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PACAMAMBO Wajdi Mouawad PERSONAJES: JULIA EL GORDO MARÍA-MARÍA EL PSIQUIATRA LA MUERTE LA LUNA 1. RABIA JULIA: Así no fue como pasó. Nadie puede saber cómo pasó. Nadie puede ni siquiera imaginar lo que pasó. En mi corazón, en mi cabeza. ¡Sobre todo en mi cabeza! Nadie sabe nada. ¡Y ya no les diré nada más! EL PSIQUIATRA: Julia. JULIA: ¿Qué, eh? ¿Qué de qué? Yo le pregunto a usted. ¿Y? ¿Qué de qué?
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Paca Mambo

Jul 18, 2016

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Wajdi Mouawad Theatre
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Page 1: Paca Mambo

PACAMAMBOWajdi Mouawad

PERSONAJES:

JULIA

EL GORDO

MARÍA-MARÍA

EL PSIQUIATRA

LA MUERTE

LA LUNA

1. RABIA

JULIA: Así no fue como pasó.

Nadie puede saber cómo pasó.

Nadie puede ni siquiera imaginar lo que pasó.

En mi corazón, en mi cabeza.

¡Sobre todo en mi cabeza!

Nadie sabe nada.

¡Y ya no les diré nada más!

EL PSIQUIATRA: Julia.

JULIA: ¿Qué, eh? ¿Qué de qué?

Yo le pregunto a usted.

¿Y? ¿Qué de qué?

¡Usted nada más se queda ahí, mirándome con sus ojos de dinosaurio!

¿Y qué?

EL PSIQUIATRA: ¡Julia, escucha!

Page 2: Paca Mambo

JULIA: ¡NO!

EL PSIQUIATRA: ¡Julia, escucha!

JULIA: ¡¿Qué?! ¡”Escucha”, qué?!

EL PSIQUIATRA: No es normal.

JULIA: ¿Qué es lo que no es normal?

Ya no le diré nada, nada.

EL PSIQUIATRA: Quiero saber cómo es que tú…

JULIA: No diga nada, nada, ni una palabra más, ni una, shhhh…

EL PSIQUIATRA: ¿Cómo fue que te encontraron?

JULIA: ¡No! ¡No!

EL PSIQUIATRA: Julia, necesitamos hablar,

Ayudarnos…

JULIA: Yo no quiero que me ayuden.

Son ustedes los que quieren, yo no quiero nada.

Les escupo en la cara.

A todos, a todos.

¡Chinguen a su madre, todos!

¿Quiénes son ustedes?

¿Qué quieren?

¡Ustedes no saben nada, no entienden nada!

EL PSIQUIATRA: ¡Exactamente por eso!

Queremos entender, Julia, necesitamos entender.

Necesitamos que nos cuentes.

Tus padres necesitan entender.

Necesitan entender porque te quieren.

Y para seguirte queriendo, necesitan entender.

Page 3: Paca Mambo

Pero ellos solos, no pueden

No saben cómo. Están perdidos, ya no entienden nada más,

No saben nada más.

Y es por eso que estoy aquí,

Para eso es que me llamaron.

Como cuando alguien que se está ahogando llama a un salvavidas.

Y tú y yo les podemos ayudar a salir a la superficie,

Porque tú no estás enferma, Julia,

Al contrario,

Y es justo por eso que necesitamos de ti.

Tú y yo somos los mejores salvavidas.

JULIA: ¡Quiero irme!

EL PSIQUIATRA: ¡No! Hoy nadie se irá de aquí,

¡Ni tú, ni yo!

JULIA: Déjeme…

EL PSIQUIATRA: Escúchame bien, Julia.

No saldrás de aquí sin que me hayas contado,

Simplemente contado,

Lo que pasó.

JULIA: No pasó nada.

EL PSIQUIATRA: No quiero excusas,

No quiero que te pierdas en explicaciones

Ni en ninguna justificación, Julia.

Lo único que quiero es que me cuentes tu historia.

JULIA: Ya sabe todo lo que hay que saber.

EL PSIQUIATRA: No, me falta tu propia historia,

Page 4: Paca Mambo

Con tus propias palabras.

Tu propia voz,

Cuéntame tu historia, Julia,

Solo cuéntame

Como tú quieras, como a ti te guste,

Todo lo que quieras decir

Lo único que yo voy a hacer, es escuchar.

JULIA: ¡Pero si usted ya lo sabe todo!

EL PSIQUIATRA: Te voy a decir lo que yo sé.

Y luego me contarás tu aventura.

Hace exactamente tres meses

Tus padres denunciaron tu desaparición.

Una noche te dejaron en la casa de tu abuela.

Tú tenías que dormir en su casa

Y regresar a la tuya al día siguiente después de la escuela.

Pero al día siguiente no fuiste a la escuela,

Y en la noche no regresaste a tu casa.

Tus padres llamaron a tu abuela pero nadie contestó.

Durante la noche avisaron a la policía.

Tres días más tarde te declararon desaparecida.

Eso duró 19 días más,

Hasta que te encontraron

En el sótano del edificio de tu abuela:

Tú estabas dormida con tu perro junto al cadáver de tu abuela,

Que estaba en un estado de descomposición muy avanzado.

JULIA: Usted no sabe nada, dice puras tonterías.

Page 5: Paca Mambo

EL PSIQUIATRA: ¡Entonces corrígeme!

¡Hace dos meses que te lo estoy pidiendo!

Dos meses que he aceptado todo, tus excusas,

Tus miedos,

Respetado tus secretos.

Pero hoy quiero que me cuentes una historia,

Tu historia, que me digas qué fue lo que pasó.

JULIA: No pasó nada.

¡Era de noche,

Y toda esa historia es por culpa de la Luna!

EL PSIQUIATRA: ¿La Luna?

JULIA: La Luna, porque la Luna es la gran lámpara iluminada en el cielo,

Para que aquellos que saben leer el cielo

Puedan descubrir el camino que conduce a Pacamambo.

Y Pacamambo es, realmente, el lugar de todas las luces.

Mi abuela me lo dijo,

Y juntas nos fuimos a Pacamambo.

La ventana estaba abierta.

Mi perro dormía a mis pies.

2. LUNA

La noche. Todo está oscuro. Se adivina a una mujer vieja acostada en su cama. La Luna pasa por la ventana e ilumina un cuarto. Muebles de la abuela. Un viejo reloj. Un fuerte “tic-tac”. La Luna, a su paso, ilumina a un gran perro dormido.

