Top Banner

of 126

Todovov. Investigaciones semánticas

Apr 05, 2018

Download

Documents

Gonzalo Dureu
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    1/126

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    2/126

    T. Todorov (comp.)J. ApresjanF. G. Lounsbury

    Investigaciones semnticas

    Ediciones Nueva VisinBuenos Aires

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    3/126

    Advertencia del traductor

    La traduccin de un texto que encara un estudio sobre el lenguajeImplica siempre el problema de la traducci6n de los ejemplos,causada por las diferencias de funcionamiento lingstico entrelengua y lengua. En el presente volumen hemos optado por adap-tar al espaol los ejemplos del original, aunque esto nos obligaraa proponer formas que, si bien anlogas desde el punto de vistadel fen6meno lingstico pertinente, se alejaban a veces bastantedel original. En esos casos hemos reproducido en nota los ejem-plos usados por el autor.Solo en tres casos hemos mantenido los ejemplos en el idiomaoriginal:a) cuando se trata de un estudio realizado sobre un sector espe-cifico de una lengua part icular (Apresjan, Lounsbury);b} cuando se trata de textos literarios con mencin del autor;cJ cuando la interpretacin que el autor da de un fenmeno lin-gstico es demasiado particular para transponerla a otro fen-meno sin correr el r iesgo de desvirtuar su pensamiento.

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    4/126

    T. TodorovInvestigaciones semnticas1

    Durante un largo perodo, la semntica fue la pariente pobre delas ciencias lingsticas. A pesar del gran nmero de teoras generales y de estudios concretos que se encuadran en su marco,se puede llegar a decir que hasta hace muy poco la semntica noexista como ciencia.Despus de 1960, aproximadamente, se realizaron interesantesinvestigaciones tanto en Franela como en los Estados Unidos, enGran Bretaa y en la Unin Sovitica. Nuestra primera lntenctnfue la de reunir y publicar todos los estudios importantes realiza-dos en el extranjero y que suelen ser los menos conocidos enFrancia. Pero la extensin de los textos sobrepasa en gran medi-da las posibilidades del presente volumen; por lo tanto publica-mos aqu solamente algunos de esos textos representativos, mien-tras nos limitamos a discutir los dems en la introduccin. Hemosaadido tambin un trabajo nuestro en el que las ideas de J. J.Katz y de J. A. Fodor, as como de U. Weinreich, se aplican al m-bito de la lengua francesa.

    1Teoras generalesPara poder progresar, la semntica necesita una concepcin glo-bal. En este sentido, el Curso de Lingstica General de Saussu-re, punto de partida de la lingstica moderna, no ofreca ms que1 Quiero agradecer tanto a 105 seores Uriel Weinreich y A. J. Greimas quehan puesto a mi disposicin algunos textos antes de su publicacin, como amis amigos Nicolas Ruwet y Delphlne Perret que me han ayudado en estetrabajo. Las referencias bibliogrficas que se encuentran en el texto se re-fieren a la bibliografa cr tica incluida al final del presente volumen.

    9

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    5/126

    algunos elementos dispersos. Se haca necesario, entonces, co-menzar a forjar esta concepcin, y para ello se presentaron doscaminos diferentes: uno, orientado hacia una teoricidad extrema:el otro, orientado hacia un extremo practlclsrno: por un lado, laglosemtica; por el otro, la lingstica descriptiva que se inscribeen la tradicin de Bloornfleld.Es difcil juzgar la validez del primero de estos caminos, puestoque no super nunca el estadio de los prolegmenos; el carcterabstracto de la doctrina no permiti, en efecto, que se realizaranaplicaciones de ella. Nosotros no creemos que esta ausencia deaplicaciones pueda explicarse por la dificultad con la cual se acce-de a los textos de Hjelmslev: teoras aun ms complejas que lasuya han conocido una gran extensin. Por el contrario, la granclaridad de la exposicin fue lo que atrajo a muchos lingistashacia la doctrina de los glosemticos. La verdadera razn de suesterilidad se encuentra en el hecho de que son sus propios prin-cipios los que hacen que la doctrina sea inverificable; su rigor sevuelve contra ellos mismos y se convierte en la razn de su lrn-potencia. En los Prolegmenos, por otra parte, Hjelmslev deja muypoco espacio para el estudio de la significacin: la substancia, esdecir, lo que una palabra significa, est para l fuera del objetode la lingstica. Solo la forma de la substancia, ese enrejadoabstracto que las palabras componen con sus correlaciones, debainteresar al glosemtico ortodoxo. Aun la gran dist incin entre lostipos diferentes de designacin que son la denotacin y la conno-tacin no fue ilustrada jams suficientemente y termin convir-tindose en fuente de confusiones.En los pocos artculos consagrados especialmente a los funda-mentos de la semntica, la doctrina glosemtica no se hizo msconcreta. Por el contrario, qued limitada, ya sea a algunas refle-xiones generales sobre la naturaleza de la significacin, ya sea aalgunos principios de dudoso valor, como en este caso: "Una des-cripcin estructural solo podr efectuarse a condicin de poderreducir las clases abiertas a clases cerradas" (Hjelmslev, 1959,p. 110). Curiosamente, este imperativo est a continuacin de unpasaje en el que Hjelmslev destaca que el lxico no est constl-tuido por clases cerradas. Es claro, sin embargo, que en el voca-bulario de una lengua no hay ms que clases cerradas; hacer taldeclaracin equivale, por lo tanto, a renunciar al estudio del lxico.Y, ms aun, una teora incapaz de dar cuenta de esta cualidadesencial del lenguaje, la de poseer un lxico consti tuido par clasesabiertas, no puede tener la pretensin de alcanzar una suficienteconformidad con la realidad lingstica. Si es verdad que la intro-duccin de una nueva palabra en el lxico no cambia para nada la10

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    6/126

    estructura semntica global de la lengua, es ste un fenmenoque debe ser explicado y no reducido.la actitud de la l ingstica descript iva norteamericana fue diferen-te, aunque sus resultados hayan sido los mismos. Bloomfield pro-clamaba que el estudio de la significacin no atae a la lingsticasino a las ciencias concretas que estudian ta lo cual parte de larealidad (as manzana significa una fruta que . . . para el botnico,pero no para el lingista) o a una neuropsicologa que podraalcanzar la esencia de la significacin estudiando las fibras nervio-sas de nuestro cerebro. Puesto que no exista una psicologa se-mejante, fue la psicologa behaviorista la que se encarg del asun-to: los textos se sucedieron unos a otros; se construy una teora(Osgood); pero el nico resultado positivo para la lingstica fueel aprender que en realidad exista un significado de las palabras.del cual, por el momento, ella no deba ocuparse (la "significacinpragmtica", en los trminos de Apresjan). Los lingistas norte-americanos siguieron fielmente los mandamientos de Bloomfield;y sus manuales simplemente excluyeron la semntica. As Archi-bald A. Hill, en lntroduction to linguistic Structures, concede 4pginas (sobre 496) a la semntica, las cuales le bastan para decirque, aunque importante, el campo de la significacin atae a una"supra-lingstica". Para l, el nico significado propiamente lin-gstico es el que nos permite decir si dos unidades son las "mismas" o si son "diferentes".No dedicaremos aqu demasiado espacio a una tercera teora, lade los lingistas ingleses, que recientemente se ha intentado pre-sentar como la nica que haya permanecido ajena a estos puntosde vista extremos. Por un lado, en semntica esta teora no exis-ta, hasta estos ltimos tiempos, ms que como una expresin dedeseos (ver Dixon, 1964, y sobre todo Lyons, 1963). Por otro lado.las premisas de las cuales parte. que se hallan en los escritosde J. R. Firth, estn lejos de ser evidentes. No citaremos ms quedos de ellas: "Cada palabra utilizada en un nuevo contexto seconvierte, por esto mismo, en una palabra nueva" (Firth, 1957,p. 190). "Mi propio enfoque de la significacin en lingstica hasido siempre independiente de dualismos tales como espritu ycuerpo, lengua y pensamiento. palabra e idea, significante y sig-nificado. expresin y contenido" (p. 227).

    Una dbil luz terica apareci con la teora de la informacin, queha ejercido gran influencia sobre la lingstica durante los ltimosquince aos, sin que en el momento actual sea fcil distinguir lashuellas que ha dejado en ella. Esta teora identificaba la emisindel lenguaje con las cadenas de Markoff. sucesiones de smbolos11

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    7/126

    en los cuales la probabilidad de aparicin est dada por los smbolos precedentes. Esta probabilidad se encuentra en proporcininversa a la cantidad de informacin proporcionada por una palabra. Esa relacin pareca abrir un camino al estudio objetivo dela significacin; pero el camino era ilusorio. Como lo haban destacado por otra parte los creadores de la ciberntica, esta informacin concerna nicamente al smbolo considerado como objetomaterial, no a su significado. Shannon ya haba insistido en elhecho de que este ltimo quedaba fuera de su teora, puesto queel carcter inesperado de un mensaje no tiene ninguna relacincon su valor semntico. Aunque un enunciado se repita varias veces, no por eso pierde su significado (Carnap y Bar-HilleI, 1953).los escasos estudios que fueron ms all de estos l mites ( los deMacKay sobre el interrogativo y el imperativo) terminaron por desembocar en un anlisis del contexto que sala del marco de lalingstica.Existe, por ltimo, otra trad ic in que podra ensearnos muchosobre la estructura semntica de una lengua, pero que rara vezse ha elevado al nivel de las teoras: los lexicgrafos obran cotidianamente como semnticos activos, pero no se han preocupadonunca por enunciar las premisas sobre las que se apoya su trabajo.Volvamos ahora la atencin hacia los aportes que vienen de campos no lingsticos. Se trata ante todo de la filosofa y de la lgica, que se han preocupado mucho por los problemas del lenguaje.las primeras nociones que ellas han brindado a la lingstica son,por otra parte, antiguas. La Lgica de Port-Royel ya las conoca yles haba dado los nombres de comprensin y extensin. La introduccin de estos conceptos en la lgica moderna se debe sobretodo a Frege. ~ s t e distingue tres aspectos, y no dos, en el significado de una palabra: en primer lugar la reierencte, que designa loque la palabra quiere decir; luego el sentido, que expresa cmoesta palabra formula su significado, y por ltimo la Imagen asociadaa esta palabra por cada usuario de la lengua. El lucero del alba yel lucero de fa tarde, o Walter Scott y el autor de Waverfey tienenla misma referencia pero no el mismo sentido. Adems, "el mismosentido no est siempre ligado, aun para la misma persona, a lamisma imagen. La imagen es subjetiva: la imagen de una persona no es la de otra" (p. 59). Esta diferenciacin entre la imagenasociada y el sentido estuvo prcticamente borrada en la terminologa de Hjelmslev, quien, retomando los trminos de J. S. Mili,l lamaba a los dos, sin gran distincin, la connotacin. De esta manera Hjelmslev escribe: "En cierto estadio de su transformacincronolgIca, una lengua nacional o regional connota, respectiva-12

