· del Ejército Español

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Toques de Guerra · del

Ejército Español

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Toques de Guerra usados antiguamente, I1asta

mediados del siglo XIX, por el

Ejército Español Conforme a la edic ión graba­

da en Madrid en 1769, por

Juan Moreno Tejada de ord én d e

s. M. Carlos III . y concertados para Pífanos, } ' Clariuetes y Tambores , por

ti músico de la Capilla Real

D. Manuel de Espinosa

Edición moderna, que publica la revis ta

Radio Nacional de España, a cargo y con un prólogo de

r ea lizaciones armónicas del

R. P. N. OTAN"O , S. J.

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ARREGLO DE TOQUES

1NDJCe

Edición original de 1769 Armonizaciones de los Toques

Nº 1. N.º 2 . N.º 3. ·N.º 4. N.º 5.

N.º 6. Nº 7. N .º 8. N .º 9.

N .º 10. N.0 11. N.0 12. N .0 13. N .0 14. N.0 15.

del R. P. N. Otafío, 5. J. P6glnee P6gln.as

La Oenerala . .. . 1 N.º 1. La Asamblea . 4 N.º 2. La Bandera o Tropa 8 N.º 3. La Marcha de Fusileros 10 N.º 4. La Marcha de Oranaderos 15 N.º 5.

El Alto (tambor sólo) . 21 La Retreta . 21 N .º 7. El Bando . 23 N.º 8. La Llamada 25 N.º 9 .

La Misa. 29 N.0 10. La Oraci6n (tambor sólo) 31 La Orden (tambor sólo) • 31 La Fagina . 32 N .0 13. La Diana (tambor sólo ) • 34 El Ataque . 35 N.0 15.

APÉNDICe

Toques de Trompeta

A Degüello . ... La Llamada . . . La Orac/6n o Diana.

La Oenerala • La Asamblea . La Bandera o Tropa La Marcha de Fusileros La Marcha de Oranaderos al Himno al unisono .... ' b) Himno a 4 voces de hombre. c) Himno a 4 vocea mlxtae • • . .

La Retreta . . El Bando . . La L/amada(Himno, según la

versión vulgarizada.) La Misa . .

La Fagina.

·El Ataque .

40 41 41

. . .

3 6 9

13

16 17 18

22 24

27 ~

33

38

Toques de los puntos de Ouerra ..:.:":-· que deberá observar la Caballerfa

La Oenerala o Botasilla 42 La Asamblea 42 A Caballo . 43 La Marcha . 43

...

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Breves notas históricas y críticas

El Ejé~cito Español tuvo, .desd~ tiempo inme~orial, su propia y e~clúsiva. tradición inusical.

Las descripciones literarias de todas las épo.cás de nuestra historia guerrera y las obras musicales, conservadas en los archivos espci.ñoles, ofrecen testimonibs abundantísi­nios de este 'hecho, especialmente desde la Edad Media. Per~, ya en el siglo XV, y, so­bre todo, en el XVI, XVII y XVIII, e1 ambiente musical bélico es tan esplendorosÜ ·y absorbente, que penetra en casi todas las manifestaciones de nuestro . arte. profano . y re; ligioso, a propósito de cualquier alusión, mística o material, donde la idea de. combate entre en juego.

Documentos musicales anotados~ de carácter exclusiva y prácticamente militar, no aparecen, sin embargo, hasta fi.ne5 del XVI, aunque es probable que existan en lá pro­funda . oscuridad de nuestros archivos, .todavía no bien catalogados. Eso no obsta para probar la existencia real de una literatura· musical guerrera, española, copiosísima y de íhnegable interés histórico y artístico, a lo largo de cuatro · siglos:· del XV al XVI~I.

Aunque en la música profana, coral o instrumental de esas época.S, es fretue~te sorprender temas militares, más o menos extensos, 'incrustados en la trama "contráputi­tística, según los procedimientos ·entonces usuales; en fa. 'música religfo5a, · 1a: intei-Vendóti de los motivos y ritmos guerreros adquiere proporciones sorprendente$ en cantidad · y no­tables en calidad específica y evocadora. ' · La Iglesia ·&pañola creó y fomentó un género de arte, básado todo él 'én lá resü~ nancia militar. Así, los organistas dél siglo XVI° cultivaban intentos - · Tientos, como entonces se llamaban (4tvencloñe5, ri«rcare) - a. los que apellidaron de · Batalla, por­que estaban construídos sobre sones o nioti~ós' guerreros: Los maéstros ·de . capilla escri­bían Misas de BataJJa (pro Victoria) y Villancico~ (tonadas y composicion.es a·· varias voces, en lengua vulgar) , para celebrar las grandes : festividades religiosas de Navidad, de la Inmaculada Concepción .y de .los Santos .Patronos de mayor devoción, especialmente del Apóstol Santiago, protector :de España. En esas misas de =8a.tal1a, la introducción del toque militar .era de rig_or. En los Villancicos e- Iifuuios -en honor del Apóstol San- . tiago ocurría lo mismo. En los de otra5 conmemoraciones, bastaba una sugerencia litera­ria de índole batalladora; a~nque fuera puiamente espiritual, para que el compositor la subrayara con un motivo militar y, a veces, diera a toda la pbra un aire eminentemente guerrero con temas y ritmos· c-aracterÍsticos. En el siglo XVI, -y más en el XVII y

XVIII, -los villancicos, que pudihamos -llamar de género militar:· son. incontables. Mu-

chos de los que he podido examinar y copiar en los archivos de nuestras Catedrales> son verdaderas obras · de arte coral e instrumental, dignas de figurar en los mejores pro, gramas de concierto.

