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Revista Ejercito 829

Feb 26, 2018

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Blas de Lezo
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  • 7/25/2019 Revista Ejercito 829

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    Obama en Afganistn.El paso del Rubicn

    Tradicin y modernidad :retos de la tctica en el siglo XXI

    DOCUMENTO: EL LIDERAZGO. EL VALOR DE LO INTANGIBLE

    MAYO DE 2010

    AO LXXI

    NMERO 829

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    EDITORIAL 4

    NUESTRAS INSERCIONES

    ndiceFoto:

    DIRECCIN

    DirectorGeneral de Brigada

    Jos ngel ARMADA de SARRA

    Subdirector, Jefe de Colaboraciones yAdministracinCoronel Eduardo ORTIZ de ZUGASTI AZNAR

    Jefe de Ediciones

    Coronel Julin BARRIOS BARBERO

    CONSEJO DE REDACCIN

    CoronelesMelndez Jimnez, Ramrez Verdn, Dolz del

    Castellar Alvargonzlez, Izquierdo Navarrete,Dominguez del Valle y Pouts lvarez

    Tenientes CoronelesGarca-Mercadal, Dacoba Cervio,

    Fuente Cobo, Muoz Blzquez,Urteaga Tod

    ComandantesHernndez Calvo, Garca Romera,

    Ario Astudillo, Gmez Reyes,Dez Alcalde

    y Dominguez SnchezSuboficial Mayor

    Baena Muoz

    NIPO: 076-10-009-X (Edicin en papel)NIPO: 076-10-010-2 (Edicin en lnea)

    Depsito Legal: M. 1.633-1958ISSN: 1696-7178Correctora de Estilo

    Paloma Prado CaballeroServicio de DocumentacinEmilia Antnez Monterrubio

    Corrector de PruebasCapitn Jos Manuel Riveira Crdoba

    Diseo Grfico y MaquetacinLuis Angelina Higuera,Miguel Garca Tirado,

    Ignacio Moreno Piqueras yJos Antonio Mndez Bergantios

    Fotocomposicin, Fotomecnica e Impresin

    CENTRO GEOGRFICO DEL EJRCITO

    Colaboraciones Corporativas

    ASOCIACIN ESPAOLA DEMILITARES ESCRITORES

    Promotor de PublicidadVA EXCLUSIVAS SL

    Viriato, 69 S-C. 28010 Madrid (Espaa)Telf.: 91 448 76 22 / Fax: 91 446 02 14Email: [email protected]

    http: // www.viaexclusivas.comFotografas: MDEF, SEPUB, DECET,

    Belaustegui, Bataller y Alberti

    REVISTA EJRCITOC/. Alcal 18, 4. 28014 MADRID

    Telf.: 91-522 52 54. Telefax: 91-522 75 53

    PresentacinRAFAEL EZQUERRO SOLANO.General de Brigada. Infantera. DEM 34

    El desarrollo del liderazgoJESS DE MIGUEL SEBASTIN.Coronel. Infantera. DEM. 46

    Liderazgo sin intangibles: Un camino hacia el errorAGUSTN CARREO FERNNDEZ.Teniente Coronel. Infantera. DEM. 36

    Un modelo de liderazgo para el Ejrcito: El K2AGUSTN CARREO FERNNDEZ.Teniente Coronel. Infantera DEM. 40

    DOCUMENTO

    EL LIDERAZGO. EL VALOR DELO INTANGIBLE

    EDITA

    MINISTERIODE DEFENSA

    SECRETARAGENERALTCNICA

    La meta: Los fines y no los mediosPEDRO SNCHEZ HERREZ.Teniente Coronel. Infantera. DEM. 54

    Boletn de Suscripcin 20

    Lista de Lecturas recomendadas por el JEME 32

    Normas de colaboracion 73

    Publicaciones de Defensa 122

    Interior de contraportada: Y hasta el sol, que se oculta en elponiente, parece que ante Espaa se rindiera 131

    El lder global: Flexibilidad y adaptacinMANUEL GONZLEZ HERNNDEZ.Comandante. Artillera. 60

    Del jefe al lder: La excelenciaEMILIO DIZ MONJE.Comandante. Infantera. DEM. 67

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    PUBLICIDAD: General Dynamics - Santa Brbara, 21. Ibersystem, 132.

    SECCIONESARTCULOS

    Lecciones aprendidasVICENTE DAZ DE VILLEGAS HERRERA.General de Divisin. DEM. 74

    La carrera horizontal enel Cuerpo General (primera parte)ANTONIO FERREIRO LOZANO.Coronel. Ingenieros. DEM 92

    Men vegetarianopara raciones individuales de combateFRANCISCO JAVIER MIGUEL MARTNEZ.Subteniente. Transmisiones. 100

    Militares ilustres un poco olvidadospor la Historia: Jos PizarroALEJANDRO BELUSTEGUI FERNNDEZ.Titulado en Cultura y Civilizacin. 106

    Nueva enseanza de oficiales ysuboficiales en el Ejrcito de Tierra

    FERNANDO GRACIA HERREIZ.Teniente Coronel. Artillera. DEM.FEDERICO GONZLEZ-VICO SANTIAGO.Teniente Coronel. Artillera. DEM.JESS FERNNDEZ-GIRO DAZ.Teniente Coronel. Artillera. DEM. 82

    Redaccin, Administracin y Suscripciones: Seccin de Publicaciones de la JCISAT.C/. Alcal 18, 4. 28014 MADRID. Telf.: 91-522 52 54. Telefax: 91-522 75 53. Pg.

    WEB: www.ejercito.mde.es, E-mail: [email protected]; revistaejercito @telefo-nica.net. Suscripcin anual: Espaa 12,02 euros; Europa:18,03 euros; resto del mun-do: 24,04 euros. Precio unidad: 2,4 euros.

    (IVA y gastos de envo incluidos)LA VIGENCIA DE LOS PRECIOS

    REFERIDOS SER DURANTE EL AO 2010

    Tradicin y modernidad:retos de la tctica en el siglo XXIZACARAS HERNNDEZ CALVO.Comandante. Infantera. DEM. 22

    Obama en Afganistn. El paso del RubicnJESS RAFAEL ARGUMOSA PILA.General de Divisin. DEM. 6

    Transformacin delEjrcito de Tierra francsEMILIO BORQUE LAFUENTE.Teniente Coronel. Artillera. DEM. 12

    Observatorio Internacional de ConflictosTensiones varias en TailandiaCARLOS ECHEVERRA JESS.Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED.Renovacin del yihadismo en IndonesiaALBERTO PREZ MORENO.Coronel. Infantera. DEM. 110

    Rincn de Historia MilitarEl General Prim evit su arrestoENRIQUE DOMNGUEZ MARTNEZ CAMPOS.Coronel. Infantera. DEM. 114

    Grandes Autores del Arte MilitarCarlos Martel y ViniegraPEDRO RAMREZ VERDN.Coronel. Infantera. DEM. 117

    Hemos Ledo

    Interceptacin letal - A los 40..., al gimnasio -El sobreblindaje - Adictos al satlite? -Segn te portes, as te miroR.I.R. 118

    Publicaciones Militares del ET 123

    Cine BlicoThe Pacific (capitulo 1Guadalcanal) -Camino a la gloria

    FLPEZ 125

    Informacin BibliogrficaWaterloo - La Capitana General de Aragn(1711-1808) - Kosovo, las semillas del odio -Historia militar de la Primera Guerra Mundial 127

    Sumario Internacional 129

    MAYO 2010 AO LXXI. NM. 829

    La Revista Ejrcito es la publicacin profesional militar del Ejr-cito de Tierra. Tiene como finalidad facilitar el intercambio de

    ideas sobre temas militares y contribuir a la actualizacin de co-nocimientos y a la cultura de los cuadros de mando. Est abiertaa cuantos compaeros sientan inquietud por los temas profesio-nales. Los trabajos publicados representan, nicamente, la opi-nin personal de los autores.

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    Al tomar posesin el presidente Oba-ma, la atencin mundial estaba cen-

    traba en su poltica en Afganistn. No ca-be duda de que por mltiples razones nopoda ser nuevamente continuista. Cons-ciente de la atencin internacional sobreel asunto, el Presidente cuid con esmerola puesta en escena de su actuacin. Eligial efecto el lugar y pronunci su discursoen la academia de West Point, ante un au-ditorio militar elegido. Se cuid muy mu-

    cho de que se conocieran sus entrevistasprevias con el Jefe de la ISAF, generalMcChrystal, y cuando consider oportuno,lanz su nueva estrategia para Afganistn.Se puede decir que ha sido acogida muyfavorablemente por todas las partes.

    Todos los ejrcitos occidentales se encuentran en una continua trans-formacin. La globalizacin y la actual situacin estratgica interna-cional obligan a llevar a cabo una serie de cambios de todo tipo paraadaptarse a la nueva situacin. Pero adems, a todo ello se ha sumado lacrisis econmica que sufren todas las naciones occidentales. Un ejemplode las medidas, drsticas muchas veces, que se han visto obligados tomarlos gobiernos, lo constituye el Ejrcito francs que se encuentra en plenatransformacin.

    En diversas ocasiones hemos recogido en estas pginas diferentes art-culos sobre lo que se han llamado operaciones basadas en efectos(EBO). Est abierta la polmica sobre la conveniencia de utilizar este con-cepto en las operaciones, y existen partidarios de una u otra opcin. Sinembargo, no cabe duda de que constituye una aportacin a la forma de

    asumir las actuales condiciones en que se desarrollan las operaciones y,en todo caso, solo el hablar y discutir de tctica, producto de esta polmi-ca, bien merece su consideracin y valoracin.

    Un aspecto importante de la nueva Ley de la Carrera Militar es, sinduda, el relativo a la enseanza de oficiales y suboficiales. En esteaspecto la faceta ms visible que ha modificado esta Ley, es la enseanzade formacin. Todava quedan lagunas por rellenar hasta poder contarcon un sistema completo, pero ya hay muchas normas y decisiones quepermiten vislumbrar cmo va a ser este tipo de enseanza. Por ello, cree-mos especialmente interesante recoger cuantos trabajos se ocupen de estamateria.

    Editorial

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    Por una serie de razones, las expectativas de promocin, tanto de oficia-les como de suboficiales, se han visto restringidas en gran medida. Esto

    produce, o puede producir, que al alargarse el tiempo activo de la carrerasegn la nueva Ley, se produzca una desmotivacin importante en aquellosque no logran llegar a donde razonablemente podan aspirar. Esto constitu-ye un grave problema, tanto a nivel personal como respecto a la eficaciadel Ejrcito. Hoy presentamos la primera parte de un trabajo que aporta ide-as y sugerencias muy aprovechables para evitar estos efectos negativos.