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    8/126

    mente. una nacin definida o una regin definida. Nacin o regindesigna la cultura nacional (o regional) en un sentido amplio: lastradiciones, las creencias ( . . . ) el comportamiento, etc." (1961).Ahora bien, es precisamente este "sentido amplio" el que no hasido de ningn provecho para la lingstica. Est claro, en efecto,que lo que atae a la imagen asociada (y que es a menudo el ob-jeto de las investigaciones de los psiclogos norteamericanos) noforma parte, por eso mismo, del objeto de la lingstica. la nocinde connotacin ha llegado a ser, de hecho, una cobertura aptapara todo, puesto que se ha usado para designar toda signif icacindiferente de la referencial. Sin embargo, las funciones que unapalabra puede tener dentro de la lengua son muy numerosas; talgeneralizacin se revela, por lo tanto, intil. Qu inters pode-mos tener en denominar con el trmino comn de connotacin dosefectos de sentido tan diferentes como el de tut en relacin aautomvil y el de bufoso en relacin a revlver? 2 Ch. Bally ya losdiferenciaba claramente cuando hablaba de "caracteres afectivosnaturales" y de "efectos por evocacin".La distincin entre sentido y referencia (o intensin y extensin,en la terminologa de Carnap) parece suficientemente clara en loscasos lmite, pero lo es mucho menos en los otros, que son lagran mayora y que, hasta el presente, somos incapaces de distin-guir can los medios formales que poseemos. Esto es lo que haprovocado, en el campo de la filosofa, un ataque contra esta dis-tincin (llevado a cabo fundamentalmente por Quine). los lin-gistas, en cambio, estn ms o menos de acuerdo en el hecho deque deben estudiar nicamente el sentido; as Benveniste escribe:"Cuando se dice que tal elemento de la lengua, corto o extenso,tiene un sentido, se comprende con eso una propiedad que esteelemento posee, como significante, de constituir una unidad distinti-va, opositora, delimitada por otras unidades, e identif icable por loshablantes nativos, para quienes esa lengua es la lengua. [ . . . ] Ca-da enunciado, y cada trmino del enunciado, tiene tambin un re-ferendo, cuyo conocimiento est implicado por el uso nativo dela lengua. Ahora bien, decir cul es el referendo, describirlo. ca-racterizarlo especficamente. es una tarea diferenciada, a menudodifcil, que no tiene nada en comn con el correcto manejo de lalengua".Con todo, en la prctica, sentido y referencia se encuentran a me-nudo confundidos. Por eso U. Weinreich, que tiene perfecta con-ciencia de esta distincin fundamental, propona, hace algunos2 El autor utiliza los ejemplos del francs crtn-crin y violen, f1ingue y fusil,que son anlogos a los que aqu damos en espaol. [N. de la T.]

    13

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    9/126

    aos, una forma cannica para la definicin de una palabra en eldiccionario, la que sera puramente extensional: "Es til concebirel significado de una unidad como el conjunto de condiciones quedeben ser satisfechas si esta unidad denota. . . Una definicin lexicogrfica tendr la forma siguiente: X denota si CI y C2 y . . .Cs: por ejemplo dI y d2 Y . , . d," (donde X es la unidad en cuestin; CI, C2 . . . las condiciones que se deben cumplir si X denota;d., c6 . .. ejemplos de denotata) (1962, pp. 29-31). Las constantesconfusiones parecen deberse al hecho de que estas nociones noestn todava integradas en el trabajo cotidiano de los lingistas yde que su discusin permanece en el estadio de los buenos deseos.Los lgicos, con mayor insistencia, han intentado introducir enlingstica sus mtodos y su terminologa (Bar-Hillel, 1954; Carnap, 1955). Pero esos ensayos han sido bastante nefastos para lalingstica misma. Esta lamentable situacin se debe, sin duda, alhecho de que los lgicos creen que sus lenguajes son homlogosa la lengua natural y que sta tiene la misma estructura que aqullos, si bien de una manera menos precisa. Pero no hay nada deeso. Los lenguajes de los lgicos, todos ellos construidos sobrelos modelos de Russel y Whitehead, son lenguajes de contexto in-determinado, es decir, lenguajes en los que el significado de unsmbolo no depende de su contexto. El caso de la lengua naturales exactamente inverso, y no se trata de diferentes grados de lamisma cualidad, sino de cualidades opuestas.De la misma manera la mayor parte de las nociones lgicas retomadas por la lingstica se han revelado impracticables. Tomaremos aqu solo dos casos. Segn Ch. Morris (1938) todo procesosemitico comprende tres aspectos: sintct ico, semntico y pragmtico. Solamente la sitax is se ocupa de las relaciones entre lossmbolos; la semntica, en cambio, se interesa por las relacionesentre los smbolos y alguna otra cosa exterior a ellos. Aunqueuna formulacin como sta pueda mostrarse correcta en el casode los lenguajes artificiales, de ninguna manera refleja el verdadero estado de cosas que existe en la l.engua natural. All tamobin las relaciones semnticas son relaciones entre smbolos: "enparticular entre lo definido y los trminos de sus definientes"(Weinreich, 1966, 4, 1). A pesar de esto, numerosos lingistas hanintentado aplicar esta frmula a las lenguas naturales; para evitarlas contradicciones, Revzin lleq a proponer una divisin de la funcin semntica que dist inguiera la funcin semntica por un ladoy, por el otro, la funcin categorial. Esta ltima sera una relacinde tres trminos: "El signo A relaciona el objeto a con la categora C" (1962, p. 18). El verdadero objeto de la semntica deberaser, en su opinin, precisamente esta funcin categorial.14

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    10/126

    Tambin de los lgicos se tom prestado el trmino y la nocionde metalenguaje: una lengua ideal que se utilizara para discutirla lengua-objeto. Con esto, sin embargo. se subestima el hecho deque este metalenguaje no existe "objetivamente" y que los trminos de los que nos servimos en l forman parte en realidad denuestra lengua natural, de la lengua-objeto. Este hecho es muyrico en consecuencias. Recordemos aqu solamente, a manera deejemplo. que la definicin de un trmino, que en lgica goza de unalegalidad part icular, posee exactamente las mismas caractersti cas formales (sintcticas) que las otras frases de la lengua natural (Weinreih, 1966, 3.441 Y 4, n.Estas consideraciones estn dirigidas esencialmente a los pocttvistas, pero se podra observar que existe tambin una filosofa"lingstica" o "analtica" que hace del estudio de la lengua natural (y no de un sistema formal) el centro de sus preocupaciones.Dos de sus aspectos. sin embargo, la vuelven inaceptable comomodelo de teora Ilnqstlca. En primer lugar, los principalesrepresentantes de esta corriente (Wittgenstein, Austin) no han querido jams abordar una sistematizacin coherente de sus concepciones sobre el lenguaje; ms aun, han intentado, por el contrario,hacer imposible esta sistematizacin. En segundo lugar, esta filosofa se ocupa esencialmente de los casos particulares de la"referencia", abordando as un campo que est, en s mismo, almargen del objeto de la semntica lingstica.Podemos cerrar este breve panorama de las relaciones entre lalgica y la l ingstica con estas palabras de N. Chomsky: "Una cosaes aplicar la lgica para construir una teora lingstica clara yrigurosa y otra, totalmente diferente, esperar que la lgica. o cualquier otro sistema formal, sea un modelo de comportamiento lingstico" (1955, p. 45).

    11Anlisis distribucional y anlisis smicoEn ausencia de una teora lingstica global que hubiera podidodefinir el lugar de la semntica, qued abierto el camino para lasconcepciones particulares, que se desarrollaron a lo largo de loslt imos treinta aos. El objetivo implcito de estas investigaciones no fue, en la mayor parte de los casos, explicar el funcionamiento de los elementos semnticos de una lengua, sino describirsu vocabulario. Nos encontramos entonces ms bien en el campo de la lexicologa que en el de la semntica. Como es obvio.dos interrogantes surgen de inmediato a propsito de este ob-

    :5

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    11/126

    jetivo: puede realizarse este trabajo de una manera exhaustiva?y luego: para qu sirve esta descripcin?La casi totalidad de las investigaciones lexicolgicas ha centradosu inters en una caracterstica esencial del lenguaje: la falta decorrespondencia biunvoca entre el sonido y el sentido. En otraspalabras, contrariamente a lo que ocurre en una lengua ideal imaginaria, la lengua natural utiliza a menudo los mismos sonidospara designar sentidos diferentes (polisemia), y sonidos diferen-tes para designar sentidos idnticos, o por lo menos semejantes(sinonimia). Los mltiples trabajos de los lexicgrafos se refieren,en efecto, a estos dos temas, conocidos ya por los primeros semnticos.Tomemos en primer lugar la sinonimia. Este fenmeno ha sidoestudiado con el nombre de campos semnticos y las investigaciones en este sentido se justifican, desde la perspectiva de un estudio general, por la siguiente hiptesis: la estructura semnticade una lengua est const ituida por mlcroestructuras; en el interiorde una microestructura (campo semntico) los elementos constitutivos t ienen relaciones precisas y formalizables; una vez estudiados los diferentes campos, se proceder a la misma operacinen el interior del lxico entero. Dos problemas ms concretos seplantean en este marco: cmo delimitar los campos semnticos?y cmo estudiar las relaciones entre unidades? A la primera pregunta, subestimada por los semnticos, suele darse habitualmenteuna respuesta "intuitiva". Esta solucin se disimula frecuentemente detrs de muchas reflexiones que no logran modificar en absoluto su imposibilidad de explicar los hechos. Recordemos que losprimeros ensayos sistemticos dirigidos en este sentido se encuentran en el Tratado de esti lstica francesa de BalIy. Ni l niWartburg, que propuso ms tarde un esquema diferente para ladistribucin del- lxico francs, dieron respuestas serias a estacuestin.Si tratamos de ver qu hay detrs de esta intuicin, nos encontraremos con una forma de recortar la realidad propia de una cultura determinada. Dicho de otro modo. no se clasifican nunca laspalabras, sino los objetos o 105 conceptos. Se desprende de estouna consecuencia evidente: tal trabajo dar resultados positivoscuando estos objetos (animados o Inanimados) posean una estructura precisa en la realidad o cuando estos conceptos formen partede un vocabulario muy homogneo o convencional, como lo sonlas terminologas cientficas. Como es obvio, los datos obtenidosde esta manera nos informan sobre las estructuras de pensamientode un pueblo determinado y. por consiguiente, pertenecen muchoms a la antropologa que a la lingstica.16

