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Page 1: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA

PHILIP POTDEVIN Escritor opusmagnaopenwaycomco

LA FRAGILITEacute DE LEacuteCRITURE

OH

Lactiviteacute creacuteatiacuteve dans leacutecriture est une lutte permanente entre ce queje veux dire et ce queje n eacutenonceraijamais Ou doit-on tracer le seuil de lexplicite ti intime Une lutte profonde a lieu le deuil de leacutecrivaiacuten avec soi la crainte ti deacuteshabiacuteller le treacutefonds par lintermeacutediaire des sujets des situatiacuteons et des personnages Leacutecriture mapproche de la mortparee que la mort est ambigue Maiacutes siacute leacutecriacuteture mapproche de la mor celle-ci arrive par le plaiacutesir par le deacutesiacuter

Texto presentado en laquoLo escrito escrito estaacute Jornadas sobre escritura letra e inshyconscienteraquo) Universidad Nacional de Colombia noviembre 5 y 6 de 1999

THE FRAGILlIY OF WRITING IltnftmlLm the torrent thc dcscrt

drowning 01 to die by scorching

Creatiacuteve work in writing iacutes apermanent struggle between what Jwant to say and what Jwill never utter Wbere should we draw thefrontiacuteer between the explicit and the intimate Jt is a deep struggle the duel between the writer and himsef thefear ofrevealiacuteng priacutevy secrets through his themes situatiacuteons and characters Writiacuteng draws me close to death because death iacutes ambiguous But in the same way that writing draws me close to death death arrives through pleasure through desire

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 164

J IV Goethe

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

Querer escribir cuaacuten absurdo es escribir es la decadencia del querer asiacute como laPeacuterdida del la caiacuteda de la cadencia otra vez el desastre

escribir cuaacuten lalJo es el camino antes de lograrlo) nunca eJ cosa segura no es una recomshypensa ni un castigo htJ que escribir solamente en la incertidumbre) la necesidad No escribir efecto de la escritura como sifuera un signo de la pasividad un recurso de la desdicha Cuaacutentos eifuerzos para no escribir para que escribiendo no escriba pese a todo

No escribirpara ello no basta la negligencia la incuria sino tal lJez la necesidad de un soberaniacutea -un nexo de sumersioacuten con lo exterior Lapasividad quepermite quedarse enfamiliarishydad con el desastre

Maurice Blanchot La escritura del desastre

Me llamo Sciacutepino Soy profesor universitario y escritor O al contrario Igual no importa Ustedes juzgaraacuten la veracidad de esta historia Ustedes decidiraacuten el liacutemite entre la ficcioacuten y la realidad Esa noche no tuve maacutes remedio que volverme a parar como lo habiacutea hecho cada diez o quince minutos desde cuando me senteacute a las tres de la tarde a trabajar en mis escritos y volviacute a rondar en torno al apretado espacio de mi departamento evadiendo aquiacute y allaacute los cuacutemulos de libros que se apilan en el suelo Me dirigiacute una vez maacutes al ventanal entreabriacute con los dedos abotagados las hojas de la persiana y acerqueacute la cara para escudrintildear la noche como inquiriendo a las estrellas por la suerte de Morgana Permitiacute sin afaacuten que mis ojos disiparan paulatinamente el fulgor del interior de la habitacioacuten para que se acostumbraran a la profunda oscurishydad y espereacute sin tener una razoacuten precisa para ello como se aguarda la campanada minente de un reloj puacuteblico a que pasara un automoacutevil por enfrente Mis mejillas encendidas por el armagnac se entumecieron con el helado vaho que exhalaba el venshytanaL Los ojos lentamente se acostumbraron al espectaacuteculo de plawletas desnudas

despidiendo cetrinos fulgores sobre andenes tapizados de hojas secas prados quemados por escarcha playas de estacionamiento vaciacuteas fachadas de edificios de estilo victoriano con simeacutetricas hiladas de ventanas todas apagadas Apenas una que otra ventana delataba con su brillo interior a alguacuten profesor que habiacutea optado como yo Morgana y apenas otros cuantos de la comunidad docente por quedarse durante el receso de invierno para aprovechar la quietud y terminar sus investigaciones En mi caso un trabajo sobre el artificio de escribir un viejo proyecto que habiacutea postershygado por varios antildeos desde cuando inicieacute mis talleres de escritura

focos cremosos de un vehiacuteculo asomaron sus haces desde la colina y de inshymediato abrieron la noche en direccioacuten al edificio Penseacute en una ballena lejana y

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atisbada a medianoche desde el puente superior de una nave oscuro de largo sin detenerse La suavidad con que avanzoacute era propia de un

auto de lujo o quizaacute conjetureacute era el carro mortuorio que se dirigiacutea a la cabantildea de Morgana a alistar el cuerpo exaacutenime de mi colega Reprocheacute el morboso pensamienshyto que comenzaba a seducirme e intenteacute alejarlo como quien en vano espanta una mosca agoacutenica que ha escogido el canto de la ventana donde moriraacute Las estelas dejashydas por la ballena sobre el pavimento comenzaron a cubrirse de escarcha yme deleishyteacute con una intencionada paciencia al ver borrarse el rastro del vehiculo que pareciacutea existir esa noche en la Universidad de Castalia

Regreseacute a la mesa de trabajo que ocupa gran parte de la habitacioacuten y que parece flotar como una balsa de naacuteufragos en el tormentoso mar de perioacutedicos revistas y lishybros apilados en columnas sostenieacutendose las unas a las otras en derredor de la mesa dejando aquiacute y allaacute los espacios apenas suficientes para desplazarme de la entrada hasta la mesa de la mesa a la estufa de la estufa a un sofaacute que maacutes parece una poltroshyna y de la mesa a la cama como tortuosos caminos abiertos despueacutes de una tormenta de nieve que me obligan a seguir siempre las mismas rutas para moverme dentro del departamento obligaacutendome a hacer desplazamientos inuacutetiles como ir del sofaacute a la estufa yde alliacute a la mesa por cuanto el paso entre sofaacute y mesa estaacute vedado por demashysiadas pilas que ruslan un lugar del otro La mesa de pultada bajo papeles libros recortes de revistas divorciadas de sus discos negros que se amontonan uno enCIma del otro para pipa el ordenador el teclado la pantalla la impresora un macizo teleacutefono disco que es objeto de coleccioacuten y a la vez aparato funcional tazas sucias con resishyduos de cafeacute dos botellas de armagnac una vaciacutea y otra apenas iniciada y coronando un montiacuteculo de revistas ypapeles como un pequentildeo monumento a la agreste toposhygrafiacutea que cubre la mesa un copa a medio beber El amontonamiento es la forma de afianzar mis dudas y sus vados pues desde hace antildeos renuncieacute a la tentacioacuten de desshyhacerme de cualquier documento que de alguna manera pueda servirme en mis escritos

luz en la habitacioacuten proveniacutea de la pantalla de la computadora yde una lampashyrilla de mesa que arroja su haz sobre un aacuterea demasiado pequentildea Echeacute una mirada sobre las hojas dispersas que conforman el texto sobre el oficio ensentildear a escribir Volviacute a leer desde el principio y una vez maacutes como lo he hecho desde que escribiacute el primer paacuterrafo comenceacute a editar corregir tachar y garrapatear notas hasta que la hoja pareciacutea maacutes el producto de un salvaje ataque de un corrector de pruebas que el

Alejandro Pushkin

REV1STA DE PSlCOANAuSIS No 1 166

manuscrito final con el que siempre quiero contar Dejeacute caer las hojas sobre la mesa me acerqueacute a la estufa de hierro que calienta la habitacioacuten y revolviacute el par de carbones que auacuten despediacutean una lumbre casi melancoacutelica Me hinqueacute para abrir la puertecilla y sopleacute las cenizas hasta que las brasas avivaron de nuevo su fuego Satisfecho ajusteacute de nuevo la puerta soacutelo para comprobar al incorporarme que estaba alli la idea de la muerte de Morgana la casi certeza del hecho pero sin los detalles especiacuteficos para descifrar los circunstancias en que Morgana moriacutea No se trataba de dar fe a superstishyciones que yo soy el primero en desechar pero habiacutea un no se queacute que comenzaba a perturbarme y a invadir el espacio de mi mente como una pocioacuten de tinta negra que se derrama en un cristalino recipiente de agua Alguacuten oscuro designio se cerniacutea en este momento sobre Morgana de lo contrario no habriacutea razoacuten para que tan extrantildea idea comenzara a taladrar mi cabeza con tanta insistencia No podiacutea seguir trabajanshydo con esa incertidumbre y me enfundeacute la chaqueta de invierno no sin antes aprovishysionarme de la petaca de arlJJagnac que teniacutea iniciada

Saliacute de la habitacioacuten y bajeacute hasta el primer piso de las residencias para profesores hall de recibo estaba vaciacuteo Ajusteacute la puerta tras de miacute y entreacute a la noche sintiendo

que el arlJJagnac no habiacutea calentado lo suficiente mi cuerpo para asegurarme el eacutexito de la tarea de atravesar el campus hasta la cabantildea de Morgana Saqueacute la botella del UVINllV para apurar un trago y luego de verificar el contenido de lo que restaba emshyprendiacute la jornada Refugieacute las manos en los bolsillos forrados en piel hundiacute la barbishylla en el cuello y camineacute por medio del sendero peatonal que cruza entreverado el campus de Castalia a pesar de que dicha viacutea es mucho maacutes larga que seguir la calle asfaltada pero no ansiaba llegar demasiado pronto tal vez atemorizado de enconshytrarme con una escena que en el fondo ansiaba no fuera a existir Ademaacutes queriacutea aprovechar la caminata para reflexionar un poco

Trateacute de imaginar a Morgana en su cabantildea del bosque en los confines de la unishyversidad Estariacutea trabajando en la mesa encorvada sobre su computadora portaacutetil empentildeada en sacar adelante el trabajo sobre paralelismos entre las obras de Schiquestgtnberg y Einstein llevaba que yo recordara casi tres antildeos en la tarea y por lo menos faltaban otros dos antes de la sustentacioacuten Pareciacutea no tener demasiado apreshymio por concluirla y ademaacutes acababa de obtener una extensioacuten del plazo fijado por la Fundacioacuten que financiaba su doctorado asiacute que ella estaba maacutes interesada en amshy

que en terminarla Por eso mismo no me incomodaba llegar de improviso a su cabantildea De seguro si no fuera viacutectima de mis oscuros presagios se alegrariacutea de verme

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 167

Hice un esfuerzo por recordar la uacuteltima vez nos habiacuteamos encontrado y reshymemoreacute despueacutes de unos segundos de vacilacioacuten que fue en la cafeteriacutea de la biblioshyteca de la facultad de ciencias donde dos meses atraacutes nos encontramos para hablar sobre mi proyecto de los vericuetos y acechos que tiene el ensentildear el oficio de escri-

Llevo cuatro antildeos dedicado a terminarlo y a pesar de que la facultad me ha destashycado dos asistentes para concluirlo noto que mi intereacutes por el tema se agota diacutea a diacutea En los uacuteltimos seis meses no he avanzado maacutes de tres paacuteginas en el manuscrito anteriormente logreacute crecer a cuatrocientas de las seiscientas paacuteginas proyectadas y peor auacuten temo que para el nuevo antildeo la produccioacuten bordearaacute el estancamiento total

Saliacute en busca de Morgana por un suacutebito impulso esa extrantildea corazonada que me hizo temer por la vida de mi amiga mi confidente de tantas noches Morgana siemshypre ha sido una amiga elusiva distante como un faro en la noche pero a la vez cercashyna como el propio aliento que se condensa al frente nuestro Morgana es a veces un poco criacuteptica hermeacutetica diacuteriacutea mi amigo el padre Mathias Hermann que es ducho en menesteres alquiacutemicos pero a la vez con frecuencia su claridad raya en 10 cristalino y sus indagaciones me hacen volver sobre los temas que creo haber resuelto hace tiempo como la vez que lanzoacute una pregunta tan inocente como venenosa a la vez Estaacutebamos conversando y al reparar en un cartapacio de libros sobre el oficio de la escritura que teniacutea a mi lado bajoacute la mirada como quien desciende a grandes brincos por una ladera empapada y sus ojos fueron a descansar finalmente sobre los tiacutetulos de los libros que teniacutea sobre la mesa

-iquestA quieacuten engantildeas con tu oficio

La prebyunta me siguioacute resonando durante muchas semanas sin que hubiera poshydido determinar exactamente el propoacutesito de la misma

vez por eso necesitaba un respiro para conversar Morgana al menos progreshysaba sin afaacuten pero sin pausa como ella misma afirmaba y su intereacutes creciacutea en vez de decaer En el bolsillo interior de la chaqueta sentiacute que algo tropezaba contra mi grueshysa camisa de lentildeador y la abriacute un poco para examinar el bulto Del bolsillo saqueacute un casete con la Ofrenda Musical de Bach que antildeos atraacutes me habiacutea regalado la misma Morgana y que nunca (en ese momento sentiacute un rubor en las mejillas) habiacutea escucha-

Lo habiacutea olvidado desde entonces en el interior de la chaqueta Dudeacute si contarle ese detalle ahora que la viera pero decidiacute maacutes bien aducir que queriacutea escucharlo en su compantildeiacutea y de sebyuro ella se alegrariacutea de mi intereacutes Lo regreseacute al bolsillo y abotoneacute la chaqueta para mantener el calor en el cuerpo y seguiacute el camino Pronto cruzada la capilla de Santa Uacutersula que estaacute a un costado de la biblioteca central faltaba auacuten