Cabe preguntar si los temas militares empleados -en esas obra~ tienen trascenden,. da histórica o valor específico real; es decir, si responden a los usos militares de la épo,. ca. La respuest~ e~ ·categóricamente afirmativa · y fá<:;il de probar~ con argumentos de criterio intrínseco '(por análisis .esencial" y comparativo), y de concomitancias externas, como el uso de los mismos o parecidos motivos por diversos autores. Todavía la demos, tración es más evidente cuando en esas composiciones aparecen, completa o parcialmen,. te, toques guerreros cuyo origen de uso militar se encuentra en documentos de proce,. dencia exclusivamente castrense: ·. .

Sería posible rehacer en el mismo repertorio litúrgico, con los elementos en · esas obras esparcidos, la historia de la música militar española en su sentido expresivo y evo, cador, a través de las diversas épocas. Desgraciadamente, los autores no se tomaron nun" ca la mole.stia de precisar las citas y procedencias; pero, por las fechas de las obras y la yida de los compositores se puede colegir cuál era y cómo sonaba la música militar en España alrededor de los principales aconteci~ientos bélicos de nuestra historia. Esta con, clusión tiene mayor fuerza deductiva para la música de la época imperial y posterior; pero vale también, relativamente, para anteriores tiempos. No sólo eI,l nuestra música medi6val -por ejemplo, en las Cántigas del Rey Sabicr--, sino también en el ~mo repertorio litúrgico, hay verdaderos toques dé resonancia militar, éllgunos de los cuales se reproducen ·copstahte y fielmente a propósito de una sugerencia o reflejo de esta na tu~ raleza. ·

' Uno de los más-preciosos documentos auténticos que de músip militar posee Es" paña, es la famosa · ~elección ·de Toques de. (;tierra, recogidos y concertados por orden de Carlos III, en 1769, pór e1 músico de sú R,eal ~al:'illa, :Q~P Mapuet de.. Espinosa y grabados en Madrid por Juan M(>reno. Tejada en ese mismo ·año. , · ·

·No me ha sido posible av€rigu~r , con ceruza cuál pudo ser la catisa de haqer des' aparecido esa edición hasta el extremo de no ~contrarse hoy más que algún raro ejem~·

piar de ella. El manuscrito original de Espinosa, está en la Biblioteca Nacional; si :no se ha extraviado e,n .el trasiego salvaje del Madrid rojo. Un ejemplar gr;bado, ·de !169¡ -adquirido pór el 5eñor Marqu~ de Toca, ha<:e algunos año~ y·por mÍ'copiado en 1918,. es el que me ·ha servido pí!fa 1~ . p.resente: edición. \. _

VI

Su título dice así: ·

·tOQÚES DE OUERRA · que deberán observar ·unfformenie los plfános, clarinetés. y.tambqres , de la lnfanterfa de S. M. concerta_dos por D. Manuel de Espinosa,

músico de Ja Capilla Real. U?· l)f! orden de ·s. ·M, <U>

órávados por juan Moreno Tejada Ano de 1769

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Esta: colección contiene, además de los Toq~es reglameI)t_arios de la Infantería e5'

pañola, los T oques de Trompetas de la Caballerla:.~De· -ett'os se habla en las Ordenan­zas (ya más detalladas a partir del siglo XVIII) enumerándolos, diversamente, todos o en parte.

Yo no sé precisar su origen; pero no sin fundamento puedo suponer que vario$ -los prindpales:---1 datan . de ai1teriores1 épocas, .no s?>lo en razón de su intrínseca. y for, mal c~ntexttira, más también porque se encuentran más o menós reflejados en esa lite,. ratura musical guerrera, de que he hecho mención, ya desde el siglo XVI, y sobre todo, en el siglo XVIII.

Dentro de una fórmula sustancialmente conservada durante siglos, caben acciden~

tales modificaciones melódicas, en las que cada época pone algo de su carácter. Esto es bien conocido en estudios de folklore; pero cualquier lector puede observar, por ejem­plo, en la actual y vulgarizada versión de la Marcha Granadera, la pequeña transfor­mación verificada en su segunda parte, co~parándola con la de esta colección de 1769:. En menos de 50 años se introduce un cambio melódico que, sin embargo, no afecta a lo esencial.

Por consiguiente, no se puede argüir por una curvatura melódica o por alguna desinencia cadencial, características del XVII -o del XVIII, que el Toq?e en cuestión es precisamente de ese tiempo. Algunos rasgos de la Marcha Granadera o la Llamada lleva~ da a paso regular los .encuentro perfectamente acusados en obras de Batalla del siglo XVI; pero, desde luego, en muchas del siglo XVII, particularmente en el géner~ arriba men­cionado de Villancicos de estüo militar, no sólo se. reproducen con gran fidelidad ciertos giros de estos Toques, mas también su aire, su estructura técnica y su conducta rítmica.

Por donde se puede deducir y asegurar que estos Toques, coleccionados en 1769, son en · su mayoría de época 'anterior y, fundamentalmente, pudieran proceder desde los tiempos imperiales. Posiblemente, en el siglo 'XVII, acaso , por exigencias instrumenta­les, al pasar de las severas y categóric_as ttom petas- del. XVI ~ los instrumentos, más flexi­bles de viento, del tipo chirimía u oboe, sufrier.ori ligeras mgdifiGaci<:>nes de contorno y floreo, que les da un aire estilístico de época. Probable es· tjüe algunos Toques se hubie­sen formado en ese siglo y alguno, ~J vez, ·en pleno siglo XV~!. ya por: necesidades de nuevas tácticas, ya por influencias de las milicias exÚan)eras· entonces al seriicio de España.

