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EDICIÓN 1.063 DOMINGO 31 DE MARZO DE 2013 MANIZALES - COLOMBIA creación y vida Una reportera de las tablas La Navegación por el Río Magdalena y la colonización de La Dorada Esculturas de chocolate Palabras a ritmo de procesión Tres notas sobre Walter Benjamin
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Papel Salmón, 31 de marzo

Mar 26, 2016

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La Patria

Papel Salmón, separata del periódico LA PATRIA del 31 de marzo
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Page 1: Papel Salmón, 31 de marzo

EDICIÓN 1.063 domingo 31 DE MARZO DE 2013 MANIZAlEs - COlOMbIA

creacióny vida

Una reportera de las tablas

La Navegación por el Río Magdalena y la colonización de La Dorada

Esculturas de chocolate

Palabras a ritmo de procesión

Tres notas sobre Walter Benjamin

Page 2: Papel Salmón, 31 de marzo

2 | |3TEATRO| domingo 31 DE MARZO DE 2013 domingo 31 DE MARZO DE 2013 |TEATRO

La actuación es un pasatiempo, pero no ligero. Actuar es una posibilidad desde la universidad. De cómo se perfila un mundo en el arte en una profesión ajena. Trama.

Luis F. Molina Papel Salmón

Varios profesionales mezclan sus carreras para obtener conoci-mientos relacionados en un sentido holís-

tico. Se ven médicos-abogados, economistas-corredores de bol-sa y hasta dentistas como di-rectores técnicos de fútbol. No obstante, hay filosofías labora-les que en el papel no concuer-dan porque requieren de una dimisión, sea por tiempo o por espacio.

La vida de Julieth Castaño reta lo anterior. Aún no es pro-fesional, porque un diploma

ViVa Voz del arte y la realidad

Una reportera de las tablas

radiales de la institución edu-cativa. Cooperó con sus compa-ñeros de clase más cercanos en un formato literario y cultural llamado “Radio Absurda” que le posibilitaba recrear sus aficio-nes en la radio y en la poética. Actualmente es una voz de “Eje Rockero”, programa musical que hace con compañeros del taller de televisión.

Esta manizaleña, amante de las frutas y las verduras piensa todos los días en la pregunta que muchos le hacen: ¿por qué no ar-tes escénicas o cine y televisión? ¿Por qué comunicación social y periodismo? La respuesta está en lo económico. El teatro puede ejercerlo como un pasatiempo,

certificado dista de otorgarle este anexo a su hoja de vida. So-lamente es cuestión de tiempo para que su currículo anuncie que es una comunicadora social y periodista de la Universidad de Manizales. Sin embargo, en su vida la prioridad no es la co-municación social, tampoco el periodismo. Su pasión y voca-ción están en el teatro.

Es curioso encontrar a al-guien que pueda combinar las verdades monótonas y objetivas del periodismo con el sentido artístico y ficcional del arte.

Desde su infancia, en el des-aparecido Centro Educativo de Integración Popular, comenzó a forjar sus múltiples facetas para la actuación y formó su primera obra de teatro. No recuerda el nombre, pero sí asienta que “se sentía en su salsa”. Luego, en el colegio Divina Providencia con-tinuó sus presentaciones.

En enero del 2010 se matricu-ló en el programa de Comunica-

ción Social y Periodismo. Unos meses después de comenzar su trajín universitario se unió al grupo de fomento teatral de la institución, UmaTeatro. Al fren-te de sus compañeros de clase dio los primeros pasos con ca-rácter profesional desde las ta-blas.

Quienes conforman habitual-mente el grupo, lo abandonan al conocer la intensidad y la rutina que exige el teatro. Apoyada por la universidad, viajó a Armenia al tercer Festival Interuniversi-tario de Teatro para presentar “El país de los Sin-Ceros” del argentino Gastón Quiroga.

“La Universidad de Maniza-les tampoco nos ofrece muchas puertas en viajes o presentar-nos en otras universidades. Esa fue la primera y última vez que hicimos un viaje con la univer-sidad”.

Julieth caracterizó en la obra a Otis, inocente y despistada secretaria, papel que le exigió cambiar su acento paisa y bus-car otras relaciones fonéticas. UmaTeatro obtuvo el tercer puesto en este encuentro. En su memoria mantiene a Otis como el personaje más memorable que haya interpretado.

De las cerradas puertas de la universidad saltó al campo abierto de Actores en Escena. Se estrenó con ellos durante la Feria de Manizales de 2013. Ac-tualmente, maneja varios pro-yectos que pronto estarán en bambalinas.

De aulas y tablas“Tenía días en los que salía

de la universidad a las 6:00 de la tarde, después de un día de es-tudio. Me iba para teatro y salía a las 12:30 o 1:00 de la mañana. Si tenía trabajos, me acostaba a las 3:00 de la mañana para reini-ciar a las 5:00”.

Para Julieth lo más difícil de ser una universitaria compro-metida con otros proyectos re-cae en la dedicación y el tiempo. Además, se autodenomina per-

feccionista porque le gusta dejar las cosas muy bien hechas.

