consti- tuir una
cierta dificultad en ocasiones.
b) La Geografia Poltica francesa En Francia el resurgir de la
Geografia Poltica es ms tardio, pese a que algunos
gegrafos dirigidos por De Martonne colaboraron con 10s politicos
en la discu- sin del nuevo trazado de las fronteras europeas en
1918 y cuyos trabajos fueron publicados, teniendo tan poca difusin
a nivel acadmico como 10s posteriores de ANCEL (1936).
En la dcada de 10s setenta, 10s gegrafos franceses van a
confluir con otros cien- tificos sociales en 10s estudios sobre las
interrelaciones entre el espacio y 10s he- chos politicos,
realizando importantes aportaciones a temas tales como las rela-
ciones centro-periferia y en general en todo 10 relativo a las
repercusiones espacia- les del proceso politico, tanto bajo la
ptica de que las actuaciones de 10s diversos poderes politicos
inciden en la organizacin del territorio, como de las relaciones
entre Estados u organismos o poderes econmicos internacionales.
Incluso en 1977, una revista Travaux de l'lnstitut de Gographie de
Reims, ha dedicado un nmero a exponer las nuevas orientaciones de
esta subdisciplina geogrfica. Pese a este re- surgir no han faltado
las crticas, asi las suscitada por el hecho de que BRUNET - (1981)
cartografiara y estudiara el Gulag.
Ahora bien, dentro de la escuela francesa que, en frase de
RAFFESTIN (198O), debe construir una Geografia Poltica y deshacer
la Geopoltica ya que al privile-
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giar al Estado no era m b que auna Geografia del totalitarismoa,
hay diversas orientaciones:
I . Existe un grupo de gegrafos que siguen mis de cerca algunas
tendencias de la Geografia Poltica anglosajona y plantean por tanto
una temtica y una meto- tlologia anlogas a las analizadas. Nos
pueden servir de ejemplo Sanguin y algu- nos trabajos de
Claval.
2. Una serie de obras diversas que se recogen en la bibliografia
con una orienta- cin mis o menos en la linea tradicional francesa
por su temtica y metodologia (BERTRAND, 1974; GUICHONNET y
RAFFESTIN, 1974).
3. El estudio de 10s fenmenos de dominacin que abre paso a las
relaciones entre espacio y poder, tema que ha alcanzado bastante
importancia en otras cien- cias sociales. En esta linea son
significativos 10s trabajos de CLAVAL (1976) y MIOS- SEC (1976), el
primer0 es de tip0 mis terico mientras que el segundo intenta es-
tablecer la localizacin de las fuerzas de decisin en el mundo y sus
consecuencias espaciales. Esta temtica, como recientemente ha
subrayado SANGUIN (1983), de- riva de la influencia creciente de la
ciencia poltica regional y sobre todo del mar- xismo, y ms en
particular de la Geografia radical anglosajona (las obras de Bun-
ge, Brookfield y del propio Harvey son importantes a este
respecto), incluso en gegrafos que rechazan estos enfoques pero que
recogen algunos aspectos temti- cos de 10s mismos, iniciando asi la
participacin de 10s gegrafos en el campo de 10s estudios sobre la
dominacin, en el que prevalecen las formulaciones tericas
aespaciales, o si existen las de carcter espacial (Samir Amin por
ejemplo) son in- suficientes. Con respecto a las relaciones entre
espacio y poder -Sanguin critica esta linea de la Geografia Poltica
como incompleta- destacan 10s trabajos de CLA- VAL (1978) y
RAFFESTIN (1980) que, pese a haber sido asociados en una resea con-
junta en la revista Hrodote (nmero E ) , presentan enfoques
distintos. El prime- ro, aunque contiene una parte terica en la que
intenta definir la arquitectura geo- mtrica y espacial de las
formas de poder, es sobre todo un anlisis de 10s gran- des rasgos
de las relaciones de poder, tal como 10s ha definido en 10s
captulos tericos, en las sociedades arcaicas, histricas y en 10s
industriales del mun- do actual. Por su parte Raffestin se plantea
una temtica diferente ya en 1979 en un libro en colaboracin con
Mercedes Bresso, en el que analizan el trabajo como base de la
geografia del poder, y por tanto 10s intentos de 10s poderes
polticos para controlarlo. En su segundo libro, se presenta el
poder como producto de la inmediata situacin espacial, y establece
asi diversas formas del mismo tras criti- car tanto la obra de
Ratzel como la aceptacin de la equivalencia Estado=poder, hecha por
una gran parte de la Geografia Poltica. La obra de Raffestin
constituye un serio intento de realizar una construccin terica
sobre el tema, abierto a otras ciencias sociales, s art ien do de
las propias nociones de relacin y poder.
