EL MISTERIO
TEXTOS PUBLICITARIOS
TEXTO 1Rafael Argullol: Hitler y la publicidad2
TEXTO 2Ejemplos de anuncios publicitarios3
TEXTO 3Francisco Perejil: El misterio de los anuncios (El Pas,
sin fecha)4-5
TEXTO 4Mensajes auditivos subliminales... (El Pas, 5-5-81)6TEXTO
5Alex Grijelmo: Los limones salvajes del Caribe7
TEXTO 6Alex Grijelmo: El comercio vende smbolos8
TEXTO 7Alex Grijelmo: La seduccin de lo extranjero y de lo
tcnico9
TEXTO 8Alex Grijelmo: Metforas publicitarias10
TEXTO 9Alex Grijelmo: Publicidad subliminal11
TEXTO 10Alejo Carpentier: Dotado de una labia
inagotable...12TEXTO 11Alejo Carpentier: ...el joven pintor de
otrora...13TEXTO 12Alejo Carpentier: El Publicitario se
afanaba...14TEXTO 13Alejo Carpentier: 10 millones de dlares
costaba...15TEXTO 14Gonzalo Surez: Un cadver parlanchn16-19
TEXTO 15Zpaf mejora su liderazgo con un fuerte
crecimiento...20
Comentario
TEXTO 1
RAFAEL ARGULLOL
Hitler y la publicidad
[...] Hipnosis, sumisin, deslumbramiento: tanto cuando admiramos
la esttica de las imgenes [de la pelcula que Leni Riefensthal rod
sobre los Juegos Olmpicos de Berln de 1936] tcnicamente, con razn
como cuando elogiamos la fuerza visual de la publicidad con medios
tcnicos y econmicos apabullantes, con "independencia" supuestamente
de la manipulacin de conciencias que pueda implicar. En ambos casos
aceptamos que las imgenes carecen de verdad y de responsabilidad
moral. Son, por as decirlo, inocentes, con tal de que satisfagan su
funcin esttica o retrica.
Fue Hitler el primero que comprendi en su profundidad y alcance
la alquimia totalitaria de ciertas imgenes. Para comprender uno de
los rasgos esenciales del siglo XX, el nuevo poder de la tcnica es
del todo insuficiente si no se contempla unido al nuevo poder de
representacin icnica. La simbiosis de tcnica y representacin, y su
mutua fecundacin, es uno de los caudales ms vertiginosos de nuestra
poca. Hitler pareca entenderlo a la perfeccin al poner en marcha un
mecanismo global en el que no bastaba la coaccin tradicional, la de
la palabra y la sangre, sino un tipo absolutamente nuevo de coaccin
-entrevisto por los grandes visionarios como Kafka, Wells o Huxley-
basado en la telaraa icnica a la que el individuo no puede
sustraerse. Por eso, el poder deba manifestarse en escenarios
fsicos concretos, mediante los grandes desfiles de masas, pero
sobre todo deba, a travs de las filmaciones, visualizarse en el
ltimo rincn del imperio.
El que todo ello fuera al servicio de una ideologa "fuerte" y
tenebrosa, como su simtrica estalinista, no puede engaarnos con
respecto a la continuidad del totalitarismo de la representacin ms
all del fin de los regmenes totalitarios. Que la palabra
propaganda, aparentemente adecuada para periodos de dureza
ideolgica, confrontacin blica o "guerra fra", haya sido sustituida
por la ms asptica publicidad no cambia la raz del asunto, pese a
que se facilite el ocultamiento de las intencionalidades bajo la
fingida inocencia de las imgenes.
Hemos inventado, precisamente, todos los parasos con un halo de
inocencia. Lo tena el terrenal y, mucho ms cercanamente, tambin lo
tenan los parasos comunistas y fascistas. El Paraso neutro
representado por la publicidad contempornea para nuestro orden
global y mesocrtico posee asimismo esta obsesiva atmsfera de
inocencia forzada, con la impunidad de mostrarse desvinculado de
ideologas duras y sin hitlers o stalins de los que tener que dar
cuenta.
Pero es enormemente inquietante que ciudadanos libres, cada vez
ms indefensos y menos resistentes, se ven inmersos en engranajes
puestos en funcionamiento por las peores dictaduras. Cuando estos
ciudadanos son perseguidos por el incesante martilleo de consignas
visuales, en sus casas y en las calles de sus ciudades, es
inevitable recordar el propsito hitleriano de extender la
escenografa del paraso hasta el ltimo sbdito, que no ciudadano, y
hasta la ltima aldea. La hipnosis y el deslumbramiento del paraso
neutro desemboca en la sumisin.
Encerrado en esta prisin icnica, el ciudadano libre pierde buena
parte de su libertad.
[El Pas, 20-02-1999]
TEXTO 2. EJEMPLOS DE TEXTOS PUBLICITARIOS
PUBLICIDAD
OLIMPO: A veces la naturaleza imita al arte (o era al revs?).
Corbatas de pura seda natural. Motivos exclusivos. Slo la ms alta
calidad. En las mejores tiendas.
Imperio Romano, Revolucin Rusa, Guerra de las Galaxias, Titanic,
Loewe Home Cinema: mucho ms que un TV.
Si hablas con la tarjeta Telefnica, te la vas a ganar. Te vas a
ganar miles de entradas a Port Aventura. Te vas a ganar miles de
Mensatel Beeper. Te vas a ganar miles de camisetas.
Ahora, prcticamente el bla, bla, bla, en los telfonos de uso
pblico, con la Teletarjeta Telefnica de Cabitel, te vas a ganar
miles de entradas a Port Aventura y miles y miles de Mensatel
Beeper y camisetas. Slo por hablar de la forma ms cmoda y econmica,
con la Tarjeta que da ms que hablar. Nunca te quedars sin cambio! Y
podrs hablar desde todas partes. Porque en Cabitel nuestro objetivo
es que la gente se entienda, hablando, por supuesto. Por algo somos
los lderes en telecomunicaciones de uso pblico.
Eau Future. Llvame ms all de la realidad. Eau Future de Eau
Jeune. La primera fragancia virtual.
Veterano. Carcter propio.
Carcter propio es tatuarse un cdigo de barras para que todo el
mundo sepa lo que vales.
Los mejores pilotos del mundo tienen lo que hay que tener.
Castrol. (aceite para coches).
Anas Anas: Un da, la ternura mover el mundo.
No somos fros. No somos grises. No somos distantes. Somos como
t. Del Mediterrneo. CAM. Caja de Ahorros de Mediterrneo.
Hay algo especial en el carcter mediterrneo. Un espritu creativo
y emprendedor que todos compartimos. Por eso en la Caja del
Mediterrneo nos entendemos y sabemos hacer negocios contigo. Ahora,
an ms cerca de ti. Con ms de 740 oficinas con una filosofa moderna
e innovadora avalada por ms de 120 aos de experiencia. Y con una
clara vocacin de realizacin de obras sociales en beneficio de
todos.
