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FOTO|CORTESÍA AGENDA CULTURAL GIMNASIO MODERNO|PAPEL SALMÓN Luis García Montero El Cauca en el alma de Caldas II Colonización antioqueña... inducida por el Cauca Álvaro Gärtner Operación Skyfall 007: Al margen de la extinción Ándrés Felipe Rodelo Taborda Conversación con Luis García Montero Confesiones de un poeta Juan Carlos Acevedo Ramos Con Boves y Páez, trilogía de los centauros llaneros El “taita” Juan Nepomuceno Moreno Alfredo Cardona Tobón Sindéresis La Corte… de agua. ¿Qué hacer? Luis Enrique García Restrepo EDICIÓN 1.046 DOMINGO 25 DE NOVIEMBRE DE 2012 MANIZALES - COLOMBIA creación y vida
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Papel SAlmón del 25 de noviembre de 2012

Mar 13, 2016

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La Patria

Publicación cultural dominical del periódico LA PATRIA de Manizales.
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Page 1: Papel SAlmón del 25 de noviembre de 2012

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El Cauca en el alma de Caldas IIColonización antioqueña... inducida por el CaucaÁlvaro Gärtner

Operación Skyfall007: Al margen de la extinciónÁndrés Felipe Rodelo Taborda

Conversacióncon Luis García Montero

Confesiones de un poeta

Juan Carlos Acevedo Ramos

Con Boves y Páez, trilogía de los centauros llanerosEl “taita” Juan Nepomuceno MorenoAlfredo Cardona Tobón

SindéresisLa Corte… de agua.¿Qué hacer?Luis Enrique García Restrepo

EDICIÓN 1.046 domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012 MaNIzalEs - COlOMBIa

creacióny vida

Page 2: Papel SAlmón del 25 de noviembre de 2012

2 | |3PAISAJE CULTUR AL CAFETERO| domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012 domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012 |PA ISAJE CULTUR AL CAFETERO

La fundación de Villamaría fue una especie de puesto de avanzada militar. La de Pereira, para evitar el desequilibrio que entrañaría el progreso en solitario de Manizales. Lo antioqueño y lo caucano siguen siendo dos visiones de la vida contrapuestas y excluyentes. Canto a las razas.

Álvaro Gärtner* Papel Salmón

Al mismo tiempo que la Colom-bia del siglo XIX se desangra-ba en sucesivas guerras civi-les, se llevó a cabo el proceso denominado ‘colonización

antioqueña’, muchos de cuyos episodios están más cerca de la mitología regional que de la historia nacional. En el norte del actual Caldas comenzó en 1814 con la fundación de Aguadas. Lo que no se cuenta es que el fundador fue un cauca-no, supieño para más señas: José Narciso Leonín de Estrada, que por el lado ma-terno estaba emparentado con una de las

EL CAuCA EN EL ALMA dE CALdAs II

Colonización antioqueña… inducida por el Cauca

familias más antiguas de la Anserma es-pañola: los Guevara.

La posterior fundación de Manizales tuvo propósito marcadamente bélico, dada su condición de asentamiento fron-terizo. También se omite que entre sus fundadores figuró un negro caucano: el supieño Agapito Montaño.

Un ajedrez políticoAl cruzar los colonos la frontera con el

Cauca, que lo era el río Chinchiná, para establecer la Aldea de María (Villama-ría), Santa Rosa de Cabal y Pereira, y más tarde San Pacho (Chinchiná), el gobierno caucano expidió la Ordenanza de 26 de octubre de 1855: “Los individuos que, de extraña provincia y después de la publi-cación de esta ordenanza, se establezcan como vecinos en el distrito de Santa Rosa o en alguna de las aldeas de La Paz, Con-dina, María, Furatena, Boquía y Oraida, quedan exentos por el término de cuatro años del pago de la contribución provi-sional y del desempeño de destinos o em-pleos onerosos”.

Queda claro que desde Popayán se estimuló la migración antioqueña, pues

“esa medida legis-lativa les permitió a los paisas inva-dir lo que confor-mó parte del Gran Caldas” (1), escribió Otto Morales. A los gobernantes cauca-nos los movía un interés político, como afirma el mismo autor: “Se resolvió que había que levantar una ciudad que se opusiera a Manizales, que era una aldea. Fundaron otra para atajar la ardentía conservadora sobre el departamento del Cauca. Así fue emergiendo Pereira, como una manera de detener el empuje reac-cionario que implicaba aquella. De igual manera a como se organizó Pereira, se proclamó la urgencia de Villamaría”.

Los estímulos a los colonos para asen-tarse en tierras caucanas y fundar pobla-ciones eran fichas de un ajedrez político que se jugaba en Popayán con astucia: por un lado se permitía el asentamiento de paisas y por el otro se buscaba contra-rrestar la influencia antioqueña ofrecien-do a los colonos condiciones que jamás

tendrían en su Antioquia natal. Así se explica la fundación de Villamaría justo enfrente de la de Manizales, como una especie de puesto de avanzada militar. Y la de Pereira, para evitar el desequilibrio que entrañaría el progreso en solitario de Manizales.