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4. Tal vez es en el contexto de la Geografia radical francesa
donde mis se ha desarrollado la Geografia Poltica y donde menos se
rechaza la denominacin de Geopolitica, aunque con una concepcin
bien distinta de la alemana nazi. En efecto, para Lacoste y el
grupo de gegrafos, en gran parte anarquistas y marxistas, vin-
culados a la revista Hrodote, estamos inmersos en un mundo que
tiene plantea- dos mltiples conflictos geopoliticos, sin olvidar la
problemtica en torno a la regionalizacin de 10s Estados y ordenacin
del territorio, incluyendo temas tan actuales como la localizacin
de las centrales nucleares o el trazado de 10s grandes ejes de
circulacin, en torno a 10s cuales parecen evidentes la relaciones
entre las decisiones polticas y la estructuracin del espacio.
Para Lacoste, por 10 tanto, hay varias Geopoliticas, pues junto
a la de la razn de Estado estn las que permiten una regionalizacin
mis eficaz o las que favore- cen el desarrollo de ciertos pueblos.
Se trata, pues, de una ampliacin y redefini- cin del conjunt0 de
Geopolitica que, entonces, 10s gegrafos deben dejar de re- chazar
porque, debido a su hbito de hacer estudios regionales, pueden
aportar rigurosos anlisis en 10s que se contemplen las
interacciones de factores diferentes incluyendo 10s polticos, con
10s que explicar diversos problemas contempor- neos. La Geografia,
saber estratgico, aarma para hacer la guerra,,, adquiere asi o
recupera una nueva dimensin que nunca debi perder.
Por estas razones, la propia revista Hrodote ha cambiado su
subtitulo del mis genrico y abstracto de
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,te, que adems presenta sus trabajos como una fuerte critica a
las tradiciones geo- grificas de su grupo nacional de gegrafos. Por
el contrario, en el mundo anglosa- in la Geografia Poltica ha
penetrado en casi todas las ramas y subdisciplinas geo- grficas,
impulsada adems por una de las escuelas de pensamiento geogrfico
mis potente de este kea, la Geografa cuantitativa; el resultado ha
sido su difusin muy extensa, y que por 10 tanto uno de sus
portavoces tenga un carcter de tpica revista cientfica, y no el de
un grupo minoritari0 y rebelde.
F) La Geografia Poltica en Italza y Alemania Fuera de la
Geografia anglosajona y, en menos medida, de la francesa, la
Geo-
grafia Poltica tiene escaso o nu10 desarrollo, como se observa
en la exposicin sobre la situacin actual de la Geografa realizada
por diversos autores en el re- ciente libro dirigido por JOHNSTON y
CLAVAL (1984), o en las citas recogidas por SANGUXN (1976), aunque
la creciente afirmacin de la influencia anglosajona y el
afianzamiento en muchos paises de enfoques neopositivistas pueden
hacer cam- biar esta situacin e introducir el estudio de al menos
ciertos temas (Geografia Electoral, por ejemplo).
Nos parece interesante comentar la situacin de dos ais ses,
Italia y Alemania, (en 10s que la Geografa Poltica y la Geopolitica
alcanzaron gran importancia. En tel primero, por influencia
alemana, se desarroll entre 10s aos treinta y a princi- pios de 10s
cuarenta este tip0 de estudios, que debido a su origen y
caracteristicas fueron, con posterioridad, totalmente abandonados
hasta el punto de que Cori (considera que su declive es
prcticamente definitivo UOHNSTON y CLAVAL, 1984).
En Alemania, pas difusor de la Geografa Poltica, la misma tiene
hoy un signi- ficado secundari0 pero al igual que en otras ciencias
sociales ya en 10s aos cin- cuenta surgieron autores (Peter
Schoeller, por ejemplo) que planteaban la necesi- ldad de insertar
la Geografia Poltica en la Geografia Social y de buscarle nuevos
enfoques. Es decir, se trataba de reconstruirla partiendo de
elementos histricos (que no se relacionasen directamente con la
Geopolitica nazi (OBENBRUGGE, 1983), (de aqu que en 10s escasos
trabajos editados hasta 10s asos setenta, la preocupacin esencia1
sea la diferenciacin entre la Geografia Poltica de Ratzel y la
Geopolitica (de Haushofer, a la que se discute su reconocimiento
acadmico. Hay tambin en itodos ellos, e incluso en 10s posteriores
a 1970, una reflexin critica pero tambin iustificativa del pasado y
un anlisis del significado de la Geografia Poltica y sus conexiones
con la educacin.