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    12/126

    No puede sorprender entonces que en la actualidad este tipo deestudios goce de extraordinario favor entre los antroplogos norte-americanos. El artculo de Lounsbury que traducimos y presenta-mos en este volumen es uno de los mejores ejemplos al respecto.Otros trabajos giran en torno de los parentescos, los colores, lastaxonomas populares de las enfermedades, la orientacin, las par-tes del cuerpo, los pronombres. Pero basta con salirse de estoscampos privilegiados para dejar de obtener resultados positivos;y nosotros no compartimos las esperanzas de Lounsbury de quepueda llegarse a dividir el lxico entero en campos semejantes.Se han realizado muchos intentos de delimitar estos campos demanera "objetiva". La solucin ms seria es, en este sentido, laque representa, entre sus exponentes ms destacados, J. Apres-jan. Segn esta concepcin, los campos semnticos (sinonmicos)estn compuestos por las palabras de una clase gramatical quetienen una distr ibucin idntica. El desarrollo de este razonamien-to est fundamentado y expuesto con mucha precisin en el artcu-lo que publicamos aqu. Sin embargo, son los fundamentos a prioride la teora los que merecen un examen ms atento. Este pro-cedimiento supone que el sentido de las palabras est determi-nado por sus propiedades gramaticales, y el principio que sirvede punto de partida para llegar a esta conclusin est formuladopor Z. Harris: "Dos morfemas que tienen signif icados di ferentesdifieren tambin en alguna parte de su distribucin" (p. 7). De es-to pueden sacarse fcilmente algunas conclusiones complemen-tarias: los morfemas con distribuciones diferentes tienen signifi-cados diferentes: los morfemas con distribuciones idnticas tienensignificados idnticos (o semejantes), etc. Ms tarde, Apres-jan redujo esta dependencia a una relacin simple: "No toda dife-rencia semntica se manifiesta en una diferencia sintctica, peroa cada diferencia sintctica corresponde una diferencia semnticaesencial" (1963, p. 109). Pero el problema inicial (son las claseslexicales subdivisiones de las clases gramaticales?) queda anabierto. No siempre hay razones claras para aceptar la hiptesisque aqu comentamos, y las objeciones de principio, formuladaspor Revzin (1962), permanecen sin respuesta. Para citar un soloejemplo que va al encuentro de un hecho de distribucin muysimple: en espaol, las palabras terminar, ltimo y fin no podranestar jams en un mismo campo semntico, puesto que pertene-cen a clases gramaticales diferentes. Sin embargo, la proximidadde su sentido es evidente y una teora semntica est obligada adar cuenta satisfactoriamente de este hecho.Para evitar algunos defectos de este tipo, Apresjan utiliza datosestadsticos, pertinentes en el campo del habla, pero no en el de

    17

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    13/126

    la lengua. El desarrollo posterior de su teora se encamina haciados direcciones estrechamente ligadas: por una parte, Apresjanllega a completar su modelo sin recurrir a las estadsticas; por laotra, refina aun ms el anlisis distribucionaJ. Ut il iza para estodos procedimientos: matiza los tipos de distribucin dividindo-los en obligatorios, facultativos (que pueden ser completos o in-completos) y nulos, y se sirve adems del anlisis transformaclo-nal. Tomando esta nocin en un sentido diferente del que le danN. Chomsky y sus colaboradores, afirma que "si diferentes frasesadmiten las mismas transformaciones, podemos afirmar que rosncleos utilizados para compararlas son idnt icos semnticamen-te" (1962 b, p. 153). El estudio de las transformaciones posibleses el que le permite tambin eliminar las estadsticas de la pri-mera parte de su trabajo.Tales perfeccionamientos, cuyos resultados son indiscutibles, noevitan, sin embargo, las dos objeciones resumidas por el propioApresjan: "en primer lugar, la misma frmula distribucional puededisimular significados diferentes; por otra parte, las variantes deuso, que intuitivamente identif icamos, realizan en realidad frmu-las distribucionales diferentes" (1952 b, p. 152).En su defensa, Apresjan declara que l estudia no ya el sentido,sino un signlficado sintctico que da cuenta de las posibilidadesde combinacin propias de cada unidad lexical (sus valencias).Esta ltima formulacin revela claramente el aspecto tautolgicode su razonamiento, aspecto del cual pecan, por otra parte, todoslos anlisis distribucionales: el resultado al que se llega manifiesta que las unidades reunidas en una misma clase, si tomamoscomo base sus combinaciones sintcticas, tienen las mismas po-sibil idades de combinaciones sintcticas.Existe, por ltimo, otro mtodo para delimitar Jos campos semn-ticos: es el que se basa en procedimientos que utilizan tests omuestras estadsticas; pero este mtodo no hace ms que sustl-tuir la intuicin del especialista por la de los aficionados.Llegados a este punto, hay una conclusin que se impone: por elmomento no disponemos de criterios formales que permitan deli-mitar los campos semnticos. Ms adelante, cuando tratemos elanlisis del significado, veremos ms detalladamente las conse-cuencias de este hecho. Por ahora nos limitaremos a decir que talconclusin deja abiertas dos posibil idades: creer que un da sellegar a encontrar este criterio y obrar desde ya como si se hu-biera logrado, o volver a cuestionar la justificacin de los estudiossobre los campos semnticos. La semntica estructural eligi, eneste sentido, la primera de las respuestas.18

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    14/126

    Volvamos ahora a nuestra segunda pregunta: cmo estudiar elsignificado de las unidades incluidas en un mismo campo? Losresultados que se han obtenido en este aspecto nos parecen mucho ms interesantes. Como lo destaca con justeza Lounsbury, haydos mtodos posibles. El primero, el mtodo analtico, consiste entomar todas las palabras incluidas y tratar de descomponer el significado de cada una de ellas en elementos simples. Puesto queen gran parte de los casos estos elementos son idnticos para lasdistintas palabras (lo que difiere es la manera como se combinan),se llega a una reducida lista de "dimensiones" abstractas. Porejemplo, las palabras burra y gata poseen ambas el rasgo femeni-no o la dimensin sexo. El segundo mtodo es ms bien sinttico:se eligen algunas unidades consideradas como elementos bsicosy, con ayuda de las operaciones lgicas que hemos formulado, seobtienen finalmente las definiciones de todas las unidades incluldas. Este segundo mtodo, del cual Lounsbury da un esclarecedorejemplo, es el que utilizan ciertos equipos de traduccin automtica (MPPL, 1964).Nos detendremos aqu ms largamente sobre el primer mtodo,que es el que tiene una difusin mucho mayor (en Francia lo utili-zan B. Pottier y A.-J. Greimas). Este mtodo se deriva, como puedeverse, del anlisis fonolgico en rasgos distintivos perfeccionado por Jakobson, y se lo conoce con el nombre de anlisis comoponenciel (entre los antroplogos americanos), anlisis smico(M. Joos, Greimas) o anlisis en factores semnticos (Apresjan.Ivanov).

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    15/126

    las que produce la introduccin en el lxico de una palabra nueva.El nmero de sernas que nos permiten una descripcin exhaustivadel vocabulario de una lengua debe ser claramente inferior al n-mero de unidades que describimos; si el procedimiento que con-siste en introducir un nuevo serna por cada palabra nueva es ine-vitable, deberemos poner en tela de juicio los propios principiosde este anlisis. Imaginmonos que alguien invente hoy unanueva forma de si lla, por ejemplo la que levanta cada tres minutosa la persona sentada; nos veramos inmediatamente obligados aintroducir este serna en la estructura semntica del espaol. Almismo tiempo, al poner el acento sobre la referencia y no sobreel funcionamiento del lenguaje, se omiten ciertos datos necesa-rios para impedir la produccin de frases como la silla se levantsola, la silla tiene fiebre o la silla tiene cuarenta y nueve de presin; o por lo menos para asegurar que, en caso de producirsefrases de este tipo, nos sintamos impactados por ellas, como erala intencin de Boris Vian cuando las escriba.2. Se identif ican los sernas, positivos o negativos, que componenuna palabra oponiendo esta palabra a las otras del mismo camposemntico. Pero hemos visto ya que no tenemos ningn mtodoseguro que nos permita fijar en alguna parte los lmites de estecampo. El nmero de comparaciones es, pues, prcticamente inf i-nito, como lo es el nmero de sernas posibles. Si retomamos elejemplo citado ms arriba, podramos agregar a la palabra sillasernas como no-comestible (comparndola con arveja), transportable y social (comparndola con montaa), y as sucesivamente.Podra objetarse que a nadie se le ocurrira comparar la palabrasilla con palabras tan alejadas de ella por su sentido; pero bastaensayar la aplicacin de los procedimientos de anlisis componen-cial al lxico comn para chocar de Inmediato con dificultades deeste tipo, que requieren mucho mayor ingenio para ser superadas.La solucin que evitara tal infinidad de sernas podra fundarse so-bre un metalenguaje bien articulado (es decir, podra atribuir atodas las unidades ndices que marcaran sus relaciones con losotros trminos: relaciones de inclusin, exclusin, implicacin,identidad, etc.). Pero esta solucin estara amenazada por el mls-mo peligro que sealbamos para la aplicacin de las teoras delos positivistas lgicos a la Ienqua natural: el de atribuir a estaltima una estructura que de ninguna manera posee.

    3. Lounsbury y Apresjan nos previenen en cuanto al hecho de queellos no toman en consideracin todos los usos posibles de unapalabra, sino solamente uno o algunos muy prximos entre s. Pe-ro sealar el defecto de un mtodo no implica en absoluto supe-rarlo. Si se considera cada palabra como monosmlca, se admite20

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    16/126

    una abstraccin tal que tiene, en el lenguaje, una realizacin cer-cana al cero. La palabra alto revela ciertos sernas si se la tomacon el sentido que tiene en una expresin como una montaa el-tal pero revelar otros bien diferentes si la pensamos en contex-tos tales como: una nota alta, una alta opinin, la alta Edad Media,el alto Bhin, etc. Para poder dar una frmula smica de palabraspolismicas tenemos que aceptar la existencia de definicionesdisyuntivas (que es lo que Lounsbury evita en su artculo). Es evl-dente tambin que los problemas de sinonimia y polisemia debenencontrar soluciones complementarias y no aisladas. La explica-cin que da Lounsbury, basada en los significados metafricos, noconvence del todo, puesto que rara vez nuestra Intuicin nos ln-dica con exactitud cules son 105 usos propios y cules los figu-rados.4. Procediendo de esta manera se obtienen siempre conjuntos de-sordenados, es decir, conjuntos en los que los semas estn todosen el mismo nivel. Si bien es cierto que una gran parte del lxicopresenta tales aglomeraciones, queda en pie el hecho de que al-gunas veces ciertos rasgos tienen una posicin jerrquica dife-rente (superior o inferior) con respecto a los otros y, de este mo-do, componen configuraciones (en la terminologa de Weinreich).Aparece aqu un defecto que es propio de todas las aplicacionesque quieren extender a otros campos' el uso de una tcnica ela-borada para un campo especfico. Al creer en el poder de estatcnica particular, suele darse la inclinacin a deformar la natu-raleza de 105 hechos observados o a pretender ignorarlos paraevitar las contradicciones. ~ s t e es un defecto bien conocido a cau-sa de las recientes extensiones de 105 mtodos lingsticos a lasotras ciencias humanas. Parecera, en cambio, ms justificado elcamino inverso: si una tcnica no se muestra eficaz en un nuevodominio homlogo, habr que interrogarse sobre su precisiny adecuacin en el primer dominio. Algunos estudios recienteshan mostrado, por otra parte, la existencia de una jerarqua entrelos rasgos distintivos de los fonemas.5. Podramos preguntarnos si se debe simplemente al azar el he-cho de que s610 los campos privilegiados, con una substancia es-tructurada, se prestan bien al anlisis, mientras que en el casode campos tales como "la Incertidumbre", "los animales doms-t icos", " las acciones con un fin", etc., el anlisis resulta poco con-vincente y, a decir verdad, no muestra la presencia de una es-tructura lingstica formal. No olvidemos que todos los trabajoslogrados se han realizado sobre los mismos pequeos grupos depalabras, sustantivos y pronombres, que se retoman en diferen-tes lenguas, cuando, en realidad, el lxico comprende decenas demiles de unidades.