Responde a sus trabajos de investigación periodística y a sus retos actuales de séptimo semestre en el taller de televi-sión II de su carrera. Las fases transcurren en escribir una his-toria argumental o un guión de ficción, salir seleccionado, for-mar un equipo de producción, rodarlo, editarlo y finalmente exhibirlo. La historia de Julieth Castaño se eligió entre las cinco mejores y con oportunidad de rodaje. La selección se realizó entre 30 propuestas de sus com-pañeros.

Su relato protesta contra la censura mediática. El personaje principal es un periodista en la década de 1950 que trabaja para un periódico conservador y que ha conocido de primera mano un dato importantísimo que cambiaría el rumbo político de Colombia. Su jefe de redacción al leer la noticia decide prohibir su publicación. Esta acción ge-nera en el protagonista profun-dos cambios y termina por ha-cerle perder un importante don periodístico.

Los docentes de Julieth le criticaron su historia porque la consideraron teatral para un as-pecto audiovisual. Sin embargo, ella no cedió ante los comenta-rios. El corto cinematográfico denominado “Grito” tendrá su premier en la ciudad el próxi-mo mayo. La historia se desen-vuelve en un contexto de fami-liaridad con el teatro y también con aquellos escollos que se ha

encontrado en su joven vida pe-riodística.

Hay otra faceta dentro de la vida de esta actriz. Parte de su pasión está arraigada dentro de los conceptos audiovisuales, por lo que no descarta la televisión como área de trabajo. A pesar de lo anterior, no todo es un ro-mance con el aspecto social que demanda la profesión que estu-dia y practica. “Soy una persona muy seria y a veces el contacto con mucha gente me incomoda levemente”, comenta sin temor. Irónicamente, en la comunica-ción social le disgusta trabajar en equipo por la jerarquía de cargos que existen dentro de la mayoría de proyectos de esta índole.

Agrega que la comunicación

no es una carrera que requiera cuatro años de aulas y uno de prácticas parciales e integrales: “es una profesión que necesi-ta tiempo para uno forjarse y aprender de cosas. Tal vez se pueda desarrollar en tres años”. A lo largo de su carrera se ha desempeñado como presentado-ra de eventos y también ha es-tado en el plató como anfitriona de un programa de televisión en directo, como parte de un pro-yecto académico.

La combinación de las esfe-ras es un gran reto para Julieth. Debe concertar el aspecto plano y formal del periodismo con aquella faceta fantasiosa y qui-zás irreal que ofrece el teatro. Aún así, se le facilita explicar cómo puede servir a ambas dis-

ciplinas sin contaminar sus tra-bajos de otras asignaturas: “es apagar un lado y dejar encen-dido el otro. Cuando tengo que hacer trabajos de periodismo me aíslo un poco de esa parte mía, dejo de lado lo que pienso y lo que siento y me dedico a hacer el trabajo lo más objetivo posible. Es sólo apagar ese chip”.

sueños De lynch y allenDeJulieth es enfática cuando

dice que su desarrollo actoral y profesional lo han configu-rado la escritora chilena Isabel Allende y el guionista y director de cine estadounidense David Lynch: “David es realmente ab-surdo. Es muy apegado al su-rrealismo y no le gusta aclararle todo al espectador. Los persona-

jes se contradicen porque uno es así en la vida real y a él no le in-teresa llevar el mensaje explíci-tamente”. Cita el filme “Carrete-ra Perdida” –Lost Highway- de Lynch y con cierta desesperanza desea a destiempo haberle dado ese toque trascendente y confu-so a su cortometraje “Grito”.

De Allende resalta la crítica que se refleja en sus novelas. Recrea con su mirada lo que le dejó pasar por las hojas del libro “De amor y de sombras” y lo compara con la forma en la que la literatura de la chilena le fo-mentó la creación del guión de su corto.

Al preguntársele sobre su sueño, pausa, gesticula, duda y finalmente manifiesta que su mayor ilusión es trabajar en cine foráneo. No especifica si quiere llegar a Hollywood o si quiere ir a Europa, pero es el séptimo arte el tope de jerarquías.

Sus historias y su vida las piensa a diario. Las recrea en acciones de teatro, en guiones y actuaciones. Prefiere caminar -mientras haya tiempo- en lugar de abordar cualquier automóvil. Además, la distancia no le inco-moda. Por esa introversión se considera de círculos cerrados, de viernes en la noche con ami-gos o con cine y literatura. Por ahora quiere llegar a la televi-sión capitalina a explorar la co-municación social y el periodis-mo, mientras deja el teatro como un pasatiempo integral.

la obra De la realiDaDDentro de su recorrido en la

universidad y apartada de las tablas teatrales está su partici-pación en algunos programas

como lo hace hoy. Tenía pocas posibilidades de radicarse en Bogotá para dedicarse de lleno al cine y a la televisión por lo que la mejor opción estaba en la Universidad de Manizales.

