Top Banner
B asada en hechos reales que tuvieron lugar du- rante el genocidio ruandés en 1994. Joe Connor ha llegado para dar clases en Ruanda porque cree que puede marcar una diferencia. Cuando la escuela se convierte en un refugio para miles de ruandeses que escapan del genocidio, Joe promete a su alumna más brillante, Marie, que los soldados de la ONU la protegerán de la multitud de extremistas en busca de sangre fuera de la escuela. Pero cuando la ONU abandona a los refugiados, Joe y el director de la escuela, el Padre Christopher, se enfrentan a un angus- tiante dilema: deben marcharse o deben quedarse con los ruandeses. Mientras los camiones de la ONU toman su camino a través de los aterrorizados refugiados, Joe mira la cara llena de lágrimas de Marie: ¿Qué debe hacer él? ¿Qué harías tú? A su vez, el sacerdote nos mostrará la radicalidad del camino de la fe. Disparando a perros Michael Caton-Jones. 115 min.(2007) Título original: Shooting Dogs Nacionalidad: Reino Unido, Alema- nia. Género: Drama. Director: Michael Caton-Jones. Guión: David Wolstencroft Reparto: John Hurt, Hugh Dan- cy,Dominique Horwitz, Louis Mahoney, Nicola Walker, Steve Toussaint, David Gyasi, Victor Power, Jack Pierce, Musa Kasonka Jr., Claire-Hope Ashitey . Año de estreno: 2007 Valoración: Recomendable. Prefe- rentemente para alumnos de Bachiller. Premios: Selección oficial Festival de Toronto, Selec- ción oficial London film festival, Premio del público en el Festival Vissigen de Holanda, premio del públi- co en el Festival Amazonia de Brasil, premio del pú- blico en el Festival Mont Tremblant de Canada, pre- mio mejor drama en el Heartland film festival USA, nominada a los premios Bafta... Delegaciones de Enseñanza, Medios de Comunicación y Pastoral Juvenil-Vocacional Montaje y revisión: Mª Ángeles de la Torre y José Alfredo Elía
6

DISPARANDO A PERROS.pdf

Nov 25, 2015

Download

Documents

Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • B asada en hechos reales que tuvieron lugar du-rante el genocidio ruands en 1994. Joe Connor ha llegado para dar clases en Ruanda porque cree que puede marcar una diferencia. Cuando

    la escuela se convierte en un refugio para miles de ruandeses que escapan del genocidio, Joe promete a su alumna ms brillante, Marie, que los soldados de la ONU la protegern de la multitud de extremistas en busca de sangre fuera de la escuela. Pero cuando la ONU abandona a los refugiados, Joe y el director de la escuela, el Padre Christopher, se enfrentan a un angus-tiante dilema: deben marcharse o deben quedarse con los ruandeses. Mientras los camiones de la ONU toman su camino a travs de los aterrorizados refugiados, Joe mira la cara llena de lgrimas de Marie: Qu debe hacer l? Qu haras t? A su vez, el sacerdote nos mostrar la radicalidad del camino de la fe.

    Disparando a perros Michael Caton-Jones. 115 min.(2007)

    Ttulo original: Shooting Dogs Nacionalidad: Reino Unido, Alema-nia. Gnero: Drama. Director: Michael Caton-Jones. Guin: David Wolstencroft Reparto: John Hurt, Hugh Dan-cy,Dominique Horwitz, Louis Mahoney, Nicola Walker, Steve Toussaint, David Gyasi, Victor Power, Jack Pierce, Musa Kasonka Jr., Claire-Hope Ashitey . Ao de estreno: 2007 Valoracin: Recomendable. Prefe-rentemente para alumnos de Bachiller. Premios: Seleccin oficial Festival de Toronto, Selec-cin oficial London film festival, Premio del pblico en el Festival Vissigen de Holanda, premio del pbli-co en el Festival Amazonia de Brasil, premio del p-blico en el Festival Mont Tremblant de Canada, pre-mio mejor drama en el Heartland film festival USA, nominada a los premios Bafta...