TEXTO 3
EL MISTERIO DE LOS ANUNCIOS
Sutiles, intensos y, en teora, difciles de comprender. Algn da
todos los anuncios sern as. Es la opinin de los mejores creativos
espaoles. Aunque a veces el consumidor se pregunta qu me tengo que
comprar?, Internet ha transformado para siempre el lenguaje de la
publicidad.FRANCISCO PEREGIL
De qu va el anuncio de la casa que aparece en esta pgina con la
bicicleta al fondo? Qu trata de vendernos y, sobre todo... por qu
lo hace as? Qu significa ese anuncio de cerveza donde salen unos
jvenes estadounidenses gritando algo as como guaszaaa? Por qu a un
hombre en su dormitorio se le cae un toro encima y slo se ve a una
mujer diciendo: como no sea ya punto com, no s qu ser? Por qu han
surgido de repente cantidad de cuas que nos plantean tantos
interrogantes y se resisten a dejarse comprender? Por cierto... Le
gusta conducir?
Se podra contestar a todas estas preguntas con un conocido lema:
ya nada volver a ser lo mismo en el mundo de la publicidad. Toni
Segarra, el autor del anuncio de BMW donde se ve, casi se siente,
la mano de un hombre acariciar el aire desde la ventanilla de un
coche que en ningn momento aparece en pantalla, y donde se concluye
con la frase Te gusta conducir?, lo explica: Sucede ahora con la
publicidad lo mismo que en su da con la movida madrilea. Dentro de
diez aos diremos: yo viv eso y entonces trabajaba en tal sitio.
Internet ha transformado la forma de comunicarnos. Ahora ya los
anunciantes no somos Dios. El mercado se ha vuelto un dilogo. Y va
a ir a ms. Habr que acostumbrarse a ponerse al lado del consumidor,
darle una palmadita en la espalda con mucho cuidado y decirle:
Venga, hombre, cmprame esto. Cualquier tipo de 30 aos ha visto ya
diez mil anuncios y ha probado doce colonias. Slo podrs seducirlo
dirigindote a l con un guio, siendo sutil, jams insultando su
inteligencia. An se ven manuales de publicidad en los que se
advierte que un lema nunca ha de ir entre interrogantes. Sin
embargo, nosotros hemos preguntado: Te gusta conducir? Y la cosa
funciona".
La capacidad de concentracin del espectador ha disminuido,
contina Segarra. Ahora en dos segundos te cuentan la historia de
toda una relacin. Ejemplo claro de lo que expone Segarra es el
anuncio de la compaa VitrubioLeoburne, que dirige Miguel ngel
Furones, presidente del jurado del prximo festival publicitario de
San Sebastin. Se ve a una pareja joven. El chico le pregunta a
ella: Te acuerdas de cuando nos conocimos?. En ese momento la cmara
rememora lo que parece la historia de la relacin: la noche de
bodas, el cine, un viaje a China, escenas de desencuentro y
reconciliacin en una estacin de tren, la lluvia en la calle, un
autobs que lanza papelillos... Doce situaciones distintas en 28
segundos. En los dos segundos finales, ella dice: Parece que fue
ayer. Y l contesta: Es que fue ayer!. El espectador apenas ha
tenido tiempo de asimilar que la pregunta inicial se plantea
durante el viaje de novios y que todo lo que ha visto pertenece al
relato del primer da del viaje. En los dos segundos finales surge
en la tele la marca del refresco y un consejo: Exprime tu
mundo.
La gente quiere ante todo que le cuentes una historia divertida,
seala Furones. Y adems, si dejas el final abierto, el anuncio dura
ms. Ya no quedan tontos, cada vez se soportan menos esos hombres
felices y nios sonrientes. Es el momento ms interesante que ha
vivido la publicidad en muchsimo tiempo. Todo cambia y se te va de
las manos. En Amrica estamos anunciando unos cereales de Kellogs
con el lema Espera lo inesperado. Cada semana abres la caja y el
cereal es diferente. El anuncio es siempre el mismo, una mam que
manda a su hijo a la tienda y el nio va con el perro. Pero una
semana aparecen todos vestidos de rockeros, otras se enfoca la
escena bajo la perspectiva del perro... Eso es lo que est pasando
con la realidad, que la abres y no sabes lo que te ests
encontrando.
Ahora es donde hay que demostrar si los creativos somos tan
listos como nos creemos, aade Furones. El anunciante se pone al
lado del espectador y hasta se re del producto en un momento dado.
En Oslo, donde creo que empez esta corriente, vi un anuncio en el
que sale una seora planchando al fondo del pasillo. En un primer
plano se ve un telfono que empieza a sonar. La seora viene por el
pasillo, se pone a hablar, bla, bla, bla, y la ropa, quemndose. Al
final se lee la moraleja: Si hubieras instalado la alarma tal no se
te quemara la ropa. En el siguiente anuncio suena el telfono, bla,
bla, bla, salta la alarma y... la seora sigue bla, bla, bla, por el
telfono! Es como decir: Aunque la instales, no va a servir para
nada.
De entre los anuncios que ms moldes han roto en Espaa en los
ltimos aos, segn los propios creativos consultados, destaca el de
la campaa para el portal de Internet Ya.com. La gente crea al
principio que el teaser, que es lo que en publicidad se conoce como
el periodo de intriga, iba a durar unas semanas y despus daramos la
solucin. Pero hemos hecho de la intriga toda la campaa. Jugamos con
una ventaja: la tele hace la pregunta e Internet responde. Y como
todos los portales son tan parecidos, en realidad, lo que queramos
decir con esos anuncios surrealistas del toro que cae en el
dormitorio es que en Ya.com te puedes esperar cualquier cosa.
El anuncio de la cerveza Budwaiser puede resultar realmente
incomprensible para un sector de la poblacin, especialmente el que
no sabe ingls y no comprende que Whats up?, pronunciado con ese
acento tan peculiar, puede significar algo as como qu passsa? Para
otro sector el anuncio es hasta desagradable. Sin embargo, pocos
como ste han triunfado tanto. En la cua aparecen varios amigos que
se han citado en el piso de uno. Y todo el que llega profiere esa
especie de grito de guerra, que se ha convertido ya en Estados
Unidos en algo parecido al no puedorrr o ti da cuen? Est
funcionando en Espaa incluso sin subttulos porque remite a nuestros
instintos ms primarios, cuando no ramos ms que tribu, seala Toni
Segarra. Quin no ha tenido o no hubiese querido tener un grito as,
que no signifique nada y que te identifique enseguida con tus
amigos, con tu grupo?
Llega a quien la agencia publicitaria quiere que llegue, que son
los jvenes, te da la idea de que es un producto americano y te hace
cmplice, del grupo, seala Thierry Delsart, responsable creativo del
anuncio en el que aparece una drag queen (reinona gay), que en
cuanto se pone al volante de un Seat se va volviendo cada vez ms
hombre. Queramos dar la imagen de potencia y podero que alguien
siente cuando conduce un coche como ste sin pecar de machista ni
pasamos de feministas.
Esa imagen de potencia es la que tambin quiso imprimir Jaguar en
la foto de la mujer con el pintalabios corrido. La solucin hay que
buscarla all donde menos repara el ojo del espectador, al fondo a
la izquierda: De 0 a 100 en 5,4 segundos.
Llus Bassat, presidente de una de las principales compaas
espaolas, con 600 empleados, tiene muy estudiado este tipo de
anuncios sutiles. Son preciosos, pero conllevan un riesgo enorme.
