LA CONQUISTA CRUZADA DE CONSTANTINOPLA EN 1204franciscosuarezsalguero.es/wp-content/uploads/2017/11/Siglo XIII/Anyo 1204.pdf · ~ 1 ~ Francisco Suárez Salguero ha compuesto estos

LA CONQUISTA CRUZADA DE CONSTANTINOPLA

EN 1204

FRANCISCO SUÁREZ SALGUERO

~ 1 ~

Francisco Suárez Salguero ha compuesto estos escritos esmerándose en ofrecer

la crónica cronológica que el lector podrá aprovechar y disfrutar. Lo ha hecho

valiéndose de cuantas fuentes que ha tenido a mano o por medio de la red in-

formática. Agradece las aportaciones a cuantas personas le documentaron a tra-

vés de cualquier medio, teniendo en cuenta que actúa como editor en el caso de

algún texto conseguido por las vías mencionadas. Y para no causar ningún per-

juicio, ni propio ni ajeno, queda prohibida la reproducción total o parcial de este

libro, así como su tratamiento o transmisión informática, no debiendo utilizarse

ni manipularse su contenido por ningún registro o medio que no sea legal, ni se

reproduzcan indebidamente dichos contenidos, ni por fotografía ni por fotocopia,

etc.

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A MODO DE PRÓLOGO

NOTIFICACIÓN ACERCA DE TRES SANTOS

A modo de prólogo y a falta de otros asuntos o materias (por así decir) puede valer la

siguiente notificación de tres noticias sobre tres Santos: San Alberto Avogadro asume

su cargo patriarcal en Jerusalén, San Francisco de Asís largamente convaleciente de una

enfermedad y nacimiento de San Ramón Nonato en la comarca leridana de Segarra.

San Alberto Avogadro,1 de quien seguramente volveremos a ocuparnos cuando noti-

fiquemos su muerte, en 1214, asumió en este año 1204 en el que nos adentramos, el 17

de febrero, el cargo de patriarca de Jerusalén, siendo obispo de Vercelli (en el norte de

Italia). Es recordado por ser el primer legislador de los carmelitas2 (Orden religiosa que

se fue configurando como tal, en el Monte Carmelo, durante el siglo XII y ya en el

XIII). Se conmemora el 17 de septiembre.

Alberto había nacido a mediados del siglo XII. Recibió una esmerada formación en

Artes y Leyes, hasta optar vocacionalmente por la vida religiosa, ingresando, antes de

1180, en los canónigos regulares de San Agustín, comunidad de la Santa Cruz de Mor-

tara (Pavía), mientras un hermano suyo, San Bartolo,3 llevaba ya unos años entre los

eremitas carmelitas en el Monte Carmelo.

La primera fecha segura de su vida es la correspondiente al año 1180, cuando consta

que fue elegido prior de los mencionados canónigos regulares. En 1184, fue nombrado

obispo de Bobbio y en 1185 fue trasladado como obispo a Vercelli, diócesis en la que

permaneció durante 20 años desempeñando una encomiable labor pastoral.

1 Avogadro es apellido de una noble familia italiana.

2 Orden religiosa que, con tradición bíblica y partiendo de una sucesión de eremitas, se fue configurando

como tal en el Monte Carmelo durante el siglo XII. En medio de sus celdas o sencillas moradas, aquellos

eremitas construyeron una iglesia de uso común que dedicaron a la Virgen María, venerándola como Vir-

gen del Carmelo o del Carmen.

San Alberto Avogadro, patriarca de Jerusalén en 1204, habrá de elaborar la primera Regla del Carmelo,

entregada a los carmelitas en 1209, basándose en tres grandes pilares: vida contemplativa, meditación de

la Sagrada Escritura y trabajo o vida ocupada, industriosa y de sustento.

3 San Bartolo del Monte Carmelo, cuyo nombre real era Bartolomé Avogadro y de quien ya hemos ha-

blado en su momento, había marchado como cruzado a Tierra Santa. Murió hacia el año 1195. Tras la

derrota cristiana en 1187, permaneció en Antioquía. Durante su estancia allí conoció a un pobre que pedía

limosna a todo el que se le acercase. Bartolo Avogadro fue el único que le dio algo y desde aquel día se

ganó la confianza de los pobres. Fue por entonces cuando Bartolo tuvo una visión de Cristo quejándose y

denunciando el mal que hacían gran parte de los soldados cruzados. En el año 1155, viajó Bartolo al

Monte Carmelo y allí se quedó como ermitaño. El caso fue que en torno a Bartolo se fue formando una

intensificada vida religiosa comunitaria que ciertamente dio origen a la Orden del Carmelo. Así lo consi-

deran los carmelitas. En el santoral se celebra el 29 de marzo.

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En efecto, fue muy positiva su actividad, de gran importancia en lo político y di-

plomático. Con el contó la Santa Sede para el desempeño de varias misiones de mucha

relevancia eclesiástica y en relación a los reinos temporales. Por ejemplo, medió entre el

Papa Clemente III (1187-1191) y el emperador Federico I Barbarroja (1155-1190),

siendo posteriormente nombrado príncipe alemán o del Imperio por Enrique VI (1191-

1197). Logro de Alberto Avogadro fue la consecución de la paz entre Milán y Pavía en

1194, así como entre Parma y Piacenza en 1199.

Otra realización suya fue la relacionada con la bula que obtuvo del Papa Eugenio III

(1145-1153) por la que se colocó la abadía de San Columbano en Bobbio bajo la juris-

dicción episcopal, estableciendo allí un fondo de cien liras de Pavía para el sosteni-

miento y sustento de tres maestros (un teólogo, un gramático y un escritor o literato) en

la escuela catedralicia del lugar; reorganizó también el capítulo de canónigos de Biella,

disponiendo la elección de su preboste y reduciendo el número de canónigos según la

renta eclesiástica. Con el abad cisterciense Pedro de Lucedio, corrigió la regla de los

Umiliati4 que había aprobado el Papa Inocencio III a mediados de junio de 1201. El

sínodo de 1191 en Vercelli estableció la organización disciplinar de la vida religiosa de

la diócesis.5

El 17 de febrero de este año 1204 en que estamos, como queda dicho, el Papa Ino-

cencio III instó a Alberto Avogadro a que aceptara el nombramiento de patriarca de Je-

rusalén, habiendo sido elegido para ello por capítulo reunido del Santo Sepulcro.6 El

4 Orden religiosa que se originó en Lombardía y se extendió algo por Italia entre los siglos XII-XVI. Fue

uno de los varios movimientos espirituales surgidos en contraste con las costumbres relajadas y la riqueza

generalizada, a menudo ostentosa del clero, abogando por un retorno a una vida más austera y frugal o

más acorde con un sencillo estilo evangélico. Al principio fueron condenados esos movimientos como

propios de herejes, pero Inocencio III los fue regulando en gran medida. La Orden de los Umiliati (humi-

llados) fue abolida en 1571.

Los umiliati surgieron como movimiento laico y fueron regulados como adoptando opcionalmente tres

formas de vida diferentes:

Tercera orden, formada por terciarios en el sentido de devotos laicos, libremente asociados o a modo de

devotos “simpatizantes”.

Segunda orden, con regla pero sin llegar a adoptar vida monástica o comunitaria (una como a modo de

hermandades o cofradías).

Primera orden, más propiamente religiosa y de una dedicación comunitaria y pastoral.

5 Organización cuya influencia se mantuvo por muchos siglos y hasta no hace tanto.

6 Orden de Caballería que, como podemos recordar, se creó y se organizó en Jerusalén en el contexto de

la primera cruzada (1096-1099), bajo el directo protagonismo de Godofredo de Bouillón (muerto en

1100). Comenzó como confraternidad mixta y católica de clérigos y laicos peregrinos en torno a los San-

tos Lugares de la ciudad hierosolimitana.

La Orden del Santo Sepulcro se fundó concretamente en 1098, siendo la más antigua del mundo de su

naturaleza. Su objetivo primordial al fundarse fue el de proteger de los infieles el Santo Sepulcro del que

Cristo resucitó y su entorno basilical. Pronto se contó con 50 esforzados caballeros guardianes y protec-

tores al respecto. El rey Balduino I de Jerusalén (hermano de Godofredo), dio a la Orden su primer regla-

mento oficial, basado en la cisterciense Regla de la Orden del Temple y la del Santo Hospital. Hay que

destacar que entre los hechos más gloriosos de la Orden del Santo Sepulcro uno fue el de la lucha va-

lerosa que mantuvo al lado del rey Balduino I a partir de 1123, participando luego en los asedios cruzados

de Tiro (año 1124), Damasco (año 1148, ya en la segunda cruzada) y San Juan de Acre (año 1180).

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mencionado romano pontífice le concedió el palio, conllevando esta concesión la de ser

legado de la Santa Sede en el reino de Jerusalén. Y hay que señalar que San Alberto

Avogadro desempeñó allí una muy considerable e importante labor religiosa y política.

En 1206 ratifica el compromiso o contrato matrimonial entre el rey Hugo I de Chipre

y Alicia de Champaña.7 En el principado de Antioquía depuso al patriarca griego Si-

meón II, a quien había introducido allí el conde Bohemundo IV de Trípoli (y luego prín-

cipe de Antioquía), e intentó en vano liberar de su prisión al patriarca latino Pedro de

Angulema, el cual murió en dicha prisión. Por consejo de Alberto Avogadro los canó-

nigos de Antioquía eligen entonces a Pedro de Lucedio como nuevo patriarca.

San Alberto Avogadro intervendrá en muchos asuntos más del entorno oriental estan-

do en permanente conexión con Occidente. Puede que lo contemos al dar cuenta de su

muerte, a mediados de septiembre de 1214, asesinado en San Juan de Acre. Había sido

invitado a participar en el IV Concilio de Letrán (1215-1216), pero no tuvo tiempo para

desplazarse a Roma.

Entre 1206 y 1214 escribirá Alberto Avogadro la primera reglamentación o norma de

vida para la Orden del Carmelo. Será Regla desde el pontificado del Papa Inocencio IV

en 1247. Será normativa parca de medidas disciplinares y expresiva más bien de espiri-

tualidad orientada a la oración continua en la hondura de la meditación, insistiendo en el

necesario silencio para buscar a Dios y encontrarse con el Señor, en el debido recogi-

miento de su presencia.

La Regla –sobre la que puede que volvamos más adelante– afirmó o asentó como

fundamental: “Vivir en obsequio de Jesucristo y servirle fielmente con puro corazón y

buena conciencia”.

Para seguir las huellas de Cristo como estilo de vida, la dedicación de los carmelitas

ha de incidir sobre todo en lo siguiente:

- Desarrollar la dimensión contemplativa del ser humano abriéndose al diálogo con

Dios.

- Tratarse como hermanos con caridad plena.

- Meditar día y noche la Palabra del Señor.

- Orar juntos o solos muchas veces al día.

- Celebrar cada día la Eucaristía.

- Trabajar con las propias manos, como el apóstol San Pablo.

- Purificarse de toda mancha de pecado.

- Vivir pobremente, poniendo en común los pocos bienes que se han de tener.

Tras la caída de Jerusalén pasando a manos de Saladino en 1187, la Orden del Santo Sepulcro hubo de

desplazarse a Europa, extendiéndose esparcida por diversos lugares, como Polonia, Francia, Alemania y

Flandes. A partir de entonces, se dedicó al rescate de cautivos cristianos que estuvieran retenidos en poder

de los musulmanes. En España mostró mucho protagonismo o participación en las numerosas batallas de

la Reconquista.

7 Sucesores y herederos del reino de Jerusalén. Hugo era hijo de Amalarico de Lusignan (muerto en

1205) y de Eschiva de Ibelín (muerta en 1196). Alicia era hija de Enrique II de Champaña (muerto en

1197) y de la reina Isabel de Jerusalén (muerta en 1205).

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- Amar a la Iglesia y a todo el mundo.

- Conformar la propia voluntad con la de Dios, buscada dicha voluntad en la fe con

diálogo y discernimiento.

He aquí el texto:

[1] Alberto, llamado por la gracia de Dios a ser Patriarca de la Iglesia de Jerusalén, a los amados hijos en Cristo B. y los demás eremitas, que viven bajo su obediencia junto a la Fuente, en el Monte Carmelo, salud en el Señor y la bendición del Espíritu Santo. [2] Muchas veces y de diversas maneras los santos Padres dejaron establecido el modo como cada uno, sea cual fuere su estado o el gé-nero de vida religiosa que abrazó, ha de vivir en obsequio de Jesucristo y servirle fielmente con corazón puro y buena conciencia. [3] Pero como nos pedís que os demos una fórmula de vida adecuada a vuestro proyecto común y a la que deberéis ser fieles en el futuro. [4] Establecemos en primer lugar que tengáis a uno de vosotros como Prior, el cual será elegido para este oficio con el consentimiento unánime de todos o de la mayor y más sana parte. A él prometerán obediencia todos los demás y se esforzarán en mantenerla de verdad con las obras, juntamente con la castidad y la renuncia a la propiedad.

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[5] Podréis fijar vuestros lugares de residencia en los desiertos, o don-de quiera os lo ofrezcan adecuados y aptos para la observancia de vues-tro modo de vida religiosa, según el oportuno parecer del Prior y de los hermanos. [6] Además, teniendo en cuenta la situación del lugar en que hayáis decidido estableceros, cada uno de vosotros tenga una celda separada, según la asignación que el Prior habrá hecho para cada uno, con con-sentimiento de los otros hermanos o de la parte más madura. [7] Hágase esto, sin embargo, de manera que toméis en refectorio común lo que os repartieren, escuchando juntos algún texto de la Sa-grada Escritura, cuando esto pueda realizarse sin dificultad. [8] A ninguno de los hermanos le será lícito, a no ser con el permiso del Prior que entonces hubiere, el mudarse del lugar que le ha sido asig-nado o cambiarlo con otro. [9] La celda del Prior estará a la entrada del lugar donde viváis, para que sea el primero en acoger a los que acudan de fuera; y después, en todo cuanto haya de hacerse, procédase según su juicio y decisión. [10] Permanezca cada uno en su celda o junto a ella, meditando día y noche la ley del Señor y velando en oración, a no ser que deba dedi-carse a otros justos quehaceres. [11] Los que saben rezar las horas canónicas con los clérigos, deben recitarlas según cuanto han establecido los santos Padres y las cos-tumbres aprobadas por la Iglesia. Aquellos que no sepan, dirán veinte-cinco veces el Padrenuestro durante la oración litúrgica de la vigilia noc-turna, excepto los domingos y fiestas solemnes, en los cuales estable-cemos que el número antedicho se duplique, de manera que el Padre-nuestro se diga cincuenta veces. La misma oración se debe decir siete veces en los laudes de la mañana y en cada una de las otras horas, a excepción de las vísperas, en que se debe decir quince veces. [12] Ningún hermano diga que algo es suyo propio, sino que todo lo tendréis en común y a cada uno le será distribuido cuanto necesitare por mano del Prior, es decir, por el hermano por él designado para este me-nester, teniendo en cuenta la edad y las necesidades de cada cual. [13] Podréis poseer también asnos o mulos, según lo requieran vues-tras necesidades, y algunos animales o aves para el sustento.

~ 8 ~

[14] El oratorio, si se puede hacer cómodamente, construirlo en medio de las celdas y allí os reuniréis de mañana todos los días para participar en la celebración eucarística, cuando las circunstancias lo permitan. [15] Igualmente los días domingos, o en otros días si fuere necesario, reuníos para tratar de la observancia en la vida común y del bien espiri-tual de las almas. En esta ocasión corríjanse con caridad las transgre-siones y culpas de los hermanos, de haberlas en alguno. [16] Desde la fiesta de la Exaltación de la santa Cruz hasta el domingo de la Resurrección del Señor ayunaréis todos los días, excepto los do-mingos; a no ser que la enfermedad o la debilidad corporal y otro justo motivo aconsejen dispensar del ayuno, pues la necesidad no tiene ley. [17] Absteneos de comer carne, a no ser que se deba tomar como remedio en caso de enfermedad o debilidad física. Y porque, debido a los viajes, con frecuencia tenéis que mendigar el sustento, para no ser gravosos a quien os hospeda, podréis, fuera de vuestras casas, comer alimentos preparados con carne. En caso de navegación podéis también comer la carne. [18] Porque la vida terrena del hombres es tiempo de tentación y to-dos los que quieren llevar una vida fiel a Cristo se ven sujetos a perse-cución, y como además el diablo vuestro adversario anda como león ru-giente alrededor de vosotros, buscando a quien devorar, procurad con toda diligencia revestiros con la armadura de Dios, para que podáis re-sistir a las asechanzas del enemigo. [19] Ceñid vuestros lomos con el cíngulo de la castidad; fortaleced vuestros pechos con pensamientos santos, pues está escrito: el pensa-miento santo te guardará. Revestíos la coraza de la justicia, de manera que améis al Señor vuestro Dios con todo el corazón, con toda la mente, con todas las fuerzas, y a vuestro prójimo como a vosotros mismos. Embrazad en todo momento el escudo de la fe y con él podréis apagar los encendidos dardos del maligno; pues sin fe es imposible agradar a Dios. Cubríos la cabeza con el yelmo de la salvación, de manera que sólo la esperéis del Salvador, que es quien salvará a su pueblo de sus pecados. Finalmente, la espada del Espíritu, es decir, la Palabra de Dios, habite en toda su riqueza en vuestra boca y en vuestros corazones. Y lo que debáis hacer, hacedlo conforme a la Palabra del Señor. [20] Debéis hacer algún trabajo, para que el diablo os encuentre siem-pre ocupados y no suceda que, por vuestra ociosidad, pueda infiltrarse

~ 9 ~

en vuestras almas. Tenéis en esto la enseñanza y el ejemplo del apóstol San Pablo, por cuya boca habla Cristo y que ha sido constituido y dado por Dios como predicador y maestro de las gentes en la fe y en la ver-dad, si le seguís, no podréis equivocaros. Hemos vivido entre vosotros, dice, trabajando con fatiga noche y día para no ser gravoso a ninguno de vosotros. No porque no tuviéramos derecho a ser mantenidos, sino para daros en nosotros mismos un ejemplo que imitar. Ya estando entre vo-sotros repetimos con insistencia: si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque hemos oído que algunos de vosotros no trabajan y andan inquietos de acá para allá. Advertimos a esos tales y les exhortamos en el Señor Jesucristo a trabajar en sosegado silencio para ganarse el pan. Este camino es santo y bueno: seguidlo. [21] El Apóstol recomienda el silencio cuando ordena trabajar callando; de la misma manera el profeta afirma: el silencio favorece la justicia; y más todavía: en el sosiego y la esperanza está vuestra fuerza. Por eso establecemos que, recitadas las Completas, guardéis silencio hasta di-cha la Prima del día siguiente. Fuera de este tiempo, aunque no esté prescrito una tan rigurosa guarda del silencio, evítese con cuidado el mu-cho hablar; porque, como está escrito y la experiencia sobradamente enseña, en el mucho hablar no faltará pecado; y quien no se controla en el hablar encuentra su ruina. Igualmente, el que es desmedido en el ha-blar se daña a sí mismo. Y el Señor en el Evangelio: de toda palabra su-perflua que hablaren los hombres darán cuenta en el día del juicio. Cada uno de vosotros, pues, sopese sus palabras, y refrene rectamente su boca, para no resbalar y caer a causa de la lengua y su caída sea in-curable y mortal. Vigile sobre su conducta, para no pecar con sus pala-bras, como dice el profeta; y cuide atenta y prudentemente de mantener aquel silencio que favorezca la justicia. [22] Tú, hermano B., y quienquiera que después de ti fuere nombrado Prior, tened siempre en el pensamiento y poned en práctica lo que el Se-ñor dice en el Evangelio: el que quiera ser el más grande entre vosotros, será vuestro servidor; y el que quiera ser el primero entre vosotros, sea vuestro esclavo. [23] Y vosotros, hermanos, honrad humildemente a vuestro Prior, pen-sando, más que en su persona, en Cristo, que lo ha puesto sobre vo-sotros, y que ha dicho a los responsables de las iglesias: el que os es-cucha a vosotros a mí me escucha, y el que os rechaza a vosotros a mí me rechaza. Y no os encontraréis bajo juicio por el desprecio, sino mere-cedores, por la obediencia, del premio de la vida eterna.