    E

    n la amplia historia de nuestras FAS, a lo largo de los siglos han destaca-do innumerables hroes que han dedicado toda su vida al servicio de los

    ejrcitos y de Espaa. En este caso traemos a nuestra memoria un marinoinsigne que, como colofn a su carrera, acab como virrey de Nueva Gra-nada. Adems de otras singladuras, prob en sus carnes la peligrosa del ca-bo de Hornos; una aventura increble.

    El Rincn de Historia Militar de este mes narra un hecho poco conocidodel hroe de Castillejos, el general Prim. Con l se demuestra no solo suvisin y conocimiento del problema mejicano y de los pases sudamerica-nos, sino su facultad de maniobrar hbilmente en la situacin poltica espa-ola del momento.

    El Observatorio Internacional se dedica, en este nmero, a exponer la si-tuacin de dos pases de Extremo Oriente. La situacin en Tailandia des-

    de el golpe del 2006 por el que fue depuesto y se exili el Primer Ministro,es muy delicada. ltimamente las fuerzas que lo apoyan y que se muestrancontrarias al actual Gobierno se han movilizado en la capital y el Ejecutivopermanece recluido y protegido en un cuartel militar. Por otra parte, Indo-nesia, el pas con mayor poblacin musulmana del mundo, sigue soportan-do los ataques de los grupos terroristas musulmanes enlazados de algunaforma con Al Qaida. ltimamente en Aceh, en la entrada del estratgico es-trecho de Malaca, se ha producido la captura de decenas de terroristas de la

    Jemaah Islamiyah, lo cual nos da una idea del peligro del yihadismo islmi-co.

    Nuestro Documento recoge una serie de reflexiones sobre un concepto,considerado bsico sobre todo en el mando de unidades, y su aplica-cin en el Ejrcito: El liderazgo. No es un concepto nuevo, pues no solo haexistido desde siempre, sino que se ha considerado imprescindible la exis-tencia del lder para cumplir una misin. Lo que sucede es que, tal vez, lascondiciones actuales potencian su necesidad, sobre todo en los niveles msbajos. Actualmente en todos los ejrcitos se considera bsica la tarea de laformacin de lderes.

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    El pasado 1 de diciembre, el presidente nor-teamericano, Barak Obama, pronunci un dis-curso en la Academia Militar de West Point,acerca de la nueva gran estrategia a desarrollaren Afganistn, despus de haber efectuado unmeticuloso anlisis durante el otoo, una vezconocido el informe presentado por el coman-

    dante en Jefe de la ISAF, general McChrystal, afinales del pasado mes de agosto.

    Inmediatamente destaca en esta declaracinde Obama, el lugar donde la expuso, el centromilitar de mayor prestigio de Estados Unidosque, segn sus palabras, constituye para l:Un honor extraordinario hacerlo en West

    Jess Rafael Argumosa Pila. General de Divisin. DEM.

    Afganistn es el Rubicndel presidente Obama, ypara cruzarlo con xitose debe analizar el qu,cundo, cmo, dnde yporqu de cualquier es-trategia; as como loselementos de la llamadagran estrategia dandoun enfoque integral queincluye el aspecto polti-co, diplomtico, econ-mico, militar, social o cul-

    tural

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    Seguridad y Defensa

    Point, donde tantos hombres y mujeres se hanpreparado para proteger nuestra seguridad y re-presentar lo mejor de nuestro pas. Sin duda,muestra la plena lealtad y confianza del pueblo

    norteamericano en sus militares.Para que una estrategia sea realmente sli-

    da, coherente y creble, debe responder, prin-cipalmente, a dos postulados. El primero estrelacionado con las cuatro cuestiones del para-digma clsico, a las que debe hacer frentecualquier estrategia como mtodo o procedi-miento que pretende conseguir la finalidad se-alada por la poltica, a saber: qu objetivo sequiere alcanzar; cmo se puede lograr; dndehay que actuar y, finalmente, con qu medios

    es preciso contar para su ejecucin.El segundo postulado se refiere al modelo es-tratgico que se ha de utilizar, siguiendo la es-cuela doctrinal apuntada tanto por Beaufre co-mo por Collins, en la segunda mitad del siglopasado, ya sea llamada estrategia totalo gran es-trategia, en que se trata con un enfoque integral,global, estatal, usando de todos los instrumentosque dispone el Estado para llevarla a cabo. Entreellos, se encuentran el poltico, el diplomtico,el econmico, el militar, el social o el cultural.

    Empezando por el primer postulado, para

    Obama, el objetivo principal el qu, sigue

    siendo detener, desmantelar y vencer a Al Qa-eda en Afganistn y Paquistn, y quitarle la ca-pacidad de amenazar a Estados Unidos y a susaliados. Divide este gran objetivo en las tareas

    de negarle refugio a Al Qaeda, frenar el avancede los talibanes e impedir que derroquen alGobierno, aumentar la capacidad de las Fuer-zas de Seguridad y del Gobierno de Afganistnpara que puedan asumir la responsabilidad delfuturo de Afganistn.

    Aunque la primera parte del objetivo princi-pal es igual que el expuesto en la estrategia di-seada en la pasada primavera, la segunda par-te incluye una diferencia sustancial ya que,mientras en la anterior solo mencionaba coor-

    dinar los esfuerzos civiles y militares, en esta sehabla ya de quitarles capacidades tanto a lostalibanes como a Al Qaeda, a travs de tareasconcretas y medibles.

    En cunto al cmo, en el discurso de WestPoint marca las maneras de cumplir los objeti-vos citados anteriormente. Primera, seguir unaestrategia militar que frene el impulso de los ta-libanes y aumente la capacidad de Afganistnen los prximos 18 meses. Segunda, colaborarcon los aliados, las Naciones Unidas y el pue-blo afgano para seguir una estrategia civil ms

    eficaz. Por ltimo, actuar con el pleno conven-

    Biblioteca de la Academia Militar de West Point

    Para Obama, elobjetivo principal,sigue siendo detener,desmantelar y

    vencer a Al Qaedaen Afganistn yPaquistn, y quitarlela capacidad deamenazar a EstadosUnidos y a sus aliados

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    cimiento de que el xito en Afganistn estinextricablemente unido a la alianza con Pa-quistn.

    En realidad, aqu se halla la esencia de la es-trategia. En la respuesta a esta cuestin, resideuno de los puntos clave de la estrategia totaldel Presidente estadounidense. En especial, lacolaboracin con los diferentes actores, el pue-blo afgano, entre ellos, junto con la afirmacinde que el xito en Afganistn y Paquistn cons-tituye un logro de vital importancia en estanueva estrategia.

    En relacin con el dnde, si bien es ciertoque el discurso de Obama no lo expresa expl-citamente, tambin es verdad que en el mismose seala que la estrategia debe funcionar aambos lados de la frontera afgano-paquistan,

    es decir, que es preciso actuar, cuando sea ne-cesario, en territorio paquistan toda vez quegran parte de los ataques terroristas efectuadosen Afganistn, tienen su origen en el pas del

    Indo. Est apuntando, implcitamente, a la in-dispensable cooperacin con Paquistn.

    Por ltimo, la contestacin al con qu, noincluye nicamente a los casi 150.000 milita-res que estarn en Afganistn el prximo vera-no de ellos, 30.000 sern soldados adicio-nales que va a enviar, fundamentalmente, paraluchar contra los insurgentes, sino tambintodas aquellas medidas de carcter civil ex-puestas de forma muy sucinta que permitanacelerar la transferencia de responsabilidad

    del gobierno a las autoridades y al pueblo af-gano.En cuanto a las consideraciones del segundo

    postulado, relativas a tratar la estrategia totalcon un enfoque integral, el sustrato del discur-so se centra en medidas concretas de la estrate-gia militar, sin puntualizar con claridad las ta-

    reas que es preciso realizar en los otrosaspectos de la gran estrategia ya sean polticos,econmicos, diplomticos, o de otro tipo.

    En resumen, se puede estimar que esta estra-tegia de Obama introduce cambios trascenden-

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    La estrategia debefuncionar a ambos

    lados de la fronteraafgano-paquistan

    Se est intentando estabilizar una de las partesms peligrosas del mundo as como impedir elcolapso de un Estado nuclear: Paquistn

    El secretario general Anders Rasmussens, en una asamblea de la OTAN

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    Seguridad y Defensa

    tes en relacin con la establecida en la pasada pri-mavera, en alguno de los cuatro elementos del pri-mer postulado. Sin embargo, en cuanto al segundopostulado, se caracteriza por su indefinicin, esca-

    sez de alusiones y medidas o, cuando menos, porsus muchas lagunas en lo que realmente pretendede otros actores o instrumentos ya sean nacionaleso internacionales.

    En el frente interno, inicialmente apareci lapolmica. Mientras la izquierda zarande al Presi-dente por no estar en la lnea de su reciente Pre-mio Nobel de la Paz con esta decisin de profun-dizar en la guerra, la derecha le acus defavorecer al enemigo al sealar un lmite precisopara el final del conflicto. Esta ambigedad oblig

    a varias intervenciones de organismos oficiales pa-ra interpretar y explicar acertadamente algunaspartes del discurso.

    As, y de acuerdo con el Consejero de Seguri-dad, el general retirado James Jones, la fecha deinicio del repliegue norteamericano anunciadoen los prximos 18 meses se producir cuandose haya revertido de forma significativa el cursoactual de la guerra que depender de los siguien-tes parmetros: la eliminacin de los santuarios in-surgentes, el buen gobierno de Afganistn, el desa-rrollo econmico y la contribucin apreciable de

    las fuerzas afganas a la seguridad del pas.Aunque es contradictorio y complejo hablar del

    final de una guerra al mismo tiempo que se orde-na el envo de 30.000 soldados, no se debe olvi-dar que, entre otras cosas, se contempla la posibi-lidad de negociar con los talibanes que dejen AlQaeda, favoreciendo su entrada en los rganos dedecisin de Kabul.

    En la reunin de los ministros de Exteriores de laOTAN y dems pases participantes en la guerra deAfganistn, celebrada el 4 de diciembre en Bruselas,

    se ofreci un slido respaldo a la nueva estrategiade Barak Obama, con promesas de envo de solda-dos de ms de 25 Gobiernos de un total de 44pases que sumarn algo ms de 7.000 efectivos.

    En el campo aliado, se hace nfasis especial-mente en el objetivo de traspasar a los afganos laresponsabilidad fundamental de gobernar su pro-pio pas en cuanto sea posible.

    En la Unin Europea se apoya la estrategia deObama tomando medidas decisivas para su actua-cin en Afganistn y Paquistn a travs de su plande accin en la regin que desde una perspectiva

    Se quiere impedir queel terrorismo vuelva aperpetrar atentados

    mortales como losefectuados en Nueva

    York, Madrid, Besln oLondres

    General James Jones

    General Mc Chrystal en el centro

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    global, utiliza una combinacin de instrumen-tos de carcter poltico, civil, militar y de desa-rrollo.