En un sillón cercano, Julia está tumbada y duerme también. La Luna entra al cuarto. La respiración de María-María se acelera. El Gordo gruñe. El reloj hace su “tic” pero no su “tac”. Se detiene.

LA LUNA: María-María, María-María, despierta.

Page 6: Paca Mambo

MARÍA-MARÍA: ¡La Luna!

LA LUNA: Vine a buscarte.

MARÍA-MARÍA: ¡Tengo miedo!

LA LUNA: Todo el mundo tiene miedo cuando se encuentra solo frente a la Luna.

MARÍA-MARÍA: Sabía que ibas a venir.

Hace ya tres noches

Que te veía pasar, dudando frente a mi ventana.

LA LUNA: Quería prevenirte, María-María

MARÍA-MARÍA: ¿Entonces es ahora?

LA LUNA: Sí. Ahora.

MARÍA-MARÍA: Tengo miedo.

LA LUNA: No tiembles. Te llevaré hacia una luz más grande.

MARÍA-MARÍA: ¡Pacamambo! ¡Julia! ¡Julia, despiértate!

LA LUNA: Julia no te escuchará. Duerme.

MARÍA-MARÍA: ¡No quiero irme sin decirle adiós!

LA LUNA: ¡Nos vamos, María-María, nos vamos!

MARÍA-MARÍA: ¡Julia!

¡Julia, despiértate!

¡Julia!

La ventana se abre. La Luna lleva a María-María hacia la ventana.

LA LUNA: ¡Nos vamos!

MARÍA-MARÍA: ¡Julia, Julia!

Los muebles del cuarto empiezan a moverse, a elevarse, a volar. El reloj se eleva. Julia sigue dormida. El Gordo se despierta. Se sobresalta. Gime, se tapa las orejas, quiere esconderse bajo un sillón pero el sillón también se eleva.

MARÍA-MARÍA: ¡Gordo! ¡Gordo!

¡Despierta a Julia, despiértala!

Page 7: Paca Mambo

La Luna vino por mí

Envuelta en su largo abrigo de plata. ¡Gordo!

El Gordo ladra.

LA LUNA: María-María tu último suspiro,

Da tu último suspiro,

¡suspira!

MARÍA-MARÍA: ¡Despierta a tu dueña, Gordo!

¡Despiértala!

El Gordo ladra, gruñe, avanza, retrocede, ladra. Va hacia Julia y la jala del brazo. Primero suavemente y después cada vez más fuerte. Cambia de lado. La jala de los pies. La jala de las manos, le lame la cara y después le ladra fuerte.

EL GORDO: ¡Dios perruno…!

¡No se quiere despertar!

El Gordo sigue con sus esfuerzos mientras María-María le sigue dando ánimos al borde de la ventana, a punto de elevarse. El Gordo termina por subirse al sillón de Julia que se voltea y rueda. Julia se despierta sobresaltada.

EL GORDO: ¡Wouf!

JULIA: ¡Qué tienes, Gordo!

¿Qué pasa?

EL GORDO: ¡Pasa que todo está mal!

MARÍA-MARÍA: ¡Julia!

JULIA: ¡María-María!

MARÍA-MARÍA: ¡La Luna! ¡Vino por mí!

JULIA: ¿La Luna?

MARÍA-MARÍA: ¡Cuélgate de mí,

Agárrame por los pies antes de que me eleve!

LA LUNA: ¡Llegó el momento de partir, María-María!

¡Momento de que pienses en tu último suspiro!

Page 8: Paca Mambo

La Luna repetirá las palabras “Suspiro, suspiro tu último suspiro” hasta el final de la escena.

EL GORDO: ¡Whooufff!

MARÍA-MARÍA: ¡Julia, escúchame, escúchame!

¡No me queda mucho tiempo para hablarte!

JULIA: ¡Te escucho, abuela, te escucho!

MARÍA-MARÍA: Un muerto tendría tantas cosas qué decirle

A los que se quedan, a los que ha amado.

Pero me queda tan poco tiempo.

¡La Luna me jala de los brazos!

JULIA: ¡Abuela!

MARÍA-MARÍA: Julia, voy a irme. Ahora tendrás que crecer.

JULIA: ¡Ya soy grande, abuela!

MARÍA-MARÍA: Más grande aún.

¡Sujétame, Julia, sujétame!

JULIA: ¡Te tengo, abuela, te tengo!

MARÍA-MARÍA: Tengo tanto miedo.

¡Tengo miedo y tengo frío!

¡La Luna está aquí con su gran capa de vértigo!

¡Voy a morir y tengo miedo!

JULIA: ¡Te tengo, abuela, te tengo!

MARÍA-MARÍA: Julia, tengo que decirte…

JULIA: ¿Qué, abuela, qué?

LA LUNA: ¡Ya es hora, María-María!

MARÍA-MARÍA: Tengo que decirte, existe un lugar donde nos volveremos a encontrar.

Existe un lugar, un país donde todo nos hace iguales.

Page 9: Paca Mambo

Un país donde estaremos todos, los unos y los otros.

¡Unos y otros!

JULIA: ¡¡Mi país eres tú, María-María, eres tú!!

MARÍA-MARÍA: ¡Pacamambo!

JULIA: ¡Pacamambo!

¡Llévame contigo!

MARÍA-MARÍA: No puedo.

¡Cada quien tiene su momento para encontrar el camino a Pacamambo!

JULIA: ¿Cómo lo encuentro, María-María?

MARÍA-MARÍA: Todo está ahí…

JULIA: ¡¿Dónde?!

MARÍA-MARÍA: Ahí…

JULIA: ¿Ahí dónde?

MARÍA-MARÍA: ¡Ahí! ¡En el fondo del tercer cajón!

JULIA: ¿Qué?

MARÍA-MARÍA: ¡El tercer cajón…! Pacamambo…

EL GORDO: ¡Se me hace que la viejita está alucinando…!

LA LUNA: ¡Nos vamos, María-María!

María-María empieza a despegarse del suelo.

JULIA: ¡Abuela, abuela, no, quédate, no te vayas, no te vayas, o llévame contigo!

¡Yo también quiero ir contigo, María-María, sobre las alas de la muerte, contigo, lejos, lejos, lejos, María-María, no me dejes!

¡Abrázame, María-María!

LA LUNA: Los muertos no abrazan, pequeña.

JULIA: ¡María-María!