Sin embargo, cuando se estudia nuestra literatura militar, sobre todo, en las Orde­nanzas, se· encuentra una rigurosa exigencia reglamentaria, por la que queda asegurada la conservación neta de los T oques tradicionales usados por las t ropas españolas, dispo~ niendo que los T ambores Mayores los enseñen y transmitan con fidelidád suma y que los soldados españoles obedezcan a sus sones propios y los soldados al servicio de Espa,. ña (se llamaban Naciones) a los suyos correspondientes.

Ahora bien, si se considera cuán grande es en el ejercito el respeto a la tradición, esta insistente vigilancia de las Ordenan.za:s-poi.- lá pura conservación de los Toques de mando y la escrupulosidad con que se enseñan y se exigen aun en los menores detalles rítmicos, tiene una fuerza de convicción irresistible. Habría que probar con argumen­tos históric9s contundentes que determinado Toque es de tal año o circunstancia. Eso

Vil

se ha dicho, en concreto, de la Marcha Granadera, atribuyéndola a Federico 11 sin fun­damento alguno serio, cuando, precisamente, esa marcha se encuentra bien apuntada en nuestra literatura musical del siglo XVI. ·

Además, a poco que se examinen y contrasten estos Toques entre sí, aparecen cla­ras la resonancia y la modalidad sustancial de la Granadera en varios otros.

Esto arguye, evidentemente, su origen común, anterior. Nadie ha dicho ni puede decir que los T oques todos del Ejército Español nos los impuso Federico 11. Ahí están para desmentirlo, por un lado, los testimonios de confrontación, abundantes, de los dos anteriores siglos y, por otro, los señalamientos de las Ordenanzas, por lo menos, desde fines del XVII.

También tiene significación muy expresiva la palabra que el coleccionador de 1769 emplea en el título para indicar su intervención; porque dice concertados; es decir, arre­glados, ajustados en esa determinada disposición instrumental para pífanos y clarinetes, y, en todo caso, puestos en orden y concierto, para evitar arbitrarias interpretaciones, y corruptelas y variantes infiltradas en la práctica. La palabra empleada por Espinosa ex­cluye, precisamente, toda idea de creador o compositor. Materialmente, él es un colec­cionador. Recoge los Toques usados en el Ejército español, ya de antes. En eso pudo ser más o menos fiel, si los cogió de viva voz y no tuvo a la vista copias que, indudablemen­te, se conservarían. Artísticamente, fué un mero ajustador o instrumentador.

Sólo por haber sabido, en cumplimiento de un real mandato, poner en claro y en orden la tradición sonora de nuestro ejército y haberla fijado en grabado, merece Espi­nosa la gratitud de España. Gracias a él, sa hemos cuáles eran la voz tradicional y las se­ñales reglamentarías del soldado español, por lo menos desde ~u organización funda­mental más metodizada, según los primeros intentos regulares de disciplina y disposición, que en nuestras historias militares se puntualizan y que coinciden, justamente, con el es­tilo de los Toques más destacados de esta colección.

Como Toques militares, son ellos notables bajo 'diferentes puntos de vista: por la galanura del estilo; por su concisión ática; por la variedad dentro de la unidad y por la perfecta adaptación al fin propuesto para cada uno de los usos.

Estos Toques se emplearon en el Ejército español hasta pocos años después de la .guerra de la Independencia, en que fueron sustituídos por los actuales puntos de órdenes,

más breves y prácticos, pero infinitamente menos musicales. Sólo se conservaron tres de los Toques. Las dos marchas: la Fusilera (marcha por

.antonomasia de nuestra í~fantería), y la Gra,riadera, que por haberse adoptado para rendir honores supremos, acaso desde Carlos 111 -evidentemente después de 1769, porque en

' la colección no se la distingue en forma y uso especial- , pasó a ser Marcha Real y Na­cional, participando de las vicisitudes revolucionarias del siglo. XIX y del presente, bien conocidas . de todos . . Fué proscripta en el reinado de f'.ernando VII por imposición de Riego; odiada, como símbolo monárquico, en las 1'epúblicas de 1868 y de 1931, e im­puesta d~ nuevo, como símholo nacional, en tiempos de boaanza. Su historia jerárqui­ca, oficial, data del siglo XIX. Antes, sólo fué una de las do~ marchas de nuestros ejér­cito, aplicada a los Granaderos especialmente, en tiempo de Carlos II.

VIII

La M archa Fusilera se conservó, después de su abolición como Toque, en el ser­vicio interior del Palacio Real, hasta nuestros días.

El Toque de Llamada se empleó, en combinación con la M archa Granadera, des­de los últimos reglamentos del siglo XVIII, para rendir honores a los Infantes y deter­minadas Jerarquías militares. Es la razón de haberse conservado y designado como Mar­cha de Infantes. La versión usada en Palacio y por la banda de Alabarderos difiere un tanto de la anotada por Espinosa.