    Delegaciones de Enseanza, Medios de Comunicacin y Pastoral Juvenil-Vocacional

    M

    o

    n

    t

    a

    j

    e

    y

    r

    e

    v

    i

    s

    i

    n

    :

    M

    n

    g

    e

    l

    e

    s

    d

    e

    l

    a

    T

    o

    r

    r

    e

    y

    J

    o

    s

    A

    l

    f

    r

    e

    d

    o

    E

    l

    a

  • I Semana de Cine Espiritual

    Disparando a perros

    B asada en hechos reales que tuvieron lugar durante el genocidio ruands en 1994. Joe Connor ha llegado para dar clases en Ruanda porque cree que puede marcar una diferencia. Cuando la escuela se convierte en un refugio para miles de ruandeses que escapan del genocidio, Joe promete a su alumna ms brillan-

    te, Marie, que los soldados de la ONU la prote-gern de la multitud de extremistas en busca de sangre fuera de la escuela. Pero cuando la ONU abandona a los refugiados, Joe y el di-rector de la escuela, el Padre Christopher, se enfrentan a un angustiante dilema: deben marcharse o deben quedarse con los ruande-ses. Mientras los camiones de la ONU toman su camino a travs de los aterrorizados refugia-dos, Joe mira la cara llena de lgrimas de Ma-rie: Qu debe hacer l? Qu haras t? A su vez, el sacerdote nos mostrar la radicalidad del camino de la fe.

    C uando los extremistas asesinos y sedientos de sangre humana vienen a por tus seres queridos, amigos y amados inocentes, por qu opcin te decantas: por correr la misma suerte que tus fraternos, por ponerte del lado de los asesinos o por salvar el pellejo huyendo y dejando que los criminales asesinen a los inocentes? Es el tremen-

    do, impactante y desgarrador dilema que plantea esta pelcula. Disparando a perros es una pelcula que narra los hechos protagonizados por el padre Vjeko Curic, sacerdote catlico que salv a muchas personas muriendo l mismo. Este papel est encarnado en la figura del padre Christopher, director de una escuela en Ruanda, a dicha escuela ha llegado para dar clases Joe Connor, un joven ingls que desea devolver a los dems algo de todo lo bueno que la vida le ha dado. Cuando la escuela se convierte en un refugio para miles de ruandeses que esca-pan del genocidio, Joe promete a su alumna ms brillante, que los soldados de la ONU la protegern de la multitud de militares extremistas en busca de sangre. Pero cuando la ONU abandona a los refugiados, Joe y el padre Christopher, se enfrentan a un angus-tioso dilema: marcharse o quedarse con los ruandeses. El padre Christopher decide que-darse Por qu no encontramos los mismos sentimientos de empata y solidaridad en otros miembros de la comunidad? Por qu no sentimos la misma empata hacia los su-frimientos de personas de una raza distinta a la nuestra? (En un momento de la pelcu-la hay un dilogo entre Joe y una amiga periodista que nos lanza esta dura reflexin).

    Disparando a perros

    Director: Michael Caton-Jones. Guin: David Wolstencroft Gnero: Drama. Duracin: 115 minutos Nacionalidad: Reino Unido, Alemania. Reparto: John Hurt, Hugh Dancy,Dominique Horwitz, Louis Ma-honey, Nicola Walker, Steve Toussaint, David Gyasi, Victor Power, Jack Pierce, Musa Kasonka Jr., Claire-Hope Ashitey . Ao de estreno: 2007

    Julius: Para quin es el medicamento pa-ra un nio hutu o tutsi?

    Joe: Quiero ceder mi lugar a una perso-na, se llama Marie Mutagona. Capitn francs: No, ningn ruands!

    Padre Christopher: Treinta aos aqu y siempre tuvimos la esperanza; ahora creo que se nos acaba.

    Marie: Somos afortunados. Este tiempo que nos ha sido regalado debemos utili-zarlo bien.

    1. Qu otro ttulo daras a la pelcula? Por qu?

    2. Qu es lo que ms te ha gustado de la pelcula? Por qu?

    3. Con qu personaje de la pelcula crees que te identificas ms? Por qu?

    4. Has vivido alguna situacin como la del Padre Christopher, en la que hayas teni-do que defender al ms dbil, aunque esto te haya supuesto perder tu posicin social, tu prestigia, tu fama?

