Blai Fajardo Montañés El documental Comunicació Audiovisual 2009-2010 Universitat de València MEETING PEOPLE IS EASY un documental sobre Radiohead
Mar 03, 2016
Blai Fajardo Montañés
El documental
Comunicació Audiovisual 2009-2010
Universitat de València
MEETINGPEOPLE
ISEASY
un documentalsobre Radiohead
¿Radiowho?
Radiohead comenzaron su carrera musical como tantos otros grupos a la
sombra del éxito de formaciones de rock alternativo como U2, a finales de los 80.
Eran y son cinco: Thom Yorke (voz, guitarra), Jonny Greenwood (Guitarra,
sintetizador, programación), Ed O'Brien (guitarra, efectos), Colin Greenwood (bajo) y
Phil Selway (batería, percusión). Radicados en Oxfordshire y procedentes de familias
de clase media, a diferencia de los integrantes de la también boyante escena punk, sus
primeras incursiones en la música podrían no haber dado más de sí y haberse perdido
en la corriente de los últimos coletazos de los Smiths, nuevos estilos como el
shoegazing, liderado por My Bloody Valentine y las grandes batallas1 por un género
alejado y denostado como el brit-pop, ya entrada la década de los 90. Inicialmente
conocidos como On a Friday, nombre elegido por el día en que solían cederles el
estudio de su colegio de Abingdon para ensayar, pusieron en circulación cuatro
cassettes de demos bajo este nombre, pasando en 1991 y a petición de la discográfica
que los había contratado, EMI, a su denominación definitiva, Radiohead.
1 La disputa por el liderazgo en las listas de éxitos de dos grupos británicos, Blur y Oasis, llevaron a la prensa sensacionalista nacional a crear una especie de rivalidad malsana, aparentemente con el único objetivo de aumentar las ventas de su mismo producto. No existen, aparte de las declaraciones en el tono habitual de los Gallagher, pruebas de que existiera una verdadera animadversión entre los componentes de ambos grupos. Sin embargo, la discusión creada artificialmente acabó trasladándose, como era esperable, a los fans de uno y otro grupo.
1
Discografía de Radiohead hasta la fecha
Su estilo entonces, influido en gran medida por grupos de sonido cercano al
post-punk como Joy Division, Pixies, R.E.M. O Sonic Youth, no se vería reflejado en
el que fue el primer éxito del grupo a nivel mundial: Creep, más parecido al estilo de
Scott Walker. Lanzado como single del primer álbum de la banda, Pablo Honey, en
un principio apenas tuvo difusión en las radios inglesas y cuando la tuvo fue, como en
el caso de BBC Radio 1, para eliminarla de sus listas por “demasiado deprimente”2. Lo
cierto es que el tono general del nuevo éxito no era especialmente optimista, incluso
para un público hecho a la temática grunge como el estadounidense. Ganaría, a pesar
de ello, presencia en EEUU a principios de 1993, en gran parte promovida por la
máquina audiovisual de “crear” hits MTV. En menos de un año habían conseguido lo
que muchos otros grupos británicos llevaban lustros intentando: triunfar en el otro
lado del Atlántico.
El éxito repentino obligó a Radiohead y a su discográfica a improvisar una gran
gira de más de 150 conciertos en el mismo año 1993. Tratando de no repetir en
ningún caso la misma setlist y con un solo LP en su haber, agotaron su repertorio una
y otra vez siendo el tema más demandado, por supuesto, el single Creep: en
ocasiones, el público que atendía sus
conciertos pedía a gritos la canción, la
tocaban y al finalizar la sala quedaba
prácticamente vacía. Creep se convirtió
en una especie de cliché, un hit casual
que acabó quemado para el grupo, pero
en especial para Thom Yorke quien lo
enterró desde 1997 hasta 2001. Con la
presión de su discográfica de crear otra
bomba musical, Radiohead empezaron
en 1994 a componer el que sería su
segundo disco, The Bends, que tendría en el año siguiente una acogida algo escéptica
en un principio, pero positiva según pasaron los meses. High And Dry, Just y Fake
2 Fuente: entrevista en Melody Maker 25/03/1993 → http://bit.ly/9T70MQ
2
Thom Yorke dirige el micrófono hacia el público mientras suena Creep, harto de la canción (1998)
Plastic Trees fueron singles que, a pesar de diferir de la fórmula de Pablo Honey (más
sintetizadores, riffs complejos) también tuvieron su lugar en las listas de éxitos
británicas y en menor medida en el resto del mundo.
