.trm a Ja c n,nomtl. '.l ;l pPr la ll • lll<t U\.' par a l .t prlldUL"- '-' Illl1 dl.· la:-. rn¡¡ll· ria' prirn ,h - lli<IUL '- ra:--.. pil·k;; . Jc cuc:t- r cLt U t: ri - d ;h por cl munJ o "L·t ,· ili;aJo". !!lubalt;aJ;J r (.k 'll' l.TtHllHTIIa:--. . Lt o 'ARD<> \l o' tt :--- 1 (i RO J 1 f· l T iL· m¡ w. 1 1 Jc junio tk 200 0. 1 t.¡ o Quien pide el cielo, que pida lo justo días del ol vidadi zo llínor ( laviria (in tr o Editorial Norma. nogotá, I<)()R. K7 pñgs . Los perso naj es (y las voces en prim e- ra persona) de este nu evo libro de Víctor Ga viria tien en algo en co mún : una me moria selec tiva. En ocas iones. el rc so de és ta r esu lt a se r de ma siado '! la solic itud del olvido se impone. o la dis rersión de la realidad y los bie- n es y drama s qu e po r e lla se suce den . Sin emba rg o. el recuerdo - por m í- nimo que sea- ha de es tar rrotegido cua ndo del amor se trata. y h ab lamos de una tríada: el instinto filial. el d e- seo erótico. la comuni ón solidaria con el mundo. De es ta fo rm a es que vuel- ve n. c omo los don es del más allá. aqu e ll os que parti ero n: Al g ui en me dijo que conoció a /una muchacha de veinti cuatro aiws idéntica a otra que m e gustaba /como nin g una. f. .. j Así me han dicho qu e han /vu elto ot ras perso nas que han muerto en pl ena juventud: Mar icl, R amón. No rm an, /volvieron. .. f. .. ¡ ¡ Oh muert e, qué mala /trabajadora eres tú.' !pág. 29] ElllJll es d que J k'S - ca una histtm:l Jc otros. aht J l.) n- dt: l'll apa rtl.' ncia tw profusión dl. ' da tus. J>o c ¡llt 'II'S. d primer ptlcma. cs un daro t:je mplo de có mo él len- gu aje dd cinc ( imügene s. cnrtt!s. ac - cio ne s superp uestas) y la palaora po¿tit:a (ondu lació n de lo ace ntos. ri tm o de ,·crsíc ulo) colaboran pe ro no se co nfunden _ jamás. El p oe ma cue nt a y se enca rga de una r ea lidad qu e vi vl! l! ll función de sí mi s ma : imagen. enton ac ió n. Pero tambi é n se refiere a los e le me nt os que ri ge n e l lihro : la mención de Di os (el o rd t!n d esco n ocido) como co ntr aparte dl.!l caos y la p érd ida de las cosas: el sí m- bolo dd rec ipient e. en este caso re- pr ese ntad o po r los paqu et es de n o- re s. de ci garr illos. de mist e ri os: el concep to de sec re to ligado a las ll a- ves: finalme nt e. la s úplica co ntra el ol vi do. Es la bisagra. e nton ces. en- tr e e l re la to d e cor te r ea li s ta v la fan- , que arde en su interior: Oh ge nt es que nunca olvidáis /vuestras promesas. gellles sencillas que siempre /acudís al rincón donde hah é is g uardado vuestros /paqu etes in valuahles: nu dejéL'i qu e yo olvide a mi niFw tm1 p eq u ei1a, no dejéis q11e mi m ente se diluya y se pierda mi cami no hasta la fcara de mi nií7a, yo, que soy un padre recién llegado ... (págs. 1o - 1 1 1 • • • ,. • ... • .. • • •• • .. ••• . Ha y una his toria visual en es t os ver- sos. como en casi todos los poemas del libro. El aspecto circense. co n sus per so naj es tragicómjcos, fun cio na como la propia co n ducta urbana . Pero es to ha ce que el segundo as- R ESEÑAS pect L ), junto a la r eprese nta ción ci- ncmatngrt\tica ( dinami s mo. narra- ció n de vitkta s cos i da s a un tina! d ecis i vo). sea la impt) s ibi li dad de una r ede nción social encarnada in- Ji, · idualmentc . Es d caso del profe - sor que "recibía co n cari il o 1 - ¿. lic- ticio o \'e rdad ero '!- 1 a l as gentes de los harrios po pul ares" (pág. -0 ). Varios p oe ma s t ocan es ta disyun ti- va. c uya resolución - no po t5 tica. po r cie no. sino polí tica- tendría que st:!r un cambio radi ca l de las es tr uc tur as soc ioecon ó mi cas•. ¿,Q uién se lanza. pues. a es t as a ltura s a s iquie ra ole r de lejos la pa l abra re1 ·olución tal y como fue adm inis trada en el convul- s ionado s iglo XX ? Es por ello que la pugna co bra un tinte mo ral y pri- v ado . porqu e no e xi ste ot ro por el momento. ha sta qu e vo lvamos a so- pe sar la jus ti cia y la practique mos sin ca usar m ás datio que beneficio: Qu é co rta m em oria la del /pro fesor de los libros /inte rmina bles, ' ' qHe co rlo co ra zv n. qué falsas notas la s que rvmó s11 /lápiz en la hoja. Que mu era Cristo otra vez y que na zc a para alguien en este / Aí1o Nuev o. para que un nuevo Profesor de f Di cie mbr e, el verdadero, aparezca ot ra ve z, Seño r. !pág. 44] Es una so l ución poét i ca dis tin ta - no sé si má s o me n os d eses - per anzada - del f amoso tex to de Be rtolt Brec ht sob re el homb re que , en Nueva Yo rk , t odas la s n oches, · ·rogando a los tra n seú n tes , 1 procu - ra un refugio a los desa m pa r ados " . Y c oncluye el dramat ur go ale m án: "Pe ro al m undo a sí no se le cambia , 1 las relac i ones e ntr e los hombr es no se hace n mej or es, 1 no es és ta la for- ma de hac er más co rta la era de la ex pl otación " 2 . Pero el ánimo de a mbos text os se fusiona , ya que el co lomb i ano , co mo el autor de Un hombre es un h omb re y Madre cora- je, evita ofrecer su receta. Los dos se limitan a comparti r con noso t ros aque ll os cond u ctos dudosos de la injusticia h umana : 801 rll "' (ULTL kAI ' 818JIO C IÁrJ CO . VOL JI! . NÚM. S7- 1001