    5. Crees que esta pelcula aporta algn valor y/o aspecto a tener en cuenta en tu vi-da? Nmbralos y explcalos brevemente.

    6. Reflexiona sobre esta frase de Albert Camus: Una persona puede saber si tiene algo por lo cual vivir. Tan solo tiene que preguntarse si existe algo o alguien por quien est

    dispuesto a morir.

    7. Describe una final diferente para la pelcula.

    Los textos e imgenes (tanto grficas como cinematogrficas) que se muestran en este material se acogen al derecho de cita con fines didcticos, que pretenden fomentar el conocimiento de las obras y

    tienen como nico objetivo el anlisis, comentario o juicio crtico de las mismas.

  • I Semana de Cine Espiritual

    Disparando a perros

    Este tiempo que nos ha sido regalado (Cinco aos despus en un campus de Inglaterra suena un coro. Se abre la puerta de la Iglesia, entra una luz cenital que ilumina la penumbra. Desde lejos entra Marie. Avanza por el pasillo. Se ve y se oye al coro que es dirigido por Joe. Al or entrar se vuelve y ve a Marie. Despus aparecen sentado en un banco a los pies de un rbol mientras los estudiantes hacen gimnasia). Marie: Cuesta mucho encontrar este lu-gar. Joe: Christopher Marie: El padre Christopher estuvo en esta escuela? Joe: Estuvo de sacerdote. Marie: Hizo un gran sacrificio por noso-tros. Me acuerdo que nos deca, el sacrifi-cio es la mayor muestra de amor por al-guien. Sabes, cuando corra pensaba en ti Recuerdas cuando hiciste de comenta-rista? Fue tan extrao, cuando corra pa-ra salvar la vida tena miedo, pero all estabas en mi cabeza. Hablando como si no pudieras callar. (Marie le mira fija-mente a los ojos). Marie: Por qu nos dejaste? Joe: No, yo...Tena miedo a morir. Marie: SOMOS AFORTUNADOS. ESTE TIEMPO QUE NOS HA SIDO REGALADO DEBEMOS UTILIZARLO BIEN. (l baja la cabeza y tiene los ojos en lgrimas. Se ve el College y suena msica) Off: El 11 de abril de 1994 ms de 2.500 ruandeses, abandonados por la ONU en la Escuela Tcnica Oficial, fueron masa-crados por militantes extremistas.

    Slo siento amor Padre: Julius Julius: Para dnde va? Padre: Tengo una reunin importante con el obispo Vincent Julius: El obispo Vincent no est en Kigali. Julius: A dnde va para reunirse con l? Padre: (Duda) Dijo que estara en Buta-re. Julius: Por qu conduce este camin? Padre: Es el camin de la Escuela, Julius. Ya sabes dnde trabajo. Oye Julius nos co-nocemos muy bien. No entiendo que Julius: Ha robado este camin. Padre: Ahora ests siendo idiota. Julius: No es broma. Padre: Est bien, perdona, perdona (Marie, a escondidas, ayuda a saltar a los chicos que empiezan a perderse en la no-che y el bosque). Escucha Julius, no entien-do porque mantenemos esta conversa-cin (El padre Christopher sale con la in-tencin de alejarlo del camin). Julius: Ponga las manos en el camin (Los chicos siguen bajando). Padre: Est bien, por qu no nos senta-mos y lo hablamos? Julius: Ponga las manos en el camin! (Siguen saliendo los chicos amparados por la noche) Julius: Haga lo que le digo! Padre: Mira lo que estis haciendo! Mi-raos, miraos bien. Julius: Bien, ya basta! (Han termina-do de escapar). Ya basta! Cree que est a salvo por ser sacerdote? (Marie se mete debajo de la camioneta y ve lo que ocu-rre). Eso cree? Padre: Sabes, sabes lo que es extrao, Julius, incluso ahora. Que cuando te miro a los ojos el nico sentimiento que hay de-ntro de mi es el amor (Christopher le mira fijamente). (Julius saca una pistola le apunta al est-mago y dispara tres veces. El resto ren. l cae viendo a Marie que se levanta y esca-pa corriendo. Cae con los brazos en cruz. Los pies de Marie corren en la noche).