A partir de 1970, Obenbriigge seala un cierto avance en la
Geografa Poltica ,alemana, aunque permanece bastante limitada
temticamente y trata mis de con- figurarse como una subdisciplina
con vida propia, de incardinarse en 10s enfoques dominantes
(cultural-paisajistico en el caso de Schwind, econmico-social en el
de Boesler, por ejemplo). Los trabajos ms significativos merecen un
breve co-
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mentario. Asi en el de SCHWIND (1970) sigue dominando la
preocupacin por negar toda posible utilizacin por la poltica
practica de la Geografia Poltica, que se quiere reconstruir
concibindola como una Geografia de 10s Estados. Es signi- ficativo
el siguiente prrafo de su articulo: *Esta Geografia de 10s Estados,
con igual derecho, podria denominarse Geografia Poltica, bajo una
nueva perspecti- va. Tiene mucho en comn con la Geografia Poltica
tradicional, aunque se dife- rencia de ella por sus objetivos. La
Geografia de 10s Estados pretende ser Geogra- fia Cultural y no una
teoria del Estado. No ambiciona determinar las dimensio- nes ptimas
de 10s Estados. No concibe como enfoque fructfer0 la finalidad de
investigar la dependencia geogfica del mapa politico. Tampoco
pretende pro- porcionar recetas para la actuacin [...] Concibe el
entorno geogrfico co- mo desafio del Estado, e investiga las
respuestas que el Estado ha dado a su ~aisaje en su contexto
histrico,,. Es, pues, un enfoque inductivo, aunque intentando lle-
gar a abstracciones tericas a partir de las observaciones
empiricas.
Por su parte, BOESLER (1972) frente a esta alternativa
paisajistico-cultural est& tica esboza una Geografia Poltica en
el acontexto de una Geografia Humana de orientacin
socio-demogrficas de naturaleza dinmica que entiende acomo la
teoria de la actividad estatal remodeladora del espacio y de las
motivaciones de la mis- ma,,. Por tanto, para Boesler la Geografia
Poltica
-
pectos sociales. Incluso en 10s aos ochenta se ha abierto un
cierto debate sobre ell contenido actual y las posibilidades que
puede ofrecer la Geografia Electoral (BURKLIN, 1980, GANSER, 1980;
NEBEL, 1980; MULLER y NISSEL, 1981).
Finalmente, y al igual que en otros paises, existen algunos
trabajos en parte in- fl.uidos por el reciente estudio bsico de
GOTTMAN (1980) y por la ciencia politi- ca regional, sobre el
binomi0 centro-periferia (HOTTES, 1979; SENGHAAS, 1977 y 1981).
d) La Geografid Poltzca en Espaa Por ltimo vamos a considerar la
situacin de la Geografia Poltica en Espaa.
Como recientemente hemos sealado (BOSQUE MAUREL y otros, 1983),
hasta 1940 alcanza muy escaso desarrollo pese a que en las
universidades espaolas las cte- dras se denominan de Geografa
Poltica y Descriptiva. Merece destacarse el curso que desarroll en
1935-1936 en la Federacidn de Asoclaciones Espaolas de Estudios
Internacionales el profesor Tern, por ser el primer0 que se imparte
en Espaa sobre Geografia Poltica. Segn testimonio del profesor
TRWOL, asistente a di- c'ho curso y autor posteriormente de algunos
trabajos sobre la materia (1957, 1965), en el mismo se manej el
manual de Hennig, como era frecuente en esa Cpoca, deslindndose
claramente el concepto de la disciplina con referencia a sus orige-
nes tanto franceses como alemanes.
Pero en general, gegrafos como Eloy Bulln y Amando Meln dedican
sus in- vestigaciones a otras temticas. En Catalua, donde ha sido
constante la preocu- pacin por las cuestiones relativas a la
divisin territorial que de algn modo enla- zan con cuestiones de
Geografia Poltica, se han realizado trabajos sobre las bases para
su divisin territorial en la linea de 10s pioneros de Pau Vila.