    21

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    17/126

    Con todo, estas dificultades, aunque son muy serias, no desacre-ditan el anlisis del significado de los morfemas en elementosms simples. El anlisis smico no tiene ms que unos diez aosde existencia y varios aspectos de la teora sern, sin duda, re-visados y perfeccionados. Es de desear, al mismo tiempo, que seemprenda un estudio semejante sobre el lxico entero de unalengua desarrollada (digamos sobre las 5.000 palabras ms fre-cuentes); tal empresa ser muy superior al muestreo que se realizaactualmente. Entonces no podr hablarse ms de campos privi-legiados, se podr tener una justa apreciacin de las efectivas po-sibilidades de economa en el lenguaje descriptivo y se nos apa-recern un sinnmero de problemas que hoy no estamos en con-diciones de percibir.

    Las tcnicas desarrolladas por el anlisis smico no son su unrcoresultado de valor; esta teora logra, al mismo tiempo, que se ad-mitan sus principios. El alcance de stos sobrepasa ampliamenteel estudio de los campos semnticos, cuyo anlisis se conviertede alguna manera en un rodeo que hay que dar para llegar a lameta. Podemos resumir estos principios de la siguiente manera:1. El sentido de una palabra no es una unidad indivisible, sino com-puesta. (En 1924, J. Tynianov, uno de los formalistas rusos, ex-presaba claramente esta idea: "No se debe partir de la palabracomo de un elemento indivisible del arte literario, tratarla comosi fuera el ladrillo con el que se construye el edificio. La palabrapuede ser descompuesta en 'elementos verbales' mucho ms finos"[p. 35].) 2. Los mismos "tomos" de sentido (los mismos se mas)vuelven a encontrarse a lo largo de todo el vocabulario.El segundo problema sealado ms arriba es el de la polisemia.Cmo se pueden. en primer lugar, delimitar los diferentes signi-ficados de una palabra? Ocurre aqu lo mismo que ocurra en elcaso de los campos semnticos: predominan los mtodos intuiti-vos. La dificultad proviene de la necesidad de establecer un lmi-te entre un efecto de contexto por un lado y, por el otro, el casode dos significados diferentes. Evidentemente, se debe estableceruna primera distincin entre el significado vago y el significadoambiguo. Los lgicos han mostrado de manera convincente queexiste inevitablemente "algo vago" en el interior de cada signo;pero esta vaguedad no concierne al mecanismo semntico. en elsentido lingstico del trmino. La ambigedad y la polisemia. encambio, son fenmenos propiamente l ingsticos, y, precisamentepor eso, una teora semntica debe ser capaz de dar cuenta deellos. Este problema, que ha sido discutido largo tiempo en elcampo de la fonologa, es aun ms complejo en el de la semnti-ca. "El significado que es aportado. por as decirlo, por la unidad22

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    18/126

    mnima debe ser entendido como un significado puramente contextual [ . . . ]. Toda unidad se def ine nicamente por su lugar en elcontexto" (Hjelmslev, 1961 a, pp. 44-45). Pero si los contextosimaginables de una unidad son infinitos, resulta que tambin loson sus significados: en cada nuevo contexto, la palabra tiene unsignificado distinto. De hecho, un postulado semejante implica lanegacin de toda semntica. Un ejemplo que ilustra esta actitud(sin que se inspire en Hjelmslev) es el que se encuentra a menudo en los diccionarios monolinges que pretenden tener tantamayor riqueza cuanto mayor es el nmero de artculos y subartculos que poseen.La lingstica clsica se ha ocupado muchas veces de este problema intentando establecer una distincin entre los homnimosy los sentidos diferentes de una misma palabra. Se quiere afirmar,de esta manera, que los modelos derivacionales de palabras homnimas muestran la diferencia que hay entre ellas; pero se olvidaque en un enunciado concreto nos encontramos con la palabra ens misma y que debemos describir los ndices que la hacen noambigua en ese texto (o bien, mostrar cuntas veces aparece comoambigua esa palabra). En este sentido, Weinreich destaca con justeza que "tal principio solo sirve para la contemplacin lexicogrfica de una palabra aislada" (1963, p. 162).De la misma manera se utilizan criterios etimolgicos, en particular para distinguir la homonimia de la polisemia. Pero en una descripcin sincrnica esta distincin no parece vlida, salvo en elcaso de los homnimos que pertenecen a clases gramaticales diferentes (parto, sustantivo y verbo; corte, masculino y femenino).La concepcin segn la cual se llaman homnimos las palabrasque no tienen ningn serna en comn, no es en absoluto convincente: de aceptarla, tendramos que Isebol (sebo y cebo, por lomenos en la pronunciacin del espaol de Amrica) seran sentidos diferentes de una palabra polismlca (puesto que tendran encomn sernas como material o no racional, por ejemplo), mientrasque gallo en al cantante le sali un gallo (nota falsa) y en la mujercompr un gallo sera un caso de homonlmla.!

    3 Los ejemplos del francs utilizados por el autor y cuyo comportamientolingstico, a los fines de lo, que se trata en este pargrafo, es anlogo a losque damos en espaol son, respectivamente: homnimos de clases gramaticales diferentes: part ( 'notic ia' , susto y 'parte' , verbo); volie (mase. 'velo' y fem.'vela'); palabras con algn serna en comn que no seran por lo tanto homnimos: [sofseeu ('balde') y sceau ( 'sel lo' ); homnimos sin aparentes sernasen comn: cenerd ( 'pato') en iet re un canard ('dar una nota falsa') y le chauf-feur 8 mang un canard ('el chofer se comi un pato). [N . de la T.]

    23

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    19/126

    Otro procedimiento que se utiliza para distinguir los diferentessentidos de una palabra est basado, como en el caso de la de-limitacin de los campos semnticos, en el anlisis dlstrlbuclo-nal. A partir de la misma frmula de Z. Harrls. se llega (en el ar-tculo de Apresjan) al siguiente axioma: "En una palabra polls-mica hay una correspondencia biunvoca entre un significado y unadistribucin". Se intenta entonces dar cuenta de ros diferentessentidos de una palabra por medio de la enumeracin de las com-binaciones sintcticas en las que sta puede entrar. De esta ma-nera un diccionario estructural pondra en la misma entrada al-gunos empleos del verbo francs passer (pasar) tales como lecemion lui est pass sur le corps (el camin pas sobre su cuer-po) y son tntrt pesse avant celui des autres (su provecho espara l ms importante que el de los dems), puesto que ambospertenecen a la misma clase sintagmtica: "construccin disocia-ble/+ infinitivo, atributo, adverbio + preposicin y complemento/+ cero + preposicin y complemento y con el mismo valor deuso" (J. Dubolal.' Al mismo tiempo y por las mismas razones, esediccionario clasificara bajo entradas diferentes los usos de pesseren expresiones como vous pouvez passer (usted puede pasar) yil passe sur le pont (l pasa sobre el puente). Como se ve, estemtodo no discrimina los sentidos que un hablante distingue in-tuitivamente y, al mismo t iempo, proporciona datos superfluos(desde el punto de vista semntico): distingue usos que no sonsentidos como diferentes por los hablantes. Una cantidad de fe-nmenos especficamente semnticos (ambigedades, anomalas,etc.) no podran ser aclarados y resueltos correctamente por undiccionario semejante; por lo tanto, si los diccionarios fueran pu-ramente distribucionales, la semntica habra perdido uno de .susms poderosos instrumentos.El esclarecimiento de esta cuestin, que debemos a los esfuerzosde los lingistas polacos (Kurylowicz, Zawadowskll, nos pone denuevo frente al problema del metalenguaje, sealado ms arriba.En efecto, no podramos distinguir la nueva acepcin de una pala-bra de la influencia que sobre ella ejerce el contexto, si no tuvi-ramos la posibilidad de comparar estas acepciones con las otraspalabras que constituyen el vocabular io. Una palabra tiene dos sig-nificados distintos solo a partir de la posibilidad que tengamos de

    4 En espaol no hay un uso de pasar que sea un equivalente exacto del quetiene passer en la segunda de estas oraciones: pero puede entenderse el ra-zonamiento de Todorov si se piensa en expresiones como pasar el tiempoentre diversiones y pasar la cinta entre las ruedas, en las que pasar pertene-cera a la misma clase sintagmtica aunque su valor semntico es sentidocomo diferente. [N. de la r.]24

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    20/126

    identificar cada uno de ellos con una palabra slnnlma diferenteo, para decirlo con la formulacin de Weinreich: "El artculo Wdel diccionario ser designado como poseedor de dos signif icadosdistintos, W1 y W 2 , si y solo si existe en la lengua un significadoZ1 de un artculo Z, que es sinnimo de W1 y que no lo es de Wz"(1966, p. 28). Tenemos entonces que si en la lengua no existe otraunidad lexical con el mismo significado, no podemos hablar de lapolisemia de una palabra. Esta observacin de Kurylowicz pruebaal mismo tiempo el estrecho parentesco que hay entre los dife-rentes dominios de la semntica: sinonimia y polisemia son problemas complementarios; ninguno de ellos puede ser explicado nicomprendido sin el otro.De esta manera, si encontramos la palabra tomar en el contextotomar la sopa, puede ocurrir que nos parezca provista de un significado diferente del que tiene en el contexto tomar agua: en elprimer caso y no en el segundo utilizamos una cuchara. Sin embargo, un examen ms atento prueba que, en primer lugar, se trata aqu de una diferencia en la referencia y no en el sentido. Adems, puesto que la lengua no elabor dos unidades distintas paradesignar de una manera biunvoca estas acepciones, no tenemosnosotros el derecho de plantearlas como diferentes. Por ltimo,los rasgos adicionales (los sernas que se refieren al hecho de pertenecer al mbito de las comidas o al de las bebidas) provienen delos complementos sopa yagua respectivamente, y pertenecen, porlo tanto, a toda la expresin, mientras que el verbo en s mismoconserva en ambos casos el mismo sentldo.!Este problema particular pone en evidencia las premisas metodolgicas sobre las que se basan las diferentes teoras. El lmite queestamos discutiendo es una nocin abstracta y, por consiguiente,convencional. Pero su eleccin no puede por eso dejar de estarsometida a cierto nmero de criterios (posibilidad de integracinen un sistema global, simplicidad y economa, fidelidad a las intuiciones de los hablantes, ligereza operacional, etc.) que nos permitan evaluar las soluciones y establecer si son ms o menosaceptables. La razn profunda de las mltiples confusiones que sedieron en este dominio parece haber sido la falta de atencin pres-s El francs utiliza el verbo manger ('comer') para la expresin manger fasoupe ('comer la sopa'), que es la que el autor da como ejemplo en el original.Pero este comer podra ser sentido, segn lo manifiesta Todorov, como diferente del COmer de comer una manzana, por razones anlogas a las que po-drfan diferenciar en espaol tomar le sopa y tomar agua. Tambin en ese caso.sin embargo. el serna liquido. responsable de la diferencia, proviene de la palabra soupe y pertenece por lo tanto a toda la expresin y no al verbo. [N. dela r . ]