Las tribulaciones existen-ciales no se hacen esperar para esta artista que a su corta edad ve frustradas muchas ideas por-que aún no recibe el apoyo para hacerlas realidad. “Me alegro de poder estar en las circunstan-cias de la carrera y luego despe-garme de ellas en la otra. Es es-tar en los dos mundos y eso me da un aire entre ambas cosas”, puntualizó.

Su proyecto de vida aún es un guión en construcción, lejos de cualquier tipo de colofón. Una trama que encuentra puntos de giro cada día, cuyo clímax pro-mete entretenidos parajes en al-gunos años y que, por supuesto, tendrá las letras a su lado, sean las de Allende o los guiones im-buidos en Lynch. Una realidad sin máscaras e inspirada en los dos mundos paralelos que com-ponen su vida; de una actriz pe-riodística y una reportera de las tablas

ActuacionesJulieth Castaño ha participado

en obras como El País de los Sin-Ceros; ¿Locos? Muy absurdo, por cierto; Cercados; ‘Sketch’ contra el abuso de drogas. Además, ha cooperado en campañas comercia-les de compañías locales de café y lácteos.

ApartesDefiniciones de Julieth para sus profesiones:Teatro: Una forma de liberación. Comunicación social: La huma-nidad en pleno. Periodismo: Denuncia. Una voz.

Julieth Castaño

Actuación como robot en un cortometraje.

Izquierda. Otis, personaje de El País de los Sin-Ceros.

Actriz de ¿Locos?

Page 3: Papel Salmón, 31 de marzo

|54|FILOSOFÍA| |F ILOSOFÍAdomingo 31 DE MARZO DE 2013 domingo 31 DE MARZO DE 2013

El médico y escritor Orlando Mejía, en tres notas distintas, analiza la obra del filósofo alemán a través de la mirada de Alberto Verón, de su cita a un homenaje y de un análisis de las violencias, según el propio Benjamin.

Orlando Mejía Rivera Papel Salmón

1 Un buen libro sobre BenjaminExisten pensadores que nos enseñan y otros

que nos transforman. La lectura crítica que ha logrado Alberto Verón Ospina (filósofo egre-sado de la Universidad de Caldas y profesor

titular de la Universidad Tecnológica) del pensamiento de Walter Benjamin es, a mi modo de ver, del segundo tipo. En su libro Walter Benjamin, Pensador de la ciudad

BiBlioteca del dragón

tres notas sobre Walter Benjamin(Usos y recepciones en América Latina, 2005) él ha leído a Benjamin para incorporarlo a su propia cosmovisión de un intelectual colombiano del siglo XXI, que vive en la ciudad de Pereira. Es decir, su lectura ha sobrepasado la erudición, para llevarla a la categoría del conocimiento. De ahí la importancia de este libro en el contexto cultural del país, pues estamos acostumbrados a ciertos filóso-fos colombianos que se tornan expertos en la obra de un gran pensador universal, pero no son capaces de leerlos más allá de los límites eruditos.

Al ser este un libro de conocimiento, Verón nos narra su experiencia del mundo a través de la

obra de Walter Benjamin y, por ello, varias de sus reflexiones son de gran creatividad y su-

gerencia para cualquier lector, tanto para los que ya conocen la obra de Benjamin,

como para aquellos que la desconocen. No en vano el primero de sus ensayos, de los diez que conforman el libro, es una aproximación a la excelente nove-la de Ricardo Cano Gaviria, titulada El pasajero Walter Benjamin, donde el narrador colombiano describe los últi-mos días del filósofo judío en Portbou, pequeño pueblo español en la frontera con Francia, cuando ante su desespe-

ración por el temor de que los nazis lle-garan a detenerlo, él decide suicidarse con

una sobredosis de morfina. Verón reflexiona sobre este último even-

to y nos recuerda que el destino trágico de Benjamin es una especie de símbolo de los intelectuales que deciden ser disidentes frente al sistema. Primero, no lo aceptaron

en la academia; luego, debió salir de su natal Berlín exiliado frente a los primeros embates

del nacionalsocialismo alemán; después, se re-fugió en su amada París, pero también allí encon-

tró el rechazo, la incomprensión y la miseria económica. Sin embargo, a pesar de ello si-

guió devorando libros en la biblioteca de

París y caminando por sus calles, plazas y pasajes como ese Flaneur que inaugura una manera de hacer filosofía práctica, al develar los símbolos y los signos de los obje-tos de la ciudad moderna. Esa nueva veta de pensar filo-sóficamente la ciudad desde sus calles es el gran aporte de Benjamin al mundo y como refiere Verón: “No hemos avanzado lo suficiente en la indagación acerca de la rela-ción entre ciudad y expresiones simbólicas”.