MARÍA-MARÍA: No llores, Julia.

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Nos volveremos a ver pronto, en el país prometido por la Luna.

Nos volveremos a encontrar como buenas amigas para hacer una fiesta,

¡En el país de Pacamambo!

María-María muere. Es decir que la Luna se la lleva con ella. El cuarto se queda en calma.

3. PLAN DE ATAQUE

JULIA: Creo que la muerte pasó, Gordo.

¡Creo que la muerte,

Con su cara enorme y redonda,

Con su cara de calabaza, pasó!

Gordo,

Creo que la muerte llegó con sus grandes pezuñas

Dejando tras ella ese enorme ruido de galope.

¡Sin decir “uf”, María-María, se fue!

La Muerte ganó,

¡Pero no la vamos a dejar que gane!

Ven conmigo, Gordo.

Vamos a jugarle una broma a la Muerte.

Vamos a agarrarla del pescuezo, vas a ver.

Vamos a decirle lo que pensamos.

¿Quieres?

¿Quieres decirle a la Muerte lo que pensamos de esto?

¿Quieres?

EL GORDO: ¡Wouf!

JULIA: A mí me parece que tiene un modo

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De quitarnos a la gente que amamos…

¡La Muerte, tiene una manera de dejarnos solos,

Completamente solos!

EL GORDO: ¡Wouf!

JULIA: ¡Sí, ya sé que tú estás aquí!

¡Y que no estoy sola!

¡¿Y eso qué?!

Eso no prueba nada,

No significa nada

¡Porque mañana te puedes morir, costal de pulgas!

Y si soy yo la que se muere, si mañana me muero, si mañana

La Luna entrara por la ventana y me dijera:

“Ándale, Julia,

Mueve la cola.

Te toca irte por la ventana”

¿Qué harías tú, eh?

¿Puedes decírmelo?

No podrías hacer nada.

Sí, podrías bajar tus orejas de perro gordo,

Pero te quedarías ahí, como un imbécil,

Esperando a que vinieran a buscarte en un camión,

Para llevarte a la perrera,

¡Para picarte y matarte a ti también!

¿Tú crees que eso es vida?

¿De verdad piensas que la muerte

Tiene el derecho de envenenarnos así la existencia?

Page 12: Paca Mambo

¿Lo crees de verdad, Gordo,

Que la muerte tiene el derecho de arrebatarnos

A la persona que más queremos en el mundo, eh?

¡Responde, responde, Gordo!

EL GORDO: ¡Responde, responde…!

A mí me gustaría responder,

¡Pero qué quieres que te diga…!

JULIA: ¡Responde!

EL GORDO: Y además no entiendes ninguno de mis ladridos.

JULIA: Responde, dime,

¿Qué quiere decir esto,

Lo que acaba de pasarnos?

Mira,

Mira a María-María.

Ya no se mueve.

Ya no respira.

Ya no habla.

Mira con qué nos quedamos.

Mira con lo que uno se topa:

Un estorbo de cadáver tendido,

Una cosa tremenda, como un gran traje,

Un gran traje.

María-María se fue

Con su alma desnuda,

De verdad desnuda,

Porque no se llevó su traje.

Page 13: Paca Mambo

Su único y verdadero traje,

¡Nos lo dejó!

¿Pero sabes qué? Vamos a hacerle una maldad a la muerte.

Vamos a obligarla a que nos venga a ver.

Vamos a obligarla a venir aquí,

Y vamos a decirle lo que pensamos de su manera de comportarse.

Vamos a encontrar un modo

Para obligarla a venir a sentarse con nosotros.

¡Imagínatelo, Gordo!

¡Vamos a obligar a La Muerte a que venga a explicarse!

Nos vamos a sentar tú y yo,

Esperaremos a que toque a la puerta,

Y le diremos “Entre”.

Ella abrirá la puerta suavemente.

Y habrá perdido por completo esa presencia orgullosa,

¿Si ves? Como cuando sabes que te van a regañar.

Le diremos: “Acérquese, Señora Muerte,

Mi amigo, El Gordo y yo, tenemos un par de cosas que decirle”.

Se va a querer sentar pero que se vaya al demonio, que se muera La Muerte,

Le vamos a decir: “Quédese parada, Señora Muerte, no haga ningún movimiento en falso,

Porque si no, disparamos”.

Es una buena idea, ¿no, Gordo?, es una buena idea.

Y para hacer que venga, no te preocupes,

Tengo todo un plan en la cabeza

Que va a obligar a nuestra amiga La Muerte

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¡A que venga a poner su colota frente a nosotros!

MARÍA-MARÍA: ¡Pssst! ¡Pssst! ¡Oye, Gordo, Gordo!

EL GORDO: ¿¡¡¡MARÍA-MARÍA!!!?

MARÍA-MARÍA: ¡Tengo que decirte algo!

EL GORDO: A ver pero, ¡¿Estoy soñando?!

MARÍA-MARÍA: ¡No! ¡No estás soñando!

EL GORDO: ¿Qué no estabas muerta?

MARÍA-MARÍA: ¿Y eso qué?

EL GORDO: Pues, nada, solo que… ¡no es normal!

MARÍA-MARÍA: Y tú qué, ¿es normal que me puedas hablar siendo un perro?

EL GORDO: Es verdad, no lo había pensado…

MARÍA-MARÍA: ¡Suficiente, ahora escúchame!

Tienes que ayudar a Julia a amar la vida.

Si Julia quiere conocer a La Muerte,

Entonces tiene que amar mucho la vida.

Si no, La Muerte se vuelve muy atractiva.

¡Cuídala!

EL GORDO: ¿Pero cómo?

Solo soy un perro.

MARÍA-MARÍA: No te queda de otra.

4. BLANCO Y NEGRO

EL PSIQUIATRA: ¿Qué es Pacamambo?

JULIA: Pacamambo,

Es un país cerca del África Precolombina,

Es un país que está en el Continente Norte del Trópico Sur Japonés,

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No muy lejos de Mississoga,

Donde hay un desierto de nieve al que llamamos Arabia.

Es el país donde todos los Unos son los Otros.

EL PSIQUIATRA: ¿Dónde todos los Unos son los Otros?

JULIA: Es el país de la empatía general.

Es lo que siempre dice mi abuela.

Cada quien lo decide.

Yo, por ejemplo, soy negra.

Es lo que decidí.

De hecho mi abuela decía muy seguido

Que les haría muy bien a algunos blancos ser negros.