    25

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    21/126

    tada a un importante problema: cmo se combinan los significados de las palabras particulares para producir el sentido de lafrase?Una segunda pregunta se encuadra en este marco: qu relaciones se establecen entre los distintos significados de una mismapalabra? De nuevo, el anlisis smico se revela fecundo en estecampo. la idea de que la definicin de unidad lexical puede serno solo conjuntiva sino tambin disyuntiva encuentra aqu su aplicacin. As, siguiendo a Revzin (SSM, 1961) ya Weinreich (1963 a),podemos presentar la palabra A como una unidad compuesta porlos sernas CI, C2, Ca, que establecen entre s la siguiente relacin:A/cI . (C2 v csI/. Esta representacin se muestra part icularmentelmportante para explicar cmo el contexto define el significado deuna palabra elegido en cada caso particular. Pero por este caminosalimos del campo de la polisemia para entrar en el de la semntica combinatoria: estudio de la combinacin de las palabras enfrases, en el cual las palabras polismicas no son ms que un casoparticular. Hay que decir, antes que nada, que estos estudios solohan comenzado a realizarse en los aos ms recientes y ha trabajado en ellos un reducido nmero de investigadores (Zawadowsky,Weinreich, Pottier, Greimas). A pesar de su novedad, estas investigaciones, de las cuaJes presentaremos algunos aspectoscaracterst icos, han dado ya ciertos resultados alentadores. Talesestudios se aproximan mucho a una tendencia que examinaremosen la tercera parte de esta introduccin; por este motivo hablaremosaqu muy poco de ellos.El proceso de combinacin se presenta de esta manera: la palabra joyero 6 puede estar provista en un caso de los sernas animadoy humano y, en otro, del serna objeto material. Cuando esta palabra aparece en un contexto formado por los adjetivos enfermo, ex-perto, irritable, comprendemos inmediatamente que se trata de suprimera acepcin; cuando el contexto est compuesto por los adjetivos nuevo, roto, desfondado, etc., elegimos el segundo significado. Se da un paso ms si se intenta descubrir el serna comna todas las palabras de la misma serie; pero entonces se ve lanecesidad de que haya una identidad entre los rasgos de las palabras para que stas puedan combinarse. Destaquemos que estossernas existen en realidad, en una y/o en la otra palabra; no setrata de un sentido que sera adicional con relacin a las dos palabras vinculadas y que aparecera solo cuando stas se encuen-(, En el texto original se utiliza como ejemplo la palabra francesa cutslntre('cocinera' y 'cocina') que constituye, a los efectos pertinentes a esta discusin, un caso perfectamente anlogo al espaol joyero. [N. d. la L ]26

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    22/126

    Esta discusin nos conduce a la crtica que puede formularse conrespecto a casi todos los trabajos realizados en semntica hastael presente. Se trata de la desdichada independencia en la quequedan tanto los estudios de la sintaxis como los de la semntica;unos y otros intentan apoderarse del dominio entero de la lengua,con el resultado de que, hasta estos ltimos tiempos, no existauna teora integral para el funcionamiento del lenguaje.

    111Anlisis combinatorioLo expuesto hasta aqu muestra la existencia de cierto malestaren el seno de los estudios lingsticos. Los principios estructura-listas inspiraban una confianza generalizada; los investigadoreslos seguan fiel y concienzudamente; pero los resultados continua-ban siendo poco satisfactorios. Cmo explicar que la "semnti-ca estructural" no haya podido desarrollarse? Evidentemente, sehaca necesario cuestionarse los principios mismos de la inves-tigacin.La solucin que se propuso no vino de los semnticos sino de lateora de la gramtica generativa, formulada por N. Chomsky, quelleg a modificar las propias bases de la lingstica.lo que condujo a Chomsky a una revisin fundamental de la teoralingstica fue la falta de precisin en la formulacin de esta teo-ra. La precisin, escribe Chomsky, es til por muchas razones:hace que la teora sea ms elegante y ms pura desde el puntode vista lgico; pero es aun ms preciosa en cuanto permite mos-trar cmo una formulacin inadecuada desemboca en el absurdo;de esta manera se puede conocer el origen exacto de su inade-cuacin y comprender mejor los datos lingsticos. En resumen,una teora precisa puede dar resultados posi tivos: puede brindaro sugerir soluciones para algunos problemas que no han sido for-mulados explcitamente. "Las nociones oscuras e intuitivas nopueden ni llevarnos a conclusiones absurdas, ni procurarnos con-clusiones nuevas y correctas; no pueden, por lo tanto, ser tilesen dos aspectos importantes" (1957, p. 5).La lingstica no poda conformarse ya con un simulacro de pre-cisin. El primer principio de la gramtica generativa fue entoncesla exactitud y la obligacin de hacer explci tas todas sus premisas.Para eso, se dio a la gramtica una forma diferente de la quehaba tenido hasta ese momento: "El estudio sintctico de unalengua dada tiene por objeto la construccin de una gramtica que28

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    23/126

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    24/126

    lingistas se limitaban siempre al famoso "corpus" que represen-taba un nmero finito de frases "registradas" y absolutamente"autnticas". Sin embargo, no toda frase registrada es necesaria-mente una buena muestra de la lengua en cuestin. De aqu quehaya que poner en el centro del estudio al sujeto hablante, puestoque es l quien puede, en cada momento, emitir o comprender unnmero infinito de frases nunca odas antes. Al mismo tiempo, seubica correctamente la relacin entre leyes estructurales y leyesde probabilidad: las primeras ataen a la lengua y describen lacompetencia de los hablantes; las segundas ataen al habla e in-dican en qu grado estos hablantes respetan las reglas establec-das de esa manera.De acuerdo con los fines que se propona la lingstica estructu-ral, los "procedimientos de descubrimiento" ocupaban un lugarconsiderable en sus investigaciones. Puesto que era necesariodescribir de una "determinada manera" un texto dado, haba queesforzarse por mostrar cmo se llegaba a encontrar esa "manera"Con la nueva teora, el problema ha perdido mucha de su impor-tancia. Como dice Chomsky, nos importa ms decir en qu con-sIste una gramtica que explicar cmo hemos llegado a ella. Encompensacin, en esta teora se dedica una mayor atencin alproceso de aprendizaje de la lengua que se desarrolla en el nio;en l se buscan a menudo las explicaciones para la gramtica deladulto. Uno de los grandes problemas es ste: cmo llega elnio a poseer, en un lapso tan breve y con la maestra suficiente,un instrumento como el lenguaje, tan complejo que los lingistasan no han podido explicarlo?Por ltimo, la teora de las gramticas generativas rechaza lasrestricciones artificiales que se impona la lingstica descriptiva:sta se rehusaba a proponer explicaciones para los fenmenoslingsticos observados y no se permita contemplar las cuestio-nes relativas a la existencia real, aunque subjetiva, de los con-ceptos tericos. Una gramtica generativa se esfuerza por darexplicaciones; de all el inters particular que tiene por fenme-nos como las diferentes formas de ambigedades, de anomalas.etc. Al mismo tiempo, esta teora intenta mostrar el parentescoque une ciertas frases sentidas como muy prximas por los ha-blantes. Es decir, que la gramtica generativa trata, por una parte.de dar cuenta de las intuicIones llnqfsttcas del hablante y, porotra parte, de dar una descripcin de ellas que pueda servir debase para la comparacin y evaluacin de las diferentes descrip-ciones posibles.En cIertos aspectos, la gramtica generativa est ms prxima alas gramticas tradicionales que a la lingstica estructural. Con30

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    25/126

    respecto a esto, se ha hablado ya de un renacimiento del men-talismo en lingst ica, rechazado en su momento por Bloomfield ennombre del mecanicismo. Se descubri que las races de la nuevateora estaban en Humboldt, quien, por otra parte, haba inspi-rado a los primeros estructura/istas; tambin se vieron algunosantecedentes en Jespersen. Hay, sin embargo, una diferencia pro-funda entre las dos gramticas: la gramtica generativa hace ex-plcitas y formaliza todas sus proposiciones, mientras la gram-tica tradicional no pasaba de ser intuitiva e implcita.El primer intento de crear una teora semntica que estuviera deacuerdo con los principios de la gramtica generativa es el quehicieron Katz y Fodor en La estructura de una teora semntica. 8El principio bsico, que queda implcito en ese trabajo, pareceaproximarse a este aforismo filosfico: se puede responder cla-ramente a las cuestiones pertinentes; las otras son falsas pregun-tas, no se podr resolverlas jams y es intil empear en ellasnuestros esfuerzos. Queda por saber cules son las preguntas v-lidas a propsito de la semntica. la discusin de Katz y Fodorse centra alrededor de dos grandes problemas: cul es el papelde una teora semntica? y en qu consiste una teora semn-tica?Para responder a la primera pregunta se debe partir de la situa-cin l ingst ica fundamental: el sujeto hablante emite y compren-de frases que no haba odo nunca en su vida. "El fin de la des-cripcin sincrnica de una lengua -continan Katz y Fodor- esdeterminar qu conoce el sujeto hablante de la estructura de sulengua que le permite utilizar y comprender sus frases. Este su-jeto es capaz de utilizar y comprender toda frase tomada del con-junto infinito de frases de su lengua, a pesar de que, hasta esemomento, no haba encontrado ms que un nmero finito de fra-ses. Se desprende entonces que el conocimiento que un hablantetiene de su lengua toma la forma de reglas, que proyectan el con-junto finito de frases encontradas por casualidad sobre el conjuntoinfinito de frases de la lengua. Una descripcin de la lengua quepueda representar de una manera adecuada el conocimiento lin-gstico del hablante debe, en consecuencia, establecer estas re-gias." Los autores llaman a este problema el problema de la pro-yeccin.Ser suficiente resolver el problema de la proyeccin para cons-truir una teora lingstica integral? La respuesta que los autores8 Extractos tomados de la traduccin autorizada por los autores y por el Edi-tor de Language (aparecidos luego en Cahiers de lextcotoate, VIII, 1966).