Lo que él hace en los otros nueve capítulos de su libro es intentar avanzar en esta reflexión de la mano de las distintas obras de Benjamin y la revelación de su múlti-ples matices. Por ejemplo, ese nexo maravilloso entre la memoria infantil recuperada por el adulto y la posibili-dad de mirar más allá de las estructuras citadinas conver-tidas en exclusivos objetos del mercado de la sociedad de consumo. O esa vigencia asombrosa que tiene la profecía benjaminiana de la perdida del “aura” original de los ob-jetos artísticos y su reproducción tecnológica de masas. Incluso, ahora, ese nexo problemático entre las copias y el original que vislumbró Benjamin en el campo del arte se puede extrapolar a una nueva realidad más compleja: la posibilidad de la clonación humana y su mimetización biológica con el original.

De otro lado, Verón analiza la manera como el pen-samiento del filósofo ha sido recibido en Colombia y en América Latina. Este capítulo es muy interesante por-que hace un justo homenaje a lo que representó para la cultura colombiana las traducciones que se hicieron en la Revista Eco en los años sesenta y setenta. En el caso de Benjamin, se muestra como los primeros textos tradu-cidos al español recayeron en las figuras de Volkening, Hernando Valencia Goekel, Carlos Rincón y Nelson Oso-rio. Después analiza también las lecturas que hicieron Rubén Jaramillo Vélez y Rafael Gutiérrez Girardot. Es de-cir, Verón le hace caer en la cuenta al lector que un pensa-dor extranjero tiene una tradición de asimilación cultural propia que lo reinventa a nuestra idiosincrasia y lenguaje.

Esta reflexión es muy necesaria para comprender la diferencia entre la apropiación legítima de un pensador europeo de principios del siglo XX, que puede convertir-se en una herramienta intelectual en el siglo XXI latino-americano, y la simple impostura de lo extranjero como esnobismo y servilismo. Recuerdo, para ilustrar este últi-mo caso, a un nefasto profesor universitario de filosofía que se arrodilló en un congreso nacional de la disciplina y decía a voz en cuello que sólo se podía pensar en ale-mán y que a los que hablábamos español sólo nos queda-ba hincarnos de rodillas ante la superioridad de un Hegel o un Kant o un Leibniz. No, lo que demuestra el libro del profesor Verón es que se puede pensar en español a un autor alemán como Benjamin, o cualquier otro, y no sólo asimilarlo de manera pasiva, sino ser capaz de renovarlo y continuarlo, en sus gérmenes conceptuales, en un nue-vo contexto cultural y temporal. De ahí, que Verón sugie-ra que: “El despertar benjaminiano equivaldría a la toma de conciencia contra los espejismos de la argumentación neoliberal”.

En síntesis, este libro de Alberto Verón Ospina es un auténtico ejercicio de lectura y escritura crítica que apor-ta ideas, de manera indudable, al corpus de la cultura colombiana. Además, es muy claro en su estilo, lo que

también reafirma la madurez intelectual de su autor, que ha entendido que se puede ser profundo sin ser abstruso. De hecho, Benjamin es uno de los pensadores del siglo XX que establece un puente sólido entre la literatura y la filosofía, siendo un digno heredero de la escritura fragmentaria de Niet-szche y de los textos inacabados y misteriosos de Kafka.

2 Benjamin y las vio-lencias míticas

Walter Benjamin, en un ensayo titula-do Para una crítica

de la violencia (Taurus, 1999), recordaba el uso político que hizo Occidente de la biología darwinista, para justificar una supervivencia del más apto traducida, a la filosofía del de-recho natural, en los términos de una violencia jurídicamente legítima. Dicho de otra manera, la violencia que acompaña a las formas de poder reconocidas históricamente son considera-das legítimas e inherentes a los propósitos de los estados.

El fundamento de la "justicia de los fines" es lo que ha permi-

tido a las potencias occidentales colonizar, por medio de la fuerza y la intimidación, a pueblos que son considera-dos "menores de edad" y, por tanto, susceptibles de ser

dominados y explotados en nombre de un paternalismo mentiroso. Lo anterior validó todo el colonialismo europeo del siglo XIX y justifica las guerras actuales en las que la violencia sigue teniendo un "carácter de creación jurídica".

Foucault ya había visto que la base del orden sociojurídi-co y político en la civilización occidental, se fundamentaba en la "racionalización del ase-sinato" como método recono-cido por la estructura social. De ahí se comprende cómo en Occidente la "lógica de la gue-rra" es inherente a su cultura y a su cosmovisión.

El mismo Benjamin y René Girard en su libro La Violen-cia y lo Sagrado (Anagrama, 2000) insinúan que ese esta-do permanente de violencia racionalizada lleva a su para-dójica mitificación. Aparece la guerra como un acto mesiáni-co y los actores en conflicto se consideran a sí mismos posee-Para una crítica de la violencia (Taurus, 1999).

Tumba de Walter Benjamin en Portbou

dores exclusivos de la verdad, la justicia y la encarnación de la voluntad divina. La aniquilación absoluta del "otro" se equipara, en un plano inconsciente, a la mano de un Dios sanguinario y apocalíptico que borra de la faz de la tierra a los pecadores. En este punto la violencia mitifi-cada y sacralizada no puede ser controlada con las argu-mentaciones reflexivas y, de hecho, la esperanza en una paz futura sólo es concebida a partir del sometimiento y la destrucción total del enemigo.