Así pues, las rivalidades que a lo lar-go del siglo XX sostuvo Manizales con Villamaría y Pereira tienen explicación histórica. Estas dos eran poblaciones ha-bitadas por paisas y gobernadas por au-toridades caucanas, dispuestos todos a notificar a Popayán cualquier intento de invasión antioqueña. Y hubo episodios de incitación a esos colonos a declararse

en rebeldía a favor de Antioquia, insi-nuaciones que fueron rechazadas en es-pecial por la Aldea de María, que se negó a declarar la guerra al Cauca. Y todavía es posible hallar rezagos de esos viejos recelos y rivalidades en el espíritu de los villamarinos.

consecUencias y divergenciasEn 1865, el gobierno de Popayán au-

torizó las ventas de baldíos, pues había gran demanda y se pensaba que en el Cauca sobraba tierra. Por ello, mientras en Antioquia no eran adjudicadas más de 12 hectáreas a cada colono, en el Cauca entregaban 38: “Esta libertad favoreció el acaparamiento de los ricos”, añade Mora-les, porque las medidas no dieron el efec-to social buscado.

Y hubo otra consecuencia no prevista por los gobernantes caucanos: sus cote-rráneos se sintieron despojados y que sus tierras eran entregadas a sus viejos rivales, lo cual no hizo sino agravar una vieja disputa, cuyas secuelas aún son pal-pables en el Valle del Cauca, en donde a la gente de origen antioqueño y caldense aún se le dice despectivamente ‘paisarre-te’. En contraprestación, los antioqueños todavía les dicen ‘los negros caucanos’, por los cuales sentían verdadero terror durante las guerras civiles del siglo XIX.

Otto Morales remonta el origen de ese enfrentamiento a “los tiempos de Fran-cisco Pizarro y Pedro de Heredia, es de-cir, entre Lima y Cartagena”. Y para los tiempos de la colonización, plantea que lo antioqueño y lo caucano eran -y siguen siendo- dos visiones de la vida contra-puestas y excluyentes, que se manifesta-ban en las actitudes políticas, religiosas y culturales. Según Morales, los caucanos rechazaban la prepotencia política de los antioqueños y su “visión conservadora, híspida y dominante”. Sentimiento que acreció luego de varios triunfos caucanos en las diversas guerras civiles.

A su vez, “la noción aristocrática que primaba en Popayán, daba un toque de resistencia al antioqueño, que era pro-ducto de sus actos”, dice. Otros puntos de separación era el sectarismo del antio-queño, religioso y político, que lo lleva-ba a rechazar el liberalismo del caucano, quien “a pesar de ser igualmente católi-co, estaba al margen de toda incidencia agresiva”.

Un último punto de divergencia ano-tado por Otto Morales, tiene relación con los conceptos de propiedad: “En el antio-queño se percibía un ansia de tierra. Los caucanos, en cambio, poco se preocupa-ron de ella”, actitud ésta propia de la raza negra, en la que las prioridades más ur-gentes son las de resolución inmediata y no hay un concepto del largo plazo, como puede observarse en las comunidades ri-beranas del Pacífico.

En resumen, varios eran los motivos que impulsaban a los dirigentes de Po-payán a permitir la entrada de colonos paisas: la enorme extensión de su terri-torio, gran parte baldío, con tierras muy

fértiles cuya venta generaría ingresos al erario provincial; la necesidad de establecer un muro humano que impidiera una invasión militar antioqueña, pues se presumía que los an-tioqueños no atacarían poblaciones de sus propios coterráneos; y volver esas mismas tie-rras más productivas creando una vocación de trabajo de por sí esca-sa, sobre todo en el valle geográfico del río Cauca.

Y es bueno anotar que aunque se las considere sinóni-mas, las expresiones ‘antioqueño’ y ‘paisa’, no lo son. Paisa es el antioque-ño que se ausenta de su tierra. Por esta razón no debe catalogarse como paisas a los caldenses de ninguna de sus pro-vincias originarias. Desde este punto de vista, todos los paisas auténticos son an-tioqueños, pero no todos los antioqueños son paisas.

FUndacionesTodo lo anterior muestra cómo fue el

poblamiento del sur de Caldas y noro-riente de Risaralda. En lo que respecta a la región minera de Supía, Marmato y Riosucio, la colonización antioqueña prácticamente no la tocó. La inmigra-ción, en una escala mucho más mode-rada que en la orilla derecha del Cauca, comenzaría en el decenio de 1850, como consecuencia de las medidas guberna-mentales sobre liberación de tierras res-guardadas y ventas de baldíos. Empezó a partir de la tierra fría de Riosucio hacia el sur, abarcando Guática, Ansermaviejo

y las cuchillas que encierran el valle del Risaralda. Es decir, lejos de los centros mineros.

Colonos de Carmen de Viboral fun-daron caserío en territorio del pueblo de indios de la Candelaria de La Montaña (Riosucio), al que pusieron por nombre Oraida. En 1854 fue erigido en aldea y en 1855 el gobierno caucano le fijó límites, quitando al resguardo por lo menos una tercera parte. La región hoy es conocida como El Oro y todavía muchos de sus habitantes tienen marcados rasgos pai-sas. Luego, cerca de allí y un poco más hacia el sur, otros inmigrantes antioque-ños fundaron la aldea de Llanogrande, también efímera, pues prefirieron seguir hacia las cuchillas del valle del Risaralda.

En Riosucio, los antioqueños com-praban a los indios de La Montaña en condiciones casi siempre desventajosas

para los naturales. Estos desarrollaron gran hos-tilidad hacia los recién llegados, con quienes, a pesar de venderles tie-rras, no querían tratos. Esto se debe a que en esas transacciones mu-chas veces los indios fueron engañados por personas conocidas por ellos.