    31

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    26/126

    dan a esta cuestin es al mismo tiempo una respuesta a los quereprochan a la gramtica generativa el haber sustituido la gramtica de la lengua por una gramtica del hablante. "Una solucin alproblema de la proyeccin es ciertamente menos que una teoracompleta del lenguaje. En particular, no provee la teora sobre laproduccin del habla (ni sobre su comprensin). Una descripcinde la lengua y una teora de la produccin del habla se diferenciande la siguiente manera: la primera se pregunta, en ltima instancia, cmo caracterizar las reglas de la lengua conocidas por elhablante; la segunda se pregunta, en cambio, cmo el hablanteaplica de hecho estas reglas cuando habla. La primera teora, perono la segunda, deja de lado las consideraciones sobre los parmetros psicolgicos de la produccin del habla (por ejemplo. laslimitaciones de la memoria inmediata, los niveles de motivacin.etc.) y tambin la descripcin de los procesos mediante los cuales el nio aprende a hablar corrientemente su lengua (condicionamiento?, util izacin de mecanismos innatos?, combinacin dedones naturales y aprendizaje?). Aunque estos problemas son exteriores a la teora de una lengua, esta ltima es esencial para lateora de la produccin. Es necesario conocer lo que es adquiridoy utilizado antes de preguntarse cmo se lo adquiere y utiliza."En consecuencia, lo que debemos captar, desde el comienzo, esla capacidad combinatoria del sujeto hablante. Pero tambin lagramtica (la sintaxis) se ocupa del problema de la combinacinde palabras en frases. Habr que mostrar entonces que existenindicaciones que la gramtica no puede ofrecer y que sin embargo son necesarias para dar cuenta del funcionamiento lingstico.En efecto. la gramtica dar. po r una parte, descripciones idnti-cas para frases que difieren en su sentido (por ejemplo, la puertaest cerrada y la farmacia est cerrada), y, por otra parte, descripciones diferentes para frases idnticas en su sentido (Pedrogolpea a Pablo y Pablo es golpeado por Pedro). Una descripcincompleta debe contener, entonces, una parte gramatical y unaparte semntica. Esta prueba negativa de la existencia de fen-menos semnticos define, al mismo tiempo, el lmite inferior delcampo de la semntica: ste se sita entre la semntica y la gramtica. Despus de un anlisis de la situacin lingstica fundamental, los autores llegan a la conclusin de que una teora s e mntica puede y debe proveernos de las informaciones sobre lasambigedades no sintcticas, sobre las anomalas semnticas, sobre las posibles parfrasis y, ms en general, sobre la manera enque las palabras se combinan entre s.La discusin sobre el lmite superior del dominio semntico se relaciona con un problema esencial: en qu medida la teora sernn-32

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    27/126

    tica debe dar cuenta de la manera en que lo que rodea un enunciado (el contexto lingstico y extralingstico) determina lacomprensin de ese enunciado? "Las anteriores concepciones dela semntica, dicen los autores, han definido generalmente losfines de la descripcin semntica de una lengua natural de talmanera que, para alcanzarlos, una teora semntica debera darcuenta de la forma en que el contexto determina la comprensinde una frase." Ms precisamente, de acuerdo con estas concepciones, si una frase tiene varias interpretaciones posibles, es elcontexto general el que nos permite saber cul es la que vale; yla teora semntica debe dar cuenta de este hecho. "Se puedenobtener distintas variedades de esta teora variando los aspectosdel medio sociofsico del cual deben dar cuenta sus reglas y variando los parmetros espaciotemporales de ese medio. Pero esevidente que cualquier variedad de este tipo de teora debe obedecer a una condicin necesaria: su construccin de los contextos 9 debe ser definida para poder representar toda la informacinno lingstica exigida por el hablante para comprender las frases.Puesto que la teora no puede satisfacer esta condicin, es lncornpleta. Existe en efecto una informacin que determina la maneraen la cual los hablantes comprenden una frase y que no puedeser representada como parte del contexto de esa frase,"Adems, no es posible en principio que una teora de este tiposea completa, puesto que, para satisfacer la condicin necesaria mencionada ms arriba, hara falta que la teora representaratodo el conocimiento que los hablantes poseen sobre el mundo."Puesto que una teora completa de la seleccin por el contextodebe representar como parte del contexto toda particularidad delmundo que el hablante pueda necesitar para determinar la interpretacin conveniente de un enunciado, y puesto que cualquierunidad de informacin sobre el mundo puede ser esencial paradisipar ciertas ambigedades, se imponen dos conclusiones. Enprimer lugar, esta teora no puede, en principio, distinguir entreel conocimiento que el hablante tiene de la lengua y el que tienedel mundo. En efecto, segn tal teora, una parte de lo que caracteriza la capacidad lingstica representa, virtualmente, todo elconocimiento que los hablantes poseen en comn sobre el mundo.En segundo lugar, puesto que no hay ninguna posibilidad seria desistematizar todo el conocimiento del mundo que comparten loshablantes, y puesto que una teora semejante exige esa sistema-

    9 Usamos "contexto" en sentido amplio, ref ir indonos tanto al contexto propiamente llnqlstlco como a [as circunstancias no Iingrstlcas que rodean unaemisin determinada. Traducimos as, con esta misma palabra. los dos trminos franceses contexte y entourage. [N. de [a T.]33

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    28/126

    t/zacin, ta l teora no puede ser, por eso mismo, un modelo serlopara la semntica. Con todo, ninguna de estas consideracionespretende descartar la posibilidad de construir una limitada teorade seleccin para los contextos sociofsicos, siempre que se es-tablezcan lmites suficientemente firmes para la informacin sobreel mundo que puede utilizar una teora para la caracterizacin deun contexto. Lo que muestran estas consIderaciones es que unateora completa de este tipo es Imposible."Para comprender mejor las consecuencias de esta afirmacin, esnecesario ver, en primer lugar, la importancia que Katz y Fodorotorgan a la nocin de Interpretacin semntica de una frase: staincluye tanto el conocimiento del significado de los morfemas particulares como las reglas segn las cuales se realizan sus corrbinaciones. Ella nos da, entonces. una informacin exhaustiva Sobre todas las ambigedades. anomalas, parfrasis, etc., propiasde una frase. la explicacin tradicional de la comprensin por elcontexto no dlstlngufa con precisin entre esta capacidad de In-terpretacin y las Indicaciones que nos brinda nuestro conoci-miento del mundo, la experiencia de situaciones semejantes, etc.Insistiendo sobre la diferencia entre estos dos tipos de informacin,los autores establecen los lmites entre lo posible y lo imposibleen las Investigaciones semnticas.Observemos ahora esta teora semntica "desde dentro". Vere-mos que est constituida por dos elementos. El primero corresponde al conocimiento acumulado en un diccionario monolinge(su parte deflnlcional); y se llamar, precisamente, el dicctonerto.El segundo corresponde a lo que distingue al sujeto hablante deuna persona que, sin conocer la lengua, dispusiera de una gram-t ica perfecta y de un diccionario completo; este elemento puedeser representado bajo la forma de reglas que nos indiquen cmoservirnos de la informacin brindada por el diccionario: stas sonreglas de proyeccin. "La distincin entre el diccionario y las re-gias para utilizarlo -escriben Katz y Fodor- corresponde, en trminos psicolgicos, a una diferencia entre operaciones mentales. Eldiccionario es algo que el sujeto hablante aprende unidad porunidad, ms o menos de memoria, y del cual aprende siemprenuevas unidades. El conocimiento de las reglas para utilizar el dic-cionario, en cambio, se aprende tempranamente en su totalidad;este conocimiento entra en juego cada vez que el hablante utilizasu lengua. El empleo del saber derivado del diccionario en st mismo depende del recuerdo que se tiene de retazos de informacinrelativamente independientes. Las reglas. por otra parte, implican el ejercicio de una facultad de codificar y de decodificar lainformacin lingstica. Ellas organizan toda la informacin sls-34

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    29/126

    temtica, no gramatical, que el hablante posee de su lengua, y sonas, en el sentido ms fuerte del trmino, esenciales para el co-nocimiento de la lengua. En efecto, para conocer una lengua na-tural hace falta conocer estas reglas, pero en cambio no es nece-sario conocer ms que una pequea parte de su vocabulario.""El problema central para una teora de este tipo es el hecho deque un diccionario presenta, para cada unidad semntica determinada, sentidos ms numerosos de los que sta posee en una frasedeterminada. As, un artculo de diccionario caracteriza cada sentidoque una unidad lexical puede tener en una frase cualquiera. Por eso,el efecto de las reglas de proyeccin debe se r el de seleccionarel sentido apropiado para cada unidad lexical en una frase, conobjeto de permitir las interpretaciones correctas segn cada es-tructura gramatical de esa frase. la s interpretaciones semnticasque las reglas de proyeccin asignan utilizando las informacionesprovenientes de la gramtica y del diccionario, deben dar cuentade la capacidad que tiene el usuario para comprender frases y de-ben estar dirigidas al enfoque de los siguientes puntos: deben re-gistrar cada ambigedad semntica que pueda ser notada po r unhablante; en el caso en que una frase suscite ciertas anomalas,deben explicar la fuente de sus intuiciones sobre las mismas; de-ben relacionar correctamente las frases que los hablantes recono-cen como parfrasis,"Examinemos ahora en particular cada uno de estos dos constitu-yentes. Para que la descripcin de un artculo del diccionario pue-da servir a la teora semntica, debe tener una forma particular.Segn Fodor y Katz, esta descripcin debe estar constituida porcuatro elementos. El primero (como ocurre en cualquier diccionario) brinda indicaciones sobre la clase gramatical a la cualpertenece la palabra en cuestin (se trata de las "categoras grama-ticales" o "sintcticas"). El sentido propiamente dicho del trmI-no est dividido en dos partes: las categoras semnticas y los di-ferenciadores. la s categoras semnticas reflejan las relacionessemnticas que se establecen entre las unidades lexicales; con-tienen, entonces, lo que es comn a varias unidades. As "anima-do", "inanimado", " ma ch o" , " he mb ra ", etc., seran categoras se-mnticas. los diferenciadores, como su nombre lo indica, "estndestinados a reflejar lo que es idiosincrsico" en el significadode una unidad. las categoras semnticas reflejan esa parte delsignificado que es sistemtica en una lengua, y dan cuenta detodas las relaciones formales que hay en el lxico. lo s diferen-ciadores, por su parte, "n o entran en relaciones tericas en elinterior de la teora semntica". Por ltimo, el cuarto elementodel artculo del diccionario est constituido por las "restrlcclo-

