Sobre Roca # 159

EVANGELIO DE SAN MARCOSCAPÍTULO 15

LA MUERTE DE UN VALIENTE

Buscando estudiar con claridad el evangelio de San Marcos, nos hemos permitido compararlo con un maravilloso reportaje que el evangelista inició en el desierto de Judea y lo concluyó el Viernes Santo en la cima del Gólgota.

Por ser fiel a la voluntad de su Padre, el valiente Jesús fue crucificado sobre un montículo rocoso situado en las afueras de la ciudad de Jerusalén que tenia forma de calavera, lo que llevaba a muchos a creer que allí se encontraba enterrado el cráneo de Adán.

Antes de morir el Señor Jesús, lanzó dos gritos. Para el primero tomó palabras del Salmo 22 y el último es un grito de victoria sobre la muerte.

Todos los que a través de 20 siglos han entregado su vida por seguirlo, se han sentido motivados por su valeroso ejemplo.

En el año 1649 el sacerdote jesuita francés Juan de Brébeuf después de 20 años de acompañar la tribu caníbal de los hurones del Canada ,fue martirizado cruelmente por ellos mismos. Con una piedra le rompieron la boca y los dientes para que no predicase. Para que no bautizase le cortaron las manos. Le arrancaron las uñas y lo empezaron a quemar vivo. Todos estos tormentos los soportó con tal valor, que los indígenas admirados decidieron abrirle el pecho y sacarle el corazón.

Aún palpitante se lo repartieron entre todos los guerreros mientras decían: ”Si nos alimentamos del corazón de éste valiente heredaremos su valor y seremos invencibles”.

Tanto Barrabas, el cirineo, el centurión romano, los soldados romanos y las mujeres son resaltados en el capítulo 15 del evangelio de San Marcos.

¿En mis momentos de dolor me he sentido fortalecido por el ejemplo del valiente Jesús?

No. 159

“A esa hora, Jesús gritó con voz potente …Dios mío, Dios mío ¿por qué me has

abandonado?...Pero Jesús lanzando un grito, expiró.”

Marcos15,34-37

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MORIR POR EL OTRO

UNA CRUZ COMPARTIDA

“Un tal Barrabás estaba encarcelado con otros amotinados que en una revuelta habían cometido

un homicidio…..Pilato, decidido a dejar contenta a la gente, les soltó a Barrabás y a Jesús lo entregó para

que lo azotaran y lo crucificaran.”Marcos 15,7-15

“Pasaba por allí de vuelta del campo un tal Simón de Cirene,padre de Alejandro y de Rufo, y lo forzaron a cargar con la cruz.”

Marcos 15,21

Barrabas era un peligroso delincuente a quien Pilato pensaba ajusticiar unos días mas tarde.

Lo que menos deseaba el romano era que la turba engañada por la dirigencia judía pidiese su liberación.

Morir en lugar de una persona buena es duro, pero morir por un asesino es injusto y doloroso.

El sacerdote franciscano polaco Maximiliano Kolbe se encontraba preso por los nazis en el campo de concentración de Auschwitz. A causa de la fuga de uno de sus compañeros, el jefe del campo decidió castigar con la muerte a diez de los reclusos por considerarlos cómplices. En la lista de elegidos para ser sacrificados estaba un hombre que suplicó le perdonasen la vida pues tenia esposa e hijos. El padre Kolbe siguiendo el ejemplo de Jesús, pidió morir en lugar de ese hombre.

Falleció de una mortal inyección después de tres semanas sin recibir ningún tipo de alimento.

¿Realmente me siento agradecido con Jesús por haber muerto en mi lugar?

A causa de la gran cantidad de sangre que Jesús había perdido en la flagelación sus fuerzas quedaron totalmente disminuidas. Cuando los soldados romanos le exigieron al cirineo le ayudase al Señor a cargar el patíbulo o viga transversal de la cruz, lo hicieron no por compasión, sino para evitar que el ajusticiado muriese en el camino.

Después de ayudar al Señor, el Cirineo quedó tan cambiado que algunos afirman terminó siendo un cristiano distinguido de la comunidad de Antioquía.

Cirene la patria de Simón quedaba en el África, en la actual Libia. Esto permite suponer que era de piel negra. Es pues significativo que fuese una persona de una raza generalmente discriminada, la que hubiese tenido el privilegio de compartir el peso de la cruz del Señor.

En el evangelio de San Juan no se nombra para nada al cirineo para evitar malas interpretaciones teológicas suscitadas por la secta de los gnósticos que afirmaban que el crucificado no había sido Jesús, sino el Cirineo que en un descuido de los soldados había tomado el puesto del Señor.