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 168

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Alelandro PIJhkin

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

bordear el campo de fuacutetbol atravesar la plaza de los estudiantes y luego adentrarme por el sendero que tras el bosque de eucaliptos conduce en los liacutemites del campus a las cabantildeas de los directivos de la universidad La vivienda de Morgana es la uacuteltima de un grupo de siete paso que iba estariacutea alliacute en cuarenta minutos comenshyzoacute a calarse por entre mis pantalones y penseacute que habriacutea sido mejor echarme encima la gabardina pero ya era tarde para arrepentirme Si apuraba el paso y alejaba mis pensamientos del friacuteo llegariacutea antes de lo previsto Recordeacute que en el otro bolsillo

la botella armagnac que podriacutea terminar en compantildeiacutea de Morgana yeso me dio aacutenimo para continuar Busqueacute el firmamento y encontreacute una hermosa medianoshyche de estrellas iluminando el camino La Viacutea Laacutectea agarraba por la cola a Escorshypioacuten y al lado Virgo se perdiacutea detraacutes del bosque en el horizonte iluminado del

universitario Continueacute caminando observando el espectaacuteculo de las estreshyllas detallando las formaciones de las constelaciones y admirando la imaginacioacuten los antiguos para encontrar ese armoacutenico y ordenado universo que desfila sobre el filo de la ecliacuteptica cuando sentiacute de repente la extrantildea sensacioacuten de alguien cercano A medida que me acercaba al parque pude descifrar que era un hombre cuya figura apenas sobresaliacutea de la banca donde estaba sentado embutido en un abrigo y con un sombrero de fieltro calado hasta las orejas estirando sus largas piernas al frente abshysorto examinando sus botas y ajeno al parecer al paisaje helado que lo rodeaba Soacutelo

su mirada cuando mis pisadas sobre la hojarasca eran demasiado evidentes para ignorarlas y entonces giroacute su cabeza como muntildeeco de ventriacutelocuo y su boca se descolgoacute en un gesto de asombro Se trataba de Henry Edwards el decano de la fashy

de ciencias exactas En ese instante me golpeoacute la certeza de que el vehiacuteculo habiacutea cruzado por enfrente de mi ventana era el de Edwards No tardeacute en comshy

probar con el rabillo del ojo que la ballena estaba estacionada en un costado del parshyque como encallada en la playa

-Scipino -dijo y arqueoacute las cejas sin ocultar la sorpresa volviacute a registrar su imashyde muntildeeco de palo-o iquestQueacute hace rondando la Universidad -una bocanada de

aliento salioacute proyectada como un geacuteiser en la helada noche

-Necesitaba aire y saliacute a caminar-contesteacute con un dejo de justificacioacuten-o iquestY usted -pregunteacute mucho entusiasmo con desidia proacutexima al

Auacuten estaacutebamos a unos diez metros de distancia y no quise acercarme maacutes como un animal que husmea el peligro y vigila al intruso con recelo y nerviosismo Siemshypre mucho antes de conocer a Edwards he desconfiado de todo encuentro fortuito de toda conversacioacuten no buscada y por eso suelo evitar entablar conversaciones en

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aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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FiCUIrAD DE CIENCIAS HUMANAS 170

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

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o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

181

quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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1- iexcl ~~ ~7--~ Luigi Pirandello

sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 2: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

J IV Goethe

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

Querer escribir cuaacuten absurdo es escribir es la decadencia del querer asiacute como laPeacuterdida del la caiacuteda de la cadencia otra vez el desastre

escribir cuaacuten lalJo es el camino antes de lograrlo) nunca eJ cosa segura no es una recomshypensa ni un castigo htJ que escribir solamente en la incertidumbre) la necesidad No escribir efecto de la escritura como sifuera un signo de la pasividad un recurso de la desdicha Cuaacutentos eifuerzos para no escribir para que escribiendo no escriba pese a todo

No escribirpara ello no basta la negligencia la incuria sino tal lJez la necesidad de un soberaniacutea -un nexo de sumersioacuten con lo exterior Lapasividad quepermite quedarse enfamiliarishydad con el desastre

Maurice Blanchot La escritura del desastre

Me llamo Sciacutepino Soy profesor universitario y escritor O al contrario Igual no importa Ustedes juzgaraacuten la veracidad de esta historia Ustedes decidiraacuten el liacutemite entre la ficcioacuten y la realidad Esa noche no tuve maacutes remedio que volverme a parar como lo habiacutea hecho cada diez o quince minutos desde cuando me senteacute a las tres de la tarde a trabajar en mis escritos y volviacute a rondar en torno al apretado espacio de mi departamento evadiendo aquiacute y allaacute los cuacutemulos de libros que se apilan en el suelo Me dirigiacute una vez maacutes al ventanal entreabriacute con los dedos abotagados las hojas de la persiana y acerqueacute la cara para escudrintildear la noche como inquiriendo a las estrellas por la suerte de Morgana Permitiacute sin afaacuten que mis ojos disiparan paulatinamente el fulgor del interior de la habitacioacuten para que se acostumbraran a la profunda oscurishydad y espereacute sin tener una razoacuten precisa para ello como se aguarda la campanada minente de un reloj puacuteblico a que pasara un automoacutevil por enfrente Mis mejillas encendidas por el armagnac se entumecieron con el helado vaho que exhalaba el venshytanaL Los ojos lentamente se acostumbraron al espectaacuteculo de plawletas desnudas

despidiendo cetrinos fulgores sobre andenes tapizados de hojas secas prados quemados por escarcha playas de estacionamiento vaciacuteas fachadas de edificios de estilo victoriano con simeacutetricas hiladas de ventanas todas apagadas Apenas una que otra ventana delataba con su brillo interior a alguacuten profesor que habiacutea optado como yo Morgana y apenas otros cuantos de la comunidad docente por quedarse durante el receso de invierno para aprovechar la quietud y terminar sus investigaciones En mi caso un trabajo sobre el artificio de escribir un viejo proyecto que habiacutea postershygado por varios antildeos desde cuando inicieacute mis talleres de escritura

focos cremosos de un vehiacuteculo asomaron sus haces desde la colina y de inshymediato abrieron la noche en direccioacuten al edificio Penseacute en una ballena lejana y

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atisbada a medianoche desde el puente superior de una nave oscuro de largo sin detenerse La suavidad con que avanzoacute era propia de un

auto de lujo o quizaacute conjetureacute era el carro mortuorio que se dirigiacutea a la cabantildea de Morgana a alistar el cuerpo exaacutenime de mi colega Reprocheacute el morboso pensamienshyto que comenzaba a seducirme e intenteacute alejarlo como quien en vano espanta una mosca agoacutenica que ha escogido el canto de la ventana donde moriraacute Las estelas dejashydas por la ballena sobre el pavimento comenzaron a cubrirse de escarcha yme deleishyteacute con una intencionada paciencia al ver borrarse el rastro del vehiculo que pareciacutea existir esa noche en la Universidad de Castalia

Regreseacute a la mesa de trabajo que ocupa gran parte de la habitacioacuten y que parece flotar como una balsa de naacuteufragos en el tormentoso mar de perioacutedicos revistas y lishybros apilados en columnas sostenieacutendose las unas a las otras en derredor de la mesa dejando aquiacute y allaacute los espacios apenas suficientes para desplazarme de la entrada hasta la mesa de la mesa a la estufa de la estufa a un sofaacute que maacutes parece una poltroshyna y de la mesa a la cama como tortuosos caminos abiertos despueacutes de una tormenta de nieve que me obligan a seguir siempre las mismas rutas para moverme dentro del departamento obligaacutendome a hacer desplazamientos inuacutetiles como ir del sofaacute a la estufa yde alliacute a la mesa por cuanto el paso entre sofaacute y mesa estaacute vedado por demashysiadas pilas que ruslan un lugar del otro La mesa de pultada bajo papeles libros recortes de revistas divorciadas de sus discos negros que se amontonan uno enCIma del otro para pipa el ordenador el teclado la pantalla la impresora un macizo teleacutefono disco que es objeto de coleccioacuten y a la vez aparato funcional tazas sucias con resishyduos de cafeacute dos botellas de armagnac una vaciacutea y otra apenas iniciada y coronando un montiacuteculo de revistas ypapeles como un pequentildeo monumento a la agreste toposhygrafiacutea que cubre la mesa un copa a medio beber El amontonamiento es la forma de afianzar mis dudas y sus vados pues desde hace antildeos renuncieacute a la tentacioacuten de desshyhacerme de cualquier documento que de alguna manera pueda servirme en mis escritos

luz en la habitacioacuten proveniacutea de la pantalla de la computadora yde una lampashyrilla de mesa que arroja su haz sobre un aacuterea demasiado pequentildea Echeacute una mirada sobre las hojas dispersas que conforman el texto sobre el oficio ensentildear a escribir Volviacute a leer desde el principio y una vez maacutes como lo he hecho desde que escribiacute el primer paacuterrafo comenceacute a editar corregir tachar y garrapatear notas hasta que la hoja pareciacutea maacutes el producto de un salvaje ataque de un corrector de pruebas que el

Alejandro Pushkin

REV1STA DE PSlCOANAuSIS No 1 166

manuscrito final con el que siempre quiero contar Dejeacute caer las hojas sobre la mesa me acerqueacute a la estufa de hierro que calienta la habitacioacuten y revolviacute el par de carbones que auacuten despediacutean una lumbre casi melancoacutelica Me hinqueacute para abrir la puertecilla y sopleacute las cenizas hasta que las brasas avivaron de nuevo su fuego Satisfecho ajusteacute de nuevo la puerta soacutelo para comprobar al incorporarme que estaba alli la idea de la muerte de Morgana la casi certeza del hecho pero sin los detalles especiacuteficos para descifrar los circunstancias en que Morgana moriacutea No se trataba de dar fe a superstishyciones que yo soy el primero en desechar pero habiacutea un no se queacute que comenzaba a perturbarme y a invadir el espacio de mi mente como una pocioacuten de tinta negra que se derrama en un cristalino recipiente de agua Alguacuten oscuro designio se cerniacutea en este momento sobre Morgana de lo contrario no habriacutea razoacuten para que tan extrantildea idea comenzara a taladrar mi cabeza con tanta insistencia No podiacutea seguir trabajanshydo con esa incertidumbre y me enfundeacute la chaqueta de invierno no sin antes aprovishysionarme de la petaca de arlJJagnac que teniacutea iniciada

Saliacute de la habitacioacuten y bajeacute hasta el primer piso de las residencias para profesores hall de recibo estaba vaciacuteo Ajusteacute la puerta tras de miacute y entreacute a la noche sintiendo

que el arlJJagnac no habiacutea calentado lo suficiente mi cuerpo para asegurarme el eacutexito de la tarea de atravesar el campus hasta la cabantildea de Morgana Saqueacute la botella del UVINllV para apurar un trago y luego de verificar el contenido de lo que restaba emshyprendiacute la jornada Refugieacute las manos en los bolsillos forrados en piel hundiacute la barbishylla en el cuello y camineacute por medio del sendero peatonal que cruza entreverado el campus de Castalia a pesar de que dicha viacutea es mucho maacutes larga que seguir la calle asfaltada pero no ansiaba llegar demasiado pronto tal vez atemorizado de enconshytrarme con una escena que en el fondo ansiaba no fuera a existir Ademaacutes queriacutea aprovechar la caminata para reflexionar un poco

Trateacute de imaginar a Morgana en su cabantildea del bosque en los confines de la unishyversidad Estariacutea trabajando en la mesa encorvada sobre su computadora portaacutetil empentildeada en sacar adelante el trabajo sobre paralelismos entre las obras de Schiquestgtnberg y Einstein llevaba que yo recordara casi tres antildeos en la tarea y por lo menos faltaban otros dos antes de la sustentacioacuten Pareciacutea no tener demasiado apreshymio por concluirla y ademaacutes acababa de obtener una extensioacuten del plazo fijado por la Fundacioacuten que financiaba su doctorado asiacute que ella estaba maacutes interesada en amshy

que en terminarla Por eso mismo no me incomodaba llegar de improviso a su cabantildea De seguro si no fuera viacutectima de mis oscuros presagios se alegrariacutea de verme

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Hice un esfuerzo por recordar la uacuteltima vez nos habiacuteamos encontrado y reshymemoreacute despueacutes de unos segundos de vacilacioacuten que fue en la cafeteriacutea de la biblioshyteca de la facultad de ciencias donde dos meses atraacutes nos encontramos para hablar sobre mi proyecto de los vericuetos y acechos que tiene el ensentildear el oficio de escri-

Llevo cuatro antildeos dedicado a terminarlo y a pesar de que la facultad me ha destashycado dos asistentes para concluirlo noto que mi intereacutes por el tema se agota diacutea a diacutea En los uacuteltimos seis meses no he avanzado maacutes de tres paacuteginas en el manuscrito anteriormente logreacute crecer a cuatrocientas de las seiscientas paacuteginas proyectadas y peor auacuten temo que para el nuevo antildeo la produccioacuten bordearaacute el estancamiento total

Saliacute en busca de Morgana por un suacutebito impulso esa extrantildea corazonada que me hizo temer por la vida de mi amiga mi confidente de tantas noches Morgana siemshypre ha sido una amiga elusiva distante como un faro en la noche pero a la vez cercashyna como el propio aliento que se condensa al frente nuestro Morgana es a veces un poco criacuteptica hermeacutetica diacuteriacutea mi amigo el padre Mathias Hermann que es ducho en menesteres alquiacutemicos pero a la vez con frecuencia su claridad raya en 10 cristalino y sus indagaciones me hacen volver sobre los temas que creo haber resuelto hace tiempo como la vez que lanzoacute una pregunta tan inocente como venenosa a la vez Estaacutebamos conversando y al reparar en un cartapacio de libros sobre el oficio de la escritura que teniacutea a mi lado bajoacute la mirada como quien desciende a grandes brincos por una ladera empapada y sus ojos fueron a descansar finalmente sobre los tiacutetulos de los libros que teniacutea sobre la mesa

-iquestA quieacuten engantildeas con tu oficio

La prebyunta me siguioacute resonando durante muchas semanas sin que hubiera poshydido determinar exactamente el propoacutesito de la misma

vez por eso necesitaba un respiro para conversar Morgana al menos progreshysaba sin afaacuten pero sin pausa como ella misma afirmaba y su intereacutes creciacutea en vez de decaer En el bolsillo interior de la chaqueta sentiacute que algo tropezaba contra mi grueshysa camisa de lentildeador y la abriacute un poco para examinar el bulto Del bolsillo saqueacute un casete con la Ofrenda Musical de Bach que antildeos atraacutes me habiacutea regalado la misma Morgana y que nunca (en ese momento sentiacute un rubor en las mejillas) habiacutea escucha-

Lo habiacutea olvidado desde entonces en el interior de la chaqueta Dudeacute si contarle ese detalle ahora que la viera pero decidiacute maacutes bien aducir que queriacutea escucharlo en su compantildeiacutea y de sebyuro ella se alegrariacutea de mi intereacutes Lo regreseacute al bolsillo y abotoneacute la chaqueta para mantener el calor en el cuerpo y seguiacute el camino Pronto cruzada la capilla de Santa Uacutersula que estaacute a un costado de la biblioteca central faltaba auacuten