La dificultad de aceptar la humanización de la gue-rra, entendida como el cumplimiento de los protocolos de los derechos humanos y el respeto a la sociedad civil, está determinada por una violencia que al volverse míti-ca desconoce la condición ontológica del "enemigo" como un igual, y permite la utilización de todas las formas de crueldad a un "otro" considerado inferior y diferente. Además, la asimilación cultural de la violencia como un rasgo inevitable de la condición humana, ha llevado a la civilización occidental a basar el flujo creciente de su eco-nomía en la necesidad de un situación potencial, o real, de guerra permanente.

El texto de Benjamin, escrito en 1921, es sombrío y pe-simista, pero refleja la realidad del mundo que vivimos: En todo el planeta afloran las violencias míticas y las gue-rras que pretenden el exterminio de los rivales. La paz, como en la novela 1984 de Orwell, se ha convertido en otro sinónimo de la guerra. En estos tiempos tan oscuros recuerdo a Gandhi: La violencia engendra más violencia, Occidente terminará ahogándose en su propia sangre si no cura la locura de su mente y de su corazón.

3 Benjamin y lágrimas en PortBouEn octubre del año dos mil yo estaba vivien-

do en Barcelona. Allí me enteré por los periódi-cos que la Sociedad Internacional Walter Benja-min y la Universidad de Barcelona convocaban

a un homenaje al maestro, al cumplirse los sesenta años de su muerte. El seminario se llamó “Walter Benjamin Barcelona-Portbou” y se realizó los días 25, 26 y 27 de oc-tubre. El día 25 más de cien admiradores del filósofo, de distintas nacionalidades y edades, salimos madrugados en un tren para el pueblecito de Portbou, que queda a dos horas de Barcelona.

Allí llegamos en un día de otoño, con niebla y una llovizna pertinaz. Fuimos al antiguo hotel Francia, hoy llamado Casa Alejandro, donde se depositó una ofrenda en la habitación en la que se encontró muerto a Benjamin. Luego nos desplazamos al pequeño cementerio donde está su tumba, rodeada de flores y con una gran piedra sobre la lápida que me recordó al mito de Sísifo de Ca-mus. Por último, caminamos hasta el bello monumento, llamado Pasajes, que le hizo el artista Dani Karavan. Es un pasaje con unas escaleras que descienden hasta per-derse en el mar Mediterráneo. Allí hay una inscripción del mismo Benjamin que dice: “Es una tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que la de las personas célebres. La construcción histórica se consagra a la memoria de los que no tienen voz”. Sólo se leyó esta cita del monumento y todos guardamos silencio.

De pronto, por razones que para mí siguen siendo inexplicables, los asistentes comenzamos a llorar, como si Benjamin fuera nuestro abuelo o nuestro padre, y acabase de fallecer. Durante varios minutos que se dilataron has-ta lo eterno, personas de todas partes del mundo lloramos a Walter Benjamin, no a su memoria, sino a él mismo, a la presencia de su ausencia. Quizá, por eso, Benjamin no necesita de estatuas en los parques, basta que algunos lo continuemos sintiendo como un contemporáneo en este tiempo de pesadilla kafkiana con coreografía de Ho-llywood. Él es y será siempre un mítico niño iluminado para el mundo simbólico de la humanidad

Alberto Verón.

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|76 | | COCINAdomingo 31 DE MARZO DE 2013 domingo 31 DE MARZO DE 2013PAISAJE CULTUR AL CAFETERO|

los tolimenses en la formación del caldas actUal iii

la navegación por el Río Magdalena y la colonización La Dorada

hicieron estragos entre la pobla-ción establecida.

En 1893, Antonio Acosta Gu-tiérrez contrató con el ferroca-rril la instalación de una red te-lefónica entre Honda y Yeguas, lo mismo que la construcción de un sitio llamado Conejo para la explotación de leña para los barcos, el primero de los cuales llegó en 1896. Más adelante se estableció en la llamada Curva del Conejo, buscando especial-mente aprovechar la madera allí existente, levantando unas pe-queñas chozas de paja y maca-na. Estuvieron con él otros colo-nos empresarios como Ricardo Mejía y su señora Reodolinda Ortiz, Luis Valdés, Rudesindo Castro, Ricardo Ortiz, Deogra-cias Moreno y Mauricio Ber-nal, quienes fundaron el pe-queño caserío. Establecieron la primera industria maderera, extrayendo leña para suminis-trarle a la compañía del ferro-carril y a los buques fluviales.

Naranjo, Alejandro Cuéllar, Martín Cortés, Maximiliano Olaya, Juan Arguelles, Daniel Rubio y otros.