    La otra cara de la moneda la representan Pa-quistn y Afganistn. Paquistn no ha consegui-do la estrategia regional que solicitara Islama-

    bad a Washington, en la que estuvieranimplicados los seis pases fronterizos adems delas grandes potencias como India, Rusia y Chi-na. El principal inters paquistan era NuevaDelhi, al objeto de reabrir conversaciones indo-paquistanes, rotas desde los atentados terroris-tas en Bombay el ao pasado, sobre Cachemiray otros asuntos de friccin.

    Sin la cooperacin del Ejrcito paquistan,actuando sobre las bases y santuarios de los ta-libanes afganos en las provincias paquistanesfronterizas con Afganistn, donde se retiran losinsurgentes ante los ataques de los aliados, esimposible que la estrategia norteamericana ten-ga xito.

    En Afganistn, aunque las autoridades estnde acuerdo, en general, con los planes de Was-hington, el plazo sealado del inicio del traspa-so de responsabilidades se considera demasiadoprecipitado y poco realista, con independenciade que sigan necesitando ayuda econmica delos Estados Unidos y de la comunidad interna-cional, al menos, durante una dcada.

    Si hablamos de la comunidad planetaria, seest intentando estabilizar una de las partesms peligrosas del mundo as como impedir elcolapso de un Estado nuclear, Paquistn. Asi-

    mismo, se quiere impedir que el terrorismovuelva a perpetrar atentados mortales como losefectuados en Nueva York, Madrid, Besln oLondres.

    En suma, son amenazas que afectan a la se-guridad internacional y, en la actual configura-cin geopoltica multipolar, es preciso que lasgrandes potencias asuman las responsabilida-des y compromisos correspondientes. Es decir,que formen parte, con especial protagonismo,de la estrategia del Presidente norteamericano.

    Esta guerra no es solo de Obama.Por todo lo expuesto, y con la idea de com-plementar o facilitar el xito final de la gran es-trategia que nos ocupa pues todava haytiempo para su depuracin, reorientacin ymejora, en su caso sera conveniente tomarcomo apoyo algunos de los considerandos quea continuacin se relacionan.

    En primer lugar, es preciso manifestar con lamxima firmeza y consistencia que estamosdispuestos a sacrificarnos para defender y pre-servar los valores, principios y forma de vida

    de las sociedades democrticas. Y este mensajenacional, aliado y de la comunidad internacio-nal debe ser proclamado abiertamente con ob-jeto de que llegue claramente a los odos delos terroristas.

    En segundo lugar, se han de establecer conclaridad los diferentes integrantes y medidas dela estrategia total. De esta forma, se deben se-alar las acciones y tareas que llevar a cabo enel campo poltico, diplomtico, militar, econ-mico, social, de la seguridad, al objeto de

    actuar con un enfoque integral y as alcanzar lamxima eficiencia y eficacia.Los 5.000 millones de dlares ofrecidos por

    Japn o el Plan de Accin de la UE sobre Afga-nistn y Paquistn constituyen ejemplos quepueden dar un fuerte impulso al citado enfo-que integral de la estrategia total. A mayorabundamiento y de acuerdo con la posicin denegociar con los talibanes, en la reunin deLondres sobre Afganistn, celebrada el 28 deenero pasado, la comunidad internacional creun fondo de 700 millones de dlares, durante

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    Es precisomanifestar con la

    mxima firmeza yconsistencia que

    estamosdispuestos a

    sacrificarnos paradefender y

    preservar losvalores, principios

    y forma de vidade las sociedadesdemocrticas

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    Seguridad y Defensa

    cinco aos, para poder ofrecer empleo y entre-gar tierras a aquellos talibanes que abandonenAl Qaeda u otros grupos terroristas.

    En tercer lugar, para que la gran estrategia

    tenga xito en Afganistn, resulta imprescindi-ble que se cumplan ciertos condicionantes cla-ves sobre los que Obama no tiene control. En-tre ellos se hallan un Gobierno afgano creble ysin corrupcin, la estrecha cooperacin yalianza con el inestable e impredecible Paquis-tn, o la mayor aportacin y apoyo de los so-cios y aliados. Para ello, se necesita el plenoapoyo de la comunidad internacional.

    En cuarto lugar, es preciso establecer la es-trategia regional mencionada ms arriba en la

    que se incluya una fuerte y slida alianza entreEstados Unidos y Paquistn. Con independen-cia de que esta alianza constituye la llave parafinalizar el conflicto, es esencial implicar a losactores regionales. Aqu, la diplomacia adquie-re su mxima importancia con el propsito derealizar las oportunas negociaciones, en espe-cial con India, China, Rusia e Irn.

    En este orden se halla la declaracin efec-tuada por el Secretario General de la OTAN,Anders Rasmussen, en la clausura de la 46Conferencia de Seguridad de Munich, el pasa-

    do 31 de enero, cuando solicit a Mosc quecontribuyera al esfuerzo multinacional en Af-ganistn con helicpteros, instructores militaresy policiales, adems de colaborar en la luchacontra el cultivo del opio y del narcotrfico.Tambin solicit colaboracin a China e India,aunque de forma ms general.

    Asimismo, parece conveniente persistir conla mxima insistencia en que los afganos de-ben asumir la responsabilidad de su seguridaden cuanto sea posible, para lo cual es funda-

    mental crear las condiciones necesarias y sufi-cientes para transferir la misma con las debidasgarantas.

    Espaa se halla en una excelente posicinpara contribuir con eficacia a la estrategia totaldel Presidente norteamericano en Afganistn.Aparte de realizar anualmente un Curso de De-fensa para Oficiales Superiores Afganos ya sehan efectuado tres, de un mes de duracin ycon unos 25 participantes, de enviar 500 sol-dados ms a Afganistn y de poner a disposi-cin de otros aliados, el centro de excelencia

    de Hoyo de Manzanares, de gran prestigio porla experiencia en atentados terroristas, al osten-tar la presidencia de la UE durante el primer

    semestre de este ao puede impulsar fuerte-mente el Plan de Accin de la UE en la regin.

    Para Obama, la guerra de Afganistn suponeel paso del Rubicn de Csar en la guerra delas Galias, ya que de su xito o fracaso puededepender el resultado en los diferentes frentesque tiene abiertos en el mundo, desde el cues-tionable proceso nuclear iran hasta la retiradadefinitiva de Iraq, pasando por el conflicto pa-lestino-israel o por el reciente reto de las agre-siones de Al Qaeda en Yemen. La diferencia esque, en este caso, el paso del Rubicn afectadirectamente a la sociedad planetaria.

    En definitiva, la mejor manera de triunfar enAfganistn y Paquistn lo conforma el impor-tante enfoque integral que demanda la gran es-trategia con el propsito de aplicar todos losinstrumentos a disposicin de la comunidad in-ternacional ya sean locales, regionales o inter-nacionales para lo cual la participacin o, almenos, la aceptacin de las grandes potenciases indispensable. Est en cuestin la seguridadmundial.

    Anders Rasmussens, Secretario General de la OTAN

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    Como se prevea en 2007, la victoria de Ni-colas Sarkozy en las elecciones presidencialesfrancesas iba a traer una larga serie de refor-mas. El objetivo poltico de aligerar la Admi-nistracin, reducir el peso del Estado en la so-

    ciedad y eliminar el dficit, anunciaban unperiodo difcil para sus Fuerzas Armadas. Efec-tivamente, nada ms llegar a la Presidencia dela Repblica, orden el inicio de las reformastanto generales como particulares de Defensa.

    El proceso est inspirado en la poltica ge-neral de modernizacin del Estado, que quiereresponder a la triple exigencia de eficacia, ca-lidad de los servicios prestados y economa enla gestin de las finanzas pblicas. Se tratafundamentalmente de garantizar la capacidad

    operativa de las fuerzas, haciendo que los di-ferentes componentes del Ministerio se cen-tren en su misin principal, descargndoles detareas accesorias.

    Emilio Borque Lafuente. Teniente Coronel. Artillera. DEM.

    Esta transformacin, impulsadapor el presidente Sarkozy, gira en

    torno a siete ejes: la reduccin de lasestructuras de mando, la preserva-cin de la coherencia del sistema defuerzas, su reequilibrio, la reduccinde la dispersin, la disminucin delos gastos de adiestramiento y deenseanza, la preservacin de lascondiciones de vida profesionales ysociales del personal militar y civil, yla revalorizacin de la reserva

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    De acuerdo con la voluntad del Presidente dereformar el til de Defensa para adaptarlo a unmarco estratgico cambiante y para responder alas aspiraciones de los franceses en materia de

    defensa y seguridad nacional, el Ministerio deDefensa se ha comprometido en un proceso dereforma de gran amplitud, que se ha materiali-zado en la aprobacin del Libro Blanco de laDefensa y Seguridad (LBDS), la Revisin Gene-ral de las Polticas Pblicas (RGPP) y la Transfor-macin del Ejrcito de Tierra.

    LIBRO BLANCO DE DEFENSA Y SEGURIDADSi el Libro Blancodel ao 72 fue considera-

    do el de la disuasin nuclear y el del ao 94 el

    de la proyeccin y la accin a distancia del te-rritorio nacional, el aprobado en 2008 defineuna estrategia de defensa y seguridad nacionaladaptada a la era de la globalizacin.

    Constata una serie de tendencias inquietan-tes para 2025 susceptibles de lanzar a escalamundial tensiones hasta el momento descono-cidas: calentamiento global, preocupacin cre-ciente sobre los abastecimientos estratgicos,sobreexplotacin de los recursos naturales,proliferacin de armas prohibidas o reguladaspor tratados internacionales, as como la am-

    plitud, difusin, formas de operar y eficacia delas redes terroristas.

    En el aspecto geopoltico se afirma que en elao 2025, Asia ser uno de los polos funda-mentales de la vida internacional junto con Eu-ropa y Amrica y que habrn surgido nuevaspotencias, especialmente China e India. Ade-ms habr un declive relativo de las potenciasoccidentales, tanto por el empuje de Asia co-mo por la prdida de poder demogrfico, dibu-jando un sistema econmico y geopoltico

    mundial reestructurado. La superioridad tecno-lgica y militar occidental seguir siendo real,pero en competencia con la de las nuevas po-tencias. Para la seguridad de Francia y de Euro-pa, la zona que se extiende desde Mauritaniahasta Paquistn, el llamado arco de crisis,ser crucial.

    Con todo esto la estrategia de seguridad y de-fensa se tiene que inspirar en nuevos factores:- La creciente interconexin entre diferentes

    amenazas y riesgos, como consecuencia de laglobalizacin.

    - La continuidad entre seguridad interior y se-guridad exterior, definiendo estrategias deconjunto.