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 168

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Alelandro PIJhkin

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

bordear el campo de fuacutetbol atravesar la plaza de los estudiantes y luego adentrarme por el sendero que tras el bosque de eucaliptos conduce en los liacutemites del campus a las cabantildeas de los directivos de la universidad La vivienda de Morgana es la uacuteltima de un grupo de siete paso que iba estariacutea alliacute en cuarenta minutos comenshyzoacute a calarse por entre mis pantalones y penseacute que habriacutea sido mejor echarme encima la gabardina pero ya era tarde para arrepentirme Si apuraba el paso y alejaba mis pensamientos del friacuteo llegariacutea antes de lo previsto Recordeacute que en el otro bolsillo

la botella armagnac que podriacutea terminar en compantildeiacutea de Morgana yeso me dio aacutenimo para continuar Busqueacute el firmamento y encontreacute una hermosa medianoshyche de estrellas iluminando el camino La Viacutea Laacutectea agarraba por la cola a Escorshypioacuten y al lado Virgo se perdiacutea detraacutes del bosque en el horizonte iluminado del

universitario Continueacute caminando observando el espectaacuteculo de las estreshyllas detallando las formaciones de las constelaciones y admirando la imaginacioacuten los antiguos para encontrar ese armoacutenico y ordenado universo que desfila sobre el filo de la ecliacuteptica cuando sentiacute de repente la extrantildea sensacioacuten de alguien cercano A medida que me acercaba al parque pude descifrar que era un hombre cuya figura apenas sobresaliacutea de la banca donde estaba sentado embutido en un abrigo y con un sombrero de fieltro calado hasta las orejas estirando sus largas piernas al frente abshysorto examinando sus botas y ajeno al parecer al paisaje helado que lo rodeaba Soacutelo

su mirada cuando mis pisadas sobre la hojarasca eran demasiado evidentes para ignorarlas y entonces giroacute su cabeza como muntildeeco de ventriacutelocuo y su boca se descolgoacute en un gesto de asombro Se trataba de Henry Edwards el decano de la fashy

de ciencias exactas En ese instante me golpeoacute la certeza de que el vehiacuteculo habiacutea cruzado por enfrente de mi ventana era el de Edwards No tardeacute en comshy

probar con el rabillo del ojo que la ballena estaba estacionada en un costado del parshyque como encallada en la playa

-Scipino -dijo y arqueoacute las cejas sin ocultar la sorpresa volviacute a registrar su imashyde muntildeeco de palo-o iquestQueacute hace rondando la Universidad -una bocanada de

aliento salioacute proyectada como un geacuteiser en la helada noche

-Necesitaba aire y saliacute a caminar-contesteacute con un dejo de justificacioacuten-o iquestY usted -pregunteacute mucho entusiasmo con desidia proacutexima al

Auacuten estaacutebamos a unos diez metros de distancia y no quise acercarme maacutes como un animal que husmea el peligro y vigila al intruso con recelo y nerviosismo Siemshypre mucho antes de conocer a Edwards he desconfiado de todo encuentro fortuito de toda conversacioacuten no buscada y por eso suelo evitar entablar conversaciones en

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aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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FiCUIrAD DE CIENCIAS HUMANAS 170

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

DESDE EL JARDIacuteN DE PREUD 173

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOlvffiIA 174

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

179

principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 3: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

atisbada a medianoche desde el puente superior de una nave oscuro de largo sin detenerse La suavidad con que avanzoacute era propia de un

auto de lujo o quizaacute conjetureacute era el carro mortuorio que se dirigiacutea a la cabantildea de Morgana a alistar el cuerpo exaacutenime de mi colega Reprocheacute el morboso pensamienshyto que comenzaba a seducirme e intenteacute alejarlo como quien en vano espanta una mosca agoacutenica que ha escogido el canto de la ventana donde moriraacute Las estelas dejashydas por la ballena sobre el pavimento comenzaron a cubrirse de escarcha yme deleishyteacute con una intencionada paciencia al ver borrarse el rastro del vehiculo que pareciacutea existir esa noche en la Universidad de Castalia

Regreseacute a la mesa de trabajo que ocupa gran parte de la habitacioacuten y que parece flotar como una balsa de naacuteufragos en el tormentoso mar de perioacutedicos revistas y lishybros apilados en columnas sostenieacutendose las unas a las otras en derredor de la mesa dejando aquiacute y allaacute los espacios apenas suficientes para desplazarme de la entrada hasta la mesa de la mesa a la estufa de la estufa a un sofaacute que maacutes parece una poltroshyna y de la mesa a la cama como tortuosos caminos abiertos despueacutes de una tormenta de nieve que me obligan a seguir siempre las mismas rutas para moverme dentro del departamento obligaacutendome a hacer desplazamientos inuacutetiles como ir del sofaacute a la estufa yde alliacute a la mesa por cuanto el paso entre sofaacute y mesa estaacute vedado por demashysiadas pilas que ruslan un lugar del otro La mesa de pultada bajo papeles libros recortes de revistas divorciadas de sus discos negros que se amontonan uno enCIma del otro para pipa el ordenador el teclado la pantalla la impresora un macizo teleacutefono disco que es objeto de coleccioacuten y a la vez aparato funcional tazas sucias con resishyduos de cafeacute dos botellas de armagnac una vaciacutea y otra apenas iniciada y coronando un montiacuteculo de revistas ypapeles como un pequentildeo monumento a la agreste toposhygrafiacutea que cubre la mesa un copa a medio beber El amontonamiento es la forma de afianzar mis dudas y sus vados pues desde hace antildeos renuncieacute a la tentacioacuten de desshyhacerme de cualquier documento que de alguna manera pueda servirme en mis escritos

luz en la habitacioacuten proveniacutea de la pantalla de la computadora yde una lampashyrilla de mesa que arroja su haz sobre un aacuterea demasiado pequentildea Echeacute una mirada sobre las hojas dispersas que conforman el texto sobre el oficio ensentildear a escribir Volviacute a leer desde el principio y una vez maacutes como lo he hecho desde que escribiacute el primer paacuterrafo comenceacute a editar corregir tachar y garrapatear notas hasta que la hoja pareciacutea maacutes el producto de un salvaje ataque de un corrector de pruebas que el

Alejandro Pushkin

REV1STA DE PSlCOANAuSIS No 1 166

manuscrito final con el que siempre quiero contar Dejeacute caer las hojas sobre la mesa me acerqueacute a la estufa de hierro que calienta la habitacioacuten y revolviacute el par de carbones que auacuten despediacutean una lumbre casi melancoacutelica Me hinqueacute para abrir la puertecilla y sopleacute las cenizas hasta que las brasas avivaron de nuevo su fuego Satisfecho ajusteacute de nuevo la puerta soacutelo para comprobar al incorporarme que estaba alli la idea de la muerte de Morgana la casi certeza del hecho pero sin los detalles especiacuteficos para descifrar los circunstancias en que Morgana moriacutea No se trataba de dar fe a superstishyciones que yo soy el primero en desechar pero habiacutea un no se queacute que comenzaba a perturbarme y a invadir el espacio de mi mente como una pocioacuten de tinta negra que se derrama en un cristalino recipiente de agua Alguacuten oscuro designio se cerniacutea en este momento sobre Morgana de lo contrario no habriacutea razoacuten para que tan extrantildea idea comenzara a taladrar mi cabeza con tanta insistencia No podiacutea seguir trabajanshydo con esa incertidumbre y me enfundeacute la chaqueta de invierno no sin antes aprovishysionarme de la petaca de arlJJagnac que teniacutea iniciada

Saliacute de la habitacioacuten y bajeacute hasta el primer piso de las residencias para profesores hall de recibo estaba vaciacuteo Ajusteacute la puerta tras de miacute y entreacute a la noche sintiendo

que el arlJJagnac no habiacutea calentado lo suficiente mi cuerpo para asegurarme el eacutexito de la tarea de atravesar el campus hasta la cabantildea de Morgana Saqueacute la botella del UVINllV para apurar un trago y luego de verificar el contenido de lo que restaba emshyprendiacute la jornada Refugieacute las manos en los bolsillos forrados en piel hundiacute la barbishylla en el cuello y camineacute por medio del sendero peatonal que cruza entreverado el campus de Castalia a pesar de que dicha viacutea es mucho maacutes larga que seguir la calle asfaltada pero no ansiaba llegar demasiado pronto tal vez atemorizado de enconshytrarme con una escena que en el fondo ansiaba no fuera a existir Ademaacutes queriacutea aprovechar la caminata para reflexionar un poco

Trateacute de imaginar a Morgana en su cabantildea del bosque en los confines de la unishyversidad Estariacutea trabajando en la mesa encorvada sobre su computadora portaacutetil empentildeada en sacar adelante el trabajo sobre paralelismos entre las obras de Schiquestgtnberg y Einstein llevaba que yo recordara casi tres antildeos en la tarea y por lo menos faltaban otros dos antes de la sustentacioacuten Pareciacutea no tener demasiado apreshymio por concluirla y ademaacutes acababa de obtener una extensioacuten del plazo fijado por la Fundacioacuten que financiaba su doctorado asiacute que ella estaba maacutes interesada en amshy

que en terminarla Por eso mismo no me incomodaba llegar de improviso a su cabantildea De seguro si no fuera viacutectima de mis oscuros presagios se alegrariacutea de verme

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Hice un esfuerzo por recordar la uacuteltima vez nos habiacuteamos encontrado y reshymemoreacute despueacutes de unos segundos de vacilacioacuten que fue en la cafeteriacutea de la biblioshyteca de la facultad de ciencias donde dos meses atraacutes nos encontramos para hablar sobre mi proyecto de los vericuetos y acechos que tiene el ensentildear el oficio de escri-

Llevo cuatro antildeos dedicado a terminarlo y a pesar de que la facultad me ha destashycado dos asistentes para concluirlo noto que mi intereacutes por el tema se agota diacutea a diacutea En los uacuteltimos seis meses no he avanzado maacutes de tres paacuteginas en el manuscrito anteriormente logreacute crecer a cuatrocientas de las seiscientas paacuteginas proyectadas y peor auacuten temo que para el nuevo antildeo la produccioacuten bordearaacute el estancamiento total

Saliacute en busca de Morgana por un suacutebito impulso esa extrantildea corazonada que me hizo temer por la vida de mi amiga mi confidente de tantas noches Morgana siemshypre ha sido una amiga elusiva distante como un faro en la noche pero a la vez cercashyna como el propio aliento que se condensa al frente nuestro Morgana es a veces un poco criacuteptica hermeacutetica diacuteriacutea mi amigo el padre Mathias Hermann que es ducho en menesteres alquiacutemicos pero a la vez con frecuencia su claridad raya en 10 cristalino y sus indagaciones me hacen volver sobre los temas que creo haber resuelto hace tiempo como la vez que lanzoacute una pregunta tan inocente como venenosa a la vez Estaacutebamos conversando y al reparar en un cartapacio de libros sobre el oficio de la escritura que teniacutea a mi lado bajoacute la mirada como quien desciende a grandes brincos por una ladera empapada y sus ojos fueron a descansar finalmente sobre los tiacutetulos de los libros que teniacutea sobre la mesa

-iquestA quieacuten engantildeas con tu oficio

La prebyunta me siguioacute resonando durante muchas semanas sin que hubiera poshydido determinar exactamente el propoacutesito de la misma

vez por eso necesitaba un respiro para conversar Morgana al menos progreshysaba sin afaacuten pero sin pausa como ella misma afirmaba y su intereacutes creciacutea en vez de decaer En el bolsillo interior de la chaqueta sentiacute que algo tropezaba contra mi grueshysa camisa de lentildeador y la abriacute un poco para examinar el bulto Del bolsillo saqueacute un casete con la Ofrenda Musical de Bach que antildeos atraacutes me habiacutea regalado la misma Morgana y que nunca (en ese momento sentiacute un rubor en las mejillas) habiacutea escucha-

Lo habiacutea olvidado desde entonces en el interior de la chaqueta Dudeacute si contarle ese detalle ahora que la viera pero decidiacute maacutes bien aducir que queriacutea escucharlo en su compantildeiacutea y de sebyuro ella se alegrariacutea de mi intereacutes Lo regreseacute al bolsillo y abotoneacute la chaqueta para mantener el calor en el cuerpo y seguiacute el camino Pronto cruzada la capilla de Santa Uacutersula que estaacute a un costado de la biblioteca central faltaba auacuten

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 168

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Alelandro PIJhkin

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

bordear el campo de fuacutetbol atravesar la plaza de los estudiantes y luego adentrarme por el sendero que tras el bosque de eucaliptos conduce en los liacutemites del campus a las cabantildeas de los directivos de la universidad La vivienda de Morgana es la uacuteltima de un grupo de siete paso que iba estariacutea alliacute en cuarenta minutos comenshyzoacute a calarse por entre mis pantalones y penseacute que habriacutea sido mejor echarme encima la gabardina pero ya era tarde para arrepentirme Si apuraba el paso y alejaba mis pensamientos del friacuteo llegariacutea antes de lo previsto Recordeacute que en el otro bolsillo

la botella armagnac que podriacutea terminar en compantildeiacutea de Morgana yeso me dio aacutenimo para continuar Busqueacute el firmamento y encontreacute una hermosa medianoshyche de estrellas iluminando el camino La Viacutea Laacutectea agarraba por la cola a Escorshypioacuten y al lado Virgo se perdiacutea detraacutes del bosque en el horizonte iluminado del

universitario Continueacute caminando observando el espectaacuteculo de las estreshyllas detallando las formaciones de las constelaciones y admirando la imaginacioacuten los antiguos para encontrar ese armoacutenico y ordenado universo que desfila sobre el filo de la ecliacuteptica cuando sentiacute de repente la extrantildea sensacioacuten de alguien cercano A medida que me acercaba al parque pude descifrar que era un hombre cuya figura apenas sobresaliacutea de la banca donde estaba sentado embutido en un abrigo y con un sombrero de fieltro calado hasta las orejas estirando sus largas piernas al frente abshysorto examinando sus botas y ajeno al parecer al paisaje helado que lo rodeaba Soacutelo

su mirada cuando mis pisadas sobre la hojarasca eran demasiado evidentes para ignorarlas y entonces giroacute su cabeza como muntildeeco de ventriacutelocuo y su boca se descolgoacute en un gesto de asombro Se trataba de Henry Edwards el decano de la fashy

de ciencias exactas En ese instante me golpeoacute la certeza de que el vehiacuteculo habiacutea cruzado por enfrente de mi ventana era el de Edwards No tardeacute en comshy

probar con el rabillo del ojo que la ballena estaba estacionada en un costado del parshyque como encallada en la playa