    35

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    30/126

    nes selectivas", que indican la posibilidad que tiene una palabra de combinarse con otra en determinada relacin sintctica:el adjetivo blanco debe aplicarse a un sustantivo que tenga lacategora semntica "material"; por consiguiente, se aadir ala palabra blanco la restriccin selectiva "material". Para ilustrarmejor estos elementos, reproduciremos aqu el anlisis de lapalabra inglesa bechelor (Katz y Postal. 1964): 10

    Bache/orISusto CategorasI gramaticalesI j(Human] (Animal)(Male) IMala)J I I Categorassemnticas(Adult) (Young) (Young)I I I(Never-marrled) (Knight) (Seal)

    [Servin'g [Havlng the [When Diierencle:under the academic without 8 doresstandard of degree mate durlnganother] conferred thefo r breedingcompleting t ime]the firstfour yearsof college]

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    31/126

    bal de los hablantes. Sin embargo, toda propuesta tendiente a establecer este procedimiento ha sido un fracaso completo; nosotroscreemos que esto se debe a la propia naturaleza de los hechos.Pensamos tambin que los tericos que insisten sobre la necesldad de un mtodo mecnico para decidir si un artculo de un supuesto diccionario es realmente ptimo, se han propuesto un objetivo demasiado elevado. Creemos que tambin la imposibilidadprctica de hallar un procedimiento semejante se debe a la naturaleza de los hechos". Este rechazo se inscribe evidentementeen el marco de los argumentos que N. Chomsky sostuvo sobre elpapel de los procedimientos de descubrimiento en lingstica.Por qu esta forma de descripcin de un artculo de diccionarioes preferible a la forma clsica? El motivo principal de esta trans-formacin es el deseo de precisIn que ya mencionamos. Estanueva presentacin permite, en efecto, la formalizacin completadel proceso semntico. "Esta exigencia est concebida de manera que, una vez dada una exposicin formal de las reglas de proyeccin, se pueda responder por medio de clculos formales, ysin la ayuda de la intuicin o la perspicacia lingstica, a la pregunta de qu interpretacin se da a determinada frase. Entendemos por exposicin formal una exposicin en la cual la aplicacinde las reglas est definida solamente por las formas de los smbolos a los cuales estas reglas se aplican: y en la cual, por otraparte, las operaciones efectuadas por las reglas para brindar su'salida' (autput) son mecnicas. La necesidad de una teora se-

    _Caregari

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    32/126

    mntica formal deriva de la necesidad de evitar la vacuidad. Unateora semntica contiene vacos en la medida en que, para aplicarcorrectamente sus reglas, se cuenta con la intuicin o la perspi-cacia de los sujetos hablantes acerca de las relaciones semnti-cas. As, decir que una frase francesa presenta una relacin semntica R en el caso en que satisfaga la condicin e, no aporta,en realidad, ninguna informacin si e est Formulado de talmanera que no podamos saber si e est o no satisfecho sin remitir-nos al conocimiento intuitivo del sujeto hablante acerca de rela-ciones semnticas del tipo de R. Desde este punto de vista, unateora formal no contiene vacos."El segundo elemento de la teora est representado por las reglasde proyeccin que "dan cuenta de las relaciones semnticas en-tre los morfemas y de la interaccin entre el significado y la es-tructura sintctica, determinando as la correcta interpretacinsemntica de todas las frases que la gramtica genera en nmeroinfinito". Estas reglas pueden ser de dos tipos. El primero (y dehecho el nico que nos interesa) tiene, como datos de partida, lainterpretacin de los constituyentes jerrquicamente inferiores y,como resultado final, la interpretacin de los constituyentes supe-riores. Para que dos unidades puedan combinarse en una relacinsintctica determinada, es necesario que todas las restriccionesselectivas de una estn contenidas en las categoras semnticasde la otra. Al mismo tiempo, la regla indica la supresin de las ca-tegoras semnticas comunes a las dos unidades. Katz y Fodorformulan cuatro reglas de este tipo que corresponden a cuatrotipos diferentes de relaciones sintcticas. Habr, a grandes ras-gos, tantas reglas de proyeccin como tipos de relaciones sin-tcticas hay entre las palabras.El segundo tipo de reglas de proyeccin (que ha desaparecido enel desarrollo reciente de la teora) deba interesar, sobre todo, alas frases constituidas por varias proposiciones (es decir, el re-sultado de una transformacin general izada). Estas reglas debantomar en cuenta no solo los significados de las unidades lexlca-les, sino tambin los cambios en el sentido, debidos a las trans-formaciones sufridas por la frase analizada. los posteriorestrabajos de Chomsky (1965 a] han brindado, sin embargo, la posibil i-dad de evitar la uti lizacin de transformaciones en un gran nme-ro de casos; no queda, por consiguiente, ms que el primer tipo dereglas de proyeccin.Esta teora semntica se aproxima en muchos puntos a las teorasde las que hablamos anteriormente: las categoras semnticascoinciden evidentemente con los sernas. la descripcin de las am-bigedades es semejante a las que haban sido propuestas con38

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    33/126

    anterioridad, etc. Pero, al mismo tiempo, la teora de Katz y Fodortiene numerosos rasgos originales que son. a nuestro entender,los que le otorgan su importancia. Examinemos, en primer trmi-no, las consecuencias del hecho de que esta teora est situadaen el marco de una gramtica generativa. Por una parte, su objetoYfl no es la descripcin esttica del vocabulario de una lengua, sinoel funcionamiento del lenguaje, visto bajo su aspecto semntico.Por otra parte, la exigencia de precisin, ya mencionada muchasveces, desempea un papel preponderante; y nunca podr lnsls-tirse excesivamente sobre la importancia de este factor. Recorde-mos que los investigadores se vieron a menudo obligados a dejar delado ideas que parecan seductoras a primera vista, pero cuyaformulacin imprecisa haba ocultado las consecuencias que sedesprendan de ellas. Por ltimo, se puede decir que es sta laprimera vez que una teora semntica define claramente su posi-cin con relacin a la gramtica y se pone de acuerdo con sus exi-gencias. En el campo propiamente semntico, su novedad con-siste en la importancia otorgada al proceso de combinacin, enla formulacin de la categora de "restriccin selectiva", etctera.En las crticas que seguirn aqu, y que se refieren a la segundacuestin estudiada por Katz y Fodor (la representacin concretade la teora semntica), se trata de llenar lagunas (o, por lo me-nos, de sealarlas), ms que de corregir errores.1. Nuestra primera crtica se referir a la divisin del significadode una palabra en categoras semnticas y diferenciadores. Lasinvestigaciones de Wittgenstein nos ensearon que no existe unlmite "natural" para la descomposicin de una unidad de sentidoen elementos ms simples. Este lmite, si hay uno, debe basarseen otros criterios. que provienen del exterior. Desde el punto devista de una gramtica generativa, la necesidad de asegurar el co-rrecto funcionamiento del mecanismo lingstico nos brinda talescriterios. Pero la divisin en categoras semnticas y diferencia-dores, tal como la formulan Katz y Fodor, no refleja suficiente-mente un Ifmite lingstico. Es fcil darse cuenta de esto si. sepiensa que, en el funcionamiento normal. las reglas de proyeccinexigen que haya una coincidencia entre las restricciones selecti-vas de una de las unidades y las categoras semnticas de la otra.Es evidente, sin embargo, que no todas las categoras semnticasaparecen en las restricciones selectivas; en tal caso, su conoci-miento no nos sirve de nada. Estas consideraciones nos llevan apensar que un primer lmite debera pasar entre las categorassemnticas que aparecen en las restr icciones selectivas y las queno aparecen all. As, en el anlisis de bache/or hubiramos man-tenido categoras como humano, animal, masculino, pero no ca-tegoras como no-casado, caballero, foca, etc. Ese primer grupo

    39

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    34/126

    de categoras semnticas hubiera sido suficiente para aseguraruna correcta representacin de las amalgamas, de las ambigedades excluidas, as como de todas las anomalas que podran resultar del hecho de no respetar las restricciones selectivas (anomalas combinatorias). Podramos llamar clasemas a las categoras de ese grupo y nivel clesemtico al nivel en que se detendrasu anlisis.Sin embargo, muchas operaciones que se realizan en el interiorde la teora semntica exigen un anlisis ms profundo. Aqu nuestra manera de proceder est emparentada con la de Ch. Bally en subsqueda de un "trmino de identificacin" (el archisemema dePottier) y del modo en que los trminos "vecinos" difieren de l.Tal. anlisis podra dar cuenta de fenmenos como la sinonimia,la parfrasis, las ambigedades permitidas por las restriccionesselectivas. Solamente a ese nivel se podra dar cuenta tambin deotra clase de anomalas llamadas "lgicas", es decir, las contradicciones y las tautologas. Si una representacin de la estructura del significado se detuviera en el primer lmite, no podra analizar la anomala que existe en la frase El verde es un rojo, ni explicar por qu la oracin El prpura es un rojo no presenta unaanomala semejante. Esta imposibilidad proviene del hecho deque la anomala se debe aqu a lo que, segn Katz, pertenece aldiferenciador, y esta categora no entra, por definicin, en relaciones tericas, (Esto explica tambin por qu Katz, en su tratamiento de las proposiciones analticas y de las contradicciones, se veobligado a introducir la nocin de elemento semnttco, que anulala diferencia entre la "categora" y el "dl ferenclador".) En nuestra representacin verde y rojo tendran el clasema "color" y lascategoras, respectivamente, "verde" y "rojo", Prpura tendra lacategora "rojo" ms un dlferenciador, puesto que rojo desempeacon relacin a l el papel de trmino de identificacin. SI se conserva el nombre de categorla para estos sernas, podra designarsecomo nIvel categorial el nivel de anlisis que los estudia.2. La posicin que toman Katz y Fodor con respecto al lenguajedescriptivo no es suficientemente clara. El problema est en decidir si se trata de un metalenguaje puramente artificial que nodebe preocuparse de las correspondencias con la "lengua objeto", o si es un lxico descriptivo elegido en el vocabulario deuna lengua. Se puede suponer que las dos soluciones estn presentes en estos autores, puesto que, por una parte, afirman que"la categora semntica es una construccn terica que recibe suinterpretacin en la metateora semntica" (p. 208), es decir, quepertenece exclusivamente al lenguaje del descriptor; por otra parte, dicen tambin que ciertas "unidades lexlcales tienen una importancia terica particular: ellas son, en efecto, las representa-40

