DECLARACIÓN TAJOGAITE-LA PALMA SOBRE EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SOSTENIBILIDAD Las personas y entidades participantes en el Encuentro Atlántico de Educación Ambiental para la Sostenibilidad, reunidos en la isla de La Palma-Canarias, los días 10 y 11 de noviembre de 2022, siendo conscientes que el marco de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) para 2030, aprobado por la Conferencia General de la UNESCO, en su 40ª reunión, y reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en su septuagésimo cuarto período de sesiones, en 2019, se basa en los objetivos del Programa de Acción Mundial cuyo propósito es reorientar y fortalecer la educación y el aprendizaje para contribuir a todas las actividades en favor de la sostenibilidad y la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Reafirmamos que se debe promover una comprensión crítica y contextualizada de los ODS. Ofrecer a las y los educadores la oportunidad de implicarse en actuaciones que buscan el equilibrio necesario desde un enfoque integral y de movilización de cambios. Se considera prioritario, por tanto, educar en la acción para incorporar la sostenibilidad en todos los entornos educativos, en particular, involucrando a los profesionales de la educación, medios de comunicación y redes sociales, mediante una implicación institucional integral y transversal. Sostenemos que la urgencia de los grandes desafíos actuales exige un firme liderazgo para incorporar nuevos estilos de vida más sostenibles en todas las actividades educativas y dinámicas sociales y culturales. Para ello, se necesita valor, determinación, perseverancia y sobre todo procesos de reflexión y evaluación sobre la eficacia de las distintas actividades y programas educativos desarrollados. También se hace necesario generar procesos de aprendizaje competenciales que capaciten a las nuevas generaciones y colectivos sociales en nuevos nichos y alternativas laborales que permitan avanzar hacia una mayor justicia social, climática y de conservación de la biodiversidad. Recordamos que la Educación Ambiental para la Sostenibilidad debe prestar especial atención a las causas estructurales profundas del desarrollo no sostenible, al tiempo que se debe hacer hincapié en el desarrollo de acciones transformadoras de implicación y sensibilización de aquellos agentes sociales que son los principales responsables de generar estos procesos insostenibles o desigualdades sociales.
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DECLARACIÓN TAJOGAITE-LA PALMA SOBRE EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SOSTENIBILIDAD Las personas y entidades participantes en el Encuentro Atlántico de Educación Ambiental para la Sostenibilidad, reunidos en la isla de La Palma-Canarias, los días 10 y 11 de noviembre de 2022, siendo conscientes que el marco de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) para 2030, aprobado por la Conferencia General de la UNESCO, en su 40ª reunión, y reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en su septuagésimo cuarto período de sesiones, en 2019, se basa en los objetivos del Programa de Acción Mundial cuyo propósito es reorientar y fortalecer la educación y el aprendizaje para contribuir a todas las actividades en favor de la sostenibilidad y la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Reafirmamos que se debe promover una comprensión crítica y contextualizada de los ODS. Ofrecer a las y los educadores la oportunidad de implicarse en actuaciones que buscan el equilibrio necesario desde un enfoque integral y de movilización de cambios. Se considera prioritario, por tanto, educar en la acción para incorporar la sostenibilidad en todos los entornos educativos, en particular, involucrando a los profesionales de la educación, medios de comunicación y redes sociales, mediante una implicación institucional integral y transversal. Sostenemos que la urgencia de los grandes desafíos actuales exige un firme liderazgo para incorporar nuevos estilos de vida más sostenibles en todas las actividades educativas y dinámicas sociales y culturales. Para ello, se necesita valor, determinación, perseverancia y sobre todo procesos de reflexión y evaluación sobre la eficacia de las distintas actividades y programas educativos desarrollados. También se hace necesario generar procesos de aprendizaje competenciales que capaciten a las nuevas generaciones y colectivos sociales en nuevos nichos y alternativas laborales que permitan avanzar hacia una mayor justicia social, climática y de conservación de la biodiversidad. Recordamos que la Educación Ambiental para la Sostenibilidad debe prestar especial atención a las causas estructurales profundas del desarrollo no sostenible, al tiempo que se debe hacer hincapié en el desarrollo de acciones transformadoras de implicación y sensibilización de aquellos agentes sociales que son los principales responsables de generar estos procesos insostenibles o desigualdades sociales. Subrayamos que la Educación Ambiental para la Sostenibilidad debe responder a las oportunidades y desafíos que traen consigo los avances técnicos y tecnológicos y las aportaciones del conocimiento científico. Pero también es necesario ser conscientes que estas nuevas tecnologías no van a ser capaces de resolver la mayoría de los problemas relacionados con la insostenibilidad e injusticia social. Cada día cobra más valor la aplicación de modelos sostenibles que exigen la generación de nuevas formas de vida, producción y consumo basadas en el uso de recursos renovables y de economía circular Acogemos con satisfacción el creciente interés por desarrollar estrategias políticas favorecedoras de procesos educativos y de comunicación como motor de sostenibilidad, como así demuestra, entre otros, el Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad (PAEAS, 2021-2025), del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España; la Estrategia Nacional de Educación Ambiental de Portugal (ENEA, 2020) o la Estrategia