Por esa misma época se ade-lantaba la construcción del Fe-rrocarril desde Honda hasta la quebrada de Yeguas, finalizan-do los trabajos con la llegada de la primera locomotora del fe-rrocarril de Ambalema de pro-piedad de la compañía inglesa “The Railway Company”. Los trabajadores cesantes después de la inauguración del ferroca-rril, ya no queriendo regresar a sus lugares de origen, emi-graron hacia el norte, buscan-do las riberas menos difíciles del río Grande de La Magdale-na. Conformaron un pequeño poblado al que llamaron La María ubicado en la parte sur “Barrio Conejo y Dorada vie-ja”, desde la hacienda el Japón hacía el barrio Pitalito.

la creación Del Departamento De calDas y sus efectos territorialesLa Asamblea Nacional Cons-

tituyente -ANAC-, mediante la ley 17 del 11 de Abril de 1905, creó el Departamento de Caldas, causando entre otros los siguien-tes remezones territoriales:

1.- El Departamento del Cau-ca tuvo que ceder a la nueva en-tidad territorial los actuales te-rritorios de Risaralda, Quindío y municipios del occidente.

2.- El Departamento de An-tioquia hubo de desprenderse de los municipios que integra-ban el Departamento del Sur: Aguadas, Salamina, Pácora, Pensilvania y Samaná.

3.- El Departamento del To-lima debió ceder los territorios del actual oriente caldense y los del Quindío.

Por el oriente, eran del To-

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dETurISMOPOrCOLOMBIA.

COM|PAPEL SALMÓN

Mapa Antiguo Caldas.

lima, Manzanares y su corre-gimiento de Risaralda (hoy Marquetalia) y Victoria con su corregimiento de Dorada. San Agustín (Samaná) pertenecía a la provincia de Pensilvania y así continuaba hasta 1907 cuan-do por Decreto No. 758 del 18 de junio se creó la provincia de Manzanares con todos los terri-torios de Pensilvania, Risaralda y Samaná.

En 1907 el actual corregi-miento de Florencia pertenecía a la provincia de Aures, cuya ca-pital era Sonsón, Departamento de Antioquia. Esta provincia de Aures pasó a llamarse en 1908 provincia de Sonsón por medio del Decreto 951 de 1908 y final-mente desapareció por efectos de la Ordenanza No. 19 de 1911.

La ley 1ª del 5 de agosto de 1908 (firmada por el presidente de la ANAC Alfredo Vásquez Cobo y sus secretarios Gerardo Arrubla y Fernando E. Baena, y sancionada por el Presidente de la República, Rafael Reyes) reglamentó la división territo-rial de Caldas. Estableció que el Departamento estaría integra-do entre otras, por la provincia de Manizales, de la que hacían parte Pensilvania con sus corre-gimientos de San Agustín y Ar-boleda y el municipio de Man-zanares con su corregimiento de Risaralda.

En ese contexto, unos de los instrumentos de desarrollo que marcaron la mayor huella en la conformación de Caldas por su zona oriental, fue la puesta en funcionamiento del Cable aéreo que unió a Manizales con Ma-riquita, en las primeras décadas del siglo XX. Fue un mecanismo efectivo de integración de Cal-das, toda vez que contribuyó a neutralizar la resistencia toli-mense a la desmembración de su territorio.

El bautismo de pueblos como Núñez (hoy Marquetalia), en homenaje al líder de la Rege-neración Conservadora, fue al mismo tiempo una muestra del poderío tolimense, y una estrate-gia de neutralización del poderío antioqueño, que defendía su inte-gridad territorial, atravesando el río La Miel por donde hoy están los territorios de Pensilvania, Sa-maná y Marquetalia, hasta llegar al Guarinó, límite actual entre Caldas y Tolima.

El tema es rico en análisis y requiere mayores auscultacio-nes de los historiadores contem-poráneos

*Escritor.

La Asamblea Nacional Constituyente -ANAC-, mediante la ley 17 del 11 de Abril de 1905, creó el Departamento de Caldas. Por Caldas, lo caldense y los caldenses.

Ángel María Ocampo Cardona* Papel Salmón

En 1891, el Gobier-no de Antioquia, preocupado por el atraso colonizador de las tierras cálidas

a orillas de los ríos Magdalena, Pontoná, Doña Juana, Guarinó y Gualí, promulgó el decreto 267, por medio del cual ordena-ba repartir baldíos a los colonos que se trasladaran a las zonas del río Verde o Samaná, con lo cual 18 familias procedentes de San Luis, Cocorná y Marinilla se acogieron a los beneficios. Sin embargo, las enfermedades

Más tarde hicieron envíos de madera hasta Magangué y Barranquilla.