Tras 1940 s610 se publican en la revista Estudios Geogrificos
cinco articules que petenden dar a conocer el contenido de la
Geografia Poltica, intentando dife- rienciarla de la Geopoltica
alemana que ya estaba sometida a fuertes criticas. En 10s aos
cincuenta y sesenta no aparece ninguno.
La recuperacin de esta subdisci~lina es bastante tardia y est
vinculada en gran nnedida a la presentacin de la influencia
anglosajona. Temticamente destaca el cultivo de la Geografia
Electoral, cuyos principales trabajos se recogen en un arti- culo
de BOSQUE SENDRA (1981). En algunos nmeros de Geocritica (23 y 37)
se iintroduce el tema de las relaciones entre espacio y ~ o d e r ,
que ha sido tratado mis extensamente por J.E. SANCHEZ (1981) con un
enfocque predominan- temente marxista. Finalmente el planteamiento
general y algunos capitulos de la (;eografia de la Sociedad Humana,
dirigida por E. Lluch, apuntan en la misma li- nea de revalorizacin
de 10s hechos p o l t i c ~ ~ dentro de 10s estudios geogrficos.
Revalorizacin de la que es tambikn prueba la inclusin de un titulo
sobre Geo- grafia Poltica (MENDEZ y MOLINERO, 1984), en una
reciente coleccin de intro- duccin a 10s estudios geogrficos.
-
Finalmente sealemos que en el III Coloquio Ibrico de Geografia
(Barcelona, 1983), se incluy por vez primera en Espaa una ponencia
sobre un tema de Geo- grafia Poltica; uno de 10s mis tradicionales
de esta subdisciplina, la frontera, en la que se presentaron seis
comunicaciones. En el mismo coloquio, de las tres me- sas redondas
celebradas, una se dedic a ccnuevos mbitos geo-estratgicos: 10s es-
pacios martimos y areos.; en la discusin que sigui a esta mesa,
incluso se plan- te6 la necesidad de introduir una asignatura de
Geografia Poltica en 10s estudios universitarios.
5. CONCLUSIONES
Merece la pena resumir ripidamente algunas ideas ya
expuestas:
1. El rpido desarrollo actual de la Geografia Poltica la est
convirtiendo, cree- mos, en la nueva disciplina Kncleon del
conjunto de la Geografia. Como dice JOI-INSTON (1983 b, p. 132) 10s
conflictos existentes entre distintas concepciones de la Geografia:
Positivista, Humanista y Estructural; pueden ser solucionados, en
parte importante, en una integacin dentro de un enfoque encrucijada
basado en la Geografia Poltica. Es esta posibilidad la que otorga
una gran imporxancia al estudio, desarrollo y discusin de esta
renovada Geografia Poltica.
2. La Geografia Poltica presenta una gran variedad de
situaciones y de grados de desarrollo en 10s distintos paises. Muy
fuerte y saludable en el mundo anglosa- jn, mis minoritaria en
Francia y en trance de iniciarse en el resto de 10s paises
considerados.
Las causas son varias: por un lado, la existencia de distintas
tradiciones de culti- vo de la Geografia Poltica, siempre con
fuerza en Gran Bretaa y en Estados Uni- dos, casi desaparecida en
Francia, Alemania, Italia y Espaa. Incluso, en estos lti- mos
paises, con problemas terminolgicos en torno a la validez del
nombre de Geopoltica. Por otro lado, habria que aadir la muy
distinta posicin institucio- nal de la Geografia Poltica dentro de
cada grupo nacional. Ya hemos menciona- do las diferencias
existentes entre las revistas ms volcadas a su cultivo, Hrodote,
minoritaria y critica; Political Geography Quarterly, rns
convencional y m b acep- tada; cabria considerar, por ltimo, la muy
diferente importancia que ocupa en 10s cuwicula universitarios esta
subdisciplina, muy difundida en las universidades de habla inglesa
y, por el contrario, casi inexistente en 10s restantes paises.
En cualquier caso, queremos terminar indicando el inters de esta
renovada Geo- grafia Poltica y su progresiva importancia dentro del
conjunto de la Geografia, y su capacidad para hacer ms atractiva
nuestra disciplina al acercarla a 10s proble- mas candentes de
nuestro tiempo.
-
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