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[24] Estas breves indicaciones os las hemos escrito con el fin de es-tablecer para vosotros la fórmula de vida, según la cual habréis de con-duciros. Si alguno está dispuesto a dar más, el Señor mismo, cuando vuelva, se lo recompensará. Hágase uso, sin embargo, del discerni-miento, que es el que modera las virtudes.

La segunda noticia en este a modo de prólogo es que San Francisco de Asís, entre

1203 y 1204 soportó convaleciente larga enfermedad en su casa, tras haber sido sacado

de la cárcel en Perugia, como contábamos en 1202. Se había resentido la salud de Fran-

cisco, que no era precisamente de sobrada robustez. Le dejó sus secuelas aquella derrota

y aquel cautiverio prolongado durante un año, en condiciones carcelarias más bien pe-

nosas y poco saludables, desde el desgraciado episodio habido en Collestrada, junto a

Ponte San Giovanni. Respecto a la naturaleza de aquella enfermedad de Francisco, los

historiadores sólo formulan conjeturas. De todos modos, los datos históricos dan pie a

que pudo haber contraído malaria, enfermedad epidémica que asolaba por doquier en

Italia durante prácticamente toda la Edad Media.

Seguiremos contando en adelante la vida de San Francisco de Asís.

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Y acabamos contando la tercera de las noticias de santoral en este a modo de prólogo

al año 1204. Resultó que en este año nació San Ramón Nonato, Ramón Sarrog, catalán

que con el tiempo será mercedario y que vino al mundo en Portell,8 en la comarca leri-

dana de Segarra. Lo de pasar a ser llamado Nonato se debe a que nació siendo extraído

del cuerpo ya difunto de su madre (mediante práctica de cesárea). Ya iremos contando

más, en adelante, de este Santo.

De momento, lo cierto fue, según relata la tradición, que sus padres desearon tener un

hijo. Cerca del pueblo había una ermita dedicada a San Nicolás de Bari. Allí, ante la

sagrada imagen de la Virgen María con el Niño Jesús, la futura madre acudía para orar,

buscando consuelo y esperanza de gestar en ella una nueva vida, un hijo. La Virgen la

escuchó y el niño Ramón fue gestándose en el vientre de su madre. Pero ocurrió lo

trágico. Volviendo un día de la ermita a su casa muere la madre. Entonces, el vizconde

Ramón Folch de Cardona estaba por allí de cacería, y al ver a la mujer tendida en el

suelo, sin vida, se inclinó sobre el cuerpo difunto y, como por una divina inspiración,

rasgando con su daga el vientre de la mujer, extrajo del seno al niño, naciendo así aquel

hijo. A los pocos días fue bautizado con el nombre de Ramón, por ser el nombre del

vizconde, comprometiéndose a cuidar de él como ahijado y como si fuera su hijo.

8 Lugar famoso por su monasterio, conocido popularmente como el Escorial de la Segarra, debido a su

estilo arquitectónico. En las afueras de la población, de nombre actual San Ramón, se hallan las ruinas del

castillo de Manresana y las del de Mejanell. En los núcleos de Gospí y Portell también existen las ruinas

de sendos castillos con el mismo nombre.

Los huesos de San Ramón, depositados en el monasterio, fueron destruidos por tropas republicanas en

los años treinta del siglo XX.

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AÑO 1204

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REINO DE NORUEGA

El 1 de enero de este año 1204 murió el rey Haakon III de Noruega, en Bergen, en

cuya catedral recibió sepultura.9 Reinó desde 1202 liderando a los conocidos como bir-

kebeiner.10

Fue hijo ilegítimo del rey (birkebeiner) Sverre I (muerto en 1202).11

Como Sverre no tenía más hijos varones en el momento de su muerte, pudo antes

nombrar sucesor suyo a Haakon III, dejándole una carta escrita en la que le exhortó a

reconciliarse con la Iglesia, valedora de los bagler, para ir acabando con el mucho tiem-

po de conflicto y guerra civil. En cuanto murió Sverre, los birkebeiner se reunieron en

asamblea, en Nidaros, y Haakon fue elevado al trono.

Las negociaciones con la Iglesia fueron casi inmediatas.12

Regresaron a Noruega los

obispos, exiliados desde hacía tiempo en Dinamarca, como podemos recordar, levantán-

dose sobre el reino el interdicto que había recaído en el excomulgado Sverre.

Se comentó mucho el realce de popularidad que fue adquiriendo el rey Haakon III,

mientras los bagler, con un apoyo más restringido de la Iglesia hacia ellos, disminuido

también el apoyo de los campesinos, perdieron fuerza.

El contrincante rey bagler, Inge Magnusson, como podemos recordar, murió asesi-

nado en el otoño de 1202, apareciendo entonces un nuevo pretendiente bagler; Erling

Steinvegg (apodado Muro de Piedra).13

9 Tendría treinta y tantos años de edad, pues nació, probablemente, en la década de 1170, en las islas

Feroe, antes de que su padre, Sverre I, abandonara aquellas islas para reclamar el trono noruego.

10

A quienes nos referimos siempre que se requiere, en el contexto de las prolongadas guerras civiles no-

ruegas (entre los años entre 1130-1240). Haakon es mencionado por primera vez en la Saga de Sve-

rre como uno de los comandantes de los ejércitos de su padre en una batalla contra los bagler (la facción

contraria a los birkebeiner), librándose dicha batalla en Oslo en el año 1197. Posteriormente aparece men-

cionado en varias ocasiones guerreando contra los bagler.

11

Según el historiador noruego Peter Andreas Munch (1810-1863), la madre de Haakon III podría haber

sido Astrid Roesdatter, hija del obispo Roe de las islas Feroe, sin que esto lo corroboren otros histo-

riadores.

12

Según parece.

13

Supuestamente hijo ilegítimo de Magnus V (muerto en 1184), se erigió en Dinamarca como nuevo

candidato de los bagler. Sin embargo, las pocas posibilidades de éxito le hicieron desistir de entrar en

guerra contra los birkebeiner de Haakon III, realmente el único soberano noruego.

Al morir Haakon III, en este año 1204, como estamos contando, la corona noruega recae, como ense-

guida veremos, en Guttorm, un niño de 4 años de edad. La debilidad del nuevo gobierno constituyó el

momento propicio para que Erling Steinvegg se levantase en armas a principios de 1204 y fuese nom-

brado rey de los bagler. Erling se sometió a la ordalía (bastante usual en Noruega) para probar su as-

cendencia real, y contó con el respaldo del obispo de Oslo y del rey Valdemar II de Dinamarca, el cual

llegó a Tønsberg con una gran flota de guerra.

~ 15 ~

Nunca se llevó bien Haakon III con su madrastra Margarita Eriksdotter, viuda de Sve-

rre I. Ella, sueca, quiso regresar a su tierra llevándose a su hija Cristina, pero Haakon

ordenó que Cristina debía permanecer en Noruega.

Durante la Navidad de 1203, no encontrándose bien el rey Haakon, se le practicó una

sangría14

que no le curó sino que corrió el rumor (y así lo contamos) de que había sido

envenenado por Margarita. Encontrada culpable tras la prueba de la ordalía, Margarita

tuvo que irse a Suecia.

HaakonIII murió sin haberse casado nunca y sin dejar descendencia.15

Le sucede en el

trono de Noruega Guttorm Sigurdsson o Guttorm I, un niño de 4 años de edad, hijo de

Sigurd Lavard16

y nieto de Sverre I.

La guerra civil contra Guttorm (que muere en agosto de este 1204) y luego, como veremos, contra Inge

II, fue bastante intensa. Los bagler lograron el control en la región de Viken, pero Erling muere en marzo

de 1207. Le sucederá entre los bagler Felipe Simonsson, cuya muerte seré en 1217.

Erling Steinvegg tuvo como descendencia dos hijos ilegítimos: Magnus Erlingsson (nacido en 1199 y

muerto a temprana edad) y Sigurd Ribbung, cuya muerte será en 1226.

14

Práctica médica con la que se trataban antiguamente ciertas dolencias y males o enfermedades. Du-

rante siglos se pensó que en la sangre estaba la principal causa de muchas enfermedades, de modo que

extraerla podía remediar que el mal se estancara en el cuerpo (sólo que era peor el remedio que la en-

fermedad). Los médicos sangraban a los enfermos mediante copas de succión o recurriendo incluso a

sanguijuelas, con la intención de limpiar el organismo a través de una hemorragia que consideraban

revitalizante.

Sin embargo, lo que muchas veces conseguían con esa práctica era debilitar aún más a la persona e in-

cluso en algunas ocasiones, por indefensión orgánica, les provocaban la muerte. Menos mal que con el

avance de la medicina a principios del siglo XIX se dejó de poner en práctica esta técnica, pues se cons-

tató su inutilidad y sus riesgos para la salud del paciente.

Actualmente la sangría sólo se aplica en casos muy concretos, de hemocromatosis, por ejemplo, de

manera que permita la liberación del exceso de sangre que provoca esta enfermedad. Además, como es

lógico, la persona a la que se le aplica recibe una compensación de plasma para evitar los efectos de esta

pérdida de sangre.

15

Pero en 1206, una concubina suya, conocida como Inga de Varteig, afirmará tener un hijo póstumo de

él, que será Haakon IV, rey de Noruega entre los años 1217-1263.

16

Sigurd Lavard Sverresson (muerto hacia el año 1200) fue el hijo mayor e ilegítimo del rey Sverre I. El

apodo Lavard es un epíteto que probablemente deriva de una palabra en nórdico antiguo con significado

de señor.

Como figura política, Sigurd aparece por primera vez en los conflictos que se desataron en Nidaros du-

rante el mes de noviembre de 1181, cuando un rival de Sverre, Magnus Erlingsson (Magnus V, muerto en

1184), ocupó la ciudad. Según el historiador Saxo Grammaticus (muerto en 1208), Sigurd nació cuando

su padre permanecía aún en las islas Feroe, y le llamaron Unås, en honor al hombre que entonces se

pensaba que era padre de Sverre. Más tarde, cuando Sverre se proclamó hijo de Sigurd Munn (Sigurd II,

rey de Noruega entre los años 1136-1155), cambió consecuentemente el nombre de su hijo. Sverre se

proclamó rey de Noruega encabezando una rebelión contra el rey Magnus. Éste fue derrotado y muerto,

como queda dicho, en 1184, pero en 1196 sus antiguos aliados se unieron para formar la facción de los

bagler. El primer encuentro entre Sverre y los bagler tuvo lugar en algún sitio de la costa de Ranrike

(sureste de Noruega). Como podemos recordar, Sverre dio a Sigurd Lavard la responsabilidad de guardar

una ballesta que él había construido. No obstante, durante la noche, los bagler lanzaron un ataque sor-

presa. Sigurd y sus hombres fueron sorprendidos, viéndose forzados a huir y la ballesta fue destruida.

~ 16 ~

Guttorm fue nombrado rey de la facción birkebeiner en Nidaros, sabiéndose que los

birkebeiner dominan el país. Quien realmente domina la situación es Haakon el Loco,17

comandante del ejército y tutor o regente del pequeño Guttorm, el cual enfermó repen-

tinamente, en agosto de este año 1204. Falleció el día 11 de este mismo mes y año. Re-

cibió sepultura en la catedral de Nidaros.

A Guttorm le sucede Inge II (Inge Bårdsson), hijo legítimo y único del matrimonio

formado por Bård Guttormsson y Cecilia Sigurdsdatter.18

Bård Guttormsson fue uno de los más leales seguidores de Sverre I y Cecilia Sigurds-

datter era hija del rey Sigurd II, a quien podemos recordar,19

y media hermana de Sve-

rre.

Como sabemos, Sverre murió en 1202; su hijo Haakon III y su nieto Guttorm en este

1204. Pasó pues que los birkebeiner se quedaron sin un sucesor de Sverre para nom-

brarlo rey. Entonces, aprovechando la situación de la sucesión, los bagler, rivales y ene-

migos de los birkebeiner, se levantaron nuevamente en armas desde casi primero de año

(1204) dirigidos por Erling Steinvegg.20

Para enfrentar al enemigo, por parte de los birkebeiner se hizo necesaria la elección de

un nuevo rey con capacidad de mando y con real autoridad. Entonces los jefes de los

birkebeiner propusieron a Haakon el Loco, un medio hermano de Inge, hijo también de

Cecilia, pero el arzobispo Erik de Nidaros y el campesinado de Trøndelag apoyaron a

Inge, quien ya había gobernado acertadamente en Trøndelag en el corto reinado de

Guttorm I. Finalmente, se llegó a un pactado acuerdo: mientras Inge sería el nuevo rey,

Haakon el Loco sería el jefe del ejército. Ya iremos viendo el desenvolverse del reinado

de Inge II.21

Sigurd no recibió más confianza ni responsabilidades tras el suceso. Sigurd Lavard murió cuando aún vi-

vía su padre.

17

Apodado el Loco puede entenderse también como el Furioso en cuanto su forma de guerrear, muy a la

manera vikinga clásica. Fue un poderoso jarl de los birkebeiner. Su muerte será en 1214.

18

De mucho abolengo vikingo o ascendencia considerada de gran prestigio en Noruega. Precisamente

con Inge II se entra en la fase final y resolutiva de las guerras civiles noruegas. Líder de los birkebeiner,

Inge II se enfrentará a los bagler pero alcanzando finalmente la paz con ellos, en 1208, mediante con-

cesiones territoriales que contentaron a sus rivales.

19

Asesinado el 6 de febrero de 1155.

20

El que mencionábamos con el apodo de Muro de Piedra.

21

Los primeros cuatro años de este reinado serán eminentemente de guerras. Erling Steinvegg habrá de

morir en 1206, pero los bagler continuarán luchando bajo las órdenes de un nuevo rey, Felipe Simonsson.

Los bagler controlaban principalmente la zona de Viken, en la región del fiordo de Oslo, con esta ciudad

y la de Tønsberg. Inge y los birkebeiner tendrán bajo su control la región de Trøndelag, con Nidaros

como su principal bastión, mientras que Bergen y la zona occidental de Noruega cambiarán de posesión

constantemente. El 22 de abril de 1206 los bagler atacarán Nidaros, durante las bodas de Sigrid, la her-

mana de Inge; éste apenas podrá escapar con vida nadando a través del río Nidelven, bajo temperaturas

congelantes. Al año siguiente (1207), los birkebeiner lanzarán un exitoso ataque sobre la ciudad de Tøns-

~ 17 ~

REINO DE FRANCIA

Como podemos recordar, la sucesión en la Corona de Inglaterra tras la muerte de Ri-

cardo Corazón de León (el 6 de abril de 1199) no fue fácil. Sabemos de la extensión te-

rritorial inglesa, desde Escocia hasta los Pirineos, con la Normandía, Bretaña y los do-

minios de Aquitania, componiendo todo ello, en variado conjunto, el conocido como

Imperio Angevino.22

Juan Sin Tierra (Juan I de Inglaterra), sucesor de Ricardo, tenía

ante sí, con mucha legitimidad para reinar, al joven duque Arturo I de Bretaña, de cuya

muerte nos ocupábamos en 1203, hijo de Godofredo II de Bretaña, que era hermano

mayor que Juan y había muerto en 1186.

El rey Felipe II Augusto de Francia supo aprovecharse de la rivalidad familiar por el

trono inglés. Se había aliado con Juan contra su hermano Ricardo y lo mismo se alió

con Arturo contra Juan.

Felipe recibió el vasallaje de Arturo en 1199, lo que le permitió negociar con Juan po-

sicionado sobre él, firmándose así el tratado de Goulet (mayo de 1200), un tratado muy

berg, pero la guerra caerá en una fase de estancamiento, sin victorias decisivas de uno u otro lado. Ya

veremos cómo prosigue y acaba todo.

22

Normandía (la tierra de los hombres del norte) fue antiguamente una región del norte de Francia que

estuvo poblada por pueblos celtas. Tras la ocupación romana, una vez caído el Imperio, fue invadida por

los francos, siendo región integrada en el reino de Neustria. Desde comienzos del siglo VIII se sucedieron

allí varias invasiones y serios ataques de vikingos, sobre todo de procedencia danesa, que saquearon y

arrasaron la región, llegando a sitiar París a mediados del siglo IX.

Como podemos recordar de esa época, el jefe vikingo Rollon logró un acuerdo con el rey franco Carlos

III (898-922), el cual le concedió el área de Normandía a cambio de defenderla contra los ataques piratas,

mediante el Tratado de Saint-Claire-sur-Epte (año 911). Rollon fue nombrado primer duque de Norman-

día con el nombre de Roberto I.

En 1066, Guillermo el Conquistador, descendiente de Roberto I y duque de Normandía, invadió y con-

quistó Inglaterra, convirtiéndose así en el rey Guillermo I de Inglaterra (murió en 1087). Entonces quedó

Normandía integrada en la corona inglesa. Y podemos recordar la mucha importancia de familias nor-

mandas en las cruzadas.

Durante la primera mitad del siglo XII, las sucesivas luchas sucesorias hicieron que Normandía alter-

nara períodos de fidelidad al rey de Inglaterra o de Francia, hasta que en 1154 el entonces duque de Nor-

mandía y conde de Anjou, Enrique Plantagenet, bisnieto de Guillermo I, accedió al trono de Inglaterra

como Enrique II. Su matrimonio con Leonor de Aquitania le aportó considerables feudos que ocupaban

todo el oeste de Francia, por lo que Enrique II reinaba sobre un territorio que abarcaba, como queda di-

cho, desde Escocia hasta los Pirineos (Imperio Angevino, derivado el nombre de la ciudad de Angers, en

el territorio de Anjou). A la muerte del rey Enrique II, le heredó y sucedió en este inmenso reino su hijo

Ricardo I (Ricardo Corazón de León). Luego, las desastrosas campañas militares del sucesor de éste, Juan

I (Juan Sin Tierra) acabaron en la desastrosa derrota inglesa de Bouvines (año 1214), siendo victorioso el

ejército del rey Felipe II Augusto de Francia. Normandía, al igual que las demás posesiones del rey de

Inglaterra en territorio francés, pasará entonces definitivamente a formar parte del reino de Francia.

~ 18 ~

ventajoso para Francia, sellándose con el compromiso matrimonial de cara al enlace en-

tre Luis VIII de Francia23

y Blanca de Castilla.24

Sin embargo, tras el tratado de Goulet, las hostilidades entre ingleses y franceses no

cesaron, concentrándose sobre todo en Aquitania y Tours. Felipe hizo sus reclamos a

Juan, considerándolo su vasallo, como contemplaba el tratado. Como la respuesta de

Juan fue de inhibición y no satisfactoria a Felipe, éste decretó la confiscación de todos

los feudos de Juan.

El rey Felipe de Francia optó ya por recurrir al ataque militar. En la primavera de

1202 invadió Normandía, mientras Arturo de Bretaña atacaba Poitou. Pero, como po-

demos recordar, el joven Arturo fue sorprendido por Juan durante el asedio de Mire-

beau, donde fue hecho prisionero con muchos de sus tropas. Arturo de Bretaña desapa-

reció durante los meses siguientes y, como ya contábamos, acabó asesinado a principios

de 1203. Felipe aseguró entonces su apoyo a los vasallos de Arturo y volvió a atacar

Normandía durante la primavera de 1203. Desmanteló la defensa de los castillos nor-

mandos, conquistó Le Vaudreuil y puso sitio al denominado castillo Gaillard (Gallar-

do), en septiembre de 1203. Por su parte, Juan cometió el terrible error de abandonar

Normandía para regresar a Inglaterra en diciembre de 1203. El castillo Gaillard fue to-

mado el 6 de diciembre de este año 1204.