En 1895, el caserío contaba con 28 viviendas, dos bodegas pertenecientes a Marvásquez y Adenavi, empresas de navega-ción fluvial, y 140 habitantes. Así, poco a poco se fue desa-rrollando el caserío, atrayendo nuevos colonos a instalarse. Terminada la Guerra de los mil días, los reclutas de las guerri-llas liberales dieron inicio a la corriente migratoria hacia la población, dando los primeros pasos del comercio, el transpor-te, la pesca y la agricultura. Se mencionan algunos nombres: los hermanos Florentino, Mario y Rudesindo Rodríguez, lo mis-mo que Antonio Rubio Rojas, Juanito Escobar, quienes labo-raron duramente entre 1900 y 1910, buscaron las maneras de desarrollar comodidades mejo-res para la comunidad. Luego llegan a la Dorada Francisco

río de Janeiro anticipa la pascUa

esculturas de chocolate

FOTOS|EFE/MArCELO SAyãO|LA PATrIA

Niños decoran unos huevos de pascua en un centro comercial de río de Janeiro (Brasil).

Exposición interactiva con niños que pueden decorar sus huevos de pascua de chocolate. El arte y la cocina, de la mano. Sabor.

EFE | Papel Salmón Río de Janeiro

El universo del hombre y los objetos que ha sido capaz de crear, tanto rea-les como imaginarios, forman parte de una exposición de esculturas de chocolate que se lleva a cabo en Río

de Janeiro como anticipo a la festividad de la Pascua.Las obras fueron diseñadas por el maestro chocolatero

brasileño Diego Lozano como preparación de la Pascua, una festividad de gran importancia para el comercio que cada año

hace las delicias de millones de niños con los tradicionales hue-vos de pascua.

Oriundo de Sao Paulo, donde tiene una escuela de confitería, Lozano ganó en 2007 el "Brazilian Chocolate Master" y en 2008

quedó finalista en el "World Chocolate Masters", un galar-dón que premia al maestro chocolatero más talentoso

del año.En la muestra, que se puede ver

hasta hoy, día de la Pascua, en un centro comercial de la ciu-dad, 20 divertidas esculturas de chocolate sorprenden al visitan-te por sus vivos colores y origi-nales formas, que van desde un cerdo a un surfista sobre una ola, pasando por una piraña o un extraterrestre.

La exposición se completa con un taller donde los más pe-queños pueden decorar gratis sus propios huevos de pascua.

Mario y Emilia, monitores de este curso y miembros de la escuela de confitería, explica-ron a Efe que instalar las piezas fue "un desafío personal" y "un poco más complicado" de lo que imaginaban, ya que había que tener en cuenta condicionantes como la temperatura del aire acondicionado o que los módu-los no se rompieran.

Una escultura impresionante es de 1,20 metros de alto que consta de varios sectores, como una flor con todos sus péta-los y una "viga" sobre la que está apoyada el resto de la obra.

"Creo que tardamos una semana en montarla, pieza por pieza. Y después, conseguir hacer el encolado (de chocolate). Todas sus piezas están bien trabajadas. Hicimos cuatro o cin-co para llegar a ese resultado", explicó Mario.

Cuando termine la exposición las obras de chocolate se-rán donadas, según los monitores del curso

Escultura de chocolate diseñada por el maestro chocolatero brasileño diego Lozano.

El universo del hombre y los objetos que ha sido capaz de crear, tanto reales como imaginarios, forman parte de una exposición de esculturas de chocolate.

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|director NICOlás REstREpO EsCObAR | EDItORA GlORIA luZ áNGEl EChEvERRI|DIsEñO vIRGIlIO lÓpEZ ARCE|CIrCuLA CON LA PATrIA TOdOS LOS dOMINgOS |CrA 20 NO.46-35. TEL 878 1700 |IMPrESIÓN: EdITOrIAL LA PATrIA S.A |E-MAIL: [email protected]

domingo 31 DE MARZO DE 2013PUBLICACIONES|

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Jorge Consuegra (Libros y Letras) Papel Salmón

Hace un poco más de cuarenta años, José Mauro de Vasconcelos se convirtió en uno de los escritores más importantes de Bra-sil y de América Latina entera, pero como perteneció al boom, muy pocos medios lo

reseñaron como tal, lo relegaron a un tercer o cuarto plano. Pero en silencio, el brasilero fue ganando adep-tos y llegó un momento, en 1971, que su novela Mi plan-ta de naranja-lima llegó a publicar en un solo año, cinco ediciones en español, hasta llegar en 1974 a completar once de ellas de diez mil ejemplares cada una.

En Brasil, su país de origen, logró vender hasta no-venta mil ejemplares ¿y quién sabía de este escritor? Solo sus lectores porque, como arriba lo decíamos, los medios lo ignoraron completamente a pesar de ser uno de los más importantes autores para niños grandes.

Y decimos esto, porque esta novela, publicada por El Ateneo, de Buenos Aires, es “la historia de un niño que un día descubrió el dolor”. Apenas llegaba a los seis pero, como Zezé mismo lo dice, “la verdad es que tengo cinco, pero con seis me dejaban entrar a la escuela”.

Zezé vive en Bangú, un barrio marginal de Río de Ja-neiro en donde la pobreza es más que extrema; su padre fue suspendido del trabajo y su madre, para ayudar en la economía familiar, trabajaba hasta doce horas lavan-do y planchando ropas, además de asear en otros luga-res y mientras ella laboraba sin descanso, su marido y sus hijos se angustiaban porque llegaba la hora de la comida y pocas veces había para todos.