    - La posibilidad de rupturas estratgicas brutales

    en relacin con los riesgos para los que ahorase est preparado, con nuevas amenazas.

    - Los cambios que se han experimentado en lasoperaciones militares.Todo ello lleva a redefinir los principios de

    la estrategia y de la seguridad nacional, as co-mo dar la mayor continuidad posible entre laseguridad exterior y la interior.

    Conocida es la importancia que Francia da ala construccin europea y por ello el LBDSes-tablece la accin multilateral como principiobsico, as como el papel central de NacionesUnidas para la resolucin pacfica de los con-flictos. Se incita a la promocin de las institu-ciones colectivas multilaterales o regionales, la

    defensa de los derechos del hombre y el mxi-mo apoyo al papel fundamental de la UninEuropea en el seno de las instituciones multila-terales, como un actor nico con voz propia.Incluso propone la redaccin de un LBDSeu-ropeo, que sirva de avance en el desarrollo delas instituciones europeas y d prioridad a laobtencin y mejora de las capacidades de ges-tin de crisis.

    Se mantienen las cuatro funciones estratgi-cas ya establecidas (disuasin, proteccin, pre-

    vencin e intervencin), pero aade una ms:el conocimiento y la anticipacin, a la queconsidera prioritaria, ya que constituye la pri-mera lnea de defensa y garantiza la autonomade decisin y la iniciativa estratgica. Por ellose da la mxima importancia a la inteligenciaen todas sus dimensiones, incluida la espacial.

    LA REVISIN GENERAL DE LASPOLTICAS PBLICAS (RGPP)

    Se trata de una iniciativa personal del Presi-dente de la Repblica para modernizar las es-

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    Francia realiza un gran

    esfuerzo en operaciones,exteriores e interiores,bilaterales y multilaterales

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    tructuras administrativas y hacerlas ms efica-ces, abandonando la lgica de medios parabuscar la de los objetivos de la accin poltica.Tiene un objetivo triple: mejorar la calidad de

    los servicios pblicos, volver al equilibrio pre-supuestario en el horizonte del ao 2012 yconseguir que se valore mejor el trabajo de losfuncionarios.

    Para el Ministerio de Defensa, la RGPP pre-tende centrar los esfuerzos de las Fuerzas Arma-das en la realizacin de sus misiones principalesy mejorar la condicin del personal con unaparte del ahorro que se consiga con las medidasque se adopten. Utilizar mejor los medios bus-cando la mayor eficacia al menor coste y pro-

    porcionar un entorno ptimo para el cumpli-miento de las misiones encomendadas.Para ello, se han marcado cuatro grandes

    principios de racionalizacin:- Mutualizacin: puesta en marcha de verda-

    deras funciones de apoyo integradas.

    - Densificacin, reduciendo la dispersin deunidades y de funciones.

    - Reorganizacin de estructuras, reduciendo elnmero de escalones intermedios.

    - Externalizacin de algunas funciones no es-tratgicas.Una de las medidas ms duras que se han

    tomado en el marco de la RGPP es la reduc-cin drstica de efectivos, que para el Ejrcito

    de Tierra supondr una prdida de 24.450 per-sonas de aqu a 2014 entre civiles y militares,es decir, un 16% menos.

    TRANSFORMACINDurante los trabajos de elaboracin del

    LBDSy de la RGPP, en el Ejrcito de Tierra seanaliz la situacin real para enfocar las refor-mas y la transformacin de la mejor maneraposible.

    Francia realiza un gran esfuerzo en opera-ciones, exteriores e interiores, bilaterales y

    multilaterales. En lo que se denomina actitudoperativa, el Ejrcito de Tierra mantiene un n-mero que est prximo a los veinticinco milefectivos y que para lo que se refiere a las mi-

    siones exteriores se sita entre ocho y diez mil.Esto conlleva un gran desgaste del personal,pero tambin de los materiales. Se van adqui-riendo equipos nuevos y ms complejos, peroestos tienen que convivir con otros de mayorantigedad, especialmente vehculos mecani-zados o blindados y rueda que, por su elevadonmero, son de difcil y lenta sustitucin. Esobligado idear mtodos para gestionar su en-vejecimiento mientras llegan los recursos sufi-cientes para acometer su renovacin, as como

    para el mantenimiento de las nuevas adquisi-ciones en condiciones operativas. Los recursosfinancieros seguirn siendo limitados, no solopor la cantidad, sino porque los materiales sonms complejos y requieren mucho ms esfuer-zo econmico.

    Nos movemos en un contexto estratgicoen el que las amenazas evolucionan ms r-pido que nuestra capacidad de reaccin, enel que hay empleos operativos de muy dife-rente naturaleza: desde la intervencin, conla necesidad de contar con capacidad para el

    combate de alta intensidad, hasta la estabili-zacin y la normalizacin. Las operacionesse estn endureciendo cada vez ms, son demuy diversa naturaleza, siempre muy distan-tes de territorio nacional y de muy larga dura-cin.

    Hay que considerar tambin que el Ejrcitose encuentra en una situacin de fragilidad porel estancamiento de los presupuestos, por laedad de los materiales en unos casos, y la com-plejidad de funcionamiento y mantenimiento en

    otros. Por ltimo, se debe tener en cuenta la pe-culiaridad tradicional del Ejrcito francs de es-tar establecido con una enorme dispersin geo-grfica: existen 272 guarniciones diferentes y1.857 instalaciones, algo muy difcil de gestio-nar desde el punto de vista del apoyo.

    La constatacin de todo ello hizo que elEjrcito de Tierra se planteara acometer unaprofunda transformacin, antes incluso de quese aprobaran el LBDSy la RGPP. La transfor-macin, tal y como se ha planteado, se basa entres principios:

    La reduccin de las

    estructuras de mando sematerializa en la desaparicin

    de siete estados mayores

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    - Poner en prctica las recomendaciones delLibro Blanco, adaptando el ET al nuevo con-trato operativo y buscando la accin conjunta

    en el apoyo y los servicios.- Responder a los empleos ms probables,

    adaptando la herramienta de combate: cohe-rencia entre organizacin y misiones, reequi-librando las capacidades operativas.

    - Emplear la rentabilidad de esta transforma-cin en la modernizacin del equipamiento yla mejora de la condicin militar.La transformacin gira en torno a siete ejes

    principales:- Reduccin de las estructuras de mando.

    - Preservacin de la coherencia del sistema defuerzas.- Reequilibrio de las fuerzas.- Reduccin de la dispersin.- Reduccin de gastos de adiestramiento y de

    enseanza.- Preservacin de las condiciones de vida pro-

    fesionales y sociales del personal militar y ci-vil.

    - Dar valor a la Reserva.La reduccin de las estructuras de mando

    se materializa en la desaparicin de siete es-

    tados mayores. En primer lugar, siendo posi-blemente uno de los cambios orgnicos msimportantes, est la disolucin del Mando de

    la Fuerza Logstica Terrestre (FLT) y la integra-cin de sus capacidades en la Fuerza Terres-tre (FT). La FLT contaba con dos brigadas, di-solvindose la segunda y pasando parte de losmedios y unidades tanto de esta como de laprimera a la FT como brigada especializada.El que haya un mando nico para toda lafuerza terrestre permite reforzar la coherenciade la preparacin y del empleo de las unida-des de combate, de apoyo al combate y deapoyo logstico al combate proyectables,

    adaptando esta preparacin a los empleosms probables.Hasta ahora Francia contaba con cuatro es-

    tados mayores de fuerza, de nivel divisin. Sehaba constatado que realmente ninguno tenacapacidad por s mismo y, de hecho, para ope-raciones y ejercicios haban establecido un sis-tema de binomios. Cuando uno tena que ac-tuar, era necesariamente apoyado por otro. Enesta reforma se suprimen dos, cuyo personal ymedios pasarn a reforzar a los que permane-cen. Desaparecen tambin los estados mayo-

    Operaciones en el exterior

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    res, es decir las brigadas, de Artillera, Ingenie-ros y Aeromvil, ya que se considera que handejado de tener utilidad por la inexistencia deconflictos que requieran contar con estas es-tructuras.

    La coherencia del sistema de fuerzas se con-sigue preservando las ocho brigadas interar-mas, que ahora tienen el carcter de: decisin(dos, las ms potentes y pesadas), multifuncin(cuatro, mecanizadas y ligero-acorazadas) y deempleo de urgencia (dos, ligeras). De acuerdocon el LBDS hay que mantener la aptitud deentrada inicial y de nacin marco, lo que supo-ne el mantenimiento de la capacidad de man-do de nivel cuerpo de ejrcito y simultnea-mente de al menos una divisin, siempre conlos medios CIS asociados.

    El tercer eje marca que hay que proceder aun reequilibrio de capacidades, lo que se haceen funcin de las nuevas amenazas y de losempleos ms probables. Por ello las unidades

    de combate desembarcadas se preservan, ascomo las unidades de fuerzas especiales, dehelicpteros y las de la funcin inteligencia.Estas unidades son esenciales en los nuevosconflictos, ya que de cara a un enemigo que secaracteriza por ser imprevisible, es necesarioobtener informacin, mantener el terreno, bus-car al adversario cuando se oculta y poder de-sarrollar la sorpresa tctica. Solo estas unidadesdominan los modos de accin para hacerlo.

    En lo que se refiere a la Caballera, se man-

    tienen las unidades blindadas ruedas-can endetrimento de los carros de combate. Se con-servan los cuatro regimientos LECLERC, peroen lugar de contar con 80 por regimiento (condos grupos de 40), se pasa a una estructura decuatro escuadrones con 52 carros por regi-miento ms ocho de reserva; a cada brigadamultifuncin se le asigna un regimiento deblindados ligeros de Caballera.

    Si la Artillera es bsica para ganar la batalla eimponer la decisin, su labor es ms limitada enlas fases de estabilizacin y de normalizacin.

    Dados los tipos de conflictos actuales, en que lafase de estabilizacin es la ms larga y ms de-cisiva, es necesario reorganizarla. En ArtilleraAntiarea solo se mantienen las unidades de mi-siles porttiles, transfiriendo el resto al Ejrcitodel Aire. Finalmente se pierde la brigada y cua-tro regimientos mixtos; en total, el 33% de losobuses y el 50% de los lanzacohetes. El Armade Ingenieros pierde su brigada, pero todas lascapacidades se conservan en los regimientos delas brigadas interarmas, que son reforzados.

    Como se ha dicho el Ejrcito de Tierra fran-cs tiene un despliegue muy disperso en el te-rritorio nacional, algo que aunque tiene venta-jas desde el punto de vista de lazos con lanacin y de reclutamiento, es difcilmente sos-tenible desde el punto de vista del apoyo. Parareducir esta dispersin se ha creado el concep-to de Base de Defensa, que no se debe enten-der bajo el prisma de una sola instalacin, sinoque se busca la unificacin del apoyo deacuerdo con la proximidad geogrfica, creandoun grupo de apoyo de carcter conjunto.