Palmera de Educación Ambiental para la Sostenibilidad (EPEAS, 2022-2030), del Cabildo de La Palma. Debe procurarse que estas políticas sectoriales se vinculen con el territorio e integren de una forma transversal en los diversos procesos de tomas de decisiones. Invitamos a todas las partes interesadas, en particular a los gobiernos y agencias gubernamentales; las instituciones educativas; las comunidades científicas y del conocimiento; al ámbito empresarial, la consultoría técnica y autónomos del mundo ambiental; así como, a las entidades no gubernamentales y del tercer sector, las asociaciones vecinales y colectivos sociales, además de los medios de comunicación, a incorporar, de manera creativa, la educación ambiental para la sostenibilidad en sus campos de intervención y en todas las actividades que promuevan la sostenibilidad de nuestros estilos de vida. Además, en particular, Recomendamos Reforzar las palancas normativas de apoyo a la Educación para la Sostenibilidad en las instituciones educativas, las comunidades y otros entornos en los que tienen lugar procesos de aprendizaje, así como los procesos de comunicación y dinamización de los diversos sectores no formales e informales para ser capaces de generar sinergias y procesos colaborativos entre los diferentes agentes del cambio. Elaborar planes y estrategias, con plazos, metodologías y presupuestos de intervención definidos, sobre la forma de aplicar, implementar y hacer seguimiento del enfoque institucional integral de las diversas actuaciones de Educación y Comunicación para la Sostenibilidad. Fortalecer el desarrollo sistemático e integral de las competencias de las y los educadores y comunicadores ambientales facultándoles y equipándoles con los conocimientos, habilidades, valores y comportamientos requeridos para el desempeño de su papel como agentes facilitadores del cambio y de la transformación de los entornos de aprendizaje, velando porque las instalaciones y programas reflejen los principios de la sostenibilidad. Movilizar y asignar recursos para garantizar la implementación de la Educación para la Sostenibilidad como principal herramienta de transformación para generar estilos de vida más sostenibles, mejorando los procesos de comunicación, promoción y divulgación de ésta y, al mismo tiempo, ampliando su radio de acción a sectores del público menos sensibilizados e implicados con estas temáticas. Finalmente, invitamos a establecer alianzas estratégicas bilaterales y multilaterales para la puesta en marcha de las siguientes acciones colaborativas que surgen de los tres grupos de trabajo desarrollados en el contexto de este encuentro atlántico y relacionados con ámbitos de acción de la Educación Ambiental. Concretamente: 1.- Educación ambiental y gestión de los espacios naturales protegidos. Después de varias décadas de desarrollar buenas prácticas y acumular experiencias y conocimientos, se hace necesario impulsar un cambio radical de paradigma en las intervenciones educativas en los espacios naturales protegidos. Este cambio debe considerar la educación ambiental como una herramienta de gestión clave que facilita la resolución de los principales retos y problemas a los que se enfrentan estas áreas. A la vez que se transmite la idea que la calidad de vida en estos territorios ha de basarse en la implantación de nuevos modelos de dinamización económica y laboral compatibles con la sostenibilidad y la conservación de la riqueza natural. Para ello es necesario incentivar procesos participativos de apropiación local de estos espacios, a la vez que se transmiten los importantes beneficios para las diversas comunidades. También es conveniente desarrollar programas interpretativos de calidad para que los visitantes, además de disfrutar del entorno, comprendan su valor como elementos del patrimonio común y se impliquen en su conservación. 2.- Herramientas de intervención de la educación ambiental. En un contexto de pesimismo y catastrofismo, defendemos una postura de optimismo crítico, para establecer sinergias, trabajo en red y aprovechar experiencias que tengan un efecto demostrativo. Para ello se considera importante romper ciertas fronteras de los ámbitos de actuación clásicos de la educación ambiental a nivel territorial, sectorial y metodológico. Se considera que sigue más vigente que nunca el lema de piensa global y actúa localmente. Es crucial hacer hincapié en la formación tanto de la ciudadanía como sobre todo en la educación de los sectores con poder de decisión, a la vez que se plantea la necesidad de transmitir la idea de la corresponsabilidad en la resolución de los conflictos socioambientales. Esto exige una mayor valentía política para afrontar los retos reales y urgentes que tenemos delante. Para todo lo cual se debe destacar el papel imprescindible de la evaluación y el seguimiento para poder avanzar en eficacia y efectividad. 3.- Ecosistemas de la educación ambiental Se considera pertinente utilizar más y mejor los diversos espacios territoriales para dinamizar procesos educativos. Básicamente éstos pueden convertirse laboratorios de educación ambiental con sus diversos ecosistemas naturales y humanizados. Se requiere del desarrollo de una política ambiental junto con la realización de evaluaciones ambientales de manera cualitativa y cuantitativa que puedan ser utilizadas como base de procesos educativos y participativos, fomentando mesas de diálogo intrainstitucional, interempresarial y de jóvenes. También se deben trasladar y adaptar las estrategias y programas que se hayan identificado como exitosos en otras regiones y contextos. Por último, confiamos que el final de este encuentro sea el comienzo del desarrollo de una Red de Educación Ambiental para la Sostenibilidad en el ámbito del Atlántico Este, con especial relevancia para las áreas de la Macaronesia (Canarias, Azores y Madeira), Portugal y Galicia, y, para ello, se recomienda a los gobiernos de estas regiones que hagan suya esta declaración y promuevan su difusión y aplicación.