Te puedes pasar de listo. Nadie va a ver un anuncio tres veces sin
entenderlo, nadie quiere pasar por tonto.No sabe lo que tiene
El presidente de la Asociacin Espaola de Agencias de Publicidad,
Francisco Gonzlez, cree que una de las causas que provoc este
estilo de anuncio ha sido el desconocimiento de todo lo relacionado
con Internet. Ni el propio anunciante saba hace dos aos cul era su
producto. Por eso todo era tan abstracto y lleno de
interrogantes.
El lema espaol de la Play Station II era: Quien tiene una Play
Station no sabe lo que tiene. En realidad, queramos decir: no te
digo todo lo que vamos a tener porque ni yo, que me llamo Play
Station, lo s; lo vamos a ir descubriendo todos juntos, seala el
responsable de la campaa, Ugo Ceria, subdirector de la compaa
TBWA.
Sin embargo, este tipo de anuncios tan elaborados convive al
lado de otros tan clsicos como los de los detergentes. La razn es
que todos los detergentes son muy malos, seala Segarra. Entonces se
tienen que dedicar a decir que ellos son los que dejan la ropa ms
blanca. Yo trabaj para una de las principales marcas en Espaa. Y me
decan que no hay ninguna que quite todas las manchas. Se podra
crear un detergente para cada siete tipo de manchas, y eso
solucionara los problemas; pero no sera rentable.
Por cierto... el anuncio del saln con la bicicleta al fondo, en
realidad est anunciando un vodka, el de la marca Absolut. Y si se
fija bien en el suelo, ver que sobresale la forma de una
botella.TEXTO 4
Nuevo sistema secreto patentado en Estados Unidos
Mensajes auditivos subliminales contra el robo en grandes
almacenes
A.W.
No robar. Si robo, ir a la crcel. ste es el mensaje subliminal
que ltimamente se capta, sin ser odo, en algunos supermercados y
grandes almacenes de Estados Unidos. Se trata de un nuevo sistema
patentado y secreto de dirigir sugerencias auditivas directamente
al cerebro, de manera subliminal, es decir, sin conocimiento del
receptor. Con estos mensajes auditivos, lo nico que se oye a nivel
consciente es msica ambiental de sala de espera.
Los gerentes de los supermercados y grandes almacenes donde se
utiliza actualmente este nuevo sistema antirrobo insisten en que
sus prdidas por robo del pblico se han reducido cinco veces y el
robo de los empleados ha bajado diez veces, segn el Wall Street
Journal, de Nueva York.
La empresa fabricante del sistema, Behavioral Engineering
Corporation de Metairie, de Luisiana (Estados Unidos) afirma haber
vendido ya ms de veinte maquinitas o cajas negras del doctor
Becker, que deben su nombre de marca al presidente de la empresa,
Hal C. Becker. El efecto podra ser semejante segn especialistas
consultados al de los anuncios visuales subliminales del cine o
televisin, que fueron prohibidos en los aos cincuenta por
considerarse una frmula siniestra de control de la mente.
Los mensajes subliminales que se graban representan una amplia
gama de posibilidades, cuya eleccin depende de los escrpulos de la
empresa que lo compra. Por ejemplo, una compaa inmobiliaria de
Bfalo (Nueva York) instal recientemente la cajita de msica con el
mensaje siguiente, dirigido a sus vendedores: Me encanta mi
trabajo... Soy el mejor vendedor. El presidente de la empresa afirm
que las ventas haban aumentado un 31%, sin otra explicacin. Los
testimonios de los clientes satisfechos con la llamada caja negra
pueden recordar ligeramente a la famosa novela de George Orwell
1984, fecha que se aproxima. Sobre este mtodo se ha iniciado ya una
cierta polmica en los medios publicitarios y periodsticos
norteamericanos.
La huelga es mala. No ir a la huelga
Aunque algunos hospitales y clnicas han adquirido este aparato y
lo utilizan con un mensaje subliminal tranquilizador para pacientes
en espera de ciruga (No me pasar nada. Todo saldr bien...), las
posibilidades de abuso y el potencial poltico no son difciles de
imaginar.
Un empresario sin escrpulos podra programar de manera
incontrolada el mensaje siguiente, por ejemplo: La huelga es mala.
No ir a la huelga. Perder mi trabajo.... O, en vez de un
mandamiento contra el robo en un gran almacn, fcilmente se poda
aadir una coletilla publicitaria, como, por ejemplo: Me gusta
comprar. Necesito muchas cosas....
Una sugerencia balsmica sera de agradecer quiz mientras espera
al dentista aunque el paciente tiene derecho a su propio miedo y a
la ansiedad y desconfianza ante el mdico. Adems, los mensajes que
podran dirigirse a nios y jvenes en colegios, o a los soldados, o a
cualquier audiencia cautiva, sin su conocimiento, equivaldran
prcticamente a un lavado de cerebro. Esta es la opinin, al menos,
de la americana Civil Liberties Union (Unin de Libertades Civiles
de Amrica).
Muchas empresas que ya han comprado el aparato que cuesta cerca
de 800.000 pesetas no quieren identificarse por miedo a pleitos y a
piquetes de protesta. En estos momentos, la caja negra plantea un
interesante precedente jurdico al reclamar el derecho a no ser
feliz en el trabajo.
[El Pas, martes 5 de mayo de 2001]
TEXTO 5
ALEX GRIJELMO
Los limones salvajes del Caribe
Todas aquellas palabras que remiten al entorno natural del
hombre poseen un valor especial. Sumrgete en la fragancia de los
limones salvajes del Caribe, dice un anuncio de jabn. El autor del
texto conoca muy bien los resortes de la seduccin con el lenguaje.
Sumrgete... la inmersin en el mar (el mar es el smbolo oculto tras
ese vocablo, la inmersin en la inmensidad), y la inmersin en un
mundo ajeno al que vivimos, diferente a la tierra que pisamos, un
lugar donde cambiar. Fragancia (antiguamente fragrancia), palabra
connotada de un olor que sentimos nada ms pronunciarla. Y que
tambin significa el buen nombre de una persona. Un continente que
slo puede transportar contenidos positivos.
Pero ese lema publicitario despide una seduccin an mayor: la
palabra salvajes. Se trata de un concepto que asimilamos
inconscientemente a la libertad, la libertad del salvaje que no
conoce horarios ni obligaciones, que dispone de su vida; la
libertad de las plantas silvestres... y de cuanto acontece en la
selva, palabras todas ellas (selva, salvaje, silvestre) unidas por
los cables de nuestra memoria. El adjetivo acompaa a limones, pero
a su vez los limones, en el momento de orse por el televisor tal
palabra, coinciden con la imagen de una esplndida mujer en bikini.
Las asociaciones que puedan desarrollar los telespectadores
(hombres y mujeres) quedan a su albedro, pero en cualquier caso la
expresin limones salvajes adquiere un gran valor de seduccin por s
misma, porque remite a la libertad primitiva.
La publicidad no vende productos, sino que compra clientes, dice
el aforismo del sector. Y con qu les paga? Con una moneda falsa,
que, sin embargo, guardarn en su cmoda ms antigua porque se trata
de una moneda reluciente: con la seduccin de las palabras.
