Suspiros del viento
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Indice
Trapecista ....................................................... 3
Antropósofo de tu ser ............................................ 5
El viaje sin fin ................................................. 7
Sollozos errantes de ambición .................................... 8
Una estrella sin dueño .......................................... 11
Duerme plácido en la guerra ..................................... 12
Respeto ofrecido, respeto recibido .............................. 13
1er jubileo - Nacimiento de Cicerón ............................. 14
2º jubileo – muerte a Cicerón ................................... 15
Confesión de un hombre gris ..................................... 23
Necesidad es… ................................................... 24
Los planes de futuro ............................................ 26
La soledad ...................................................... 30
La Soledad y su nuevo significado ............................... 32
En mi mente ..................................................... 34
Hija de los sueños .............................................. 37
Lo que pasa por mi cabeza ....................................... 49
Entre el Antes y el Después ..................................... 50
El deseo de crear ............................................... 52
Ideología cero .................................................. 55
En memoria a Macario ............................................ 57
Mundo A-Pre-Praxis .............................................. 61
Oda climática ................................................... 69
Pasión Índica ................................................... 71
Prohibido pensar, peligro de muerte. ............................ 73
Si mi abuelo hubiera sido turista ............................... 76
Trapecista
Aquel trapecista no conocía el vértigo a la altura pero sudaba en
tierra firme.
Lloraba, cantaba y sangraba al mismo tiempo como si el dolor
fuera casi un modo de vida.
El fino hilo que abrazaban sus pies le hacía sentir una
inestabilidad evasiva frente a la agobiante realidad mundana.
Su testa siempre al frente divisaba el otro lado, el fin, la
meta, los aplausos de quienes piensan que aquel hilo era más
inseguro que sus asientos.
Pero a aquel trapecista le daba mucho más pavor lo estático y
sucio que se veía el suelo, donde se encontraba, decía, gente de
toda calaña. Ahí abajo, en nuestro abajo, aquel trapecista se
sentía inseguro, sentía no ser sino uno más a merced de
tiburones, lagartos y sanguijuelas sin escrúpulos que merodean en
tierra esperando su caída dispuestos a aprovecharse de su buena
fe y corazón todavía entero. Sin embargo, en lo más alto nadie le
alcanzaba, era libre, por eso dormía suspendido en una tela de
araña amarrada por sus extremos de su hilo trenzado de acero,
como las panteras de la sabana.
Y recuerdo como solía decir: –desde aquí divisas toda la rabia y
envidia contenidas en satíricos, ácidos y crudos pensamientos y
me protejo del ataque por la espalda o al menos desde aquí los
veo venir -.
Y yo, que presumía de ser su amigo, le decía desde lo mundano
mirando hacia arriba: -eres como la lluvia sin nubes o el calor
sin sol, una luz sin sombra o un tormento sin recuerdo. Estás ahí
pero no te veo, y sobre este hilo no pende tu vida sino que
tienes los pies en tu propio suelo. Metafórica y extraña tu forma
de vida, ¿Cuándo me enseñarás a ser trapecista? Te envidio desde
abajo y en la distancia te añoro. Amigo trapecista no bajes que
ya vengo subiendo desde hace tiempo pero me siento torpe y lento
como paquidermo, y en cambio tú, sigues siendo hábil, grácil y
ligero como un ave-.
-¿Es posible compartir la vida bajo la misma cuerda sin que se
rompa? Hazme un sitio que llego. Confieso que la vida terrenal
parece ya no tener sentido.
-Es cuestión de costumbre- me confiesas como secreto que no
quieres compartir.
-No te preocupes, la gente de aquí abajo no entiende ni quiere tu
vida. Se sienten confusamente seguros en su mundo de cristal. Y
en cambio, mírate, tú eres más seguro que el día y la noche o el
paso del tiempo.
Antropósofo de tu ser
Sin ti soy un caballo desbocado, indómito.
Contigo no tropiezo, cojo filete y bocado
y al trote avanzo con el cuello colocado.
Si ves que me desvío aprietas la cincha en marcha,
me recoges de nuevo la cabeza y con las espuelas
más discretas me das el impulso necesario
para galopar al paso.
Todo comienza y termina en ti.
Todas las ideas nacen a partir de ti.
Tú, tú eres mi inspiración.
Tus abrazos mi ropa de piel.
Por la noche me despiezas con el calor de tu sangre,
por la mañana me vuelves a “piezar”
sin decir apenas buenos días.
Porque tengo el alma plasmada
con huellas de esa noche.
De todas las noches.
Noches donde el espacio sonoro habita el silencio.
Tú tienes las llaves de mi encebollado corazón.
Sólo tú puedes despeluchar mis costras insensibles
y así llegar a ese músculo sanguíneo
que cuando abrazas las vecinas llaman corazón.
No existe mayor placer que hacer feliz
y la felicidad hace del placer
la mayor recompensa para el amor.
Un amor incandescente, que es para mí,
una energía renovable que a veces inverna.
Pero regresa. Regresa si es verdadero.
Antropósofo de tu ser,
siendo el tuyo sin tú saberlo
y viviendo tú con esa inquietud
justificada de mi cabeza loca
en la forma pero ¡ay, qué injustificada
inquietud en el fondo! Si tú supieras…
En cambio, mi cambio eres tú
y siempre tú. Y es ahí donde el fondo
me informa que contigo soy feliz.
El viaje sin fin
Esa maraña de calles parecía esconder secretos nunca descubiertos
a ojos de aquel apátrida sin nombre (así le gustaba llamarse)
mientras recordaba con nostalgia su último viaje.
-Con certeza, nunca más volveré a pisar esta tierra, no me gusta
volver sobre mis pasos -reconocía a su reflejo velado tras la
ventana del tren.
En el tránsito, mataba el tiempo construyendo mentalmente una
vida junto a una mujer que seleccionaba cuidadosamente en cada
pueblo.
Siempre en movimiento, aquel viajero perpetuo concertaba escalas
pero nunca última parada. Apátrida por necesidad, aceptó que le
tocó vivir en un tiempo de emigrantes.
Sollozos errantes de ambición
Cruel es el tiempo,
plácidos los años incumplidos
o los que me quedan por vivir,
semilla de la ensoñación y el designio.
Rotas, rotas son las aspiraciones
donde despiertan hasta los ojos,
donde ya no sienten ni las manos
el olor fermentado de puño y letra añejo.
Constante, la incomprensión constante autocomplaciente.
Eterna, la insatisfacción eterna fruto del deseo.
Amargo, el dolor amargo de no verme realizado.
Hiriente, la ambición hiriente no distingue
entre siembra y recolecta.
Mi ambición no se sacia con manás,
no se seca con el paso errante de quien, en el desierto,
deambula con un rumbo sin orientación,
con objetivos sin definición,
a la espera de una estela que guíe hacia el proyecto lunar.
Se suceden los años. Mientras, se intrincan los hilos;
irrumpiendo sobre el destino, la prioridad no cambia,
se transforma].
Prioridad antepone ahora supervivencia física al artista mental.
El artista, se recluye en la sombra de la caverna platónica.
Frustración interior vencida, desvencijada,
dada muerte por una mezcla entre pundonor y coraje
entre honor y ética, entre ideales no desalmados. Todavía.
¡Agrestes silbidos de esperanza en eterna búsqueda
de la oportunidad acaecida,
de los golpes de suerte,
del futuro labrado,
de viejas agoreras,
de rezos a dioses pluriformes,
de santa devoción a los mares,
de oraciones salomónicas…!
Todos, todos ellos, pertrechos cargados de penitencia,
Penitencia que duerme y calienta mi lecho de agua de llanto seco.
Penitencia de fracasa, fracasa, fracasa, vence de Walter
Benjamin.
Palestra donde, sin ser invitado, acude el capital omnipresente
atrofiando el sentido de lo bello,
capital que todo lo mina todo lo corrompe,
capital que forja fronteras contra el idealismo
capital que es la eterna búsqueda insaciable
y el eterno semblante fugaz]
capital que es excusa primigenia capaz de lisiar
la iniciativa y el ímpetu más arraigado y entusiasta].
Al final, que es el principio eterno repetido,
la esperanza acaba mendigando
cuan mendrugo de pan duro
por poder, si acaso, ser pasto de paloma callejera,
tuerta y patico-jera].
Lo mejor llega ahora dicen, a lo mejor llega la hora digo
donde deseos y proyectos se forjen en un mundo abierto
a que la ensoñación se materialice,
donde ojalá sea posible y no utopía mártir o frustración
intricada].
donde al fin las dos patas se sustenten
donde amor y profesión sean un binomio posible,
donde pasión no sea sinónimo de fugaz.
Ilusoria ilusión el arte del despojo de necesidades banales.
Una estrella sin dueño
Una estrella sin dueño
deambula entre salitre y esparto
acumula historias caducas
que sólo ella consigue recordar.
Una estrella sin dueño
encarna a un filósofo en la guerra
luchando por no matar
cambiando deidad por verdad.
Un mar al acecho
recuerdos de supervivencia enmarcados
desde las profundidades de una divinidad
-no cederé a cambiar el ruego al debo
ni la ética por órdenes deshonestas.
Duerme plácido en la guerra
Los nuevos retos del camino requieren de un halo de suerte
el polvo ocre de tus sandalias se muestra incrédulo:
¿es acaso la emoción que produce el miedo
o la excitación de ser objetivo, el motivo de tu descanso?
El insomnio se desvanece con la tensión bélica.
Un somnífero peligroso a base de acción como activo
y la posibilidad de saber que la muerte
sea la próxima gruta a explorar, viendo en ella tu vida pasar
consuelo al sueño despierto en los deseos vacíos de raciocinio en
vida].
Respeto ofrecido, respeto recibido
Capitán gritan al unísono
te siguen ciegos si los mandas
como potestas no te reconocen sólo te obedecen
como auctoritas mueren por ti al igual que tú moriste por ellos
legitimidad reconocida a tu experiencia, honradez, criterio y
oración].
Sin persuasión ni obligación “respeto ofrecido, respeto recibido”
son tus galones de mando
y hubo quien vio en eso un desafío de poder
y tu estrella lastraron.
La rabia de los sinsentidos maquiavélicos condenó
y arremetió sobre tus hombros
y no es más verdad que el chirriar de la cigarra estival
que la justicia en la milicia se esconde condenada por cuervos
ciegos].