    N o es una obra maestra, ni tiene detrs a ninguna de las majors de Hollywood, no es una superproduccin ni tiene efectos especiales ms all de los convenciona-

    les. Pero guarda en su seno tanta autenticidad, tanta verdad, que supera todas sus posibles carencias para llevarla al selecto mbito de las pelculas inolvidables. Disparando a perros es una aproximacin veraz a unos acontecimientos que conocieron indirectamente los productores del film. Produ-cida por la BBC y dirigida por Michael Caton-Jones, recrea los sucesos acaecidos en una Es-cuela Tcnica Oficial cercana a Kigali. Dentro de sus amplios recintos estaba tambin la sede de la misin del sacerdote bosnio Vjeko Curic, que en el film aparece como el Padre Christop-her (John Hurt). All tambin se estableci un cuartel de los Cascos Azules de Naciones Uni-das, que protegan a la comunidad religiosa y a los alumnos internos de la Escuela. La trage-dia empieza cuando unos centenares de tutsis, atenazados por el pnico al extremismo hutu, solicitan refugiarse en los terrenos de la Escuela. Sin tenerlo previsto, y sin recursos suficien-tes, aquel recinto se convierte en una "reserva" de tutsis, rodeada de cientos de hutus armados con sus machetes. Armados y sedientos de san-gre mientras esperan el da en que los Cascos Azules se retiren. Porque los hutus saben que ese da llegar. La pelcula nos cuenta los cinco das de abril que van desde el asesinato del presidente de Ruanda hasta la retirada de los Cascos Azules de esa Escuela. El ttulo de Disparando a perros no es metafrico. Alude a una decisin del capitn Charles Delon de los Cascos Azules de disparar contra unos perros que hurgan entre cadveres y que pueden transmitir infecciones a la pobla-cin. Esa decisin, aparentemente inocua, es sin embargo decisiva en el discurso crtico del film, por razones que preferimos no desvelar. El Padre Christopher es lo ms interesan-te del film: l constituye el referente moral de cuantos le rodean, y su autoridad nace de su fe y de su entrega incondicional. l nunca cae en tentaciones revanchistas, y su trabajo se centra en la catequesis, en hablar del amor de Dios y en explicar el sentido de la Eucarista y de la Semana Santa. Y lo hace porque entiende que el sentido ltimo de aquello que explica est

    muy relacionado con lo que todos viven a su alrededor. Otro personaje es Joe (Hugh Dancy), un joven voluntario de una ONG, que en el film representa en cierto modo el punto de vista del espectador occidental. Por otra parte, el capi-tn belga Charles Delon de los Cascos Azules (Dominique Horwitz) encarna la posicin de Naciones Unidas ante el conflicto, una posicin absentista que deja mucho que desear. Hay un cuarto personaje interesante, la joven alumna tutsi Marie (Clare-Hope Ashitey), que represen-ta la esperanza de los ruandeses puesta en los europeos, esperanza que casi todos frustrarn, excepto el Padre Christopher. Por ltimo estn los reporteros de la BBC, que encarnan la pers-pectiva de los productores del film, y que son los encargados de que la opinin pblica occiden-tal conozca el genocidio y pueda experimentar una cierta mala conciencia. El origen del guin de David Wolstencroft est en las experiencias ruandesas de David Belton, productor del film, y que conoci bien al padre Vjeko Curic, que le salv la vida prote-gindolo de los hutus. l era un reportero de la BBC que en 1994 viaj a Ruanda a cubrir la guerra. El sacerdote le acompa y le protegi en numerosas ocasiones, y gracias a l muchos supieron de los horrores de aquel genocidio. Cuando tiempo despus, en Washington, Belton supo del asesinato del padre Curic, decidi es-cribir el argumento junto al documentalista Ri-chard Alwyn y producir la pelcula. En conclusin: una pelcula tan dura como imprescindible, un testimonio de fe martirial oportuna y necesaria.