Las mujeres hurgarn en el monedero para adquirir una costosa
crema que suaviza el cutis, pero hasta hace poco no se planteaban
esfuerzo econmico alguno por una pastilla de jabn. Por qu?: porque
la publicidad de las cremas les promete hacerlas bellas, mientras
que le jabn slo prometa dejarlas limpias. As que los fabricantes de
jabones han debido acudir ya a las sugestiones de la hermosura,
como conserva el cutis, piel tersa y joven... Vance Packard
explica: Ya no compramos naranjas, sino vitalidad. Ya no compramos
simplemente un coche, sino prestigio.
Alex Grijelmo: Los smbolos de la publicidad, en La seduccin de
las palabras, Taurus, Madrid, 2000, pp. 97-98
TEXTO 6
ALEX GRIJELMO
El comercio vende smbolos
La fuerza de las palabras es tan estremecedora que incluso
pueden cambiar la percepcin de lo nombrado mediante una leve
modificacin de su envoltorio: la palabra misma. La publicidad
moderna lo ha demostrado, y el ejemplo puede servir para pensar en
la relacin entre recipientes y contenidos. Los expertos del sector
recuerdan cmo los fabricantes de margarina se enfrentaban en un
comienzo en Francia con un prejuicio tenaz contra su producto.
Comparada con la manteca, se le reprochaba ser grasosa, pesada e
indigesta, de tener un gusto aceitoso. Pero bast con presentar a la
margarina bajo la apariencia de una manteca coloreada de amarillo y
a la manteca bajo una apariencia blancuzca para comprobar que casi
toda la gente se equivocaba y adjudicaba entonces a la manteca los
efectos de la margarina, y a esta ltima las virtudes de la primera.
Muchos eligen una marca de tabaco o una de zumo, pero luego seran
incapaces de distinguirlas al gusto. La conclusin de los tcnicos es
formal: no fumamos cigarrillos, sino imgenes de cigarrillos; no
tomamos bebidas, sino sensaciones mentales de las bebidas. Es
igualmente evidente que las mujeres no compran cremas suavizantes,
astringentes o rejuvenecedoras, sino imgenes de la juventud, del
xito, del amor. De all la importancia del nombre, del envase y de
lo que se ha convenido en llamar la imagen de marca. El comercio
vende smbolos. Y esos smbolos funcionan en los niveles
subconscientes e inconscientes, en los mbitos irracionales.
Alex Grijelmo: Los smbolos de la publicidad, en La seduccin de
las palabras, Taurus, Madrid, 2000, pp. 101-102
TEXTO 7
ALEX GRIJELMO
La seduccin de lo extranjero y de lo tcnico
Pero aquellas palabras que no se entienden por ser extranjeras
ejercen una funcin seductora entre quienes ven siempre lo ajeno
como algo superior, especialmente si se expresa en alguna lengua
occidental. Ya no slo adquiere ese valor lo que no se comprende por
hallarse escrito en otro idioma. Tambin lo que no se entiende por
estar expresado en trminos cientficos. Porque ellos evocarn un
mundo de precisin y de infalibilidad, proyectarn el foco del
significado sobre un campo de prestigio, a pesar de que la palabra
lanzada al cerebro del receptor tenga vaca su casilla en nuestro
diccionario personal. Un vdeo Panasonic es nada menos que el nuevo
NV-FS90, en sistema S-VHS con 4 cabezales, que dispone de sonido
estreo NICAM de alta fidelidad y posee Jog & Shuttle y un
sistema de edicin por insercin...
Lo preciso y lo desconocido se refuerzan cuando coinciden, en
una frmula qumica que produce perplejidad primero y adhesin
despus.
Las alusiones a los avances tcnicos, a las frmulas
incomprensibles pero fruto aparente de largas investigaciones,
prestigian los productos. Los anuncios de artculos inmersos en la
competencia tecnolgica (automocin, informtica, audio-vdeo)
explotan, hasta saciarlo, el poder oculto de las palabras y los
smbolos, y crean una jerga cientifista. En eso lo que se persigue
con el uso de voces que nadie entiende, trminos como bioalcohol, y
frmula lipo-activa (productos de limpieza), o sistema osmoactivo o
liposmas (cosmtica). O la lanolina de los jabones, y las frmulas
dermoprotectoras...
En efecto, los conceptos tcnicos seducen en los tratos
comerciales. Pero hay en ellos una descomunal abuso de poder. El
emisor es consciente de que los receptores no comprendern el
concepto (como ocurre tambin en el caso de los anuncios en ingls o
francs). El emisor, lejos de explicar lo que desea vender, pretende
apabullar al consumidor. Y suele conseguirlo, merced a ese poder
seductor de los trminos cientficos y las frmulas qumicas. La propia
palabra frmula se ha contagiado de ese prestigio. Dice un anuncio
de Canal Satlite Digital: Tenemos una frmula infalible para hacer
feliz a tu familia. Y la palabra frmula aparece escrita con
maysculas. El anunciante quiere vender la infalibilidad matemtica
que implica esa palabra.
Alex Grijelmo: Los smbolos de la publicidad, en La seduccin de
las palabras, Taurus, Madrid, 2000, pp. 104-106
TEXTO 8
ALEX GRIJELMO
Metforas publicitarias
Metforas y recursos poticos, de nuevo, de los que tanto provecho
extraen los publicistas. Iberia: usa tus alas; Kodak: el color de
tus recuerdos; Coca-Cola: la chispa de la vida; Colgate: limpia
hasta el aliento; Rolex: el tiempo es arte. Todos ellos repletas de
palabras connotadas, palabras seductoras dentro de la imagen
literaria. Y la metfora exprime aqu todos los saltos que da una
comparacin. Iberia no es como unas alas, una empresa parecida a las
plumas que el ser humano siempre dese en sus brazos para volar
libre y horadar el aire, sino que ella misma se constituye en las
extremidades aladas que se agitan al viento y levantan el cuerpo
del suelo, aderezado su mensaje con el adjetivo posesivo que apela
directamente al subconsciente: tus. Iberia son alas. No como alas.
Son tus alas. Y Coca-Cola no es como una chispa. Es la chispa. Y
Kodak no pone el color a los recuerdos, es exactamente el color que
tienen.