Los negros que ella respetaba tanto, por el Blues y el Jazz,

Y por todas las desgracias de la tierra que han sufrido.

Mi abuela le decía muy seguido a los blancos que ella era negra.

Así que yo también seré como mi abuela.

En Pacamambo tendré una piel profunda y viva, hecha del color de mis deseos.

Usted, por ejemplo, quizás es negro,

Quizás es amarillo o rojo.

Tendrá que elegir.

Todavía no lo sabe porque no ha encontrado el secreto de su vida.

Y eso se puede ver en la manera en que usted me mira.

¡Usted tiene la mirada de alguien que piensa que es quien es!

Pacamambo es una palabra que hay que pronunciar cuando se sabe que la vida es la muerte,

Que la muerte es la vida.

Cuando se sabe que se puede ser el otro.

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Cuando se es de ese modo, la empatía absoluta.

Yo, por ejemplo,

Decidí, desde que mi abuela murió,

Que no tengo el mismo color de piel.

Es una decisión importante.

EL PSIQUIATRA: Hay que ver la verdad de frente, Julia.

Tú eres blanca como tus padres, como tu abuela.

JULIA: Si miramos la verdad de frente, usted tiene razón.

Pero si la miramos de reojo, entonces todo cambia.

Y para mí, solo cuenta María-María.

¡Que me decía que mirara de frente, de lado y de reojo,

Por arriba y por abajo!

Solo mi abuela.

Solo María-María que me contaba cosas.

Porque María-María sabía que todos regresamos algún día a Pacamambo.

Yo seré negra en Pacamambo.

Porque si nos fijamos bien,

Si miramos bajo la piel,

No podemos dar cuenta

De que todos nosotros somos Negros,

¡También los blancos!

¡Sobre todo los blancos!

Es mi opinión y sé que es discutible.

Pero María-María me lo ha dicho ya, que no hay cosa más negra que los blancos,

Pero que lo han olvidado.

Y en Pacamambo,

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Cada quien podrá elegir ser el otro que quiere ser.

Ya lo verá.

EL PSIQUIATRA: Dime más de Pacamambo.

JULIA: Pacamambo es el lugar a donde no se llega jamás.

Eso también me lo decía María-María.

¡En la vida no se llega jamás, se sueña!

Pacamambo es el país donde se reconoce a la gente como gente.

María-María me dijo que los hombres son los únicos que se preguntan

Si los otros hombres son hombres.

El gato sabe que un gato es un gato.

El perro sabe que el perro es perro.

El pájaro sabe que el pájaro es pájaro.

Pero el hombre no sabe si el otro hombre es hombre.

Duda.

No está seguro.

Y entonces, como no está seguro,

Tiene miedo. Avienta su cuchillo

Y lo entierra en el cuerpo del otro.

Y cuando el cuerpo del otro ya está en el suelo,

Que ya no se mueve,

Entonces se toma el tiempo de verificar si el otro hombre es hombre.

María-María decía que muchos de los que tienen el buen color,

Como usted,

Piensan que las personas que no tiene el buen color,

Como Juan que está en mi salón,

Y que es todo negro de pies a cabeza,

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Tan negro que es hermoso por todas partes,

No son humanos.

O que solo sirven para servirnos,

Como ir a hacernos las compras,

O hacer la limpieza.

Hay todavía mucha gente que piensa

Que las personas como Juan,

Que sonríen más blanco que los blancos,

Son como perros.

¡A causa del color!

¡A mí, eso me enfurece,

Porque para mí, no tienen nada que ver!

¡Y sé de lo que estoy hablando!

¡Yo tengo un perro!

Y no tiene nada que ver con Juan,

Se parece más a mi profe de química,

Que más que blanco es pálido, y que es tan gordo

¡Que se parece al Gordo, mi perro!

Pacamambo es el lugar de todas las luces,

Donde el hombre frente a otro hombre no se pregunta

Si es un hombre.

Y eso también me lo dijo María-María.

EL PSIQUIATRA: ¿No tuviste miedo cuando viste a tu abuela muerta?

JULIA: Yo jamás tengo miedo.

EL PSIQUIATRA: Sí, pero

¿no tuviste miedo de estar completamente sola?

Page 19: Paca Mambo

JULIA: Tenía más miedo de que me encontraran.

EL PSIQUIATRA: ¿Por qué?

¿Por qué no tomaste el teléfono y llamaste?

¿Por qué no llamaste a la policía?

JULIA: Tenía otros planes en la cabeza,

Ya se lo dije.

EL PSIQUIATRA: ¿Querías conocer a la Muerte?

JULIA: Y conocerla solo un poco,

Conocerla mucho.

EL PSIQUIATRA: A ver Julia,

Tú eres lo suficientemente inteligente para saber que eso era imposible.

La muerte no es nadie.

No es una persona.

Es un hecho,

Un acontecimiento.

JULIA: Eso es lo que usted dice.

EL PSIQUIATRA: ¿Cómo que es lo que yo digo?

JULIA: Sí, es usted quien lo dice.

Y usted es quien me caga con sus historias

De “no es nadie” y “no es persona”

Porque si para usted

Es imposible encontrarse a La Muerte,

Para mí era todavía más imposible, en ese momento,

Llamar a la policía o a quien fuera.

EL PSIQUIATRA: ¿Pero por qué?

JULIA: ¡Porque yo sabía que el mundo entero me iba a joder,

Page 20: Paca Mambo

Como usted me está jodiendo!

Yo sabía que el mundo entero

Iba a estar convencido de que iba a necesitar ayuda.

Y sabía que iba a encontrarme a todos los psiquiatras del mundo.

Que estarían convencidos de que viví un gran trauma.

Y todo eso no me daba la gana,

No me daba la gana hablar,

No me daba la gana de que hablaran,

No me daba la gana para nada.

Yo solo quería estar cerca de mi abuela,

Porque mi abuela,

Es la persona que más quiero en el mundo.

Y ahora está muerta.

Y yo decidí que eso no se iba a quedar así.

Yo y mi perro gordo,

Decidimos que íbamos a hacer algo

Que iba a ser tremendo.

Iríamos a buscar a La Muerte.

Íbamos a romperle el hocico a La Muerte,

Y punto.

EL PSIQUIATRA: ¿Y encontraste a La Muerte?

JULIA: Sí. Y no fue nada fácil.

EL PSIQUIATRA: ¿Y cómo hiciste para encontrarla?

