historia - euskalmemoriadigitala.eus 319093.pdf · ninguna fuente arqueológica, ni filológica, salvo algunos préstamos onomásticos que aparecen en tierras de Alava. En este sentido,
Post on 15-Feb-2020
0 Views
Preview:
Transcript
historia INFORMACION
Y PUBLICACIONES, S. A. Presidente -
Director general: Juan Tomas de Salas
Vicepresidente: Ale¡andro Munoz Alonso
Director de Publicaciones: Ricardo Utrilla.
Director ejecutivo: Jesús Pardo de Santayana.
Subdirector: J. David Solar Cubillas . Secretario oe redacción : Javier
Villa Iba Redacción especializada: Asunción
Domenech. Manuel Longares y Juan Mafind
Consejo asesor: Gon zalo Ari es. Miguel Artola, Julio Caro Baro¡a, Raymond Carr. José Antonio Escudero. Lu is Gil Luis Gonzalez Seara Guy Hermet. Gab,1el Jackson, Clara E. L1da. Edward Malefak1s, Juan Maluquer de Motes. José Antonio Maravall , Juan Manchal, José Luis Martin. Miguel Martinez Cuadra do. Jord1 Nadal , Nicolás Sanchez Al · bornoz. Herbert R. Southworth. Stanley Payne, Hugh Thomas, Antonio Tovar. Manuel Tuñón de Lara , Julio Valdeón, Marcelo Vigil , Angel Viñas, Pierre v11ar.
Secretaría de Redacción: Marie-Loup Sougez '! lvlana González
Diseno: Maria Montero. Fotografía: Ju~n Manuel Salaberl Documentación: Bárbara ~haphn Fer·
nando Pedrés y Mana Balmaseda Corresponsales: Asunción Doménech
(Barcelona) Hugh Thomas (Londres) y José Maria Rodnguez (Pans).
Servicios fotográficos: Cifra Gráfica Europa Press, Archivo Gómez de Sala zar, France Press. Keystone, Arch1v Cambio 16.
Director gerente: Antonio Gil
Director de publicidad: Enrique Aguado. Redacción y administración:
Madrid: Generalísimo, 15-17, planta 9. Madrid-16. Tels. 4550237 y 4554036.
Barcelona : Plaza Gala Placidia, 1 y 3, planta 12, Barcelona-6. Teléfonos 2275322 y 2275499.
Bilbao : Edificio Albia, 1, planta 8, departamento 1. Bilbao-1. Tel. 244275.
Publicidad: Madrid: Generalísimo, 15-17. planta 1 O.
Madrid-16. Tels. 4550237 y 4554036. Catalu ña : Salmes , 191, 1.0
, 4 .º , Barcelona-6. Teléfonos 2184445 y 2184086.
Imprime: Editorial Gráficas Torraba. Villafranca del Bierzo, 21-23, Fuenlabrada (Madrid) .
Impreso en papel de CELUPAL. S. A Distribuye: SGEL-SOCIEDAD ESPA
ÑOLA DE LIBRERIA. Evaristo San M1-g ue l . 9. Madr id-8 . Avila, 129 . Barcelona-5
Difusión: Se ha solicitado el control de OJD en las condiciones previstas por el Reglamento de Trabajo.
Depósito legal · M. 12.869/76. Precio de venta en Canarias. 80 pesetas .
4 HISTORIA 16
LA MASONERIA, PROXIMO NUMERO EXTRA
De acuerdo con nuestro proyecto de publicar tres números extras al año, a mediados de este mes de noviembre pondremos a la venta un número extra y monográfico dedicado a la Masonería, un tema tan apasionante como desconocido. A lo largo de las 150 páginas del número , los principales especialistas en el tema, tanto españoles como extranjeros, analizarán la masonería desde todas sus posibles angulaciones. ¿Qué es la masonería? ; la masonería y la mujer; catolicismo y masonería ; satanismo y masonería; legislación antimasónica española ; los masones en la historia contemporánea española ; la masonería y el socialismo español; la masoneria en Estados Unidos ; la masonería inglesa; la masonería en Francia; la masonería en Italia ; música y masonena ; arte y simbolismo masón ; masonería, magia y esoterismo. Estos son algunos de los temas que se aboraarán en el número extra, en el que colaboran José Antonio Ferrer Benimeli, Alphonse Cerza, S . Vatcher . Eva Balaz, Pierre Chevalier. Rosario Expósito, Roger Cottez , Alee Mellar, Antonie Favre y Gay Armenteros, entre otros.