De todos los demás T oques no hay ya memoria. Merecen recordarse y volver a oírse en determinadas condiciones y ocasiones, siquiera como preciadas reliquias de nuestra tradición militar. Pero si se restituyeran con su propio estilo, y alternaran con las actuales bandas en esa frágil y deliciosa combinación de pífanos y clarinetes sobre sus ritmos de tambor, que la colección de 1769 perfectamente determina, tendrían un poder de evocación maravilloso y darían una nota de color tanto o más vistosa y atrayente como los pífanos ingleses y alemanes, que acaso hemos admirado sin saber que en Es­paña poseernos iguales o mejores tesoros, aunque, desgraciadamente, olvidados.

La M archa G ranadera fué considerada como marcha española por excelencia, a raíz de la guer,ra de la Independencia y en v!rtud de varios decr~tos del Ministerio de la Guerra, que intentaban proscribir el uso de otras marchas, algunas de ellas tomadas de los mismos invasore~ \No aparece, que yo sepa, ningún decreto, durante el siglo XIX, que la fije como Marcha Oficial, Real o Nacional, aunque la costumbre así la impuso) . '

Desde luego,, jamás se intentó, de hecho, transformarla en Hi~no. España no ha' tlnido un Himno oficial, salvo el de Riego, en los períodos revolu-

' cionarios. El General Prim quiso, en 1870, dar a la Nación un Himno, abriendo para ello un gran concurso al que se presentaron cerca de 500 obras, cuya lista puede verse en las colecciones de la Gaceta de M adrid. Los originales se conservan en el Alcázar de Segovia.

El Jurado declaró desierto el concurso y aconsejó a Prim la adopción de la antigua Marcha Granadera.

En 1937, S. E. el Jefe del Estado, Generalísimo Franco, declaró por decreto Him­no Nacional, la antigua Marcha Granadera:, ·.Es la primera vez que se habla, oficialmen­te, de H imno Nacional; pero el decreto no ha determinado cual es la forma que, como Himno, ha de revestir esta Marcha, ni concreta la exacta versión antigua, ni señala el texto que, como H imno, ha de llevar.

La razón es obvia. En aquel momento ·no estaban dilucidadas suficientemente las condiciones históricas y estéticas de la Marcha en cuestión. Por lo tanto, se dejó correr la versión vulgar popularizada, que continúa siendo marcha> y no himno. Las diversas apli­caciones literarias que sobre la música de la M archa Granadera se han hecho, adolecen de un grave defecto, prescindiendo de su inayor o menor acierto poético o ideológico; que no se adaptan a una versión musical concreta y menos a la auténtica, anotada en 1769, cuando no descomponen la estructura rítmica y melódica de la veneranda Marcha.

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La culpa es, en todo caso, de los que· no divulgaron, en tiempos pasados, la versión original, que estaba al alcance de cualquier curioso investigador, sin acudir más allá del tomo de · 1a Guía Palatina dedicado a esta materia. ·

Es verdad que, a causa de la extremada rareza de la colección de 1769; su existencia y su contenido han pasado desapercibidos hasta ahora, en que, por primera vez se ree­dita desde aquella fecha .

. Se puede discutir técnica y prácticamente, si la Granadera reúne condiciopes de Himno. Conviene no olvidar que en este asunto no han de imponerse sólo el sentimen­talismo y las circunstancias extrínsecas, por muy respetables que sean. · Se trata de un Himno, símbolo de la nación y que por todos los españoles ha de ser cantado con gus­to y entusiasmo. A esto ayuda, grandemente, la musiCalidad del himno.

La de la Granadera, ¿es perfecta en este sentido? Quiero creer que lo es y, como músico, he tratado de evidenciarla en las tres versiones, himnódicas que de ella propon­go en esta edición.

Como crítico, sin embargo, soy de parecer que la Granadera debería continuar siendo sólo Marcha Nacional, bien aplicable a ciertas circunstancias. De hecho, siempre fué marcha y marcha continúa siendo, a pesar de los varios intentos de transformación himnódica. El pueblo la oye con respeto, mas no se lanza a cantarfa, acaso porque no se ha fijado su versión musical y literaria, arbitraria y malamente tratada hasta ahora. Si por razones de alta conveniencia se impone su conservación oficial como himno, preci­s·a determinar categóricamente su fórmula y su forma según criterios auténticos.

El decreto del Generalísimo hablaba de la Antigua Marcha Granadera, que no es exactamente la que corre. H ablaba también de Himno y esto supone un texto literario, ·que aún no se ha determinado oficialmente. El texto musical verdadero existe. Aquí está a la vista y al alcance de los peritos en la m atería. ¿Cómo es posible prescindir en una nación ·del Himno único o de primera representación, y menos en España, en estos mo­mentos de su renovación y engrandecimiento? ¿Por qué no se ha de resolver ahora, en circunstancias tan extraordinariamente favorables, este viejo y jamás vencido pleito de nuestro Himno· Nacional?

Si la Marcha Granadera se elige y se quiere que prospere como Himno, es de ab­soluta necesidad acondicionarla y fijarla debidamente.

· En mi humilde opinión, hay entre estos Toques, uno, el de La Llamada, que en su aire tradicional, lento, adquiere caracteres himnódicos de primera magnitud. ¿No es solemne e imponente el himno inglés? Pues éste de La Lfam.ada lo es tanto y acaso le su· pere. Es auténticamente español, representa la grandeza de España y Ciertamente, es an­terior al inglés; por consiguiente, no puede hablarse de copiá. o de imitación.

Uno de los propósitos que he tenido al editar .esta colección de Toques españoles guerreros, es el de allanar el camino a la solución del Himno Nacional, ofreciendo posi­bilidades de fórmulas históricas de las muchas que se encuentran en nuestra literatura y señalando la manera de caracterizarlas musicalmente, mediánte oportunas realizaciones armónicas.