Alex Grijelmo: Los smbolos de la publicidad, en La seduccin de
las palabras, Taurus, Madrid, 2000, pp. 111
TEXTO 9
ALEX GRIJELMO
Publicidad subliminal
Eduardo Garca Matilla, estudioso espaol y de la comunicacin y de
la publicidad, sac a la luz en 1990 un libro sobrecogedor,
subyugante... y muy divertido. All analizaba los resortes de muchos
anuncios de alto nivel y de baja estofa. Recordaba cmo en 1956, y
en un cine de Nueva Jersey, se haba insertado entre los fotogramas
de una pelcula la imagen de un helado, que apareci en pantalla
apenas una fraccin de segundo... una fraccin invisible. El cerebro
consciente de cada espectador era incapaz de percibir esa imagen
aadida a los 24 fotogramas de un segundo de proyeccin... pero no el
subconsciente. En el descanso del espectculo, y una vez emitido el
tpico mensaje visite nuestro bar (esta vez con muchos segundos de
permanencia en la pantalla), el aumento en la adquisicin de helados
result ser de un 60% respecto a cualquier da similar. Vance
Packard, por su parte, ha explicado tambin el experimento que
desarroll el psiclogo social James Vicary, igualmente en Nueva
Jersey y en esta ocasin durante las seis semanas en que se exhibi
la pelcula Picnic. La prueba consista en proyectar sobre la
pantalla (en das alternos) y mediante una mquina especial
(taquitoscopio) sincronizada con el proyector, flases con mensajes
publicitarios lanzados a una velocidad de 1/3000 de segundo. Por
tanto, invisibles para el cerebro consciente. Invisibles en lo que
siempre hemos entendido como invisible. Invisibles para nuestro
pensamiento. En ellos se deca: Tienes hambre? Come palomitas, y
Bebe Coca-Cola (cmo no). Se sometieron al experimento, sin saberlo,
45.699 personas. Pero a partir de ah habra que cambiar la
consideracin general del adjetivo invisible. Porque aquellos
mensajes, s, fueron invisibles para el pensamiento. Pero no para
los sentimientos. Los resultados establecieron una venta de
palomitas un 57% superior en los das en que se proyectaban los
mensajes subliminales y de un 18% en las consumiciones de
Coca-Cola. Los expertos culparon de estos resultados ms pobres en
el caso de la bebida al mal tiempo reinante, es decir, a los
elementos, y consideraron que con el apoyo de las frases hace calor
o tengo sed se habran incrementado ms las ventas del refresco. He
ah la fuerza sugestiva de las palabras ms all de los medios tcnicos
que se empleen para difundirlas.
La publicacin de esta prueba desat una polmica descomunal en los
diarios y revistas ms importantes de Estados Unidos, en muchos de
los cuales se exiga la prohibicin de semejante tipo de publicidad
porque supona un ataque a la libertad individual. No se aprob tal
medida legislativa, y el caso se fue durmiendo en la memoria de los
periodistas, pero no en los planes de los creadores de anuncios. El
propio Garca Matilla reproduce en su libro casos de publicidad
subliminal que est a nuestro alcance descubrir. No se trata ya de
fotogramas ocultos (la investigacin de casos as slo podra resultar
eficaz si fuera detectivesca; sus autores no parecen inclinados a
comunicar esas pruebas), sino de analizar con detenimiento la
publicidad que insertan diarios y semanarios. Garca Matilla muestra
decenas de anuncios espaoles (con reproducciones grficas) donde se
usa la tcnica de la publicidad subliminal: cubitos de hielo que
esconden levemente figuras erticas, modelos masculinos con el pene
erecto marcado bajo el pantaln (lo cual se aprecia slo con
detenimiento), mujeres que agarran botellas con una peculiar
posicin de la mano... Todo conduca en esos ejemplos a manipular el
pensamiento y las decisiones mediante la dependencia que estableca
el anuncio: los productos resultaban tan atractivos como una imagen
ertica. Y adems sin que el lector la percibiese, Los productos eran
en s mismos erticos, por tanto.
Alex Grijelmo: Los smbolos de la publicidad, en La seduccin de
las palabras, Taurus, Madrid, 2000, pp. 111
TEXTO 10
ALEJO CARPENTIER
La consagracin de la primavera
Dotado de una labia inagotable, rpido en la rplica, certero en
la saeta, Jos Antonio me resultaba tan divertido como difcil de
penetrar, pues me pareca que, tras su facundia, se ocultaban,
acaso, inconfesadas frustraciones. Le pregunt por su pintura. Quin
se acuerda de eso, seora exclam l: Si Miguel ngel hubiese nacido en
Cuba, en vez de pintar la Capilla Sixtina, habra embadurnado vallas
anunciadoras para la pasta Colgate o el Jabn Palmolive. Por lo
mismo, a tiempo me pas del campo de Leonardo o del Tintoretto al
campo de Csar Birotteau pregonero genial del Aceite Ceflico, del
Agua Carminativa, de la Doble crema de las sultanas, invento de un
mdico rabe, muy usada en los serrallos antecesor y santo patrn de
todos los publicitarios del mundo, por obra y gracia de Honorato de
Balzac. La facilidad de palabras debe serle muy til en sus
actividades dije. Est usted en lo cierto, porque mi profesin es la
ms hamltica de todas: Words, words, words lo que equivale a decir:
slogans, slogans, slogans... No los hay mejores que: To be or not
to be, Alas, poor Yorick, que se mantienen frescos y activos desde
hace cuatro siglos y serviran maravillosamente, hoy, para inducir
al poseedor de un Morris a cambiarlo por un Lincoln o un
Cadillac... Al comienzo fue el Verbo dijo San Juan. Y el Verbo
engendr la primera Agencia de Publicidad. Fiat Lux!, dijo Dios. Y
al punto se encendi el primer anuncio lumnico. Y habiendo
abandonado la pintura, est usted en paz consigo mismo? pregunt. El
otro se enseri un poco: En paz con el medio en que vivo. Tengo una
casa en la playa de Varadero, un Jaguar, diez y ocho trajes en mi
armario y una sabrosa cuenta bancaria. Todo lo que hace falta para
que lo respeten a uno en este pas. Y eso le basta? Mira, Vera (de
pronto me tuteaba): no me metas en dostoiewskianos exmenes de
conciencia. Hace tiempo que mi conciencia est en la casa de empeos.
As lo exige, por lo dems, el oficio que ejerzo.
[pp. 334-335]
TEXTO 11
ALEJO CARPENTIER
La consagracin de la primavera
...el joven pintor de otrora, convencido un buen da de las
impermeabilidades intelectuales del medio, se haba transformado en
el publicista fenicio como deca que ahora ganaba mucho dinero,
encargaba camisas a Londres, no usaba sino mancuernas de Tiffany o
de Cartier, y slo coma de lo mejor y de lo ms caro con la
desaforada apetencia de caviares, foies-gras, licores de gran
marca, vinos de buen ao y buena cepa, de quienes se desquitan, por
las tragaderas, de muchas privaciones pasadas. Hablando de su
oficio presente se haca sarcstico, nihilista, duro juez de s mismo,
dentro del burla-burlando de monlogos llevados con el pintoresco
aval de citas y referencias, descabellados juegos analgicos y
sentido de la caricatura, que caracterizaban su estilo verbal. La
Publicidad, segn l, era el oficio de quienes no tenan oficio,
erigindose, trapacera y ubicua, en la Picaresca sin fronteras de
los tiempos modernos. Pablos de Segovia, Guzmanes de Alfarache,
Estebanillos Gonzlez, Gilblases de nuevo cuo, eran los hombres sin
profesin (o fracasados en una profesin) que ahora se entronizaban,
magnficamente vestidos, rodeados de hermosas secretarias, parleros
y zahores, verbosos y perentorios, en sus oficinas ornadas de
araucarias, cactos y plantas raras, muebles de rebuscado design,
con bares empotrados en la pared que, ha llamado de seal
electrnica, adelantaban hacia el visitante atnito los convincentes
i determinantes licores del trato maanero. Hijos de los Pregoneros
del Curalotodo, Extractores de la Piedra de la Locura,
Sacamuelas-sin-dolor, Vendedores del Elixir de Orvieto, Esencias de
Cantrida o Portentos de Indias, Chanfallas de Retablos de las
Maravillas, eran los publicistas de hoy, creadores de una mitologa
perennes renovadores de un Estatuto de los Espejismos. Solicitando
las apetencias secretas del Don Juan oculto en toda alma masculina,
se enseaba a ese Don Juan soterrado que para serlo de cuerpo
entero, le era necesario poseer un automvil de gran marca (se
imaginan ustedes a un Seor Maara, a un Tenorio de verdad,
conduciendo un pequeo Volkswagen?...), fumar cigarrillos de
Virginia (predilectos del bragado varn que, pistolas al cinto,
galopaba por las vastas praderas del Oeste americano, o el bien
plantado atleta que, con su ricahembra al lado, se doraba los
pectorales al sol de las Bermudas), llevar el slip mnima expresin
que, bien ceido al cuerpo, ventajosamente le moldeara los
modillones de la virilidad (esto es lo que yo llamo un hombre haba
dicho Napolen al ver a Goethe, por ignorar an que slo el uso de
ciertas lociones de after-shave confieren una verdadera categora
humana al individuo...). En cuanto a las mujeres (y no hay mujer
honesta que no haya soado alguna vez con dejar de serlo haba dicho,
ms o menos, La Rochefoucauld) se las llevaba a creer que los
estropicios de la edad podan ser disimulados, escamoteados, cuando
no borrados del todo, en una juventud milagrosamente recobrada por
un concertado manejo de untos y blsamos capaces de detener el sol
como Josu, revirtindose el tiempo en la maravilla de calendarios
recurrentes donde, en presente/pasado se inscriban, recuperables
sin trompetas ni desplomes, las fechas de victorias conseguidas en
campos de batalla que lo eran tambin de plumas, con deleitoso
olvido de lo que Racine hubiese llamado el irreparable ultraje de
los aos.