Una fue Rudesindo Ospina, uno de los po-cos paisas que pudo asentarse en Marmato, donde amasó gran for-tuna con la transacción de tierras, pues había conocido de cerca la Concesión Aranzazu, dueña del actual norte de Caldas, y la Burila de empresarios caucanos, cuyas tierras abarcaban desde La Paila hacia el norte del Valle y todo el Quindío. También los indios fueron engaña-dos por los curas, como se desprende de un me-

morial enviado en 1854 por los indios de Guática al obispo de Popayán, para que-

jarse de que el padre Pineda favore-cía a los antioqueños.

Tal hostilidad contribuyó a que el núcleo paisa asentado

en la tierra fría riosuceña cre-ciera mediante la práctica de la endogamia. Fue tan cerra-do, que humorísticamente se afirmó que los sectores de El Oro, Cambía y Llanogrande

eran ‘La cortina de hierro de Riosucio’. Todavía en la actuali-

dad se les llama peyorativamente ‘tierrafrías’.

salUdo de rechazoCon la repoblación de Ansermaviejo

que empezaron los antioqueños Pedro y Sandalio Orozco, empezó la dominación del valle del río Risaralda y las montañas aledañas, en territorio caucano. Todos esos procesos los alejaron cada vez más del distrito minero de Marmato y Su-pía, y hasta el mismo Riosucio, adonde llegaron pocos y durante años no se les permitió establecerse en el casco urbano. Todavía en 1933 estaba vigente ese recha-zo, como se confirma en el saludo al Dia-blo del Carnaval, hecho por el poeta José Trejos en presencia del gobernador de Antioquia, Julián Uribe Gaviria, quien se hallaba allí con motivo de la inaugura-ción de la vía Anserma-Riosucio:

Óyeme, Diablo, una cosa:¿por qué hay tantos hombres blancos,bien parecidos, barbados,que parecen importadosde Jericó o El Jardín?¿Dime, Diablo, con qué fintrajiste gente semita (2)si aquí no se necesitaquién nos mestice la cría?¿No te basta esta indieríatan bonita?¿Por qué has puesto tanto empeñoen que se mezcle la sangrede pirceña (3) y jardineño?¿Piensas que es moco de pavoel injerto de indio bravocon maicera?Si siendo indígenas purosse te montan, Satanás,cuando se cruce la razanos quemarán esta plazay algo más.

***En la próxima edición de Papel Salmón,

la tercera y última parte de “El Cauca en el alma de Caldas”

*[email protected]

Notas(1). MORALES BENÍTEZ, Otto. Teoría y aplicación de las historias locales y regionales. Universidad de Caldas, Manizales, 1995.(2). Recoge la hipótesis del origen judío de los antioqueños.(3). Por la antigua tribu de los pirzas, familia umbra o ancerma.

Fotos|arChivo la Patria|PaPel salmón

madres de la vereda la iberia que pertenece al resguardo de Cañamomo lomaprieta, en riosucio (Caldas).

Plaza de Bolívar de Pereira, capital risaraldense.

Panorámica de Chinchiná (Caldas)

Foto|Cortesía alCaldía|PaPel salmón

vista aérea de la plaza principal de villamaría (Caldas).

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|54|ENTREVISTA| | ENTREVISTA domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012 domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012

Carlos-Enrique RuizLorca y Machado lo acercaron a la poesía. La poesía es un diálogo entre la tradición y la modernidad, es una meditación sobre los valores profundos de la dimensión humana. El poeta que habla en la lengua de los ciudadanos es el que le interesa. Memoria.

Juan Carlos Acevedo Ramos* Papel Salmón

Con motivo de la Semana Visor de Poesía que se celebró en Bogotá dentro de la Agenda cul-tural del Gimnasio Moderno, el poeta español Luis García Montero asistió como invitado. Es profesor universitario, periodista y novelista.

En la actualidad lo consideran una voz mayor en España. Papel Salmón dialogó con él.

Cuéntenos las pequeñas historias detrás de su quehacer literario: la de un profesor, los poemas de Antonio Machado y la voz de Serrat

Creo que soy poeta, primero porque mi padre tenía la costumbre de leer en alto sus poemas preferidos, que eran narrativos, con inicio, nudo y desenlace, y ahí tuve las primeras novelas de aventuras. Imagínen-se, de niño escuchar La Canción de Pirata de José de Espronceda y Una leyenda de José Zorrilla. Al decir que fue-ron mis primeras novelas de aventuras, quiero decir que a través de la poesía empecé a emocionarme y a plantearme asuntos como el miedo, el amor, la ilusión, las pérdi-das. Además, en el colegio tuve la suerte de encontrar al profesor Antonio Díaz que enseñaba literatura ha-ciendo cosas como llevar a clase un tocadiscos y poner una canción que acababa de grabar Joan Manuel Serrat, con los poemas musicalizados de Antonio Machado. Al escucharlo sentí tanta emoción, que al

ConvErSaCIón Con LuIS GarCía MontEro

Confesiones de un poeta

noveno cumpleaños, con el dinero que me había dado mi abuelo, me fui a comprar mi primer disco, ese de Serrat.

Lorca y Machado me acercaron a la poesía. En los años 80 un grupo de poetas nos reunimos bajo un lema de Ma-chado: “la poesía debía servir para crear otra mentalidad con una sensibilidad distinta”. Empezábamos a vivir la transición hacia la democracia y la poesía la empleamos para cambiar los sentimientos. Antonio Machado fue nuestro padrino.

Pasado un tiempo sonó el teléfono. Era Joan Manuel Serrat, quien me dijo: “Oye Luis acabo de musicalizar este poema de Habitaciones separadas, ‘El señor de la no-che’ y te lo voy a cantar”. Y lo cantó y me pedía premiso para grabarlo. Imagínate los sentimientos que uno puede sentir. Cuando en esa voz oí mis propios versos, sentí que me había dedicado con coherencia a una historia y que mi vida estaba cerrándose en la poesía.