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    Soldados paracaidistas franceses patrullando

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    Para reducir gastos de adiestramiento y deenseanza, se han tomado una serie de medi-das como el reagrupamiento de las brigadas deInteligencia y de Fuerzas Especiales en una

    misma zona geogrfica. Lo mismo para el Ar-ma de Tren, que se desplaza en gran parte alcorredor del Rdano, que soporta el 60% delmovimiento militar por carretera. Los regimien-tos de Material (Mantenimiento) desaparecende la FLT y no van a la FT; se crea un Mandode Apoyo Industrial a donde irn una parte de

    las capacidades, dejando nicamente mdulosde apoyo directo en la Brigada Logstica.

    Se crean tambin dos grandes complejos decentros de adiestramiento, manteniendo lo yaexistente pero unificando su mando y sus apo-

    yos. Uno en el Norte, en Champagne y el otro

    en el Sudeste, en la Provenza. As mismo lospequeos centros de adiestramiento y de endu-recimiento se disuelven, salvo el de endureci-miento en montaa.

    En cuanto a las escuelas, hay traslados quese dirigen a crear polos de enseanza. As, lade Infantera pasa a Draguignan, junto a la deArtillera. La de Tren deja Tours y pasa a Bour-ges, junto a la de Material. La de Estado Mayor(curso de ascenso a comandante) y la NBQ seunen a la del Arma Blindada Caballera enSaumur.

    Es necesario preservar las condiciones de vi-da profesional y social del personal, sobre todoteniendo en cuenta la cantidad de hombres y

    mujeres que se vern afectados por las disolu-ciones y traslados: unos 50.000, a los que hayque sumar 15.000 cnyuges y 28.000 hijos. Seestn estudiando medidas de acompaamien-to, entre las que se encuentra la posibilidad defacilitar la salida al sector privado medianteconvenios con los grandes grupos industriales,la creacin de un servicio unificado en el Mi-nisterio para la reconversin, indemnizacionespara comenzar una segunda carrera, as comoacuerdos que faciliten la integracin en la fun-cin pblica. Finalmente se quiere hacer un es-

    fuerzo tambin en la reclasificacin profesional

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    Puesto de mando mvil en operaciones

    Esta reforma que acaba de

    iniciarse es la de mayor

    envergadura desde la quese produjo durante los

    momentos iniciales de la

    profesionalizacin

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    de los cnyuges, as como en las ayudas parala adquisicin de otra vivienda.

    Con el ltimo eje se quiere dar mayor valora la Reserva, ya que se entiende que es una

    verdadera apuesta estratgica. Tiene que serconsiderada como un complemento de la acti-vidad bien participando en operaciones exte-riores, bien sustituyendo a los militares que es-tn proyectados en operaciones exteriores.

    En resumen y como sntesis de todo lo ante-rior, se ha definido el concepto de Ejrcito20XC, el modelo del futuro Ejrcito de Tierra. Encoherencia con el contrato operativo ordenado,tiene dos ambiciones: en primer lugar, propor-cionar al Ejrcito los medios humanos y tcni-

    cos para ganar una guerra clsica dentro de unacoalicin, especialmente europea; y, por otra,permitir imponer la decisin en operaciones delarga duracin entre la poblacin, objetivo y ac-tor de los conflictos presentes y futuros.

    La brigada es ahora la reserva de fuerzas,reuniendo todas las capacidades que permitenal mando utilizar unas u otras en funcin de laintensidad del conflicto. Las capacidades liga-das a la digitalizacin del espacio de batalla, al

    poder conocer la situacin (Inteligencia), a laaptitud a durar en el tiempo y a controlar elmedio (Infantera) se han considerado comofundamentales.

    CONCLUSINEsta reforma que acaba de iniciarse es la de

    mayor envergadura desde la que se produjodurante los momentos iniciales de la profesio-nalizacin. Es fruto de una decisin presiden-cial, de la voluntad de optimizar y racionalizarla Administracin, pero tambin de la adapta-cin a un escenario financiero restrictivo y alnuevo entorno de operaciones, ms largas, di-versas, duras y distantes.

    Para el Ejrcito de Tierra est suponiendo unverdadero desafo, al tener que conjugar laconservacin de capacidades imprescindiblescon una importante reduccin de efectivos, ala vez que se mantiene, e incluso se acrecien-ta, el esfuerzo en las diferentes misiones. En to-do caso, se trata de una transformacin necesa-ria para tener la oportunidad de seguircontando con un Ejrcito puramente volcadoen las operaciones.

    Fuerzas paracaidistas francesas

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    Hay un objetivo que debera ser constanteen las preocupaciones de los mandos militaresal realizar operaciones: qu podra y deberahacerse al aplicar la fuerza militar contra elenemigo? La historia militar est llena de fraca-sos, no todos los cambios introducidos en laforma de hacer la guerra han tenido xito, co-mo seala Beaufre: Toda innovacin constitu-ye un riesgo maysculo, pero cualquier rutinaest condenada de antemano1.

    En el mismo sentido, entre las quince carac-tersticas que Norman F. Dixon seala en loscomportamientos incompetentes que han dado

    lugar a grandes desastres militares a lo largo dela Historia, hay dos que merecen destacarse: laincapacidad para aprovechar la experienciaadquirida en el pasado y la resistencia frente ala adopcin y explotacin de las tecnologas ytcticas de reciente descubrimiento2.

    Si a nivel tctico no somos vencidos, perono se avanza hacia la consecucin de los obje-tivos operacionales; si la clara y abrumadorasuperioridad tecnolgica de que los ejrcitosmodernos disponen, no se traduce en un con-trol de las zonas que se ocupan; si los objetivostienen que ser tomados una y otra vez porque

    Zacaras Hernndez Calvo. Comandante. Infantera. DEM.

    No deseamos ms que representar las cosas tal como

    son y delatar la errnea creencia segn la cual, un valiente

    sin inteligencia puede llegar a distinguirse en una guerra.Von Clausewitz. C. De la Guerra

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    no se es capaz de mantenerlos; y si los muertosy el dinero que cuestan las operaciones nocontribuyen a la resolucin del conflicto, estclaro que hay que reflexionar sobre las tcticasque se estn aplicando.

    Es conocida la conversacin del coronelSummers3 con un teniente coronel norvietna-mita, que a la afirmacin de que en Vietnamlos EEUU nunca haban sido vencidos sobreel campo de batalla, contest: Es verdad, pe-

    ro tambin es irrelevante. Esta respuesta po-dra ser puesta hoy en da en boca de un ira-qu o un afgano. La complejidad del campode batalla actual produce en los jefes tcticosla sensacin de frustracin que explica el co-mandante Silvela en su artculo The influen-tial leader4, ya que a pesar de conocer su tra-bajo, sus armas, las tcticas y a sus soldados,hay muchas cosas en el campo de batalla queestn fuera de su control y sienten cmo la si-tuacin en su rea de operaciones empeoracada da.

    En 2001 se conquist Afganistn y en 2003se alcanz a Bagdhad, pero los xitos de lasmaniobras operacionales no llegaron a conver-tirse en xitos estratgicos, deslizndose desdeentonces ambos conflictos a numerosos enfren-tamientos de nivel tctico, muchos de ellos denivel compaa o incluso menor.

    Es necesario entender el carcter de la ma-niobra en el actual escenario operativo. La ex-plicacin de los fracasos que se han visto en

    los ltimos aos, obedece a la dificultad paraver el cambio de paradigma que se ha produci-do en la naturaleza de la guerra.

    EL DEBATE ACTUAL SOBRE LASOPERACIONES BASADAS EN EFECTOS (EBO)

    El ms acalorado debate actual sobreaspectos operativos, incluyendo los tcticos,probablemente est teniendo lugar entre los par-tidarios y los detractores del concepto de ope-raciones basadas en efectos. La directriz dadaen verano del 2008 por el general Mattis, Jefe de

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    Nivel Operacional y Tctico

    El escenario operativo actual

    presenta una gran complejidadque obliga a redefinir la tctica

    para el siglo XXI. Esta tctica

    requiere claridad y comprensin

    de los procedimientos

    tradicionales y su adaptacin

    a las exigencias actuales

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    USJFCOM, ordenando el abandono del concep-to EBO desat, si cabe ms, la discusin. Entrelas razones que argumentaba para su abandonoestn: que asume unos niveles inalcanzables de

    predictibilidad, no tiene en cuenta las dimensio-nes humanas de la guerra, promueve la centrali-zacin o es un proceso liderado por los estadosmayores y no por el mando. Una vez abandona-do el concepto, propona que el mejor caminohacia adelante es redefinir nuestra terminologay conceptos, volviendo a principios probados enel tiempo, como las rdenes tipo misin, prop-sitos precisos del mando y una clara articula-cin de fines, modos y medios probados en

    combate y enraizados en la naturaleza funda-mental de la guerra.

    Vistas las razones y propuestas para abando-nar el concepto EBO, vamos a examinar las queaportan unos de sus principales valedores, elEjrcito del Reino Unido. En el documento doc-trinal Incorporating and Extending the Uk Mili-tary Effects-Based Approach del ao 2007, seseala que la filosofa basada en efectos se cen-tra en planear y proporcionar una situacin fi-

    nal deseada ms que en organizar las activida-des militares, para ello se considera el ambientecomo un todo, reconociendo su complejidad,imprevisibilidad y capacidad de adaptacin, lo

    que requiere una constante evaluacin y anli-sis para mantener su comprensin antes y du-rante el planeamiento y la ejecucin, para aspermitir traducir la situacin final deseada enactividades. De esta manera, los jefes necesitanevaluar constantemente el impacto de sus deci-siones en la voluntad y capacidad de todos losparticipantes, no exclusivamente en elementosindividuales o el enemigo. Se seala que elmando por misiones, el enfoque maniobrero

    y la experiencia e intuicin del jefe son esen-ciales para su correcta aplicacin.

    Con la sola lectura de los prrafos anterioresse pueden apreciar similitudes entre las dosposturas sobre las operaciones basadas enefectos: si el mando por misiones es esencialpara su aplicacin, no sera necesario volvera las rdenes tipo misin; si la intuicin del je-fe es esencial para su aplicacin, no puede serun proceso liderado por los estados mayores; si

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    se asume la complejidad del ambiente, por su-puesto, se incluyen las dimensiones humanasde la guerra.

    Vamos a seguir profundizando un poco msen los conceptos manejados.