TEXTO 12
ALEJO CARPENTIER
La consagracin de la primavera
El Publicitario se afanaba (buena publicidad comienza por
aplicarse a uno mismo) en hacer creer que la Publicidad era una
ciencia, a sabiendas de que cuanto pudiese saberse en esa materia
poda aprenderse descansadamente en menos de una semana. El
Publicitario pretenda presentar el anuncio como una informacin como
si informacin pudiese ser una directa y a veces agresiva incitacin
al consumo de un producto alabado en detrimento de otro que acaso
le aventajara en calidad. Para acrecentar su prestigio, haba
adornado su oficina genial invencin con la presencia de psiclogos
matalones que en momento oportuno aparecan ante el cliente, como
mengue sacado de un escotilln, para revelarle las entretelas de
unas motivaciones de consumo, cuyos mecanismos secretos (a veces
ignorados por los mismos interesados) llegaban a desentraarse
cuando mucho se haba meditado sobre los grimorios de Freud, Jung o
Adler vencindose con ello las ltimas reticencias de un oyente
atnito ante los mundos de sabidura que de sbito le eran revelados,
con las palabras de libido, complejo de Edipo, inconsciente
colectivo, voluntad de poder, disparadas en deslumbradora
pirotecnia hacia un comerciante o industrial que, en punto a
lecturas cientficas, no haba pasado del How to win friends de Dale
Carnegie. Toda una biblioteca de Tratados, bastante costosos, de
autores norteamericanos generalmente, se desplegaban detrs de la
butaca giratoria del Presidente Ejecutivo de la Empresa
Publicitaria, cuyos textos revelaban la ensalmadora accin de
expresiones como: Esto le concierne a usted, ltima oportunidad,
Todava es posible, La verdad acerca de... Su vida puede ser
mejorada por... No piense que su juventud ha terminado... Usted
puede... An puede... (Oh, jovenzuela que pusieron en el lecho de
David viejo, para reavivarle una piel que slo los huesos le
levantaban ya como estacas y horcones de tienda nmada!...).
TEXTO 13
ALEJO CARPENTIER
La consagracin de la primavera
10 millones de dlares costaba hoy el lanzamiento de un
detergente sobre el solo mercado americano. Y a pesar de ello, el
pregn de los detergentes haba invadido el ter de Europa, de las dos
Amricas, Australia, y parte del Asia, con sus jingles ilustradores
de jabones, lejas, cloralas y qumicas corrosivas. Para los jingles
de la radio, echamos mano a Schubert, a Chopin, a Liszt.
Recientemente, en Pars, capital de la inteligencia, los aparatos
receptores difundieron un anuncio de papel higinico cuyo fondo
musical era el Liebestod de Tristn e Isolda... Qu horror! exclam.
Pero Jos Antonio, adoptando un tono de trgico espaol en monlogo de
Segismundo: Oh, Atila! Publicitario impar que inventaste el primer
slogan publicitario de la Historia, con aquello de que donde pisaba
tu caballo no volva a crecer la yerba! Cuntas buenas ideas nos
hubieses dado para el lanzamiento de un detergente o de un
insecticida! Hombre genial que mandabas a tus hunos ms tasajeados,
apestosos y carifeos, de embajadores tuyos, recomendndoles que en
pblico devoraran piltrafas de carne cruda, para que se creyese que
eras un Brbaro Exterminador, cuando t, en realidad, bien conocedor
de la sofstica griega por tu esmerada educacin, habas descubierto,
antes que nadie, las artes del encubrimiento, ilusionismo y engao,
de eso que llamamos, en buen lenguaje del oficio: Relaciones
Pblicas! Atila, Doctor Honoris Causa of Public Relations, deposito
en nombre de todos los publicitarios del mundo un ramo de
siemprevivas o mejor: de alfalfa en el ubrrimo pesebre de tu
caballo, ms productivo que Bucfalo, Babieca y Rocinante! Tenas
madera de Director-Ejecutivo de la Procter & Gamble, de la
McCann-Eriksonn, de la Walter Thompson, agencias del norte,
paradigmas, ejemplos, ideal, en una clase de negocio en que slo se
venden palabras, palabras, palabras, y, como hacan los malditos
boticarios de Quevedo, cobramos hasta el papel en que damos el
ungento, para parir, al cabo de noches de insomnio, de lucubracin,
de angustia creadora, el slogan que se cita como logro supremo del
pensamiento publicitario en todos los Manuales que tratan de la
materia: A cien kilmetros por hora lo que ms suena en la nueva
Rolls-Royce es su reloj elctrico. Me parece demasiado largo observ.
Jos Antonio se ech a rer: Tienes razn. Un buen slogan tiene que ser
ms breve, ms percutiente. Yo dara ms bien como ejemplo, el slogan
publicado por todas las revistas norteamericanas en la dcada de los
30, junto a una linda foto de foxterrier, cuando haba seis millones
de desempleados en los Estados Unidos: Perro mal alimentado, no es
perro carioso.
[pp. 344-345]
TEXTO 14
GONZALO SUREZ
Un cadver parlanchn
Muri a las ocho de la tarde. Aquella noche estuve un rato
velando el cadver y luego me fui a mi cuarto a dormir. La haba
colocado en el sof del comedor, porque era ms lgico reservar la
cama para los vivos, y el nico vivo que quedaba en la casa era
yo.
Antes de sumirme en un sueo profundo, pens en ella. Luego en
nada. Y, de pronto, me despert con la sensacin de que alguien me
haba llamado. No me llamaba nadie, pero acert a or un estertor.
Como provena del lugar donde estaba el cadver, me levant descalzo y
tiritando para echar un vistazo. Segua muerta. Hecha esta
comprobacin me volv a acostar. Estornud. Me tap hasta las orejas, y
me dispuse a reanudar el sueo interrumpido. No lo consegu.