Una vez adquirido cierto reconocimiento por parte de la crítica y el público, y
habiendo girado The Bends de una forma menos precipitada e intensa que el primer
álbum, grabaron y lanzaron en 1997 el que sería su disco emblema y hasta ahora
considerado uno de los grandes de la década de los 90. OK Computer cambiaba las
estructuras habituales de la composición con canciones sin estribillo, menos
introspectivas y más observadoras de la realidad: a diferencia de los anteriores, este sí
podía considerarse casi un álbum conceptual que trata temas como la globalización,
el consumismo y la alienación social. OK Computer llega al número 1 del ranking
3
OK Computer aparece en 496 listas de "Los mejores álbumes de la historia". Fuente: BestEverAlbums.com → http://bit.ly/bm3HKO
británico y la crítica especializada se deshace en elogios hacia él, por razones que el
grupo en su momento no se explica3 pero que, cómo no, admite como legítimas. La
gira de promoción de OK Computer debía estar a la altura del éxito del LP, por lo que
el grupo firmó 138 conciertos, contándose entre los primeros el de Barcelona en la
sala Zeleste. Desde las primeras actuaciones de esta gira, el grupo mostró ciertos
síntomas de agotamiento que arrastrarían hasta el último de los conciertos, en París,
a punto de entrar en 1999.
Y es aquí donde debemos detenernos en el relato de la historia del grupo (que
seguirá hasta la actualidad con 4 álbumes más y cambios mayores en el estilo): la gira
Against Demons, que es como se denominó a la de presentación de OK Computer,
atrajo paradójicamente a los demonios personales del grupo. La aceptación del
trabajo de 1997 fue tan sobredimensionada que, más que los numerosos directos que
ofreció la banda por todo el mundo, era toda la atención mediática que se les empezó
a prestar alrededor de aquellos lo que tomó por sorpresa a los componentes: nunca
antes habían tenido que ofrecer entrevistas a tres medios diferentes nada más bajar
del escenario, después de tres bises improvisados. Esto, para una personalidad
inestable y tendente a la depresión como la del vocalista Thom Yorke y, por
extensión, para el resto del grupo, era una fuente de estrés que casi llevó al grupo a su
disolución. Cabe recordar que esto ya había sucedido con la también intensa y
extensa gira de Pablo Honey, aunque en aquél caso no habían tenido el plus de
presión impuesta por los medios y avalada por la discográfica y el management del
grupo, explotando el filón de OK Computer.
Grant Gee y el por qué de Meeting People is Easy
Otra diferencia fundamental es la constancia que queda del agotamiento del
grupo. En la gira Against Demons será audiovisual, con un film documental titulado
Meeting People is Easy, construido desde el primer concierto por Grant Gee. Gee es
un director de cine que ha dedicado la mayor parte de su carrera a recoger
3 Fuente: entrevista en Select Magazine, 12/1997 → http://bit.ly/akB1Dp
4
instantáneas fílmicas de parte del recorrido de varios grupos musicales, así como cine
de creación siempre muy ligado a la música, cortometrajes, grabación de festivales
(Meltdown Festival 2000, Londres), etc. La parte más sustancial de su obra la
componen documentales como el presente, Meeting People is Easy; seguimientos de
bandas con largo recorrido como U2; de reciente creación como el grupo “virtual”
Gorillaz (tras la concepción del cual se encuentra el líder de Blur, Damon Albarn,
entre otros) (2005), o incluso una completa retrospectiva sobre Joy Division (2007)
en la que analiza sus orígenes, la intensa aunque truncada carrera y el legado a la
cultura.