-Scipino -dijo y arqueoacute las cejas sin ocultar la sorpresa volviacute a registrar su imashyde muntildeeco de palo-o iquestQueacute hace rondando la Universidad -una bocanada de

aliento salioacute proyectada como un geacuteiser en la helada noche

-Necesitaba aire y saliacute a caminar-contesteacute con un dejo de justificacioacuten-o iquestY usted -pregunteacute mucho entusiasmo con desidia proacutexima al

Auacuten estaacutebamos a unos diez metros de distancia y no quise acercarme maacutes como un animal que husmea el peligro y vigila al intruso con recelo y nerviosismo Siemshypre mucho antes de conocer a Edwards he desconfiado de todo encuentro fortuito de toda conversacioacuten no buscada y por eso suelo evitar entablar conversaciones en

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aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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FiCUIrAD DE CIENCIAS HUMANAS 170

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

DESDE EL JARDIacuteN DE PREUD 173

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOlvffiIA 174

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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August Strindbc1)

Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 4: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

manuscrito final con el que siempre quiero contar Dejeacute caer las hojas sobre la mesa me acerqueacute a la estufa de hierro que calienta la habitacioacuten y revolviacute el par de carbones que auacuten despediacutean una lumbre casi melancoacutelica Me hinqueacute para abrir la puertecilla y sopleacute las cenizas hasta que las brasas avivaron de nuevo su fuego Satisfecho ajusteacute de nuevo la puerta soacutelo para comprobar al incorporarme que estaba alli la idea de la muerte de Morgana la casi certeza del hecho pero sin los detalles especiacuteficos para descifrar los circunstancias en que Morgana moriacutea No se trataba de dar fe a superstishyciones que yo soy el primero en desechar pero habiacutea un no se queacute que comenzaba a perturbarme y a invadir el espacio de mi mente como una pocioacuten de tinta negra que se derrama en un cristalino recipiente de agua Alguacuten oscuro designio se cerniacutea en este momento sobre Morgana de lo contrario no habriacutea razoacuten para que tan extrantildea idea comenzara a taladrar mi cabeza con tanta insistencia No podiacutea seguir trabajanshydo con esa incertidumbre y me enfundeacute la chaqueta de invierno no sin antes aprovishysionarme de la petaca de arlJJagnac que teniacutea iniciada

Saliacute de la habitacioacuten y bajeacute hasta el primer piso de las residencias para profesores hall de recibo estaba vaciacuteo Ajusteacute la puerta tras de miacute y entreacute a la noche sintiendo

que el arlJJagnac no habiacutea calentado lo suficiente mi cuerpo para asegurarme el eacutexito de la tarea de atravesar el campus hasta la cabantildea de Morgana Saqueacute la botella del UVINllV para apurar un trago y luego de verificar el contenido de lo que restaba emshyprendiacute la jornada Refugieacute las manos en los bolsillos forrados en piel hundiacute la barbishylla en el cuello y camineacute por medio del sendero peatonal que cruza entreverado el campus de Castalia a pesar de que dicha viacutea es mucho maacutes larga que seguir la calle asfaltada pero no ansiaba llegar demasiado pronto tal vez atemorizado de enconshytrarme con una escena que en el fondo ansiaba no fuera a existir Ademaacutes queriacutea aprovechar la caminata para reflexionar un poco

Trateacute de imaginar a Morgana en su cabantildea del bosque en los confines de la unishyversidad Estariacutea trabajando en la mesa encorvada sobre su computadora portaacutetil empentildeada en sacar adelante el trabajo sobre paralelismos entre las obras de Schiquestgtnberg y Einstein llevaba que yo recordara casi tres antildeos en la tarea y por lo menos faltaban otros dos antes de la sustentacioacuten Pareciacutea no tener demasiado apreshymio por concluirla y ademaacutes acababa de obtener una extensioacuten del plazo fijado por la Fundacioacuten que financiaba su doctorado asiacute que ella estaba maacutes interesada en amshy

que en terminarla Por eso mismo no me incomodaba llegar de improviso a su cabantildea De seguro si no fuera viacutectima de mis oscuros presagios se alegrariacutea de verme

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Hice un esfuerzo por recordar la uacuteltima vez nos habiacuteamos encontrado y reshymemoreacute despueacutes de unos segundos de vacilacioacuten que fue en la cafeteriacutea de la biblioshyteca de la facultad de ciencias donde dos meses atraacutes nos encontramos para hablar sobre mi proyecto de los vericuetos y acechos que tiene el ensentildear el oficio de escri-

Llevo cuatro antildeos dedicado a terminarlo y a pesar de que la facultad me ha destashycado dos asistentes para concluirlo noto que mi intereacutes por el tema se agota diacutea a diacutea En los uacuteltimos seis meses no he avanzado maacutes de tres paacuteginas en el manuscrito anteriormente logreacute crecer a cuatrocientas de las seiscientas paacuteginas proyectadas y peor auacuten temo que para el nuevo antildeo la produccioacuten bordearaacute el estancamiento total

Saliacute en busca de Morgana por un suacutebito impulso esa extrantildea corazonada que me hizo temer por la vida de mi amiga mi confidente de tantas noches Morgana siemshypre ha sido una amiga elusiva distante como un faro en la noche pero a la vez cercashyna como el propio aliento que se condensa al frente nuestro Morgana es a veces un poco criacuteptica hermeacutetica diacuteriacutea mi amigo el padre Mathias Hermann que es ducho en menesteres alquiacutemicos pero a la vez con frecuencia su claridad raya en 10 cristalino y sus indagaciones me hacen volver sobre los temas que creo haber resuelto hace tiempo como la vez que lanzoacute una pregunta tan inocente como venenosa a la vez Estaacutebamos conversando y al reparar en un cartapacio de libros sobre el oficio de la escritura que teniacutea a mi lado bajoacute la mirada como quien desciende a grandes brincos por una ladera empapada y sus ojos fueron a descansar finalmente sobre los tiacutetulos de los libros que teniacutea sobre la mesa

-iquestA quieacuten engantildeas con tu oficio

La prebyunta me siguioacute resonando durante muchas semanas sin que hubiera poshydido determinar exactamente el propoacutesito de la misma

vez por eso necesitaba un respiro para conversar Morgana al menos progreshysaba sin afaacuten pero sin pausa como ella misma afirmaba y su intereacutes creciacutea en vez de decaer En el bolsillo interior de la chaqueta sentiacute que algo tropezaba contra mi grueshysa camisa de lentildeador y la abriacute un poco para examinar el bulto Del bolsillo saqueacute un casete con la Ofrenda Musical de Bach que antildeos atraacutes me habiacutea regalado la misma Morgana y que nunca (en ese momento sentiacute un rubor en las mejillas) habiacutea escucha-

Lo habiacutea olvidado desde entonces en el interior de la chaqueta Dudeacute si contarle ese detalle ahora que la viera pero decidiacute maacutes bien aducir que queriacutea escucharlo en su compantildeiacutea y de sebyuro ella se alegrariacutea de mi intereacutes Lo regreseacute al bolsillo y abotoneacute la chaqueta para mantener el calor en el cuerpo y seguiacute el camino Pronto cruzada la capilla de Santa Uacutersula que estaacute a un costado de la biblioteca central faltaba auacuten

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Alelandro PIJhkin

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

bordear el campo de fuacutetbol atravesar la plaza de los estudiantes y luego adentrarme por el sendero que tras el bosque de eucaliptos conduce en los liacutemites del campus a las cabantildeas de los directivos de la universidad La vivienda de Morgana es la uacuteltima de un grupo de siete paso que iba estariacutea alliacute en cuarenta minutos comenshyzoacute a calarse por entre mis pantalones y penseacute que habriacutea sido mejor echarme encima la gabardina pero ya era tarde para arrepentirme Si apuraba el paso y alejaba mis pensamientos del friacuteo llegariacutea antes de lo previsto Recordeacute que en el otro bolsillo

la botella armagnac que podriacutea terminar en compantildeiacutea de Morgana yeso me dio aacutenimo para continuar Busqueacute el firmamento y encontreacute una hermosa medianoshyche de estrellas iluminando el camino La Viacutea Laacutectea agarraba por la cola a Escorshypioacuten y al lado Virgo se perdiacutea detraacutes del bosque en el horizonte iluminado del

universitario Continueacute caminando observando el espectaacuteculo de las estreshyllas detallando las formaciones de las constelaciones y admirando la imaginacioacuten los antiguos para encontrar ese armoacutenico y ordenado universo que desfila sobre el filo de la ecliacuteptica cuando sentiacute de repente la extrantildea sensacioacuten de alguien cercano A medida que me acercaba al parque pude descifrar que era un hombre cuya figura apenas sobresaliacutea de la banca donde estaba sentado embutido en un abrigo y con un sombrero de fieltro calado hasta las orejas estirando sus largas piernas al frente abshysorto examinando sus botas y ajeno al parecer al paisaje helado que lo rodeaba Soacutelo

su mirada cuando mis pisadas sobre la hojarasca eran demasiado evidentes para ignorarlas y entonces giroacute su cabeza como muntildeeco de ventriacutelocuo y su boca se descolgoacute en un gesto de asombro Se trataba de Henry Edwards el decano de la fashy

de ciencias exactas En ese instante me golpeoacute la certeza de que el vehiacuteculo habiacutea cruzado por enfrente de mi ventana era el de Edwards No tardeacute en comshy

probar con el rabillo del ojo que la ballena estaba estacionada en un costado del parshyque como encallada en la playa

-Scipino -dijo y arqueoacute las cejas sin ocultar la sorpresa volviacute a registrar su imashyde muntildeeco de palo-o iquestQueacute hace rondando la Universidad -una bocanada de

aliento salioacute proyectada como un geacuteiser en la helada noche

-Necesitaba aire y saliacute a caminar-contesteacute con un dejo de justificacioacuten-o iquestY usted -pregunteacute mucho entusiasmo con desidia proacutexima al

Auacuten estaacutebamos a unos diez metros de distancia y no quise acercarme maacutes como un animal que husmea el peligro y vigila al intruso con recelo y nerviosismo Siemshypre mucho antes de conocer a Edwards he desconfiado de todo encuentro fortuito de toda conversacioacuten no buscada y por eso suelo evitar entablar conversaciones en

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aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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FiCUIrAD DE CIENCIAS HUMANAS 170

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

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o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOlvffiIA 174

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 5: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

Hice un esfuerzo por recordar la uacuteltima vez nos habiacuteamos encontrado y reshymemoreacute despueacutes de unos segundos de vacilacioacuten que fue en la cafeteriacutea de la biblioshyteca de la facultad de ciencias donde dos meses atraacutes nos encontramos para hablar sobre mi proyecto de los vericuetos y acechos que tiene el ensentildear el oficio de escri-

Llevo cuatro antildeos dedicado a terminarlo y a pesar de que la facultad me ha destashycado dos asistentes para concluirlo noto que mi intereacutes por el tema se agota diacutea a diacutea En los uacuteltimos seis meses no he avanzado maacutes de tres paacuteginas en el manuscrito anteriormente logreacute crecer a cuatrocientas de las seiscientas paacuteginas proyectadas y peor auacuten temo que para el nuevo antildeo la produccioacuten bordearaacute el estancamiento total

Saliacute en busca de Morgana por un suacutebito impulso esa extrantildea corazonada que me hizo temer por la vida de mi amiga mi confidente de tantas noches Morgana siemshypre ha sido una amiga elusiva distante como un faro en la noche pero a la vez cercashyna como el propio aliento que se condensa al frente nuestro Morgana es a veces un poco criacuteptica hermeacutetica diacuteriacutea mi amigo el padre Mathias Hermann que es ducho en menesteres alquiacutemicos pero a la vez con frecuencia su claridad raya en 10 cristalino y sus indagaciones me hacen volver sobre los temas que creo haber resuelto hace tiempo como la vez que lanzoacute una pregunta tan inocente como venenosa a la vez Estaacutebamos conversando y al reparar en un cartapacio de libros sobre el oficio de la escritura que teniacutea a mi lado bajoacute la mirada como quien desciende a grandes brincos por una ladera empapada y sus ojos fueron a descansar finalmente sobre los tiacutetulos de los libros que teniacutea sobre la mesa

-iquestA quieacuten engantildeas con tu oficio

La prebyunta me siguioacute resonando durante muchas semanas sin que hubiera poshydido determinar exactamente el propoacutesito de la misma

vez por eso necesitaba un respiro para conversar Morgana al menos progreshysaba sin afaacuten pero sin pausa como ella misma afirmaba y su intereacutes creciacutea en vez de decaer En el bolsillo interior de la chaqueta sentiacute que algo tropezaba contra mi grueshysa camisa de lentildeador y la abriacute un poco para examinar el bulto Del bolsillo saqueacute un casete con la Ofrenda Musical de Bach que antildeos atraacutes me habiacutea regalado la misma Morgana y que nunca (en ese momento sentiacute un rubor en las mejillas) habiacutea escucha-

Lo habiacutea olvidado desde entonces en el interior de la chaqueta Dudeacute si contarle ese detalle ahora que la viera pero decidiacute maacutes bien aducir que queriacutea escucharlo en su compantildeiacutea y de sebyuro ella se alegrariacutea de mi intereacutes Lo regreseacute al bolsillo y abotoneacute la chaqueta para mantener el calor en el cuerpo y seguiacute el camino Pronto cruzada la capilla de Santa Uacutersula que estaacute a un costado de la biblioteca central faltaba auacuten