Ruan había capitulado el 24 de junio de este 1204, después de haber caído también en

poder de los franceses las plazas de Falaise, Caen y Bayeux, sin que llegaran tropas del

rey Juan de Inglaterra. Felipe se dirigió luego hacia el valle del Loira, apoderándose de

Poitiers y de otros lugares.25

Pasó también que Felipe de Francia compensó a Berenguela de Navarra, viuda de Ri-

cardo Corazón de León y afectada por las conquistas francesas,26

con el señorío feudal

de Le Mans.27

Pasó igualmente que el rey Sancho VII de Navarra reforzó su protección sobre los

burgueses y mercaderes de Bayona, en territorio francés también perteneciente aún al

reino de Inglaterra, resguardando el lugar de caer en manos francesas o castellanas, a

tenor de las cláusulas de la dote de Leonor Plantagenet del año 1170.

23

Hijo de Felipe II de Francia y de su esposa Isabel de Henao. Reinará en Francia no por mucho tiempo,

entre los años 1223-1226.

24

Sobina de Juan Sin Tierra, hija de Alfonso VIII de Castilla y de su esposa Leonor Plantagenet.

25

Finalmente, los soberanos Juan y Felipe, en Thouars, concertarán una tregua que se hará efectiva por la

firma de paz a partir del 13 de octubre de 1206. Luego, entre los años 1206-1212, Felipe de Francia se

dedicará a consolidar sus conquistas territoriales. Y no serán pocos los problemas ni pocas las dificultades

al respecto, como iremos viendo y contando.

26

De las ciudades de Falaise y Domfront, sobre las que Berenguela tuvo sus derechos.

27

Y allí permanecerá Berenguela hasta su muerte en 1230.

~ 19 ~

CONSTANTINOPLA

El 12 de enero, asesinado estando preso y ciego, murió en Constantinopla el empe-

rador bizantino Isaac II Ángelo, a sus 48 años de edad.28

Reinó en dos ocasiones: de

1185 a 1195 y desde 1203 hasta el momento de su muerte en este 1204.29

También

corrió la misma mala suerte con Isaac su hijo Alejo (reinando como Alejo IV), siendo

también él asesinado en prisión, el 8 de febrero.

Isaac II Ángelo se proclamó emperador, como podemos recordar, tras derrocar a An-

drónico I Comneno, último emperador de esta dinastía, muerto trágicamente en sep-

tiembre de 1185. No tardó en fortalecer su posición mediante matrimonios dinásticos.

Casó a su sobrina Eudoxia Angelina con Esteban I Nemanjić, hijo y sucesor del rey

Esteban Nemenja de Serbia. Teodora, hermana de Isaac, se casó con Conrado de Mont-

ferrato (a quien podemos recordar por su muy destacada participación en la tercera

cruzada, muerto en 1192). El mismo Isaac, en enero de 1186, se casó con la princesa

Margarita (renombrada María), hija del rey Bela III de Hungría (muerto en 1196).30

Isaac II Ángelo empezó su reinado bizantino con una victoria sobre el rey Guillermo

II de Sicilia a primeros de noviembre de 1185, cuando éste invadió los Balcanes con

80.000 hombres y 200 barcos.

28

También pudiera ser que su muerte fuera natural, o envenenado, pero no prisionero.

29

Del todo entroncado con el clan imperial. Su padre fue Andrónico Ducas Ángelo, comandante militar

en Asia Menor, casado con Eufrosine Kastamonitissa, le hacía nieto de Constantino Ángelo, almirante de

Sicilia, casado hacia 1120 con Teodora Comnena Porfirogéneta (muerta en 1096 ó 1097), que fue la hija

menor del emperador Alejo I Comneno (1081-1118) y de Irene Ducaena.

Isaac II Ángelo pasó a la historia como uno de los emperadores bizantinos más fracasados y de peor

suerte. Rodeado por una multitud de serviles esclavos, amantes y aduladores sumisos, se permitió una

corte y una administración de favoritos indignos, despilfarrando dinero y dilapidando el prestigio imperial

por doquier, construyendo edificios costosos, regalando lujo sin que se lo pudiera permitir, equipando sin

venir a qué las iglesias… Durante su reinado perdió el Imperio Bizantino ante los normandos sicilianos,

en 1185, lugares como Lefkada (o Léucade), Cefalonia y Zante (islas Jónicas de Grecia). En el mismo

año, como ya sabemos y contábamos en su momento, fue restaurado el Imperio Búlgaro, después de la

rebelión de los hermanos Asen y Pedro de Bulgaria. El Imperio Bizantino perdió así la balcánica Mesia,

como también parte importante de Tracia y Macedonia. Hay que contar igualmente que Cilicia pasó a los

armenios y Chipre a los cruzados francos.

30

Se desconoce quién fue la primera esposa de Isaac II, aunque puede tratarse de una dama llamada Ire-

ne. Pudo ser también su esposa alguien de la familia Paleólogo (última dinastía que reinará en Bizancio).

Isaac II tuvo de ese matrimonio dos hijas y un hijo: Angelina (metida a monja), Irene (casada con Roger

III de Sicilia, muerto en 1193, y en segundas nupcias, con Felipe de Suabia, que ha de morir en 1208) y

Alejo IV Ángelo.

De su segunda esposa, Margarita de Hungría (renombrada María), tuvo Isaac II Ángelo dos hijos: Juan

(que acabó en Hungría como vasallo del rey Bela IV) y Manuel (de quien poco se sabe que sea relevante).

~ 20 ~

Fijó luego su atención al este del Imperio, por donde surgían potenciales usurpadores

reclamando el trono bizantino. En 1189, el emperador Federico I Barbarroja, del Sacro

Imperio Romano Germánico, le solicitó y consiguió de él el permiso para pasar por los

dominios bizantinos con las tropas germanas de la tercera cruzada. Pero tan pronto

como Federico cruzó la frontera, Isaac entabló una alianza con Saladino. Federico se

vengó por ello ocupando Filipópolis,31

derrotando allí a un ejército bizantino de 3.000

hombres.

Durante los cinco años siguientes hubo continuas guerras de los bizantinos contra los

búlgaros. Pareció en un principio que aventajarían los bizantinos, pero no fue así. En la

batalla de Tryavna (año 1190) el mismo Isaac apenas si pudo escapar con vida. Otra

derrota aún mayor fue la sufrida por los bizantinos en Arcadiópolis32

(año 1194). Luego,

mientras Isaac se preparaba para una nueva ofensiva en 1195, su hermano Alejo III

Ángelo se proclamó emperador y fue reconocido por los soldados. Isaac fue preso y

cegado en Constantinopla.

En 1203 fue restablecido en el trono bizantino por los expedicionarios de la cuarta

cruzada, aún emprendida, y reinó juntamente con su hijo Alejo IV Ángelo, de cuya

muerte también daremos cuenta o noticia enseguida. Alejo Ducas Murzuflo33

los ase-

sinó, al padre y al hijo, estando ambos en prisión, proclamándose luego emperador co-

mo Alejo V, reinando tan sólo del 5 de febrero al 12 de abril de este año 1204.34

En 1195, cuando Alejo III destronó a Isaac II, el joven Alejo (luego Alejo IV) fue en-

viado a prisión. En 1201, dos mercaderes pisanos consiguieron rescatarle, sacarle de

Constantinopla y llevárselo a Alemania, donde se refugió en la corte de su cuñado Fe-

lipe de Suabia, casado con su hermana Irene. Estando en dicha corte, como sabemos y

podemos recordar, Alejo conoció a Bonifacio de Montferrato, primo de Felipe de Sua-

bia y escogido para conducir la cuarta cruzada, pero que había abandonado el asedio de

Zara, como contábamos en su momento, y visitaba entonces a Felipe. Bonifacio y Alejo

hablaron de desviar la cruzada hacia Constantinopla, de forma que Alejo y su padre pu-

diesen recuperar el trono. A cambio, Alejo proporcionaría soldados bizantinos para que

luchasen en la cruzada, además de dinero para pagar la deuda de los cruzados con

los venecianos. Asimismo, prometía Alejo devolver la Iglesia Ortodoxa de Oriente a la

obediencia del Papa de Roma. Los venecianos aceptaron aquello, mostrándose entera-

mente partidarios del plan cuando se les comunicó. Así, en 1202, la flota veneciana-

cruzada llegó a Constantinopla. Y Alejo hizo una demostración de fuerza por el exterior

de las murallas. Pero los de la ciudad apenas se mostraron interesados por él. Aunque

Alejo III era un usurpador a ojos de los occidentales, los bizantinos lo aceptaban, habi-

31

Actual Plovdiv (Bulgaria).

32

Actual Luleburgas, en la región turca del Mármara.

33

Apodo que significa “de pobladas cejas”.

34

Contaremos su muerte, y las circunstancias de la misma, asesinado en 1205.

~ 21 ~

tuados como estaban, en cierto modo, a las usurpaciones, lo que no era peor que la occi-

dentalización de Alejo IV.

Pasó que, en 1203, los cruzados asaltaron Constantinopla y Alejo III huyó de allí todo

lo aprisa que pudo. A la mañana siguiente al ataque, los cruzados se sorprendieron al

ver que los ciudadanos de Constantinopla había liberado a Isaac II Ángelo y le habían

vuelto a coronar como su emperador, a pesar de que había sido cegado para que no pu-

diese reinar nunca más o que realmente lo tuviera difícil. Los cruzados no podían acep-

tar la situación, y obligaron a Isaac a proclamar a Alejo IV como co-emperador. A pesar

de las grandes promesas de Alejo IV, Isaac II, el más experimentado y práctico de los

dos, aunque ciego, sabía que Alejo había prometido más de cuanto podía y que la teso-

rería imperial jamás sería suficiente para pagar la deuda de los cruzados. Alejo IV pare-

cía no ser consciente de hasta qué punto se habían devaluado las finanzas imperiales en

el último medio siglo. Aun así, consiguió reunir la mitad de la suma prometida, to-

mando dineros de las iglesias y confiscando propiedades de sus enemigos. A continua-

ción intentó derrotar a su tío Alejo III, que se había hecho con el dominio de Tracia. El

saqueo de algunas ciudades tracias ayudó en cierta medida, pero mientras tanto, la hosti-

lidad entre los cruzados instalados en la capital y los habitantes de la ciudad crecía cons-

tante e irremediablemente.

En diciembre de 1203 explotó finalmente la violencia que se urdía entre los constan-

tinopolitanos y los cruzados. Masas enfurecidas de ciudadanos asesinaron brutalmente a

cualquier extranjero que pudieron capturar. Los cruzados, por su parte, consideraban

que Alejo IV no había cumplido sus promesas. Alejo rechazó las acusaciones dicien-

do: “No haré más de lo que ya he hecho”. Y las relaciones con los cruzados empeora-

ban. Alejo IV no era ya sino del todo impopular para la población griega y no contaba

tampoco con el apoyo de su padre. Ciego y del todo impotente, Isaac se quejaba de tener

que compartir el trono con el inepto de su hijo; y se dedicó a difundir rumores sobre la

supuesta perversidad sexual de Alejo, diciendo que vivía en compañía de hombres de-

pravados.35

A comienzos de enero de 1204, Alejo IV se vengó de los cruzados mediante

el “fuego griego”, pegando fuego a 17 barcos con materiales inflamables y enviándolos

contra la flota veneciana, fracasando en el intento vengativo y frustrándose en su ataque.

En la noche del 27 al 28 de enero de este año 1204, Alejo IV fue destronado por el di-

rigente del partido anti-occidental, nuestro ya mencionado Alejo Murzuflo. El 8 de fe-

brero lo estrangularon en la cárcel y Murzuflo fue proclamado emperador, sucediéndole

como Alejo V Ducas.

Como noble bizantino, Alejo Ducas había escalado en la vida militar y cortesana en

Constantinopla, siendo protovestiarios.36

Gracias a su cargo, tenía fácil acceso a la resi-

dencia imperial y a muchas dependencias palaciegas reservadas, y cuando se desató la

revuelta en la Constantinopla para destronar y deponer a los dos emperadores Ángelo,

35

El cronista contemporáneo a los hechos NicetasConiates se refiere a Alejo IV como “infantil”, y criti-

ca la disipada familiaridad que tenía con los cruzados y su lujoso, no menos que disparatado, estilo de

vida.

36

Una especie de jefe de personal, encargado de los eunucos, custodio de archivos y tesoros…

~ 22 ~

Alejo Ducas hizo uso de dicho fácil acceso para apresarlos. Y vino luego la muerte de

los Ángelo.

Tras su precipitada coronación, Alejo V comenzó a reforzar las defensas de Constanti-

nopla y puso fin a las negociaciones con los latinos. Pero era ya demasiado tarde y no

había tiempo para el nuevo emperador. Combatió defendiendo la ciudad con mucho va-

lor y tenazmente. Pero los cruzados se le impusieron por ser más fuertes y numerosos o

bien pertrechados. Los cruzados acabaron conquistando Constantinopla y Alejo V, co-

mo antes hiciera Alejo III, huyó a Tracia.37

También había pasado en Constantinopla, en pleno mes de enero de este año 1204, lo

siguiente, antes de que accediera a reinar Alejo V: Nicolás Kanabos fue elegido empe-

rador bizantino el día 25 de enero por una asamblea senatorial, con eclesiásticos y cier-

tas multitudes tumultuosas de Constantinopla, mostrándose toda esa gente opuesta a los

emperadores Ángelo. Nicolás, joven noble,38

fue elegido después de tres días de bús-

queda entre varios candidatos que no querían asumir el cargo soberano ante lo dificulto-

so del momento. De hecho, aunque elegido y siendo popular su nombramiento, Nicolás

no aceptó el poder imperial, la carga que se le echaba encima, y se refugió en los inte-

riores de la basílica patriarcal de Santa Sofía. Alejo V Ducas, que ya había depuesto a

Isaac II y a Alejo IV, proclamándose emperador, instó a Nicolás a que aceptara una

posición prominente en su administración, pero Nicolás rechazó la propuesta. El 8 de

febrero, tras no presentarse a una citación imperial de Alejo V, Nicolás fue arrastrado

hasta el exterior de Santa Sofía y acabó estrangulado en la escalinata de mármol de la

basílica.

El caso fue que a 12 de abril de este año 1204 los cruzados, en un segundo y brutal

asedio, conquistaron Constantinopla, planteando en adelante el Imperio Bizantino como

Imperio Latino. El ataque fue provocado por no cobrar los cruzados la cantidad de di-

nero que Alejo IV había convenido pagarles en cuanto fuera entronizado.39

Era un hecho desde la coronación impuesta de Alejo IV como emperador bizantino

que se intensificó la tensión entre bizantinos y cruzados. Contribuía a ello que los bizan-

tinos consideraban al emperador, como a su padre Isaac II Ángelo, como títeres o ma-

rionetas al servicio de los intereses de los cruzados. No ayudó tampoco a la calma el

intento por parte de ambos co-emperadores de forzar el final del cisma entre las Iglesias

Ortodoxa de Oriente y Romana Católica de Occidente.

Así pues, el 1 de enero de este año 1204 se produjo ya un primer ataque de los bi-

zantinos contra la flota cruzada, mediante barcos incendiados sin tripulación, que pudo

37

En Tracia trató Alejo V Ducas de aliarse con Alejo III Ángelo a modo de co-emperador contra los

latinos. Pero Alejo III lo cegó y lo puso en manos de los cruzados, que lo ajusticiaron acusándolo de

haber sido el asesino de Alejo IV, en 1205. Así, Alejo V fue el último emperador romano de oriente o

bizantino antes del establecimiento del Imperio Latino de Constantinopla, que se perpetuará durante los

siguientes 57 años.

38

Probablemente emparentado con los Ángelo.

39

Puede leerse a Phillips, J. (2005): La Cuarta Cruzada y el Saqueo de Constantinopla, Barcelona, Críti-

ca.

~ 23 ~

ser repelido. Días después, tras una operación de represalia por parte de las tropas cru-

zadas, el noble griego Alejo Ducas (Murzuflo), derrocó a Isaac II y a Alejo IV y se pro-

clamó emperador con el nombre de Alejo V. Poco después morían los co-emperadores

depuestos y apresados. Por eso los cruzados perdieron toda esperanza de cobrar lo pro-

metido y planearon un segundo asedio sobre Constantinopla y su conquista definitiva

para la causa latina.

Así, el asalto por tierra y mar se programó para la segunda semana de abril. Los peo-

nes francos atacaron con escalas y arietes el palacio imperial de Blanquerna, mientras

los venecianos trataban de ocupar las torres de la muralla marítima desde sus navíos

fondeados en el estuario conocido como Cuerno de Oro. Los muros marítimos se eleva-

ron y los puentes levadizos tuvieron que ser colgados desde más arriba de los mástiles.

Los barcos venecianos estaban listos para actuar como torres móviles de asalto, cubier-

tas con maderos, enredaderas y pieles como protección.

El ataque general tuvo lugar el 9 de abril. Los barcos de poco calado vararon en la

playa mientras los hombres tenían que vadear cargados con escalas y demás equipo.

También se envió un mercante con puentes colgantes contra cada torre pero la ausencia

de viento hizo que sólo cinco mercantes llegaran a las torres y ninguno pudo fijar su

puente levadizo. El asalto terrestre resultó peor y los bizantinos lograron repeler el asal-

to lanzando sobre los cruzados muchas piedras y mucho aceite hirviendo, lo que des-

moralizó bastante a los atacantes occidentales, además de registrar muchas bajas.

Arengando y para levantar la moral de los cruzados, los clérigos católicos, capellanes

castrenses y cruzados también ellos, enarbolaban que los cristianos ortodoxos eran cis-

máticos y herejes, prometiendo grandes recompensas espirituales a quienes los comba-

tieran con ardiente decisión. La lucha de la cuarta cruzada era así de todo menos de

combate contra el Islam.

Fortalecidos y enardecidos por la fe y por las esperanzas del deseado botín, los cru-

zados volvieron a atacar el día 12 de abril. Esta vez 40 mercantes fueron unidos por

pares y enviados contra cada torre. Esta maniobra consiguió dar más estabilidad a las

naves y dotar a los asaltos de una fuerza doble.

La lucha empezó igualada hasta mediodía, cuando una fuerte ráfaga de viento empujó

contra la muralla las naves de los obispos (franceses) de Soissons y Troyes. Dos hom-

bres murieron al intentar cruzar el puente, pero el tercero logró alcanzar la torre y

ocuparla. Tras él pasaron otros con lo que la posición se afianzó. En la zona de Blan-

querna, un clérigo francés, hermano del cronista Robert de Clari,40

entró en la ciudad

40

Un caballero cronista que relató por escrito (en francés antiguo) el ataque de la cuarta cruzada sobre

Constantinopla: La Conquête de Constantinople. Robert formó parte de la cuarta cruzada sirviendo a su

señor Pierre de Amiens y junto a su hermano Aleaume de Clari. Su narración es particularmente intere-

sante porque su punto de vista es el de un vasallo de baja alcurnia que observa los acontecimientos que

otros (cronistas), como por ejemplo Geoffrey de Villehardouin (muerto en 1213), Gunther de Pairis

(muerto en 1220), el anónimo de Soissons, Pierre de Vaux Cernay o el anónimo de Halberstadt, han na-

rrado desde un punto de vista más indirecto y cercano a los poderosos. Su crónica comienza con la pre-

dicación de la cruzada (año 1198) y comprende la descripción de los asedios de Zara o Zadar (año 1202)

y de Constantinopla (año 1204). Probablemente, Robert volvió a Francia en 1205, pero la crónica pro-

sigue en forma sintética hasta 1216, año posible de su muerte.

~ 24 ~

por una brecha del muro seguido por un destacamento. Su acción sembró el pánico entre

los bizantinos. Sin embargo aquel día no se consiguió tomar la ciudad.

Sin atreverse a combatir, Alejo V huyó en un barco de pescadores. Los latinos enton-

ces proclamaron otro emperador en su lugar, pero éste, viendo peligrosa la situación,

también se dio a la fuga. No había sino un gran vacío de poder en Constantinopla.