    Juan Orellana

  • I Semana de Cine Espiritual

    Disparando a perros

    E sta pelcula est basada en hechos reales absolutamente dramticos: el Genocidio cometido en Ruanda en 1994, una de las manchas del

    ser humano ms graves de toda su exis-tencia, una autntica barbaridad en la que el resto del mundo prefiri mirar hacia otro lado y no mover ni un slo dedo para evitar una matanza que acab con la vida de 800.000 personas en tiempo rcord, si consideramos que bsicamente se hizo a golpe de mache-te; el 75% de la poblacin tutsi fue ma-sacrada durante el genocidio. En este genocidio tuvieron un pa-pel fundamental los medios de comuni-cacin, por un lado la Radio RTLM con sus consignas incitaban a la poblacin hutu a eliminar a sus iguales, los tutsi. Por otro lado, la indiferencia y el silencio del resto de los medios ante el genocidio que estaba producindose en ese remo-to pas africano.

    Mientras ocurra la tragedia, el mun-do entero pareca ajeno a la barbarie y no intervino para parar el trgico conflicto. La actitud de Francia, de Blgica y Ale-mania antes, durante y despus del con-flicto, fue dudosamente honrada ya que todos tenan importantes intereses en la zona desde el siglo XIX. En el caso de Estados Unidos ninguno de sus principales gobernantes, durante el tiempo que dur el genocidio, us esta pa-labra para definir lo que estaba ocurrien-do en el pas centroafricano. El haberlo admitido les hubiera obligado a intervenir en el conflicto. En su lugar, utilizaron la definicin actos de genocidio para des-cribir la situacin. Pero lo peor y ms im-portante fue su influencia en el seno de las Naciones Unidas que provoc que stas no actuaran antes. Es sabido que el subsuelo del Congo, pas vecino, contiene yacimientos de cobre, cobalto, zinc, plata, diamantes, uranio, cadmio y otros metales raros, pero sobre todo concentraciones de oro en cantidades excepcionales. Las grandes concentraciones de oro se convierten en un factor ms pa-ra comprender el insolidario comporta-miento de los pases occidentales, que priorizaron su competencia por controlar los ingentes recursos naturales de la zona frente a la importancia de salvar las vidas humanas.

    Dios est aqu mismo (Joe, que se ha subido al camin de la ONU, baja al ver al padre Christopher que se que-da). Joe: Christopher Padre: Yo debo quedarme. Joe: No puedo, yo no puedo. Padre: Lo s. Y as deber ser. En serio. Joe: Por qu hace esto? Padre: Me preguntaste Joe dnde estaba Dios en todo cuanto aqu estaba pasando, en todo este sufrimiento. S exactamente dnde est, est aqu mismo, con estas personas, sufriendo. Su amor est aqu. Ms intenso y ms profun-do que jams lo haba sentido. Y mi corazn est aqu, Joe. Y mi alma Joe: Pero Padre: Si me voy temo no volver a encon-trarla (Sonre a Joe) (Se pone en marcha el camin de la ONU. El padre Christopher abra-za a Joe) Padre: Busca tu realizacin en todo lo que emprendas, hijo.

    Usted no nos abando-nar? (El padre Christopher est en la cocina y se acerca Marie tmidamente y con l-grimas en los ojos) Padre: Marie Marie: Usted no nos abandonara, verdad padre Christopher? Padre: Podrn pasar cosas terribles en este mundo Marie, pero por terribles que sean, t ests en mi corazn. Y se-guirs en l hasta que muera (re). (Marie tambin re segn se marcha. El padre Christopher se queda pensativo y preocupado)

    Una peticin corts (Hay un gran alboroto en el momento en que los refugiados descubren que los soldados de la ONU les abandonan. El padre de Marie, Roland, se dirige al ca-pitn Charles) Roland: Capitn quiero hacerle una corts peticin de parte de todos noso-tros, este pueblo de refugiados. Todos somos padres, madres, hijos e hijas. Aho-ra formamos todos una sola familia. Y es como una sola familia que deseamos morir. Por consiguiente, le pedimos cor-tsmente que antes de dejarnos, sus sol-dados usen sus armas para matarnos. No queremos morir por machete. Las balas nos matarn rpidamente y habr mucho menos dolor. Capitn: Lo siento, pero no puedo ac-ceder a su peticin. Roland: Por favor, si no lo hace con nosotros, al menos evite el sufrimiento a los nios. Por favor, slo los nios. Capitn: Lo siento, no est en mi ma-no ayudarle.