Esperaron con cruel calma su oportunidad.
1er jubileo - Nacimiento de Cicerón
Antes incluso del antes supiste, finalmente, cambiar el punto de
mira de tu arma por el de la palabra, la velocidad de las flechas
por la comprensión a la intolerancia y así, un sabio nació en
medio de la guerra, apodase Cicerón.
Humilde y a la escucha, siempre a la orden esa vez desacataste
siendo tu cruz pero también tu salvación en corazones ajenos.
Por el prójimo diste tu vida, rechazando tu carrera y tus
próximos pensamientos fueron entre grilletes condenando tus
ideales.
-No temas niña he venido a salvarte y no a matarte-.
De gentileza infinita, ausencia de duda y hombría de cuentos con
moraleja barroca, acometiste perjurio militar y pensaste en el
abuso abominable de algunos mandos ajenos a cualquier
sentimiento.
2º jubileo – muerte a Cicerón
Urdimbre de ejemplo, por ti darían la vida tus tercios.
Capitán desterrado por servir a la justicia y desobedecer al
superior apuntabas: -En estos tiempos prevalece la envidia de la
misma manera que el compañerismo agoniza. El mando con armazón de
oro teñido con nuestra sangre dirige rebaños y no batallones
desde su guarida de plomo-.
Entre montañas de arena fina como polvo, en algún lugar de nombre
impronunciable te clavaron la estaca de muerte y acorralado
moriste por tus camaradas.
Derramaste una lágrima evaporada antes de correr desde la cara al
herido corazón.
Ahora se alzan cantos en tu nombre como ejemplo de integridad en
vida, recordando como rompiste la cadena de la temeridad, abriste
las trincheras a tu paso y alabando tu dignidad, la guerra se
paró.
-¡Viva el soldadito de paja, viva el filósofo de la guerra, viva
Cicerón! vitorean con orgullo y emoción desde ambos bandos
mientras se ensalza tu leyenda no hay límites en la tierra donde
la batalla no recuerde tu estirpe para entender el sinsentido de
la muerte en el frente.
-¡Aniquilar no a los hombres sino a la sobredosis de abusos!-
espetabas por una ética que proteger ensalzando los valores
absolutos.
-¡El enemigo merece piedad y enseñanza y no tortura y venganza!
Pues otros vendrán que bueno le harán. Caminos fáciles son dar
muerte sin entendimiento de las consecuencias-.
-La historia nos enseña que quitar la vida a otro ser humano no
lleva sino a la disolución de toda la razón y en vuestras vidas
sostendréis el yugo de la muerte por siempre. Yo ya lo vivo cada
día desde entonces. Quienes os ordenan matar no morirán en su
interior.
3er jubileo - Cicerón mártir
Tu conciencia guío tus actos y en ese tercer jubileo a la
compañía salvaguardaste.
-estoy conmigo mismo en paz y eso me hace en el frente mirar al
frente a sarcasmos que el respeto fusiló. Los principios de lo
que antes era ley no escrita como lealtad son ahora árboles
centenarios derrotados, pérdida inconsolable-.
Tenías sellado en la piel compañerismo y se te cortó el aliento
cuando una bala rozó tu casco; sus vidas no eran las únicas en
peligro.
En el abismo de la muerte cerraste los ojos y se abrió la verdad;
no se parecía a la consumida los últimos treinta y dos años entre
esas incoherencias estabas tú, soldadito de paja poniendo en duda
tus creencias más arraigadas. Bullían más pensamientos en tu
mente que ráfagas veías durante aquellas noches.
Tras el primer disparo te arrodillaste y miraste a la luna que,
más grande que nunca, vio cómo te tendías sobre el campo de opio
que tus aliados habían plantado.
La luna te concedió, como a todo mártir, un último deseo: -Elijo,
si así me lo concedes, reencarnarme en quimera como uno de tus
cráteres lunares y pasar así a ser una mancha en el cielo para
encontrarme con mi mujer y mis hijas en las noches de luna llena.
Desterrado, entre valles pasiegos buscas sustento para ti y tus 3
amores. Sin arrepentimiento, tomas aliento y ellas recogen tus
respiros protegiéndote en el límite de la locura, en el mismo
abismo manteniendo la tempestad amainada y, en esa calma
aparente,tu vela tensa se llena de viento de ilusiones y
esperanzas con destinos hacia el horizonte de brotes verdes para
ti y los que te siguen siguiendo.
Maestro inesperado
Un prisionero escuálido, rehén titiritero demacrado por
cicatrices confundidas entre sus arrugas, fue quien hace entonces
dos años, cerca del algún lugar en el ecuador asiático, te enseñó
el camino que tomaría tu vida.
-Aún recuerdo parte de la conversación que empezó en unos
humedales repletos de manglares:
-¿Tienes familia?
-No viene al caso, mátalo – brama un compañero.
-Antes respóndeme: ¿por qué vienes desde la letanía a quitarme la
vida?
-Cállate.
-Quizás sea por la contrariedad de los intereses de quienes nos
guían.
-Quizás- comienzas a claudicar.
-¿Es vuestro dios misericordioso? En teoría no lo es con uno
mismo sino con el prójimo. Pero encuentro que la mayoría de tu
pueblo acudís a él para vuestra única salvación.
-Quiero pensar que no tengo un dios para matar sino para
protegerme de caer en la tentación de matar a otros aun siendo
enviado a tal fin- replicaste.
-¿Son vuestros fines la catarsis de nuestro pueblo para marcar
los límites entre el bien y el mal? ¿Cuándo extirpéis nuestro
pueblo seremos entonces buenos a vuestros ojos? ¿Habréis
conseguido entonces mejorar nuestra especie?
Si así fuera yo mismo os entregaré mi vida para que mis hijos
sean mejores personas.
De momento sólo he visto vuestra manipulación divulgativa por
mantener vuestra explotación desacerbada sobre nuestras tierras y
gentes en pro de una política de lo que llamáis libertad,
concepto subjetivo ya que vuestra libertad es para nosotros
opresión materialista y sumisión a vuestro sistema.
¿Cuándo dejarán de ser víctimas inocentes parte de vuestra
libertad? ¿Quién es el todopoderoso en vuestro pueblo que puede
decidir sobre quitar o no la vida a otro ser humano? ¿Acaso él
está exento de culpabilidad? Nuestra voz, la del pueblo
aniquilado, piensa que matáis inocentes para evitar represiones
futuras pero tan sólo ansiamos paz, nada más.
-No sé nada, no pienso nada, yo cumplo órdenes bajo normas
obscurantistas y mi mayor placer es el de la servidumbre sin
poner en tela de juicio su justificación, noción que pienso se me
fue inculcada desde que tengo uso de razón: “La moralidad de mis
actos no son cuestionables por dios mientras tome la decisión de
la encomienda”.
-Mas todos en el mundo estamos desnudos a la hora de rendir
cuentas de nuestros actos en el reflejo del agua. Justicia
legítima pero también la más implacable aquella que nos hace
cuestionar nuestros actos en vida y ver si estos se han guiado
por la avaricia o la bondad. ¿Será soldadito de paja el haber
dado muerte a otros seres humanos tu legado?
Porque “nosotros somos unos mandados” es la afirmación más
cobarde que haya oído jamás. Hace un flaco favor al desarrollo de
la humanidad alimentando la ejecución sin cuestionar su
razonamiento, el cual te adelanto, no existe sino bajo la óptica
fraudulenta de la explotación. Mercenarios autómatas sin
capacidad para la reflexión más allá de la ejecución de las
órdenes recibidas-.
Visto atacado y confundido, el soldadito de paja replicó:
-Pero vosotros no sois mucho mejores. Seguís con fe ciega
palabras de falsos profetas que no son sino una marioneta, una
pieza del engranaje que fomenta el conflicto de intereses para
poder caminar a sus anchas por una tierra endeudada que piensa
ser suya y no de su pueblo legítimo.
Y en vuestro caso no hemos sino seguido nuestro manual de
ocupación consistente en devastar primero para después arruinar,
saquear, violar y así sembrar las bases para exprimir hasta que
no quede nada. Este es el juego de quienes hacen girar la rueda,
en manos de cuatro que se divierten a ser dioses utilizando al
pueblo para arrasarse asimismo.
-En eso coincidimos- se sobresaltó el rehén -la manipulación de
las masas es la invención más perversa de la civilización del
poder y pone en serias dudas la capacidad revolucionaria del
pueblo.
La manipulación de las masas es algo que ya vivimos siglos atrás
y parece ser que no hemos sabido enmendar. Seguimos sometidos
solo que ahora no conocemos a la persona pues se esconde bajo el
nombre de mercado. El mercado utiliza para adoctrinar a sus
siervos la economía que es mucho más eficaz para los intereses
privados. Se crean así ejércitos sin armas. Esclavos de deudas
manipulables.
Pero no paséis por alto ni os burléis de nuestra inteligencia al
afirmar que venís a devolvernos la paz pues no entendemos que es
para vosotros la paz cuando deberemos previamente morir o ver
morir seres queridos y ver arrasadas nuestras tierras y recursos
naturales. La vida terrenal es demasiado corta para ver cómo se
construye un pueblo ex novo pero imposible es el restituir la
vida tras la muerte. Las raíces quemadas no reviven.
Frente a los abusos a gran escala las soluciones individuales son
a mí entender la alternativa real. El levantamiento de cada
parcela, cada municipio, cada ciudad y cada pueblo. Una conquista
parcelaria en el reino de taifas.
-Necesito reflexionar. Eres libre. Vete ahora.
Confesión de un hombre gris
-Lo veo todo gris -me dijo aquel joven.
-Intento aplicar en mi vida la teoría de la relatividad.
Las verdades absolutas –prosiguió- son una o ninguna, así que
utilizo la duda como modus vivendi.
La intención es obtener los parámetros desde todos los puntos de
vista –me sorprendió su tono casi de indiferencia por lo que
pensara.
–Prefiero la pregunta a la rotunda afirmación. Así puedo obtener
decisiones contrastadas- acabó por confesarme ya algo más animado
pero sabiendo que realmente lo que pensara le era indiferente.
Necesidad es…
He descubierto la palabra necesidad. Necesidad al aire que
respiras, a las cosas que miras, a los sonidos que oyes, al
aliento que emanas.