En este sentido, el · trabajo mío personal de compositor? aquí empleado, no es más .que un intento estético de revestimiento, conforme a mis apreciaciones históricas y mu•

X

sicales. No tienen, pues, más autoridad que la que benignamente se les quiera conceder. H e pretendido desentrañar y destacar el sen t i do oculto en una melodía, cualquiera que sea y por insignificante que parezca ( 1) .

Para concretarlo mejor, he solicitado la colaboración literaria de algunos amigos, obligándoles a ceñirse a la es~ctura rítmica del canto, aun con evidente tiranía del pen· samiento y de la libertad poética.

La guerra y la desaparición del único ejemplar grabado, por mí conocido, ·me han obligado a prescindir de dar una edición crítica de esta colección de toques, con repro­ducciones fotográficas de la original y única de 1769.

Ante esa imposibilidad, me atengo al carácter práctico y vulgarizador de la pre• sen te edición, preparada en plena guerra entre el tronar de los cañones, que defendían a la España Imperial y T radicional, representada en estos para mí incomparables T o­ques de nuestro poderío militar histórico.

De intento dejo para último término la importantísima y vital condición de toda música: el señalamiento exacto del movimiento.

Según las antiguas Ordenanzas, teníamos dos pasos militares reglamentarios: el Regular y el Redoblado. El Regular se llevaba a 60 pasos por minuto. El Redoblado a 120. Los músicos tienen ahí la indicación metronómica exacta o aproximada. La Mar­cha Granadera o La .Llamada, llevados a paso regular, es decir, en aire Lento, tienen una significación muy distinta del actual desatinado galopar a que se les impele. ·

Este es el aµ-e de la España desencuadernada del siglo XIX. Aquel es el ritmo de la España Imperial, grande como sus conquistas y tremenda como sus tercios inven­cibles.

Al forjador de 'Ja Nueva España, nuestro glorioso .Caudillo el Oenera/fsimo Franco, y a su gigantesco Ejército libertador, ofrendo esta reconstitución de los viejos y nobles TOQUES DE. OUERRA .. espafl~ifd(! an!ilari unir sus voces a las que han vibrado en los actuales campos <f.e bata/Ja en

defensa y glorificación de Ja Patria

Burgos, Junio de 1939. - Año de la Victoria.

N. OTA~O, S. J.

(1) La versión original hist.órica de la Marcha 9rattadera no tiene, como se ve, esa segunda parte de repetición a otro tono, introducida en el reinado de Isabel U y hoy en uso. En mis armonizaciones corales B) y C), donde, por cierto, he adoptado la melodia usual, guiado por criterios puramente prácticos, utilizo esa segunda repetición bitonal, para demostrar uua posibilidad, cuando se trata de ejecuciones corales no populares. •

XI

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TOQUES DE GUERRA de la Inf anteria Española

Conforme a la colección ordena.da por Carlos Ill, concertados para Pífanos~ Clarinetes y Tambores por D. Manuel de Espinosa y publicados en Madrid en 1769

N? 1-La Generala .

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N? I-La· Generala=Himno Coral. ' letra de jJf TºMAS

Andante Moderato Arm. de H. OTAN01 S. J.

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por sLglos y sLglos, an . te gentees.tra.ña, siempreinvic _ ta _ fué.

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en el t ri un .fo y la vic - to - ria,

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N? II-La Asamblea.

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N~ 11-La Asamblea.

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ya se a - ca el dí - a tri - un - fal

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N? III-La Bandera o Tropa

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1 ~ 1 ~ 1 r 1

Ran Ra __ u tan Ra __ u ta ran

N? III-La Bandera o Tropa. Andante poco mosso poeof

U _ na Es _ na u

Letra át1 M. TOMAS Arm. át1 H. OTAÑO, S.J.

ni _ da

==-

Gran-de en su an_he - lo de conquis - ta. in _ mor - tal;

10

N? IV-La Marcha de Fusileros.

PIFANO I?

PIFANO II'!

TAMBOR.

Ra_ u plan ta ran tan Ra-

u plan ta ran tan Ra _ u plan ta

11

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I . .

u ta.n Ra __ u plan ta ran tan

N? IV-Marcha de Fusileros.

Tiempo de Marcha.

cí en mi

ñol, voy a la gue _ rra. Por Es -

creso.

13

Letra de M . TOMAS .Arm;·tie H. OT.AÑO, S. J.

i ie - rra ; Es - pa -

pa. _ ña, por su

glo _ ria voy la bran_do la vic _ to _ _ .r ia .

n

> > >

¡Gue _ rra, Gue_rra sin euar _ tel! ¡Gue - r ra,

> >

r

>

> >

¡Gue _ r ra, por la Es_ pa _ ña

15

N? V - La Marcha de Granaderos.

CLARINETE 19

PIFANO 19

: PIFANO 119

TAMBOR

Ta ran plan Ra u Ra u ta ran plan Ra. Ra

,,,/ 11\ • • ~ _--...... - -.. -- - - - - -· - -- & . . . - - " - - -~

. ' - . ~

11\ - - .~ _--..... - - - - - --· -- - & - . - - - -· - - - -. . . ' . -" ' ~ - - '

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u ta u Ra u Ra u plan ta ran Ra u Ra u plan taran

16

N? V A)-La Marcha de Granaderos. En forma de Himno

Le tra át1 M. TO.MÁS . .Arm. de N. O TAÑO, S. J. ( Pérsi'ón melódz'ca origi'nat según ta eoteccz'ón de 1769)

Maestoso '

ña! El dí _ a a_ma - ne - ció. Sol in - mor -

' > >

so _ bre el suelo Es- pa _ ñol. Fran - co, Fran - co, luz y

>

bra zo, tú nos gui _ as ha_cia el nue _ vo Sol.