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Alelandro PIJhkin

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bordear el campo de fuacutetbol atravesar la plaza de los estudiantes y luego adentrarme por el sendero que tras el bosque de eucaliptos conduce en los liacutemites del campus a las cabantildeas de los directivos de la universidad La vivienda de Morgana es la uacuteltima de un grupo de siete paso que iba estariacutea alliacute en cuarenta minutos comenshyzoacute a calarse por entre mis pantalones y penseacute que habriacutea sido mejor echarme encima la gabardina pero ya era tarde para arrepentirme Si apuraba el paso y alejaba mis pensamientos del friacuteo llegariacutea antes de lo previsto Recordeacute que en el otro bolsillo

la botella armagnac que podriacutea terminar en compantildeiacutea de Morgana yeso me dio aacutenimo para continuar Busqueacute el firmamento y encontreacute una hermosa medianoshyche de estrellas iluminando el camino La Viacutea Laacutectea agarraba por la cola a Escorshypioacuten y al lado Virgo se perdiacutea detraacutes del bosque en el horizonte iluminado del

universitario Continueacute caminando observando el espectaacuteculo de las estreshyllas detallando las formaciones de las constelaciones y admirando la imaginacioacuten los antiguos para encontrar ese armoacutenico y ordenado universo que desfila sobre el filo de la ecliacuteptica cuando sentiacute de repente la extrantildea sensacioacuten de alguien cercano A medida que me acercaba al parque pude descifrar que era un hombre cuya figura apenas sobresaliacutea de la banca donde estaba sentado embutido en un abrigo y con un sombrero de fieltro calado hasta las orejas estirando sus largas piernas al frente abshysorto examinando sus botas y ajeno al parecer al paisaje helado que lo rodeaba Soacutelo

su mirada cuando mis pisadas sobre la hojarasca eran demasiado evidentes para ignorarlas y entonces giroacute su cabeza como muntildeeco de ventriacutelocuo y su boca se descolgoacute en un gesto de asombro Se trataba de Henry Edwards el decano de la fashy

de ciencias exactas En ese instante me golpeoacute la certeza de que el vehiacuteculo habiacutea cruzado por enfrente de mi ventana era el de Edwards No tardeacute en comshy

probar con el rabillo del ojo que la ballena estaba estacionada en un costado del parshyque como encallada en la playa

-Scipino -dijo y arqueoacute las cejas sin ocultar la sorpresa volviacute a registrar su imashyde muntildeeco de palo-o iquestQueacute hace rondando la Universidad -una bocanada de

aliento salioacute proyectada como un geacuteiser en la helada noche

-Necesitaba aire y saliacute a caminar-contesteacute con un dejo de justificacioacuten-o iquestY usted -pregunteacute mucho entusiasmo con desidia proacutexima al

Auacuten estaacutebamos a unos diez metros de distancia y no quise acercarme maacutes como un animal que husmea el peligro y vigila al intruso con recelo y nerviosismo Siemshypre mucho antes de conocer a Edwards he desconfiado de todo encuentro fortuito de toda conversacioacuten no buscada y por eso suelo evitar entablar conversaciones en

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aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

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insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

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o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

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DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 6: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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Alelandro PIJhkin

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

bordear el campo de fuacutetbol atravesar la plaza de los estudiantes y luego adentrarme por el sendero que tras el bosque de eucaliptos conduce en los liacutemites del campus a las cabantildeas de los directivos de la universidad La vivienda de Morgana es la uacuteltima de un grupo de siete paso que iba estariacutea alliacute en cuarenta minutos comenshyzoacute a calarse por entre mis pantalones y penseacute que habriacutea sido mejor echarme encima la gabardina pero ya era tarde para arrepentirme Si apuraba el paso y alejaba mis pensamientos del friacuteo llegariacutea antes de lo previsto Recordeacute que en el otro bolsillo

la botella armagnac que podriacutea terminar en compantildeiacutea de Morgana yeso me dio aacutenimo para continuar Busqueacute el firmamento y encontreacute una hermosa medianoshyche de estrellas iluminando el camino La Viacutea Laacutectea agarraba por la cola a Escorshypioacuten y al lado Virgo se perdiacutea detraacutes del bosque en el horizonte iluminado del

universitario Continueacute caminando observando el espectaacuteculo de las estreshyllas detallando las formaciones de las constelaciones y admirando la imaginacioacuten los antiguos para encontrar ese armoacutenico y ordenado universo que desfila sobre el filo de la ecliacuteptica cuando sentiacute de repente la extrantildea sensacioacuten de alguien cercano A medida que me acercaba al parque pude descifrar que era un hombre cuya figura apenas sobresaliacutea de la banca donde estaba sentado embutido en un abrigo y con un sombrero de fieltro calado hasta las orejas estirando sus largas piernas al frente abshysorto examinando sus botas y ajeno al parecer al paisaje helado que lo rodeaba Soacutelo

su mirada cuando mis pisadas sobre la hojarasca eran demasiado evidentes para ignorarlas y entonces giroacute su cabeza como muntildeeco de ventriacutelocuo y su boca se descolgoacute en un gesto de asombro Se trataba de Henry Edwards el decano de la fashy

de ciencias exactas En ese instante me golpeoacute la certeza de que el vehiacuteculo habiacutea cruzado por enfrente de mi ventana era el de Edwards No tardeacute en comshy

probar con el rabillo del ojo que la ballena estaba estacionada en un costado del parshyque como encallada en la playa

-Scipino -dijo y arqueoacute las cejas sin ocultar la sorpresa volviacute a registrar su imashyde muntildeeco de palo-o iquestQueacute hace rondando la Universidad -una bocanada de

aliento salioacute proyectada como un geacuteiser en la helada noche

-Necesitaba aire y saliacute a caminar-contesteacute con un dejo de justificacioacuten-o iquestY usted -pregunteacute mucho entusiasmo con desidia proacutexima al

Auacuten estaacutebamos a unos diez metros de distancia y no quise acercarme maacutes como un animal que husmea el peligro y vigila al intruso con recelo y nerviosismo Siemshypre mucho antes de conocer a Edwards he desconfiado de todo encuentro fortuito de toda conversacioacuten no buscada y por eso suelo evitar entablar conversaciones en

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aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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FiCUIrAD DE CIENCIAS HUMANAS 170

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

DESDE EL JARDIacuteN DE PREUD 173

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 7: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

aviones trenes o consultorios meacutedicos con extrantildeos y para Edwards soy casi un exshytrantildeo salvo por el hecho de que lo he visto un par de veces en las reuniones de conshysejo directivo o en los pasiacutellos de edificio administrativo de Castalia No recuerdo haber sostenido maacutes de dos frases con eacutel y tengo dificultad para saber en queacute categoshyriacutea de sus conocidos me habiacutea incluido Ahora Edwards era un obstaacuteculo maacutes para llegar hasta Morgana queriacutea cualquier cosa menos detenerme a conversar mucho menos a esa hora en ese lugar y a esa temperatura Este hombre debiacutea estar cercano a la locura salir a meditar en una banca del parque en una noche asIacute Sin embargo sentiacute cierta envidia como de deportista derrotado de pensar que a Edwards se le ocurriera semejante idea pues a mi mismo me habriacutea gustado hacerlo de no haber tenido una misioacuten tan exacta como la que teniacutea en ese momento de ir en busca de Morgana de su tibio cuerpo (o su fria piel -un fulminante rayo de pesimismo se inshytercaloacute en mi pensamiento-) y salir una vez de las dudas sobre e inexplicable presentimiento que me acosaba Edwards varioacute su expresioacuten y adoptoacute la de un joven que confiesa un pecado venial a su padre

-Iba de regreso a casa pero alliacute es imposible concentrarme-dijo- Me detuve aquiacute buscando un momento de reflexioacuten La claridad de la noche despeja todo sentishymiento Venga conversemos un rato

-Llegoacute en auto Es menos fatigoso asiacute --dije -Soy flojo para caminar Prefiero meditar aquiacute la temperatura ha bajado tanto

que e pensamiento se hace fluido cristalino -Puede congelarse O de seguro se premia con una neumonia --U-

-iquestSabe que lo hago con frecuencia -iquestPremiarse- mi boca ensentildeoacute los dientes como una hiena-o Tiene pulmoshy

nes de acero entonces decir me premio con estos momentos de reflexioacuten increiacuteble lo que

facilita e proceso mental Deberiacutea intentarlo iquestsabe Es saludable Para su intelecshyto al menos Recuerdo que una vez hace unos antildeos para ser exactos paseacute una noshyche de enero en esta misma banca Tenia por resolver algunas preguntas dialeacutecticas en mi trabajo y llevaba semanas daacutendoles vuelta en mi cabeza sin lograr entender ni descifrar nada Esa noche se aclaroacute todo como un lente que de pronto es enfocado por el fotoacutegrafo y todo el paisaje entra en perfecta perspectiva La banca es dura pero eso es beneficioso porque no permite que uno se duerma seriacutea fatal La dureza de los maderos lo obliga a uno a mantenerse alerta a mover los muacutesculos de la espalda cada tantos segundos de manera casi imperceptible para evitar un

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FiCUIrAD DE CIENCIAS HUMANAS 170

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

DESDE EL JARDIacuteN DE PREUD 173

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOlvffiIA 174

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

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REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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August Strindbc1)

Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 8: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

lumbago un entumecimiento y asiacute de pronto los pensamientos van organizaacutendose de manera perfecta como partiacuteculas metaacutelicas rozadas por un

-iquesty no se enfermoacute

-Siacute claro Pero resolviacute las dudas epistemoloacutegicas

-y iquestno lograriacutea los mismos resultados en e interior de su casa a veinte maacutes de temperatura

seacute Dudo de los resultados

cierto es que a usted le

-Naturalmente Ahora mismo por ejemplo estaba en medio otro problema cuando escucheacute sus pasos

-Entonces he roto e hechizo

-No Bueno siacute pero no importa

-iquestYa habiacutea encontrado la solucioacuten

-Al contrario apenas habiacutea llegado y comenzaba a vaciar mi mente de la basura de diacutea Paseacute en el auto vi la banca y recordeacute que eacuteste es el sitio de meditacioacuten que mejores resultados da Al menos a miacute me funciona

-iquestPasoacute hace diez minutos frente a las residencias de profesores

-iquestPor queacute Siacute claro Vengo de pueblo de un agasajo que me hizo la confraternidad

Yo inmoacutevil auacuten dudando de avanzar o retroceder Gireacute e cuerpo leveshymente dando el perfil a Edwards miraacutendolo de soslayo como preparando la huida ante el menor gesto de agresioacuten pero Edwards miraba con la tranquilidad de un cura confesor su expresioacuten pareciacutea desprovista de toda emocioacuten salvo por e hecho de que una ceja se arqueaba un poco maacutes de lo normal lo suficiente como para darle un gesto de permanente incredulidad ante la

-Que le rinda Edwards --dije y continueacute mi camino

-Saludos a Morgana Scipino

Detuve en seco mi marcha Regreseacute y 10 encareacute aguardando que me explicara su comentario pero no dijo maacutes Edwards esperoacute a que yo respondiera penas logreacute ocultar turbacioacuten y continueacute indagaacutendolo con mi cel1o Finalmente Edwards se acomodoacute entre la funda negra de su abrigo

-Supongo que a esta hora soacutelo puede dirigirse a donde Morgana Esta mantildeana la vi y me invitoacute a pasar esta noche por una copa de vino Pero me rehuseacute Aquiacute estoy mejor

DESDE DEFREUD 171

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

DESDE EL JARDIacuteN DE PREUD 173

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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-iquestlt-~

Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 9: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

insolencia de Edwards comenzaba a molestarme en especial por ufanarse de su familiaridad con Morgana Yo del fastidio que tiene ella por Edwards

-Le direacute que usted en noches sale a contar constelaciones en la boacuteveda celeste

No me despediacute y torneacute a mi destino pero habiacutea algo que me incomodaba de la presencia de Edwards en ese lugar y despueacutes de caminar unos pasos gireacute y regreseacute hasta donde eacutel y me senteacute en la banca obligaacutendolo a que se moviera un poco para evitar sentarme encima del faldoacuten de su abrigo

iquestqueacute sabe usted de Morgana Edwards me miroacute con ojos desorbitados -iquestPor queacute pregunta Yo estaba arrepentido de mi fragilidad -No se haga el listo Morgana es un mito viviente en la Universidad Todo el

mundo habla de ella y sin embargo la Universidad llegoacute hace diez antildeos Traiacutea un doctorado y estaba llena de ilushy

siones para seguir investigando Luego se sumergioacute en la corriente -iquestCoacutemo -Usted sabe En la que vamos todos Una dos investigaciones cada tanto lueshy

go un antildeo en un monoacutetono trabajo administrativo el antildeo sabaacutetico en fin Morgana no era asiacute

-iquestQuiere decir que ahora lo es vez Alillque uacuteltimamente la he de nuevo muy entregada a su trabajo

Ha progresado cantidades Me sorprendi 10 familiarizado que pareciacutea Edwards con el oficio de Morgana

iquestQueacute tanto podiacutean haber compartido los dos Morgana en eso era muy reservada y no pareciacutea que Edwards propiamente su amigo ni mucho menos su mentor Me un poco las manos ancladas en los bolsillos de la

-Algo escucheacute -mentiacute En realidad queriacutea dejar hablar a Edwards pero eacuteste no pareciacutea dispuesto a

mucho -Para queacute voy a negarlo -contestoacute Edwards- Y sin embargo creo que Morshy

gana no conoce lo suficiente la obra de Sch6nberg Morgana escribe muy bien pero no puedo decir lo de su capacidad criacutetica para escuchar muacutesica

De nuevo me acomodeacute entre la y espereacute que Edwards tomara la iniciativa en el diaacutelogo Sentiacute contra el bolsillo interior el armagnac y estuve tentado a compartir

J72 REVISTA DE PSICOANALlSIS No J

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

DESDE EL JARDIacuteN DE PREUD 173

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOlvffiIA 174

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

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DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 10: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

Alejandro Pushkitl

un trago pero de inmediato me arrepentiacute No permitirla que los labios de Edwards tocaran la boca de la botella Y tampoco darla el a Edwards de rechazar mi ofrecimiento Recordeacute que antes de salir habiacutea echado en uno de los muacuteltiples bolshysillos de la guerrera mi pipa de invierno aquellas que con una tapa de plata soshybre la cazoleta para impedir que el viento apague el tabaco La saqueacute y comenceacute a tacarla muy suavemente con mano de nintildeo Encendiacute el fuego y chupeacute con avidez dos o tres veces para asegurar que las hebras de la picadura cavendish prendieran de manera uniforme El tabaco estaba reseco pero era mejor que nada y por menos haciacutea llegar un poco de calor a mi boca entumecida por el friacuteo Edwards arrugoacute la nariz tratando de impregnar su olfato con la esencia de vainilla que exshypediacutea la pipa