Viendo los bizantinos que era imposible resistir, surgió una delegación del clero

de Santa Sofía dirigiéndose al campamento cruzado para presentar la rendición, con-

fiados así en poder evitar (o controlar) el saqueo. Pero no evitaron que los cruzados en-

trasen en la ciudad y la saquearan enteramente como si se tratara de una ciudad musul-

mana o del todo enemiga.

Mientras los principales jefes cruzados ocupaban los palacios imperiales, el ejército se

abalanzó sobre el resto de la ciudad asolándola durante casi una semana. No se respetó

ni Santa Sofía, ni los tesoros más venerados por los bizantinos, como la preciosa reli-

quia, entre otras muchas, de la corona de espinas de Cristo,41

ni el icono de la Virgen

Nicopeia.42

Todo se robó. Los peores desmanes los sufrió la población civil, pues los

cruzados violaron a miles de mujeres de toda edad matando a los familiares que inten-

taban defenderlas.43

Los que no pudieron huir tuvieron que resignarse a perder sus for-

tunas.

A las pocas semanas de la conquista de Constantinopla a manos de los cruzados,

éstos, el 16 de mayo, nombraron y coronaron emperador latino, en Santa Sofía, al conde

Balduino IX de Flandes, de 33 años de edad, convertido así en Balduino I de Cons-

tantinopla44

y configurándose el creado Imperio Latino de Constantinopla como un Es-

41

Actualmente en Saint Chapelle de París.

42

Actualmente en la basílica catedral de San Marcos en Venecia.

43

Según el cronista e historiador bizantino Nicetas Coniates, algunos occidentales intentaron defender a

los indefensos pero fueron la excepción.

44

Balduino I de Constantinopla (1204-1205) era el conde Balduino IX de Flandes y Balduino VI de

Henao. Hijo de Balduino V de Henao (muerto en 1195) y de la condesa de Flandes, Margarita de Alsacia

(muerta en 1194), Balduino I de Constantinopla era un aliado de los Plantagenet (casa real inglesa). Había

combatido al lado de Ricardo Corazón de León contra Felipe II de Francia. En todo lo referente a la

cuarta cruzada había participado de un modo muy favorable a los intereses de Venecia.

El Papa Inocencio III, aunque inicialmente sorprendido por el saqueo de los cruzados de Constantinopla

y desconcertado porque no se le consultó sobre la partición del Imperio, no tardó en reconocer al em-

perador latino. Incluso sus enemigos reconocieron que Balduino era un hombre capaz, valeroso, de acen-

drada piedad y prudente para gobernar.

En 1186 había contraído matrimonio Balduino con María de Champaña, hija de Enrique I de Champaña

(el Liberal), muerto en 1181, y de María de Francia, muerta en 1198. María de Champaña, que muere en

agosto de este año 1204, era muy piadosa y entregada a la oración. En este matrimonio, por lo que se

sabe, hubo mucho amor y castidad.

A través de María, Balduino tenía conexiones y obligaciones adicionales con los defensores y cruzados

de Tierra Santa, pues su cuñado Enrique II de Champaña, muerto en 1197, había sido rey de Jerusalén en

1190 (dejando una viuda y dos hijas que necesitaban ayuda para mantenerse y recuperar sus territorios

palestinos). Por su parte, los tíos de María, Ricardo I de Inglaterra y Felipe II de Francia, habían partici-

pado en la tercera cruzada.

~ 25 ~

tado de corte feudal occidental, en el que la población religiosamente ortodoxa y no

católica se prevé a todas luces discriminada.45

La ceremonia de coronación había sido muy similar a las habituales bizantinas por las

que eran coronados los emperadores. Balduino llevó una joya muy cara que el empe-

rador Manuel I Comneno (1142-1180) había comprado por 62.000 marcos de plata. La

esposa de Balduino, la emperatriz consorte María, para nada se había enterado de serlo.

Había zarpado para Acre y ya allí fue cuando se enteró de la elección de su marido co-

mo emperador latino. María no pudo reunirse con él, pues murió en agosto de este año

1204.

En efecto, Balduino compuso un gobierno y un modo de gobernar siguiendo el mo-

delo feudal de Occidente en sustitución del tradicional modo de gobernar bizantino, ba-

sado en el sentido jerárquico. Así, en octubre de este año 1204, enfeudó a 600 caballeros

con tierras que anteriormente estaban en poder de nobles griegos. Balduino se vio con

muchos problemas al respecto.

De su matrimonio con María le nacieron a Balduino dos hijas en 1200: Juana46

y Mar-

garita.47

Balduino se afligió mucho al enterarse de la muerte de su esposa.

Antes que a Balduino, la corona imperial de Constantinopla le fue ofrecida a Enrico Dandolo, Dux de

Venecia, pero éste no la aceptó. También pudo haber sido nombrado Bonifacio de Montferrato, pero

finalmente recayó la elección en Balduino.

45

Realmente así fue, pero no fue muy duradero el Imperio Latino de Constantinopla, pues sus herederos

cruzados, como veremos, serán expulsados de allí en 1261.

46

Muerta en 1244. Fue heredera de su padre en los condados de Flandes y de Henao.

47

Muerta en 1280. Fue la heredera de su hermana como Margarita II de Flandes y Margarita I de Henao.

~ 26 ~

Alejo III Ángelo

Isaac II Ángelo, Alejo IV Ángelo y Alejo V Murzuflo

~ 27 ~

Coronación de Balduino I de Constantinopla.

Óleo de Louis Gallait (1810-1887), pintado en 1847.

Salles des Croisades, Palacio de Versalles

~ 28 ~

ABADÍA DE FONTEVRAUD (CONDADO DE ANJOU)

El 1 de abril, en la abadía de Fontevraud,48

donde estaba alojada, murió piadosamente

la duquesa Leonor de Aquitania –¡extraordinaria mujer!–, a sus 82 años de edad, de mu-

chos títulos y grandezas, habiendo sido reina consorte de Francia (1137-1152) y de In-

glaterra (1154-1189).49

Recibió sepultura en dicha abadía.50

Leonor había nacido en Poitiers, en 1122, perteneciendo a la noble Casa de Poitiers o

de los ranulfidos.51

Leonor era la mayor de los tres vástagos nacidos del matrimonio

48

La abadía de Fontevraud o Fontevrault, situada en el valle del Loira, en Fontevraud-l’Abbaye, cerca de

Chinon, en Anjou (Francia), fue construida entre los años 1110-1119, cuando Robert de Arbrissel fundó

la entonces nueva Orden de Fontevrault (que acabó disuelta durante la Revolución Francesa).

Esta abadía era un monasterio en el que, de acuerdo con la naturaleza de la Orden, vivían monjes y

monjas. Fue una Orden que se extendió por muchos lugares con sucesivas fundaciones, también en Ingla-

terra. Robert de Arbrissel impuso que la dirección de la Orden debería corresponder siempre a una mujer

y designó a Petronila de Cheminé como primera abadesa. Ésta fue sucedida por Isabel de Anjou, tía de

Enrique II de Inglaterra (relacionada con aquel naufragio del White Ship en 1120). Se sucedieron unas

cuantas abadesas nobles y ricas a lo largo de los años, incluyéndolas de la familia real francesa.

49

Puede verse sobre Leonor de Aquitania, bibliografía como la ahora aquí presentada: Duby, G. (1996):

Leonor de Aquitania, María Magdalena, Madrid, Alianza Editorial; Flori, J. (2005): Leonor de Aquitania.

La reina rebelde, Barcelona, Edhasa; González-Arnao, M. (2004): “Leonor de Aquitania. Hierro y seda”,

en (revista) La aventura de la historia, abril, nº 66, 76-79; Kaufman, P. (2002): Leonor de Aquitania,

Barcelona, Ediciones B; Minella, A. G. (2007): Leonor de Aquitania. Una figura de leyenda en la época

de las Cruzadas y los trovadores, Madrid, La Esfera de los Libros; Pernoud, R. (1969): Leonor de Aqui-

tania, Madrid, Espasa Calpe Austral; Piquer Otero, A. (1999): Leonor de Aquitania, Madrid, Alderabán

Ediciones.

50

Donde también se encuentran las tumbas de Enrique II de Inglaterra, de Ricardo I Corazón de León, de

Juana Plantagenet (que reinó en Sicilia), de Ramón VII de Toulouse (hijo de la anterior) y de Isabel de

Angulema (esposa de Juan Sin Tierra).

51

El fundador o genearca de la familia fue Ranulfo I (muerto en el año 866), hijo del conde Gérard de

Auvernia y de Poitiers. Pasando de largo sobre sutilezas genealógicas, podemos decir que Ranulfo II

(muerto en el año 890), hijo de Ranulfo I, se adjudicó el título de rey de Aquitania en el año 888. Luego, a

través de su hijo Ebalus (o Ebles Manzer), ilegítimo (muerto en el 935), los ranulfidos encabezaron la

línea de los duques de Aquitania, gobernando de manera continuada entre los años 927 y 1204, desde la

sucesión de Guillermo III (muerto en 963) hasta la muerte de Leonor de Aquitania, que llevó la herencia

de los ranulfidos a sus esposos, primero al rey Luis VII de Francia y luego a Enrique II de Inglaterra.

Otras mujeres de esta familia o casa tuvieron igualmente muy alto rango. Y hay que decir también que

la casa runulfida se distinguió siempre por su fomento del arte y la cultura, la literatura y la piedad

cristiana. Muy especialmente con Guillermo V (muerto en 1030), Guillermo IX el Trovador (muerto en

1126) y Guillermo X (muerto en 1137), Aquitania fue central y muy importante en el arte poético y en el

canto en lengua vernácula. La tradición trovadoresca surgió y se incrementó allí, muy difundida. Se

~ 29 ~

entre el duque Guillermo X de Aquitania y Leonor de Châtellerault (muerta en 1130).52

Desde 1137, por derecho propio, fue duquesa de Aquitania y Guyena y condesa de Gas-

cuña. Sus dominios aquitanos comprenden los territorios entre el Loira y los Pirineos,

en una extensión mayor que la de los dominios del rey de Francia.

El 4 de julio de 1137, con 15 años de edad, en Burdeos,53

contrajo matrimonio con

quien a partir de agosto de ese año sería el rey Luis VII de Francia, que tenía entonces

16 años de edad.54

Ocho años después, en 1145, tuvieron una niña, María, la que lle-

garía a ser condesa de Champaña.55

inventó allí el ideal del amor cortés. También fue muy considerable en Aquitania el fenómeno de la Paz y

Tregua de Dios. Son temas o asuntos a los que nos referimos mucho en este Cronicón. 52

Leonor de Aquitania tuvo una hermana (Petronila, muerta en 1153) y un hermano (Aigret, muerto a los

4 años de edad). A ella la educaron bastante al modo masculino (en lo cultural, político y militar), a

sabiendas de que heredaría el ducado.

Guillermo X de Aquitania, como podemos recordar, murió en el transcurso de una peregrinación a

Santiago de Compostela (9 de abril de 1137), pidiendo en sus últimas voluntades al rey francés Luis VI el

Gordo (muerto en 1137, el 1 de agosto) que consintiera el matrimonio entre Leonor de Aquitania y su

joven hijo el futuro Luis VII de Francia (muerto en 1180).

53

Catedral de San Andrés, que después describiremos en nota a pie de página, cuando en este mismo lu-

gar, pero en el año 1152, se case de nuevo Leonor con Enrique II de Inglaterra.

54

Él, joven y piadoso, estaba muy enardecidamente enamorado de ella, que era muy hermosa. Pero la jo-

ven duquesa no tardó en echar de menos su ambiente anterior, pues abandonó el esplendor y la alegría de

la corte de sus padres para vivir en un mundo totalmente distinto al suyo, más austero, sin trovadores, ni

fiestas ni poesías. Sorprendida primero y dispuesta después a cambiar la situación intentando introducir

las costumbres de su propio ducado en la corte capeta, Leonor fue foco de críticas y desaires por parte de

muchos.

55

Que se casaría en 1164 con Enrique el Liberal, conde de Champaña (muerto en 1182), con quien tuvo

4 hijos: Enrique (que fue Enrique II de Champaña y rey Enrique I de Jerusalén, muerto en 1197), María

(casada con Balduino I de Constantinopla y muerta en este año 1204), Teobaldo (conde de Champaña,

muerto en 1201, como Teobaldo III) y Escolástica (casada con el conde Guillermo IV de Mâcon y muerta

en 1219).

María de Francia fue la regente de Enrique el Liberal cuando éste marchó a Tierra Santa entre los años

1179-1181. Mientras su marido estaba ausente, murió el rey Luis VII de Francia y su medio hermano

Felipe II Augusto se convirtió en el rey de Francia. Y hubo sus más y sus menos entre ambos desde

entonces, como podemos recordar. De todos modos, fueron mejorando con el tiempo las relaciones entre

Felipe y María.

Su marido murió a poco de regresar de Tierra Santa. Entonces, viuda y con cuatro hijos menores, María

consideró casarse con Felipe de Alsacia (muerto en 1191), pero el compromiso se rompió de repente por

motivos desconocidos.

Asumió la regencia del condado de Champaña ayudando en todo a su hijo hasta 1187. Su hijo termina

después como rey de Jerusalén y muere en 1197. María cedió entonces el poder a su segundo hijo,

Teobaldo III, y se retira al convento de Fontaines-les-Nones, cerca de Meaux. Murió al año siguiente, en

1198.

Había sido muy culta y buena mecenas de la literatura, y del amor cortés, incluyendo al cortesano An-

dreas Capellanus. Mantuvo su propia biblioteca. Como contábamos en su momento, hubo gran afecto

entre María y su medio hermano el rey Ricardo Corazón de León. El célebre poema de Ricardo, J’a nus

hons pris, lamentando su cautiverio en Austria, fue dedicada a ella.

~ 30 ~

Las tensiones entre la pareja empezaron luego muy pronto, cuando la reina apoyó el

matrimonio ilegítimo de su hermana Petronila con el conde Raúl I de Vermandois,

mientras que el rey enviaba a su hermano Roberto56

a invadir Vermandois en castigo

por la bigamia del conde. Además, su comportamiento emancipado y liberal fue dura-

mente criticado por la curia eclesiástica –especialmente por los abades Bernardo de Cla-

raval y Suger de Saint Denis–, así como también, según parece, por su propia sue-

gra, Adelaida de Saboya, madre de Luis VII (muerta en 1154). Sin embargo, Luis VII,

ciertamente a su manera, estuvo siempre muy enamorado de Leonor.

En 1147, como podemos recordar, la aún joven pareja marchó a la segunda cruzada,

movidos ambos por la predicación del santo abad Bernardo de Claraval. En realidad, no

fue del agrado del rey que Leonor le acompañara, pero ella, en su calidad de duquesa de

Aquitania, y siendo, por tanto, la mayor feudataria de Francia, insistió en partir como lo

hacían los demás señores feudales en torno a su rey. Leonor, sin embargo, fue por sepa-

rado respecto al rey.

Durante su estancia en Antioquía, la afectuosa relación de la reina con su tío Rai-

mundo de Poitiers,57

príncipe del lugar, dio lugar a toda clase de murmuraciones, in-

cluidas las referidas a la infidelidad incestuosa. El caso fue que Luis y Leonor se fueron

distanciando o enfriando cada vez más en su amor o vida matrimonial. Luis obligó a su

mujer a volver con él a la fuerza, aunque partieron separadamente. En su camino a Fran-

cia, se detuvieron en Roma, donde el Papa Eugenio III (1145-1153) trató de reconciliar

a la pareja real. El resultado de la exhortación y recomendación del Papa fue que en

1151 naciera la segunda hija de Leonor y Luis, su pequeña Alix, que luego sería la con-

desa de Blois. Sin embargo, la pareja real seguía irremediablemente distanciada y fría,

tanto que, el 21 de marzo de 1152, a petición de ella, consiguieron la anulación de su

matrimonio en razón del parentesco o consanguinidad que mantenían.58

El precio que

puso Leonor a su separación fue la conservación de sus dominios.

Y luego vino a ser reina de Inglaterra. El 18 de mayo de 1152, en la catedral de San

Andrés de Burdeos59

se casó Leonor con quien no tardaría en ser el rey Enrique II de

56

Conde de Dreux, desde 1137 hasta su muerte, en 1184.

57

Muerto en 1149.

58

A la fría convivencia de la pareja se unió la preocupación por la falta de un heredero. Si en vez de ser

padres de dos niñas hubiera nacido algún varón, tal vez la historia habría sido distinta. Leonor se salió con

la suya en la ruptura matrimonial. Avergonzado y herido en su orgullo de hombre y de rey, Luis VII tuvo

que aceptar la petición de su mujer. En el concilio de Beaugency, en 1152, se firmaba la nulidad matri-

monial.

59

Una catedral románica en sus orígenes, siendo construida a finales del siglo XI y consagrada en 1096

por el Papa Urbano II (1088-1099), el convocante de la primera cruzada. Fue concebida sobre planta de

cruz latina y nave única de 124 metros de longitud, pensada para albergar cuatro campanarios, aunque

finalmente sólo se construirían dos con sus agujas. Se desestimó construir las otras dos torres. Esta ca-

tedral muestra un estado pesado y grave, debido principalmente a los refuerzos con los que tuvo que ser

construida, al estar situada sobre suelo de marismas.

De la construcción románica original del siglo XI no quedan ya sino los muros interiores de la nave

principal. La catedral fue luego reconstruida entre los siglos XII y XVI. La nave actual, de estilo gótico

~ 31 ~

Inglaterra, siendo Enrique de 19 años de edad, 10 años más joven que ella. Con Leonor

se unieron también a Inglaterra sus vastos dominios, juntándose con los poseídos por

Enrique (Anjou, Maine y Normandía). Con Inglaterra y Gales se conformaba así el Im-

perio Angevino, por el cual los reyes de Inglaterra, aun siendo vasallos del rey de

Francia, vienen a controlar un territorio ocho veces superior al dominado por Luis VII.

De este matrimonio nacieron ocho hijos, cinco varones y tres mujeres.60

En su corte, es-

tablecida principalmente en Poitiers, tuvo gran auge la lírica caballeresca, siendo Leo-

nor mecenas de numerosos trovadores.

Hubo una amante de Enrique II (la bella Rosamunda Clifford),61

lo cual deterioró las

relaciones del soberano con Leonor o no poco enfrentamiento mutuo, tanto que, a partir

de 1173, Leonor promovió la rebelión de tres hijos contra el padre, habida cuenta de que

Enrique tampoco les mostraba demasiado aprecio. Tras reprimir la rebelión, el rey en-

carceló a Leonor, primero en la fortaleza real de Chinon y luego en Salisbury, donde

permaneció bajo arresto hasta la muerte del rey Enrique, su esposo, en 1189.

Una vez libre y con su hijo Ricardo como rey, Leonor ejerció la regencia angevina al

ausentarse el soberano en su marcha a la tercera cruzada (1187-1191), a la que ya se ha-

bía comprometido su difunto padre. Luego de regresar Ricardo de la cruzada, superadas

muchas peripecias, como podemos recordar, Leonor se retiró a la abadía de Fontevraud.

La muerte de Ricardo (6 de abril de 1199) hizo que Leonor abandonara la abadía hasta

el momento de la coronación de su otro hijo, Juan, como rey de Inglaterra, relegando a

angevino, es del siglo XII y fue modificada en el siglo XIII. El deambulatorio, construido hacia el año

1280, fue unido a la nave hacia el 1330. El coro y las capillas radiales fueron realizadas en el siglo XIV.

También en este siglo se erigieron las fachadas de los brazos del transepto. El campanario, las torres y las

flechas del transepto fueron terminadas en el siglo XV. Se comenzó también a suministrar al edificio un

centenar de arbotantes que se concluyeron en el siglo XVI. En el exterior se aprecia austeridad, por la

imposibilidad de realizar un portal en la fachada occidental. En contraposición, las fachadas laterales al

nivel del transepto muestran una importante realización.