>

N? V B) - La Marcha de Granaderos .

TENOR I? -TENOR II?

BAJO I? BAJO II?.

. Coral para 4- voces de hombre.

Moderato molto

¡Vi _ va Es

Triun _ fa do - quie - ra ¡oh in_ vic _ ta.

./ ~ 1 1 1 1 i ~. ~ ¡-.. -. - . . -- ~ - -- V

~ - - . .. ' .. - . t. 1 1 , 1

San - ta en - se - na del pa. -

1 ~ 1 1 i L .h. ~ 1 L h - -. - r - -. . -I L - - ~ - -V - .. w ... .

r r 1 V ~

Letra de M. CIAUBBIZ, S. J . .Arm.de H. OTAHO, S. J.

(Versión melódü:a ttsitall

Ban _ de r a,

T 1 ~in.

. - - . 1 1

trio ho - norl

-1 1

- - .

-r 1

18

Son tus plie _ gues re - cuer - do de los bra vos,

mrís destacado et bofo

(;JYJ.<;C. >

......___..,, que en la. lid lo gra _ ron su _ cum - bir.

que en la. lid

'

¡ San - ta Ban de ra, q_ue mi al _ ma ve _ ne ra,

). ')

./ '\ 1 1 1 · ~ ~ 1 .~. ~ 1 T 1 - - ~ - ~ . . . ~ - - ~ . ~ - V ~ V -· . - - ~ . . - - -., r . . 4 1 , 1 1

a tu som - bra quie - ro yo mo - r i r !

>

1 J . \ ~ ~ ~~ ~. j J I 1 . ~'" - ~ . . ,...; - ~ .. " - - -I .

V .. . "\ - -

Nota.: Las repeti ciones de la segunda pa rte. ad ti'bz'lmn..

N? V O)~La Marcha de Granaderos. Coral religioso para las Iglesias, a 4 voces mixtas solas,o con acompa.ñamiento(reducción)

Letra. y .Arm. de H. OT.ANO, S , J.

TIPLES ALTOS

TENORES .BAJOS

Moderato Maestoso

Sal_ va a Es_ pa _ na, Se - nor

( Yérsi·ón .melÓdú:a usual)

de las al - tu ras;

dad la paz con vues _ tra pro - tec - ción.

Rei _na en Es - pa na, se - tus pro_ me - sas ,

poco ere se. se - me

..b n 1' 1'

Rei - na en Es - pa - na, se - gún tus pro - me sas,

y se rá la Es _ pa _ na tu na ción.

20

(1)

11~ Parte ad Hói"t-am

Nues _ tros

a..l

al

tros

lu -creso.

Dad _

Dad

Dad

a

Se_ a

pa _ dres

pa -

char

>

J.

lu ch ar

nos tu a_yu

nos tu a _ yu

nos tu a_yu

na

Es-pa - na

Se - a Es - pa - ña

tu

tu nom_bre ve - ne _ · ra

nom _ bre ve. ne ra - ron

tu nom ve _ ne_ ra ron

cons _ tan - tes por la Fé.

cons - tan _ tes por la Fé .

da, Se _ ñor, a

da, Se_ nor, a

tus hi . poeo 'rit.

tus hi _

ron

jos;

jos;

a jos;

la que siem -la siem -

la que siem

pre

pre n pre

fué.

fué.

_J

D. C.

hasta

Fin.

( 1) Las repe#ci·ones de ta II~ Parte ad Hbi"tum

21

N? VI-El Alto. Ho tz"ene Pi'fanos ni· Otari·netes

Ir IF ;prr1 v. IF u

N? VII-La Retreta.

PU'ANO I?

PIFANO II?

TAMBOR

/ ~ - ::---..... .. - _.-..._ -. • ..,,...,,.. t· _.,,.. . -- - . - - - - - - - - -. - - - - - - . r ' . ~ - f 'P f P

~ - - - . -· - - - -- . - - - - - - - . - -· - - & . " -. ~

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"' - f P f p

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-- -- - - -- --- - ---- ._ --- - - - - -.. -- - -- - ----- - ... 1 - - - • - • I - ,_ - • .... .. . . & . ..

I . . ' .,. '

22

N? VII-La Retreta. (Canción.)

con es _ ta gra _ cía, las muchachas

>

eón. La que nos mi - ra, ya nos ad-

> >

.:.. ra.; yo só _ le ten_go un co _ ra _ zón.

> >

23

N? VIII-El Bando.

CLAR INETE I<?

PIFANO I <?

PIFANO II?

TAMBOR

11 2~ ,./ \ .. - - ... ... - to.. h - - ..---:::. -

~ - - - - - - - - - - - - ~ . - . ~ - - - -.

~ sotos

~ h - -. - - - - - . . . - ~

~ - . J ' ' - -"' -

~ t: /- ~ ~t t: ~ )~ _i\~ ~~ .......-:::

11 ~ú ,_ t: n.. - ~ . . : . .. '

t. 4i ,._ solos ' , ú /-~ .. ... #' ... ]\ - j~ - ~ ,....--::;;: ~ ~ - - - -. ~ .