-A propoacutesito iquestcoacutemo va con el taller de escritura mirada de Edwards guioacute clavada en el iquestCree usted en la posibilidad de ensentildear a escribir iquestNo es vano el esfuerzo que hace con sus alumnos

iquestA queacute veniacutea la pregunta penseacute No tema ni idea que Edwards se interesase mi labor como escritor y mucho menos por mis actividades alrededor de la za de la escritura Y antes de que lograra articular una respuesta volvioacute a enfilar su

contra mi desprevenido cuerpo que auacuten no acababa de arrellanarse en la dura y

-iquestSe ha sentado alguna vez a pensar si su escritura es el fruto de un proceso rashycional acadeacutemico aprendizaje o es maacutes un acto espontaacuteneo libre si se quiere

En realidad eso poco importa penseacute El oficio de escribir es algo tan iacutentimo y personal que pocas veces a pesar de mi oficio me a reflexionar sobre eacutel un acto reflejo il-rual a pasarnos la mano por la barbilla cuando estamos en busca de la idea o palabra exacta o a mecer nuestros cabellos cuando la idea que tenemos de reshypente se desvanece

Saliacute del mutismo en que me habiacutea refugiado con mis pensamientos y contesteacute

ser tan automaacutetico como el torrente de agua que vierte la cashyde un lavamanos o tan deliberado y pausado como las arenas de los desiertos

que lentamente acomodan sus dunas Puede ser tan indescifrable como el de un pergamino etrusco o tan prosaico como la de una oracioacuten repetida de mashynera irreflexiva Puede ser lo uno o lo otro lo unoy lo otro para ser maacutes exacto escritura es una barra de jaboacuten huacutemeda en el piso de la ducha asiacute de iacutentima y asiacute de elusiva Ahora no queacute tan libre en mi caso es la escritura si obedece a designios y

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o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

181

quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 11: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

o si el azar interviene con sus caoacuteticas leyes para dictar si hoy escribo y mashyntildeana no o si escriacutebo por ejemplo este gllante es blanco o la mantildeana estaacute grisy lIuviofa

Edwards se habiacutea quedado examinando en silencio sus botas mientras yo elevashyba mis pensamientos y esperoacute a que yo fuera consciente de mi desvariacuteo

quieacuten burla cuando escriacutebe -preguntoacute con la certeza de que su afirmashyno causariacutea sorpresa en miacute

iexclDiablos penseacute la misma pregunta Morgana de semanas atraacutes iquestA queacute se deshybiacutea tanta coincidencia iquestQueacute oscura relacioacuten podiacutea entre Edwards y Morgana Mi respuesta fue lenta tanteando el camino

priacutemer lugar a miacute mismo y en segundo lugar a la muerte La escriacutetura es tan como la muerte una provocacioacuten Burlarse es hacer quedar en ridiacuteculo

de alguien es engantildeo antildeagaza burlarse es tender trampas y celadas es argushycia e ingenio De esta manera escribir es maacutes allaacute de un vicio solitario en las horas de la madrugada un juego con uno mismo donde yo protagonizo al cazador y al mismo tiempo viacutectima de mi propia celada Yo a Scipino con mis historias que brotan de las prestidigitadoras manos del encantador de serpientes al que juego ser

mismo trago el anzuelo que pongo frente a los ojos con las rusto riacuteas que eacutel quien juega a ser el Scipino escritor urde

-iquestY con esa misma candidez piensa engantildear al lector -Edwards no pudo deshyjar escapar una sonrisa al pensar que me pillaba t1agrante en mi argucia

El lector es maacutes listo El lector no es el nintildeo que se deja llevar por el que hace aparecer frente a sus ojos infantiles palomas de chisteras El lector

de ser sujeto pasivo de sus lecturas Desde mucho antes de la rebasada diferenshyIltUUll de lector macho y lector hembra que hada el lector se volvioacute un ser tan raacutepido como el mismo prestidigitador o maacutes cine lo volvioacute maacutes listo y luego por supuesto la televisioacuten y sus sucedaacuteneos los juegos de video y de computadora Desde acorazado Potemkin y El ciudadano Kane con las de imaacutegenes enshytrecortadas y yuxtapuestas el lector dejoacute de ser secuencial para convertirse en taacuteneo cambioacute la causalidad por lo sincroacutenico y lo concomitante Son frecuentes los

que tienden puentes entre el cine y la escritura pero no tantos que lo hashycen entre el seacuteptimo arte y la lectura El lector se ha vuelto maacutes agudo maacutes impacienshyte maacutes nervioso maacutes atento Al lector no que engantildearlo abandonaraacute la lectura si descubre la farsa AJlector en lugar de burlarlo hay que

-iquestCon la palabra

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOlvffiIA 174

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

---

la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 12: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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soacutelo con la palabra con la historia con la cadencia con la voz de la escrishytura con la melodiacutea del discurso narrativo lector hay que atraparlo hoy diacutea con la misma fuerza que las imaacutegenes del cine con el mismo estruendo del Doil] Pro-iogic en las nuevas que ahora denominan mttltiplex Pero la lectura siempre es lenciosa y por 10 tanto su canto de sirenas es mucho maacutes deacutebil que el cine La escrishytura y la lectura son fraacutegiles como el cisne Los libros auacuten vienen sin parlantes sin graves y agudos esa deficiencia tenemos que suplirla los que insistimos en trasegar por los obsoletos caminos de la literatura

-Escucho cierto tono de desolacioacuten en su comentario -dijo hurgando maacutes en mi intimidad- iquestNo seriacutea maacutes faacutecil entonces dejar de escribir abandonar mente cualquier intento de escritura no como derrota sino como actitud afirmativa ante la angustia

anterior comentario me obligoacute a guardar silencio durante un tiempo tan largo el silencio dejoacute de ser una incomodidad y se tornoacute lentamente en un caacutelido reshy

fugio como cuando se encuentra de manera inesperada una cafeteriacutea abierta a la da de un cine y se acude a ella en busca de un cafeacute humeante En realidad esa posibilidad esa seductora idea de dejar escribir es de las ideas cautishyvantes que se pueden presentar a los ojos del escritor Recuerdo las frases de Blanshy

que ya no en tono desolador sino de mesurada reflexioacuten alguna vez leiacute Y de verdad el oficio de escribir es para ser maacutes justos un oficio de lo opuesto La no-esshycritura llena infinitamente maacutes espacio que el oficio de escribir Otro engantildeo maacutes es el que nos imponemos a nosotros mismos cuando nos preguntan sobre estamos escribiendo en la actualidad en el sentido de la respuesta de cajoacuten Siempre estoy escribiendo o no estoy esctibiendo por cuanto por ahora me encargo de preparar mi proacuteximo proyecto a traveacutes de observaciones apuntes lecturas La no escritura no como actitud de protesta como podriacutea ser por ejemplo una huelga de hambre sino la no escritura como actitud de creacioacuten La creacioacuten no necesariamente debe ser visible tangible iquestDebemos ensayar -me pregunto a miacute mismo-- la creacioacuten

silencio la creacioacuten de la inaccioacuten Dice el libro maacutes sabio del mundo el Tao te Chil1g que aquel que maacutes que es quien maacutes dice y dicha afirmacioacuten valga el reshytrueacutecano es el origen remoto de las frases de Blanchot con el natural riesgo de persistir por esa liacutenea conduciriacutea pensariacutea uno a nada diferente que a la propia anishyquilacioacuten del escritor Sumirse en el mutismo podriacutea equivaler si no a la derrota al menos a un ascetismo autodestructivo

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 175

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

FACULT AD DE CIENCIAS HUMAJAS 176

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

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lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

179

principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 13: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

persistir en la un

el derecho de contar a su aquiescencia del lector

-Entonces iquestqueacute es confluencia de do

parte de alguien Por otra rarse de sucesos aneacutecdotas

rapsodas ntildea con los trovadores y cuentro entre alguien que quiere Para miacute la labor creativa en la escritura es quiero decir y lo que jamaacutes enunciareacute Una pregunta el umbral entre lo expliacutecito y lo Iacutentimo

Esta disyuntiva tiene anverso y el momento en me siento a escribir emprendo un es el pulso entre escritor y Es el combate para que desordena mi imaginacioacuten para subyugarlo y fluida y por supuesto esteacutetica Emprendo el diaacutelogo con las son mudas ellas aguardan silenciosas a que yo las use son del escritor que en uacuteltishymas no sabe si las idolatra u odia si se deja seducir por ellas o les tuerce el pescuezo

Maacutes allaacute de ese combate con las palabras hay una lucha maacutes profunda maacutes sanshygrienta -quizaacute maacutes silenciosa- es el duelo del escritor mismo Es el teshymor natural de desnudar 10 maacutes recoacutendito a traveacutes de sus temas situaciones y personajes la famosa sentencia Flaubert Nladame Bovary eest moi que no es otra cosa que el grito desolador que acompantildea al gesto de renunciar a la prenda uacuteltishyma que cubre las partes pudendas Como escritor vivo agobiado por la sombra del lector quisquilloso que desea leer maacutes de lo que yo quiero decir y sin embargo la verdad uacuteltima es que cada lector es autoacutecrata en su propia lectura Por ello a veces es preferible vivir en el desierto de lo nunca dicho

Pero por supuesto el primer lector que tengo soy el primer censor de mi obra De hecho se da un diaacutelv~v para usurpar otra

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

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lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

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DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

---

la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 14: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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Alejandro Pushkin Portada Prisionero del Cducaro

idea de Blanchot entre el autor y aquel que estaacute parado al pie nuestro aquel que nos pero a la vez nos destruye que nos seduce a escribir como una forma de eacutextashy

sis de arrebato sensorial pero con su presencia ominosa nos hace escribir cada vez menos nos cierra las posibilidades de la escritura nos va dejando con la erosioacuten futuro con la impresioacuten de que ya hemos dicho suficiente y Que en adelante seraacute imshyposible decir maacutes

Por otra parte la escritura me acerca a la muerte porque la muerte al igual que la lengua es ambigua Lo escrito escrito estaacute sin embargo la escritura no siempre es clara y no siempre dice lo que dice La muerte es el terreno de lo desconocido de lo que puede ser o no ser y por lo mismo escribir es morir publicar es ser sepultado ser leiacutedo es ser olvidado pero tambieacuten paradoacutejicamente ser criticado es resucitar y con ello se cierra la condena eterna ciacuteclica de vivir para escribir y morir para escribir

triste y bello de todo es que igual muero ahogado en el torrente de las palashybras que calcinado por el desierto de la esterilidad

Revelar mis escritos es desnudar mi cuerpo con sus cicatrices imperfecciones lunares arrugas poros y vellos Recorrer mis cuentos novelas y poemas es leer los surcos de mis manos es escarbar entre mi ralo cabello es olfatear los humores que albergan el doblez de mis brazos mis piernas mis ingles peor auacuten leerme es enquisshytarse en las circunvoluciones de mi cerebro Mi escritura es el texto de mi cuerpo lo que ha vivido y padecido de 10 que ha gozado y sufrido de lo vociferado y lo guarshydado de mis rubores y palideces

Pero de igual forma que la escritura me acerca a la muerte la muerte llega a traveacutes del placer del deseo Para mi escribir es paroxiacutestico nada maacutes bello maacutes intenso que el proceso creativo nada maacutes hermoso que el juego amoroso de la creacioacuten Estallar en palabras es lamer el eacutextasis es dejarse venir cuesta abajo revolcaacutendose en el arrebato hedorustico perdido en abrazos Asiacute esa caiacuteda no conduzca a otra parte que a la muerte misma

El rostro de Edwards se habia transformado con mi discurso Por un momento lo cercano casi iacutentimo

-Scipino hay muchos libros en el mercado En su opinioacuten iquestqueacute es lo que hace que un libro sea literatura

-El libro debe trascender como goce esteacutetico --dije-o Tiene que llegar allecshytor a traveacutes de sus sentidos Debe ser una experiencia hedonista Ademaacutes debe tener la capacidad de sacudirlo de atraparlo con su argumento Al final de la lectura el

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 177

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

---

la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 15: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

lector sentir el mismo deleite que ante el plato maacutes exoacutetico Todo 10 define el gusto dcllector

-Foucault habla de la responsabilidad social del escritor al argumentar que su papel debe ser el de transformar al1ector -dijo Edwards

-Si un libro deja algo en el1ector una escena una palabra un cierre dudas inshyquietudes profundas otras lecturas estaacute salvado como literatura Basta con que pacte a una sola persona Convenacioacuten en la catedral Vargas Llosa cuando terna quince antildeos me abrioacute los ojos y El mito de Jisifo de Camus sembroacute preguntas fundashymentales a mi existencia

-Perdoacuten por la intromisioacuten pero iquestllevoacute un diario -Siacute Durante mucho tiempo desde los dieciocho

iquestlo lleva ahora Hoy no lo llevo Pero maacutes que un diario fue un cuaderno de reflexiones

-iquestAlgo de esos cuadernos que recuperar -Siacute Esos cuadernos son una de inspiracioacuten para proyectos antildeos desshy

pueacutes Acabo de escribir un cuento Iacute~ste viene de una imagen capturada hace tres antildeos en un cuaderno de notas Hace unas semanas me senteacute y10 escribiacute de un

-iquestHay que considerar a la literatura de alguna manera o es simplemente goce esteacutetico

-Mi literatura ha sido considerada hermeacutetica minoritaria No me preocupa Soacutelo he sido consecuente con mi modo de pensar la literatura La entiendo como el placer del texto Yel placer es muy amplio Cuando escribo no pienso si mi literatura influiraacute a una o a diez mil personas La obra no tiene que llegar a todo el mundo Ese es un problema de marketing texto estaacute para el que desee sentarse a leerlo Soacutelo imshyporta que los libros esteacuten a disposicioacuten El lector Que cada uno se acerque de un modo ingenuo y que cada uno se forme su juicio

-iquestCuaacutel entonces es su responsabilidad como escritor -De honestiJad conmigo mismo de buacutesqueda permanente si no de la perfecshy

cioacuten siacute de la teacutecnica Creo que algo importante para nuacute es querer sentirme absolutashymente duentildeo la teacutecnica narrativa tan inasible que es preferible saber que nunca se la ha dominado para nunca dejar de perseguirla El lector permite cualshyquier licencia del escritor menos que se le faIte al respeto