Sin aviso se presentó, y necesidad se izó como algo más que una
palabra, tomando forma e imagen, la tuya. Necesidad al ser tú mi
rendición, por rendirme a tu son, y ver por un momento tu ser
junto al mío. Y mi deseo fue nunca más recordarte como necesidad
anhelada sino obtenida que ya no es necesidad sino su cura.
Hubo un tiempo en el que creía sentir necesidad, por lo material
o inmaterial, por los grandes o pequeños sueños transitorios.
Pero necesidad se apareció al separarme por primera vez de ti, y
entonces entendí que no vivir a tu lado es sufrir en vano. Sentir
que nada calma este estrangulamiento que me oprime y me impide
respirar ahora que tú no estás. Y no es una obsesión de una
adolescencia convulsa sino la ciencia del oxígeno que necesita mi
cuerpo para sobrevivir, para seguir respirando y llenar mis
pulmones de ése, tu aire redentor.
Hubo un tiempo en el que creía en la palabra necesidad como un
objeto de culto en una sociedad consumista. Entendía que era una
palabra banal e insaciable tras cubrir incluso las prioridades
básicas de supervivencia. Entonces, la teoría se desplomó como un
caballo exhausto. Entonces tú, sin más calificativos y hasta
ahora siento esa necesidad descubierta, siento que necesito
sentir para estar viviendo y no para seguir sobreviviendo que es
lo que hacen los errantes. Antes de separarme de ti, cogí todo el
aire que me permitieron los pulmones pero se me está agotando y
retener la respiración me está matando. Y así, minándome y
tratando de anularme, la necesidad me pone a prueba. La necesidad
me intenta hacer perder la ilusión y acabar con la incandescencia
de mi amor por ti y así volverme loco. Y así, el recuerdo me
ayuda y a través de él veo, leo por tus ojos y siento tus
problemas, tus dudas y temores y siento que tú haces lo mismo
conmigo, lo cual redobla mi necesidad por abrazarte. Para
despejar las dudas que ésta me crea, por aclararle que nuestro
destino es más fuerte y que no hay sino estar a tu lado. A diario
le recuerdo al olvido que necesidad quiere decir besarte incluso
dormido.
Así, mi amor, no quiero que pierdas la esperanza por tu
necesidad, quiero hables a las palabras y las nombres con fe en
tu decisión, valiente, atrevida y adulta como eres. No importa lo
errante que sea el camino sino nuestra decisión frente a la
impunidad de la necesidad. Porque tras la montaña vi y debo
volver a ver el valle de nuestro sueño. No me rendiré, y sólo la
muerte me evitará seguir subiendo.
Necesidad es necesitar seguir amándote, necesito que sigas
amándome.
Los planes de futuro
Los planes de futuro son una semilla que eclosiona o se pudre.
Una condición combinada de no pocas variables que unidas, dan
lugar al resultado de dar forma al rumbo de la vida. Todo
depende. Así, en el ejemplo de la semilla, variables como,
mezcla, origen, selección, cantidad y calidad a la hora de usar
el abono, los fertilizantes, los insecticidas y los pesticidas
hacen junto al mimo del riego y asoleamiento justos, que la
suerte se decante. La suerte es un factor que lejos de ser
inconmensurable, se trabaja y se estudia aplicando valores de
probabilidad frente a grandes imprevistos como plagas, lluvias
torrenciales, granizos u otros factores que puedan arruinar la
cosecha. ¿Cuándo hubo el último ataque en bandada de la langosta,
cuál fue el histórico registrado pluviométrico y sus picos? Hay
factores que son indeterminables pero sí predecibles o
sencillamente probables. La probabilidad de sucesos es
mensurable, luego la porción de buena o mala suerte queda en
manos del porcentaje probabilístico, y es por lo tanto, real.
Pero antes del huevo, la gallina y dependiendo de su dieta, de
cuán coartada sea su libertad de movimiento en la granja y en
definitiva de cuál sea su calidad de vida, obtendremos unos
huevos hermosos o raquíticos e insulsos. Así, los condicionantes
de partida que hayamos utilizado determinan las probabilidades de
éxito a mismas ilusiones y objetivos de partida.
Si bien el emprendedor sabe o mejor dicho confía que detrás de
alguna puerta de riesgo se encuentra el paraje del éxito, no
todos abren la misma puerta y el resultado incierto trae unas
consecuencias irreversibles, principal característica de la
inversión. Emprender es una tarea mágica que algunos necesitamos
experimentar. Porque no es lo mismo explotar tu tierra que
trabajar la tierra ajena; la sensación no es la misma. En un
punto intermedio, suspendido en el centro de la catenaria, me
encuentro en estos momentos. Con semillas sembradas en tierra
ajena soy un mero explotador de un cacique, un agricultor sin
posibilidad de plantar a mi antojo la variedad de vides y olivos,
de cambiar la explotación de maizales por mangares. Y qué decir
de la recolecta, no recojo sino apenas para sobresalir de mi
entorno pero impidiendo en todo caso mi independencia, como si me
dieran el aire justo para seguir viviendo. No sentirme dueño de
mi propia vida es lo que puede pasar, es lo que me pasa. A estas
alturas, con los treinta ya cumplidos puedo decir que ya he
vivido suficientes experiencias profesionales, casi muerto en
ocasiones vanidosas durante mis viajes a países complicados, pero
sobre todo siendo sabedor y consciente de mis límites y
carencias. Y con esas carencias y límites puedo y siento que debo
ahora emprender. Pero ¿ahora realmente es el momento? Con mi
nuevo instinto de protección paternal y la responsabilidad a mis
espaldas de dos hijos, mujer, hipotecas, coches y un camino
labrado en varias empresas, me surge la imperiosa necesidad de
emanciparme profesionalmente, de hacer realidad los planes de
futuro que escondí en el diván. Y es que los impulsos son ahora
más intensos que nunca. Siento que ha llegado la hora pero no
debo dar puntada sin hilo porque de mí depende mi familia y ya no
sólo yo. Lo que me da fuerzas para sobreponerme a lo que otros
consideran como un impedimento es que al contrario que otras
parejas, mi mujer me impulsa a hacer realidad mis sueños, me
anima a arriesgarme y me recuerda que la vida es de un solo viaje
y que el tiempo corre y no de largo.
Por otro lado, me inquieta el pensamiento del laissez- faire, de
que la vida se acoge a rumbos y vientos cómodos en los que nos
limitamos a tensar lo justo las velas sin más deseo que el de la
supervivencia de la conformidad de seguir a flote. Siento que si
no hago del aparejo un elemento de lucha contra el poniente y la
marea, poniendo a prueba la arbolura y la jarcia frente a la
resistencia del mástil y la botavara virando el timón contra
corriente, lo lamentaré el resto de mi vida. A mi entender quien
no arriesga no gana y como no arriesgue seguro perderé. O dicho
de otro modo más eufemístico, quien no juega siempre pierde.
Previendo los inesperados arriba comentados y dejando siempre la
escotilla abierta para esconderse en el camarote cuando la obra
muerta desparezca por el temporal y cubra de agua todo el casco,
no tengo, habiendo tomado las medidas oportunas, porqué temer
temporales sino aceptarlos y respetarlos como a la misma mar. Mas
después del temporal aquellos que resistan reinarán, y esa prueba
la he sentido en mis propias carnes en no pocas ocasiones. Pero a
los emprendedores nos surge siempre el mismo problema, la
financiación. Pero ¿qué diablos es el dinero sino un elemento más
del negocio? El éxito o incluso la misma idea del iPhone era una
utopía fuera de mercado pero Jobbs acertó cuando consideró que
fuera el sentimiento lo que removiera el bolsillo de los usuarios
para comprarse el móvil más caro del mercado. Y acertó. El legado
de los que subieron a la cima, la que cada uno nos imaginamos
conquistar debe ser fuente de inspiración. Es necesario
retroceder y preguntarse qué queríamos devenir en diez años
cuando comenzamos la carrera, cómo nos imaginábamos a nosotros
mismos de un tiempo a esta parte. ¿Se han cumplido alguno de
estos sueños? Los sueños rotos son canas, arrugas, suspiros pero
nunca deben ser creadores de conformistas. No podemos permitirnos
perder esta magnífica y única oportunidad en nuestra vida donde
fuerza, experiencia e ilusión se unen corriendo en el mismo
sentido. Ahora o nunca; es la elección de no caer en el desánimo
de quien no ve más allá del camino que se le traza de quien
parece que sus planes de futuro los escribe otro. Yo mismo me
sorprendo de coger el lápiz para otra cosa que no sea con un fin
lejos de lo lucrativo, cuando siempre me moví por la creación y
la inspiración. Pero ahora siento la emoción de quien vuelve a
soñar. Un despertar del arquitecto pluridisciplinar que llevo
dentro, y ansío pintar, crear esculturas y construir como nada en
el mundo. Y este sueño quiero que sea de por vida. Esta vez es
para siempre, para no despertarme. Pero es un sueño desde la
conciencia. La incongruencia de la cuadratura del círculo y su
posible aplicación parecen ser posibles porque como dijo Mark
Twain “Había algo imposible de hacer. Entonces alguien que no
conocía la palabra imposible llegó y… lo hizo”.
La soledad
Me abandono a mí mismo
mientras recorro las calles de siempre
que nunca pisé.
Cada día amanece nuevo
pero sin recuerdos
en esta vieja ciudad
de sitas y chulapos.
No encuentro amigos dentro de mí
¡mejor!
Así no me molesto.
Entre estos claustros urbanos
de cláxones y obras de alquitrán,
un suspiro me aguarda paciente
en un parque olvidado,
mudo pero…
callado.
A orillas de la travesía urbana,
me recuerda que él soy yo también.
Mi presencia y su sombra,
su sombra y mi ausencia.
Estable como un trapecista,
duermo tranquilo sobre la cuerda floja,
su coto privado y mi ojo medio abierto.
He encontrado una isla entre el asfalto
y ahora ni las sensaciones le acompañan,
cenas con el temple de su casa.
¡Qué generoso respiro!
Solo y feliz descansa hasta ayer,
muero hasta hoy.
Hasta hoy descansamos él y yo,
felices con una soledad
que llena nuestro vacío.
El y yo somos el mismo.
La Soledad y su nuevo significado
Ansiada en tiempos de muchedumbre,
creí que la soledad fue creada a mi imagen.