O cuatro lejanas campanadas y un maullido. Despus, otra vez el
estertor. Me puse las zapatillas y la bata, y acech. Al cabo de un
rato decid volverme a acostar. Entonces la o: era como si el cadver
tuviera ganas de toser o... de hablar.
Fui al comedor. Encend la luz. Me sent a su lado, y esper.
Transcurri media hora, y de la boca del cadver no sali ni un
susurro. Supuse que todo haba sido figuraciones mas. Pero entonces,
una de las manos que tena entrecruzadas sobre el pecho se desliz
sobre el costado, y el brazo qued colgando de manera que tocaba el
suelo con la punta de los dedos. Para volver a poner la mano en su
sitio, tuve que inclinarme sobre ella, y entonces o: sscho. Desde
luego, los labios no se haban movido. Era posible que el aire
hubiera producido esa especie de ruido en su garganta. Pero el
resultado era el mismo: sscho.
Permanec muy atento, y consegu or un nuevo ruido, aunque esta
vez lo localic ms bien a la altura del esfago. Era una especie de
silbido: iiiii. De todas formas, imagin que ella tena algo que
decirme y fui a buscar un lpiz y un papel.
De improviso, sus labios se tensaron alrededor de la boca
abierta, hasta volverse blancos y emiti un prolongado: fffffeeeeee.
No tena miedo, pero s un poco de inquietud. Telefone al mdico que
el da anterior haba certificado la defuncin.
Oiga le dije, la mujer que muri ayer est hablando.
Me aconsej que tomara un calmante y que me volviera a
acostar.
Doctor insist, es preciso que venga usted.
No quiso. En vista de ello, llam a otro mdico. Y me asegur que
vendra enseguida.
Mientras tanto, hgale usted la respiracin artificial me
dijo.
Lo hice, aplicando mi boca sobre la suya, como cuando la besaba.
As insufl aire en sus pulmones, pero slo pude arrancarle un nuevo
ruido: llliiii. El corazn no lata, y los miembros se haban puesto
rgidos.
Lleg el doctor y me dijo que estaba muerta.
Ya lo s contest, pero habla.
Y qu dice? me pregunt con incredulidad. Le ense mis anotaciones.
Por la mirada que me dirigi, adivin su pensamiento. Me puso una
mano en el hombro, y me aconsej:
Trate de descansar.
Intent razonar:
No se contraen los msculos despus de la muerte, doctor? No
siguen creciendo las uas y el cabello?
No me entenda.
Oiga le dije, si el organismo, o una parte del organismo, sigue
funcionando, tambin...
No le d vueltas me interrumpi, est muerta.
Y no es concebible que...?
Yo mismo tena dificultades para expresarme. Quera explicarle que
posiblemente ella haba deseado decirme algo antes de morir, y que
ese deseo frustrado poda desencadenar unos fenmenos motores
similares a los de tipo celular o muscular.
Cmo puede usted saber que en un punto determinado de su cerebro
no perdura la actividad?
Hace tiempo me respondi que el alma de esta mujer ha abandonado
el cuerpo.
Pero... biolgicamente...
Se fue. Volv a coger el lpiz y el papel, y esper. S que no tena
sentido estar al lado de un cadver con un lpiz y un papel en la
mano, pero tambin es verdad que yo estaba algo desequilibrado por
los ltimos acontecimientos.
Ya empezaba a amanecer, cuando la muerta se puso a hablar. Quiz
no debiera emplear el trmino hablar, puesto que no pronunciaba
precisamente palabras. Pero emiti una serie de ruidos que yo
transcriba. As dijo: zzzzz, sssssaaaaa. Y luego : lllaaa. O bbbaaa.
O ambas cosas. Primero lllaaa y luego bbbaaa. Al cabo de un cuarto
de hora o distintamente: ca.
Fue difcil precisar los ltimos ruidos, algunos de los cuales
salan de las fosas nasales, por ejemplo: iii. Y a veces se repeta
un sonido ya registrado, como: ssssaaaa.
Al fin, se call. Y supe que ya no le quedaba nada dentro, y
comprob que los rasgos parecan ahora ms serenos. Era indudable que
se haba desembarazado de un ltimo lastre espiritual.
Cuando a la maana siguiente vinieron a buscarla no me opuse a
que se la llevaran. Vi cmo descenda su atad hasta el fondo de la
fosa, y dej caer una flor, antes de que echaran las primeras
paletadas de tierra. Despus volv a casa, y me esforc en descifrar
los ruidos.
Sscho no tena ningn significado, al menos en mi idioma. Y en lo
que respecta al segundo sonido, no caba duda de que era la vocal i.
La i es la novena letra del alfabeto, lo cual no aclaraba gran
cosa. La tercera slaba pronunciada por el cadver, fe, era una
palabra, y quera decir algo. Posiblemente la muerta aluda a su
falta de fe.
Li era el nombre de un papagayo que habamos tenido, pero aquel
papagayo, que por otra parte era un animal muy antiptico, se haba
escapado un da por la ventana.
Luego vena la z, una especie de zumbido. No estaba muy seguro de
si deba escribir con zeta o con ese el ruido. Poda ser za o sa,
pens en el Sha de Persia. Pero me pareci una idea tonta y la
desech.
La poda referirse a la nota musical o al artculo. Opt por el
artculo, porque luego venan dos slabas que unidas formaban una
palabra: ba y ca. Escrib: La vaca.
El papagayo y la vaca, combinados con la fe y el Sha de Persia
me proporcionaron un buen quebradero de cabeza. En cambio, las dos
restantes slabas parecan completarse satisfactoriamente. La primera
era i, pero tambin poda ser mi. Y me qued con mi porque mi y sa
daban: misa. De nuevo apareca el problema religioso de la difunta.
Enseguida asoci su falta de fe con la misa, ceremonia sta a la que
no poda acudir.
Pero repito que el papagayo y la vaca seguan desconcertndome.
Trat de encontrarles un significado onrico, y se me ocurri que el
papagayo poda simbolizar la fe perdida y la vaca el seno materno de
la Iglesia.
Estas conclusiones me decepcionaron, no slo porque resultaban
incoherentes, sino sobre todo porque la difunta se limitaba a
lamentarse, es decir, hablaba sola.
Fui a comer al restaurante ms prximo, y all me encontr con un
amigo que saba siete idiomas. Le pregunt si conoca el significado
de la palabra sscho, y me respondi negativamente.
A no ser que... sugiri, que quieras decir sceau, que quiere
decir cubo.
Al volver a casa busqu en el diccionario el significado de la
palabra sceau. Provena del latn sigillum y se refera al gran sello
empleado para garantizar la autenticidad de un acto. En sentido
figurado, haba una frase que llam mi atencin: confier une chose
sous la sceau du secret, que equivala a: confiar algo a condicin de
que el secreto sea bien guardado.
El resultado de mi bsqueda tuvo la virtud de volver a suscitar
mi inters, porque confirmaba la primera suposicin de que el cadver
haba querido revelarme algo importante. Segu investigando. Y llegu
a la conclusin de que la vocal i era en realidad una y que enlazaba
la palabra sceau con la palabra fe. La muerta me haba pedido as que
guardara el secreto y que tuviera fe en ella.