Esta catedral albergó siempre buen equipo musical de órganos. Es lugar privilegiado o de gran impor-

tancia en la ruta jacobea o del Camino de Santiago por Francia.

60

Fueron: Guillermo (conde de Poitiers, nacido en 1153 y muerto en 1156), Enrique (duque de Norman-

día y conde de Anjou, nacido en 1155 y muerto en 1183, nombrado corregente con su padre en 1170, pero

nunca llegó a reinar de hecho), Matilde (nacida en 1156 y muerta en 1189, casada con el poderoso En-

rique el León, duque de Baviera, Sajonia y Brunswick, muerto en 1195), Ricardo (nacido en 1157 y

muerto en 1199, conocido como Ricardo Corazón de León, sucesor de su padre como Ricardo I, casado

en 1191 con Berenguela de Navarra), Godofredo (nacido en 1158 y muerto en 1186, conde de Anjou y

duque de Bretaña por su matrimonio, en 1181, con Constanza de Bretaña), Leonor (nacida en 1162 y

muerta en 1214, casada con el rey Alfonso VIII de Castilla), Juana (nacida en 1165 y muerta en 1199, ha-

biéndose casado en primeras nupcias con el rey Guillermo II de Sicilia y luego con el conde Raimundo VI

de Toulouse) y Juan (nacido en 1166 y muerto en 1216, sucesor de su hermano Ricardo en el trono y co-

nocido como Juan I de Inglaterra o Juan Sin Tierra).

Los esfuerzos de Enrique II de tomar el control de las tierras de Leonor (y de su heredero Ricardo) lle-

varon a confrontaciones entre Enrique por un lado y su mujer e hijos legítimos por el otro.

61

Enrique y Rosamunda se conocieron durante una campaña del rey en Gales (año 1165) y mantuvieron

su relación amorosa hasta 1176, probablemente el año en el que ella murió.

~ 32 ~

su nieto el duque Arturo I de Bretaña (muerto en 1203), al que prácticamente no cono-

cía.

En 1200, ya casi octogenaria, dio muestras de una fortaleza impresionante cuando,

obligándose por las circunstancias políticas, decidió viajar hasta Castilla, cruzando los

Pirineos y personándose concretamente en Palencia, para escoger de entre sus nietas

castellanas a la que se convertiría en esposa del hijo de Felipe II Augusto de Francia, el

delfín y heredero de la corona Luis.62

Como podemos recordar La escogida fue Blan-

ca.63

Leonor de Aquitania ha sido una mujer excepcional, aunque pase a la historia como

figura controvertida. Luchó por su dignidad, por sus intereses y los de sus descendien-

tes, llegando a sufrir la reclusión ordenada por su segundo marido (un encierro de 15

años, mientras su marido no tenía reparos en exhibir a su amante Rosamunda como si

fuera verdadera reina).

Cuando Leonor decidió ir a la segunda cruzada, muchas damas de la corte y la no-

bleza se apuntaron también, lo que no dejó de ser luego una excusa perfecta, por parte

de los hombres, derrotados y más bien inútiles, para culpar a la presencia de mujeres del

desastre cruzado. Un ejército acompañado de mujeres, que como hijas de Eva constitu-

yen siempre una fuente de pecado, no podía agradar a Dios, como se demostró en la

derrota.

Lo cierto fue que Leonor, como si fuera un hombre, participó activamente en las deci-

siones de los cruzados. Pero al llegar a Antioquía, donde gobernaba su tío Raimundo, la

relación con Luis estalló, como ya contábamos reiteradamente. Leonor, deseosa de

volver a ver a su tío, pasó con él largas veladas, muchas de ellas privadas, veladas que,

con infundios o no, levantaron sospechas en un celoso Luis. Lo cierto fue que arreció

una opinión sobre una Leonor disoluta, demasiado alegre y divertida, excepto con su de-

masiado serio marido.

La amada Leonor se le convirtió al rey Luis VII de Francia, como podemos recordar,

en una peligrosa amenaza territorial al casarse con el heredero de la corona inglesa tras

su nulidad matrimonial. Además, hubo de ir encajando otros golpes no menos amena-

zantes: que Enrique y Leonor tuvieron ocho hijos, siendo cinco varones. Se afianzaba

así la dinastía Plantagenet sobre la de los Capeto.

Sin embargo, tampoco tuvo Leonor con Enrique un matrimonio feliz. A los primeros

años armoniosos y de entendimiento, siguieron momentos de unos fríos desencuentros,

con desdenes de Enrique que culminaron en la prolongada aventura amorosa del mo-

narca con Rosamunda Clifford.

Cuando Leonor se vio libre de su prolongada reclusión tenía ya más de 60 años de

edad. Pensaba entonces acabar sus días en paz, pero aún le quedaban muchas cosas que

hacer.

La partida de su hijo Ricardo a la tercera cruzada la volvieron a poner en el escalón

más alto del poder. Como reina madre tuvo que regir el destino de sus territorios mante-

62

Futuro Luis VIII (1223-1226).

63

Que resultará una de la más querida y célebre de las reinas de Francia.

~ 33 ~

niendo a raya las más que posibles rebeliones de nobles rebeldes y estando atenta al le-

vantamiento contra ella de su otro hijo, Juan, el conocido como Sin Tierra.

A la vuelta de Tierra Santa, Ricardo fue encarcelado por el emperador germano (Enri-

que VI) y Leonor tuvo que ganar defensores de la causa de su hijo y juntar el cuantioso

rescate que se pedía para su liberación.

Aún no terminaría su periplo como reina, pues una vez restituido Ricardo en el trono

inglés se volvió a plantear el tema de la sucesión, porque Ricardo no tenía reconocida

descendencia. Una vez más empezó un conflicto entre Arturo (duque de Bretaña), sobri-

no de Ricardo y nombrado en un principio su heredero, y el hermano pequeño de Ri-

cardo, Juan. Finalmente, Leonor medió por su hijo Juan, quien sería confirmado como

heredero de Ricardo.

Destacó en Leonor, además de su belleza y fascinación, que no perdió ni al envejecer,

el papel de la mujer en el desempeño de muchas posibilidades, siendo culta, inteligente

y muy capaz en todo.

Leonor de Aquitania

~ 34 ~

REINOS DE LEON Y CASTILLA

Tras una resolutiva y destacada reunión de prelados de los reinos de León y Castilla

que se tuvo en Valladolid, el rey Alfonso IX de León y su esposa Berenguela de Casti-

lla, en abril, acaban separándose, pues el Papa Inocencio III anuló el matrimonio por ra-

zones de consanguinidad (parentesco en tercer grado).64

Berenguela regresó a Castilla,

junto a sus padres, con sus dos hijos y sus dos hijas, dedicándose a la crianza y educa-

ción de éstos.65

Tras saberlo el Papa Inocencio III, en mayo, levantó la sentencia de ex-

comunión e interdicto que pesaba sobre el rey leonés y sobre su consejo real, lo que se

hizo efectivo tras firmarlo el pontífice, a 19 de junio. Pero la sentencia se hizo pública

en el reino leonés en octubre. En todo caso, mejoraron las relaciones del reino de León

con la Santa Sede, relaciones que habían permanecido muy endebles o deterioradas.

Pero el Papa también dictaminó que las fortalezas o castillos que entregó el reino de

Castilla al reino de León en razón de dote por la boda de Berenguela queden en León,

contra lo dispuesto en las capitulaciones de 1199, que establecieron que, en caso de se-

paración matrimonial, pasaran a Castilla. El Papa advierte a Alfonso VIII y a Beren-

guela que ni rechisten por ello, bajo pena de excomunión.

La relación entre los reinos de Castilla y de León se vuelve tensa, y por ambas partes

se disponen los ejércitos para poder enfrentarse. De hecho, los castellanos sitiaron Cas-

tronuño,66

el 3 de junio, librando aquella situación los leoneses, con Alfonso IX al fren-

te. Aplacada la hostilidad, se volvieron luego más pacíficas las relaciones.

El 2 de agosto se acercaron de visita a la villa amurallada de Alcañices67

(una enco-

mienda templaria de la que es tenente Nuño Froilaz) el rey Alfonso IX de León, su hijo

Fernando68

y el arzobispo de Santiago de Compostela, Pedro Suárez de Deza.

Los reyes de Castilla, Alfonso VIII y Leonor Plantagenet, tuvieron en este año 1204,

entre otras cosas, la alegría de nacerles un hijo, en Valladolid, el 14 de abril, al que bau-

64

Matrimonio que se había celebrado en Valladolid en 1197, habiéndolo consentido el Papa Celestino

III, predecesor de Inocencio III.

65

El matrimonio tuvo los cinco hijos siguientes: Leonor (que murió muy pequeña, en 1202), Constanza

(murió en 1242, siendo monja en el monasterio burgalés de Santa María de las Huelgas), Fernando (naci-

do en 1201 y muerto en 1252, reinará sobre Castilla y León como Fernando III el Santo), Alfonso (nacido

en 1202 y muerto en 1272, que será señor de Molina y Mesa, casándose en tres ocasiones: con Mafalda

González de Lara, con Teresa González de Lara y con mayor Alfonso de Meneses, de quien nacerá, como

veremos en su momento, la gran reina Doña María de Molina, que muere en 1321) y Berenguela (muerta

en 1235, casada con Juan de Brienne, rey regente de Jerusalén y emperador latino de Constantinopla).

66

Provincia de Valladolid.

67

Provincia de Zamora, en la frontera con Portugal.

68

Muerto en agosto de 1214, hijo de Alfonso IX de León y de su primera esposa Teresa de Portugal.

~ 35 ~

tizan con el nombre de Enrique.69

Pero también tuvieron los reyes castellanos la pena

por la muerte, en Salamanca, de una de sus hijas: Mafalda. Tenía 13 años de edad. Ha-

bía nacido en Plasencia,70

en 1191. Precisamente en este año 1204, antes de su muerte,

fue prometida en matrimonio al infante Fernando de León, veinteañero, hijo de Alfonso

IX y de la que fue su primera esposa, Teresa de Portugal. Desgraciadamente no hubo

boda sino el funeral de Mafalda.71

De modo testamentario, el rey Alfonso VIII de Castilla quedó en promesa72

la devo-

lución desde Castilla al reino de Navarra de las plazas de Fuenterrabía (Hondarribia),73

Atauri Antoñana, Corres, Santa Cruz de Campezo74

y Marañón.75

69

Futuro rey de Castilla entre los años 1214-1217.

70

Ciudad fundada por Alfonso VIII, como podemos recordar, en la actual provincia de Cáceres.

71

Existe controversia sobre el paradero actual de los restos mortales de la infanta Mafalda de Castilla,

pues mientras ciertas crónicas señalan que recibió sepultura en la Catedral Vieja de Salamanca, otras se-

ñalan que su cadáver fue trasladado a la ciudad de Burgos y sepultado en el Monasterio de Santa María la

Real de las Huelgas, donde recibirían sepultura posteriormente sus padres y varios de sus hermanos, como

bien sabemos.

En el lado del Evangelio de la Capilla Mayor de la Catedral Vieja de Salamanca, y oculta por su retablo,

se encuentra colocada una placa, que fue renovada en el pasado, en la que se lee la siguiente inscripción:

AQUÍ YACE DOÑA MAFALDA, HIJA DE ALFONSO VIII Y DE LA REINA DOÑA LEONOR Y

HERMANA DE DOÑA BERENGUELA, QUE FINÓ EN SALAMANCA POR CASAR, EN 1204.

No obstante lo anterior, en el Monasterio de las Huelgas de Burgos se conserva un sepulcro, atribuido a

la infanta Mafalda de Castilla, y en el que, durante la exploración del monasterio llevada a cabo a me-

diados del siglo XX, se comprobó que los restos mortales de la infanta, reducidos a varios huesos, yacían

en su sepulcro, colocados en el interior de un ataúd de madera forrado con dos forros superpuestos, siendo

uno de los forros de badana y el otro de paño rojo con galones que se encuentra colocado en la nave de

Santa Catalina de la iglesia del monasterio de las Huelgas, y junto al que contiene los restos del infante

Pedro de Castilla y de Molina, hijo de Sancho IV de Castilla (1284-1295) y de la reina María de Molina,

fallecido en el Desastre de la Vega de Granada (25 de junio de 1319).

72

Y no se cumpliría.

73

Provincia de Guipúzcoa.

74

Provincia de Álava estas cuatro poblaciones.

75

Navarra.

~ 36 ~

REINO DE ARAGÓN

Bernat IV de Comenge o Cominges se divorció de María de Montpellier para que se

case con ella el rey Pedro II de Aragón, el cual recompensa a Bernat su acción con

territorios que incluyen el valle de Arán. Pasaba que Pedro II quiso para sí el señorío de

Montpellier, y lo consiguió casándose con María, además de conquistando el lugar y

expulsando de allí a su señor, considerado bastardo, Guillem o Guillermo IX, tras obli-

garlo a abdicar a favor de María. La boda de Pedro II con ésta fue el 15 de junio, tras lo

cual se anexionó el rey aragonés el señorío de Montpellier y territorios anexos. Para su

gobierno creó allí el rey aragonés, el 15 de agosto, un consulado competente de amplia

autonomía.76

El conde Ramón VI de Tolosa (Toulouse), simpatizante de los herejes cátaros, se casó

(por sexta vez), en Perpiñán, con Leonor (Elionor), hermana del rey Pedro II de Aragón,

en un cambio de alianzas que trata de frenar la inevitable voracidad francesa.77

Para mantenerse con reconocida fortaleza y legitimidad, Pedro II de Aragón, el 4 de

noviembre, consiguió que, renovando su enfeudación y vasallaje, le coronase en Roma

(basílica –menor– de San Pancracio) el Papa Inocencio III, rindiéndole homenaje el

monarca al pontífice, todo tal como hicieron los anteriores soberanos aragoneses desde

Sancho Ramírez en 1068, incluyendo el pago de censo anual de Aragón a la Santa Sede,

en la cantidad de doscientos cincuenta (250) mazmudinas de oro.78

76

Así será hasta el año 1276.

77

Pero de este matrimonio, que puede que se celebrara en 1202, no nacerán hijos.

78

La mazmudina fue moneda de oro equivalente a media dobla almohade. Ver Epílogo sobre monedas

históricas en España.

En la Edad Media eran más bien escasas las monedas, estando bastante basada la economía en su ca-

rácter natural de trueque. Sólo en los grandes pagos podía ser utilizada alguna moneda antigua de oro o

plata. A partir del siglo XI, el aumento de la producción agrícola que se generó por un fuerte auge po-

blacional, el desarrollo del fenómeno urbano a raíz de la celebración de ferias y mercados, y también el

fenómeno de las peregrinaciones, muy particularmente compostelana, hizo crecer la economía aragonesa,

incrementándose así el uso de la moneda.

Los monarcas aragoneses comenzaron entonces a acuñar monedas de vellón (aleación de cobre y plata)

con el fin de favorecer el comercio, aunque los intercambios en especie no se extinguieron y siguieron

siendo muy abundantes en los mercados locales. Para los grandes pagos no se hizo necesaria todavía la

acuñación de moneda, ya que se solucionaban con el oro musulmán que afluía al reino en forma de parias.

La facultad de emitir moneda fue siendo prerrogativa exclusiva de los monarcas, así como fueron

también simbólicas de su poder; lo que pasó fue que, al igual que ocurría con otros monopolios de ca-

rácter feudal, la acuñación podía ser vendida o cedida, por ejemplo, a ciudades y monasterios.

Las primeras emisiones aragonesas se producen en torno al año 1085, reinando Sancho Ramírez, siendo

aquellas monedas las denominadas jaquesas, por haber sido acuñadas en Jaca (Huesca). Eran dineros de

vellón y medios dineros llamados meajas, contabilizados según el sistema carolingio. La base ponderal

del sistema carolingio era la libra, de aproximadamente 409 gramos, y su unidad era el dinero de plata.

Cada libra se dividía en 20 sueldos y cada uno de éstos en 12 dineros. Lo que daba lugar a la acuñación

~ 37 ~

Del Papa Inocencio III recaba Pedro II de Aragón el permiso para tratar de reconstruir

y negociar la alianza de cruzada que hubo en 1114 con las repúblicas italianas de Gé-

nova y Pisa en pro de reconquistar las islas Baleares, pero como las mencionadas repú-

blicas están en buenas relaciones con las mencionadas islas, no se le presta demasiada

atención a las intenciones del rey aragonés.79

Dobla almohade

de 240 dineros de 1,7 gramos por cada libra. Se llamaban monedas cuaternales, es decir, con cuatro dine-

ros de ley, un tercio de plata en la aleación del vellón.

Libra y sueldo eran exclusivamente monedas de cuenta, no eran físicas, y no llegaron a acuñarse piezas

equivalentes hasta varios siglos después. Aunque excepcionalmente sabemos que se acuñaron en Jaca

algunos mancusos de oro, tal vez, como podemos recordar, para el pago de los tributos de vasallaje del

reino ante la Santa Sede.

La tendencia de crecimiento económico en la Corona de Aragón continuó en los siglos XII y XIII im-

pulsada por la conquista de nuevos territorios y las nuevas exigencias de un mercado en continuo

desarrollo obligan a introducir numerario de oro y plata. Esta vez siguiendo sistemas ponderales más mo-

dernos basados en el marco. Aunque el sueldo se mantuvo como moneda de cuenta para el vellón y con-

vivió con otras referencias surgidas a raíz de la necesidad de compatibilizar el numerario cristiano y

musulmán. En la Edad Media era raro que circulase una moneda única. Lo frecuente era que las especies

circulantes fuesen de más de una variedad o especie. Por lo tanto era necesario contar con distintas

monedas de cuenta que relacionasen a todas las monedas conforme a un cambio fijo.

79

Se está viendo a estas alturas de la historia y por todas partes que las ganas de cruzadas son más bien

ganas de negocios y comerciales.

~ 38 ~

IMPERIO ALMOHADE

El sultán almohade Muhámmad an-Násir (Miramamolín) fortificó reciamente la ciu-

dad norteafricana de Melilla, próspera por sus minas de hierro, ostras perlíferas, colme-

nas y cereales. El sultán pretende controlar una amplia zona del norte de África.

Hemos de notificar también la muerte de Abu Ishaq Nur al-Din al-Bitruyi (igualmente

conocido por la forma latinizada de Alpetragius, y como Alpetragio, entre otras denomi-

naciones).80

Fue destacado cosmólogo, discípulo de Ibn Tufail (muerto en 1185). Su tra-

bajo81

destaca como superación de la cosmología ptolemaica (geocéntrica) que tanto pu-

so de relieve la filosofía aristotélica andalusí durante el siglo XI.82

Su modelo celeste

consiste en un conjunto de esferas homocéntricas; a las inferiores, el “primer motor”

les transmite movimiento de manera proporcional a su distancia. Es destacable de sus

ideas el establecimiento de una causalidad física a los movimientos de los cuerpos ce-

lestes.

También murió Abu Bahr Cafwan Ben Idris, dejándonos interesantes obras escritas en

prosa y en versos.83

80

El Petruchi o Al-Bitruji, parece ser que por su procedencia andalusí, de la cordobesa zona de los Pe-

droches, aunque puede que fuera sevillano o marroquí.

81

Que traducirá Miguel Escoto al latín en 1217, en la escuela de traductores de Toledo.

82

Alpetragius influye posteriormente en Copérnico (1473-1543).