Entonces, conocí un mundo que gira en torno a ti
y ahora las paredes se hacen infinitas,
el silencio ya no me relaja,
y el vacío ya no me llena.
Los sueños no merecen ser recordados
si en la noche no compartimos silbidos esteparios,
si no siento el roce de tu pelo
o el abrigo de tu calor a la hora del rocío.
La casa es ahora un palacio deshabitado
y el vacío ya no me llena.
Sufrida en tiempos argelinos,
las promesas aparecen indigestas en la noche,
¿dónde quedó? -¿no me separaré nunca más de ti?-
Cobardía, inercia aprendida, responsabilidad
¿cuál es la sinrazón?
Noches donde, por primera vez, sufro de insomnio.
Y el vacío ya no me llena.
La cabeza es ahora una mascletá a los pies de la primavera
una noria girando en torno a ese vacío
donde fantasmas y miedos confunden a los vientos de cambalache.
Todo, todo, a fin de cuentas, se hace eterno sin ti
y el vacío ya no me llena.
La creación encuentra su inspiración
en la fuente de tus labios besándome
y sin ellos, el hastío, el desdén y la rutina
se adueñan de mis voluntades de polvo y paja,
como si la vida perdiera realidad
y lo figurado no supiera a nada.
Insulso e insípido es el plato de cada mañana sin tu sonrisa
cómplice].
Y el vacío ya no me llena.
Sé que debo ser más fuerte que todo ello,
ser incluso más fuerte que tú
para socorrerte y sostenerte en tus momentos de flaqueza
mas no son ganas lo que me faltan para chillar de rabia
y derramar lágrimas si acaso petrificadas por su espera
por eso aguanto la respiración hasta volverte a ver,
hasta volverte a amar
y llenar ese vacío que significa ahora la soledad.
En mi mente
Fugitiva, te muestras en la distancia de cuerpo presente.
Cautiva, apareces en tu lado de la cama cuando menos se te
espera.
Lejanos, nuestros cuerpos son de nuevo forzados a separarse
desterrados.
Frecuente, es el tiempo con que te reflejas en el lago Leman.
Ardiente, es la noche contigo en mi pensamiento.
Eternos, son los segundos cuando te cruzas en mis recuerdos.
Obligados, entre lluvia y estío vemos pasar los días sin
tocarnos.
Pegados, ansiamos quedarnos en nuestro reencuentro por siempre.
Esperanza, es la fuerza con que alimentamos nuestros sueños.
Cabizbajo, miro a mis zapatos entre horas muertas y pregunto:
-¿dónde está mi niña? ¿Por qué llora de nuevo?
¿Acaso teme al tiempo pasado? ¿Acaso es el avenir la razón de su
angustia?
¿Cómo calmar ese dolor cuando no puedo besarla?
¿Cómo explicarle que no habrá más huida
y que ésta es la razón de nuestro último tiempo alejados?]-
Que no habrá próxima vez. Que forjar una vida a su lado en un
país decente, con un trabajo estable y un sano ambiente para
nuestros retoños es mi deseo más fuerte.
Frunciendo el ceño, siento que el tiempo se agota,
Mirando el horizonte, confío en que el amor verdadero no perezca
Lejano, siento tu calor sin tu mirada.
Punzante, se clavan a diario tus palabras de melancolía sentidas.
Sonrisa, te muestras frente a la cámara regalándome un halo de
aire fresco.
Lágrima, escala tu mejilla y se pierde entre tus poros.
Impotente, veo caer sin respuesta un día más el sol y me hago más
pequeño.
Insignificante, sentimiento frente a una sociedad que no me
necesita.
Tupido, es el bosque de espinas donde mi sitio no encuentra
espacio.
Renacer, al salir el sol me aferro a la ilusión reinventada a
diario.
Olvidados, sueños quemados se pierden en el remolino de las hojas
muertas.
Desesperación, aquel sentimiento que no dejo que me invada.
Luz, positiva actitud frente a la acritud que implacable me mina.
Infinita, paciencia y buen hacer ante la espera de oportunidades.
Horizonte, vista al frente en cuyo infinito anclé mi rumbo.
Tangible, objetivos reales y metas accesibles como cura de mi
ansiedad.
Pensamientos que de amores y responsabilidades marcan su tempo,
requieren paciencia y, a contraviento, esperan recompensa].
Recompensa que cobraré cuando al fin a mi lado me susurres: -te
amo-.
Hija de los sueños
1- Cuando te conocí y cuándo me conociste.
2- Yo en ti y Tú en mi
3- Recuerdos del presente y recuerdos futuros
4- Semilla de una nueva vida y viajes de por vida.
Cuando te conocí y me conociste: Ensoñación añil de dos almas
De añil vestían los sueños de esta niña,
descoloridos y desvencijados ya de mujer despertaron,
quedaron entonces espacios llenos de sueños rotos.
Así la conocí. En ese estado de desconsolación cicatrizada.
Hija de los sueños eternos desvanecidos, sus sollozos
fueron socorridos en Noviembre y sin avisar,
el destino encandiló la vela enterrada
y alumbró con fuego eterno el sinsentido,
cerrando así la cuna del olvido.
Inconmensurable el sentir ser el dueño de tu sueño.
De ilusión enhebró una aguja sobre esta tantas veces
injusta tierra que ahora brilla,
ahora por siempre entre la fugaz fugacidad de éstas vidas,
nuestras vidas, que son tres y una a la vez.
Sueños de una vida en camino,
la vaga esperanza en noches desérticas de abrazos.
El tiempo cambiante me recuerda
que llevo demasiado tiempo lejos de mi familia.
Es éste un tiempo perdido,
una irremediable decisión irrecuperable, pero
¿tiene sonata de final feliz?, y el esfuerzo,
¿es susceptible de ser recompensado?
¿Es perdonable la decisión de navegar desafiando
al oleaje, al empitonado y al último pase?
Torre ámbar vigía,
vislumbra imposible no sufrir en el camino.
Mas más forjado quedará el rastro del hilo
frente al minotauro en el laberinto de Pisani.
Chacales que te miran a los ojos,
experiencias afganas prohibidas en nuestro inicio,
riesgo en propio bando.
El lirón arropa careto tus sábanas mientras hibernas tú,
mientras embaucas latidos yo.
Amasas con tus pies el adobe de esta tierra sedienta de paz.
Sobre tus ojos oscuros nuestra guía en el cielo
refleja un zafiro tallado, cura el astro desnudo
y se forja en devota relación.
Promesas imposibles cumplidas
“te enamoraré todos los días de mi vida”.
Tras la puerta del armisticio, con mi desarme estival,
anfibio se asienta el tren de la marea, unidos
cuerpos desnudos al son retumbando
la chapa de todo nuestro mundo recogido en once pies,
espolvoreado contenedor de seco
nos abriga de la arena de grano imposible,
miga causante de arritmias revoloteada por apaches y mangustas.
Un santuario de sueños en quince metros cuadrados,
se mezclaba con un olor nauseabundo que
me mantenía y mantiente en el limbo
brotando poesías desde la guerra, delirantes por reales,
desde el límite de la paciencia y la capacidad de trabajo,
desde la tensión acumulada.
Con todo te lanzaste, como te pedí,
pero no te dejaré, no dejaré que te ahogues
en este mundo de tsunamis, y juntos,
buscaremos abrigo.
Sin tiempo dado a la templanza ni lugar a la retórica
fue un zambullido al vacío con riesgo al corte de indigestión.
Contra pronóstico, no fue difícil acostumbrarnos el uno al otro,
estábamos hechos el Uno para el Otro.
Yo en ti y tú en mí: La sencillez de lo sencillo
Una fuerza - la que ya no tengo- me conduce el camino,
camino que siempre conduce hacia ti. Se realza en ti,
adquiere tu forma y cubre la base de las letras
entre ráfagas transparentes.
Me esmero por alentar a mis sentimientos con tu presencia.
En todo momento les oculto tu ausencia.
Esperanza de cambio, de regeneración.
Pura en tus sentimientos, sin coraza de guerrero al fin
y así, a corazón abierto, te muestras por fin.
Puritana y perversa, surges como misterio en los momentos
apropiados.
Tu visión, los cimientos de mi nueva realidad.
Iconoclasta convertido eres tú mi religión.
Sin ánimo de renegar sino de crear, despiertas en mí la voluntad
artística.
Obras en mí equilibrio.
El prodigio se encuentra entre la voluntad de crear
en mayúsculas y la palabra sentida curiosamente sensata.
Empaquetaste en el zaguán la poesía deshumanizadora de Guillén.
Descubriste qué se siente al exponer a corazón abierto tu ser.
Puntual como el monzón hindú,
me enamoras desde las estrellas soleadas
al enjambre de tu mundo vuelto miel.
Eterno color oro, violeta sin dimensión,
color manzana y naranja, -qué rica indecisión.
Tú, mi amor, elige tú el color de la habitación
que yo confío en ti más que en mi mismo.
Tan rotunda tu sonrisa, tan adalid tu paciencia,
urdimbre de serenidad y estabilidad, conviertes
momentos sencillos en elogios a lo eterno.
La sencillez de lo sencillo es en ti un respiro de aire al alba.
Estorninos, gatos persas, anfibios y… tus odiadas cucarachas
imitan levantinas haberse muerto, y… patas arriba,
te hacen de rabiar.
Nuestra luz en cinta de nueve milímetros alumbra por siempre,
es una llama que me alumbra, me guía en un lugar desaparecido.
¿Por qué eres así?, tan, tan… ¿por qué eres tan perfecta?
Los conocimientos de los límites nos unieron en situación
límite.
El frío intenso, la represión y el secretismo militar,
malas lenguas aún por cortar.
Superación que nos hizo fermentar como el pan en el horno
o el curar del hormigón bajo el encofrado.
Nuestra forma de ser, luchar, sufrir, no mirar atrás.
Solos tú y yo iremos a la ruina o al cielo.
Pero solos, es decir, juntos.
Sin arrastrar a nadie porque nadie se precipitaría al vacío
salvo nosotros, salvo tú y yo. Nadie avisó el camino.
Nadie dijo que esto fuera fácil.
Aunque tampoco avisaron que la distancia fuera tan difícil.
Pero nuestro hijo, nuestro anillo y nuestro compromiso
rompen la distancia… pero no el tiempo y eso me carcome.