    Solo son africanos muertos Rachel: Ests bien? Por qu viniste aqu? Joe: No, s, te haces mayor, tuve todo cuanto poda desear de nio, supongo que es mi for-ma de dar las gracias, de devolver algo. Sabes? a veces me sorprendo dndome pal-maditas en la espalda Muy bien Joe, lo ests haciendo de verdad, eres la estrella de tu pro-pio anuncio de OXFAM y luego pasa esto Rachel: El ao pasado en Bosnia me senta exactamente igual. Joe: Qu tal aquello? Rachel: Genial, la verdad, lo mejor que he hecho jams. Cada da lloraba pero curiosa-mente aqu, ni una lgrima. Joe: Supongo que te vas acostumbrando Rachel: No, no, es peor que eso, cada vez que vea una mujer bosnia muerta, una mujer blanca pensaba Podra ser mi madre. Pero aqu, solo son africanos muertos. Qu cosas digo! En el fondo slo somos unos perfectos egostas.

  • I Semana de Cine Espiritual

    Disparando a perros

    Vamos a disparar contra los perros (Llega el padre Christopher despus de descubrir a las religiosas asesinadas, tam-baleante de la camioneta. El capitn Charles Delon se dirige hacia l). Capitn: Christopher, tenemos que de-cirle al resto de la escuela que tenemos problemas con los perros. Padre: Perros? Capitn: Al otro lado de las verjas se comen los cadveres. Querra por favor advertir a todo el mundo de que tene-mos un problema de sanidad. Vamos a disparar contra los perros. Si oyen tiros que no cunda el pnico. Padre: Han abierto fuego? Capitn: Han abierto fuego? Padre: Los perros. Dispararon contra us-ted. Capitn: De qu est hablando? Padre: (Elevando el tono). Es que segn su mandado, si va a disparar a los perros, los perros tienen que haberle disparado primero. Capitn: Por favor Padre: Le dir qu haremos. Por qu no decimos sencilla y llanamente, me ca-go en el mandato? Y cuando acabe con ese problema de sanidad, quizs podra ocuparse del otro problema de sanidad: el que est ah fuera con los putos ma-chetes (El padre Christopher se va ale-jando indignado).

    Reforzados por la Eucarista Capitn: Joe, puedo hablar con usted? Tengo orden de retirarnos al aeropuerto. Padre: Cunto tiempo tenemos? Capitn: Saldremos en 30 minutos (Joe est desolado). Capitn: Yo no lo dudara. Si no viene morir. Es as de sencillo. Joe: Y qu hay de estas personas? Capitn: Debe entender que no me de-jan eleccin. (El capitn Charles se retira). Joe: Podran haberse salvado. Si hubieran sabido que les habran abandonado no habran venido. Padre: Ven conmigo No tenemos tiem-po para eso. Joe: Y ahora ya no hay nada que poda-mos hacer. Padre: S que lo hay. Estos nios podran morir sin haber comulgado. Podemos hacer algo para evitarlo. (El padre Christopher comienza a celebrar la Eucarista. Hay un grupo de jvenes de-lante preparados para recibir la comu-nin) Padre: Este es el Cordero de Dios. Dicho-sos los llamados a esta cena. (Entonan cantos. Los chicos hacen la primera comu-nin). Padre: El Cuerpo de Cristo. (Vemos que se acerca a dar la comunin a Marie). Padre: El Cuerpo de Cristo. (Repite, ya que Marie no responde) El Cuerpo de Cris-to. Marie: Amn. (El padre Christopher sigue dando la comunin mientras que Marie se sienta sonriente junto a su padre). Padre: El Cuerpo de Cristo. Chico: Amn. (Los soldados de la ONU terminan de recoger) Padre: El peso que hemos dejado en la puerta para esta Eucarista, sabemos que ahora deberemos volver a cargar con l. Slo que ahora reforzados por esta Euca-rista. (Vemos a Joe que hace la bolsa con rostro de dolor). Y esta comunidad. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espritu Santo. Id en paz.