-iquestRespeto -Siacute No debemos subestimar la capacidad de anaacutelisis de asombro e interpretashy

cioacuten del1ector Con frecuencia ya se lo dije es incluso maacutes listo que el autor

l1fark TUJain

REVISTA DE PSICOANALISIS No 1 178

DESDE EL DEiexclREUD

-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

UNIVERSIDAD NACIONAl DE COLOMBIA 180

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

---

la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 16: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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-He observado en sus libros unidad y narrativa Incluso de tono iquestCoacutemo lo hace

iexclAhora resulta que Edwards es lector de mi obra Pero nuestro diaacutelogo es tan fluido que evito hacer un juicio En lugar de ello continuacuteo

-El tono nunca se acaba de lograr Siempre hay una buacutesqueda del tono va Nunca ha habido ausencia de temas temas siempre hay pero si hay ausencias de tono Cuando me he sentido empantanado no ha sido por el tema en siacute sino por no

el tono justo tono se logra escuchando la voz interior del narrador cuando a uno mismo le suena a canto coral entonces ya no reversa Encontrar el tono equivale al 50 la El 30 es toda la estructura narrativa El 20 restante corresponde a la carpinteriacutea y los detalles Hay abundancia de historias La dificultad no son los temas Lo difiacutecil es lograr una cadencia un ritmo una melodiacutea en la prosa o en el verso hacer que el lector ensille y vaya por el camino lo difiacutecil Lo maacutes importante para miacute es narrar Siempre lo las novelas de caballeriacutea y los cantares de gesta lo que ha atrapado al lector es el deshyleite de la narracioacuten La descripcioacuten tampoco es soslayable El arte de describir es una teacutecnica que necesita el escritor Pero primero estaacute la narracioacuten

-Dejemos por fuera la euforia rnilenarista y de fin de siglo que parece querer iquestTendriacuteamos que esperar una propuesta narrativa

para

-Siacute Mi propuesta actual busca un mayor contacto y una mayor referencia a la situacioacuten del paiacutes En caso como ocurre con otros he sublimado consshyciente o inconscientemente la situacioacuten del paiacutes paiacutes en y por 10 que se estaacute escribiendo hoy Mempo Giardinelli lo dlJO l1ace un de antildeos cuando se declaroacute desierto el premio nacional de novela No estaba enconshytrando a Colombia en la literatura Muchos de los escritores de mi generacioacuten y tenemos un mea culpa

-iquestPor

-Hemos la realidad del paiacutes a la inconsciencia Creo que ha habido fiacutesishytambieacuten es cierto que todo es inmediato y no hemos

tendencia escapista El paiacutes estaacute en la peor de su historia L)s no reflexionado lo sufishycien te Creo que debemos tomar el paiacutes maacutes en un gran que es el realismo maacutegico y de las fantasiacuteas viajeras de Mutis estado escindidos de la realidad del paiacutes Tenemos que cuestionar nuestros

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principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Panl Verlaine

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 183

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 17: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

principios Hemos fallado en el sentido de poder traducir lo que estamos ViViendO en verdadera literatura Los intentos hechos se han ido por lo inmediatista por lo panshyfletario o testimonial El autor que logre transformar en un testimonio que estaacute sucediendo seraacute el que cambie el modo de hacer literatura

-iquestQueacute geacutenero literario cree que predominaraacute en su obra en el futuro -Va a ser una foacutermula muy consciente de la obligacioacuten de contar historias Se

va a alejar de las disquisiciones miacutesticas yespirituales para estar maacutes cerca de la realishynacional -Ya el problema no son las estructuras narrativas iquestHay una reafirmacioacuten de

contar las historias de una manera laquoclaacutesicaraquo -A riesgo de parecer caverniacutecola creo que lo importante es contar una historia

nuacutemero de argumentos en la literatura es finito Ninguacuten inventario supera los 25 oacute 30 temas Y eacutestos se repiten desde la lliacuteada y la Odisea hasta el tiempo presente Tambieacuten estaacuten expuestas las formas estructurales de contar eso Lo interesante estaacute en el sello personal del autor

A esta altura de la madrugada habia olvidado el friacuteo el sereno habiacutea despejashydo mi mente y de acuerdo con lo sentildealado por la claridad mental llegaba a unos estados de pureza insospechados Recordeacute el en que podiacutea estar Morgashyna en su cabantildea un peligro incierto lejano una amenaza que acechaba sobre su fraacutegil humanidad Me levanteacute como un resorte liberado por una esclusa se abre y estaba de pie en un instante frente a hombre no se inmutoacute Seshyguiacutea con su mirada clavada en las botas auacuten contemplando el de de las suelas

-Adioacutes Edwards La conversacioacuten es amena pero debo continuar Edwards no levantoacute su mirada Continuaba extraviado en su mundo Finalmenshy

te habloacute -iquestLe dije que llevara mis saludos a Morgana -Creo que siacute lo hareacute Di media vuelta y continueacute el camino Soacutelo cuando volviacute a ponerme en movishy

miento noteacute que estaba perfectamente entumido Las piernas me doliacutean los muacutescushyde la espalda me picaban como zaheridos por mil alfileres Sentiacutea adormecidos hombros y la base del cuello la nuca era una tortura que teniacutea que soportar sobre

mi adolorido cuerpo Lentamente fui recuperando el ritmo de la caminata Hice ejershycicios circulares con mis hombros para restablecer la circulacioacuten y lleneacute de nuevo mis pulmones con profundas bocanadas del helado aire nocturno La conversacioacuten

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 182

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 185

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 186

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 18: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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Pau Llerlaine

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD

con Edwards habiacutea puesto en movimiento una cantidad de ideas que suelen revoloshytear dentro de mi cabeza a veces no con demasiado orden La literatura y por ende la escritura estaacute sin porvenir desde Homero penseacute lo sabemos y sin embargo ella sobrevive desfallece y renace resistiendo embate tras embate a cada vaticinio de agoreros y sibilas No ha habido eacutepoca desde la antigua Grecia en que no se haya afirshymado con sentenciosa voz el agotamiento del medio El arte de escribir con ese raro sabor de tarea agotada pero a la vez de impulso primario con su connotacioacuten de pashyradoja simplicidad y contradiccioacuten es y seguiraacute siendo indefinible al igual que lo es el Tao Y sin embargo todo escritor se plantea de tanto en tanto la pregunta sobre la razoacuten y los motivos que lo impelen como un ciego resoluto sobre un tabloacuten que conduce al vaciacuteo a escribir

La escritura es cambiante eternamente dinaacutemica equiparable a la fuerza creadoshyra que gobierna el universo Ya pesar de esa naturaleza mutante despueacutes de la publishycacioacuten de cada obra maestra de la literatura el oficio queda bajo la amenaza de desaparicioacuten por el repetido argumento del agotamiento del tema iquestCuaacutentas veces no se ha sentenciado la muerte de la novela

Volvi mientras caminaba sobre las preguntas que maacutes me inquietan por estos diacuteas La primera y maacutes apremiante que asalta mi conciencia es la de la responsabilishydad criacutetica y moral frente al conflicto armado La segunda diferente en perspectiva pero no menos agobiante ante la manifiesta escasez de lectores es para quieacuten escrishybo Las otras dos se refieren a un problemaacutetica mucho maacutes amplia Primero iquestcuaacutel es el futuro del escritor convencional en la Era de la Informaacutetica ante la amenaza de medios tan agresivos como la world wide web y algunos de sus parientes como el hipershytexto Y por uacuteltimo una pregunta quizaacutes inocua para el criacutetico y lector pero de seshyvero anaacutelisis para el escritor la de la posicioacuten socioloacutegica en cuanto al gusto literario de la eacutepoca y su ruptura indiferencia o alineacioacuten con la esteacutetica imperante

Las cuatro apuntan a una cuestioacuten siempre vigente sobre el porvenir de un oficio amenazado desde tantos flancos a la vez la imposibilidad de ser ajeno a la grave realishydad nacional la palmaria apatiacutea de los lectores debido a la superficialidad del conocishymiento en la era actual el agotamiento de las formas la aurora de nuevos medios radicalmente diferentes al tradicional libro de papel y el eterno dilema entre producir para vender o producir por un caprichoso y singular impulso vital Sin embargo enshytrar a definir la escritura es tarea tan fuacutetil como desesperada

La escritura es como un dragoacuten recordeacute que dijo el poeta chino Zhao Zhixin Algunos criacuteticos desean capturarlo para disecarlo y estudiar su anatomiacutea Otros

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quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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7~ August Strindberg

REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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Page 19: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

quieren dejarlo en su estado original puro y misterioso En una aneacutecdota conocida un joven se alistoacute bajo las oacuterdenes de un sabio con el fin de aprender las formas de capturar un dragoacuten El viejo maestro lo acogioacute y durante largos antildeos le ensentildeoacute todas las formas de seducir y capturar un dragoacuten Tras muchas energiacuteas gastadas en el emshypentildeo pruebas y sinsabores el muchacho regresoacute donde su padre y orgulloso comenshytoacute su nuevo oficio Muy bien me parece contestoacute el progenitor soacutelo tengo una pregunta iquestdoacutende vas a conseguir un dragoacuten De igual manera podriacuteamos pensar

el arte de escribir tiene tantas maneras de definirlo como existen argucias para capturar un dragoacuten Los criacuteticos pueden apuntar al lugar donde la bestia miacutetica estaacute escondida pero por mucho que discurran sobre los trucos y argucias para cazarlo sus diversas opiniones soacutelo afirman una verdad hay maacutes de una forma de capturar un dragoacuten

Se trata de escribir en la Colombia de fin de siglo desgarrada por una guerra civil que lejos de resolverse a pesar de tantos intentos de concertar una paz renace cada diacutea fortalecida maacutes cruel e impiacutea que la viacutespera Y mientras tanto Colombia mira coacutemo las guerras vinieron y se fueron en todo el continente quedaacutendose como espectadora latinoamericana de un conflicto tan anacroacutenico como absurdo La capashycidad de asombro del colombiano y por ende del escritor se marchitoacute desde hace maacutes de una deacutecada ante tanta masacre magnicidio infanticidio y genocidio ante la constante y reiterada violacioacuten de los Derechos Humanos por cada una de las partes en conflicto ante el desmoronamiento de los principios maacutes elementales de respeto eacutetica y moral Sin embargo basta recorrer la historia de nuestro paiacutes desde su indeshypendencia para encontrar sin mucha sorpresa coacutemo la guerra ha sido una constan-

en la mayoriacutea de los casos soterrada y solapada de nuestro diario

iquestCuaacutel es el rol del escritor en una sociedad descompuesta y que vive al borde del abismo desde mucho antes que la actual generacioacuten de narradores comenzara a esshycribir y algunos incluso nacieran doacutende alinearse O mejor auacuten iquestes necesario alinearse iquestO basta con camuflarse bajo la cortina de humo de la sociedad civil iquestHasta queacute punto le corresponde al escritor convertirse en espejo de la sociedad en que vive para reflejar en sus escritos la angustia el dolor la impotencia que la nacioacuten vive Uacuteltimamente se sentildeala al intelectual colombiano entre otros como uno de los responsables de la violencia que azota al paiacutes debido a su falta de compromiso y toma de partido respecto a la guerra Y la pregunta atormenta y obliga a la reflexioacuten Hace algunas semanas telefoneeacute a cuatro o cinco escritores entre ellos dos recientes premios nacionales del Ministerio de Cultura y dispareacute la pregunta a quemarropa

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iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

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Page 20: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

iquestpor que nuestra generacioacuten parece impasible frente a la innegable crisis del paiacutes El rango de respuestas que recibiacute fue tan amplio y diverso como las mismas formas de capturar un dragoacuten que aprendioacute el joven de la aneacutecdota La violencia del paiacutes siacute estaacute presente en la literatura que se produce actualmente dijeron varios soacutelo que no se manifiesta como croacutenica o reportaje sino de una manera literaria a veces soslayada u oblicua ftltrada por el tamiz de cada escritor y vestida y arropada por la pluma del dividuo En tu propia obra me dijeron otros estaacute de manera consciente o no tu reshychazo a la violencia Otros simplemente afirmaron que el escritor no se atreve a hablar de la violencia del paiacutes por temor a su vida cosa que no es sorprendente Igualmente surgioacute el argumento de que se requiere perspectiva de tiempo y espacio para ocuparse del tema con un enfoque literario y que no necesariamente ignorar una situacioacuten es ponerse a espaldas de ella y traiacutean el caso de Kafka citado por Kunshydera quien en plena guerra y posguerra escribiacutea temas absurdos a la luz de la situashycioacuten poliacutetica de la Europa de su tiempo para antildeos maacutes tarde erigirse en el principal criacutetico de la sociedad de su eacutepoca

iquestEn doacutende al escritor le es liacutecito buscar viacuteas alternas y profundizar en temaacuteticas ajenas a la guerra a lo habitual de la violencia y la masacre iquestEs narrarla plegarse a la inmediatez de la experiencia iquestEs negarla un acto de cobardiacutea ignorarla un escapisshymo iquestAcaso no ocuparse de la violencia es siacutentoma de indiferencia del intelectual Somos silenciosos espectadores de una guerra que no parece nuestra como tamposhyco de la mayoriacutea de los colombianos En resumen parece haber un acuerdo taacutecito entre los narradores colombianos de excluir la violencia de su obra como una forma de rechazar o reflexionar sobre la cruda realidad nacional Es que al no escribir me atreveriacutea a firmar el escritor escribe como en una paradoja del mejor tono taoiacutesta la mejor accioacuten es la no-accioacuten Blanchot y Duras por citar soacutelo dos escritores conshytemporaacuteneos han sido excesivamente claros en que el silencio la no escritura el boshyrrar son maacutes elocuentes que el decir y el escribir

En cuanto a la segunda pregunta la situacioacuten es mucho maacutes desoladora pues pashyrece que el escritor colombiano salvo el caso de algunos contados best sellers se ha quedado sin lectores -iquestalguna vez los tuvo- La escritura sin lectores es tan vaacutelida como la pintura para los invidentes Es doloroso admitir que las tiradas de las primeshyras y muchas veces uacutenicas ediciones de prestigiosas editoriales o de entidades que pashytrocinan premios nacionales o regionales rara vez superan los mil ejemplares Las tres o cuatro editoriales que tienen coleccioacuten de narradores colombianos lo hacen maacutes para propulsar su imagen frente a un paiacutes que se sigue preciando de culto (asiacute no

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consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