La imagen del hielo reflejada esconde agonías por no estar a tu
lado.
En tiempos de guerra no hay tiempo para la poesía escrita
en frases conexas ni pensamientos correlativos.
Espada de Damocles sobre los hombros
cuando el sentimiento es más fuerte que el resto.
Receta de inconsolables,
un campo ocupado de recetas de inconsolables
donde las almas comen bajo de la Barca infante
que cuelga en versos el recuerdo del deber.
Asirse del aire no es solución
mas aprovechar sus corrientes
es el aprendizaje para seguir creciendo.
¿Tú qué opinas amor ante tal desazón?
Por el viento de Abrego me dejaré caer cada trimestre
para no olvidar a quienes me parieron.
Y por el viento de Levante invitaré a quienes
no quisieron olvidarme y nos recordaron y nos dieron
su tiempo, su apoyo y su amistad de oro.
Y… como Salinas… “el amor pleno de conciencia”,
que no es capricho, ni fugaz, sino de compromiso total,
es unión y armonía, es compartirlo todo en todo,
un todo para ti, un todo por ti, y así, por ti trabajo,
por ti vivo y por ti muero, y ahora por nosotros.
Y así, en la distancia te quiero.
Ni Lorca ni Alberti pueden expresar lo que ni yo mismo entiendo,
lo que mis sentimientos con tal fuerza manifiestan su amor.
Como cambiaste tú primero y luego tú, mi vida.
Descubriste el sentido de la sensibilidad,
más depurado que el tacto, más frío y calculador el replegado.
La sensibilidad va más allá, ahora,
tiene el nombre de quien la porta por todas sus venas:
Sherley.
Y así, se esfuman los tiempos inciertos de soledad y en compañía.
Su prioridad, mi bienestar para gozo y deleite de mi alma en
vida.
No hay nada de malo en nada en lo que piensas, dices y sientes.
No hay maldad en ti. Perfecta pero sin buscar la perfección,
natural pero sofisticada. Sólo quiero que seas tú,
tan feminista como eres, con todas tus connotaciones,
con tu razón tan particular.
No imagino lo que me quieres
porque aunque nuestro amor es el mismo
camina en sentido opuesto para encontrarse,
tú a mí y yo a ti, son distintos en realidad,
y es maravilloso saber cómo lo sentimos el uno hacia el otro.
Un jazmín en tu pelo, un pelo en tu pelo,
un vestido premamá y un sombrero de playa
entre el campanile y el palacio ducale.
Que bien te queda todo,
como me gusta vestirte como las niñas a las muñecas.
¿No eres acaso tú mi muñeca?
Recuerdos del presente y futuros recuerdos: tiempo, no me
detengas.
Mi voz la tranquiliza como a mí dormir escuchando
el vaivén acompasado de las olas.
Impasses donde los impulsos de la marea
movían nuestros cuerpos a su sazón.
Desbocado mar por tu olor cual caballo indómito.
Baño compartido en la nocturnidad de una cala mediterránea
funde nuestros cuerpos como la luna
se funde en la manta negra en de la mar.]
Bajo una careta artesanal muestra su mancha
en el pómulo derecho frente al mar
tan linda como dormir frente a su vera por babor.
Cuerpos entrelazados se adhieren
como los moluscos a la roca de la orilla,
cuerpos adheridos en el contorneo nupcial de la manta negra.
Messner se descubre y abre ante sí,
un rincón de alberos reinventados
y bucólicos jardines privados del romanticismo de Thomas Cole
y su visión del acueducto de sentimiento sobre la razón,
de sensibilidad exacerbada de naturaleza sobre naturaleza
y sueños que reptan en la casa empaquetada de yedra
bajo la atenta mirada del santo Pedro en herejía.
Golpeando el aldabón a tu corazón, el misterio se desvela
en un jardín decimonónico donde el musgo, las estatuas
y los frescos de Pisani comparten secretos
bajo el verde proyectado en sombras de sangre azul.
La realeza de una pava y sus pavitos te emocionan y tú con ellos
a mí.
Villa Rotonda se muestra asimétrica al reconocer nuestro amor
y nos elucubra envidiosa para así olvidar el tiempo.
Encerrados salimos saltando del cerro creado
que domina la colina y entre el barro
y las trincheras duccenianas
escapamos y dormimos inundados ese día en nuestro hostal.
Muchas pocas experiencias vividas y muchas todas por vivir.
Rechazaste incluso buscar la depuración
de los precursores del 27.
Vivísimos deseos oníricos
se han encontrado por Marostica, Mira, Burano
y la castiza por peninsular Albufereta.
A siete mil kilómetros maldita maravillosa
la sensación de plenitud en la vida.
Tu ausencia es el vacío de mi ser.
Desde Herat estas palabras suenan lejanas
pero la soledad agudiza mis sentimientos.
Alabanza por fin al presente y no al pasado ni al futuro.
Pero en la distancia no me detengas, Tiempo, no me detengas,
porque los nuestra vida aguarda arca
para vuelta sin retorno y retorno sin vuelta.
Lirón, desnuda careto un año después, en estivación,
actos y retóricas nocturnas resultado de la miga,
de esta tierra de piedras de polvo, litio y gas.
Un ensueño, una casa frente a la playa de Juan Dolio
a mi progenitor ofreceré como es su sueño.
La fuente de alguna ciudad me espera para hacerla mía.
Ese es mi secreto.
Compraré algo que siempre me recuerde a otros tiempos.
Porque añorar junto a alguien es nostalgia,
acepción de recuerdo compartido
mas añorar en solitario es melancolía, ausencia y vacío.
Y ¿qué son sino los recuerdos?
Y ¿el aprendizaje?
Recuerdan y enseñan.
Aprenden a recordar.
Viven sin acordarse de olvidos.
Memoria traicionera no me abandones
por si me traiciona los recuerdos.
Semilla de una nueva vida y viajes de por vida: No es un
espejismo, de noche crece y canta
Dentro, ay!!!! y dentro!!!!
Dentro de ti proteges y germinas una semilla,
el proyecto de por vida, de nuestra vida en tu vientre.
No es un espejismo, de noche crece y canta.
Lo siento con mi mano en tu mundo y tú,
me miras emocionada. Y así, emocionados,
paseamos admirando la calma nocturna del gran canal veneciano,
donde el tiempo no entiende de momentos perdidos
sino de silencios compartidos.
Qué linda metáfora tu sandía,
que bonita en tu recorrido de responsabilidad maternal.
Te arriesgas sin certezas y sufres la incertidumbre.
La incertitud es ahora compartida entre tres,
entre una nueva familia que corre
entre las nubes bajas de la lluvia tropical
donde tridentes nos salvan
y protegen hasta al menos medio siglo.
Pero qué bonita sandía mi niña mía.
Es una tripa preciosa. Crece con la luna creciente
y oronda se muestra con la luna llena.
Me enternece ver como hablas a tu tripa,
cómo le hablas de mí. Y no acabo de creer
que me oiga en el amniótico. Mi calostro,
todo va viento en popa, a barlovento el sol y el viento
y a estribor duras noches de insomnio para ti
por un nuevo soñador que no pega ojo cada veinte minutos.
Tu apagas mi ira y la conviertes en ternura. Y así, todo encaja.
Primogénito bebé símbolo de unión, de plan de futuro consolidado,
de tiempo relativamente relativo,
prueba que la celeridad
no está reñida con la locura, pero si así fuere,
recuerda que las locuras, a veces, son eternas.
Vida de novela dickeniana resumida en epitafios.
¿No es acaso bella la incertitud de no saber que nos deparará el
futuro?]
y ¿no es acaso más bello no tener más certitud que compartirlo a
tu lado?]
Certitud, envuelta para mí en un doble valor simbólico,
el encuentro conmigo mismo y la continuación de mis proyectos.
No olvides que eres el timón que guía este barquito
para que no naufrague ni encalle en fondos ocultos.
Pusiste fecha de despedida a un mundo incierto.
El introito a ese mundo incierto es ahora nudo coherente,
el rumbo y el destino siempre me conducirán a ti.
Ya soy un marinero en tierra. Gracias, alea llacta est.
Panamá en nuestro pensamiento, sobrevolando
y despidiendo las nubes de mi España agridulce,
que me mira absorta, sin saber si voy o vengo.
Un paseo entre dos luces, tú mi vida y el reflejo de la luna
orientáis a mi barquito estrellado que por fin dejó de ser fugaz,
luchando desde la guerra con amor
la incongruencia de la vida.
Lo que pasa por mi cabeza
Cómo llamas mi atención. Siempre planteas preguntas. Por
ejemplo :
- ¿qué pensáis sobre esto?- Acabas nuestras frases inacabadas
por nuestro lenguaje defectuoso y limitado.
Me gusta tu duda, -doy la hoja o pongo el vídeo-. Dudas hasta
cuatro veces. Sonrío, tú mientras, te decides.
Como mueves los ojos mientras no hablas. ¿En qué piensas, por qué
sonríes? Haces que me imagine tus pensamientos. Sonrío una vez
más. Tú te decides a hablar, -sobre los planos…- ahora eres tú
quién espera y miras a nuestros ojos esperando que participemos,
asientes con la cabeza. –Sí, muy bien, así es-, siempre nos
animas.
Tu voz, tu manera de atraer nuestra atención. Dulce, sin grandes
cambios de intensidad, a menudo te ayudas de tu cuerpo como una
contorsionista. Y tu fin último es siempre la enseñanza. Tienes
mucho que enseñarme y no sólo el idioma. A menudo dejas de lado
el francés y te interesas en la cultura. Se agradace el cambio el
cambio de tercio.
Pero a menudo me pregunto qué haces antes y después de las
clases. ¿Cómo te diviertes? ¿Eres feliz? Quién tiene la suerte de
hacerte cariños ?
Una palabra, gracias. Gracias por darme ánimos para coger la
pluma y escribir (hacía tiempo) y de recordarme que es que tener
dolor, dolor en el corazón.
Entre el Antes y el Después
PROLOGO
El destino del sonido comienza si callas
El laberinto del tiempo termina si lo hayas
Temporalidad vacua de lo vivido para la deidad
Falsas polémicas subvencionadas por la mediocridad
El instante ortodoxo se pregunta por el antes y el después
NUDO
Obviedades de la causalidad y el efecto en clave de duda:
-Llegó antes el charco o/que la lluvia, tu sexo antes que mi
madurez, el fracaso del artista recluido.