LOS ARISTA Y LOS VISIGODOS
Me refiero a la carta de don Miguel Angel Aldaz que publica el número 17 de HISTORIA 16, correspondiente al mes de septiembre, en la que se hacen algunos comentarios a mi artículo «Clavija: la batalla que nunca existió».
Lamento muy de veras haber herido la sensibilidad racial del señor Aldaz. El término visigodo, en ese pasaje concreto, está utilizado con un criterio muy amplio, como un concepto global que se opone a lo mahometano. En este sentido, la familia Arista, en el caso de ser vascona, lo que es lo más probable, pertenecía a la órbita del mundo visigodo que en el año 711 fue brutalmente destruido por los invasores africanos. ¿Hubiera sido tan riguroso el señor Aldaz si yo hubiera dicho que el mariscal Tito es yugoslavo en vez de croata?
En cuanto a llamar visigodos a los Banu Qasi, cito con mucho gusto la más autorizada de las fuentes a que recurrí para componer mi relato. Don Luis García de Valdeavellano, en su Historia de España, !, Primera Parte (edición «Revista de Occidente»), página 441 , dice textualmente: a La familia más poderosa del país era la de Banu Qasi, descendiente del conde visigodo Casius, convertido al Islamismo .. . " Valdeavellano, en nota a pie de página, invoca sus propias fuentes en este pasaje de la historia: Sánchez Albornoz, LéviProvene,al y Fray Justo Pérez de Urbe/.
José Luis Zavala (Madrid)
CONSIDERACIONES SOBRE UN ARTICULO: NAVARRA-EUSKADI
En los momentos actuales y consecuencia de la gran efervescencia política que agita a Euskadi , se ha desatado la polémica ¿vieja? sobre la adscripción de Navarra al resto de Euskadi , polémica que trata de poner en tela de jucio la idiosincrasia vasca de aquélla.
A juzgar por la mayoría de las intervenciones en la prensa, la cuestión parece resuelta con nitidez en sus aspectos lingüísticos , sociológicos ... , presentando la relación entre NavarraEuskadi en términos similares a la existente entre kurdos y lapo-
nes. Tales posturas gustan hacer alarde de cono cimientos profundos mediante la alusión a hechos históricos inconexos, o la cita atropellada de autores, de los cuales , los más prestigiosos jamás han dado pie en sus escritos a las afirmaciones tan categóricas de nuestros polemistas. El análisis de las mismas demuestran , por el contrario, que lo que estos señores presentan como verdades irrefutables, no son otra cosa, en muchas ocasiones, que " profesiones de fe» totalmente subjetivas.
Nada más fácil para descalificar al contrario que atribuirle intenciones que no tiene o la «estulticia histórica », utilizando comparaciones que en el campo de la Historia son en muchos casos forzadas, especialmente cuando se desciende al campo de lo concreto.
En este sentido llama la atención un artícu lo aparecido primeramente en un órgano de la prensa local de Pamplona, distribuido profusamente por sus calles y buzones en los días inmediatos a la llegada de la " Marcha de la Libertad» de Euskadi y que, finalmente, aparece , ligeramente ampliado, en el número de septiembre de HISTORIA 16 con la firma de F. J. Lizarza (Madrid) .
Trataremos de comentar los diversos aspectos filológicos , étnicos, sociológicos a los que alude este señor, sin ser exhaustivos. Resulta particularmente gratuito y desafortunado el simil que se pretende establecer entre el caso NAVARRAEUSKADI y el «Anschluss» austriaco de 1938, que pone la atención en la unión austro-alemana por el sistema e intencionalidad de quien lo realizó y omite momentos de la unificación alemana que no presentaron tal carácter, por lo que nadie tiene la ocurrencia de calificarlos de nazis. Lo mismo puede decirse de la unificación italiana. ¿Piensa alguno en Garibaldi como fascista ... ? Por otra parte, sorprende la exigencia de afinidad racial para formar parte de un pueblo, en la que se apoya el señor Lizarza, que habla de racismo en los demás. Todo ello sin entrar ahora en el problema del «sustratu m,, étnico navarro.
