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Todas las personas quedan en nuestra memoria, en nuestros hábitos, en nuestras fotos, en nuestros
“secretitos”...
A las amigas en la familia: las primas, las hermanas y tías, que siempre están yendo y viniendo de nuestra vida, probando que el tiempo pasa, pero que ciertas cosas
permanecen, que nunca cambian.
A esa con quién andas del brazo por todos lados. A aquella a quién le hablaste del primer chico que te gustó. A la que te da consejos de ropa, personas, cortes de pelo
y comportamiento.
A aquella otra que es llorona,a aquella que te critica cada cinco minutos, a aquella “listísima "
que sabe de todo, y a aquella melosa, que le gusta abrazar y mandar mensajitos de amor.
A aquella a quién le cuentas absolutamente todo, y con quién sientes que eres entendida.
A aquella que te riñe y te dice que dejes de comerte las uñas.
A aquella que no le averguenza decir que te ama.
A aquella que te presenta a los mejores ligues. A aquella que pasa contigo el momento mas difícil
de tu vida. A aquella que te llama todo el día.
A aquella intelectual, que te enseña miles de cosas. A aquella que te abrazó en silencio y te sintió llorar,
y a aquella que te dió la espalda cuando más la necesitabas.
A aquella que hace todo lo que le pides, y a aquella egoísta. A aquella que escucha cuando estás
enamorada y pasas horas hablando del mismo tema.
A aquella que entiende cuando la dejaste por
estar con tu enamorado. Y a aquella otra que
exigetoda tu atención.
Hay también aquella idealista, con quién discutes horas, los
problemas existenciales de la
humanidad.
Aquella que solo llama el día de tu cumpleaños, y así mismo la adoras.
Aquella que parece tu mamá, y vive para darte
consejos.
Aquella a quién heriste porque la
cambiaste por otra que no valía nada.
Aquella que te dió el consejo
correcto, pero no la escuchaste.
Aquella que paga las cuentas por tí cuando estás “en rojos”.
Aquella a quien le arreglaste el velo antes de que entrara a la Iglesia cuando se casaba.
Aquella que era la mas allegada a tí, pero desapareció y nunca mas supiste de ella.
Y aquella que es una hermana para tí.
Claro, los hombres también saben ser buenos amigos. También dejan recuerdos lindos. Pero
nada igual a la amistad entre dos mujeres.
Un gran beso para mis amigas que lean esto, para las que no lo lean, para aquellas que están tan cerca y tan lejos de mi, para aquellas a quién recuerdo a
cada momento y para las que olvidé.
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