83

Poeta andalusí, murciano nacido en 1164. Algunos de sus trabajos que se conservan en la biblioteca

del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

~ 39 ~

REINO DE HUNGRÍA

El 30 de noviembre murió el rey Emerico (o Emérico) de Hungría, a sus 30 años de

edad, siendo el año octavo de su reinado, tras suceder a su padre Bela III (muerto en

1196). Fue su madre Inés de Châtillon (muerta en 1184), hija de Reinaldo de Châtillon

(muerto en 1187). Emerico recibió cristiana sepultura en Eger.84

Recordamos de la cuarta cruzada la toma de la ciudad dálmata de Zara o Zadar por

parte de los cruzados como pago a la república de Venecia por los barcos de transporte

de los que se sirvió la expedición. Zara, que anteriormente había pertenecido a Venecia,

pertenecía entonces al reino de Hungría. El Papa Inocencio III se opuso a esta conquista,

debido a la condición de católico del rey Emerico, el cual además había anunciado su

intención de acudir a la cruzada. Inocencio III no pudo evitar la conquista de Zara para

Venecia, aunque excomulgó a los que habían participado en la misma.

Emerico se había prometido en matrimonio con Inés, hija del emperador Federico I

Barbarroja, pero Inés murió prematuramente, en 1184, por lo que no pudo celebrarse la

boda. Emerico se casó luego con Constanza de Aragón y de Castilla, hija del rey Al-

fonso II de Aragón (muerto en 1196) y de su esposa Sancha de Castilla.85

Su único hijo,

Ladislao, nacido en 1201, habiendo sido coronado en este año 1204, todavía en vida de

su padre, le sucede como Ladislao III.86

Coronación del rey Emerico de Hungría (Crónica Ilustrada)

84

Ciudad situada al norte de Hungría.

85

Hija de Alfonso VII y de Riquilda de Polonia. Su muerte será en 1208.

86

Pero será breve su reinado, pues muere, jovencísimo, en 1205. Constanza, viuda de Emerico, se fue a

Viena y allí se casó con el emperador Hohenstaufen Federico II.

~ 40 ~

AL-FUSTAT (EGIPTO)

El 13 de diciembre, en Al-Fustat,87

murió el célebre medico y filósofo hispanojudío

(sefardí) conocido como Maimónides (Moisés ben Maimón),88

a sus 66 años de edad,

coincidiendo que en este año 1204 vio la luz pública la traducción hebrea de su im-

portante obra filosófica titulada Guía de perplejos.

Nació en Córdoba, de familia distinguida, de la rama jurídica rabínica, estudiosos y

jefes que se documentan con claridad desde el siglo X, diciéndose descendientes del

rabí Yehudá Hanasí, redactor de la Mishná en la segunda mitad del siglo II.89

Su familia

materna, por el contrario, era de humilde condición; su madre, que murió al darle a luz,

era la hija de un carnicero; y su padre se volvió a casar. Era éste un erudito formado en

Lucena (Córdoba) por el rabí Yosef Haleví ibn Migash. Inició ya de pequeño sus estu-

dios bíblicos y talmúdicos en la ciudad de Córdoba, pero en 1148 una ola de fanatismo

almorávide hizo que su familia tuviera que aparentar su conversión al Islam y cambiar a

menudo de residencia por Al-Ándalus. Vivió en la ciudad de Almería, donde dio cobijo

en su casa a su maestro Averroes (muerto en 1198), hasta trasladarse en 1160 con sus

hijos a Fez.90

Allí residió por breve tiempo, durante cinco años, cuando a la intolerancia

o fanatismo almohade les obligó de nuevo a exiliarse, recalando primero en Palestina,

durante unos meses, y finalmente en Egipto. Maimónides residió allí el resto de su vida

junto a su familia, primero en Alejandría y finalmente en Al-Fustat, donde se ganó la vi-

da ejerciendo la medicina en la corte del visir Saladino, y luego en la del visir Al-Fadl,

hijo mayor de Saladino. Con este oficio obtuvo una gran fama y admiración popular,

hasta su muerte y después.91

Sobre sus conocimientos en medicina escribió un buen número de tratados, como el

que dedicó al sultán Saladino, el Tratado sobre los venenos y sus antídotos, del año

87

En El Cairo actual.

88

De él afirmaron muchos judíos que de Moisés a Moisés no hubo otro como Moisés.

89

Cuerpo exegético de leyes judías que fueron compilándose y que recoge la consolidada tradición oral

del pueblo judío desde los tiempos antiguos o bíblicos de la Toráh o ley escrita hasta su codificación por

el rabino Yehudá Hanasí.

90

Importante ciudad marroquí.

91

Su tumba, habiendo sido trasladado su cadáver, se encuentra actualmente en Tiberias o Tiberíades (Is-

rael).

Su fama perdurable en la cultura occidental se debe a su obra filosófica. Aunque dicha obra fuera muy

discutida por el judaísmo, entre otras razones por su fuerte oposición al misticismo de los cabalistas y a su

influencia aristotélica, se le considera grandísima autoridad en los temas bíblicos, aunque no faltaron

quienes le consideraron un judío en cierto modo hereje.

Siendo joven escribió algunas poesías religiosas y una epístola en árabe.

~ 41 ~

1199, al hijo del sultán, Al-Fadl, Guía de la buena salud (un año antes, en 1198) y

la Explicación de las alteraciones (año 1200).

Sus obras mayores de tema rabínico (talmúdico) son dos: un comentario en árabe de

la Mishná, El Luminar (1168), también titulado Libro de la elucidación, y la Segunda

ley o Repetición de la ley (1180), que constituye su obra magna y consiste en una am-

plia y minuciosa recopilación por materias de todas las leyes y normas religiosas y jurí-

dicas de la vida judía (es decir, del Talmud).

Con estas obras obtuvo Maimónides mucha resonancia y fama, reuniendo por ellas

muchos discípulos. Gran peso filosófico tiene también, escrito en los años finales de su

vida, desde 1191, el Tratado sobre la resurrección de los muertos.

De 1190 es su Guía de perplejos,92

obra clave de su muy influyente pensamiento filo-

sófico.93

Establece aquí Maimónides una conciliación entre la fe y la razón dirigida a

quienes vacilan entre las enseñanzas de la religión judía y las doctrinas imperantes de la

filosofía aristotélica, demostrando que no hay contradicción en los puntos sobre los

cuales fe y razón parecen oponerse. Es decir, una conciliación entre el sentido literal de

las escrituras y las verdades racionales, acudiendo a la interpretación alegórica en casos

de conflicto.

Se le opusieron a Maimónides sobre todo los musulmanes más radicales integristas,

pretendiendo éstos una lectura literal del Corán y tachando a Maimónides de hereje ra-

cionalista. Con todo, la Guía de perplejos fue una obra muy positivamente comentada,

igual en ámbitos musulmanes como de la escolástica cristiana.94

Como judío en territorio islámico, Maimónides tuvo una vasta formación en ambas

culturas: la tradicional judía y la árabe profana (con sus incorporaciones de la griega), a

partir de las enseñanzas de su erudito padre Maimón, por lo que escribió obras tanto en

hebreo como en árabe, en una prosa que se caracteriza sobre todo por la sistematización

y la claridad expositiva.95

La visión que caracterizó a Maimónides se relaciona con su aplicarse religiosa y pro-

fesionalmente a la medicina. Tener salud es un modo de santificar el universo. La dedi-

cación de Maimónides hacia sus pacientes le valió una gran reputación y el atractivo

cortesano en Egipto. Era muy relevante la función que dio al alma humana en la tarea

médica. Según él, por la influencia del alma sobre el cuerpo, para curar a alguien hay

92

Impropia o incorrectamente apodada Guía de descarriados.

93

Influyó tanto en ámbitos judíos como cristianos, sobre todo en círculos escolásticos.

94

Así será, por ejemplo, en Santo Tomás de Aquino, en la segunda mitad del siglo XIII.

95

De él surge el interesante movimiento intelectual judaico de los siglos XIII-XIV como corriente que se

extendió considerablemente por toda España y por gran parte de Francia. Partidario del realismo teológi-

co, ha llegado a ser considerado precursor de las ideas de Spinoza (1632-1677), pero filosóficamente no

se le considera del todo muy original, ya que sigue básicamente a Aristóteles, apartándose de él en puntos

que parecen contradictorios a las creencias y tradiciones judías. Por lo tanto, su carácter filosófico es con-

ciliador y simplificador aunque profundo. También, por supuesto, hijo de su tiempo y de su desenvolverse

intercultural.

~ 42 ~

que tenerlo en cuenta, no fijarse sólo en lo físico sino también en lo psíquico y espi-

ritual. Por esta razón, Maimónides recomendaba a sus enfermos melancólicos e hipo-

condríacos que escucharan canciones y música, aconsejaba mostrarles imágenes bellas

que los distrajeran, así como pasear por jardines. Sostenía además que los placeres de-

masiados intensos o demasiado frecuentes dañan tanto al alma como al cuerpo. Aquel

que se convierte en juguete de sus sentidos –afirmaba– pierde su dignidad humana. Es-

tas recomendaciones de Maimónides revelan conocimientos, experiencia práctica y una

gran sabiduría.

La Guía de perplejos de Maimónides es un buen intento interpretando el judaísmo en

términos filosóficos, siendo esto de gran trascendencia. Como Maimónides sostiene que

la filosofía no es incompatible con la religión, sino concordante con ella, la Guía de per-

plejos la escribió dirigida a aquellos cuyo espíritu está perturbado, pues no logran con-

ciliar las conclusiones de las ciencias y de la filosofía con el sentido literal de las Sa-

gradas Escrituras, por lo cual, al no saber elegir o decantarse, se encuentran vacilantes o

perplejos ante la ruta que deben emprender y en lo que deben creer. Saben que la razón

discursiva no agota los misterios del hombre y, al mismo tiempo, se niegan a renunciar

a los recursos inagotables de la razón. La Guía intenta conducir al creyente al reconoci-

miento de la santidad y la verdad de la Ley judía por medio de la filosofía. Según Mai-

mónides, mientras para el hombre vulgar la Ley es suficiente, el sabio necesita decidirse

por la Razón. Algunos teólogos reprochan tanto a Maimónides como a Averroes (1126-

1198) haber sobrestimado indebidamente el poder de la razón; sin embargo, ninguno de

ellos pretendió que la fe en la razón agotase las razones de la fe.96

El contenido de la Guía de perplejos es el siguiente:

Maimónides distingue tres grupos de seres creados: 1) los minerales, las plantas y los

seres vivos (incluyendo al hombre), compuestos de materia y forma perecederas; 2) las

esferas y las estrellas, en las cuales la forma es permanente; 3) los seres dotados de for-

ma, pero sin materia, como son los ángeles.

Admite la creación como un acto conforme a la esencia divina, el cual abarca todos

los seres, no tiene otro fin que a sí mismo y por lo tanto su duración es ilimitada.

Prueba la existencia de Dios a partir de argumentos aristotélicos, y afirma su unidad e

incorporeidad.

El alma es una en esencia, pero tiene cinco facultades: la fuerza vital, los sentidos, la

imaginación, el apetito (pasiones y voluntad) y la razón (libertad y entendimiento).

El entendimiento es la facultad que caracteriza al hombre, pero las demás le son co-

munes con la mayor parte de los animales. Éste puede ser pasivo (entendimiento ma-

terial que sufre la acción de la vida orgánica, es inseparable del cuerpo e individual) o

activo (adquirido o comunicado, separado del cuerpo).

Habla del estado profético, constituido por una iluminación superior a lo que cada uno

puede aspirar que produzca el máximum de ciencia y dicha, entendiendo la profecía co-

mo una emanación de Dios que se extiende por medio del intelecto a la facultad racional

y después sobre la facultad imaginativa.

96

En definitiva, Maimónides es para la tradición judía lo que Santo Tomás de Aquino para la cristiana,

pues éste adaptó los cánones aristotélicos a las corrientes escolásticas.

~ 43 ~

El hombre es libre y la libertad es una función de la inteligencia, y este intelecto, co-

mo forma del alma humana, es inmortal porque no necesita del alma para sus opera-

ciones, sino que entiende separado absolutamente del cuerpo.

La resurrección de los cuerpos se debe a la fe pero la razón no la puede demostrar

aunque tampoco negar y la admite como un milagro compatible con la creación.

El entendimiento constituye el verdadero fondo de nuestro ser, la parte inmortal del

hombre y por eso el hombre debe encaminar todos sus actos a obtener la perfección su-

prema de esta facultad mediante el conocimiento de Dios; conocer y amar a Dios es el

fin último de la vida.

El hombre es libre y esta libertad, actuando como tal, puede por sus solas fuerzas rea-

lizar el bien desinteresadamente.

Por supuesto, las enseñanzas en los escritos de Maimónides son diferentes de las que

comunicaba oralmente, lo que debe haber influido en la introducción no tan de carácter

filosófico de la obra. Por mucho que Maimónides haya querido escribir un tratado filo-

sófico para una audiencia selecta y sofisticada, supo, una vez que lo terminó, que podía

ser leída por cualquiera. Él también era consciente de que muchos de sus colegas ra-

binos, a los que él abiertamente ridiculizaba en la Guía por su falta de entrenamiento

filosófico, leerían el libro, listos para caer sobre su autor debido a la primera expresión

sobre una creencia no ortodoxa. Maimónides era un miembro importante en su comuni-

dad, y él deseaba mantener su posición en ésta y dentro del mundo rabínico, por lo tan-

to, eligió comenzar a escribir su obra en un estilo que era común a los tratados de inter-

pretación bíblica de la época, lleno de su propia hermenéutica no filosófica. Sin em-

bargo, fue incluyendo aspectos y bases filosóficas a medida que fue escribiéndola.

A nivel ético, la Guía de perplejos se basa en el ideal del sabio y del profeta: aquél

que se dedica al saber especulativo y procura acordarlo con la fe, éste añade al conoci-

miento racional el saber superior de la profecía, recibido por la gracia, así como la fa-

cultad de convertirse en legislador moral del hombre y de la sociedad.97

Aunque Maimónides introdujo intencionadamente inconsistencias en su tratado debi-

do a la sensibilidad religiosa sobre el tema en cuestión o por razones pedagógicas, como

sus observaciones introductorias en la Guía indican, no todas las inconsistencias en este

enfoque, excepto evidentes y directas contradicciones, debieran ser explicadas de esta

manera. Es importante tener en mente que la Guía no fue escrita para ser un trabajo fi-

losófico dedicado a una exposición de física y metafísica, ni para naturalizar el alma hu-

mana, y tampoco está diseñada para servir como un sustituto de tales trabajos. Mai-

mónides repetidamente recuerda a sus lectores sobre la extensa literatura filosófica

acerca de estos temas, lo que trata como lectura obligatoria para los que están dispuestos

y se esfuerzan por alcanzar la perfección. Más bien, la Guía es un trabajo teológico in-

terpretativo dedicado a la solución de los dilemas que surgen de una completa y amplia

97

El filósofo Moses Mendelssohn (1729-1786), que era jorobado, acostumbraba decir: “la Guía de per-

plejos encorvó mis espaldas y rectificó mi alma”. Juzgando por la propia Guía así como también por una

carta de Maimónides a Samuel ibn Tibbon, quien tradujo su obra al hebreo, las principales enseñan-zas

filosóficas a las que Maimónides se dedicó están esencialmente en relación con la lógica, la física y la

metafísica de Aristóteles, y por supuesto con su ética.

~ 44 ~

comparación entre la tradición judía y la filosofía aristotélica Islámica. Maimónides en

ningún momento presenta su propia visión del mundo completamente, y es al menos

cuestionable si alguna vez buscó desarrollar su propia filosofía de una manera siste-

mática.

Maimónides ciertamente acepta el enfoque aristotélico del entendimiento de la exis-

tencia en la mayoría de sus bases y fundamentos, una aceptación ya identificable en sus

primeros escritos. El médico vacila, sin embargo, entre diferentes filósofos individuales

en formular sus enfoques a temas particulares, no siempre eligiendo o decidiendo una

visión específica. En algunos temas parece mediar entre el enfoque de ciertos filósofos y

las visiones tradicionales judías (como por ejemplo sobre el rol preciso de Dios en

milagros específicos). Maimónides no logra abordar estos problemas explícitamente, tal

vez por razones de esoterismo o tal vez porque él mismo no las había respondido

completa o satisfactoriamente según su opinión. Aunque parezca que Maimónides re-

chazaba directamente las visiones de los filósofos, especialmente la visión de un uni-

verso primordial, su presentación no es inequívoca, lo que sugiere que debe haber adop-

tado una doctrina esotérica. Incluso aquí puede verse el caso de que Maimónides nunca

llegó a una conclusión final a pesar de su comprensión de la teología y la filosofía al

respecto.

La confusión con la que Maimónides parte en la Guía no es, sin embargo, solamente

entre ciencia y fe, o filosofía y teología, sino que es también entre ciencia y ciencia, y

entre fe y fe. Maimónides comienza ya habiendo elegido sus modelos religiosos y cien-

tíficos, pero luego procede a analizar sus elecciones, incluso usándolas de argumento

entre ellas. Maimónides, por lo tanto, se ve envuelto en un argumento hermenéutico in-

terno, el que trata de proteger del lector detrás de una serie de elaboradas contradic-

ciones.

La Guía de perplejos en su primer objetivo se compone de las siguientes partes: 1)

Una exposición de las ideas esotéricas (sodot) en los libros de los profetas. 2) Un tra-

tamiento de determinados problemas metafísicos. 3) Un examen del sistema y método

de la Kalam.98

Estos títulos representan y resumen bien los contenidos de la Guía, pero

en la segunda parte de la introducción, en la que se define el tema de esta obra, el autor

observa solamente el tema primeramente mencionado: “Mi principal objetivo es expli-

car algunos términos que ocurren en los libros proféticos. De éstos, algunos son homó-

nimos, algunos figurativos, y algunos términos híbridos”.

“Este trabajo –señala Maimónides– también tiene un segundo objetivo, el cual está

diseñado para explicar ciertas figuras oscuras en relación a los profetas y que no son

distintamente caracterizados como figuras”. A pesar de esta observación citada de la

introducción, no debe ser inferido que Maimónides abandonó su objetivo original; para

lo cual examina el Kalam en los últimos capítulos de la primera parte, y trata sobre

98

Kalam es una de las “ciencias religiosas” del Islam. En árabe la palabra quiere decir “el discurso”, y

se refiere a la tradición islámica de buscar principios teológicos a través de la dialéctica. El término por lo

general es traducido, como una interpretación aproximada, por “teología natural”, aunque de vez en

cuando (y con menos exactitud) se traduce como “filosofía”. Un erudito kalam se llama mutakalim y en

plural mutakalimun.

~ 45 ~

ciertos temas metafísicos en el comienzo de la segunda parte. Pero en esta última cita

mencionada, él se limita a sí mismo a un esbozo del objetivo principal de este tratado, y

advertidamente deja sin mencionar los otros dos temas, lo que, por importante que

pueda ser, adquieren aquí un interés subordinado. Tampoco consideró necesario expla-

yarse en estos temas; él solamente escribió para el estudiante, para quien una mera re-

ferencia a trabajos sobre filosofía y ciencia sería suficiente. Por esta razón se pueden

encontrar frases como: “Esto es discutido más detalladamente en trabajos sobre meta-

física”. Por referencias de este tipo que el autor puede haber incluido para tratar de crear

un gusto por el estudio de trabajos filosóficos.

Acerca de este “segundo propósito” de la composición, Maimónides dice también en

su introducción que éste consiste en explicar las oscuras parábolas de los profetas, inter-

pretar su sentido interno o esotérico. El autor insiste en la dificultad de la interpretación,

y en el residuo inevitable de significados inexplicados en las parábolas y sus referentes

ontológicos, tomados de la física y la metafísica. Estos temas tienen una dimensión mis-

teriosa, según él, un núcleo secreto el cual es totalmente comprendido sólo ocasional-

mente y que no puede ser comunicado, excepto a través de un relato en forma de pa-

rábola. Aunque Maimónides deja claro que parte de la razón para tal discurso indirecto,

especialmente en aquellos relacionados con las escrituras, es político, para ocultar la

verdad del “vulgo”, que malentendería e incluso se opondría a la enseñanza que trata de

transmitir la parábola. Como él dice, “La situación es tal que la exposición de uno que

desea enseñar sin recurrir a parábolas y acertijos es tan oscura y breve como hacer

que la oscuridad y la brevedad sirvan en lugar de las parábolas y acertijos”. Su propio

camino interpretativo, dice él, es dar pistas “que acerquen a una clara exposición” de

términos y parábolas, sin inventar nuevas o intentar un análisis exhaustivo de las es-

crituras. Dentro de sus propósitos, entonces, la Guía es un trabajo de interpretación bí-

blica con una clara hermenéutica establecida, aunque no cada término o pasaje de las

escrituras puede ser aplicado a cada persona.