~ t. ~ .. - -- -- - - ... ~ - - - -~ .. - . ~ .... - --- - -- - -I . . . . .. .

1 - -

24

N? VIII-El Bando. (Canción.)

'

. Letra áe M .. TOMAS

Arm. de H. OTAHO,S.J.

por la sen _da tri_ un_

fi nal de u - na au _ ro _ ra de glo _ ria.

ores o.

~

25

N~ IX-La Llamada~1)

/ .. • • . - - - - - - -- - -e CLARINETE l? V '

,., -- -.. - - - - - - -- -: - -- - -CLARINETE ll? r-V - - --I ' 1J

.,.. .,.. ~ .,.. • + -f= ~ .,.. + • --· '

~ -- r PIFA NO I\' . ~

.. u • • .,..

• -.,_ + • - - - -- .. - - ~ . ' - -PIFANO 11?

t. - -~ .. - - ----- · - - ---- -· - - -----· - - ---- -· -

TAMBO H. .. .. . - .. .

r - - - - - - - -Ta ran Rau plan taran Rau plan ta ran Rau plan ta. ran Rau plan ta

I ~ • • - - - - - -- -- - - -. ' t.

"' -- - - - - --- -" - - -' t. - - --~ l"l 1'

.,_ .,_ ~ ,.. • ~ ,.. ~~,.. • -. -4 J

' 1J • • ,. • - • ,.~. - - ~ -- - - -. ' -' t. -~ .. - - -· - . - - - · - 1 - - -· -----..

- - - -ran Rauplan t;t ran Rau plan taran Rau plan taran Ráu

1.1 > En el Siglo XIX "lifarclia de infantes''

- - -- - -. ,

solos

. ·- -. - - - -- r

~ ++/- + ~ . • r r . solos

• - - • - • - - -. . . • r

, .. - - -- - ------""" ., . . . - --ran tan Rau R. R.

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todos

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~ -1 -- - - - - - - - . - ·- -" - - - - J

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" solos

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' ~4 - 1

- - - -· - - ---- - · - . - ---- - . - . - - - - - - . .. .. . . I . J . . . . - - - - - - -

r R. p t r R. p t r R. p t r R. plan t.an

27

N? IX - La Llamada (Antigua marcha de Infantes)

(Himno.)

Solenne e molto Moderato

ro _ ra ro - ra ro - · ra

que que que

nun. - da

lle _ ga lle - ga lle _ ga

Letra de M. JJJMAS Arm. de N. OTANO, S. J.

Glo . ria fe • cun da,

de

nos nos nos

cla _ ra

cie _ ga cie _ ga cie _ ga

luz.

'

>

La au_ La au _ La au.

de a • de <le

zul. luz. sol.

ci _ ma ten _ go un so _ bre el

to tu pe

de or mis

ria yo, rio

lau ser nos

Rei _ na Oh Ma El sol

glo gu -te -

rel es con > >

y pa sa

de dre Es

es

ria, llo r ío

pue _ pa hos _

to ser

que en

da hi nue

cruz. La au -ñol. Laau _

blos, ña., tia

tu his jo

vo Im

3~

_gró.

23

N? X---La Misa._

PIFANO I<.>

PIFANO II<.>

TAMBOR

Ra u tan tantantan tan Ra u tantantantan tan

Ra u tan tan tan tan. tan Ra u tan tan tan tan tan

30

N? X-La Misa. (Oración.)

ñor,

ra,

, Letra áe ,Jf. TOMAS

Arm. de H. OTAÑO,S. J.

yo de _ jo mi ho _ gar;

me voy sin te - mor.

Sal pa - ra tu Tro no;

vuel _ ve ya a rei - nar.

31

N~ XI - La Oración. No túme P íflmos ni· Clarinetes

TAMBOR 9=•1 f r r f f 6 6 F E E j f F E j r 1 r t p Redoble la rgo plan plan

~=· p 6i j ~ ,. 1 t @! E. ~ --- 1 E ~·~ r :IJ :;¡ ..¡

Ra ta. ta. ran plan plan Ra ta ran plan plan Ra ta ran

9=• 11= E j E F f j j f r E r F r E ·r f 1 r Redoble largo plan plan plan Ra ta ran plan

~=· E r--d E ~,. ii- 1 E r-. ':i- r 1 r 1 r 1 r ~11

plan Ra t.'a ran plan plan Ra ta ran tan tan tan

N~ XII - La Orden. No tiene P i'fienos ni' Olari'netes

TAMBOR 9: i EUf &f rrrc rrr1 r # 1 r 1 F 1 r :ll Redoble largo tan tan tan

9: 11= m E r E r r r r F r r r r 1 F 1 1 r 1 r 1 (2 =11

Redoble largo tan tan tan

N? XIII - La Fagina .

PIFANO I'?

PIFANO 119

TAMBOR

Ta. ta. ta ta ta. ta ta ta ta Ra.u ta ta

J ~ • - j) - ::::---.. ,,--..:. • 1\ - - -- . - - - - - - - - - - - - . . . . ' '

"' -, r--. r---i 1 ¡¡¡¡;

. - - . . ~ - - - - . - - - ~

1\ ~ - - - -

, ~u t ~f:. .,_ ~- ,......-:::..;..e 4.;..;. ;¡t.~ f= .. .,_ ./'- ~ .. - .. - - ~ -- . . ' . ' --~u - - .. .fL .. - •

,_ ~ . . t ~- "t .,_

- - - -. - - . . . - . 1\ t.