JULIA: Busqué el camino que lleva a ella.

EL PSIQUIATRA: ¿Y dónde la encontraste?

JULIA: En el tercer cajón de la cómoda.

Page 21: Paca Mambo

5. EL TERCER CAJÓN

De regreso al cuarto de María-María. Su cadáver está en la cama.

EL GORDO: ¡Whouff!

JULIA: ¿Vienes, Gordo?

Vamos a ver qué es lo que hay en el tercer cajón.

EL GORDO: ¿Qué hago?

MARÍA-MARÍA: ¿Cómo que qué hago?

Pues qué quieres hacer,

Haz lo que ella te dice.

JULIA: ¿Vienes?

EL GORDO: (A Julia) ¡Whouff! (A María-María) ¡Uyuyuyui!

MARÍA-MARÍA: ¡Deja de quejarte!

EL GORDO: ¿Y qué es lo que hay en el tercer cajón?

El Gordo olfatea con avidez el tercer cajón.

JULIA: ¿Hueles algo, Gordo?

EL GORDO: ¡Nada de nada!

¡Puro barniz!

¡¿Qué clase de barniz tiene este mueble que hasta me pica la nariz?!

JULIA: ¿Pipí?

MARÍA-MARÍA: ¡Respóndele, te preguntó ¿”pipí”?!

EL GORDO: Pipí… pipí… ¡pipí de vaca!

Yo que sé,

se me hace que ni hay nada en el fondo del cajón.

Julia abre el cajón.

JULIA: ¡Perfumes!

Page 22: Paca Mambo

Mira, Gordo.

Son frascos de perfume,

¡Los frascos de perfume de María-María!

¡Está lleno!

¡Mira todos esos frascos!

Nunca había visto nada igual

¡Mira qué bien huele!

Jamás había olido olores como estos.

Mira este frasco qué grande es.

Julia saca del cajón una gran cantidad de frascos de todas las formas, tamaños y colores.

EL GORDO: ¡Whouf!

JULIA: Eso es lo que tú dices.

María-María dice que para ir a Pacamambo,

hay que pasar por el tercer cajón.

Lo que quiere decir que estos perfumes conducen a Pacamambo.

Quizá, Gordo, tenemos que meternos,

y entonces estaremos en otro país.

Tal vez son perfumes mágicos.

¿Lo intentamos?

EL GORDO: ¡Bwhouff!

JULIA: ¿No estás muy seguro, eh?

EL GORDO: ¡Para nada!

MARÍA-MARÍA: ¡Déjate, no la contradigas!

EL GORDO: ¡Qué fácil es decirlo!

Tú porque estás muerta,

Page 23: Paca Mambo

y pues qué más te da que te jodan.

Pero yo estoy vivo,

y soy un perro.

Y no quiero que me pongan perfume.

JULIA: Vamos a intentar con este.

EL GORDO: ¡Whouff!

JULIA: Ven acá, Gordo.

EL GORDO: ¡Whouff!

JULIA: ¡Gordo…!

MARÍA-MARÍA: ¡Obedécela, es tu dueña!

EL GORDO: ¡No!

JULIA: ¡Ven acá, a que te ponga perfume!

EL GORDO: ¡Wgrrrrrrrrr! ¡Hrwaffff! ¡GRRRRRRRRRRRRR!

JULIA: Si no te pongo perfume, no irás a Pacamambo,

y te llevarán a la perrera.

Te meterán en una jaula.

Te pondrán una inyección y te vas a morir.

EL GORDO: ¡Me vale!

MARÍA-MARÍA: ¡Ella no te entiende!

EL GORDO: ¡Si me toca, la muerdo!

MARÍA-MARÍA: Si la muerdes, ¡yo te jalaré las patas por el resto de tus días!

¡No podrás dormir!

¡Ni comer!

Y vendré en tus sueños a jalarte las orejas

¡Hasta el final de los tiempos!

JULIA: ¡Quieto, Gordo!

Page 24: Paca Mambo

EL GORDO: ¡Whouuuuu!

MARÍA-MARÍA: ¡Quieto, Gordo, quieto!

EL GORDO: ¡Quieto, quieto, ya quisiera verte en mi lugar!

Julia abre el frasco de perfume y se lo echa encima y sobre el Gordo, que gime lastimosamente. Ella cierra los ojos. No pasa nada.

JULIA: Quizá este no sea el frasco correcto.

EL GORDO: ¡Guácala! ¡Cómo apesta!

JULIA: ¡Hmmmmmmm, este, por ejemplo, huele bien! ¿Intentamos con otro?

EL GORDO: ¡Gniarrrr! ¡Wharfffff! ¡GRRRRRRRRRR! ¡Harffffff! ¡Harfffff!

JULIA: ¡Está bien, está bien, no dije nada!

EL PSIQUIATRA: ¿Cuánto tiempo te quedaste jugando así?

JULIA: ¿Hasta que empezó a amanecer?

EL PSIQUIATRA: ¿Y después?

JULIA: Después la luz entró por la ventana.

Después la luz hizo estallar el cuarto.

De pronto había sol por todas partes,

y todavía más sobre la cara de María-María.

Y el sol sobre su cara era horrible.

Era verde,

y frío,

y solitario.

Ella tenía el sol completamente solo sobre la cara,

y era la Muerte que quería asustarme.

Entonces dejé de jugar.

Y bajo el color blanco de mi piel blanca

vi la piel negra de mi ira.

Page 25: Paca Mambo

Mi piel, de repente, era profundamente negra,

negra de rabia, de furia.

Ahí estaba mi mochila que también se despertó

y se puso a molestar:

“¡Vas a llegar tarde, vas a llegar tarde!”

Pero a mí me parecía que la noche era mejor,

porque la noche era dulce sobre la cara de María-María.

Entonces vacié mi mochila para que cerrara su hocico

y en lugar de mis cuadernos,

metí los frascos de perfume.

Y también metí los maquillajes.

Después jalé a María-María con sus cobijas,

hasta la escalera.

Tomé el elevador,

porque en las escaleras no hubiera podido.

Estaba demasiado pesada.

Bajé hasta el sótano del edificio,

donde María-María tenía un cuartito cerrado para guardar sus maletas de viaje.

Acomodé las maletas,

acosté encima a María-María,

cerré la puerta,

encendí una velita,

y me puse a esperar.

Esperar a que la Muerte viniera a tocar la puerta,

para decirle un par de cosas.