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    35/126

    clones de las cateqortas semnticas proplas de la lengua natural"[p. 187J. ea decir, que tienen una existencia real en la lengua deque se trata. Nosotros hemos discutido ya algunos aspectos de es-te problema, Aun si aceptamos {como nos parece correcto} quepara la rengua natural no existe metalenguaje y que en la eleccind los trrn inos de la descripcin debemos tener en cuenta 'osrecursos de la Jengua estudiada, quedan, sin embargo, muchosproblemas sin resolver. No sabemos sl esos trminos forman unajerarqua perfecta, si estn siempre y solamente en relaciones deexotuscn o rnclusion. Ignoramos tambin si no hay dos tipos di-ferentes de exclusin (digamos, por ejemplo, la antinomia y laneurradad): o, en otros trminos. si las oposIciones son siemprebinarias.3. Otro gran problema, dltrcll de estudiar en este perspectiva, esel de ras releclones entre los dJferentes sentidos de una palabra,Katz y Fodor dan una representacin lineal de esas relaciones,que se encuentran todas en un mismo nlvel. Sin embargo, es evi-dente que nosotros sentimos determinados signIficados comoesenciales, prioritarios, y otros como secundarlos. derivados. me-tafcncos. Todo el problema de la metfora pasa, por otra parte,inadvertido. Lo mismo ocurre con respecto a los valores "ex-presivos" y "evocadores" de una unidad,4. Las acotaciones anteriores se refieren principalmente a la llS-tructura del diccionario; las que siguen conciernen al elementorepresElntado po r ras "regras de prevecctn". Katz y Fodor postu-lan que las categoras semnticas estn dispuestas, en el inte-rior de una unidad, sin ningn orden, salvo el de la economfa de larepresentacin: al mismo tiempo, uno vez que las unidades secombinan. sus rasgos siguen fa simple sucesin. Se puede dudar,sin embargo, de esta un iform ldad de relactones. La ms originarde las contribuciones de Weinreich, que comentamos ms abajo.se sita en torno esta cuestin.5. Katz y Fodor declaran que la Interpretacin semntica soto sede en el interior de una frase. puesto que siempre podemos repre-sentar dos frases vecinas como una nica frase en la cual stasestaran unidas por la conjuncln y. sr en la frase stqulente encon-tramos una indicacin que hace desaparecer la ambigedad de laprimera, podremos siempre realizar una transformacin generarl-zada y unir ras dos frases. Nos parece, sin embargo, que esta so-lucin complica lnti Imente la tarea del terico y, adems, no co-rresponde en absoluto al proceso natural que se produce en elsujeto hablante: ste no procede por medio de transformacionespara unir la lnformacln rec ibida a travs de una frase y la inter-pretacin de otra. Tal dificultad podra resolverse si se postulara

    41

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    36/126

    la existencia de una nueva regla optativa de proyeccin que fun-cionara en el proceso de comprensin de un enunciado:Si en P1 y P" dos proposiciones de una frase o dos frases directamente vecinas, se encuentra la misma palabra pollsmlce M, hayque elegir en p el (los) significado (s) que no est (estn) excluido (s) por fas reglds de proyeccin de Pr, y viceversa.Nos parece que as es como se procede para eliminar la ambige-dad de la primera proposicin en el siguiente enunciado: Tieneusted un joyero? S, lo compr en la tienda "Las Vio/et8s".1lEvidentemente, esta regla es optativa; nada nos impide utilizar enuna lnmedlata vecindad diferentes acepciones de una palabra po-ltsmtca. Por el contrar io. es ste un procedimiento corr iente tantoen poesa como en los gneros humorsticos y aun en las bro-mas ms comunes: este hecho ha sido sealado ya por Tomachevs-ky hace cuarenta aos (cf. Thorie de la Littrature, 1966). A pe-sar de esto, la casi totalidad de la produccin verbal obedece a laregla formulada ms arriba. Por otra parte, la existencia de estaregla nos provee de una herramienta til para facilitar el anlisissemntico del enunciado y dar cuenta de ciertos efectos impor-tantes para el anlisis literario y el psicoanlisis (saltos de un te-ma a otro). De esta manera, contrariamente a lo que piensa Wein-reich (1966, n. 38), la teora semntica estar en condiciones deexplicar este tipo de fenmenos.Ninguna de las crticas aqu expuestas ataca las bases de la con-cepcln propuesta por Katz y Fodor; por el contrario, ellas se for-mulan con la intencin de promover la discusin y el ulterior per-feccionamiento de la teora.Una nueva hiptesis que concierne a la estructura semntica dellenguaje ha sido propuesta en los ltimos tiempos; la ha formu-lado Weinreich (1966), quien, en sus anteriores artculos dedica-dos a la semntica, haba aportado ya varias contribuciones va-liosas. Tambin esta hiptesis se Inscribe en el marco de unagramtica generativa, pero dedica una mayor atencin al desarro-llo precedente de los estudios semnticos. Weinreich se mantienetambin ms cerca de la realidad lingstica; su teora pierde qui-z, por esto mismo. algo de su elegancia, pero los hechos lin-gsticos no son tan sencillos como para prestarse a una descrlp-

    oln que sea a la vez simple y correcta.IDos ideas originales se hallan en la base de la teora de Wein-reich. La primera se refiere a las relaciones que establecen entre11 En el ejemplo francs: Avez-vous une cutstotere: OuT, le I'al achet a I'hOtelDrouot. [N . de la T.]42

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    37/126

    s los sernas en el interior de un morfema y los morfemas en elinterior de una frase. Destaquemos en primer trmino que se parte de presuponer un isomorfismo entre las relaciones interioresde un morfema y las exteriores a l. Katz y Fodor presentan estasrelaciones como si formaran conjuntos no ordenados; esto equivale a decir que se podran cambiar de lugar los sernas en el interior del morfema sin alterar el sentido del mismo. Para Weinreich,este tipo de relacin, aunque es el ms difundido. no es el nicoque existe; se dan tambin relaciones que no permiten la conmutacin. Para retomar las frmulas de Welnrelch, podemos distinguirlos dos tipos siguientes:

    (1) (a, b ) ~ (b, a)(2) ( a ~ b ) # ( b ~ a ) .En cada una de las frmulas Q y b son semas cualesquiera, pero en(2) no podemos cambiar su orden sin alterar el sentido del morfema. Wenreich llama al caso (1) aglomeracin (cluster) y al caso (2) configuracin. El caso esencial en que sern necesarias lasconfiguraciones es aquel en que la transitividad est incluida enla definicin del morfema.Si pasamos a las relaciones entre morfemas descubriremos, deigual manera, dos grandes tipos de relaciones: el encadenamiento(/inking) y el no-encadenamiento. Retomando las mismas frmulas,se puede definir el encadenamiento como la formacin de unaaglomeracin de sernas; el no-encadenamiento, como el caso ene! que no se crea ninguna nueva aglomeracin. Si M Y N son dospalabras, (1) y (2) son casos de encadenamiento; (3), (4) Y (5) casos de no-encadenamiento.

    (1) M(a, b) + N(c. d) = MN(a, b, c. d)(2) M ( a . . . . . , . b ) + N ( c . . . . . , . d ) = M N ( a . c ~ b ~ d )(3) M(a bl + N(c) , MN(a.....,. b e)(4) M(a""'" b) + N(c d) = MN(a b.....,. e d)(5) M(a, b) + Nc, d) MN(a, b e, d).

    Las siguientes relaciones gramaticales (en ingls) pueden ser representadas como encadenamientos: sujeto + verbo principal . suJeto -+- predicado, verbo principal + complemento circunstancial demodo, adverbio descriptivo + adjetivo, adjetivo + sustantivo. Lasreglas de proyeccin de Katz y Fodor solo interesan. segn Weinrelch, a estos casos de encadenamiento.los casos de no-encadenamiento requieren una nueva subdivisin.Weinreich propone tres subclases: encaje (nesting), delimitacin,modalizacin. El enceie es la relacin destinada, antes que nada, apoder dar cuenta de la transitividad. Podemos relacionar entonces la oposicin encadenamiento-encaje con la que propona Seche-

    43

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    38/126

    haye (1926) entre los "complementos extrnsecos y complementosIntrnsecos". (En Katz y Fodor esta diferencia se refleja en la formaligeramente diferente que dan a la regla Rs.) Destaquemos que,como lo muestra Weinreich, esta relacin no se puede describiren forma adecuada por medio de la simple adicin de un serna de"causatividad"; pensemos en ejemplos del tipo de Yo leo el fibra.La delimitacin es la relacin que se establece entre un morfema yaquellos que definen su campo de extensin. Pensamos en los adjetivos numerales (cInco ove/as), en los Indefinidos (algunas ove-jas, ciertas ovejas), en los adjet ivos demostrat ivos (esas ovejas) oen el artculo (le oveja). Criterios sintct icos impiden aadir estoscasos a los de los otros adjetivos.Por ltimo, la modalizacin est definida por Weinreich como "unainstruccin de no Interpretar literalmente la unidad semntica comopuesta, sino de interpretarla con cierta calificacin, tal como lafalta de certidumbre sobre la veracidad de la afirmacin o el hechode declinar toda responsabilidad en cuanto a esa veracidad". Estees el papel que desempean tanto algunos adverbios como quizs,sin duda, etc., como el modo o el aspecto del verbo (por ejemplo,ei modo "testimonial" jpreizkaznoj del blgaro: el sujeto hablanterehsa transmitir el mensaje como algo cuya existencia conoce concerteza).Estas subdivisiones, plausibles en abstracto, estn ilustradas demasiado sucintamente. Dejando de lado el encadenamiento, cuyaexistencia parece incontrastable, las otras relaciones no poseen anuna legalidad suficientemente slida. En el nico ejemplo de enes-je, se trata del sema para sentarse que formaria parte de la descripcin smica de palabras como sill6n, silla, etc. Se nos dice queeste sema est en una relacin ms particular con los otros sernas,y esto a causa de la presencia de para. Sin embargo, tal representacin se vincula demasiado a la manifestacin que las relaciones lgicas tienen en el lenguaje del que describe. No hay que creer queel trmino descriptivo, elegido sin ningn criterio formal. reflejede una manera biunvoca una determinada relacin lgica; en esecaso podramos afirmar que existe un nmero infinito de estructuras srnlcas para cada morfema, puesto que esas estructuras severan modificadas por el ms pequeo cambio en los trminos dela descripcin (tal como el cambio de una preposicin). Sera suficiente, sin embargo, reemplazar para sentarse por asiento (el rasgosin patas quedara como diferenciador para puf); de esta manerapodrfa representarse una parte de la estructura smica de la palabra silla como la interseccin de los semas asiento y mueble, esdecir, como algo que no difiere en absoluto de la estructura de unaaglomeracin del tipo de madre que est constituida por la intersec-44

  • 8/2/2019 Todovov. Investigaciones semnticas

    39/126

    ci n de los sernas femenino, generaci6n ascendente, grado 1 y lineadirecta.Pasemos ahora a la delimitaci6n. El mismo Weinreich destaca conjusteza que todo encadenamiento representa de hecho una delimitacin; pero entonces no se comprende por qu esta ltima tieneun lugar aparte. Nos parece que esta diferencia se puede ilustrarcon la ayuda del siguiente ejemplo: ovele negra est constituidopor la Interseccin de oveie y negra; en cambio, la est incluidoen oveja para formar la ovee. Pero esta diferencia no nos parecesuficiente para formar un caso aparte.Consideremos por lt imo la modalizaci6n. Se trata esta vez, sin lu-gar a dudas, de un fenmeno real y particular; pero es realme