    L os tutsi son uno de los tres pueblos nativos de las naciones de Ruanda y Burundi en el frica central. Se les considera un pueblo hamtico.

    En el idioma kinyarwanda el tr-mino tutsi es de nmero indetermina-do: el singular es batutsi (un solo tutsi), mientras que el plural (ms de un tut-si) es watutsi (ste es el origen del baile Watusi). Los tutsi son el pueblo que lleg ms recientemente a Ruanda y Burun-di. Los habitantes nativos eran los twa (o watwa), un pueblo pigmeo. Los hutu (wahutu), un pueblo bant, lle-garon ah y dominaron a los twa. Ms tarde, los tutsi inmigraron y dominaron tanto a los hutu como a los twa, esta-bleciendo reinos que ellos dominaban. Las desigualdades entre los dere-chos de los grupos raciales no eran tan extremas como en muchos casos simila-res, pero eran importantes. Para los tutsi los hutu eran bsicamente consi-derados como trabajadores. Si un tutsi asesinaba a un hutu, los del linaje del hutu podan matar al tutsi en vengan-za, pero si un hutu asesinaba a un tutsi, los del linaje del tutsi podan matar al hutu y a otro miembro de su familia en venganza. En recientes aos, tanto Ruanda como Burundi han sido, al menos en teora, naciones democrticas con los mismos derechos pactados para todos. Sin embargo, los tutsi han mantenido todava la mayora del poder, creando un gran resentimiento en la parte de los hutu, llevando a la reciente masa-cre (llamada genricamente genocidio de Ruanda). Los hutu, los tutsi y los twa hablan todos el mismo idioma. Algunos estudiosos mantienen que los hutu y los tutsi realmente no son razas o pueblos diferentes, sino diferentes castas. Apa-rentemente fueron los colonizadores belgas quienes crearon esta nocin de dos razas diferentes.

    H utu es el nombre da-do a uno de los tres gru-

    pos tnicos que ocupan Burundi y Rwanda. Los Hutu son con mucho el grupo mayor. El 90% de los ruan-deses y el 85% de los burundeses son Hutu. Cultural-mente se trata de una divisin artifi-cial, basada ms en la clase social que en la etnici-dad, dado que no hay diferencias lingsticas o culturales entre los Hutu y los dems grupos tnicos de la zona, principalmente los Tutsi. Histricamen-te, sin embargo, haba diferencias fsicas, principalmente en la altura media. Los Hutu y los Tutsi comparten la misma religin y lenguaje (son catlicos y de idioma bant). Algunos estudiosos sealan tambin el im-portante papel que tienen los colonizadores belgas en crear la idea de una raza Hutu y una raza Tutsi. Los Hutu llegaron a la regin de los Grandes Lagos de frica alrededor del siglo I DC, desplazando a los Twa. Los Hutu domi-naron la zona con una serie de pequeos reinos hasta el siglo XV. Se cree que en esa poca entraron los Tutsi en la zona desde Etiopa y conquistaron a los Hutu. La mo-narqua Tutsi sobrevivi hasta el fin de la era colonial en los aos cincuenta, usando y codificando los gobernantes belgas la divi-sin tnica para apoyar su dominio. La mo-narqua Tutsi cay pronto y la zona fue divi-dida en Ruanda y Burundi en 1962. Los Tutsi, no obstante, permanecieron dominantes en Burundi mientras que los Hutu ganaron un cierto grado de control en Ruanda. Si un tutsi y un hutu tienen descenden-cia comn el descendiente es ascendido so-cialmente y considerado tutsi.