El tiempo pasó,

Page 26: Paca Mambo

toda una velita se consumió.

Después el Gordo y yo nos dormimos.

Creo que María-María no cerró los ojos.

La Muerte la obligó a mantenerlos abiertos.

También eso quería decirle, a La Muerte,

decirle que eso de no cerrar los ojos de aquellos a quienes mata,

es como irse de su casa sin cerrar la puerta.

¡Eso no se hace!

6. EL SÓTANO

JULIA: ¿Ves, Gordo?

Es como si no estuviera muerta.

Y nosotros, nos vamos a quedar con ella para siempre,

Y nunca nadie te refundirá en la perrera.

Ni a mí nadie me refundirá en un manicomio,

Porque nunca nadie nos encontrará. Jamás.

EL PSIQUIATRA: Alguien tendría que sospechar.

E irían a buscarte.

JULIA: ¡No te preocupes abuela, yo no te abandonaré jamás!

EL PSIQUIATRA: El cuerpo de un muerto debe descansar.

Sabes, Julia,

Vivir es agotador.

Así que cuando uno muere debe tener la necesidad de descansar.

Mucho tiempo, mucho tiempo, mucho tiempo.

Tú no podías conservar a tu abuela contigo.

JULIA: Sin embargo la conservé

Page 27: Paca Mambo

Mucho tiempo.

EL PSIQUIATRA: ¿No saliste nunca?

JULIA: Para ir a buscar agua.

Y después tuve que salir otras veces,

A causa de…

EL PSIQUIATRA: ¿A causa de qué, Julia?

JULIA: ¡Del olor!

María-María empezó a oler feo, peor cada día.

Pero yo tenía, dentro de mi mochila, más de una solución.

¡Tenía los perfumes!

EL GORDO: ¡Whouf!

JULIA: No llores, Gordo.

La Muerte no nos engañará.

¿Hueles?

¡Ella piensa que con eso nos va a dar miedo!

Pero nosotros somos más inteligentes que ella.

Y para probárselo,

Vas a ver lo que vamos a hacer.

Vamos a revivir a María-María.

EL GORDO: María-María,

Creo que Julia se está volviendo loca.

Quiere maquillarte.

MARÍA-MARÍA: ¡Yo no puedo hacer nada, estoy muerta!

JULIA: (Maquillando a María-María) Mira, vamos a comenzar con el rojo en los labios.

Este era su lápiz de labios preferido.

¡Así!

Page 28: Paca Mambo

Está mucho mejor, ¿no crees?

¿No?

¿No estás de acuerdo?

Espera, vamos a ponerle rosa en las mejillas,

Y un poco de color en los ojos.

Así La Muerte se puede ir para siempre a la chingada.

Te digo, Gordo,

La Muerte va a terminar por venir a vernos,

¡Y entonces le vamos a llenar de vida los ojos!

MARÍA-MARÍA: Julia, Julia, si pudieras escucharme,

Mi querida nietecita,

Van a terminar por venir.

Van a terminar por sospechar.

¡Y entonces sí, será terrible!

Porque los demás van a venir,

¿Entiendes?

Van a terminar por percibir el olor de La Muerte,

Entonces van a tirar la puerta a martillazos,

¡y entonces, al fin, te llevarán, Julia!

Julia,

Hay tantas y tantas cosas que quisiera decirte:

Regresa a la luz,

Recupera tus juegos de niña,

¡Recupera tu corazón de niña!

Pero lo único que puedo hacer es seguirte mirando,

Incapaz de hablarte.

Page 29: Paca Mambo

Pacamambo está en los ojos de cada niño.

Porque solo los niños conocen el camino de Pacamambo.

Quisiera que supieras también cuantos pétalos fueron necesarios

Para hacer los perfumes que hoy tienes entre las manos.

Me miras y lloras.

Y es Pacamambo quien escurre por tus ojos.

Y tú me rocías con tu amor.

Es al menos así como nombro tu generosidad.

Para ahogar el olor de La Muerte.

JULIA: ¿Sientes cómo de pronto huele bien, Gordo?

¿Ves?, no te preocupes.

EL GORDO: Si no me preocupo,

Lo que pasa es que tengo tan atascada la nariz de este olor,

Que lo único que quiero es aullarle a La Muerte.

JULIA: ¿Ves, Gordo?

Yo ya entendí.

Déjame contarte la historia:

Hace mucho tiempo,

Todo mundo sabía dónde estaba Pacamambo,

Y todo mundo podía llegar ahí.

Debió de haber habido, incluso, una estación de metro,

Una parada de autobús para llegar.

Después,

Cuando los hombres empezaron a decir quién es hombre y quién no es, todo Pacamambo tuvo miedo.

Entonces todo Pacamambo se escondió en un rincón,

Page 30: Paca Mambo

Un rincón donde nadie pudiera encontrarlo. Y aquellos que ya estaban ahí lograron,

Gracias a una gran ceremonia mágica,

Que los hombres se acordaran del lugar de Pacamambo

El día en que murieran.

Por eso, María-María, quiere ponerse guapa

Antes de irse a Pacamambo.

Así que tenemos que ponerle perfume.

¿Entiendes?

EL GORDO: ¡Pero yo soy un perro!

Entiendo lo que quieres que entienda.

Solo que,

Me estoy empezando a sentir cada vez peor.

Ya no sé quién está muerto.

¿Quién está muerto?

¿Eh?

María-María,

¿Quién está muerto, tú o nosotros?

¡Quizá eres tú quien está viva y nosotros los que estamos muertos!

7. PRIMERA SEMANA

EL PSIQUIATRA: ¿Reconoces que lo que hiciste

No es algo normal?

Es algo que no se hace.

JULIA: ¿Y por qué no se hace?

EL PSIQUIATRA: Porque los muertos son los muertos,

Y los vivos son los vivos,

Page 31: Paca Mambo

Y alguien vivo que vive con un muerto

No es algo natural.

JULIA: Para usted es fácil hablar.

Decir lo que es normal y lo “no normal”.

¡Como los que dicen “este es un hombre”, “este no es un hombre”!

Pacamambo está en usted,

Pero usted dice que todos esos son cuentos,

Puros cuentos

Y yo lo compadezco porque usted es quien está muerto,

Señor,

¡Es usted!

EL PSIQUIATRA: ¿Qué hiciste durante la primera semana?

JULIA: Esperé a que La Muerte viniera.

EL PSIQUIATRA: ¿Pensaste en tus padres?