De hecho, en un principio, Maimónides había planeado escribir dos trabajos distintos:

Sefer ha-nebuah, Un Libro Sobre la Profecía, y Sefer ha-shevaah, Un Libro de Recon-

ciliación. En el primero el intentaría explicar pasajes bíblicos difíciles y en el segundo

interpretar exegéticamente esos pasajes en relación al Midrash y al Talmud, ya que pa-

recían estar en conflicto con el sentido común. Con respecto al Libro de Reconciliación,

abandonó su plan porque se dio cuenta de que ni lo aprendido ni lo no aprendido serían

de utilidad, y se consideraría como superfluo y tedioso. El tema que estaba destinado

para el Libro Sobre la Profecía se trató en la Guía, y también algunos pasajes que oca-

sionalmente ocurren en el Talmud y en el Midrash son explicados.

En la introducción a la Guía, Maimónides, además de describir los objetivos de su

obra y el método que siguió para componerla, también se refiere a la interpretación de

analogías, da “direcciones para el estudio del trabajo” y discute las causas frecuentes

de la inconsistencia entre autores.99

99

Evidentemente, a través de los tiempos, como pasa exegéticamente con la Sagrada Escritura, la Guía

de los Perplejos ha ido enriqueciendo su hermenéutica y teniendo así diversas interpretaciones que tienen

que ver con los insuficientes instrumentos interpretativos de los que Maimónides dependió. Esta

insuficiencia, sin embargo, es al mismo tiempo su fortaleza, ya que lleva siempre a nuevas construcciones

~ 46 ~

Maimónides

y nuevas perspectivas. Pero es esta complejidad de resolver y analizar todos los aspectos de la vida como

el judaísmo las ha formulado tanto a través del estudio de las Leyes como de la filosofía lo que llevó a

Maimónides a centrarse en su objetivo, guiar a los perplejos.

~ 47 ~

EPÍLOGO

MONEDAS HISTÓRICAS DE ESPAÑA

AGNUS DEI: Moneda de vellón de los reyes Juan I y Juan II (siglos XIV-XV). Por una

parte tenía una Y coronada y por otra el Cordero de San Juan Bautista.

ÁGUILA: Moneda castellana de oro acuñada en Sicilia por el rey Fernando el Cató-

lico. Se llamaba también excelente. Por un lado hay dos cabezas coronadas y por el otro

el águila de San Juan protegiendo las armas del reino.

ALFONSÍ: Moneda castellana de oro de Alfonso XI.

ALFONSINA: Moneda de oro de valor de 25 pesetas acuñada en el reinado de Al-

fonso XII.

AMARILLA: Dícese de la moneda de oro y especialmente de la onza.

~ 48 ~

ARDITE: Moneda catalana de vellón y de cobre, del valor de un dinero catalán. La-

brada durante los siglos XVI y XVII en diferentes localidades de Cataluña y el Ro-

sellón. Tiene un peso de 1,6 gramos. También se acuñaron en Barcelona en tiempos de

los Felipes y en Francia por Luis XIV. En este tipo de monedas figuran en el anverso las

letras A-R, acotando el busto, como señal de valor.

BARBA ROBEA O BARBOTT: Moneda catalana de oro, de principios del siglo

XVIII, conocida también como morabatín de la barba Roge,

BATIRSE EL COBRE: Acuñar moneda, ganarse el sueldo trabajando duro.

~ 49 ~

BLANCA: Moneda castellana de vellón. Existió posiblemente en tiempos del rey Pe-

dro I. Con los Reyes Católicos era de 7 gramos, con talla de 192 piezas por marco de la

colonia, según la Pragmática de 1497. Con Felipe II, cuatro blancas hacían medio cuarto

y un ochavo y dos blancas valían un maravedí.100

BOSONOYA (Moneda de): Moneda de vellón citada en un privilegio de Pedro IV de

Aragón en 1343, citado por Maquilles in usat moneta, fól. 195. Col in fine.

BRUNA: Moneda posiblemente de vellón negro: “Anno Domici MCC currebat Barchi-

na moneta quae dicebatur Bruna, et duravit usque in anno MCCIX” (Cronicon Barcino-

nense, citado por Pedro de Marca, pág. 175). Parece que estuvo en circulación tan sólo 9

años y se usó al menos en Barcelona y Manresa.

BUGANCIA: Moneda de vellón que parece fue acuñada por primera vez en el año

1138 por el conde Ramón Berenguer IV y cuyo marco de plata valía 51 sueldos.

CALDERILLA: Nombre genérico aplicado a todas las monedas con poco valor. El

término derivó de los calderos por ser éstos de cobre.

CARLÍN: Moneda de plata acuñada por el emperador Carlos V en Italia (siglo XVI).

Su valor era de 4 dineros.

100

La expresión “estar o quedarse sin blanca” proviene de esta antigua moneda de vellón muy usada

entre los siglos XV y XVII que era la moneda de valor más bajo de la época. Dos Blancas equivalían a un

maravedí. Por tanto, estar sin blanca era no tener ni una triste moneda en los bolsillos. Es equivalente a la

expresión “estar sin un duro” u otras expresiones similares, “sin un céntimo”, etc.

~ 50 ~

CASTELLANO: Moneda castellana de oro que en un principio fue acuñada por En-

rique IV y posteriormente por los Reyes Católicos. Cincuentava parte del marco de oro,

equivalente a ocho tomines y con un peso de 0,46 gramos. En 1475 equivalía a 440

maravedís y en 1483 valía 485 maravedís. Es conocida también con los nombres de:

excelente, alfonsí de oro, dobla y enrique. Fue acuñada en Sevilla desde el año 1475.

CAVALLOTTO: Moneda de cobre acuñada en Nápoles por Fernando I de Aragón y

Valencia (1410-1416), que llevaba un caballo en su reverso.

CENTAVO: Centésima parte del peso que se utilizó en las islas Filipinas.

CENTÉN: Moneda de oro acuñada por Felipe III, Felipe IV y Carlos II; su peso era de

359 gramos y su valor de 100 escudos de oro. Todas las monedas de esta clase fueron

labradas en el Real Ingenio de la Moneda de Segovia. También durante el reinado de

Isabel II se llamó centén a la moneda de 100 reales, durante el período 1848-1855.

~ 51 ~

CÉNTIMO: Centésima parte de la peseta.

CHAMBERGO (XAMBERGO): Moneda catalana de plata, y la misma que el croat o

el real de plata.

CHAVO: Toda moneda de cobre de poco valor, fuera como fuera romana, ibérica, me-

dieval, etc. Su valor de un chavo fue hasta el siglo XIX.

~ 52 ~

CIEN REALES: Moneda de oro de Isabel II, equivalente a cinco duros. Peso 8, 37 gra-

mos.

CINCO PESETAS: Moneda de plata acuñada en Barcelona durante la ocupación fran-

cesa (1808-1814). Durante el mismo período y a nombre de Fernando VII también se

emitió este valor en Gerona, Lérida y Tarragona. Aparece también el valor de cinco pe-

setas en una emisión de necesidad realizada en Mallorca el año 1823 por este mismo

monarca. A partir de 1868, cuando se establece la peseta como unidad monetaria en Es-

paña, se acuña regularmente este valor en plata, hasta el reinado de Alfonso XII.

CINCUENTÍN: Moneda de plata de los Austrias. Con un valor de 50 reales y peso de

175 gramos, fue acuñada por Felipe III, Felipe IV y Carlos II en el Real Ingenio de la

Moneda de Segovia.

~ 53 ~

CINQUÉN: Moneda castellana de vellón. Es la misma que la blanca.

COLUMNARIO: Se aplica a todas las monedas de plata emitidas en los territorios

americanos o provincias de ultramar, a partir del reinado de Felipe V (desde 1700), del

tipo llamado de “Mundos y Mares”. Éste consiste en la representación de los dos he-

misferios coronados de corona real y sobre las ondas del mar, flanqueadas por las co-

lumnas de Hércules con la cartela con la inscripción PLUS ULTRA. El antecedente de

este tipo se halla en las acuñaciones de Felipe IV en la ceca de Lima; y más remota-

mente en las de Juana y Carlos en las de México.

~ 54 ~

CORNADO: Moneda castellana de vellón. Se llama también dinero cornado, posible-

mente por la cabeza del rey coronado del anverso. Dos cornados equivalían a un mara-

vedí. He aquí cornado de Alfonso XI de León (1312-1350).

CORNADO DE NAVARRA: Moneda de vellón de Navarra, con un peso de 0,80 gra-

mos, que valía medio maravedí.

CORT: Ver CUATERNO.

CORONA: Moneda de oro, con un peso de 3, 25 gramos, recibía este nombre en di-

versas partes. En Valencia fue acuñada hasta 1544, con un valor de 20 sueldos. En

Castilla valían 350 maravedís en 1535.

~ 55 ~

CROAT: Moneda barcelonesa de plata que nace con un peso de 3,15 gramos. Acuñada

desde Pedro III en 1285 hasta Felipe V, ya en el siglo XVIII. En el siglo XV valía 18

dineros con talla de 72 piezas por marco. Se llamaban también dineros de plata barce-

loneses, reales de plata y gruesos blancos. Su nombre viene de la cruz grande que llevan

en el reverso.

CRUZ (Dinerillos de la): Moneda aragonesa de vellón abolida en 1718.

CRUZADO O DOBLA (o CASTELLANO): Moneda de oro castellana.

CUARTILLO: Moneda castellana de vellón, peso de 2,50 gramos, creada en la Prag-

mática de 14 de diciembre de 1566, de ley de 80 piezas por marco, valor de 8 maravedís

y medio o cuarta parte del real. Se fabricaron también en plata con los Austrias y los

Borbones.

~ 56 ~

CUARTO: Moneda de cobre, primitivamente de vellón, de 1,35 gramos de peso, acu-

ñada entre los siglos XIV y XIX equivaliendo a 4 maravedís.

CUATERNO: Moneda catalana de vellón creada por el rey Pedro II de Aragón por

decisión del IX de las Calendas de Abril de 1212. Su fabricación duró doce años, siendo

conocida también como moneda de Cort; su pasta se componía de cuatro marcos de

plata y ocho de cobre.

DAELDER: Moneda de plata acuñada en Flandes durante el reinado de Felipe II (siglo

XVI), con un valor de 20 stuyvers.

~ 57 ~

DIECIOCHENO (Dihuit / Divuité): Moneda de plata de Valencia acuñada entre los si-

glos XVII y XVIII, con un peso de 3,15 gramos y valor de 18 dineros.

DINAR: Unidad monetaria de oro entre los musulmanes de los califatos de oriente y de

occidente. Inspirada en la moneda bizantina de Heraclio, con la leyenda: “En el nombre

de Alá, no hay Dios sino Alá, Mahoma es el emisario de Alá”. Se acuñó por primera

vez por Abdelmelik en el año 695-697 (76-77 de la Hégira). Equivalía a 10 dirhams.

~ 58 ~

Moneda de Heraclio (610-641)

DINAR ALMORÁVIDE: Moneda de oro acuñada por Alí ibn Yusuf y sus sucesores

(siglos XI-XII) con 4 gramos de peso. Dio origen al morabetí o maravedí.

DINAR-ATSOLO: Un tercio del dinar musulmán.

DINAR DE LOS SUELDOS MEDIOS: Un dinar almorávide equivalía en Toledo a 4

dinares de los sueldos medios.

DINERILLO: En Aragón y Cataluña llamaban dinerillo de la cruz (verlo más arriba) a

una moneda de vellón acuñada en Aragón que valía la mitad de un dinero; era tanto co-

mo una meaja o un óbolo. La fabricación de los dinerillos de la cruz de Aragón fue su-

primida por real Orden en 1718.

~ 59 ~

DINERO: Palabra que deriva del término latino “denario”, de tiempo imperial romano,

siendo su valor de seis ases. En Castilla, antiguamente diez maravedís hacían un dinero;

después fueron cambiando su valor y su ley continuamente. En el siglo XI los dineros

eran de plata, con muy poca liga, después fueron de vellón y a partir del siglo XV de

cobre. Había dineros de Castilla, viejos y nuevos, jaqueses, dineros barceloneses, prie-

tos de Navarra, etc., nombres que se les daba según el lugar de acuñación. En el siglo

XVIII un dinero de Aragón equivalía a 20 dineros de Castilla, o un dinero y 5/16 de Ca-

taluña, o un dinero y 11/34 de los mismos según se hacían los pagos en oro o plata. Su

mitad es el óbolo llamado también meaja.

Denario romano

As romano

~ 60 ~

DÍRHAM: Unidad monetaria de plata entre los musulmanes con 1/10 del valor del di-

nar de oro. El dírham de España (Al-Ándalus) pesaba entre 1,5 y 2,7 gramos.

DOBLA: Moneda de oro de Castilla. Se daba el nombre de doblas mayores a las mo-

nedas que valían 4, 8, 10, y más doblas. Las doblas de la banda de ley inferior a las de-

más fueron emitidas por Juan II (1426-1454).

DOBLA ALMOHADE: Moneda de oro almohade de peso doble del dinar (aproxima-

damente 4, 60 gramos). Se empleó hasta la caída del reino granadino (1492).

~ 61 ~

DOBLA BALADÍ: Denominación dada en Castilla y Aragón a las doblas de oro acu-

ñadas en Granada por los reyes almahares o nazaríes. Equivalía a la dobla de la banda,

106 maravedís.

DOBLA DE CINCO RAYAS: Se conocía así a la dobla almohade y de los nazaríes de

Granada por el número de líneas de su leyenda en árabe. En 1389 equivalía a 36 ma-

ravedís.

DOBLA GRANADINA: Moneda de oro de los reyes de Granada, continuadora de la

dobla almohade.

DOBLA MORISCA: Se conocían así en Castilla a la dobla almohade y a la dobla

granadina. En 1264 su valor era de 7 reales de plata de los de la moneda vieja. En Ca-

taluña, la dobla morisca vella, era la granadina del siglo XV.

~ 62 ~

DOBLA ZAENA: Dobla de oro acuñada en la norteafricana Tremecén, siendo Yagmo-

rasen ibn Zeyán gobernador de los almohades, a mediados del siglo XIII. Circuló en

Valencia, siendo Zeyán el último rey musulmán de la ciudad.

DOBLER O DOBLENCA: Moneda de vellón a la ley de tres dineros creada en 1510 y

1513 por el rey Fernando el Católico; tenía 20 sueldos, ocho dineros por marco, y cada

onza debía rendir 31, y el marco 248; en un lado llevaba la cabeza real y en el otro las

armas de la ciudad. También se llamó dobler a una moneda de cobre usada en las islas

Baleares con peso de dos gramos y equivalente a dos dineros.

DOBLÓN: Nombre de monedas de oro de diferentes épocas que equivalían al doble de

la unidad monetaria. Normalmente nos referimos con este nombre a la moneda de oro

de dos escudos y de 6,8 gramos de peso; también se llama doblón de a cuatro a la media

onza con valor de 4 escudos de oro y doblón de a ocho a la onza con valor de 8 escudos

de oro. Con los Reyes Católicos se acuñaron preciosos “doblones”, los dobles excelen-

tes.

DOPPIA: Denominación de las monedas de oro españolas de 2 escudos en la Italia de

los siglos XVII-XVIII.

DUCADO: En Castilla era la unidad de las monedas de oro, valiendo por consiguiente

medio doblón, variando su valor según ley. Era su peso de 3,60 gramos, unidad de

cuenta durante los siglos XVI y XVII, valían 11 reales castellanos o 375 maravedís.

~ 63 ~

DUCATÓN: Nombre de las monedas de plata mayores del sistema monetario en Flan-

des e Italia, durante los siglos XVI-XVII, con peso de 28 a 32 gramos.

DUPLO: Moneda de vellón barcelonesa, cuyo marco se componía de dos partes de pla-

ta con diez de cobre.

DURILLO: Nombre genérico de la moneda española de oro más pequeña. Moneda de

oro de medio escudo que recibe este nombre porque su valor es equivalente al del duro

de plata o real de a ocho.

DURO: Nombre con el que vulgarmente se designa al real de a ocho o moneda de plata

equivalente (veinte reales, cinco pesetas, treinta sueldos y dos escudos). Las únicas oca-

siones en que la leyenda UN DURO aparece grabada en una moneda como marca de va-

lor son las de una emisión obsidional de Gerona realizada en 1808, y en otra de Tor-to-

sa, del mismo período. En nuestros días se designa así a la pieza de 5 pesetas (1868-

2001).

~ 64 ~

ENRIQUE: Moneda de oro castellana que valía una dobla, un castellano o dos duca-

dos; se labraban enriques de dos, cuatro y más. Había también medios enriques. Se ba-

tieron de diferentes leyes, desde 23 ½ quilates hasta 18 y menos. Dicho sea de paso, el

nombre de esta moneda proviene del rey Enrique IV el Impotente (1454-1474), padre de

Juana la Beltraneja. Si bien la política llevada a cabo por Enrique IV no fue ninguna

maravilla, nos ha dejado un legado numismático digno de admirar.

ESCARACHELLE DE ARGENTO: Moneda medieval que parece ser se acuñó en

Barcelona.

ESCUDO: Nombre genérico dado en la Edad Moderna a las monedas de oro y plata

que tenían en una de sus caras un escudo. Diversas monedas a lo largo del tiempo tu-

vieron esa común denominación.

~ 65 ~

ESCUDO DE ORO: Moneda de oro con un peso de 3,40 gramos, con valor de 350

maravedís. Acuñada por primera vez en 1535 en Barcelona para sufragar los gastos de

la Expedición a Túnez. El escudo es la unidad para la moneda de oro acuñada desde

Felipe II hasta Fernando VII. Aparece después con Isabel II.

ESCUDO DE PLATA: Moneda que circula en 1642 en el Principado de Cataluña,

acuñada por Luis XIII de Francia, con peso de 27 gramos y valor equivalente a 8 reales.

EURO: Moneda actual (siglo XXI) de la Eurozona, circulando en España sustituyendo

a la peseta desde el 1 de enero de 2002.

EXCELENTE: Moneda de oro castellana acuñada en Sevilla desde 1475, por los Reyes

Católicos. Equivalente al doble castellano, también se acuñó en Segovia, Toledo, Cuen-

ca, Granada y Burgos.

~ 66 ~

EXCELENTE DE LA GRANADA: Moneda de oro acuñada después de 1497, peso de

3,5 gramos, equivalente al ducado castellano de los Reyes Católicos.

FLORÍN: Moneda de oro aragonesa labrada en 1346 por los reyes de Aragón, por or-

den de Don Pedro IV en la ceca de Perpiñán y a imitación de los de Florencia. Con un

peso de 3,35 gramos presenta en el anverso a San Juan Bautista (protector de Florencia)

y en el reverso una flor de lis. Se acuñaron en Perpiñán, Barcelona, Gerona, Valencia y

Mallorca, pero nunca en Aragón. En el siglo XVI equivalía a 11 sueldos, acuñada en

Barcelona por Fernando V con un valor de 17 sueldos y en Valencia en 1478 con un

valor de 14 sueldos.

FORERA: Moneda con la que se pagaba, cada siete años, los tributos al rey de Castilla.

~ 67 ~

Maravedí de oro de Alfonso IX, equivalente al impuesto de moneda forera.

Acuñación en Salamanca. Museo Arqueológico Nacional

(Departamento de Numismática)

GRANO: Moneda de cobre acuñada en Italia entre los siglos XVI y XVIII.

GROSSO: Moneda de plata italiana que valía un sueldo o 12 carlines.

GRUESO DE PLATA: Es uno de los nombres que recibían en Cataluña los reales de

plata.