    LA GUERRA DE MANIOBRA YEL MANDO POR MISIONES

    Para intentar descifrar qu significa guerrade maniobra lo mejor es ir al excelente libro

    escrito por William S. Lind Maneouver WarfareHandbook, considerado como la Biblia de latctica de los marines (como el general Mattis).La guerra de maniobra entiende el combate co-

    mo una competicin en el tiempo, de ciclos deobservacin-orientacin-decisin-accin (OO-DA) desarrollados por los contendientes, si-guiendo la clebre teora del OODA Loopdel coronel Boyle. Maniobrar significa ser sus-tancialmente ms rpido a travs de sucesivosciclos OODA hasta que el enemigo pierda sucapacidad de combatir de una manera organi-zada. En trminos generales esto se consiguemediante la descentralizacin, asumiendo la

    confusin y el desorden que genera la descen-tralizacin, huyendo de recetas y frmulas yevitando la repeticin de actuaciones a travsde los sucesivos ciclos.

    Y cmo definir la tctica? Como el proce-so de combinar dos elementos, tcnicas yeducacin, a travs de tres puntos de referen-cia: el mando por misiones, el esfuerzo prin-cipal, y las fortalezas y debilidades del enemi-go.

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    Nivel Operacional y Tctico

    El escenario operativo

    actual presenta una

    gran complejidad que

    obliga a redefinir la

    tctica para el siglo

    XXI

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    Las tcnicas se definen como aquellos aspec-tos del combate que se entrenan como procedi-mientos, desde disparar un fusil hasta desplegaruna unidad, y son esenciales pero no suficien-

    tes. La tctica requiere el arte de seleccionarentre las tcnicas o procedimientos, aquellosnecesarios para una determinada situacin yeso solo se consigue mediante una adecuadaeducacin de los jefes de las unidades.

    El mando por misiones, reflejado en las r-denes tipo misin, es aquel en que se sealaal subordinado lo que su jefe quiere que con-siga, dejando el cmo conseguirlo bsicamen-te a criterio del subordinado. El subordinadorecibe dos referencias de su jefe, el propsito

    en el que se expresar claramente la situacinfinal deseada y la misin o cometido que sepuede entender como el trozo de ese pro-psito asignado al subordinado. Qu libertadde accin le queda al subordinado? Depende-r de la situacin, pero toda la que se puedadar.

    Limita esto el control de las unidades? No,el propsito y los cometidos, si estn bien de-finidos, permiten cohesionar la accin de to-das las unidades; se busca sustituir el controlpor constantes informes de situacin, por la

    directriz que suponen el propsito y los come-tidos, permitiendo a los mandos subordinadosadaptar su maniobra a los sucesivos cambiosde la situacin con rapidez en el ciclo OO-DA.

    El esfuerzo principal es un concepto enten-dido ms fcilmente. Es la accin que segn eljefe puede alcanzar un efecto decisivo. Msque un esfuerzo fsico, es un esfuerzo concep-tual, que permite a todas las unidades apoyarla accin. Es un concepto esencial en escena-

    rios de frentes amplios, de contrainsurgencia, odonde el enemigo supera en nmero las fuer-zas propias, pues evita el desperdicio de es-fuerzos que no vayan encaminados a apoyarde alguna manera la consecucin del objetivo.

    El anlisis de la fortaleza y debilidad delenemigo permitir orientar las acciones propiashacia sus puntos ms frgiles, pues la guerra demaniobra busca evitar la fortaleza enemiga,detectando las reas ms dbiles y orientandohacia ellas el esfuerzo principal. De esta mane-ra, la progresin de los esfuerzos debe venir

    determinada por el resultado del avance, pu-diendo variar como respuesta al desarrollo delas operaciones. La localizacin de las debili-dades enemigas requiere descentralizacin delmando y control, para permitir un rpido apro-vechamiento. Lo ideal en el combate es detec-tar un flanco enemigo, definido por el coro-nel Boyd como aquel aspecto del combate alcual el enemigo no dedica su atencin princi-pal, por lo que siempre tendr un carctertemporal y cambiante.

    LA ORIENTACINDE LAS LNEAS DE ACCIN

    El enfoque maniobrero pone el nfasis en lasoperaciones orientadas al enemigo. El terrenoes importante, pero el objeto de las operacio-nes es el enemigo. La adecuada combinacinde objetivos orientados hacia el terreno y elenemigo, es una cualidad del buen jefe tctico.En los ltimos aos, fruto de los ejercicios te-ricos y prcticos sin fuerzas de oposicin, he-

    mos tendido a dar preferencia a los objetivosmarcados sobre accidentes orogrficos, limi-tndose las unidades a alcanzar lneas marca-das sobre el terreno o simplemente alturas. Laequivocacin en la seleccin de objetivos hasido histricamente la causa de muchas muer-tes tras duros combates que finalmente no hansupuesto ninguna ventaja tctica. Las dos razo-nes para alcanzar objetivos marcados sobre elterreno, es que este sea til para la maniobrapropia y, aun mejor, necesario para la manio-bra del enemigo.

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    Esta tctica requiere

    claridad y

    comprensin de losprocedimientos

    tradicionales y su

    adaptacin a las

    exigencias actuales

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    En el actual escenario operativo la maniobrase complica, apareciendo con fuerza una ter-cera orientacin de las lneas de accin: la po-blacin. La importancia de proteger a la pobla-cin local de las insurgencias, hace que esteenfoque se convierta en el principal de las

    grandes unidades tcticas. La falta de informa-cin sobre el enemigo en los escenarios de

    contrainsurgencia o estabilizacin, hace pensarerrneamente que este posee la iniciativa. Ladificultad de un enfoque de las operacioneshacia el enemigo no debe evitar tomar la ini-ciativa en los otros dos posible enfoques (terre-no y poblacin). Un ejemplo claro lo tenemos

    en el establecimiento de bases avanzadas deentidad compaa realizado en Iraq a partir de

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    Nivel Operacional y Tctico

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    2007, abandonando las grandes bases por otrasque permitan mantener la presencia en zonasclaves y proteger a la poblacin de la influen-cia insurgente.

    LA COMPLEJIDAD DELACTUAL ESCENARIO OPERATIVO

    En el incierto y turbulento mundo actual esdifcil predecir la naturaleza del conflicto en elque nos veremos envueltos. Esta es la naturale-za del actual escenario operativo que el gene-ral Krulac (tambin de los marines) defini co-mo atravesado por el espectro completo dedesafos tcticos en el transcurso de pocas ho-ras y en el espacio de tres manzanas contiguas

    de la ciudad (three block war).El ambiente, adems de las complejidadesnaturales orogrficas o climticas que puedapresentar, estar definido por un escenario hu-mano compuesto por grupos con diferentesidentidades (familias, clanes, tribus), lenguajes,religiones, culturas, etnias y valores. Adems,simultneamente a la presencia militar, habrotros actores de diversos tipos: organizacionesgubernamentales y no-gubernamentales, orga-nizaciones internacionales, contratistas civileso empresas, cada una con sus propios objeti-

    vos y con diferente voluntad de colaboracincon las fuerzas militares.

    Para continuar poniendo dificultades anuestros jefes tcticos, en las operaciones mi-

    litares participarn fuerzas locales, militares ypoliciales, unidades militares aliadas de dis-tintas nacionalidades e incluso en distintascadenas de mando (como pasa actualmenteen Afganistn con las fuerzas de la OTAN ylas de la operacin Enduring Freedom), y has-ta contratistas civiles. Esta caracterstica de lasoperaciones actuales va en contra del tradi-cional principio de unidad de mando, com-plicando el planeamiento y la ejecucin delas operaciones.

    Otro aspecto fundamental que afecta al ca-rcter de la tctica en las operaciones actualeses que el uso de la fuerza a nivel tctico notendr por qu tener como objetivo la bsque-da de un resultado decisivo, sino que se utili-zar para crear las condiciones en las que seconsigan los objetivos operacionales y estrat-gicos por otros medios. Disponer de una po-tente capacidad militar no significa que se pue-da utilizar esta sin limitaciones. Un usoexcesivo de la fuerza puede contribuir a la es-trategia del enemigo, que desea hacernos pare-

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    OPERACIONES EN AFGANISTN

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    cer ante la poblacin local como invasores ycausantes de la violencia.

    EL PLANEAMIENTO

    EN LAS OPERACIONES ACTUALESAs pues, el actual escenario operativo pue-

    de enmaraarse hasta el infinito. Cmo sepueden tener en cuenta todos estos aspectosen el planeamiento tctico? Cmo enfrentarsea este escenario? Evidentemente planeando yejecutando operaciones. Planear consiste enexaminar las consecuencias de acciones sim-ples, enlazar estas acciones simples en se-cuencias, y examinar las posibles consecuen-cias de estas secuencias de acciones. En

    escenarios complejos y que evolucionan deuna manera rpida, lo lgico es planear deuna manera general y delegar al mximo lasdecisiones en los mandos subordinados parapoder ir adaptando la operacin a la evolu-cin de la situacin. Para que esto sea posible,es necesario proporcionarles independencia,pero al mismo tiempo estos mandos subordi-nados deben poseer una clara comprensin delo que se pretende con las operaciones.

    La complejidad puede llevar a querer afron-tar los problemas uno por uno, primero lo ms

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    Nivel Operacional y Tctico

    Seguir el debatesobre las

    operaciones basadas

    en efectos en los

    prximos tiempos, a

    pesar de los excesosy complejidades a

    los que han dado

    lugar estos

    conceptos

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    peligroso o urgente como acostumbramos a ra-zonar tcticamente en el combate convencio-nal. Tenemos tendencia a la accin, a planeary recabar informacin con rapidez, en vez de

    formular con claridad una situacin final dese-ada, determinar los objetivos finales y parcia-les, evaluar las contradicciones que se produ-cen entre los distintos objetivos y priorizarestos.

    En el actual escenario operativo existen inte-rrelaciones complejas entre las distintas varia-bles, es decir, estamos operando en lo que sedenomina un sistema. La teora de siste-mas nos dice que para enfrentarnos con efica-cia a un sistema tenemos que conocer de qu

    variables dependen los objetivos que queremosalcanzar, cules son sus relaciones causales, sujerarqua y en qu subsistemas pueden ser des-compuestas. Todo esto supone una importanteobtencin de informacin que debe ser mante-nida constantemente para que seamos capacesde valorar el estado de la situacin, predecir elfuturo y evaluar los efectos de nuestras accio-nes.