~ .. . - - - - - - - - - - . - . . . . . . I . . , , . . . '

ta ta ta ta ta ta ta ta ta Rau ta ta.

N~ XIII-La Fagina. (Coi· a l )

Andante poco mosso

no

na vi _ da

só ........__..,

lo es

só _ lo

mi pe

38

Letra de M. TOMAS .Arm. de H. OTANo, s. ·J.

ten go,

sar:

"'·

N? XIV - La Diana. Ho ti.ene P z.'.f rtnos m· Clrerúietes.

'rAMBOR 9=•1 ' q E r r 1 r 9 r r f Ra u Ra

~1: • , r 1 r r r 1 r :¡ r r r 1 r :¡ r r r 1

u Ra u Ra u Ra

zx• F "í p 1 r 9 r r r 1 F y p u t Ra u t

9=• F :¡ r r r 1 F "í p 1 r 'Y µ t Ra u t t t

!J=• r j p 1 F 1 r r r 1 r ' p t t t Ra u t

!J=• r r· • E. • 1 F ' p 1 F 9 E r r 1 ~ J

t ta ra tan t t Ra

v·• F :¡ F r r 1 F ' Eif 1 r *

:11 u Ra u Ra. u

;¡

L

35

N? XV - E 1 . Ataque Carga o Calacuerda.

CLARINETE I? .P

sotos

CLARINETE II?

PIFANO I?

PIFANO Il~

TAMBOR

tan tan tan tan tan tan t:rn tnn tan

.Bast1'ando ta mano ÍZIJltz"erda dando los golpes

tan tan tan tan tan tan tan tan tan ta n . .

con la numo derecha haciendo tan tan

38

til.n tan tan tan tan tan tan ta.n tan tan

sotos todos

tan tan tan tan tan tan t an tan tan tan

\

37

tan tan tan tan tan tan tan tan tan tan tan tan

todos

tan tan tan tan tan , tan tan tan tan tan tan.

38

N? XV- El Ataque . .

Allegro marzial

la!

Letra de e.TORRE .BNCISO .Arm. tte N. OT.A.HO, s.J.

' A _ ler _ ta es -

a _ ler _ es - tá. !

que pi - de co _ ra _je y gue _ r ra.

39

¡A la lid!

>

Co n ar _ dor, em _ puña el fu _

Tu va _ lor con - f unde al trai _

.:::....

1

dor ! El lau _ rel g lo - r ia es pa - ra

-~O

A degüello.<1)

1. '"11 • ts ttr 00 r s m r Ji 1. j u 11

~ despaci·o

' D JJ JJ J JJ JJ 1 J. ;J J. ;J J.J j ) 1 J. f.j J JJ . Jí J 11 \:.,/

'"11 J J JJ JJ JJ ± ) J. } J. 1 JJ J J J J J J J

'"B J. ;J J. ;J J. ;J J. ;J 1 J ñ J J J . } J 0

i:. - /':\ 3 . 6 ;, 1 a n u n u to a ta tt1 a n u J1 Jl u. ; u 11

i ~ ~ .. . . /':\ ~ J. JJ J nJ J J. JJ 11~btf rrrr r

@ n m r >u ) 3 a a a a u. Jí J 11

( !)Estos Toques de t l'ompetas están incluidos a continuación de Jos antcriores,en la colección de 1769.

41

l J) 1

f "n J JJ J jJ u J J u n fj J J . n 3

\

La Llamada.

La Oración o Diana.

¿"u ;i 1 rn J JJ T ;i 1 M JJH:t tH¡ µ n 104 11

f 11" 1 1 J fj J r.JJ n J 4 J i J . J J 1 1 4 ;;t 11

'll B J 11 J J J J ! !J ¡ j j J J J . j J 11 J'

'"11 J J J j J fj 4 J ñ J fj f J1 J J 3 4 11 . . . . \:.,/ .

-411

" 1 1 4 f 11 1 4 f 1 J 4 1 J ) 4 IL¡ 1

'"11 J fj J fj J ñ J 4 3 1 J . l J 4 4 4 ;;t 11

\:.,/

42

Toques de los puntos de Guerra, que debe observar la Caballería.

La Generala o Botasilla.

f "tt 1 fS LJ llJj fJ JJ p J3 jJ J1 D D J 11 \;.I

f•n f J}HaDJJ 11Jl 1i!lfilJ J!J. JJ. ~J 11 \;./

4"ft 1 J n J n 3 n J J J 1 J. 1 J 1 1 1 J 11

La Asamblea.

,.n ~ JJ JJ u J 1 H rr rr 11' ~ 1 r ;1i 1 !, Ji 1

'"11 J Ji 1 J. 112 J J J J 1 J J J ' jj 1 ¿ 1 J J J J 1

43

A Caballo. ·

La Marcha.

'tiü ~ 1 J J'J J iJ J¡JO J iJ J ! J ñ ¿ ft J J L $ J 11

¿ti11 j 1 J n J n J ñ J n J n a n ¿ tau J J J J 11 \:..;

Tal ) ~re~ de ¡; abado y estnmpaciÓn de mÚsiclL de A. B oíleau y B ernueoni. P rovenza., 285, Barcelona.

Esta edición de lujo ha sido costea.da. por la. Junta. de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores

Talleres de grabado y estampación. de música de A. Boileau y Bernasconi .. Provenza , 286, }3arcclona .•