No parece que el señor Lizarza tenga ideas muy claras sobre la desvinculación de los navarros respecto a los vascongados, al menos de lo que se deduce de la lectura atenta de su escrito. Según él , los primitivos vascones son los navarros, que al dividirse , dan lugar a sí mismos y a los vasconizados o vascos. Sin embargo , estos navarros que dan lugar a los vascos ahora no son vascos. ¿Quién puede explicar esto? Aquí aparece la cita de una autoridad a quien el señor Lizarza no acaba de comprender, porque la tesis de Sánchez Albornoz, por" cierto no originaria suya, lo que sostiene es que los antiguos vascones co-
Ionizaron y reculturizaron a los habitantes de las denominadas hoy provincias vascongadas. Ta l teoría no tiene en el momento ningún apoyo en ninguna fuente arqueológica, ni filológica , salvo algunos préstamos onomásticos que aparecen en tierras de Alava. En este sentido, Michelena, a quien nadie se atreverá a negar su autoridad en la materia, señala que el fenómeno no es sino con secuencia de una moda surgida en el extenso período de la Romanización . Ninguna de las escuelas arqueológicas actuales de las que trabajan en este espacio aceptan tal teoría . Como referencia aludiremos a Barandiarán , entre otros.
El señor LizarLa, como otros muchos, adolece de un indudable simplismo a la hora de concretar lo que es y no es vasco. No creemos que hasta el momento haya dicho nadie que la Ribera y la Montaña de Navarra sean la misma cosa. ¿Podría el señor Lizarza darnos alguna referencia al respecto? Nos tememos que su visión peculiar lleva a negar el carácter de vasco a todo aquel que no utilice boina, viva en caserío o toque el txistu , lo que adolece de cierto maximalismo. ¿Acaso no significa nada un origen y una historia en común , que como en el caso de los restantes vascos se basa en el autogobierno como rasgo peculiar? ¿Es serio poner en tela de juicio su unidad después de tantos siglos? Por todo esto , la Ribera es vasca como la montaña o cualquier otra región de Euskadi . Su poblamiento primitivo es vasco y las aportaciones de elementos étnicos diferentes, con su consiguiente enriquecimiento cultural, han sido asimiladas por los autóctonos, en la misma medida que en el resto del país lo han sido otros grupos, como, por ejemplo, los francos. Por otra parte, aunque haya tenido lugar un receso de esta conciencia en muchos de sus habitantes, a veces aflora este sentimiento, en parte dormido. Es significativo que la ikurriña hiciese una de sus primitivas apariciones en Castejón , a raíz de la Gamazada, ocasión en el que el resto de Euskadi vibró por los derechos de Navarra. De aque lla ocasión son también las coplas de un monteagudino que cantaba la unidad irrenunciable de las cuatro provin cias ... Otro hecho fundamental y al que a veces no se le presta la debida atención , se centra en el futuro económico, agrícola e industrial, que para la Ribera, lo mismo que para el resto de Navarra, está en una Euskadi en que las diversas zonas se complementen entre sí para un desarrollo armónico.
Aludir al romance navarro como idioma más característico nuestro, es olvidar que las invest:gaciones sobre el mismo lo reducen a un lenguaje de la administración, hablado de manera limitada por las clases elevadas. Por otra parte , Lacarra muestra cómo los redactores de la documentación en latín y/o romance dejan entrever que conocen el Euskera, la «lingua navarrorum» por an-
YISTORIA 16 5
tonomas1a desde que Sancho el Sabio (siglo XII) acuñó la expresión (Lacarra, Vasconia Medieval: Historia , Filología) .
En otro orden de cosas, el señor Lizarza lanza sus rayos de Júpiter tonante contra los absorcionistas de Euskadi , olvidando que es en la propia Navarra donde se clama cada vez con mayor fuerza por la solidaridad con el resto del País. Es sintomático que los que han hecho dejación de los derechos de Navarra y han presentado una Navarra caricaturesca «ad usum Matriti » acusen a otros de atentar contra la libertad y personalidad de ésta. Por lo demás, ¿qué libertades le quedan a Navarra por perder, en este momento, una provincia más del estado español? Los que hace unos meses rechazaban la reintegración foral cJmo un «engendro separatista» se proclaman en el día sus más acérrimos partidarios. Los que hace diez años se negaron a que la bandera de Navarra incluso con laureada, ondease en nuestro Ayu'ntamiento , la enarbolan ahora como_ si fuese símbolo válido que oponer a la 1kumna. ¡Basta ya de oportunismos!