    Evidentemente todas las operaciones debenir encaminadas hacia la consecucin de la si-tuacin final deseada, si bien algo como una

    situacin de estabilidad en la provincia xxxpuede no proporcionar suficiente concrecinpara enmarcar las operaciones. El camino ha-cia la consecucin de esta situacin final, ven-dr delimitado por los efectos, a conseguir y aevitar, que el jefe seale para coordinar las ac-ciones de las unidades subordinadas que de-ben disponer de gran libertad de accin. Losefectos actuarn como los lmites dentro de loscuales deben realizarse todas las operacionespara que, desarrollando el propsito del jefe

    del escaln superior, se avance hacia la situa-cin final deseada.Hasta ahora todo lo que se ha dicho es muy

    terico, pero vamos a poner un par de ejem-plos para demostrar la utilidad de los efectosen el planeamiento. En un escenario comoIraq o Afganistn, es muy tentador para un je-fe, por ejemplo de batalln, evitar planear yrealizar las operaciones con las Fuerzas de Se-guridad locales, o utilizarlas como merosacompaantes de su unidad. As se simplificanlas operaciones y probablemente se facilita la

    consecucin de los objetivos tcticos. Sin em-bargo, se est actuando contra la legitimidadde la operacin y contra el desarrollo de lascapacidades de estas fuerzas, retrasando la po-

    sibilidad de que estas asuman la responsabili-dad de las operaciones y alargando la posibletransferencia de responsabilidad, aspectos cla-ramente prioritarios para los escalones supe-riores.

    Otro ejemplo puede ser la misin de un ca-pitn de asegurar la llegada de un convoy deayuda humanitaria. Supongamos que a la en-trada de un pueblo sufre una emboscada. Co-mo se le ha ordenado llegar con ese convoy,en una eficaz maniobra es capaz de eliminar al

    enemigo, pero en la accin se producen bajasciviles (puede que causadas por el enemigo).Los efectos negativos en la operacin a niveloperacional e incluso estratgico o polticopueden ser importantes y, sin embargo, eseconvoy podra haber llegado al da siguiente,subordinando el objetivo tctico a los efectossealados por el escaln superior.

    CONCLUSIONESEl escenario operativo actual presenta una

    gran complejidad que obliga a redefinir la tc-

    tica para el siglo XXI. Esta tctica requiere cla-ridad y comprensin de los procedimientostradicionales y su adaptacin a las exigen-cias actuales.

    Seguir el debate sobre las operacio-nes basadas en efectos en los prxi-mos tiempos, a pesar de los excesos ycomplejidades a los que han dado lu-gar estos conceptos. Esta filosofa de-fiende que se tenga a todos los nive-les: comprensin del contexto en el

    que se opera, conciencia de las conse-cuencias de las acciones y una direccinsuperior que permita contribuir positiva-mente a la consecucin de los objeti-vos deseados e inspire las actuales doc-trinas y operaciones de muchos ejrcitos.

    Para contribuir a la discusin, nada me-jor que reflexionar sobre la definicin deguerra de maniobra, del manual Warfightingde los marines de los EEUU, que encierraaquello verdaderamente esencial en el comba-te de ayer, hoy y maana: La guerra de ma-

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    niobra es una manera de pensar en la guerraque debe impregnar cada accin. Es un estadomental unido a una firme voluntad, iniciativa yaprovechamiento de las oportunidades. Es un

    estado mental dirigido a impactar al enemigomoral y fsicamente, paralizndolo y confun-dindolo, evitando sus fortalezas mediante unarpida y agresiva explotacin de sus vulnerabi-lidades y atacndolo de la manera que ms leduela. En resumen, la guerra de maniobra esuna filosofa para generar los mayores efectosdecisivos contra el enemigoal menor coste po-sible para nosotros, una filosofa para lucharinteligentemente.

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    Nivel Operacional y Tctico

    NOTAS

    1 BEAUFRE, Andr. Introduccin a la Estra-

    tegia. Ediciones Ejrcito. Madrid. p 110.2 Para conocer las restantes, se recomien-da la lectura de F. Dixon, Norman. Sobrela Psicologa de la IncompetenciaMilitar, Anagrama.

    3 SUMMERS, Harry. On Strategy: A Criti-cal Analysis of the Vietnam War.

    4 SILVELA, Enrique. The InfluentialLeader. Military Review. April 09.

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    El diccionario de nuestra Real Academia de-fine lder como persona a la que un grupo si-gue, reconocindola como jefe u orientadoray liderazgo como situacin de superioridaden que se halla una institucin u organizacin,un producto o un sector econmico, dentro desu mbito.

    Basta con que nos fijemos en la segunda delas definiciones y la relacionemos con uno delos objetivos permanentes de todo ejrcito a lolargo de la Historia, la bsqueda de la superio-ridad, para que no sea necesaria ninguna otrajustificacin a la hora de valorar la importanciadel liderazgo. Establecida esta premisa, es ab-solutamente necesario limitar primero este am-plio concepto en las especificidades de nuestrainstitucin, precisar su definicin, ajustndolaal perfil deseado para el mando militar. En de-finitiva, concretar un marco conceptual y dise-

    ar un proceso progresivo de formacin, quenos permita disponer en todo momento de loslderes necesarios en cada uno de nuestros ni-veles orgnicos y que, adems, facilite el per-feccionamiento de nuestro personal a lo largode su carrera profesional, de manera que seasegure la armona proporcional entre capaci-dades y responsabilidades.

    Resulta pues evidente el importante papelque debemos desempear quienes hoy tene-mos responsabilidad en el campo de la ense-

    anza militar, y fundamentalmente quienes

    servimos en esta escuela, nuestra Escuela deGuerra, que aspira a ser el centro del pensa-miento militar al ms alto nivel.

    Coincido con quienes afirman que no esta-mos, ni mucho menos, ante un concepto nove-doso. Hay numerossimos ejemplos de lderes alo largo de la Historia, que en su mayora han

    pasado a formar parte de la misma precisamentepor esa condicin personal. En mi opinin, loque ocurre es que las circunstancias del momen-to actual estn potenciando significativamente laimportancia del liderazgo. La rpida evolucinde situaciones y procedimientos, y la asuncinde que el cambio permanente y la incertidumbrehan pasado a formar parte de lo normal, aumen-tan extraordinariamente la importancia de con-tar con componentes del grupo que vean msall del hoy, que definan un objetivo claro parael grupo (cumplimiento de la misin) y sealen

    el camino para alcanzarlo (estrategia).En nuestro campo nos resulta ms fcil pal-

    par esta evidencia. No solo han cambiado pro-fundamente las amenazas, los potenciales ad-versarios, sino tambin, y en consecuencia, elespacio de batalla y los procedimientos. Losespacios se ven ampliados al tiempo que se di-fuminan los encuadramientos, de manera queel papel de un jefe de seccin en operacioneshace relativamente poco tiempo, en un conflic-to convencional, y el actual en una operacin

    como la de Afganistn, son francamente dife-

    Rafael Ezquerro Solano. General de Brigada. Infantera. DEM.

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    El liderazgo.

    El valor de lo intangible

    rentes. El grado de exigencia de liderazgo hadescendido varios niveles orgnicos y el Ejrci-to debe adaptarse rpidamente a este cambio,

    reforzando la formacin de sus cuadros demando en este aspecto.Por otra parte, y de forma comn a civiles y

    militares, segn va aumentando la incertidum-bre mayor necesidad siente el grupo de contarcon guas. Todos los individuos tienden a buscarun referente, que les inspire confianza y lesaporte tranquilidad. La clave estriba en lo facti-ble que resulte identificar a ese lder, en el gradode unanimidad de su aceptacin y, sobre todo,en lo acertado de la eleccin. En resumen, loideal es que ese liderazgo sea slido, que ante-

    ponga siempre el inters general a cualquierotra consideracin, que disee a largo plazo yque no olvide la tica en la bsqueda del xito.

    De nuevo coincido con quienes opinan queno nos encontramos ante un concepto nuevo,pues siempre han existido lderes; pero lo ques se ha producido, es una rapidsima potencia-cin de su vigencia, posiblemente derivada deun sentimiento proporcional de necesidad.Nuestra normativa se ha venido haciendo ecode esta realidad y ya la tercera edicin de la

    Doctrina de las Fuerzas Terrestres, en 2003, ci-ta el liderazgo como el primero de los factoresimportantes para el buen funcionamiento delEjrcito e incluso le otorga una influencia deci-siva en la moral. Dos aos ms tarde, en laDoctrina de Mando y Control (DO2-008) seafirma que el liderazgo se consigue engran medida por un proceso de aprendizajecontinuo La vigente Ley de la Carrera Mili-tar ampla las referencias al liderazgo, desta-cndolo como capacidad especialmente desea-ble en los oficiales generales. Finalmente, las

    Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas,de febrero de 2009, contienen un artculo, el54, dedicado especficamente al liderazgo.

    Nuestro General de Ejrcito JEME, en su do-cumento Visin 2025, profundiza en estamisma lnea. Tras insistir, en la introduccin,en la incertidumbre y complejidad de los esce-narios actuales, fija claramente sus directrices,reitera la importancia clave del factor humano,nos recuerda la exigencia de buscar la excelen-cia y, al tratar sobre El mando, dedica sus

    primeros prrafos al liderazgo, glosando su im-

    portancia, ligndolo al cumplimiento de la mi-sin y encomendndonos la oportuna tarea derevisar y renovar las finalidades y contenidos

    de nuestro sistema de enseanza militar.A lo largo de este Documento, elaborado n-tegramente por profesores del Departamento deEstrategia y Organizacin de esta Escuela, el lec-tor encontrar primero, una aproximacin alconcepto de liderazgo, singularizndolo al m-bito militar, y unas reflexiones sobre su mezclade arte y ciencia. Luego, una propuesta de mo-delo para nuestro Ejrcito: habilidades y compe-tencias que nos lleven a una excelencia sustenta-da siempre en la tica; y, a continuacin, untercer artculo dedicado al desarrollo del lideraz-

    go, insistiendo en las ideas fuerza de la ensean-za actual (ensear a aprender y a pensar poruno mismo) y en la importancia de los hbitos,la experiencia y las competencias, que debenpermitir al lder ver antes, ver ms y ver ms all.

    En el cuarto artculo se vuelcan unas intere-santes consideraciones sobre fines, medios ymodos, recalcando la importancia de que losvalores pongan lmite a todos ellos. Despus,una glosa sobre la especial exigencia de flexi-bilidad y adaptacin entre las cualidades del l-

    der, ponindolas en relacin con uno de losconceptos ms actuales en las operaciones encurso: la concienciacin cultural (culturalawareness.) Finalmente, en el ltimo artculo,se insiste en la idea de que la bsqueda de laexcelencia es la mejor ruta para llegar de la je-fatura al liderazgo.

    A cuantos se animen a leer este Documento,que me parece de inters general para cuantostenemos acceso a la revista Ejrcito, les pidoque nos hagan llegar a la Escuela de Guerracuantos comentarios y consideraciones sobre

    su contenido estimen oportunos. Nuestra pre-tensin es precisar la vertiente militar del lide-razgo, para luego disear un proceso de apren-dizaje, que potencie aun ms las magnficascapacidades de nuestro personal. Creo sincera-mente que tal objetivo bien merece la colabo-racin de todos.

    No quiero finalizar esta presentacin sinagradecer a la revista Ejrcitosu magnfica la-bor de divulgacin de la cultura militar y, espe-cficamente, el habernos ofrecido sus pginas

    para difundir el presente Documento.