Despus un li con za o sa. De esta manera, descartaba al papagayo
y al Sha de Persia, y me quedaba con lisa. Poda tratarse de un
nombre o de una palabra, lo ignoraba. Luego: la vaca. O sea: Lisa
la vaca. Y ya slo restaba: misa. En total: Lisa la vaca misa.
En esa frase estaba encerrado el secreto que yo deba
interpretar. La repet una y otra vez, hasta que me cans. Tena una
curiosa sensacin: la de haber odo antes aquella frase en alguna
parte. Era posible que fuera una impresin causada por la repeticin
obsesiva en voz alta.
Volv a echar un vistazo al papel donde haba escrito las
misteriosas palabras: Sceau y fe. Lisa la vaca. Misa. Y lanc una
exclamacin. Eran casi las ocho, la hora en que ella haba muerto de
repente. Estaba sentada en el sof del comedor. Si hubiera muerto en
la cama, la hubiera dejado all. Pero muri en el sof: porque estaba
viendo el programa diario de televisin, dedicado a las amas de
casa.
Conect rpidamente el televisor y llegu a tiempo de ver el
comienzo del programa. Era un anuncio. Una mujer muy bella que se
acercaba a la pantalla. En la blusa poda leerse su nombre que
tambin era el del producto anunciado. La mujer sonrea, y pronunci
esta frase reveladora:
Soy Felisa, la que mejor lava su camisa.
Entonces comprend que todo haba sido tan slo una muestra del
inmenso poder de penetracin en el organismo humano de las campaas
publicitarias.
Gonzalo Surez
TEXTO 15. PUBLICIDAD CON APARIENCIA DE INFORMACIN
Zapf mejora su liderazgo con un fuerte crecimiento en 1998 y
planea salir a la bolsa en 1999MAX ZAPF PUPPEN UND SPIEL
WARENFABRIK GmbH, compaa juguetera del grupo alemn TA Triumph-Adler
AG, culmin con xito un nuevo ejercicio en el que sus ventas
aumentaron un 29 por ciento. En total, el volumen de ventas de Zapf
ascendi desde los 174 millones de marcos en 1997 (14.800 millones
de pesetas u 89 millones de euros) hasta los 223 millones de marcos
en 1998 (19.000 millones de pesetas o 114 millones de euros). Este
resultado es especialmente favorable por haberse producido en una
situacin difcil para el mercado europeo, con un persistente
estancamiento de los juguetes clsicos.
En su mercado domstico (Alemania) Zapf ha vuelto a experimentar
un gran crecimiento este ao al tiempo que lograba arrebatar una
significativa cuota del mercado a sus competidores. Ello se debe al
xito de su coherente promocin de las marcas y al incremento de su
presencia en las estanteras a lo largo del ao. Sus marcas son bien
conocidas e incluyen una amplia variedad de novedades e
innovaciones. [...]
Para 1999, Zapf tiene previsto realizar una Oferta Pblica de
Acciones, en la bolsa alemana, dirigida a inversores alemanes e
internacionales. Mediante este importante movimiento estratgico, la
empresa se asegura el aumento de su flexibilidad financiera
mientras prosigue su agresiva poltica de crecimiento. Zapf tiene
firme intencin de ganar cuota de mercado en sus segmentos y
alcanzar una posicin de liderazgo en los mercados europeos similar
a la que ahora tiene en Alemania.
Rdental, Alemania, febrero de 1999El Pas, 2-2-1999
COMENTARIO
En este anuncio aparecido en un peridico nacional, las nicas
marcas externas que indicaban su carcter publicitario eran el
logotipo de la marca anunciada y el recuadro que rodeaba el texto,
en uno de cuyos lados figuraba la palabra PUBLICIDAD. Se trata de
un tipo de publicidad que intenta ocultar el propsito persuasivo
dndole al texto la apariencia de informacin supuestamente objetiva,
lo que consigue calcando la estructura y el lenguaje de las
noticias periodsticas.
Son varios los aspectos que relacionan este anuncio publicitario
con los textos periodsticos. En primer lugar, se observa la
presencia de un cuerpo de titulares, resaltado en negrita y con un
tipo de letra ms grande, que destaca y resume los contenidos
fundamentales. La supuesta informacin se distribuye en tres
prrafos, que desarrollan ncleos temticos diferentes (el incremento
de beneficios, el aumento de la cuota de mercado y la futura salida
a bolsa), una estructuracin que recuerda la pirmide invertida de
muchos textos periodsticos. La forma de discurso es la narracin:
las ideas que se transmiten al receptor estn concebidas como un
relato de hechos novedosos y recientes: en apariencia, se informa
al lector del peridico de los resultados de la empresa juguetera
alemana en el ltimo ejercicio (el volumen de ventas de Zapf ascendi
desde los 174 millones de marcos en 1997 [...] hasta los 223
millones de marcos en 1998) y de sus planes para el ao actual (Zapf
tiene previsto realizar una Oferta Pblica de Acciones [...]. Zapf
tiene firme intencin de ganar cuota de mercado...). En consonancia
con ello, los tiempos verbales son predominantemente pretritos
perfectivos en los primeros prrafos (culmin, ascendi, ha vuelto a
experimentar), mientras que en el tercero son presentes de verbos
de voluntad, que orientan la accin hacia el futuro (tiene previsto
realizar, tiene firme intencin de ganar...). Formalmente, el
discurso preserva la objetividad tpica de los gneros informativos.
Slo aparece la funcin referencial, con oraciones enunciativas en
indicativo y sin ninguna alusin a la 1. ni a la 2. persona del
discurso: obsrvese que el emisor, que es la propia empresa, queda
encubierto por el uso de la 3. persona del singular, lo que produce
la impresin de que es un periodista, es decir, alguien ajeno a la
empresa anunciante, quien redacta la informacin. La funcin
apelativa o conativa, tan usual en la publicidad, est por completo
ausente. En ningn momento se sugiere al destinatario que compre
ningn producto.
Con todo, si atendemos a su intencin, el texto es en realidad
publicitario. Su propsito es dar a conocer una determinada marca y
prestigiarla ante el consumidor potencial de sus productos. Aun
cuando adopte en apariencia la forma de la noticia, las
informaciones que se incluyen funcionan como argumentos que
pretenden convencer al lector de la calidad del producto y la
fiabilidad de la empresa que los fabrica. Con esta finalidad se
emplean las referencias al aumento del volumen de ventas, a su
condicin de empresa lder en Alemania (ntese la utilizacin de los
tpicos de la seriedad, la seguridad, la eficacia, asociados a lo
alemn), as como la comparacin con sus competidores y el hecho mismo
de cotizar en bolsa. El uso de la lengua tambin refleja este
carcter publicitario del texto. Abundan a lo largo del mismo los
elementos que implican una valoracin positiva de la marca y sus
productos: culmin con xito; especialmente favorable; gran
crecimiento; significativa cuota del mercado; xito de su coherente
promocin; marcas [...] bien conocidas; amplia variedad de novedades
e innovaciones; importante movimiento estratgico; aumento de su
flexibilidad financiera; agresiva poltica de crecimiento, etc.
CUALQUIER TIPO DE 30 AOS HA VISTO DIEZ MIL ANUNCIOS. SLO PODRAS
SEDUCIRLO SI ERES SUTIL