Hablemos de su apuesta por la poesía y sobre Ra-fael Alberti y Ángel González

La poesía me parece que es un diálogo entre la tradi-ción y la modernidad. Somos herederos de una tradición poética que viene de lejos y lo que podemos hacer es con-

tinuarla. A mí más que la originalidad radical, me gusta la personalidad del que aporta su propio mundo a una tradición que viene de lejos, y en ese sentido me parece importante la capacidad de admirar a algunos poetas. Tuve la suerte de contactar con varios que me han mar-cado y que pasaron de los libros a la amistad. Mi tesis la hice alrededor de Rafael Alberti, y contacté con él, quien me enseñó el amor por la poesía y la variedad del poema, que no hay que ser sectario. Son muy pobres los poetas que sólo disfrutan de aquello que se parece a lo que ellos mismos hacen. Después, también tuve la suerte de con-tactar con algunos hermanos mayores a los que he admi-rado mucho como Jaime Gil de Biedma, Francisco Brines o Ángel González.

El poeta que habla en la lengua de los ciudadanos, de cosas que nos afectan a todos, sin olvidar que los proble-mas que nos acontecen los vivimos en primera persona, que las ideologías, las corrientes culturales después se se-dimentan en un corazón, es el que me interesa.

Ángel González era el poeta ciudadano que no busca-ba ningún tipo de consigna, ni de mandato que estuviese en contra de su propia conciencia. Su poesía estableció un diálogo entre la individualidad (por lo que se refiere a los

sentimientos y a la conciencia) y la sociedad, es decir, un diálogo entre el yo y el nosotros. En ese diálogo existe una poesía personal, lírica, imaginativa y demostró, a mi modo de ver, que la escritura poética más que la inven-ción de un lenguaje raro era la utilización más rigurosa del idioma de la sociedad. Él llega a la poesía buscando en ella un modo de responder a la violencia, a la hostili-dad del mundo.

la poesía, la vida, la historia¿Qué valor da a la palabra?Me parece que la palabra es lo que nos hace huma-

nos. Es lo que constituye la sociedad a tal punto que la historia de la poesía es la historia de la sociedad. Le doy mucho valor a la palabra escrita, porque a veces me he encontrado con teorías que dicen que la palabra oral es la libertad y la palabra escrita es la represión. Me pare-ce una interpretación muy ingenua. La palabra escrita es la historia de la literatura y ésta a su vez es un gran espacio público en que dialogan un lector y un escritor, y lo primero que hacen es conocerse a sí mismos. Uno se descubre cuando dialoga con otro, y un autor y un lector dialogan, formando una sociedad. Creo que la palabra escrita es la gran plaza pública de la historia humana y es lo que no hace más libres.

En varias ocasiones ha dicho que la poesía está amarrada a la vida. ¿Siente que en verdad lo impor-tante está ligado a ambas?

La poesía es una meditación sobre los valores más profundos de la dimensión humana. Estoy convencido que la poesía va a existir mientras exista el ser humano

y que las revoluciones tecnológicas no van a cambiar los cimientos de ella. En ese sentido, la poesía es una expre-sión de las personas que piensan en su existencia, en el paso del tiempo, en el amor, en aquellas cosas que nos de-finen como seres humanos. Cuando la poesía anda mal, es decir se aparta de la vida empieza a oler a cerrado. El papel fundamental que ha jugado el rock, el tango, el bo-lero, ha servido para reivindicar la palabra corazón y la palabra vida frente a ejercicios de laboratorio demasiado intelectuales o experimentalistas que estaban apartando a la poesía de su tiempo.

¿Cómo entiende la poesía?La entiendo como una meditación, como un ejercicio

de conocimiento que intenta establecer las raíces de mi mirada, como un diálogo entre mi intimidad y la reali-dad. Una escena cotidiana representa mi manera de en-tender la poesía. Creo que a eso se dedica el poeta, porque el oficio no es buscar palabras raras o simplemente boni-tas, sino comprender la dimensión más profunda del ser humano en cada tiempo y cuando los tiempos cambian los seres humanos van cambiando y la poesía, también.

¿Cuál es la importancia de los recuerdos en su obra?

La memoria es fundamental, nos constituye como personas y nos permite estar en el presente. La entiendo como una negociación con el hoy en la que nos vamos configurando para poder estar en la actualidad gracias a nuestros recuerdos. Creo en las palabras de John Berger cuando dice que la manera más peligrosa de dejarnos sin futuro es perder la memoria. Quien impone el olvido can-cela el futuro. La infancia y el momento de la educación sentimental son fundamentales en mi poesía. Ese diálogo con el niño que iba comprendiendo las cosas, mirando el mundo y entendiendo sus desarreglos, perdiendo la inocencia, necesitando la ilusión y la imaginación para no renunciar a la vida, para mí es fundamental y para la poesía igual. No existe la poesía sin memoria.