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    Segn la Real Academia Espaola (RAE),una definicin es una proposicin que expo-ne con claridad y exactitud los caracteres ge-nricos y diferenciales de algo material o inma-terial. Para definir el trmino lder se deberpor tanto responder a dos preguntas: qu tie-nen en comn todos los lderes? y qu dife-rencia a los lderes del resto de los jefes? Unasrespuestas claras y exactas a estas cuestiones

    nos deberan conducir a su definicin.Tratando de encontrar las respuestas quepermitan definir al lder, introducimos en eltubo de ensayo de nuestro laboratorio a lde-res de distintos entornos y pocas para un exa-men de las semejanzas entre ellos y las diferen-cias con el resto. Tras su anlisis objetivo sellega a una incmoda conclusin: hay lderesde todos los colores y tonalidades, introverti-dos y extrovertidos, simpticos y menos simp-ticos, populares e impopulares, pero ademslos hay saludables (ticos) y patolgicos (inmo-

    rales o amorales). La Historia nos da sobradosejemplos de algunos que traspasaron la lneaque cruza de lo sano a lo patolgico y de otrosque fueron aupados precisamente por su pato-loga.

    Comprobamos que nuestro intento pordescubrir una mgica piedra filosofal quenos permita clonar un lder universal, unaespecie de liderator, est lejos de la realidad.

    A lo sumo, ha sido, es y ser posible construiruna calculada imagen pblica de laboratoriocon una gran dosis de mrquetin, pero que a lahora de la verdad, cuando la situacin requieredel contacto directo y de pisar la dura realidad,se viene abajo como un castillo de naipes,mostrndonos la validez, una vez ms, de lafamosa frase de Abraham Lincoln: Se puedeengaar a todos durante un tiempo, y se puedeengaar a unos pocos todo el tiempo, pero nose puede engaar a todos durante todo el tiem-po.

    Agustn Carreo Fernndez. Teniente Coronel. Infantera. DEM.

    El liderazgo es como la belleza, difcil dedefinir pero fcil de percibir cuando uno lo ve

    Warren Bennis

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    La tentacin de definir y enumerar una listade cualidades que todo lder debera poseer seconvierte por tanto en una tarea estril y desa-lentadora, ya que, en la mayora de los casos,

    no se corresponde con la realidad que nos ro-dea, que de manera tozuda nos corrige una yotra vez. Confeccionar una especie de lista decualidades universales solo nos lleva a con-fusin y desnimo, y en ltimo trmino, con-vierte nuestro propsito en inalcanzable, justolo contrario de lo que pretende este artculo:motivar al cambio.

    Las cualidades requeridas de un lder varansegn la situacin a afrontar, la meta a alcanzary los seguidores a conducir. No es posible foto-

    copiar lderes, como no es posible que haya si-tuaciones, metas y seguidores que se repitan,pero por encima de todo, porque cada lder, co-mo cada ser humano, es nico e irrepetible.

    No es posible aislar en nuestro laboratorio allder desentendindonos de la situacin quepropicia su aparicin, como tampoco es posi-ble entender al lder sin antes comprender supapel dentro del fenmeno ms amplio quellamamos liderazgo.

    En nuestro tubo de ensayo debemos intro-ducir el fenmeno en su conjunto e intentar

    encontrar semejanzas entre procesos similares(liderazgos) y distinguirlos con otro tipo de pro-cesos (jefaturas).

    Con el propsito de delimitar el fenmenodel liderazgo para despus tratar de definirlo,es preciso aclarar tres consideraciones previasque nos permitan enmarcar el concepto:

    El liderazgo es un concepto multidisciplinar,por lo que no es fcil reducirlo a una defini-cin universal, pues cada una de ellas muestraun enfoque particular del fenmeno y se orienta

    ms en uno u otro de sus aspectos, dependiendoen primer lugar del contexto en que se enmar-que (mundo empresarial, del deporte, de la pol-tica, militar, acadmico), en segundo lugardel nivel de la estructura organizacional al quese enfoque (alto, intermedio o bajo), y por lti-mo, a la personalidad del que lo define.

    El liderazgo toma prestado y se nutre funda-mentalmente de las ciencias sociales (psicolo-ga, sociologa, filosofa, pedagoga, organiza-cin, tica), centrndose en su adaptabilidady aplicabilidad a una situacin particular: una

    persona que a travs de otras personas debe lo-grar una meta.

    El liderazgo trata fundamentalmente sobreseres humanos nicos e irrepetibles, por eso no

    entiende de nmeros y se burla continuamentede la regla de tres. Las ciencias fsicas y natura-les marcan el terreno de juego que no debe ig-norar nunca el lder (los tangibles), pero son lasciencias llamadas humanistas las que propor-cionan los principios de actuacin, a modo dereglas de juego (los intangibles). La ley de lagravedad debe ser respetada para mantenerseen el juego, pero el principio de autoridaddebe ser igualmente acatado para seguir ade-lante. Aceptamos sin problemas una ley fsica e

    ignoramos con frecuencia y sin escrpulos unprincipio humano.Del liderazgo, lo que realmente podemos

    considerar como universal es su validez,mostrndose como un fenmeno de amplioespectro, comn en lo esencial a cualquierpersona que a travs de otras personas debe al-canzar una meta, ya sea un capitn del Ejrci-to, un entrenador de ftbol, un profesor de ins-tituto, un padre de familia o un directivo deempresa. Lo que distingue a uno de los otrosson los medios que utiliza y la meta a alcanzar:

    misiones en combate, campeonatos de liga,aprendizaje, felicidad de sus hijos o un sectordel mercado.

    Conceptos como confianza, influencia, si-nergia, efectividad son igualmente necesa-rios para todo jefe que a travs del gobierno desus subordinados, tiene por finalidad alcanzarla meta de la organizacin. Estos, y no otros,son la esencia del liderazgo, el resto son aspec-tos accidentales.

    Lo que diferencia, por ejemplo, el lideraz-

    go militar de cualquier otro liderazgo, es tansolo un problema de intensidad de las accionesy de consecuencia de los resultados, que parabien o para mal, son mayores: vivir o morir.

    Un texto extrado del libro Sobre la psicolo-ga de la incompetencia militarde Norman F.Dixon, muestra perfectamente esta diferencia:En una situacin en la que las consecuenciasde las decisiones errneas son tan terribles, enla que un mnimo de irracionalidad puede po-ner en movimiento un tren entero de aconteci-mientos traumticos, no creo que podamos

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    El liderazgo.El valor de lo intangible

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    darnos por satisfechos sabiendo simplementeque la mayor parte de la gente se comportaracionalmente, la mayor parte de las veces.

    En un libro recientemente publicado y titula-

    do Gestin en tiempos de crisis, su autor, JuanFernandez-Aceytuno, muestra una compara-cin muy ilustrativa: Lo que diferencia el lide-razgo militar del liderazgo en otras organiza-ciones es lo mismo que diferencia a un torero yun futbolista: el primero pone mucho ms en

    juego. Lo que para la mayora de las organi-zaciones es tan solo deseable, para el mundomilitar es exigible: una autoridad dbil, unamotivacin pobre, una comunicacin deficien-te, la falta de prudencia tienen graves conse-

    cuencias, pagndose, tarde o temprano, con vi-das humanas.Otro aspecto que diferencia al mundo mili-

    tar del resto es su urgencia. Un universitario,tras recibir su diploma, dispone normalmentede un periodo de tiempo, ms o menos largo,para adaptarse al mundo profesional y adqui-rir la experiencia que le permita asumir res-ponsabilidades cada vez mayores. Un cadete,cuando a finales de junio se le entrega el des-pacho de teniente, tras cinco aos de forma-cin en la Academia General Militar, muy

    probablemente, a los dos o tres meses, se en-cuentre liderando a una seccin de treintahombres en Afganistn, dependiendo de lsus vidas.

    Hace poco tiempo le un artculo de CarlosSalas en el peridico El mundodonde se refe-ra a West Point y la defina como la fbrica delderes ms grande del mundo. En el mismo ar-tculo afirmaba que mientras Harvard es elWest Point del capitalismo, en lo que se refierea formacin de lderes, West Point es el Har-

    vard del liderazgo. Una academia militar, con-tinuaba el mismo artculo, tiene la necesidadde una formacin integral, donde se comple-mente una formacin ateniensecon una forma-cin espartana: Esparta por su dureza y austeri-dad (disciplina, obediencia, sacrificio);Atenas porque adems de ensear lo tcnicode la profesin (tctica, idiomas, materiales),debe formar en valores morales y habilidadeshumanas. La academia militar debe ser una es-cuela de lderes, donde aprender a liderar seconvierta en su sello distintivo.

    La intensidad, las consecuencias y la urgen-cia, aunque son aspectos importantes del lide-razgo, son accidentales, no esenciales.

    El liderazgo, aunque los tiempos cambien y

    la tecnologa avance, se sustenta sobre princi-pios fundamentales permanentes e invariablesque superan la prueba del tiempo. Lo impor-tante, lo esencial del liderazgo, permanece atravs de los siglos. En el mbito militar, desdeAlejandro Magno hasta Norman Schwarzkopf,han cambiado las armas y su poder de destruc-cin, las dimensiones del campo de batalla y larepercusin de sus resultados, las tcticas utili-zadas, pero los principios del liderazgo per-manecen inalterables, constituyendo una cons-

    tante que se repite a travs del tiempo.La capacidad de adaptacin (capacidad deadecuarse a la realidad del momento)y la fle-xibilidad (habilidad para actuar en consonan-cia con esa realidad)son lo que hacen del lide-razgo un arte, ajustando la aplicacin deprincipios generales a la realidad del momentoparticular que se vive.

    El liderazgo, por tanto, necesita de tres do-minios que se complementan:1) El conocimiento de LO DESABLE (fines).2) La comprensin de LO POSIBLE (medios).

    3) La bsqueda de LO CORRECTO (arte).La ciencia nos da a conocer lo deseable y lo

    posible, y el arte nos permite decidir lo correc-to. El lder logra alinear lo que se puede y loque se quiere para hacer lo que se debe en ca-da momento. (Figura 1)

    Una vez enmarcado el concepto de lideraz-go trataremos de encontrar una definicin quede manera clara y exacta nos muestre lo verda-deramente esencial del concepto. Al examinardefiniciones de liderazgo nos encontramos con

    tantas definiciones como personas han tratadode definirlo. Centrndonos en el mundo mili-tar, seleccionamos algunas definiciones quenos permitan asomarnos tmidamente a su sig-nificado. Con la ayuda de cuatro generalesamericanos contemporneos vamos a tratar deextraer unas aproximaciones iniciales: General Colin Powell: Liderazgo es el arte

    de hacer algo ms all de lo que la cienciade la direccin dice que es posible.

    General Norman Schwarzkopf: El