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Page 21: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

consuma maacutes de mil ejemplares de cada edicioacuten) que por el lucro econoacutemico que reshyporte dicha empresa Estas casas subsisten gracias a otras lineas de publicacioacuten que siacute son rentables la croacutenica el reportaje narrativo las confesiones de cualquier diva de la televisioacuten local etc Es gracias a estos geacuteneros light demasiado lightj que los escritoshyres colombianos logramos ser publicados por las editoriales pues las utilidades de esos libros subvencionan las peacuterdidas de los nuestros Amarga reflexioacuten Y queacute de la globalizacioacuten se pregunta uno iquestAcaso las editoriales no se percatan de que su cio es al igual que todos los demaacutes un mercado global iquestCoacutemo no capitalizar el sinshygular hecho de que nuestro idioma se habla en maacutes de treinta paiacuteses del mundo iquestCoacutemo explicar que en el paiacutes de mayor consumo del mundo los Estados Unidos donde el espantildeol se ha convertido casi en una lengua oficial los libros de las editoriashyles colombianas no se vendan en los Barnes amp Noble ni aparezcan sus tiacutetulos en la maacutes grande libreriacutea virtual del universo amazoncom que ofrece maacutes de dos y medio milloshynes tiacutetulos Entonces iquestpara quieacuten escribe el escritor colombiano La respuesta es tan obvia como vergonzosa para sus amigos para un puntildeado de periodistas que reshysentildean el libro en tres lineas sin leerlo para un ciacuterculo de criacuteticos y profesores univershysitarios (hasta aquiacute ninguno de los mencionados compra el libro ) y fmalmente para un reducido nuacutemero de lectores anoacutenimos que no por pequentildeo se puede ignorar La pregunta abierta es porqueacute las editoriales no mueven su producto (ya que no se trata maacutes que de eso un producto que se mercadea al igual que un jamoacuten ahumado o una crema de dientes) maacutes allaacute de las fronteras nacionales La respuesta que suelo recibir es inquietante al lector argentino no le interesa el autor colombiano y viceversa al chileno poco le importa lo que se escribe en Venezuela y al de Venezuela le tiene sin cuidado la literatura que se estaacute gestando en Meacutexico Entonces asiacute las cosas iquestcoacutemo trascender los mil ejemplares por edicioacuten

siguiente interrogante que me planteo con frecuencia se refiere a la amenaza que tiene el escritor convencional llameacutemoslo asiacute aquel que escribe libros para ser publicados en papel entre dos tapas de cartoacuten ante la aparicioacuten de medios alternatishyvos propios de la Era de la Informaacutetica Es indudable que hoy diacutea a todos nos cautiva la posibilidad de informatizar la literatura Tengo varios amigos cercanos que se han dejado seducir por el melodioso canto del hipertexto necesario encaminar toshydos los esfuerzos hacia el hipertexto o escribir y publicar las novelas en la Internet iquestEl futuro del libro estaacute en manos de la www del cd mm del hipertexto La masificacioacuten de la cultura que permitioacute el invento de la imprenta fue una amenaza tan grave al ofishycio hasta entonces manual y artesanal como lo son ahora los medios ciberneacuteticos

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REVISTA DE PSICOANAacuteLISIS No 1 184

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Tengo presente un perturbador libro de Sven Birkerts Las elegiacuteas de Gutemberg sobre el porvenir de la lectura en la era la electroacutenica que examina con detenishymiento el ocaso del libro y el peligro de su eventual desaparicioacuten ante los embates de la Era de la Informaacutetica El pesimismo de Birkerts no deja de estar bien fundado ante las incontestables evidencias de coacutemo el libro va cediendo bastiones hasta hace pocos inexpugnables como el de los diccionarios enciclopedias y libros de referenshycia Uno de los argumentos de estas elegiacuteas de Gutemberg es que el problema no estaacute en el acceso a los libros sino en la proliferacioacuten de los mismos Aquiacute el punto es que la era electroacutenica ha sacrificado la profundidad en aras de la amplitud con la consishyguiente superficialidad que genera esta uacuteltima De alliacute toda la cultura de la liviandad que se ha gestado como fruto de la eacutepoca actual Ahora existe una emisora de radio que yuxtapone a un allegro de Mozart una cancioacuten de Enya por la sencilla razoacuten de que asiacutedesea escuchar la muacutesica la generacioacuten que disfruta de un poco de esto y un poco de lo otro La peacuterdida de profundidad se logra a expensas del concepto de sashybiduriacutea Hoy diacutea es vergonzoso ocuparse de temas como verdad significado alma y destino Sospechamos con un aire de condescendencia de los que abordan esos teshymas y los tildamos de nostaacutelgicos y blandos El tema es tan evidente que hay una gioacuten de pensadores tanto de izquierda como de derecha que se ocupan del tema para converger en un mismo postulado desde Finkielkraut en La derrota del pensashymiento hasta Lipovetsky en La era del vado desde Alvin Kernan en su Death ofUteratushyre hasta Baudrillard en ilusioacuten delfin y Las estrategiasfatales todos con un innegable legado de las reflexiones del maestro Blanchot

iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

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Page 22: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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iquestAnte queacute estamos iquestSomos los escritores quienes con el uso indiscriminado del ordenador cavamos nuestra tumba para luego taparla con la obra que producimos iquestCuaacutel es el umbral en el que el lector mantiene la preferencia del papel sobre la pantashylla La respuesta es tan contundente como incoacutemoda no seacute y seguro nadie sabe Hoy diacutea vivimos a la par de la Era de la Informaacutetica la Era de la Incertidumshybre en la que toda explicacioacuten racional y causal deja de tener validez maacutes allaacute de lo que pueda estar matizado por los continuos e inesperados cambios en la tecnologiacutea del comportamiento humano y de los haacutebitos de consumo del hombre

Pero entonces iquestcuaacutel es el rol del escritor ante esta encrucijada que plantea la proshyliferacioacuten por una parte pero la superficialidad por la otra de la de la Informaacutetishyca Esto conduce a la cuarta y uacuteltima pregunta de coacutemo capturar el dragoacuten Mi propio estilo que ha sido llamado por alguien post-modernismo hermeacutetico pareceshyriacutea ir en contra del gusto literario de la eacutepoca Persistir en esta liacutenea se hace a costa de

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grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

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Page 23: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

grandes sacrificios como el de convertirme en un escritor poco atractivo para los agentes literarios y casas editoriales Entonces iquestqueacute hacer con la disyuntiva de escrishybiacuter para satisfacer el gusto literario de la eacutepoca para asiacute asegurar la continuidad respaldo editorial o ahondar en el propio estilo y gusto a riesgo de quedarme sin edishytorial y agente Levin Schuumlcking hizo a comienzos de siglo un interesante estudio soshybre la correlacioacuten entre la creacioacuten literaria y el gusto del puacuteblico En su obra Schuumlcking concluyoacute que el uacutenico criterio para valorar un arte que ha logrado imposhynerse es la duracioacuten de su efecto yen esto el puacuteblico a veces tiene muy poco que ver pues puede tanto acertar en su criterio como equivocarse de medio a medio El nueshyvo gusto surgido en cualquier momento dentro de una situacioacuten no representa para nada el gusto de la eacutepoca sino soacutelo el espiacuteritu de un grupo determinado que puede no tener nada de portavoz de la eacutepoca concluye finalmente Schuumlcking

Son estas afirmaciones las que me permiten mantener un aliento para continuar con nuestra tarea Y por otra parte reafirmar las muchas formas que existen de capshyturar un dragoacuten El Tao te Ching lo dice con una sencillez abrumadora El Tao (o recto camino) es innombrable pequentildeo en su simplicidad primordial no es inferior a nada en el mundo

Finalmente habiacutea llegado a mi destino La cabantildea de Morgana estaba frente a miacute Habiacutea recorrido el camino abstraiacutedo en mis pensamientos y casi por completo perdiacute la nocioacuten de la ruta que llevaba Un piloto automaacutetico pareciacutea haberme conducido hasta el lugar de mi apreciada Morgana Una tenue luz refulgiacutea en el interior A pesar de la hora casi las cuatro de la madrugada Morgana seguiacutea trabajando O quizaacute no

escalofriacuteo volvioacute a recorrer mi espinazo ante la incertidumbre de la suerte que habiacutea podido correr mi amiga Por un momento penseacute en escenas dolorosas al enshytrar El cuerpo de Morgana colapsado sobre su mesa de trabajo con un arma a su lado o tal vez un frasco con barbituacutericos Imagineacute queacute tendriacutea que hacer tan pronto descubriera el cadaacutever llamar a la policiacutea o quizaacute lo contrario quedarme alliacute esperar al amanecer acompantildearla en esos uacuteltimos momentos de soledad entre los dos antes de que llegara la oleada de depredadores a hurgar entre sus cosas personales

Freneacute mi impulso inicial de avanzar y aguardeacute unos instantes imaginando cuaacutel popiacutea ser mi sorpresa si en lugar de encontrarla muerta estuviera maacutes viva que yo abshysorta en su trabajo y al abrir la puerta saltara de su silla ante mi inesperada interrupshycioacuten Pero algo me deciacutea en mi interior que mi llegada era tardia que Morgana habriacutea podido ser salvada en caso de haber llegado un par de horas antes Edwards era el culpable Si eacutel no me hubiera detenido en el parque a preguntarme cosas estuacutepidas

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS 188

Page 24: LA FRAGILIDAD DE LA ESCRITURA*dad con el desastre ". Maurice Blanchot, La . escritura del desastre . Me llamo Scípino. Soy profesor universitario y escritor. O al contrario. Igual,

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sobre mi posicioacuten frente a este u otro tema De pronto el ruido de un motor de auto me sacudioacute de mi miasma y me alertoacute sobre el peligro Era la ballena negra de Edwards que saliacutea del camino por la parte posterior de la cabantildea y que regresaba raudo sobre la viacutea principal y se perdia en la noche los focos apagados como huyenshydo de una escena de crimen Edwards se habiacutea adelantado y mientras yo tortuosashymente llegaba a pie a la cabantildea me habiacutea ganado de mano iquestQueacute diablos haciacutea Edwards en la cabantildea de Morgana iquestHabiacutea venido a prevenirla sobre mi visita Acashyso podiacutea ser que entre Edwards y Morgana O peor auacuten una verdad comenzoacute a deshypositarse sobre mi corazoacuten como un pesado sedimento que se precipita sobre el fondo de una pecera Mi oscuro presentimiento pareciacutea estar justificado Edwards habiacutea venido a deshacerse de Morgana Ahora iquestqueacute motivo podia haberlo llevado a tal hecho Lo desconociacutea pero algo me deciacutea que debiacutea desconfiar Edwards sabiacutea que yo veniacutea a donde Morgana y procuroacute distraerme de mi propoacutesito Al verme decishydido a continuar mi camino esperoacute a que yo me alejara de la banca y anticipoacute su lleshygada en la ballena Entroacute y con certeza liquidoacute a Morgana para ocultar algo que ella sabiacutea que yo no podiacutea conocer

iquestQueacute hacer iquestEsperar el rayar del alba o irrumpir de una vez por todas Debiacutea tranquilizarme como primera medida Me estaba dejando llevar por una corriente ilusoria por construcciones fantaacutesticas propia de las empresas creativas que me subyugan cuando estoy en viacuteas de escribir mis ficciones iquestDoacutende estaba la frontera entre mi realidad y aquella realidad que yo queriacutea construir en ese momento con la suerte que podiacutea correr Morgana Recordeacute mi impulso irracional a que mi literatura tiende ya sea apocaliacuteptica ya sea apocatastaacutesica Todo termina en holocausto bien para un personaje bien para una pareja de protagonistas o de lo contrario todo tienshyde a volver a su origen iquestQueacute suerte de designio se desenvolviacutea en este momento frente a miacute el fin de Morgana inicio de una relacioacuten que nunca habiacutea podido madurar y el momento propicio para hacerlo iquestQueacute hacer con la profeciacutea de treintaishytreacutes sibilas que bulle en mi cabeza sobre el final apocaliacuteptico del hombre y que ocupa uno de mis actuales trabajos En ese momento entendi que escritura y temor son lo mismo El miedo a ver lo escrito como una forma de romper el hechizo de lo que vive dentro de uno y someterlo al friacuteo anaacutelisis de la paacutegina de los ojos escrutadores de la letra escrita asiacute sean los propios iquestEstaba viviendo esta escena o maacutes bien deshyseaba que la estuviera escribiendo como un capiacutetulo maacutes de alguna novela miacutea Penshyseacute que al escribirla podia olvidarla erradicarla de miacute mente sacarla de mi cuerpo y confinarla en el papel dejarla escrita para atraparla alliacute Lo escrito escrito queda y es

DESDE EL JARDIacuteN DE FREUD 187

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

~~ Luigi Piexclrandello

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la uacutenica forma de poder vivir libre de espectros y sombras que lo acosan a uno en la vigilia en los momentos en que el proceso creativo busca afanosamente temas deshysenlaces explicaciones y nexos de causalidad en las historias que se urden en el enshytramado de nuestras conciencias Sentarse a escribirlas es vengarse de esas sombras es poder aniquilarlas con la luz de la paacutegina escrita Siacute escritura es liberacioacuten pero tambieacuten es venganza Revancha sobre nuestros temores nuestros fracasos inquieshytudes La escritura es el triunfo sobre lo que no se dice y a la vez es sucumbir al vereshydicto de lo inevitable de lo escrito Penseacute en mi muerte como ahora pensaba en Morgana si ella estaba muerta detraacutes de esa puerta de la cabantildea su cadaacutever apenas iluminado por la lamparilla de trabajo habriacutea muerto haciendo lo que maacutes gozaba Asiacute quiero mi muerte escribiendo Pero escribiendo queacute me pregunteacute Y la respuesshyta no tardoacute en iluminar mi mente con los primeros rayos del alba que comenzaban a anunciar el fin de la noche La escritura al momento de mi muerte el tema el argushymentoacute se aclaroacute de una manera prodigiosa en mi cabeza Era el tema que estaba busshycando era la luz que ansiaba Ya no me importaba queacute habiacutea venido a hacer Edwards aquiacute Ni en mis mejillas ni en mi cabeza quedaba el maacutes leve vestigio de armagnac Reshysoluto avanceacute cinco seis pasos hasta la puerta de la cabantildea y sin dilatar maacutes el susshypenso abriacute la puerta de par en par La fraacutegil luz de la mesa de trabajo iluminaba la escena Por fin habiacutea resuelto la duda que me habiacutea asaltado antes de la medianoche en mi apartamento Ya con la certeza que me daban los hechos ante miacute entreacute

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