¿Y la infancia qué papel juega?La ciudad en que uno ha sido niño acaba siendo el pai-

saje de los sentimientos, porque la conversación que uno establece con su ciudad es el del descubrimiento y tam-bién de la conciencia de la pérdida. La vida moderna en la ciudad es un diálogo con la velocidad. Camino por mi ciudad y me sorprende porque existe la conciencia de la transformación: cierran una librería donde compré mis primeros libros, el cine donde vi mis primeras películas ya no existe, derrumban un edifico para construir otro… Ese diálogo con la vida que es edificación, movimiento y al mismo tiempo pérdida es lo que te da tu ciudad y eso es lo que caracteriza nuestra infancia. El escritor español Max Aub decía que en realidad uno es de donde ha hecho el bachillerato, no de donde ha nacido. Uno es de donde se ha sido niño, se ha hecho adolescente y ha establecido ese diálogo con la realidad. Granada, mi ciudad, esta pre-

sente en mi obra poética porque mi niñez estuvo llena de vida, de amigos y de pasajes inolvidables.

el amor no es cUrsilería¿Cómo enfrenta uno de los temas vetados por los

poetas actuales como son los versos de amor?Hay una reflexión de José Emilio Pacheco al hablar

de Jaime Sabines que me interesó. Decía que fue valiente porque no le tuvo miedo a palabras como corazón y ter-nura. La evolución de la poesía contemporánea se ha ido más por el experimentalismo formal, el intelectualismo y se ha olvidado de las emociones y los sentimientos, por eso se le ha perdido el respeto a palabras como corazón. El amor es fundamental en la historia de la poesía y en la de nuestras vidas, y se equivoca quien considera que el amor es una cursilería, es la invención de la palabra dos. El amor nos enseña que no vinimos solos, que necesita-mos de los otros, que cuando digo yo digo nosotros, por-que es fundamental la relación de la persona que tengo al lado. Lo que verdaderamente nos abre los ojos al mundo es la comprensión del otro. Y confundir el amor y la poe-sía de amor con la cursilería no es esta bien

*Escritor

Jesús García Sánchez, a quien se le conoce como ‘Chus Visor’, el gran difusor de las obras poéticas del continente americano en España y de los poetas europeos en América lo conoció Luis García Montero a final de los años 60. ‘Chus’ fundó la Editorial Visor, en compañía de su hermano Miguel. Esta editorial ha marcado la historia de la poesía en el idioma castellano, en los últimos cuarenta años. “Visor ha sido fun-damental para conocer la evolución de la poesía española. El primer libro de su editorial fue la traducción de Una tempora-da en el infierno de Jean Arthur Rimbaud que hizo Gabriel Ce-laya (el poeta de la poesía social contra el franquismo). Luego aparecieron poetas de los años 50 (Francisco Brines, Claudio

La editorial VisorRodríguez y Ángel González), más tarde los poetas novísimos, experimentalistas, culteranistas y los de mi generación, siempre con el referente fundamental: Visor”, dice Luis García Montero.

García Sánchez y su editorial descubrieron poetas latinoa-mericanos contemporáneos como Mario Benedetti, Gonzalo Rojas, José Emilio Pacheco y Juan Gelman. “Colaboro con él en el equipo editorial y dirijo la colección de poesía hispano-americana que se llama ‘La estafeta del viento’ y la colección ‘Palabra de honor’ que es donde han salido algunos de los poe-tas que he mencionado, y los colombianos que hacen presencia allí son Juan Manuel Roca, Piedad Bonnett y próximamente Darío Jaramillo.

Fotos|Cortesía agenda Cultural gimnasio

moderno|PaPel salmón

luis garcía montero dice que lo importante para un poeta es no perder la capacidad de admiración, de asombro, y disfrutar de lo que escriben los maestros.

luis garcía montero durante una lectura de sus poemas en la Biblioteca del gimnasio moderno en Bogotá.

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|76 | |HISTORIAdomingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012 domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012CINE|

Vanos fueron los intentos españoles para someter a Juan Nepomuceno que combatió en Arauca. En 1850, la Fragua cambió su nombre por el de Moreno en honor a un gran guerrero de la independencia. Coraje.

Alfredo Cardona Tobón* Papel Salmón

En el parque ecológico Nepomuceno Moreno de la pequeña ciudad de Paz de Ariporo en Casanare, se levanta un monumento a este general que junto con Boves y Páez consti-tuyen la trilogía de los centauros llaneros; el

primero con las montoneras realistas y los dos últimos al frente de las huestes patriotas.

Paz de Ariporo es la segunda localidad en habitantes en Casanare y el primero en extensión en ese departa-mento; los desplazados de la violencia partidista y el ejército fundaron el poblado a mediados del siglo pasa-do en cercanías de las ruinas de la localidad de Moreno, devastada dos veces por los chulavitas boyacenses.

El pueblo de Moreno inicialmente se llamó La Fra-gua y allí, a mediados de siglo XVIII, nació Juan Nepo-muceno Moreno, jefe invencible de las milicias patriotas del llano que acogió a los generales Manuel Serviez y Francisco de Paula Santander cuando los españoles ha-bían reconquistado el resto de la Nueva Granada.

el caUdillo casanareñoVanos fueron los intentos españoles para someter a

Juan Nepomuceno que combatió en Arauca, en Guas-dualito, en Yagual y en Achaguas; como un fantasma salía de los pajonales para barrer al enemigo.

Bajo las órdenes de Santander, Moreno comandó el pri-mer Regimiento de Lanceros granadinos y con el grado de Comandante General de la Caballería remontó la cordille-ra, cruzó el páramo de Pisba y al lado de Bolívar luchó en el Pantano de Vargas y en la batalla de Boyacá.

Una vez liberada la Nueva Granada, Nepomuceno Moreno se unió a Páez y bajo su mando derrochó valor en la batalla de Carabobo que dio libertad al país veci-no; se ignora por qué un jefe de tal coraje y experiencia no combatió en el Perú a las poderosas fuerzas realistas; parece que los celos de algunos generales se lo impidie-ron o fue por su lealtad a Páez, que por entonces tenía grandes diferencias con Bolívar.