-Llegó antes la arena o/que el reloj, el pez antes que el
anzuelo, tu infinita sonrisa andina.
-Llegó antes el te quiero o/que la complicidad, la nota antes que
el piano, la retórica del poema.
-Llegó antes la luna o/que el sol, la favela de la popularidad
antes que el mérito de la trayectoria, la palabra poética
enmohecida y obstruida.
DESENLACE
Sin obviedades ahora dudo por igual:
-Fue antes el lamento o la eyaculación entre piernas ajenas, el
orgasmo de la sinceridad una vez al año.
-El caos que provocó tu ausencia o el recuerdo bajo tus enaguas.
-El roedor de mujeres o la esquina travestida.
-Cuerpos de desnudez artificial o retoques más allá de la
materia.
-Escribir para el analfabeto o fumarse un puro contra el
academicismo; exhalar el humo al moderador.
-Falsedad en el modo de ser o pensar en el modo de falsear.
SINOPSIS
Superar la poética de capote y espada y renacer con la poética
concienciada.
Ser poeta ahora ya no es serlo para siempre pero ahora o nunca.
El deseo de crear
Cuando perdí la noción del blanco en el tiempo ya no me deslumbró
el fin del camino. El espacio habitó de nuevo el olvido y la tez
de la tela blanca me volvió a excitar como un cuerpo deseado. El
momento táctil de manchar me produjo de nuevo excitación. El
deseo intemporal del instante desdibujó la ostentación de las
formas y apareció la eternidad en soslayo, pasé de repente de un
estado de inanición a la mirada difusa y la necesidad de crear se
hizo de nuevo incontenible.
Sin duda hay impactos que crean la necesidad de crear, las
fuentes, aquellas evidencias que no tratan la realidad sino que
la atraviesan descuartizando la existencia y descomponiendo lo
establecido, llamando mentirosos a los que se hacen llamar
“objetivos”. Esta trasgresión de la realidad reproduce ideas y
significados que me provocan sorpresas y emociones. Intento leer
entre líneas de dicha sub-realidad dentro de la realidad dada,
establecida. Aparecen entonces mensajes ocultos tras los cuadros
de grandes pintores, tanto conocidos como desconocidos, que
desgarrándolos me revelan su materia gris. Me hacen abrir los
ojos, aunque sea sólo por un instante, y me pregunto: ¿si sumamos
todos a los que como a mí se les abrieron los ojos ese momento
fugaz? Y a su vez ésta me plantea si: ¿podemos concretar entonces
que se trata de una aspiración colectiva de un sueño puramente
humano que lucha a favor de la revelación y el sentimiento de que
las cosas no deberían ser así? A partir de ahí cada uno se
plantea nuevos retos como una detonación en cadena. Eso es para
mí conmover la conciencia, tantas veces anquilosada en la
comodidad de no cuestionarse la realidad establecida.
Entender el deseo como tal, es entender que lo preciso nace de lo
inexacto, que el principio de los contrarios funciona en el arte
donde ser existente en lo imaginario llena el aljibe de los ecos
con el agua de memoria de circos glaciares.
En la búsqueda creativa de la armonía camuflada en el desorden,
la intuición viaja al margen de su dimensión, es decir, ya no
tiene sentido de hablar de dimensión cuando, como dije, se ha
atravesado descuartizando la realidad y por tanto, sus
dimensiones.
Del principio de los contrarios se convergen y unifican criterios
de la introspección en la materia en los que se trenzan
argumentos, se suceden atmósferas visuales, se tramitan
inconscientes caminos insospechados.
Pero es siempre en la búsqueda y el ahínco donde se encuentran
las respuestas o se plantean nuevas preguntas, aspiración frente
a inspiración. Los errores a borbotones razonan el resultado
abierto. El enemigo no son pues los errores sino la comodidad y
el conformismo. No pienso que sea tan importante ser creador o
creativo sino trabajador e inquieto, porque como se me dijo una
vez, no importa lo que hagas Yunes pero haz.
Una de las asociaciones de contrarios que más me atraen es la
elíptica de realidad y fantasía.
La memoria, pensamiento y percepción transitan por dicha elíptica
y la ausencia de extremos se sucede sin interrupción.
Unir extremos y reorientarlos hacia la estructura del vacío para
empezar con otro lenguaje ahora ya no reinventado sino nuevo es
un comienzo que aún perdiendo la noción de lecciones aprendidas,
es decir, ganando el desaprendizaje, te conducen -o esa es mi
experiencia- hacia un camino sin vuelta atrás. Hacia un
precipicio emanado del riesgo obviando la tentación del camino
fácil, de la geografía desdibujada del pintor. Encauzar el legado
de nuestras huellas en las miradas y entre senderos concretos de
evidencias personales para así no vagabundear en la carambola de
la aproximación.
Para algunos, dicha empresa nos representa fuerza de
conocimiento, obsesión y misterio frente a lo banal, superfluo y
efímero que la creación supone para otros.
Agitar el frasco de las conciencias sedimentadas en el status quo
es una veleidad tan corriente como excusable por la rutinaria
rutina así como el ritual de almacenar y desechar pero yo no sé
porque pero hay algo en mi interior que me empuja a seguir
almacenando velos entre los que se almacenan imágenes que se
reinventan.
Ideología cero
Los hay empeñados en destruir dos vidas en un segundo.
Los hay que estrangulan y hunden la buena intención del prójimo
en zona cero, cayendo en el arraigo del desánimo, la mejor arma
contra la insurgencia y la sublevación.
La muerte palestina por inhalación israelí-americana,
la nueva muestra de amor y dolor se dan la mano.
El odio, la venganza y el “nada más que perder” llevan el nombre
de bomba humana.
Cadáveres y eufemismos periodísticos en desinformativos, el miedo
establecido de la sinrazón más efectiva. Manipulación y
ostracismo, cascarones finos y quebradizos como esta copa de
promesas.
Renacer en cada verdad y morir gritando con cada injusticia.
Los viejos sin voz ni voto, sí, ahora sí, no son sino niños. Sin
memoria dicen ellos, con tristeza olvidadiza y canto de recuerdos
y experiencias en saco roto.
Laicidad antes que la cruz del Vaticano. Ideología cero, libertad
de ocho letras, remanso de paz.
Negocio entre extremistas, distensión de lo políticamente
correcto. La moral huye por la puerta de atrás.
Ausente el monte del Calvario, Orión refugia textos a la realidad
de víctimas colaterales de la hipocresía. Desplazados y huidos
ante las falsas polémicas, se filtran hasta Occidente.
Las lecturas vaciadas de voces y pueblos, demandan juglares,
serenos y trovadores que las reciten. Poesía comprometida con la
falta de cordura y la veladura de realidad traicionada.
La aversión al extranjero se cura con el viaje a la transparencia
civil de pueblos en guerra.
La contradicción de la paz armada y el irónico lenguaje
pacificador del militar.
-¡Todos sabemos que no hay sino verborrea vacua tras el telón de
oro negro ensangrentado!
Cultura del miedo y miedo del que sabe y conoce.
El arma se vuelve contra el que aprieta, dispara y mata.
En memoria a Macario
Vecino de toda la vida,
fuiste un fiel amigo, siempre ligado a la familia.
Rubio y de ojos azules, no parecías español.
Mi padre siempre dijo que mudo hubieras sido alemán.
Corpulento, duro, el más duro, recio,
de tez moldeada por el sol en las interminables jornadas de
vendimia],
o en la recogida de la oliva, de la cebolla, de la patata...
Conocías cada pulgada de las fanegas de estas tierras manchegas.
Trabajador incansable, como los caballos de la granja de Orwell,
diste Macario, sentido a la frase: “con el sudor de tu frente
ganarás el pan de cada día”.
Por entre tus dedos labrados se contaban las historias de la vida
rural].
Eras de esas personas que te cuentan su vida con tan sólo darte
la mano].
Desde que tengo uso de razón te recuerdo cortando,
a siete metros de altura, la hiedra del muro que impide entrar el
sol en la piscina]
que un día nos regaló sin previo aviso Paco Pío, o igualmente
ágil]
subías a los tejados para repararlos o quitar las malas hierbas
sin mover una teja cual gato de la Venancia, mi otra vecina
medianera.
Pero no fue el trabajo en el campo sino el dolor en el corazón
lo que te agotó definitivamente.
Sufriste, en estos últimos años lo peor que puede vivir un padre.
El accidente de tu hijo Jose, dirimiéndose entre la vida y la
muerte],
fue, Macario, la prueba final que te reservó el destino.
–“Muy duro Yunes, esto es muy duro”- me confesaste
con tu voz siempre ronca pero rotunda.
Mas no quisiste abandonar este mundo sin antes
ver recuperado a tu hijo y compañero de fatigas a quien ofreciste
sin rechistar –no sabías que era eso- tus últimos halos de aire.
Junto a tu esposa Carmen, tus nietos y tu hija Sara
ayudaste a revivir a tu hijo, a quien tengo un enorme cariño.
Una mañana soleada de invierno, hace poco, te vi de espaldas,
bajando nuestra calle, Don Remigio Valdés, que tantas veces te
vio pasar.
Tu paso firme e inquebrantable fue en aquélla ocasión quebradizo
y vulnerable].
Más tarde te vi en el bar del Guadarrama tomándote,
como de costumbre, tu chato de vino Rocanales.
Pero ya no eras el mismo, era como si tu sombra te hubiera
reemplazado].
Encorvado hacia la barra, tapabas bajo una gorra azul,
tipo mono de trabajo, la calvicie producida por la quimio.
Te saludé fugazmente, sólo para cerciorarme de que eras tú
y una sensación de vacío se apoderó de mí
al ver que eras ciertamente Macario.
Pero siempre, constante hasta el último día, cuidaste de nuestros
caballos]
y el del tito Jandro, dándoles cuerda para mantenerlos en forma,
cambiándoles su cama de paja, alimentándoles con pienso, pan
seco, lechuga o acicalándoles en su muda de pelo.
Recuerdo que te bastaba gritar una sola vez –“¡Caballooooo!”- y
hacer un gesto preciso con la mano para que los equinos
supieran exactamente lo que debían hacer.
No pedías nada en la vida más que vivir tranquilo y trabajar.