GRUESA: Denominación de las monedas de 4 y 8 reales.

ISABELINA: Moneda acuñada por Isabel II (1833-1868).

~ 68 ~

JAQUESA: Moneda de vellón aragonesa, creada por Jaime I el Conquistador, acuñán-

dose en Jaca (Huesca).

KRUISDAALDER: La mayor moneda de plata acuñada por Felipe II en los Países

Bajos.

~ 69 ~

LIARD: Moneda de plata de los Países Bajos.

LIBRA: Medida ponderal de origen griego, adoptada por los romanos, que equivalía a

unos 324 gramos y asimilada por España. El valor de la misma varía según las pro-

vincias y épocas. La libra aragonesa o jaquesa valía 320 dineros aragoneses, 320 octa-

vos de Castilla. La libra de Cataluña valía 240 dineros de Cataluña, 182 octavos, uno y

5/7 maravedís. La libra de Navarra valía 620 maravedís de Navarra o 53 ochavos y dos

tercios de maravedí de vellón. Unidad de cuenta, moneda imaginaria en España. En

Barcelona valía 6 reales castellanos de plata y 24 dineros; en Valencia equivalía a 20

sueldos.

LUIS DE ORO: Moneda francesa, peso 7 gramos, acuñada en Cataluña en 1642 por

Luis XIII, con un valor de 2 escudos castellanos.

MALLA O MEALLA: Moneda de vellón catalana, peso 0,75 gramos. El término mia-

ja, ha quedado como sinónimo de algo muy pequeño.

~ 70 ~

MACUQUINA: Moneda de plata u oro de América, de aspecto irregular (tenía los bor-

des recortados para darle su peso exacto). Labrada a martillo sobre un cospel irregular

sin laminar, que era el modo frecuente de labrar la moneda española de ultramar, du-

rante los siglos XVI y XVII.

MAIS: Vocablo popular, usado en la España medieval para referirse al maravedí.

MANCUSO: Moneda árabe de oro y plata, que tuvo curso en Cataluña y territorios pi-

renaicos durante los siglos IX-XII. Los mancusos habían sido imitados por algunos

príncipes cristianos. Siete mancusos barceloneses de oro pesaban una onza.

~ 71 ~

Mancuso de oro de Jaca

MARAVEDÍ: Moneda española medieval, acuñada por primera vez por los almorávi-

des, con origen etimológico árabe.101

Los primeros maravedíes102

fueron acuñados en

oro por Fernando I de León (1037-1065) y por Alfonso VIII de Castilla (1158-1214) en

1172 este último, en árabe y castellano. A través de su historia, esta moneda sufrió

infinidad de cambios y devaluaciones hasta quedar convertida en moneda de vellón en

tiempos de los Reyes Católicos, al adoptarla como parte de su sistema monetario en

1475. Los musulmanes labraron monedas de oro, plata y cobre que se llamaban res-

pectivamente: dinares, dírhams y feluses. Los cristianos acabaron por dar el mismo

nombre de morabatín a los tres metales, como sinónimo de moneda. En efecto, había

maravedíes de oro, de plata y de cobre.

Maravedí de Salamanca, del reinado de Alfonso IX de León (1188-1230)

101

El nombre proviene de morabithis (=devotos de Dios, los sectarios almorávides). La palabra mora-

vedinos fue corriente en la Península Ibérica tras la llegada de los almorávides.

102

Para el plural de maravedí puede usarse maravedís, maravedíes o maravedises.

~ 72 ~

MAZMUDINA: Moneda de oro equivalente a media dobla almohade.

MEAJA: Ver MALLA o MEALLA.

MEDIO ESCUDO: Única fracción del escudo de oro. Recibe también el nombre de

durillo, porque equivale al duro de plata o real de a ocho.

MEGALONA (MELGORIENSE): Moneda de vellón de los condes de Melgueil que

durante el siglo XII tuvo curso en Rosellón y en Cataluña. Tenía de ley cuatro dineros.

El rey Jaime I prohibió su circulación en Barcelona, desde el 1 de agosto de 1258.

MENUT (MENUDO): Moneda de vellón catalana (valía lo mismo que un dinero).

~ 73 ~

MONEDA DE MOLINOS: Se llamó así la moneda de vellón ligada con plata y acuña-

da con el sistema de molinos o molinillos, instalado por primera vez en Segovia en el

año 1597 por orden de Felipe II. Esta moneda tuvo una accidentada historia desde su

puesta en circulación hasta las reformas de Felipe V (1700-1746), atravesando nume-

rosas crisis a lo largo del siglo XVII.

MONEDA DE QUATERNO: Moneda labrada durante la Edad Media en Aragón, Ca-

taluña y Valencia con cuatro marcos de plata y uno de cobre.

MONEDA DE TERMO: Moneda labrada durante la Edad Media en Aragón, Cataluña

y Valencia con una parte de plata y dos de cobre.

~ 74 ~

MORABETÍN: Denominación antigua del maravedí. Moneda acuñada por los almorá-

vides, llamada también morabetino o marabotín y morabotín.

Morabetín de Alfonso VIII de Castilla

Morabetín de Alfonso II de Aragón

NOVENT (NOVEN): Moneda de plata equivalente a medio real castellano, peso 1,60

gramos. En Valencia equivalía a 9 dineros.

~ 75 ~

ÓBOLO: Moneda de plata ligada y de vellón, valía medio dinero; en Cataluña llegó a

llamarse malla. En la antigüedad era una moneda que se le ponía a los muertos en la

boca (o en los ojos) y con ella (supuestamente) se pagaba a Caronte (el barquero de

Hades) en la otra vida.103

OCHAVA: Octava parte de la onza de plata, equivalente a 3,59447 gramos.

OCHAVO: En general, moneda con valor de 1/8 de otra mayor. Dícese de la moneda

de los Reyes Católicos que presenta en su anverso una F (de Fernando) y en su reverso

una Y (de Ysabel), equivalente a 1/8 de real. A partir de 1566, fue una pieza de vellón

rico con valor de 8 maravedís y posteriormente sería sólo de cobre.

103

Y se llama óbolo de San Pedro la ayuda que hacen todas las diócesis del mundo a las necesidades del

Papa u obispo de Roma para sus ayudas a las necesidades de la Iglesia universal.

~ 76 ~

OCHENTÍN: La pieza de 80 reales de Isabel II.

OCHO ESCUDOS: Múltiplo mayor del escudo de oro entre el numerario circulante

(existe bajo los Austria un múltiplo de 100 escudos, acuñado en ocasiones especiales

como pieza de obsequio del monarca a altos dignatarios). Las primeras monedas cono-

cidas con este valor son del reinado de Felipe III (1598-1621) y siguen emitiéndose

hasta el de Fernando VII (1808-1833). Se acuña en cecas peninsulares y en talleres de

los dominios americanos, donde existen importantes minas de oro.

~ 77 ~

OCHO REALES: Moneda de plata española acuñada desde el siglo XVI al reinado de

Fernando VII (en el siglo XIX). Se emitió en las cecas metropolitanas y en las de los

territorios americanos donde había ricas minas de plata. Por su elevado valor intrínseco,

era una pieza muy estimada, llegando a circular fuera de los dominios españoles, aun-

que no tenía en ellos curso legal. En ocasiones se legaliza esta circulación mediante el

resello de los reales de a ocho españoles, realizada por el gobierno de los países que se

ven afectados por esta circulación. Es el precedente del dólar americano.

Ocho reales, 1586, Segovia

~ 78 ~

Ocho reales de plata, 1590, Toledo

Ocho reales (moneda columnaria)

La cara columnaria sustituida por el busto del monarca

~ 79 ~

OCHOSEN: Moneda de cobre del antiguo reino de Aragón, que valía un dinero y dos

meajas, o sea ocho meajas, y era el sueldo menor.

OCHOTA: Pieza de cobre con valor de 8 maravedíes de vellón.

ONZA: Moneda de oro española de valor 8 escudos y peso de 27 gramos.

PACÍFICO: Moneda de oro aragonesa y barcelonesa, acuñada por primera vez tras la

derrota del condestable de Portugal (año 1465) por el infante Don Fernando, hijo pri-

mogénito del rey Juan II de Aragón (siglo XV). Estas monedas tenían en el anverso la

cabeza del rey de frente, con cetro en la mano, y en el reverso las armas coronadas. Se

conocen pacíficos de oro de Juan II y de los pretendientes Renato de Anjou y Pedro de

Portugal. Pesaban un florín, valían 20 sueldos y eran a la ley de 20 quilates. Se labraron

también medios pacíficos.

PALLOFA: Ver PICHOL.

~ 80 ~

PARPALLA: Moneda de cobre que valía dos cuartos.

PATACA: Nombre dado al real de a ocho en los países árabes.

PATAGÓN: Moneda de plata de los Países Bajos acuñada por Felipe II y sus sucesores

hasta Felipe V. En su anverso figuraba la cruz de San Andrés con forma de aspa.

PELÓN: Así se conocen las monedas que representan a Alfonso XIII cuando aún era

un bebé.

~ 81 ~

PELUCONA: Denominación con la que se conocen las monedas de ocho escudos de

Felipe V, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, en las que aparece el

busto del rey llevando peluca.

PEPIÓN: Moneda de vellón castellana labrada en Burgos en el siglo XIV (en tiempos

de Alfonso X valió medio dinero burgalés).

PERENDENGUE: Moneda de vellón antigua que valía cuatro maravedíes en el siglo

XVII.

PERRAS (chica y gorda): Durante el reinado de Alfonso XII, los céntimos de 1870

tenían un león en el reverso en el que algunos vieron una perra y eso degeneró en llamar

a los dineros perras en tiempos de la Primera República. A la moneda de 5 céntimos se

la llamó perra chica y a la moneda de 10 céntimos perra gorda. Cuando Franco saco las

monedas del jinete de 5 y 10 cts. (en aluminio imitando la tipografía de monedas íberas)

se les llamo también perra gorda y perra chica. Se decía, ante una cerrazón o empecina-

miento: “Pa ti la perra gorda”.

~ 82 ~

PESANTE: Moneda de cambio de los siglos XV y XVI aplicada a la moneda andalusí.

Ponderal de medio adarme.

PESETA: La elección del nombre para esta moneda se debió principalmente a su fami-

liaridad de uso. Algunas denominaciones como maravedí, real, escudo, etc., quedaron

en desuso bajo el término peseta, comúnmente utilizado en el periodo de Isabel II. Ade-

más, ya en Cataluña y Mallorca habían circulado pesetas desde antes de la Guerra de la

Independencia. La palabra peseta es una derivación al castellano de la palabra catala-

na peceta (piececita) con la que se designaba a la pequeña moneda de plata desde prin-

cipios del siglo XV en el reino de Aragón. El término “peseteros” quedó para designar

a los avaros, tacaños, etc. La peseta fue sustituida por el euro a la entrada del año 2002.

Dado el color de la moneda de latón de 1 peseta de 1937 y que representaba a una mujer

de melenas, la sabiduría popular la bautizó como “rubia”, denominación que posterior-

mente se hizo extensiva a las pesetas de Franco y del rey Juan Carlos I., de aleación do-

rada de cobre. También esta peseta del 37 de latón de la 2ª república se conoció en su

época por “la tentación del hombre”, al reunir en una moneda el dinero, la mujer y el

vino.

~ 83 ~

PESETÓN: Moneda de dos pesetas acuñada desde el Gobierno Provisional (1869) a

Alfonso XIII.

~ 84 ~

PESO: Valor ponderal de una moneda. En términos generales se aplica al real de a ocho

de los Austria y de los Borbones. Con esta denominación se acuñaron en Filipinas unas

emisiones destinadas únicamente a circular en aquel territorio durante los reinados de

Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII. Se emitieron según varios valores.

PIASTRA: Se conoce con esta denominación a los pesos grandes de plata europeos, y

equivale al peso duro de ocho reales de plata. El valor cambiaba según el país, aunque

las piastras españolas eran admitidas universalmente a partir de la introducción del es-

cudo de plata español en Italia en el siglo XVII, donde se fijó la denominación de pias-

tra. En España la más conocida fue la columnaria, oriunda de México bajo Felipe V en

1732 y retirada por Carlos III en 1772. Existieron numerosas modalidades según el pe-

so, la ley, la ceca y el año, siendo las principales las piastras de España, vieja o sevi-

llana, fuerte, mexicana, vieja de México, spagnola, piastra pillar, piastra d’or, forte, d’or

y pezza da 8 de pillar.

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PICHOL: Llamada también marca de cabildo y pallofa. Pieza monetiforme de latón,

cobre u otro metal, acuñadas en su mayoría por una sola cara y utilizadas en los cabildos

de las catedrales y otras iglesias con coro, para el pago interior de sus canónigos y

sirvientes. Se usaron entre los siglos XV-XIX especialmente en Cataluña y en el sur de

Francia.

PISTOLA: Nombre popular dado en Italia, Francia e Inglaterra a las monedas de oro

español de dos escudos.

PRIETA: Moneda castellana medieval de color negro, de vellón con mucha liga de co-

bre que se ennegrece con el tiempo.

PRINCIPAT (PRINCIPADO): Moneda aragonesa de oro, peso 3,50 gramos, mandada

acuñar el 4 de noviembre de 1493 por Fernando el Católico. Fue acuñada en las cecas

de Barcelona y Perpiñán con la misma ley y talla de los ducados de Venecia y con los

tipos de los ducados de Barcelona. Las monedas de plata acuñadas en Cataluña durante

el levantamiento de 1640 también se llamaron principats.

~ 86 ~

PUGESA: Moneda de cobre en el reino de Aragón equivalente a un cuarto de dinero,

peso 2,46 gramos. Tuvo una vida de tres siglos, desde el siglo XIII, y su acuñó, con va-

riantes de nombres y lugares, hasta el siglo XVI.

QUARTILLO: Moneda de vellón castellana del valor de la cuarta parte de un real de

velón. En las cuentas se hacía uso también de monedas de tres cuartillos.

QUATERNO: Moneda de vellón hecha con cuatro partes de plata y ocho de cobre.

Creada por el rey Pedro III de Aragón por mandamiento de 11 de las calendas de abril

de 1212, durando su fabricación 9 años.

REAL: Moneda de plata, peso 3,35 gramos, empezó a circular en Castilla en el siglo

XIV. Base del sistema monetarios español hasta mediados del siglo XIX; a partir del

año 1497 tenía un valor de 34 maravedíes. Había real, medio real, cuarto y sexto de real

de plata de 11 dineros y 4 granos de ley y talla de 66 piezas de un real por un marco

desde Pedro I. Los reyes Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique IV labraron

sus reales a la misma ley y talla. Modernamente, el real equivalía a 25 céntimos de pe-

seta.

~ 87 ~

REAL DE A OCHO: Moneda española de plata con valor de 8 reales, la que se acuñó

en las cecas de ultramar; se considera como la primera moneda de uso universal por la

aceptación que tuvo en todo el mundo.

REAL DE ORO: Moneda de oro acuñada por Carlos I y Felipe II en los Países Bajos,

equivalente a un escudo de la ´poca.

~ 88 ~

REAL DE VELLÓN: Unidad de cuenta, 2,5 reales de vellón equivalían aproximada-

mente a un real de plata.

ROCABERTINS: Dineros menudos catalanes. Entre los años 1458 y 1479 el rey Juan

II de Aragón dio permiso para acuñar esta moneda en la ceca de Gerona por necesidades

de la guerra civil (1462-1472). Precisamente su capitán, Pere de Rocabertí, fue el que

llevó a término la acuñación, de lo que viene esa denominación monetaria popular.

SEISENO O SISE: Moneda de plata catalana que valía 6 dineros menudos de terno. En

1400, el rey Martín de Aragón (1396-1410) mandó que el croat se dividiese en tres par-

tes. Como el croat valía 18 dineros, la tercera parte era el seiseno. Cuando el croat tuvo

el valor de un sueldo, el seiseno era un medio croat, y cuando el croat valía 24 dineros,

el seiseno era el cuarto de croat. Más adelante, fue una moneda de cobre catalana, tam-

bién denominada sise, peso 3,50 gramos, labrada por 1640-1652 en todo el Principado

durante la Guerra de los Segadores y valía 6 dineros.

~ 89 ~

SENYAL: Moneda fabricada en vellón y cobre de bajo valor, peso 2,15 gramos, de tipo

local acuñada principalmente en Cataluña y Valencia durante los siglos XV-XVII. En la

imagen, la T corresponde a Tarragona.

SUELDO O SOU: El rey Pedro III de Aragón mandó batir en 1285 sueldos de plata

barceloneses que valían cada uno 12 dineros de moneda de terno. Fue efectiva en Ibiza

(año 1686) y anteriormente en Perpiñán. Como moneda de cuenta en Aragón el sueldo o

sou valía 32 maravedís de vellón; en Valencia valía 25 3/5 maravedís de vellón y en

Cataluña 18 2/5. Como jaqués valía 15.

STUYVER: Moneda de vellón de los Países Bajos, acuñada bajo el emperador Carlos

V y Felipe II con un valor de 1/6 del real.

TALER O THALER: Denominación de las monedas de plata de gran tamaño acu-

ñadas por los monarcas españoles en Alemania y los Países Bajos. En inglés derivó a la

palabra “dollar”, nombre de la unidad monetaria que en el año 1792 se adoptó en las

colonias de Nueva Inglaterra, tras su independencia.

~ 90 ~

TARI: Moneda moderna, realillo de plata de ocho cuartos y medio.

TARIN: Moneda siciliana de plata equivalente al real, acuñada por los reyes de la Casa

de Austria.

TARJA: Moneda de vellón que circuló en Navarra y valía 2 dineros. También unidad

de cuenta del reino de Navarra que valía 14 2/9 maravedís de vellón. En tiempo de los

Reyes Católicos así se llamaba a los 2, 4 y 8 maravedís y con Felipe II equivalía a un

cuartillo del real de plata.

TERNO: Se daba este nombre en Aragón y Cataluña a las monedas labradas con plata

de tres dineros. La moneda jaquesa era moneda de terno. En Valencia se estableció la

misma moneda de terno y en Mallorca desde el principio de la conquista del rey Jaime I.

TREINTA SOUS O SUELDOS: Moneda de plata equivalente al real de a ocho acu-

ñada en Mallorca bajo Fernando VII (1808-1833), en emisiones de necesidad del pe-

ríodo de la Guerra de la Independencia y también en 1821.

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TRENTÍN: Moneda de oro acuñada en Barcelona por Felipe III y Felipe IV, con bustos

de los Reyes Católicos y peso de 7 gramos. Aunque su valor sufría alteraciones, gene-

ralmente valían 30 sueldos. En 1618 un trentín valía 33 reales; hay también monedas de

un tercio de trentín, equivalentes a 9 reales.

TRESETA: Moneda valenciana de cobre, acuñada durante el reinado de Felipe V, con

valor de 3 dineros.

TRIUNFO: Moneda de oro de Fernando I de Aragón (siglo XV), como rey de Nápoles

y Sicilia.

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TOSTAO: Moneda de plata portuguesa acuñada por los reyes españoles de la Casa de

Austria.

TOSTÓN: Del italiano “testone”, nombre de las monedas de Milán con la cabeza

(testa) del monarca español. En América y la metrópoli se denominaron así las monedas

de plata de medio duro o real de a cuatro.

VELLÓN O MONEDA DE VELLÓN: El vellón (del francés billón, lingote) es una

aleación de plata y cobre, conteniendo en torno al 50 % de cobre. Si el metal predo-

minante es la plata, hablamos de vellón rico, y en caso contrario de vellón pobre. Se ha

utilizado principalmente para hacer monedas y medallas en épocas con escasez de me-

tales nobles y de devaluación monetaria. Por lo general, en numismática, se utiliza el

término vellón para referirse directamente al trozo de metal empleado para la acuñación

de la moneda independientemente de su composición.

~ 93 ~

Shekel de plata

(una de las 30 monedas de plata que recibió Judas por traicionar a Jesús)