Con BovES y PáEz, trILoGía dE LoS CEntauroS LLanEroS

El “taita” Juan Nepomuceno Moreno

Libre Venezuela del poder español, Moreno regresó a la Fragua al lado de las vacadas indómitas y los potros cerreros; pero las disposiciones del gobierno granadino que iban contra los intereses del Casanare volvieron a poner sobre las armas al indómito llanero.

a Favor de venezUelaEl 4 de abril de 1830 las poblaciones de Pore, Arau-

ca, Nunchía, Macuco y Santiago, con Nepomuceno Moreno, optaron por unirse a Venezuela que por el momento no aceptó la unión para evitar una confron-tación con la Nueva Granada. De todas formas, como lo había hecho desde tiempo atrás, el general Moreno desconoció la autoridad bogotana y tomó las riendas de la provincia.

Al dejar Bolívar el poder en manos de una Junta presidida por Joaquín Mosquera y Domingo Cayce-do, el general Urdaneta asumió la presidencia y pro-clamó la dictadura. Juan Nepomuceno Moreno se le-vantó en armas contra Urdaneta; el 15 de febrero de 1831 los casanareños, en reunión celebrada en Pore, se unieron como decían los llaneros “al benemérito General Juan Nepomuceno Moreno, nuestro digno caudillo, en quien los pueblos de Casanare han de-positado toda su confianza en la forzosa e inevitable necesidad de auxiliar con su ejército a los pueblos de la Nueva Granada y liberarlos de la facción que los oprime.”

hacia santa Fe de BogotáEn abril de 1831 Moreno sale de Pore con 300 lance-

ros del Apure y 400 infantes armados por Páez; repasan la ruta libertadora, atraviesan el páramo de Pisba, si-guen a Morcote y Paya, y el 24 de abril ocupan la pobla-ción de Cerinza. El general Briceño, aliado de Urdaneta, trata de recuperar la plaza pero fracasa ante el coraje de los llaneros que toman a 400 prisioneros y numeroso armamento. Moreno, ejecuta a cuatro oficiales enemi-gos, entre ellos a Francisco Miranda, hijo del gran pre-cursor americano.

Ante la reacción popular Urdaneta abandona el po-der y Domingo Caycedo retoma el mando; pese a ello, Nepomuceno Moreno continúa su marcha hacia la ca-pital, alentado por gente que se le une y que le pide que tome el poder con las armas. Los santafereños están aterrados. Es un llanero bruto-dicen- ¿Para que quiere tomarse el poder?- preguntan unos y otros responden: para destruir al partido de Bolívar.

Aquejado de fuertes fiebres, Moreno hace un alto en Zipaquirá y hasta allí llega Hilario López con al-guna tropa para tratar de detenerlo: al fin, los dos militares coinciden en convocar una Convención Constitucional y en pedir el regreso de Santander y demás exilados por el atentado novembrino contra el Libertador.

Nepomuceno Moreno, corpulento y renegrido entra a Bogotá al lado de Hilario López; viste levita azul y un pañuelo blanco puesto en forma de monte-ra amarrado a las quijadas; llega como un vencedor dispuesto a poner condiciones al débil gobierno de Caycedo. Las negociaciones duran dos meses y entre tanto la gente de Moreno, vaga como una plaga por la capital amedrentando y robando cuanto se les viene en gana.

Hilario López tuvo que hacer enormes esfuerzos para evitar que el “taita” de La Fragua tomara el po-der; finalmente, Nepomuceno Moreno, con algunas concesiones y cansado de aguantar frío en Bogotá, se retiró a Tunja con sus 700 llaneros que a su paso co-metieron todo tipo de atropellos... luego se internaron en el llano y terminó la pesadilla para los bogotanos.

la reincorporación de casanareEl 16 de agosto de 1831 el presidente Caycedo invitó a

Casanare a enviar delegados a la Convención Constitu-cional; el coronel Molina asistió como principal y Juan Nepomuceno como suplente. El 21 de diciembre de 1831 una asamblea celebrada en Pore reconoció la autoridad del presidente Caycedo y Casanare se reintegró a la Nueva Granada.

El luchador imbatible, el “taita” dueño del llano mu-rió el 31 de diciembre de 1839 en un hato de La Fragua, que en 1850 cambió su nombre por el de Moreno en honor a uno de los más grandes guerreros de nuestra independencia

*http://www.historiayregion.blogspot.com

Foto|Cortesía alFredo Cardona|PaPel salmón

general Juan nepomuceno moreno, héroe imbatible de las milicias llaneras.

Skyfall, el último capítulo de la saga Bond, cimenta las bases de su relato en la depuración catártica de las aflicciones y en el resurgir agónico del héroe. Viraje.

Andrés Felipe Rodelo Taborda* Papel Salmón

No cabe duda de que la figura modélica de James Bond es una etiqueta con-denada a la muta-

bilidad de los tiempos. A pe-sar de que en el fondo creemos conocerlo: un espía del gobier-no británico cuyas habilidades trascienden lo humanamente posible, y que en el camino a sus propósitos suele impartir -con excesiva propiedad- un curso de cortejo sexual de resultados inmediatos, ya se habrá dado cuenta -si vio las últimas entregas- que había mucho más por descubrir.

Lo que no ha cambiado es el hecho de que enfrentarse a una cinta de Bond sea un de-seo puro de espectáculo, a pe-sar de que esta palabra ‘espec-táculo’ -cuando no se asume de la mejor forma- es la que ha empañado la visión de anti-guos artífices de la franquicia que confiaron sus intereses a un entretenimiento de folletín marcado por la ausencia de amor alguno por el agente 007.