Me acuerdo que me contabas lo duro que era vendimiar,
- que curtido estabas, de los hombres que ya no quedan- pensaba
para mis adentros.
Te vi por última vez sentado en las escaleras del picadero
que dan al pajar,
con tus dos fieles perros que siempre te acompañaron,
hijos de los antiguos wiki y rata.
Me dije, -“a la vuelta de rellenar la garrafa de gasolina
con la vespino en Camarena, me quedo un rato con él”-.
Nunca más te volví a ver.
Fue tu discreta despedida.
Me anunciaste tu muerte y no supe escucharte
y esa imagen tuya bajo el sol junto a los caballos no se me
borrará jamás].
Esta noche sopla el viento pero anclado y firme
yace tu recuerdo Macario.
Entre estas letras lloro la preciosa despedida
de mi vecino de toda la vida.
Mundo A-Pre-Praxis
Sin sentidos llenos intención y
con la ración justa de razón, es decir,
la que me dicta por defecto la traicionera aprendiz
de mi propia inconsciencia,
escribí en otra vida:
Abriéndose paso entre la significación oculta y el libre
pensamiento],
la sintaxis, fregada con tintes del pasado, se volvió colorida
y abierta bajo un cielo tan malva como escarlata,
tan soleada como eterna,
tan repleta de discontinuidades
que acogió en su seno el limbo del intersticio,
sugiriendo que lo categórico nunca sirvió
para mover los secretos del baile de la insinuación.
En su lucha contra las evidencias,
desenterró en el campo de juego
aquellas sensaciones mezcladas de confusión y asombro,
aquéllas que se emocionaron bajo el telón de la lírica sin prosa
y la narrativa con-versada.
En última instancia, la sintaxis quiso desentenderse de toda
significación.
Recluida como hereje del reino de la gramática,
se convirtió en una refugiada, (la primera en la cárcel de la
razón reglada).
Se unió entonces a palabras sin intención de formar oraciones.
Compuso líricas sin expresar conceptos.
Desentendiese de toda relación sintagmática.
Fue, en aquellos tiempos, la primera en saltarse toda ley y toda
lengua].
Su nuevo ejército se comunicaba sin prejuicios conceptuales ni
lingüísticos].
El sentimiento de libertad inundaba a los habitantes
del nuevo mundo de la sintaxis.
La religión adoctrinó como señor al sincretismo,
fuente conciliadora de pensamientos diferentes
que no atendió a divergencias ni convergencias.
Todas las misas comenzaban con la frase de:
Sólo dios sabe si hay dios.
La fusión de otros grupos insurgentes del reino de la gramática
se unieron a la nueva revolución de la sintaxis.
Pero éste, no fue un ejercicio experimental.
Sin cobayas en el saco de las intenciones,
la era de la anarquía en el lenguaje
cambió la verborrea edulcorada por escritos a lo carpaccio.
Sin cocinero ni mantel, los libros se sirvieron en plato frío
con carne proveniente de las decapitadas circunlocuciones
y de las perífrasis
y aderezadas con la falsa diplomacia de la ironía del eufemismo.
Era un acto de rebelión y de canibalismo
que provenía directamente del matadero
con la metonimia por verdugo
contra los antiguos compañeros de textos
que ahora se desarrollaban con asonancia libre
y arritmia silábica,
con párrafos de ritmos si acaso tonales.
Sin cadenas de normativas atávicas,
las obras se cerraban con la misma incongruencia con que se
abrían.
La perspicacia del texto se reveló
sin concesiones ni lector al que dirigirse,
sin esperar nada a cambio,
tan sólo intercambiar indiferencias por inquietudes
con la fuerza de la palabra.
Palabra a palabra.
El sinsentido de las nuevas obras
escritas desde la insensatez,
proveyó a sus lectores de una incipiente imaginación
que dio lugar a significados infinitos
sin finales estáticos preconcebidos con un solo sentido.
Se aprendió, en el planeta A-Pre-Praxis, a encajar los
razonamientos de cada cual, razonamientos que a sus autores
antiguamente se tildaban de acto de locura por salirse de la
lógica.
La palabra ya no pretendía forzosamente comunicar sino
materializar un desvarío del sentido a través del lenguaje,
entendido éste como la herramienta de destrucción más letal del
antiguo mundo, al que acabó por destruirlo.
En A-Pre-Praxis, la palabra se usó como un giro ecléctico de
nociones nunca bien aprendidas, donde la máxima era la intuición
de que las palabras significan lo que uno quiere que signifiquen,
sin búsqueda forzada de moralejas ni final feliz. Entonces, se
aprendió a encajar a presión el círculo en el cuadrado y la
coherencia dio paso al absurdo sin objetivos ni fin. Pensamientos
nihilistas fastfood enfrentados contra la linealidad del
esquematismo del onanismo tradicional.
Hubo enfrentamientos entre la literatura racionalista y los
textos insurgentes lactantes de independencia sin editoriales ni
precios de mercado. Entre las armas aleccionadoras de los
primeros se destacaban el de la congruencia que para los segundos
aparecían como encasillamientos, y la peor, la de meter en sacos
los comportamientos que para los segundos era como si la
significación individual necesitara de la pluralidad para
obtener coherencia y resultados. Fue lo que los habitantes de A-
Pre-Praxis definieron como la borrachera de dependencia.
La pretensión de evidenciar evidencias era una rimbombancia, un
estado de ansiedad obligada de una sola dirección donde no había
espacio para el delirio creativo. En A-Pre-Praxis se solía
comparar el que otro te mastique y machaque el alimento escrito
antes de ser ingerido para comodidad de uno, es como comer las
sobras del inconformista, lo que te convertía irrevocablemente en
conformista. Dicho acto de comodidad, pudiera ser que hubiese a
quien todavía le gustara la carne picada pero el despertar de la
conciencia de los moradores de A-Pre-Praxis dio lugar al dicho
de: prefiero saborear la carne de un buen filete despedazándolo
por mi mismo, metáfora que resumía la nueva hambre de lectura y
también su búsqueda de espontaneidad en el escribir.
En la misa el cura a-psique lo sermoneaba así:
Acaso nuestras vivencias y nuestras vidas -que no es lo mismo-
¿son el cúmulo de verdades o thrillers racionales?
o más bien...
¿la película de nuestra vida es de terror de serie b que no
encuentra un sentido si acaso en el delirio?
¿Acaso estas palabras calan en vuestra conciencia o vuestra
inconsciencia?
o más bien...
preguntaros si
sois un bulto que forma parte de un paquete mayor.
Siempre acababa con una pregunta más irracional que retórica y a
veces, cuando la gente se levantaba para ir a sus casas con la
duda y meditar, proseguía con algún pensamiento del tipo:
Poetizar la vida para mi no es mas que la narración más racional
ya que la poesía no tiene secuencias forzosamente relacionadas,
son secuencias tras secuencias y...
¿Pues no es la vida, una secuencia de aquellos sueños que se
vieron truncados por realidades que salen de la nada pero que aun
así son irrefutables?
Frente a las incongruencias filosóficas del padre, la gente si
tenía claro que la imprevisión de la vida era precisamente lo que
enriquecía el devenir. La visión invertida de la vida daba a ésta
un sentido positivista. Así, en A-Pre-Praxis se consideraba que
la suerte te sonríe desde abajo y nunca desde arriba como si la
mierda que pisas te hiciera apreciar cada paso que no has pisado
otra, ya que uno podría haber pisado muchas más. Pero no hay
fórmulas para evitar las cagadas porque también desde arriba
llueve la mierda. Consideraban estar de enhorabuena: hay que ver
la cantidad de tiempo que no me caía una, y la verdad es que
tampoco ha sido para tanto al fin y al cabo. Esta vuelta a la
tortilla sirvió para sonreír a lo que hasta entonces se suponía
como mala suerte, disipando así esa visión el pesimismo.
En el mundo antiguo en crisis, la razón precedía a la intención,
se actuaba pensando en lo más razonable, como si el médium
justificara toda acción convirtiéndola en la más conveniente. En
el mundo antiguo paralelo insurgente, en A-Pre-Praxis, este
juego-dilema se llegó a explicar tras muchos esfuerzos desde el
entendimiento del ego egoísta innato de las personas
“razonables”. Pero en A-Pre-Praxis se estimaban otros conceptos
como la búsqueda del entorno de intimidad y de concentración
total que raramente se alcanzaba ya que se definía como el estado
de semiinconsciencia aparecido tras un inhumano esfuerzo físico o
una hambruna voluntaria y continuada o un sueño inconmensurable
tras varias semanas sin dormir
donde el surrealismo se apoderaba de la conciencia,
donde la imaginación ya no discernía entre fantasía y realidad
donde se vaciaba de contenido lo conexo entre lo nominal y lo
verbal
donde se adquiría el sentido con mezclas de realidades en sueños
despiertos, y de donde se nutría curiosamente nuestro intelecto.
Era como dar un sentido a la metafísica, donde cada uno se fijaba
un metasentido más allá de la significación y donde la
incoherencia veía más allá de la coherencia.
Eran coeficientes de incertidumbre que se usaban como medidas
contra la crisis provocada por la comodidad en un mundo que
derivó sabiamente hacia el misticismo de irracionalidad. Un mundo
donde las palabras derivaron libremente su significado para poder
soñar sin límites, pero para soñar uno mismo y no para que otros
sueñen con los sueños de uno.
El futuro avisó que no había nada más impredecible que lo que uno
planea hasta el último detalle, aleccionó que siempre aparece un
cabo suelto, que tuerce lo planificado.
El impasse entre los dos mundos pudo acabar si el sentido común
hubiera aceptado tanto la razón como lo irracional, como
soluciones válidas, cada uno con sus propios intereses y reglas
ad-hoc.
Oda climática
Exiliada la contemporaneidad,
los actos recogen la ascendencia
de ficción y futuro.
Los recuerdos,
convertidos en acciones
ya sólo esperan, esperan.
Conmover ya no es la tarea del alma
y…
y los gritos ya no reparan en desgarrar las cuerdas.
Esta tarde ya no vive del olvido
y me preocupa.
Compartir ya no cuenta
sumamos de uno en uno
el resta y sigue del anonimato urbano.
Los recursos ya no son suficientes,
el lobo sucedió al fin a la oveja
en el convenir de subsistencias,
en el reparto de desigualdades.