¿Pensaste hasta qué punto tus padres estarían preocupados?

¿Pensaste que tu padre

No pudo vivir el duelo de su propia madre

Porque tú le impediste llorarle?

¿Te has dado cuenta que preferiste tranquilizar a un muerto

En lugar de preocuparte por los vivos?

JULIA: No es mi culpa si yo estaba mejor con ella, muerta,

Que con ustedes, vivos.

EL PSIQUIATRA: Pero al término de una semana,

Te diste cuenta que eso era imposible,

Que la naturaleza sigue su curso

Y que tu abuela empezaba a ponerse más y más fea.

Page 32: Paca Mambo

JULIA: Cuando los colores se borraban,

Yo los volvía a poner.

Y cuando los olores volvían,

Yo vaciaba sobre su cara otra botella.

EL PSIQUIATRA: Y cuando ya no te quedó ni otro color

Ni otro frasco,

¿qué hiciste?

JULIA: Nada.

Dormí.

Y cada vez que me despertaba,

Esperaba encontrarme a La Muerte frente a mí

Que me miraba.

Como usted, como usted me mira,

Enojado y harto,

La Muerte estaría ahí,

Para decirme:

“Bueno, ya basta, es suficiente.

Dime lo que me quieres decir para que terminemos con esto”.

Pero cada vez que me despertaba,

No estaba más que el olor,

Y también la oscuridad.

Ya no tenía más velitas.

A veces, en la noche, salía para buscar algo de beber,

De comer.

Después regresaba.

Me volvía a acostar,

Page 33: Paca Mambo

Y ahí soñaba.

Veía hombres negros enormes que reían.

Pacamambo.

Después me despertaba.

Sabía que ya no estaba en aquel mundo.

De verdad creo que sin mi perro,

Yo también me habría muerto.

Pero ahí estaba él,

El Gordo

No me había abandonado ni un segundo

¡Él estaba vivo!

Yo recostaba la cabeza sobre él

Para escuchar latir su corazón

Yo me decía “La Vida”.

Me decía también que ya no tenía edad,

Que tenía cien años,

Que tenía la edad de mi abuela,

Que tenía la edad de la Tierra entera,

Que yo era la tierra en la que

Habíamos enterrado a mi abuela,

Yo era la arena

Y la tierra.

Yo era también el ataúd.

Y la gente que iba detrás.

Yo era el cementerio,

Era el cielo,

Page 34: Paca Mambo

Y la lluvia,

Y las lágrimas.

Y después, de verdad, ya no había más olor.

Quiero decir que me había convertido también en el olor.

Y dentro de todo ese silencio,

Estaba el corazón de mi perro.

Era la única cosa que yo no era,

Había una vida a mi lado.

Puede entonces entender el porqué

No pensé en mis padres,

Ni en sus preocupaciones,

Ni en ninguna otra cosa.

Yo esperaba a La Muerte,

Porque tenía un par de cosas que decirle.

EL PSIQUIATRA: ¿Y durante los últimos cinco días no hiciste más que dormir?

JULIA: No, los últimos cinco días, casi no dormí.

Intenté hacer algo

Que no me había atrevido a hacer desde el principio.

EL PSIQUIATRA: ¿Qué?

JULIA: Cerrar los ojos de mi abuela.

8. OJOS

JULIA: María-María, ¡No quiero lastimarte!

EL GORDO: ¡Whouf!

JULIA: María-María.

Solo quiero que te acostumbres a tener los ojos cerrados.

Page 35: Paca Mambo

La eternidad, es larga.

Y vas a tener que acostumbrarte.

EL GORDO: María-María,

Creo que Julia sufre.

MARÍA-MARÍA: Si pudiera, le diría lo valiente que me parece.

JULIA: María-María,

No me atrevo a tocar tus párpados,

Tengo tanto miedo de que se caigan.

EL GORDO: ¡Whouf!

JULIA: No pienses que ya no te quiero, María-María.

No pienses que ya no quiero verte.

Pero ayer escuché ruido afuera,

Perros que ladraban,

Creo que pronto nos van a encontrar.

Entonces debemos acostumbrarnos a no vernos más.

Por eso quiero cerrarte los ojos.

MARÍA-MARÍA: Si pudiera cerrarlos yo misma, lo haría.

Pero Julia,

¡Escúchame!

Que ese gesto que vas a hacer nos sirva de adiós.

JULIA: ¡No me atrevo!

MARÍA-MARÍA: No tiembles, Julia.

JULIA: ¡No me atrevo!

EL GORDO: ¡Whouf!

MARÍA-MARÍA: Me has preparado bien para la muerte, mi pequeña Julia.

Gracias a ti, mi cuerpo está lleno de los olores del amor,

Page 36: Paca Mambo

Que es el único perfume duradero,

Eso que conduce a las almas perdidas por el camino de Pacamambo.

JULIA: Adiós, abuela.

MARÍA-MARÍA: ¡Adiós, Julia!

Julia cierra los ojos de su abuela. Golpean la puerta del sótano, tres golpes secos pero sobrios.

9. MUERTE

EL GORDO: ¡Grrrrrrrr! ¡Hwarff! ¡GRRRRRRRRR!

JULIA: ¿Quién es?

UNA VOZ: ¡Es la muerte!

JULIA: ¿La Muerte?

LA VOZ: Sí, claro, ¿quién más?

¡La Muerte!

JULIA: ¡Gordo, Gordo, es La Muerte, es La Muerte!

EL GORDO: ¡Grrwouf!

JULIA: Entre, Señora La Muerte.

Mi amigo, El Gordo, y yo,

Tenemos un par de cosas que decirle.

Entra La Muerte. No es malévola.

¿Así que es Usted?

LA MUERTE: Sí, soy yo.

Escuché decir que querías verme.

JULIA: Sí, y es muy urgente por si quiere saberlo.

LA MUERTE: Sí, ya sé.

Pero tenía mucho trabajo.

Page 37: Paca Mambo

Pero ya estoy aquí.

¡No es muy prudente ponerse al tú por tú con La Muerte!

JULIA: ¡Deje de presumir!

LA MUERTE: ¡Es bueno hacerlo de vez en cuando!

JULIA: Pues por mí ni lo haga,

Y ocúpese de sus asuntos.