De allí parte del fracaso de varias de las secuelas protago-nizadas por Pierce Brosnan, o véase también algunos ecos de este padecimiento en Quantum of Solace (2008), en las que sobresale una pro-nunciada subvaloración del mito a la condición de pieza destinada al estricto consu-mo en multisalas.

Pese a ello, la saga fue so-metida en 2006 a una refor-mulación que coincidió con el revestimiento de Daniel Craig como el nuevo Bond dando como resultado la fascinante Casino Royale, una obra que anudaba esfuerzos en escrutar -hasta ese momento- la some-ra personalidad del espía bri-tánico para atarlo de una vez a las dinámicas de la disección psicoanalítica y al arquetipo de héroe trágico.

Operación Skyfall

al margen de la extinción007:

Un plano más reveladorViraje acorde a las necesida-

des dramáticas de la actualidad: tan empeñada en compaginar las hazañas del superhombre con un descenso a los oscuros abismos de sus orígenes, una vuelta de hoja que funcionó como punto de partida embrio-nario hacia la madurez narra-tivo-conceptual lograda por Skyfall (2012) seis años después, en una de las cintas bondianas más emblemáticas que se pueda recordar.

Y es que al conocerse que Sam Mendes (Road to Perdition) sería el encargado de dirigirla, mientras que Javier Bardem se enfundaría en el papel de villa-no, las expectativas se elevaron por encima de lo normal. Skyfall sitúa su relato en la búsqueda de un disco duro en poder del crimen organizado que amena-za con difundir su contenido: los nombres de algunos de los agentes secretos más importan-tes de MI6 que trabajan infiltra-dos en organizaciones terroris-tas de todo el planeta.

Aunque por muy llamativa que suene esta premisa, quienes vean la cinta notarán que será el cebo necesario para transpolar la historia a un plano más reve-lador, el macguffin que hace las veces de advertencia para suge-rir a quien desee afrontarla que la película no está en la acción al servicio de la acción, sino en otra parte.

el héroe y el villanoAcudir a Skyfall es presenciar

la fragilidad de las institucio-nes gubernamentales de hoy, plenamente cuestionadas en su eficacia y en la escasa capaci-dad de adaptarse a los cambios; línea argumental reflejada en la crisis interna que atraviesa MI6 y en la perfección metódica conseguida por las redes del ci-berterrorismo que operan bajo una modificación de la con-signa mafiosa: “Si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera”, para declarar: “a cualquiera y desde la comodidad del sofá”.

Tal inestabilidad tendrá sus efectos -desde el principio- en un exceso de desconfianza por parte Bond quien se verá perse-guido por un trauma fundacio-nal que reducirá la infalibilidad de sus capacidades para dejar consigo a un héroe que no tie-ne más que lamerse las heridas del espíritu a cuenta del alcoho-lismo, la saludable ironía y la placidez de entregarse a la auto-destrucción como ritual previo a una arremetida concluyente.

Pero quizás uno de los ele-

mentos más inquietantes de la obra es la confección del villa-no, la esmerada atención puesta por los guionistas en propiciar una atmósfera precedente que dibuje su macabra silueta, que insinúe la irracionalidad de sus métodos, con el fin de situar a Bond ante su presencia en el mo-mento justo de arrojar el as bajo la manga: un Bardem en clave de Guasón frágil que deja impronta con dos discursos memorables.

La obra es atravesada, además, por los exigentes aires de renova-ción que imprimen los nuevos tiempos, dejando como garantía única de conservación el requisi-to de extirpar aquellos elementos obsoletos que se resisten al paso de las eras, de allí que la agencia británica de espionaje -que es a su vez la saga misma- sufra dis-tintos cambios en su organigra-ma que solo buscan la senda de un Bond dispuesto a sobrevivir a toda costa

Twitter: @ElRodelo

Foto|tomada de

httP://www.

Cineenserio.

Com|PaPel salmón

el actor español Javier Bardem es el villano en Operación Skyfall.

Foto|tomada de httP://movie-

mas.Com/wP-Content/

uPloads|PaPel salmón

daniel Craig, en el papel de James Bond, en una escena de Operación Skyfall.

Page 5: Papel SAlmón del 25 de noviembre de 2012

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|director NICOlás REstREpO EsCOBaR | EDItORa GlORIa luz áNGEl EChEVERRI|DIsEñO VIRGIlIO lÓpEz aRCE|CirCula Con la Patria todos los domingos |Cra 20 no.46-35. tel 878 1700 |imPresión: editorial la Patria s.a |e-mail: [email protected]

domingo 25 DE NOVIEMBRE DE 2012PUBLICACIONES|

SIndÉrESIS ConvoCatorIa

En EStantEría

cocina & diplomaciaEsta obra

combina la gastronomía criolla e inter-nacional en una síntesis de sabores y pre-sentaciones. El prólogo, a car-go de Gabriel Silva Luján, exembajador de Colombia en Estados Unidos, y los textos de Mariana Espinosa de Silva, chef de Cocina y pastelería de la academia francesa Cordon Bleu, revelan gratas historias y anéc-dotas de la vida diplomática. Las imágenes son de Greg Powers un exitoso fotógrafo que es un apa-sionado del mundo culinario, la arquitectura y los estilos de vida creativos, y quien ha trabajado con chefs de talla mundial.

ESPINOSA DE SILVA, Mariana. Cocina & Diplomacia. Villegas editores. Bogotá. 2012. Pp. 208. $139.000.