Navarra, que en el pasado siglo perdió sus fueros y libertades en la misma batalla que _sus hermanas vascas, debe luchar por conseguir su autogobierno a la par que aquéllas, sin escuchar las adulaciones engañosas de los que defienden soluciones separadas que finalmente siempre se decantan en fuegos fatuos .
Nuestra admiración no tiene límites al leer las expresiones que Lizarza dedica al vascuence en Navarra, sobre todo cuando afirma que es la base de una pretendida colonización. ¿Ignora este señor que ha sido este idioma el más hablado durante mayor espacio de tiempo y por mayor número de navarros? Para corroborarlo véase lrigaray: Una Geografía diacrónica del euskera en Navarra. ¿Siete mil vascoparlantes en Navarr~? Esta cifra es multiplicable por seis o siete, sin contar con los euskaldunberris (los que aprenden el euskera de mayores), que crecen en progresión geométrica. Véase respecto al número el trabajo de Ibón Sarasola: Euskararen egoera numerotan, SAIOAK 1, 1, 1977, y el de Sánchez Carrión: El estado actual del vascuence en la provincia de Navarra , 1970. E_n cuanto a exclusivismos irracionales, aquí el único que ha habido y que , por desgracia, existe es el del castellano respecto del euskera. Por lo que se refiere a que no es dable prescindir del romance o hablar navarro distinto del castellano, ¿nos podía señalar la zona de Navarra en que exista constancia de que se utilice tal romance? Navarra ha sido cuna de los primeros y más preclaros escritores del euskera, tales como Etxepare , Axular, y es un insulto para gran parte de los navarros, vascoparlantes o no, menospreciar este acerbo cultural.
En otro orden de cosas, ¿en qué se basa el señor Lizarza para identificar los conceptos de «Spanidad» de las Cortes de Navarra, con el _de «Hispanidad» empleado por los autores que cita,
6/HISTORI A 16
en la época contemporánea, con todas sus connotaciones?
En cuanto a las relaciones de Navarra con el resto del País, la visión del señor Lizarza adolece de una serie de tópicos, sin otra consistencia que la de ser repetidos hasta el hastío por ciertos sectores , que buscan mantener su posición hegemónica en Navarra en los últimos tiempos, a través de sus órganos de expresión . Aducir como razón para esta separación el que Navarra no formó una unidad permanente con el resto de Euskadi , es ignorar que ésta fue la relación mutua que existió entre los diversos núcleos políticos en que se estructuró políticame ;~ te Euskadi . Si hubo aduanillas entre Navarra y Guipúzcoa, de la misma manera las hubo entre Vizcaya y Guipúzcoa y entre ésta y Alava. Obstinarse en negar por ello la existencia de Euskadi por la modernidad del vocablo, tiene la misma coherencia que negar la del Australopitecus, porque su nombre le fue dado a raíz de su descubrimiento en torno a los años 60.
Por lo que respecta a la cooficialidad euskeracastellano, constituiría el inicio de un desagravio histórico hacia muchos navarros, que por haberlo considerado su lengua han sido objeto de burla, chanza e incluso de castigos físicos que degradan a quienes se los impusieron y a las autoridades e instituciones que lo permitieron.
Hay muchos que como Lizarza ven toda unión con el resto de Euskadi , como consecuencia del imperialismo bizcaitarra o guipuzcoano y claman por la libertad de Navarra, aunque no les.importa, al menos a algunos, para formar una región , la unión con provincias, por otra parte muy respetables como son las castellanas, contradicción sólo explicable desde una lógica oportunista, en la que ni ellos mismos creen.
Estos señores, como no podía ser menos, se erigen en expendedores de certificados de buenos y malos navarros, cultos e incultos, con el único criterio de estar o no de acuerdo con sus puntos de vista, lo que nos obliga a tomar parte en la polémica en unos términos que no deseamos en absoluto, pues creemos que lo fundamental es no dividir a los navarros en este punto , lo que nos mueve a hacer un llamamiento a la serenidad y entendimiento de todos los navarros.
Mikel Sorauren (Tolosa)
La carta que antecede es una de /as numerosas respuestas que hemos recibido de nuestros lectores a la aparecida en el número 17 de HISTORIA 16, bajo el título «Navarra y Euskadi», firmada por F. J. Lizarza. Razones de espacio nos obligan a posponer la publicación de algunas más para números sucesivos.
top related