Jesús nos invita no a descargar en el otro nuestras propias cruces sino al contrario a convertirnos en cirineos que ayudemos al hermano a llevar las suyas.

¿A cuantas personas les he servido de cirineo?.¿Cuántas me han servido a mi de cirineo?

El culmen del evangelio se alcanzó cuando el centurión romano reconoció que Jesús era el Hijo de Dios.

Solo unos instantes necesitó el rudo militar para descubrir en ese hombre desnudo y destrozado por sus soldados al mismo Dios. Merece resaltarse que fuese un pagano representante del imperio romano el primero en reconocer el origen divino de Jesús.

Continuamente el Señor nos pide no tanto que lo miremos en una cruz de madera, sino que lo observemos en la persona del pobre, del desplazado, del enfermo y del excluido en donde continua cruelmente crucificado.

En una región existió alguna vez una inmensa roca que tenia la forma de un rostro humano. A todos los habitantes del lugar se les pedía mirasen con frecuencia esa roca a fin de que pudiesen reconocer a un gran personaje que pensaba visitarlos y que tenia la mismas facciones de la piedra.

Tantas horas pasó un joven mirando la peña que terminó pareciéndose a ella. Al final todos terminaron aceptando que ese joven era el personaje tan largamente esperado.

Si deseo parecerme al crucificado ¿Porqué no lo miro con más frecuencia?

“Los soldados lo llevaron dentro del palacio….Lo vistieron de púrpura, trenzaron una corona de espinas y se la colocaron….Le golpeaban la cabeza con una caña,

le escupían y doblando la rodilla le rendían homenaje”Marcos 15,16-17-19

UNA MIRADA SALVADORA

UNA CRUEL PAYASADA

Es significativo que el evangelio de Marcos resalte más las humillaciones y las burlas sufridas por Jesús durante su pasión que los mismos castigos físicos a los que fue sometido.

A todos nos indigna ver que alguien abusando de su poder se burle de otro más débil e indefenso.

La humillante parodia que la cohorte romana organizó para burlarse del inocente Jesús lesionó su dignidad de una manera terrible.

Si para ascender tengo que vulnerar la dignidad de mi hermano menos dotado me estoy burlando de Jesucristo encarnado en él.

Alguien decía: “El camino de los arribistas está siempre pavimentado de oprimidos”

En el año 79 de nuestra era, una erupción del volcán Vesubio sepultó a la ciudad de Pompeya. Durante uno de los trabajos de excavación se encontró la pared de una casa con un grafiti que contenía una burla a Jesucristo.

El grafiti era el dibujo de un cristiano arrodillado ante un asno. Debajo de él se podía leer esta inscripción:” Anaximenes adora a su dios.”

¿Cuándo alguien se burla de Jesús camuflado en mi hermano tengo el valor de defenderlo?

“El centurión que estaba enfrente, al ver cómo expiróJesús, dijo: Realmente este hombre era Hijo de Dios.”

Marcos 15,39

“Estaban allí mirando a distancia unas mujeres, entre ellas María Magdalena…quienes cuando estaba en Galilea, le habían seguido y servido…

María Magdalena y María de José observaban donde lo habían puesto”

Marcos 15,40-41-47

Aunque el papel cumplido por las mujeres en la pasión de Jesús fue aparentemente intrascendente, para el Señor tuvo una inmensa importancia si tenemos en cuenta que ellas fueron la única compañía que se hizo presente en esos momentos tan decisivos.

Desde Galilea el grupo de mujeres habían consagrado sus vidas a seguir y a servir a Jesús. Practicar estos dos verbos les exigió una inmensa generosidad la que al final expresaron a través de una mirada impotente y a distancia.

Según palabras de Teresa de Calcuta no podemos hacer grandes cosas, solo cosas pequeñas pero con grande amor.

Alguna vez una mujer sabia que viajaba por las montañas encontró en un arroyo una piedra preciosa. Al día siguiente un hombre hambriento le pidió alimento y la mujer abrió su bolso para compartir su comida. El viajero vio la piedra, la admiró y le pidió se la regalase. La mujer lo hizo sin vacilar. El viajero partió feliz. Sabía que esa piedra le daría total seguridad el resto de sus días. Al poco tiempo sin embargo regresó a buscar a la mujer. Cuando la encontró, le devolvió la piedra mientras le decía. :”He estado pensando. Sé cuan valiosa es la piedra, pero se la regreso con la esperanza de que pueda regalarme algo mucho más precioso. Si puede, obséquieme lo que usted tiene en su interior que le permitió donarme sin ningún problema tan valiosa piedra.”

¿A que me mueve el ejemplo de estas valientes mujeres?

¿No será mi poca generosidad la causa para no seguir y servir a Jesús?