Para conmemorar el quinto centenario del Descubrimien-to del Océano Pacífico se abre la convocatoria Ruta Quetzal 2013, “De la selva del Darién a la Europa de Carlos V”, que será de 40 días entre Panamá y España. El programa está di-rigido a estudiantes de bachillerato y consta de tres pruebas:

un proyecto de enfoque social y un trabajo adicional, junto a una entrevista personal relativa al trabajo realizado. El plazo para inscribirse es el 2 de enero de 2013. Consultar las bases de participación en la página de Icetex http://bit.ly/McUlND, buscando la convocatoria No. 0100113.

rUta QUetzal 2013La Corte… de agua.

¿Qué hacer?Luis E. García* Papel Salmón

Durante años nos han insistido que las sentencias de las cortes judiciales se deben escuchar, entender, acatar y otros añaden, respetar, es decir, quedarse uno calladito, así la senten-

cia tenga visos de ilógica, inequidad, injusticia, presión política o incluso de venalidad. Pero el hecho es que las cortes y toda institución en este planeta consta de seres humanos, así que resulta un mito -bien plantado por cierto- otor-garle a cualquiera carácter de intocabilidad e infalibilidad. Todas son obras de hombres, hom-bres falibles, sujetos a equivocaciones e incluso a corrupciones (y de esto no escapan algunos ma-gistrados con jugosas pensiones al parecer mal habidas. El Tiempo, 20-11-12).

Así las cosas, ante el dictamen de La Haya surgen por ahora tres acciones: acatarlo (Santos), ignorarlo (Uribe), acudir a otras instancias in-ternacionales (Holguín). Si lo primero, fragmen-tamos territorio y privamos a nuestros isleños de parte de su medio de subsistencia; si lo segundo, rompemos un compromiso de Estado, la palabra, que tanto dice valorar Uribe; si lo tercero, volve-mos a nuestra inveterada costumbre de patinar en palabrería -costosa, por cierto- sin resolver nada. ¿Habrá otra alternativa?

Primero, no podemos resignarnos a perder territorio y recursos tradicionales de los isle-ños; segundo, a esa Corte esa le faltó sindéresis al considerar el archipiélago como un conjunto y luego desmembrar dos cayos vecinos como si fueran otra cosa; tercero, Nicaragua pedía prác-ticamente todo, a sabiendas de que así obtendría algo (al mejor estilo de los extorsionistas) y el gran error del Estado fue aceptar litigar frente a desbordadas pretensiones; cuarto, las leyes -y los presidentes- se mantienen sólo por la venia de los ejércitos. Por tanto, y habida cuenta de que el ejército de Colombia puede imponer respeto a sus vecinos (así le hubiera quedado chiquito a la terroguerrilla de la Farc), una cuarta salida puede ser “conciliar fuertecito” la sentencia con los nicos aceptando, por ejemplo, que el límite de latitud septentrional se respete encima de Qui-tasueño para conservar la unidad del archipié-lago, y ceder en nuestra pretensión colombiana aceptando el meridiano 82 (los otros dos cayos al norte serán siempre cabos sueltos, como son las Islas Vírgenes para USA). Ni ellos ganarán tanto, ni nosotros perderemos tanto. Pero la pasiva re-signación ante el atropello, no es la opción

*[email protected]

Las auroras de sangre

La suerte de las Elegías de varones ilustres de Indias de Juan de Cas-tellanos ha sido desgraciada e injusta. Ni en la época de su naci-miento, ni después, ni en España ni en América, la obra ha sido apreciada como merece. En su valoración han predominado la am-bigüedad, los prejuicios, la confusión, suficientes para hundirla en un olvido casi total, del que William Ospina la quiere rescatar. Del homenaje de William Ospina a las Elegías, hace parte también su trilogía de la Conquista, compuesta por Ursúa, El país de la canela y La serpiente sin ojos, que se debe al poema de Juan de Castellanos.

OSPINA, William. Las auroras de sangre. Mondadori. Bogotá. 2012. Pp. 542. $56.000.

a solas con carlos castañoEn 1984, Paula consigue traba-

jo en un concesionario automotor. Un día cualquiera, un hombre tan joven como ella entra a la agencia de carros, es Carlos Castaño y to-davía es un fantasma, un hombre desconocido por los medios y la so-ciedad. Desde ese día, Paula se involucra en una historia de mafia y muerte que pasa por la creación de los grupos pa-ramilitares, los negocios del na rcot rá f ico, la guerra per-sonal de Car-los Castaño con Pablo Escobar, la Operación Milenio y una infini-dad de episodios que terminan en una celda en el extranjero. Esta es su historia.

RESTREPO, Paula. A solas con Carlos Castaño. Editorial Planeta. Bogotá. 2012. Pp. 186. $36.000.

los dUendes de las horasHace mu-

chos, muchos años, los duen-des del bosque eran los encar-gados de dar la hora. Se reunían día y noche en una enorme fila y cada uno de ellos iba di-ciendo minuto a minuto qué hora era. Lo ha-cían con gran precisión y sin equi-vocarse jamás. Hasta que al jefe de los duendes le dio por cambiar de método y comenzaron los proble-mas… En este divertido relato ilus-trado conocerás quién inventó ese insólito aparato llamado reloj, cómo funciona y por qué lleva ese extraño nombre. Entre las obras infantiles de Margarita Londoño están Tortu-guita se perdió y Los goles de Juancho.

LONDOÑO, Margarita. Los duendes de las horas. Editorial Norma. Bogotá. 2012. Pp. 56. $....