    Mujeres tutsi y hutu esperando alimentos repartidos por la ONU

  • I Semana de Cine Espiritual

    Disparando a perros

    E l origen del guin de David Wolstencroft est en las experiencias ruandesas de David Belton, productor del film, y que conoci bien al padre Vjeko Curic, que le salv la vida protegindolo de los hutus. l era un reportero de la BBC que en 1994 viaj a Ruanda a cubrir la

    guerra. El sacerdote le acompa y le protegi en numerosas ocasiones, y gracias a l muchos supieron de los horrores de aquel genocidio. Cuando tiempo despus, en Washington, Belton supo del asesinato del padre Cu-ric, decidi escribir el argumento junto al documentalista Richard Alwyn y producir la pelcula. En abril de 1996, Vjeko Curic pudo escapar de la muerte por poco al volver solo a la casa franciscana de Kivum, a 20 kms. de Kigali, tres hom-bres armados con un fusil y largos cuchillos le pidieron dinero y luego le ordenaron ponerse de cara a la pared. Curic supo mantener la calma y logr huir a travs de una puerta del comedor que estaba abierta. No era la primera vez que haba sido amenazado por los extremistas Hutu y Tutsi por su compromiso de ayudar sin prejuicios a los dos grupos tnicos. Se empe en continuar su misin a pesar de que significa-ba "arriesgar la propia vida, como le sucede aqu al resto de la gente". El 31 de enero de 1998 Vjeko fue abatido a tiros de pistola en frente de la iglesia de la Sagrada Familia en Kigali, Rwanda. El Papa Juan Pablo II le elogio diciendo: Otra vctima se suma a la lista de los mi-sioneros que han sellado con el sacrificio de sus vidas su amor a Cristo y al pueblo de frica.

    E l 31 de octubre de 1996, los hermanos maristas Fernando de la Fuente de la Fuente, Miguel ngel Isla Lucio, Ser-vando Mayor Garca, y Julio Rodrguez

    Jorge fueron asesinados mientras atendan un campo de refugiados ruandeses en Nya-mirangwe (Zaire). Semanas antes haban recibido la invitacin de Benito Arbus, supe-rior general de la congregacin, para retirar-se del lugar, dado el riesgo que corran sus vidas. Pero la respuesta de los cuatro maris-tas fue: No podemos abandonar a quienes

    ya estn abandonados de todos. Se han marchado todos los agentes de los organismos inter-nacionales, y estos das estn llegando miles de refugiados que huyen de otros lugares de gue-rra. Vamos a colaborar para acogerlos. Vivir a fondo su misin sin buscar el martirio. Los acontecimientos iban empeorando y su mensaje se mantena firme: Si t estuvieras aqu, haras lo mismo que nosotros. Nuestra decisin es quedarnos si t nos dejas. Los cuatro pensa-mos as. Hoy podemos huir, dentro de unos das tal vez no sea posible Por parte nuestra, nos quedamos. Por ahora no nos sentimos amenazados, los nicos que pueden hacernos dao son los rebeldes que vienen, pero parece que respetan a los blancos. El ltimo mensaje de Ser-vando fue: Se han marchado del campo de Nyamirangwe todas las personas. Estamos solos. Esperamos un ataque de un momento a otro. Si esta tarde no volvemos a telefonear ser una mala seal. La zona est muy agitada. Los refugiados huyen sin saber a dnde y tal vez vuelvan otra vez. Es muy notoria la presencia de infiltrados y de personas violentas. Nos que-damos aqu porque no queremos mezclarnos con los militares ni con los grupos armados. La ltima vez que Servando estuvo en Espaa, antes de volver a frica su madre le pregunt si realmente pensaba que podra hacer algo por aquellas pobres gentes. La res-puesta fue clara: Pero, madre, cuando los refugiados nos ven a nosotros, los misioneros, es como si vieran a Dios. Si nosotros no los ayudamos, nadie los va a ayudar.

    Indica con adjetivos las diferentes maneras de afrontar el conflicto de los siguientes personajes.

    Joe Connor

    Padre Christopher

    Marie

    Capitan Deln

    Rachel

    Francois

    Julius

    Ante el conflicto

    Joe Connor

    Padre Christopher

    Marie

    Capitn Delon

    Rachel

    Francois

    Julius

    Al igual que Jesucristo el Padre Christopher entreg su vida por los dems. Indica el nombre de otros cristianos que dieron su vida co-mo testimonio de fe.

    Situacin en la que muri

    Maximiliano Kolbe

    Toms Moro

    Edith Stein

    scar Romero

    Juana de Arco