Convertimos al fin su piel en mercado,
el azar en destino tragicómico.
El adiós educado de la evolución
malograda en una sola generación].
Arritmia de un planeta taquicárdico
que se pregunta juzgándonos,
¿en qué fallé?
Las premisas convertidas
en el epitafio del deshielo.
Necesaria aquélla
del reciclaje de conciencia] y
el gateo de nuevos hábitos.
Tiempos grises en la era del porvenir
para los inocentes.
Descubrí demasiado tarde a los indígenas,
verdaderos ecologistas.
Tan corrompido por este modo
de vivir la vida…
La retroalimentación de aquéllos
se hace indispensable
en la búsqueda de…
La exiliada contemporaneidad.
Pasión Índica
Bajo una susurrante ola de Goa,
las caricias sonoras desnudaron la luna.
Los ruidos se componían al tempo
de sentimientos que crecían con la espuma
y anunciaban nueva vida.
Dieron si acaso un paso al frente
y se abrieron entre salitre, ramas y conchas
que son…
son ciudades ambulantes,
desérticas entre la humedad del viento
de las velas indígenas.
Estas puestas de sol
bañan mi pasión
en agua afrodisíaca de cocoteros.
Sobre la roca hecha de cangrejos esperaré
la noche
entre serenidad y desvarío de la playa de Palolem.
La marea me marca el tempo de la luna,
presente
pero invisible todavía.
Aguardiente de anacardos
extirparán del crepúsculo mi desenfreno.
Mi yo más salvaje y húmedo.
Se avecina marejada
al otro lado del mar Arábigo.
¡Apollinaire!
Ya no busques más entre la vigilia
que bajo estas sábanas de arena mojada
redefiniré surreal,
esta noche.
Las medusas relucirán sus caderas
y mis cartílagos enfermarán como antaño
entre sus pechos de coral.
El instinto felino
arañará la mía conciencia
y ni Patronio, fiel consejero,
calmará la ansía de penetración.
Descubrí un mar con demasiadas estrellas.
Esa noche la marea asustada se escondió.
Dejó vírgenes de agua a las sirenas,
sedientas de pecados carnales.
El tempo lo marcaron entonces sus maullidos.
Prohibido pensar, peligro de muerte.
El testimonio de un texto no escrito en las depuraciones de un
vacío imposible es nuestro pensamiento en una época de generación
dormida, nuestra generación.
En un segundo de dos vidas
me sobra una vida de tormento,
tantos por ciento
y gráficas de aburrimiento.
Sueños eternos de la generación dormida.
La generación dormida sueña eternamente
con la lluvia dorada de la comodidad.
Submarinos fecundados por ballenatos
y fecundación sin sexo.
Anarcas pijos y pijo es verga.
Cultureta afeminado.
No estás enferma, sólo tienes el período.
Rubias de bote
y musculosos intravenosos
a los que gano en un pulso.
En esta Edad cíclica sin nombre
propongo la transmutación del hombre.
Damos la espalda
a las proteínas de la placenta,
a la austeridad del susurrador inteligente
y aplaudimos la gomina en descapotable.
Semillas moduladas para autómatas
del andamiaje de la ortodoxia más convencida.
Ingenuidad convenida, manipulación segura.
Calentamiento al margen de la globalidad
del que mira en escorzo pero
no se mira cara a cara por vergüenza.
Delatadores cuellos de camisa subidos,
pendientes de perla, pachangueo,
consumidores ovinos sin objetivos.
Cantante protesta sin intención
que frecuenta daiquiris.
Faltan profetas y sobran futbolistas
en un tiempo de vacío generacional.
Renacimiento y extinción.
Acabar con las guerras de religión
es alabar a la moral.
Reliquias de verdades en vitrina
ensuciadas por dedos sucios,
Geniales las madres con sus cuatro hijos.
Pensamientos fundados sobre la corriente del agua que se pierden
abandonando una tierra que nos empeñamos que gire pero por más
que me esfuerce, yo la veo plana.
Somos demasiados educados parar decir lo que se piensa sin pedir
perdón de antemano o maquillar la realidad en pro de la
diplomacia, diplomática mentira y sonrisa forzada.
Nunca una cultura sin censura dijo tan poco.
Ahora el radical se conforma con más fundamentalismo que
fundamento, con el nacionalismo que es la moda. La comodidad ha
hecho de nosotros autómatas para que no propongamos ni nos
opongamos. Siguiendo la corriente como los peces muertos.
Hoy día se diseñan hasta los versos.
Si mi abuelo hubiera sido turista
Si mi abuelo hubiera sido turista –que en su tiempo era cosa
rara- recordaría las ciudades a escala humana, ofreciendo una
vida tranquila y equilibrada. Recordaría que tuvo bastante
dificultad para encontrar un hotel. Todo lo contrario sucedería
con la Iglesia, monumento predominante de la ciudad.
En estas ciudades, compitiendo con la Iglesia y su fortaleza, se
encontraba el centro cívico con el Ayuntamiento. Según él, esto
era perfecto porque los dos monumentos representaban a Dios y al
Hombre de una manera armoniosa. Pero si invitara hoy en día a mi
abuelo a un viaje por cualquier capital del mundo, lo primero que
encontraría a su llegada sería un hotel.
Seguro que quedaría asombrado por el confort y el lujo de estos
edificios, pero se extrañaría al ver que la Iglesia -antiguo
símbolo de su ciudad- había pasado a un segundo término, oculta y
disminuida bajo la sombra de las proporciones de los nuevos
edificios que la ahogan. Y conociéndole, reivindicaría con más
razón que nostalgia, la identidad de la ciudad y la esencia sus
gentes.
A la hora punta el caos y el comportamiento humano, no les
llevaría a admitir el cambio como progreso. Al ver los programas
de cine, televisión el resultado como positivo. Mi abuelo
quedaría asustado.
El arte, pretendido ser de nivel alto, y por esto, confuso y
desordenado, no significaría tampoco una vida progresista. Se
preguntaría cómo puede ser que nosotros que sabemos tanto, no
sabemos que el arte no es cosa de lujo en la vida humana, sino el
alimento de su espíritu.
Porque él entendía el arte como el cultivo de nuestras
actividades cotidianas, siendo el pintor artista para el zapatero
y el zapatero –por dar una forma, sencilla y elegante a sus
zapatos-artista para el pintor, arquitecto o albañil.
Por tantas críticas y preguntas de mi abuelo sobre nuestros
resultados técnicos y científicos, debemos examinar un poco el
comportamiento humano a través de su historia griega, romana y
cristiana que han sido las que más han influido en nuestra
cultura.
De Homero aprendemos que los que viajaban eran los dioses que
tenían sus moradas en la Acrópolis, entre templos y plazas. Si
los dioses viajaban los ciudadanos les seguían, pero no se les
ocurría viajar por su cuenta. En el período clásico Herodoto –el
primer Historiador- se popularizó por su libro que hablaba de las
distintas culturas de su tiempo, viajando y teniendo contacto
directo con ellos.
El mismo Platón en su República prescribe para los soberanos
sabios, que al terminar sus estudios viajen durante diez años
para aprender del libro de la vida y al volver, a la edad de
sesenta años, puedan gobernar con justicia.
Esos viajes eran la expresión necesaria de su espíritu, viajes
para conocerse mejor a sí mismos a través del hombre y su
entorno.
Su condición de viajeros – y no de turistas- les hacía
hospedarse en caso de gentes propias del lugar o de amigos con
intercambio enriquecedor que ello conllevaba, no tenían hoteles
donde dormir. Si el centro espiritual era la Acrópolis, el
cultural era el Agora, con sus edificios administrativos.
Roma conquista Grecia, explota su riqueza y comienza su filosofía
materialista de la vida.
Aunque ha distinta escala, sus resultados fueron parecidos a los
nuestros. Se dividían en barrios elegantes y lujosos y en barrios
feos y pobres. Los símbolos de sus ciudades ya no son el templo
ni el Palacio de Justicia, SINO EL Arco del Triunfo, los
estadios, los circos, los baños todos coronados con el nombre de
un dictador. Lo ostentoso del poder sustituye al espíritu griego.
Se cultivan entonces el vicio, el poder, la voluptuosidad, Somos
testigos del giro radical que va de los edificios comunales
griegos (me refiero a la Grecia antigua y no al Helenismo, mucho
más barroca y próxima a la romana) a los descomunales romanos.
Los cristianos por su parte lucharon con la palabra de la Verdad
y empezaron todo de nuevo ya que consideraba que Roma se
cimentaba sobre verdades falsas.
Como todas las actividades estaban dedicadas a la glorificación
de Dios, los únicos que viajaban eran los apóstoles y los
mensajeros de la <idea que era la Verdad Absoluta.
Los dos mil años entre la Grecia clásica y este período
cristiano, se notan poco con valores y principios iguales en el
fondo.
Pero sería un error no reconocer la identidad en esencia de estas
dos culturas.
Hoy nuestra época Helenística colma los monumentos a Bancos,
nombres de empresas, Hoteles, compitiendo unos con otros en
altura y apariencia entre redes de calles que fueron ordenadas
para otros problemas y otros tiempos.
Este esquema de la historia de las citadas culturas, parece dar
más razón a nuestros abuelos y poner en duda nuestros progr3so y
resultados que subconscientemente ya sentíamos.
El más llamativo edificio de Estambul, Londres, etc es Hotel
Hilton, en Compenhague el Hotel SAS, en Madrid el Hotel Silben de
Avenida de América el símbolo de la catedral la parecería
ridículo a mi abuelo bajo la sombra de estos edificios y de que
los nuevos ídolos de nuestras ciudades sean el señor Rochefeler,
Milton o Meliá.
Para mi abuelo esta vida destruiría la tranquilidad y el ambiente
humano de sus ciudades.
Encontraría nuestras ciudades agobiantes y resistiría su 50
semanas grises con la esperanza de que esos ídolos no organicen
un viaje colectivo en uno de sus hoteles, pero del que volvería
cansado, desilusionado y sin dinero y se preguntaría porque y
para qué tanto lujo y tecnología y conociéndole reivindicaría con
más razón que nostalgia la esencia del paisaje y de las gentes,
es decir, las cosas que de verdad importan en los viajes. Todas
las ciudades iguales con la globalización de las cadenas
hoteleras te parece no moverte del lugar, lugares sin rostro o
mitigados sin identidad.
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