El director Grant Gee, según él mismo en una entrevista4, planteó Meeting
People is Easy como un reto documental en el que no se seguiría una dinámica, por
así decirlo, tradicional, tanto en construcción argumental como estética. En esta obra
están ausentes los recursos clásicos como las respuestas del grupo a un “entrevistador
supuesto” al que exponen su filosofía vital o musical, las relaciones de los
componentes con sus familias, allegados o incluso entre ellos mismos. Precisamente
el enfoque de este documental exige que su creador se mantenga relativamente al
margen. Grant Gee compara los procedimientos de Meeting People is Easy con los de
la tele-realidad, salvando las distancias: “We were putting little surveillance cameras
in the band's dressing room and it
felt like we were working along the
same lines as people who were
developing reality TV. We were
doing it in a slightly more arty
way, but it's the same as "Big
Brother," what we were doing with
that band, seeing them locked in
their bubble.” [Poníamos pequeñas
cámaras de vigilancia en el vestuario
del grupo y parecía que
4 Fuente: entrevista a Grant Gee en IFC.com → http://bit.ly/cGBgEZ
5
Una cámara de vídeo frente al espejo para captar toda una escena
trabajábamos en la misma línea que la gente que hacía tele-realidad. Lo hacíamos de
una forma más “artística”, pero lo que hicimos con ese grupo es lo mismo que Gran
Hermano, verlos encerrados en su burbuja].
Observadores externos
Por regla general, los componentes del grupo no atenderán a la presencia de la
cámara, dándose incluso situaciones en las que se captan reflexiones en voz alta o
escritas por Thom Yorke en “auto-notas” sin una intención clara de establecer ningún
diálogo; lo que ocurre a cambio es que se puede observar algo poco habitual para las
personas externas a la vorágine que es
la promoción de un producto musical y
más como el que fue OK Computer:
cómo se establece la agenda de un
grupo y qué consecuencias tiene
seguirla. En otras palabras, la parte
invisible de una gira, y de esa parte
invisible una división puramente
mercantilizada, sin camerinos ni
tiempo para la divagación gratuita.
El cuerpo del documental, su centro de gravedad, no es en absoluto una visión
positiva del éxito artístico como reflejaran filmes “por y para el fan” como Sonic
Youth, Sleeping Nights Awake (Michael Albrigh y Project Moonshine5, 2007), o
sencillamente sin una historia al uso y con el puro (y legítimo, por qué no) objeto del
recreo en las imágenes, como es el caso de Heima (Dean DeBlois, 2007) sobre el
grupo islandés Sigur Rós. Más bien es un compendio de recursos audiovisuales
destinados a recrear en el espectador los sentimientos y reacciones del grupo sin la
necesidad de hacerlos explícitos mediante la exposición a cámara: basta con observar
5 Project Moonshine fue un colectivo de estudiantes de entre 15 y 19 años a los que su instituto dotó de cámaras de vídeo digital y de acceso a los entresijos del concierto de Sonic Youth en Reno en 2006, pudiendo filmar a la banda y obteniendo así una perspectiva no profesional que incluía entrevistas redactadas por los mismos alumnos. Actualmente desarrolla otras actividades similares. +Info → http://projectmoonshine.org/
6
Colin Greenwood, agotado en la cuarta entrevista del día
a través de la mirilla para adivinar el grado de satisfacción de los componentes con la
calidad de las preguntas en una entrevista, o la atmósfera incómoda que, sin más que
un saludo, se crea con la presentación de altos cargos de la discográfica. Son de gran
relevancia por tanto los apoyos visuales para poder apreciar las posturas corporales,
expresiones faciales, etc. así como los momentos de “confusión sonora” tanto dentro
como fuera de las entrevistas (exteriores grabados con su sonido ambiental, sonidos
sintéticos imitando al “ruido blanco” por encima de las imágenes).
What is music to you? What is music to you?
