EL RINCON DEL POETA Volumen 1, nº 1 30/11/2011 DICIEMBRE Mes de nieve, escarchas y poco sol, con la misma referencia que al hombre le deparó, muere el otoño pasado nace el nuevo Redentor. Llega también otro año Siendo más prometedor, Pasan los días más cortos Y empieza a subir el sol. Aquí se termina un año Que con ilusión pasó, Dando de fruto otro nuevo, Que al final tendrá destino Como el otro que acabó. Hace recordar mi infancia, Cuando yo era soñador, Y así como en sueños vi Contemplar mi descendencia Sentado en un rincón Que menos penetra el aire Y el fuego da más calor. Sentados los dos estaban Mirando a su alrededor Sospechando de aquel aire, Que les robaba el calor, No pensaban que aquel frío Naciera del corazón. La casa estaba ya sola La habitaban los dos Ya que los hijos se fueron Con alas de la ilusión A formar nueva familia Nacida de un nuevo amor, Que les darán nuevas vidas Para vivir de ilusión. Ley verdadera de vida De la que yo no me quejo Ya que a mis hijos les dimos Lo que por mí , nunca hicieron, No por falta de cariño Sino por falta de celo. Sin embargo yo nací Para ser esclavo eterno, No de nada ni de nadie, Si no de mis sentimientos, Que quisiera transmitir , a mis hijos y mis nietos Ya que esta esclavitud mía Es un sedante por dentro, Que a la corta o a la larga Debe servir de ejemplo. Ya van pasando los días, Y los años van en pos, Estando como los otros, Sentados en el rincón Recodando aquellos tiempos La imagen no se borro Para que traiga el recuerdo Que ya represento yo. De nada sirve el brasero Ni la lumbre da calor Porque el calor de los hijos La vida los alejó Y para el frío del alma ¡ NO EXISTE CALEFACCION! Y cuando estamos en casa Con la lumbre alrededor La abuela con sus labores Poniendo imaginación Para que los nietos luzcan Aquello que realizó. Los dos quedamos contentos Con una misma ilusión Yo realizo otros trabajos Con una gran afición Que de habilidad y destreza El destino me trazó. Porque creo que algún día Vengan los hijos después Con ellos vendrán los nietos Ofreciendo todo bien Esto será mucho...o será na- da Porque yo nada pretendo Porque aquel frio del alma Nos lo pueden quitar ellos. Con su alegre juventud Y su calor hogareño Una dulce compañía Que hace tiempo no tenemos Y a pesar de este contraste Nos sentimos orgullosos Porque seamos abuelos. Que creando y procreando Con sus deberes cumplieron ¡ quiero que estéis siempre unidos Nueras, hijos y los nietos! Para que vuestra nobleza A todos sirva de ejemplo. Cesáreo Camarero Siruela a 12 de Enero de 1984 EL FRÍO DEL ALMA
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