LA MUERTE: Al ver lo que has hecho con el cadáver de tu abuela,

Es una quien se pregunta,

Quién se ocupa de los asuntos de quién…

JULIA: ¿Qué manía es esa que tiene de venir a la casa de la gente, y quitarles a un ser que aman,

Sin un hola ni adiós,

Irse como si nada hubiera pasado?

¿Cómo es posible que en algún momento de nuestra vida tengamos, definitivamente, que toparnos con usted?

¿Cómo es que usted siempre está ahí

Como un muro al final del horizonte?

¿Quién es usted?

¿Qué quiere?

¿Por qué llevarse a mi abuela?

Y además,

Mire en qué estado deja usted a los que se lleva.

¿Le parece que eso es bonito?

¿Le parece que eso es como para presumir?

LA MUERTE: Evidentemente, visto desde ese ángulo tienes razón.

Pero qué quieres, soy La Muerte.

Y no es un papel fácil de interpretar.

Page 38: Paca Mambo

Pero es el mío.

Estoy encargada de venir a decirles a algunos,

Y cada uno, a su turno,

Que es tiempo de partir.

JULIA: ¿Y también para mí es el momento de partir?

LA MUERTE: Eso depende de ti.

JULIA: Entonces, ¡si de mí depende no nos volveremos a ver jamás!

LA MUERTE: Por el momento, depende de ti.

Pero llegará el día en que dependerá de mí.

Vendré y entonces será tu turno.

JULIA: ¿Pero de qué se trata?

¿Por qué tienes que volver?

¿Por qué no te quedas en tu casa?

LA MUERTE: Julia, un día todas las cosas me seguirán,

Una tras otra.

Un día el Universo mismo me conocerá.

Los planetas, las estrellas, la Tierra.

Y todos los animales.

Cada hombre y cada mujer,

Uno después del otro me conocerán,

Así como tu abuela me conoció.

JULIA: Usted habla como mi profe de Química,

¡y eso me enfurece!

¡Muerte, yo la mando a freír espárragos!

Y no le creo, si quiere saber mi opinión.

LA MUERTE: ¿Y qué es lo que no me crees?

Page 39: Paca Mambo

JULIA: ¡Que todas las cosas la seguirán!

¡Hay cosas que jamás la seguirán!

Por más Muerte que sea,

Pacamambo nunca morirá,

Porque Pacamambo,

No está en la vida.

Pacamambo es un país donde todo es semejante.

Y por más que crea haberse llevado a mi abuela.

¡No se la llevó totalmente!

¡Ya que hoy yo le estoy hablando de ella!

¡Ya que hoy decido que yo soy ella!

Que soy su cuerpo y su color.

Y qué es Pacamambo sino

¡El país donde uno se convierte en el cuerpo de los que ama!

Entonces no hay olvido,

Y no hay muerte.

Soy yo quien decide.

Y sé que Pacamambo no es más que una historia

Que mi abuela me contaba a la hora de dormir,

Pero es bella,

Y es grandiosa,

Y contra eso tú no puedes hacer nada,

Porque está en mi mente,

En mi corazón,

En mis sueños.

A mi abuela, puedes llevarla contigo también,

Page 40: Paca Mambo

Pero jamás podrás tocar mi cabeza,

Ni todo lo que me pasa al interior.

Y si un día, mañana por la mañana,

Me despierto con ganas de pensar en ella,

Tú no podrás hacer nada contra eso.

LA MUERTE: Sabes, Julia,

Mi objetivo no es hacer daño

Ni poner triste a nadie.

Soy una prueba de la existencia,

Como la vida.

Si aceptas vivir,

Aceptas, sobre todo, morir.

Son las reglas del juego.

Y ahora, creo que te voy a dejar, Julia.

JULIA: ¡¿Ya?!

LA MUERTE: Sí, ya me retrasé bastante.

JULIA: ¡Pero si acabas de llegar!

LA MUERTE: Ves, pequeña Julia,

Me desprecian mucho

Pero se acostumbran rápidamente a mi presencia.

Voy a dejarte

Antes de que te encariñes demasiado conmigo,

Y yo contigo

Me voy, me despido, Julia,

Hasta uno de estos días.

No inmediatamente,

Page 41: Paca Mambo

Pero un día,

Cuando sea tu turno, me verás llegar.

Habrás vivido una larga vida,

Conocido alegrías y tristezas.

Habrás amado,

Habrás tenido hijos,

Nietos a los que tú también les hablarás de Pacamambo,

A quienes les dirás que los blancos son negros,

Y que los negros son blancos,

Y ellos sentirán una gran tristeza al verte partir conmigo,

Y como el tiempo habrá pasado,

Quizá estarás un poco contenta de volverme a ver.

Si es así, te felicitaré,

Porque, Julia

Habrás comprendido tanto como tu abuela,

Que hay cosas que yo, La Muerte,

No podré llevarme jamás:

El recuerdo, el amor y la amistad.

Solo los que entienden eso

Pueden aún tener la esperanza

De encontrar nuevamente el camino que conduce a Pacamambo.

Hasta entonces, Julia.

Te deseo una buena vida.

La Muerte sale.

10. LUZ

Page 42: Paca Mambo

EL PSIQUIATRA: Cuando te encontraron

Te estabas asfixiando.

Pasaste muy cerca de la muerte.

JULIA: Puede ser,

Pero hoy, sé que hay una tierra

Que lleva el nombre de Pacamambo,

Y eso, usted jamás podrá entender lo que es.

Escuché los golpes secos sobre la puerta.

Escuché también cuando la puerta se cayó.

Y después, de pronto, todos los gritos de los hombres.

También escuché su horror cuando me vieron acostada

Al lado de mi abuela.

Escuché, sobre todo, gente

Que tenía verdaderamente miedo de La Muerte.

Pero hoy, yo,

Sé que estoy completamente sola en el camino-

Mi abuela se fue,

Y los demás piensan que estoy triste.

Estoy triste, es verdad.

Pero hoy, es otra cosa.

Otra cosa,

Algo que se parece más al amor.

Usted me pidió que le contara una historia.

No es fácil cuando una es joven,

Pero lo que puedo decirle,

Es que amé a una mujer buena

Page 43: Paca Mambo

A la que llamaba abuela.

Una mujer que no era bella,

Ni rica,

Ni nada de nada.

Pero que yo amaba porque me cuidaba.

La amaba,

Y yo, tengo ganas de amar hasta la muerte.

Es la única manera de encontrar el camino que conduce a Pacamambo.

No invento nada,

Fue La Muerte quien me lo dijo.

Se lo juro.