Las entrevistas, jalonadas con fragmentos de actuaciones en directo de la
misma gira de promoción, son el fundamento y la línea principal de la no-historia:
vienen a configurar una línea creciente de profesionales de todo tipo de medios de
comunicación y procedentes de los distintos países por donde pasa la gira, haciendo
su trabajo rutinario, que es disparar una batería de preguntas y anotar las respuestas
de forma más o menos precisa. La percepción que se consigue con este crescendo,
entrevistas cada vez más juntas y rápidas, es de una clase de periodismo en la que se
persigue la respuesta sustanciosa con un mínimo esfuerzo en la concepción de la
pregunta. En otras palabras, que aplicando un cuestionario casi estándar se pueda
acceder a los puntos de vista y declaraciones más relevantes de los miembros de la
banda. Las cuestiones manidas, clichés, off-topics y las preguntas pretendidamente
profundas son una constante: “¿Qué es, para usted, la música?” “En cuanto a
Paranoid Android y otras canciones del álbum... ¿Le gusta el tema de la ciencia-
ficción?”... en este momento, el plano se corta con un simple titubeo previo a la
respuesta de Ed O'Brien, que parece completamente fuera de juego. “¿Cree que el
álbum es una especie de mantra?” La respuesta a esta última pregunta, por parte de
Yorke, es un giro inesperado (para el periodista) al sinsentido de la propia pregunta:
“Es blanco... y brillante” “¿El qué?” “El álbum. Es blanco y brillante”.
Otro de los periodistas manifiesta más si cabe la procedencia “precocinada” de
las preguntas: “¿Qué hay de las influencias de Génesis?”. Radiohead nunca han
7
tenido, siquiera para el oyente casual, conexión alguna con el veterano grupo liderado
por Phil Collins. La conexión entre periodista y músico se revela entonces tan
imposible como mantener una conversación pretendidamente informal con una
periodista japonesa que poco o nada conoce el inglés nativo del grupo, como de hecho
sucede. También sucede que, en un determinado momento, se hace un notable
montaje de audio con voces de periodistas realizando una y otra y otra vez
exactamente la misma pregunta; o se confiesa Colin Greenwood durante la entrevista
que transcurre en la imagen de la página anterior, “I hate interviews. I used to love
them” [Odio las entrevistas. Antes me gustaban].
La reflexión está servida, pues: ¿hasta qué punto debe venderse la simpatía y la
verborrea como merchandising a cambio de promoción, ventas y fama? ¿debe
marchar junto a ellas el insomnio o la depresión para contentar a la industria que ya
se ha apuntado un tanto con el éxito del álbum? La actitud de Radiohead hacia la
exigencia continua, al menos según es mostrado en el documental, es de agotamiento
de la paciencia pero también de débil resignación, lo que lleva a preguntarse si no
quisieron (aunque lo indicado sería si no pudieron) abortar la gira y dejar las quejas a
un lado. Su postura frente a la maquinaria empresarial y de marketing, en un apunte
ya fuera de lo estrictamente concerniente al documental, iría agriándose con el paso
de los años hasta romper relaciones con EMI y editar el último LP hasta la fecha, In
Rainbows, con un sello independiente y con formas de distribución alejadas de los
cauces tradicionales: se puso a disposición de los internautas la edición completa del
álbum con el precio a decidir por el propio “consumidor”, que podía ser cero si así lo
decidía6.
Modelos a tiempo parcial
Alternando con los fragmentos de entrevistas podemos encontrar también, en
casi una decena de ocasiones a lo largo de la película, la preparación y ejecución de
sesiones fotográficas en las que se dispone a la banda sobre fondos, ya sean casuales
6 Fuente: El País 01/10/2007 → http://bit.ly/a8Tr4p
8
(el hotel donde se alojan) o de estudio
para su publicación en revistas, folletos y
demás aparataje promocional. El
tratamiento de estas escenas es
destacable por las pocas líneas de
diálogo inteligible entre los componentes
del grupo y los del equipo de fotografía:
la impresión resultante es de hábito
tanto de unos como de otros a un mero
trámite, obedeciendo el grupo las órdenes posturales, de actitud y mirada como
escribiendo un dictado, mecánico, sin necesidad de protestas. De hecho, hacia el
último tercio de la película y en una de estas sesiones, la edición del vídeo se acelera
de forma que la imagen y el sonido de los flashes se va aproximando entre sí hasta la
confusión total, dando sentido al riesgo de ataques epilépticos que se anuncia en la
contraportada. Hay que contextualizar, sin embargo, la extensión de estas sesiones
fotográficas con el tiempo en el que se desarrolla el documental: en la década de los
90, las revistas musicales mainstream se encontraban aún en buen estado de salud y
las grandes podían permitirse reportajes y exclusivas; las más modestas se
conformaban con una reseña y material visual adquirido, pero aún así eran
necesarios tantos disparos como fueran posibles. Hoy la situación no es radicalmente
distinta en toda la prensa musical pero sí en lo que respecta, concretamente, a
Radiohead: son mucho menos habituales en las portadas a pesar de haber hecho
lanzamientos relevantes. Tal vez se deba a una nueva política de grupo o a que
siempre habían deseado tener el poder de decidir cuándo se les tomaba una imagen,
pero hasta el momento han salido a la luz bien pocas fotografías comerciales y sí un
gran número tomadas por los propios componentes, en la mayoría de ocasiones
durante las sesiones en el estudio de grabación. El caso de las fotografías es
especialmente llamativo cuando Radiohead hacen su parada en Japón, un país que
vive excepcionalmente el fenómeno fan y más si procede de occidente, aunque no se
trate en absoluto de una boy band, formaciones donde este fenómeno está
tradicionalmente arraigado. En este lugar será incluso el público de la calle quien se
9
acerque constantemente a tomar imágenes con la banda, ya no solamente los
fotógrafos profesionales.