Zezé cogía su caja de embolar y trataba de ganar al-

EFE Papel Salmón

"Andas", "baquetones", "hachones", "palios", "parihuelas"... son palabras que parecen escondidas durante una buena parte del año, pero que regresan cada Semana Santa.

Según la definición del Diccionario académico, de la "semana última de la Cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección", un periodo que no tiene una fecha fija y que depen-de de la Luna: el primer viernes después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera será el Viernes Santo. Y al que, por cierto, el diccionario

espaÑol Urgente

palabras a ritmo de procesión

mi planta de naranJa-lima

Una novela para niños grandes

La última página coge de sorpresa al lector, pues habla Zezé cuarenta años después, acordándose de su vida, de sus padres y hermanos, de sus pilatunas, de su enorme alegría con “Portuga” su amigo y de su planta de naranja-lima. Esta es una novela para niños-grandes; no es una obra de tiros y sicarios, si que menos de agentes y pistoleros; no hay sexo, ni odio, solo amor por la vida, por la gratitud a un amigo y por su planta de naranja-lima que le dio tantas y tantas alegrías al pequeño Zezé.

Más de cien mil ejemplares vendidos y nadie se acuerda de José Mauro de Vasconcelos, un olvidado y segregado del boom…

llama también "semana grande" o "sema-na mayor".

La Fundación del Español Urgente (Fundeu BBVA) ha publicado en su pá-gina web (www.fundeu.es) una "Guía de redacción" que recoge algunos de esos términos.

Una jerga especializada poblada por "cofrades", "nazarenos" y "penitentes" -de los tres modos se denomina a los miem-bros de la cofradías-, "camareras" (muje-res que se encargan de cuidar el altar y las imágenes y que suelen acompañar a la virgen, a menudo con mantilla y pei-neta) y "cargadores" que llevan sobre sus hombros los pasos de la procesión, lla-

mados también "hermanos de carga". O "costaleros", por el "costal" o almohadilla generalmente de saco con el que prote-gen sus hombros y cervicales.

En algunos lugares participan en las procesiones "azotados", "flagelantes" o "disciplinantes" (personas que se discipli-nan o flagelan como penitencia). Antes se los denominaba "disciplinantes de sangre" para diferenciarlos de los "disciplinantes de luz", que eran los que alumbraban con hachas y cirios a los primeros.

La guía recoge términos relacionados con la vestimenta, como "capirote" ('cu-curucho de cartón o rejilla que se cubre con el capuchón'), "capuchón" ('tela con la

que se cubre la cabeza, que deja al descu-bierto solo los ojos') o "cíngulo" ('cordón con una borla a cada extremo que se ata a la cintura para ceñirse la túnica').

También incluye parte de la enorme riqueza léxica que se concentra en tor-no a los pasos: las "andas" ('tablero suje-to con dos varas paralelas horizontales sobre el que se ponen las imágenes que se sacan en procesión'), la "parihuela" ('estructura de hierro o madera sobre la que se dispone el resto de los elementos que componen el paso'), el "faldón" que la cubre, el "llamador" o "martillo" con el que el capataz da algunas órdenes a los costaleros...

gún dinero que de inmediato le entregaba a su padre y éste, como podía, compraba algunos alimentos para tener listos a la hora de la llegada de la madre.

Zezé decía: “el Niño Dios no me quiere, sino el Niño Diablo, porque siempre me dan ganas de hacer dia-bluras” y cuando las hacía, con mucha frecuencia, sus padres lo martirizaban dejándolo tendido en su cama por dos o tres días mientras se recuperaba al cabo de los cuales les pedía perdón, pero volvía a caer haciendo pilatunas.

Pero Zezé tenía algo sorprendente: su inteligencia; a veces se quedaba oyendo a su padre y sus amigos y todo lo memorizaba, por eso pudo ingresar a la escuela en donde conoció a la señorita Paim quien empezó a apoyarlo en su aprendizaje de las letras para escribirlas y leerlas.

Zezé tuvo apenas dos amigos en su vida, uno el por-tugués que tenía “el carro más bonito de todo el mun-do” y que Zezé, cuando lo veía pasar se extasiaba y so-ñaba con estar algún día sobre su cojinería de cuero, sueño que le cumplió meses después cuando “Portuga” lo invitó a subirse a su carro; fue el niño más feliz de toda la Tierra. Y el otro amigo, era una planta de naran-ja-lima, era la más feíta de todas las plantas del solar de su casa, pero Zezé se dio a la tarea de quererla, abonarla y regarla “porque un día tendrá flores y de allí sus fru-tos y seré feliz” y así fue.

Esta es una novela muy, pero muy triste pero, al mis-mo tiempo, es una obra escrita con el alma; es la his-toria de ese niño que hace diabluras, que lo castigan cotidianamente, pero que tiene el alma más hermosa de todo el universo.