Casi tan omnipresentes como las sesiones fotográficas son las apariciones del
grupo en el medio radiofónico. Como pequeñas muestras, en vez de entrevistas
completas se nos ofrecen las cuñas que, aparentemente, es costumbre que graben los
propios componentes antes de empezar un programa dedicado a ellos, pronunciando
con sus voces su nombre, el de la cadena y la frecuencia, palabras más o menos. Se da
a entender mediante la repetición, como
en los demás aspectos, que esto parece
entretenido las diez primeras veces, y
que la undécima, si además es
imprescindible pronunciarla en francés,
pierde la gracia original. Son, de nuevo,
los propios miembros los que deben
hacer de su imagen un producto
publicitario que no se puede ligar a sus
aptitudes musicales, se convierten en un
nombre que por el mero hecho de ser
pronunciado ya propone ser considerado parte de un estatus superior. No basta con
dar los tres bises anteriormente mencionados, hay que darlos también en la
promoción, crear un buzz constante atascando los medios.
Virados al negro
Hemos hablado de entrevistas, sesiones fotográficas y grabación de cuñas
radiofónicas, pero en la estructura del documental también se integran pasajes que
aportan cierta base y recreo audiovisual a la vez que dan cuenta de “la cara visible” de
la gira de Radiohead. Se encuentran en equilibrio estos pasajes con los más ricos en
contenido -texto, diálogos, acciones relevantes- por lo que no puede decirse que sea
su único objetivo aligerar la carga en la hora y media que dura el documental, sino
10
Colin Greenwood grabando una cuña para una radio francesa
más bien complementar y traducir a lenguaje musical lo que se ha dicho en palabras.
Esto es más cierto cuando observamos la congruencia entre el cansancio de Thom
Yorke y su actitud en alguno de los conciertos como el referido en una de las
imágenes de las primeras páginas. Por tanto se proyectan fragmentos de diferentes
conciertos, la gran mayoría en blanco y negro e incluso con técnica de infrarrojos para
ambientes normalmente oscuros. El blanco y negro no es exclusivo de los directos,
sino que se irá aplicando de manera aparentemente aleatoria a diferentes clips, como
momentos de hotel o el making of de uno de los videoclips. Además de estos
elementos, se introducen escenas cotidianas grabadas en las ciudades donde han ido
aterrizando. Estas suelen verse alteradas en la velocidad de los frames para jugar con
el tópico de la ciudad excesiva, rápida y fría mientras se solapan con otras imágenes,
ya sean estas las que van a aparecer en breves instantes (entrevistas) u otras que se
desvanecerán tal como han llegado. En general las escenas de la ciudad no tienen un
cometido preciso y sí que se podría hablar de transiciones y espacios musicales sin
mayor intención que la de dar una imagen coherente al sentir de toda la obra: el
desencanto con la gran campaña publicitaria en la que se convierte la música mal
entendida. O el mundo, mal entendido.
11